lunes, 24 de junio de 2013

MARTIN FIERRO-II




II
115    Ninguno me hable de penas, Porque yo penando vivo, Y naides se muestre altivo Aunque en el estribo esté ",
Que suele quedarse a pie u
120    £1 gaucho más divertido.
Junta esperencia en la vida Hasta pa dar y prestar Quien la tiene que pasar Entre sufrimiento y llanto,
125    Porque nada enseña tanto Como el sufrir y el llorar.
Y con el buche bien lleno, 200    Era cosa superior
Irse en brazos del amor A dormir como la gente ", Pa empezar al día siguiente Las fainas ° del día anterior.
205    Ricuerdo... ¡qué maravilla! Cómo andaba la gauchada, Siempre alegre y bien montada Y dispuesta pa el trabajo... Pero hoy en el día... ¡barajo!
210    No se le ve de aporriada.
El gaucho más infeliz Tenía tropilla de un pelo"; No le faltaba un consuelo ** Y andaba la gente lista...
215    Tendiendo al campo la vista No vía sino hacienda y cielo.
Cuando llegaban las yerras49, ¡Cosa que daba calor!, Tanto gaucho pialador46
220    Y tironiador sin yel«.
¡Ah tiempos...!, pero si en él Se ha visto tanto primor.
Aquello no era trabajo, Más bien era una junción, 225    Y después de un glien tirón En que uno se daba maña, Pa darle un trago de caña Solía llamarlo el patrón.
Pues siempre la mamajuana * 230    Vivía bajo la carreta,
Y aquel que no era chancleta4', En cuanto el goyete vía, Sin miedo se le prendía Como güérfano a la teta.

235     ¡Y qué jugadas se armaban Cuando estábamos riunidos! Siempre íbamos prevenidos Pues en tales ocasiones, A ayudarles a los piones
240    Caiban muchos comedidos.
Eran los días del apuro Y alboroto pa el hembraje, Pa preparar los potajes Y osequíar bien a la gente;
245    Y ansí, pues, muy grandemente, Pasaba siempre el gauchaje.
Venía la carne con cuero ", La sabrosa carbonada51, Mazamorra B bien pisada,
250    Los pasteles y el güen vino... Pero ha querido el destino Que todo aquello acabara.
Estaba el gaucho en su pago Con toda siguridá;
255    Pero aura... ¡barbaridá!, La cosa anda tan fruncida53, Que gasta el pobre la vida En juir de la autoridá.
Pues si usté pisa en su rancho 260    Y si el alcalde lo sabe,
Lo caza lo mesmo que ave, Aunque su mujer aborte... ¡No hay tiempo que no se acabe Ni tiento " que no se corte!
265    Y al punto dése por muerto Si el alcalde lo bolea B, Pues ahí no más se le apea " Con una felpa de palos. Y después dicen que es malo
270    El gaucho si los pelea.

Y el lomo le hinchan a golpes Y le rompen la cabeza, Y luego, con líjereza, Ansí lastimad y todo, 275    Lo amarran codo con codo Y pa el cepo a lo enderiezan M.
Ahí comienzan sus desgracias, Ahí principia el pericón "; Porque ya no hay Salvación, 280    Y que usté quiera o no quiera, Lo mandan a la frontera " O lo echan a un batallón.
Ansí empezaron mis males Lo mesmo que los de tantos. 285    Si gusten... en otros cantos Les diré lo que he sufrido. Después que uno está perdido No lo salvan ni los santos.

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