sábado, 28 de febrero de 2015

"PODEMOS VISTO DESDE EL MIRADOR DE GUAHEDUME




Francisco Javier González

Hace ya como 9 o 10 años que escribí para un número de “Liberación” una reflexión sobre los “miradores” isleños que, al desaparecer tristemente el periódico, quedo sin publicar. Le transformé el encabezado y vio la luz en “Magec”. La idea matriz, que hoy retomo, era que incluso las cuestiones más supuestamente objetivas no solo son del color del cristal con el que las miramos sino que, además, dependen desde donde las miramos, del lugar en que nos situamos para mirarlas, esto es, del “mirador”. Analizaba allí, isla a isla, en que mirador isleño me situaría como observador de nuestra realidad canaria y terminaba dándole preferencia al Mirador de Guahedume, en el altiplano gomero, donde aún hiende el aire el hastia de Hautakuperche que acaba con la vida y la tiranía del pseudo-conde trasvestido Hernán Peraza, donde resuena el silbo comunicándonos, en un reclamo libertario, que “ya se quebró el gánigo de Guahedume” comenzando así la llamada “Rebelión de los Gomeros”, la primera en que se alzan los isleños supuestamente sometidos por el conquistador hispano. Del conde solo queda una negra memoria, pero el colonialismo que hizo posible tal figura, sigue tan vigente y rapaz como el día en que los ejércitos españoles dieron por dominadas y controladas a estas ínsulas africanas. Esto me obliga a mirar las cosas desde la rebeldía porque, ni en mi mente ni en mi corazón, como tampoco en el de muchos compatriotas canarios, tienen cabida ni la sumisión ni la lógica de la dominación. Es pues, desde este barrunto de libertad que para mí es Guahedume, es desde donde quiero observar el interesante fenómeno político que significa “PODEMOS”.

No voy a valorar, como ya lo hacen hasta la saciedad sus rivales españoles, cuestiones como la que se plantea con el “caso Monedero”, sus cobros y sus cuentas con la Hacienda Española. Aclaro, eso sí, que me parece una falta de ética pregonar una reforma de impuestos dirigida a evitar la enorme diferencia de fiscalidad entre la que se impone al ciudadano de a pie con los tipos del IRPF y la que favorece a las sociedades para, al tiempo, crear una sociedad unipersonal orientada a eludir pagos y luego, en función de la posible pérdida de credibilidad, hacer una declaración complementaria, por muy legal que pueda ser esta. Flota sobre este caso la sospecha de sus competidores políticos de que ese casi medio millón de euros facturados por el Sr. Monedero, aparentemente al ALBA, sea en realidad una financiación ilegal del chavismo venezolano a Podemos. No lo sé, pero si aclaro que si al independentismo canario se le apoyara incondicionalmente -con esa o con cualquier cantidad- desde un gobierno revolucionario de cualquier parte de este planeta, no dudaría ni un segundo en aceptarlo por el medio y manera que fuera preciso. Nunca, cuando fui Secretario General del FREPIC-AWAÑAK y solo contábamos con las exiguas aportaciones personales de la militancia, se nos ofreció una oportunidad como esa, que hubiera variado muchas cosas. Igual sostengo que si la cantidad que me sustrae mensualmente el gobierno de España por IRPF de mi pensión como enseñante jubilado pudiera evitarla, lo haría sin dudar, porque pienso que todo impuesto que me extrae España le sirve para sostener la colonización y es realmente una extracción ilegal más en una colonia.
Paso también por alto toda la retórica de la “nueva política” de la “casta”, de los “movimientos de Unidad Popular” y de la "lógica vieja de pactos entre partidos” para basarme en realidades, en hechos concretos. En la “Guía para construir candidaturas de unidad ciudadana y popular”, en que se expresan con claridad las condiciones de participación, se nos dice que “nuestra propuesta municipal consiste en poner nuestra capacidad política en juego, implicándonos en aquellas iniciativas municipalistas que cumplan a rajatabla con los requisitos de la nueva política: la participación, la transparencia, la regeneración y las posibilidades de victoria y cambio. Y ser fuerza protagonista de estas iniciativas con todo nuestro potencial en el territorio y a escala estatal. Para ello, y entre otras cosas se exige que:

