II
115 Ninguno me hable de
penas, Porque yo penando vivo, Y
naides se muestre altivo Aunque en el
estribo esté ",
Que suele quedarse a pie u
120 £1 gaucho más divertido.
Junta esperencia
en la vida Hasta pa dar y prestar Quien
la tiene que pasar Entre sufrimiento y
llanto,
125 Porque nada enseña tanto Como
el sufrir y el llorar.
Y con el buche bien lleno, 200 Era cosa superior
Irse en brazos del
amor A dormir como la gente ", Pa empezar al día siguiente Las fainas ° del día anterior.
205 Ricuerdo... ¡qué
maravilla! Cómo andaba la gauchada,
Siempre alegre y bien montada Y dispuesta pa el
trabajo... Pero hoy en el día... ¡barajo!
210 No se le ve de aporriada.
El gaucho más
infeliz Tenía tropilla de un
pelo"; No le faltaba un consuelo ** Y andaba la gente lista...
215 Tendiendo al campo la vista No vía sino
hacienda y cielo.
Cuando llegaban
las yerras49, ¡Cosa que daba
calor!, Tanto gaucho pialador46
220 Y tironiador sin yel«.
¡Ah tiempos...!,
pero si en él Se ha visto tanto primor.
Aquello no era
trabajo, Más bien era una junción, 225 Y
después de un glien tirón En que uno se daba
maña, Pa darle un trago de caña Solía llamarlo el
patrón.
Pues siempre la mamajuana * 230 Vivía bajo la carreta,
Y aquel que no era
chancleta4', En cuanto el goyete
vía, Sin miedo se le prendía Como güérfano a la teta.
235 ¡Y qué jugadas se
armaban Cuando estábamos riunidos!
Siempre íbamos prevenidos Pues en tales
ocasiones, A ayudarles a los piones
240 Caiban muchos comedidos.
Eran los días del
apuro Y alboroto pa el hembraje, Pa preparar los potajes Y osequíar bien a la gente;
245 Y ansí, pues, muy grandemente, Pasaba siempre el gauchaje.
Venía la carne con
cuero ", La sabrosa carbonada51, Mazamorra B bien pisada,
250 Los pasteles y el güen vino... Pero
ha querido el destino Que todo aquello
acabara.
Estaba el gaucho
en su pago Con toda siguridá;
255 Pero aura... ¡barbaridá!, La cosa anda tan fruncida53, Que
gasta el pobre la vida En juir de la
autoridá.
Pues si usté
pisa en su rancho 260 Y si el alcalde lo sabe,
Lo caza lo mesmo
que ave, Aunque su mujer aborte... ¡No hay tiempo que no se acabe Ni tiento " que no se corte!
265 Y al punto dése por muerto Si el alcalde lo bolea B, Pues ahí no más se le apea " Con una felpa
de palos. Y después dicen que es malo
270 El gaucho si los pelea.
Y el lomo le
hinchan a golpes Y le rompen la cabeza, Y
luego, con líjereza, Ansí lastimad y
todo, 275 Lo amarran codo con codo Y pa el cepo a lo enderiezan M.
Ahí comienzan sus
desgracias, Ahí principia el pericón
"; Porque ya no hay Salvación, 280 Y que
usté quiera o no quiera, Lo mandan a la
frontera " O lo echan a un batallón.
Ansí empezaron mis males Lo mesmo que los de tantos. 285 Si gusten... en otros cantos Les diré lo que he sufrido. Después que
uno está perdido No lo salvan ni los
santos.
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