• Las candidaturas de unidad popular no pueden ser sumas de siglas y por tanto su expresión formal deberá ser preferentemente la de la Agrupación de Electores.
• Las candidaturas de unidad popular y ciudadana no buscan ubicarse en la izquierda del tablero sino ocupar la centralidad. Tampoco son candidaturas de activistas y movimientos haciendo política-estética para sí mismos. Son candidaturas de mayorías que quieren vencer para hacer del hartazgo ilusión y del descontento poder de la gente.
Me pregunto que habrá quedado de esta Guía ya que me cuesta entender y ordenar todas las vertientes diferentes que la han desarrollado. Pongamos ejemplos. Madrid: “Ganemos Madrid”, plataforma en que participan, aparte de colectivos sociales y partidos políticos como parte de la maltrecha IU madrileña, Equo, o Por un Mundo más Justo se han puesto de acuerdo con Podemos para impulsar una “candidatura ciudadana de Unidad Popular” mediante la creación de un nuevo partido político, que, ante la piratería política que el PP ha llevado a cabo al registrar la marca “Ganemos” –en todos los idiomas del Estado incluyendo, por tanto, al catalán “Guanyem”- carece todavía de nombre. Similar acuerdo se ha firmado en A Coruña con “Marea Atlántica”. En Zaragoza los simpatizantes de Podemos, los de “Ganemos Zaragoza” y personas independientes conformarán otro partido “pantalla” que irá en coalición electoral con IU, Equo, Puyalón, Piratas de Aragón, Somos y Demos+. Toda una sinfonía partidaria. En Barcelona la plataforma “Barcelona Comú” -sustituta de la usurpada Guanyen- sigue liderada por Ada Colau y cuenta con la participación de ICV, EUiA –la IU catalana- Podemos, Equo y Procés Constituent. En Sevilla “Ganemos” ha constituido una coalición electoral a la que se ha sumado IU y a la que aún no se ha sumado Podemos…..Podríamos seguir pero la pregunta es ¿No se están reproduciendo los esquemas de la “vieja política” y sus pactos? Y, tras las elecciones ¿Cómo van a gestionar los resultados las diferentes militancias?

Si nos centramos en esta colonia nos encontramos con que “Canarias por la Izquierda” transformada al efecto en “Claro que podemos” patrimonializa la representatividad de Podemos en Gran Canaria, mientras que “Si se Puede”, tras la derrota de la antigua “Izquierda Anticapitalista” por escaso margen controla la formación de Podemos en Tenerife. ¿Se puede, con los mimbres con los que se está tejiendo esta cesta, hablar de “nueva política”? ¿Qué aportan de nuevo los Sagaseta, Mery Pita, Noemí Santana, Domingo Gari, Sabaté o Isabel Suárez Manrique de Lara o incluso los descabalgados como Domingo Méndez? Son todos “viejos” en esto de la política y conocedores de todas las triquiñuelas del oficio, adquiridas en sus múltiples militancias anteriores, que ahora trasladan a la nueva de Podemos, lo que puede augurar la repetición de episodios cainitas anteriores. Pero, en realidad, el problema no es ese. El problema, al menos para el nacionalismo canario, es ¿Qué aporta este Podemos a la liberación nacional y social de Canarias? ¿Qué señas de identidad canaria, diferentes y diferenciadas de las que mantienen sus conmilitones en la metrópoli están planteando? He de decir que, a mi juicio, NINGUNA, como tampoco, lo han hecho en sus anteriores militancias, a no ser que algunas como la Reserva para Inversiones en Canarias-la nefasta RIC- ideada por uno de sus apoyos intelectuales, González Viétez, y uno de los mayores atracos a las clases trabajadoras canarias, se pueda considerar como tal aportación.
¿Sirve entonces en esta colonia la creación de Podemos? Intenta, al parecer, aportar esperanzas a los explotados y marginados por el poder colonial y sus medianeros isleños, pero ¿Nos permite avanzar hacia la soberanía económica, energética, alimentaria, cultural, social… partes todas ellas de la soberanía política? Aparte de que algunos independentistas de izquierda se hayan dejado seducir por el canto de estos nuevos flautistas de Hamelin –y recuerdo a algún ex-compañero del FREPIC que lo abandonó por “poco marxista” y ahora parece que Si se Puede con Podemos- hay que decir que en su práctica y en sus planteamientos nada diferencia a Podemos de las tesis españolistas que pueden sostenerse desde el tándem PP- PSOE o, más vergonzantemente, por la misma CC. La propuesta para el ejercicio de la Autodeterminación que nos regala Podemos pasa por la sacrosanta Constitución Española. Como ya he comentado en otro lugar, repito lo que al respecto han declarado conjuntamente los líderes y candidatos a Secretarios Generales de Podemos por Catalunya, Euskadi, Galiza e Illes Balears: “debería encontrarse la fórmula para poderse materializar este derecho dentro del marco de la actual Constitución vía artículo 92 o 150.2, o con una de nueva”. Es el nacionalismo español en su más pura esencia. El Art. 92 nos remite a la posibilidad de someter decisiones políticas a Referéndum, eso sí, convocado por el Rey a propuesta de Presidente del Gobierno y autorizado por el Congreso de Diputados, mientras que el 150.2 permite al Gobierno transferir a las Comunidades Autónomas competencias que “por su propia naturaleza sean susceptibles de transferencia o delegación”. Desde luego que para ese viaje no hacía falta ninguna talega.

Tal vez ellos puedan. Yo, mirando desde Guahedume, no puedo alinearme con sus tesis que, considero, no son útiles para la lucha por la soberanía, la libertad, la dignidad y la justicia social en esta colonia africana de Canarias

Gomera a 28 de febrero de 2015



SANTIAGO JÍMENEZ GONZÁLEZ


1919 octubre 6.
Santiago Jiménez González, nació en La Villa de la Orotava. Estudio en el colegio de San Isidro con los hermanos del babero (Lasalianos), fue voluntario a la guerra civil por el cuerpo de ingenieros y al finalizar dicha campaña ingreso en el ejército del aire en Morón de la Frontera, siendo Piloto de Caza con calificación de Muy Apto, fue destinado a la Base Aérea de Gando, aprovechando dicho destino para fundar con otros compañeros aviadores el Aeroclub de Gran Canaria, al mismo tiempo formando a futuros pilotos.
Su siguiente destino fue en la Isla de Tenerife y en la construcción y puesta en marcha del Aeropuerto de Los Rodeos siendo en sus inicios el máximo responsable, luego forma parte del cuerpo de oficiales de tráfico pasándose a la escala civil, encomendándole posteriormente la apertura del Aeropuerto del Hierro, y del Aeropuerto Reina Sofía.

Funda y es Profesor del Real Aeroclub de Tenerife, formando a cantidad de pilotos que luego han sido comandantes de Iberia, entre ellos a sus hijos, iniciándose una saga de aviadores en espera de que alguno de los hijos de Javier siga la profesión como siempre apuntaba, y/o comentaba.

El primer avión que tomo tierra en la ISLA DE LA PALMA fue pilotado por él.
(Bruno Juan Álvarez Abreu)


TOMÁS GALINDO

1960 febrero.

Tomás Galindo, fue el defensa central de aquel Puerto Cruz que en el último domingo, derrotó al Juventud Silense (2 -1), y con este resultado conquistaba el ascenso a la primera y entonces máxima categoría del fútbol regional tinerfeño.

TOMÁS GALINDO EN EL RECUERDO


Aniversario de su fallecimiento. Eran tres hermanos del Puerto de la Cruz, Tomás, Manolo y Pepito, el primero y el ultimo los recuerdo ver jugar al fútbol en el CD. Puerto Cruz y en el Juvenil Once Pirata.

Los tres se dedicaban a vender el pescado, los tres vivieron en el famoso Barrio portuense “La Ranilla”, últimamente vivían en Punta Brava.

Tomás Galindo, fue el defensa central de aquel Puerto Cruz que en el último domingo del mes de febrero del año 1960, derrotó al Juventud Silense (2 -1), y con este resultado conquistaba el ascenso a la primera y entonces máxima categoría del fútbol regional tinerfeño. El campo del Peñón registró el mayor lleno de su historia 6.000 personas. Alineación que presentó el CD. Puerto Cruz en esa tarde gloriosa para el fútbol portuense (según fotografía). De pie de izquierda a derecha; Vicente “El Rubio”, Berto, Alberto Hernández Illada, Tomás Galindo, Elfidio, Arturo y Tito “Pisaca”. Agachados de izquierda a derecha; Germán, Soriano, Pagés, Tito del Pino y Vicente conocido por “El Mudo”.

Era el último domingo del mes de febrero del año 1960, tenía un servidor 9 años, y como de costumbre mi padre Juan Álvarez Díaz me lleva al fútbol dominguero, está vez lo hizo al estadio El Peñón  del Puerto de la Cruz que visité por primera vez en mi vida, no sabía lo que era la placidez de una afición tan grande, y me sorprendió la entrada al estadio por la portada derecha del Peñón ya empezada la contienda de la mano de mi padre, ver muchas sillas en unas trincheras más baja que el terreno de juego. Aquello parecía un volcán en actividad que atravesaba las almas futboleras de aquella tarde portuense. El partido no respondió a la belleza del marco. Ambos equipos se mostraban muy afectados por la decisiva importancia de los puntos que había en litigio. Muchos jugadores se preocuparon de ir más al hombre que al balón, con el consiguiente perjuicio para la calidad del juego desarrollado y  aun para sus propios intereses, pues de haberse empleado con la sola misión de jugar a la pelota otro gallo le habría cantado. Sin embargo años después de este acontecimiento Tomás Galindo tomó rumbo hacía la ciudad del Drago Milenario “Icod de los Vinos”, donde también formó parte de una solida defensa con el equipo titular el CD. Icodense, allí terminó su vida futbolera, donde colgó las botas definitivamente.

En muchas ocasiones, retirado total del fútbol, me lo tropezaba en los alrededores de la plaza El Charco, le preguntaba por su equipo de sus amores el CD. Puerto Cruz, ya no quería saber nada, puesto que los chavales no sudaban la camiseta como en aquellos años gloriosos lo hacía él.

En este último verano de 2013, lo saludé por última vez, paseaba por la playa Jardín con su hermano Pepito, le saludé de rigor, me contaban que no andaban bien de salud. Le respondí que la esperanza y la vida, la fuerza y la salud son muy importantes.

Ahora Tomás se va al otro paraíso infinito, al otro Campo “El Peñón”, al lugar de la esperanza y de la paz, allí le esperan, muchos de los que  subieron al CD. Puerto Cruz a la máxima categoría regional en el año 1960 e hicieron historia en la ciudad portuense; Tito Del Pino, Mon, Germán, Pagés, Vicente “El Mudo”, Marina, el masajista Venancio y su imperecedero “Puro o habano”,  sobre todo los entrenadores; el gran “Ramón Mesa”, aquel chicharrero que tenía un modo imperativo en el fútbol y que formó parte del Unión Fomento (actual Real Unión de Tenerife) del Barrio “El Cabo” y del R. Santander en la primera división del balompiés español, y el Grancanario “Godoy”, que llegó a reconvertir el equipo portuense (tu equipo) con el anecdótico apelativo del Pequeño Real Madrid. Un abrazo Tomás hasta siempre.

El amigo del Puerto de la Cruz Antonio Pérez Carballo, me manda estas notas sobre su amigo y convecino Tomás Galindo a través del Facebook:“…Gracias Bruno por darme esa triste noticia, fuimos muchos años vecinos en la calle San Felipe lo encontré hace un mes precisamente por delante del campo de futbol el Peñón, lo encontré muy acabado, era una buena persona, igual que sus hermanos, Manuel, Rosalía, y Pepe, DEP, Tomas Galindo…”

El amigo y convecino del Puerto de la Cruz, excelente periodista y ex alcalde de la ciudad SALVADOR GARCÍA LLANOS, escribe en su blog una semblanza sobre el portuense Tomás Galindo, que titula “CUANDO GALINDO QUISO DESENTERRAR EL HACHA”: “…Fue integrante de aquel Puerto Cruz llamado “el pequeño Real Madrid”, el equipo que brilló en el fútbol regional después de lograr un controvertido ascenso a la Primera categoría. Cuentan que empezó jugando como delantero hasta que alguien -puede que Roberto Hernández Illada-descubrió sus cualidades como defensor, especialmente a la hora del cruce, y ya se consolidó en esa línea, bien lateral bien central. Era contundente, recio, con una personalidad en la cancha que se advertía apenas saltar a ella.         Tomás Galindo Ríos sobresalió, en efecto, en el C.D. Puerto Cruz de los sesenta. Aunque también protagonizó un sonado traspaso a la U.D. Icodense, hasta el punto de que aquel fichaje fue considerado como el que rompió las reglas no escritas del fútbol regional, en el que se jugaba mucho por amor a los colores y se basaba, naturalmente, en valores de la cantera. Un empresario de la ciudad del Drago quebró esa línea e incorporó a Galindo y a otros jugadores, incluso procedentes de Gran Canaria, abriendo de hecho un mercado que hasta entonces no existía como tal.

Galindo, junto a Tito en la portería y flanqueado por Alberto Hernández y Elfidio García para completar la defensa, destacó por su contundencia. Era expeditivo, elegante y muy seguro en el juego aéreo. Fue titular indiscutible con varios entrenadores pues era uno de los garantes defensivos, tanto en El Peñón como en otros campos.

Se le atribuye una curiosa anécdota. Se jugaba en Los Cuartos un Orotava-Puerto Cruz de plena rivalidad. Con el marcador igualado y los ánimos muy caldeados, los portuenses se adelantaron en el marcador y el juego se endureció. Del Pino recibió una dura entrada, Venancio Martín salió a atenderle y cuentan que Galindo se acercó al banquillo y se dirigió al entrenador con una pregunta que escucharon incluso los espectadores más próximos: -¿Desentierro el hacha don Godoy?  Godoy era el célebre entrenador de Las Palmas que revolucionó el fútbol local. Le recomendó:  -¡Hombre, Galindo! Aguante un poco. Pero comoquiera que seguían las entradas duras entre los futbolistas y cuando se iba a lanzar un córner, el jugador se dirigió de nuevo al banquillo casi implorando: -¡Déjeme irrrr, don Godoy! Déjeme… Una vez retirado, siguió jugando en equipos de aficionados en los que, aún mermado de facultades, aportó su seriedad y su experiencia. Galindo falleció ayer en su ciudad natal. Hoy recibirá cristiana sepultura en el cementerio católico de San Carlos. Descanse en paz…”

El amigo y convecino del Puerto de la Cruz Agustín Armas Hernández, me manda estas notas sobre su gran amigo y convecino Tomás Galindo;“…Ha muerto Tomás Galindo. De  esta triste noticia me entere por mi amigo Bruno. Era una excelente persona y buen vecino. El vivía en la calle San Felipe y yo en Mazaroco.  En esas dos calles, y entorno, jugábamos de niños a la pelota. Con el tiempo el llegó a ser un gran deportista. Yo me dedique a otros menesteres. Jugó en varios equipos del norte de Tenerife, pero, donde se destacó, como futbolista, centro derecha, fue en la década de los 50/60, jugando en el CD. Puerto Cruz. Hasta hace pocos años que se jubiló administraba, Junto a sus dos hermanos, Manolo y Pepe, una lonja de pescado, salado, heredada de sus padres, En estos últimos años vivía con sus dos hermanos, como él, solteros, en el bonito y pintoresco barrio portuense de Punta Brava. Descanse en la paz del Señor, nuestro querido, y buen amigo Tomás Galindo!…”
(Bruno Juan Álvarez Abreu)


ERNESTO CORREA NEGRÍN

 

 

1990 agosto.

Muere en Santa Cruz de Tenerife, don Ernesto Correa Negrín

He vuelto a escribir de la banda de música de mi pueblo, -y van ya tantas en mi amistad con los músicos villeros-, personalmente me repugnan las humillaciones que se le hacen, pero todo esto, aparte de que me parece haberlo presenciado, me ha sonado como una sombra que se pusiera a hablar, así de hueco, así de inútil.


"Don Ernesto Correa Negrín", fue el primer director de la Banda de Música de La Agrupación Musical Orotava como institución privada, contratado por los Señores; Don Ambrosio Díaz Afonso y Manzano, Don Cesar Hernández Martínez y Don Eulogio Borge Coello, promotores de la citada Agrupación. El enorme despliegue musical sobre esta “nueva era” postergaba la banda de música orotavense una vida  modesta reprobada en el plasma del progreso, justamente cuando ésta se hace más y mas fingida y manipulable fuera del entorno de la municipalidad, evidentemente cuando incrementa la separación y el antagonismo entre el músico y corporación. El maestro Correa dirigió Las Bandas de Música: de Los Silos, San Sebastián de Tejina, “La Candelaria” del pueblo de Arafo durante diez años, en 1.950, bajo su dirección, obtuvo el premio de la mejor interpretación en un concurso de bandas de música celebrado en Santa Cruz, en el recinto de la plaza de Toros, con motivo de las tradicionales fiestas de Mayo, donde tuvo destacados éxitos. Músico militar de la Banda del Regimiento de Infantería, del Cuartel de San Carlos de  S/c. de Tenerife. Estuvo cincos años de Director en La Banda de la Agrupación Musical Orotava de 1.955 a 1.960. El semanario "Canarias", del 19 de Febrero de 1.955, publicaba una charla de este genial director de la Banda de Música de La Orotava como institución privada, cuando aun estaba pendiente, para su constitución definitiva, y de la aprobación de la superioridad. Decía, que iba a ser sometido a un interrogatorio de carácter periodístico, equivale a entablar una amena conversación sincera, hábil y con la sencillez, que tanto le caracterizaron. ¿Cómo es que vino Vd. a dirigir la banda orotavense?-. -No supo cómo explicarlo. Porque las múltiples ocupaciones fueron en principio un motivo de indecisión. Sinceramente la Orotava le unía lazos de afecto y de admiración por ese tradicional acogimiento de sus habitantes; por esa noble afición por el arte de la música. En la Orotava iba a ensayar lo que estuviese al alcance de sus pobres conocimientos. En La Orotava se sabía que los conocimientos del Señor Correa abarcaban obras de difícil interpretación. El Sr. Correa manifestaba: que La Banda de Música, al igual que otras agrupaciones semejantes, no puede triunfar sino sobre la base de una mutua compresión, de una camaradería que hacen aún más fuertes los lazos de jerarquía y de misión específica de cada uno. Nombró a cuatro profesores de entre los músicos, para que le dieran clases a los educando, y así lograr una más eficiente labor: uno para instrumentos de metal; otro para instrumentos de madera y dos de solfeo. Don Agustín León Villaverde, entonces Secretario del Conservatorio Provincial de Música y Declamación, le manifestó que el Conservatorio estaba a disposición de los alumnos aventajados que deseen cursar sus estudios en ese centro. El  Sr. Correa Negrín suplicó, que se hiciera constar su agradecimiento a este pueblo de La Orotava por la acogida que se le dispensó. El Sr. Correa abandonó la  Agrupación villera, por no poder alternar la dirección, con el de profesor de la Banda Municipal de Santa Cruz de Tenerife en la que era Trompa Solista, al igual de La Orquesta de Cámara de Tenerife, y el de profesor de trompa del Conservatorio. En el año 1.958 participó con la Banda de Música de La Orotava, en el certamen de Bandas, que se celebró en la Plaza de Toros Tinerfeña, por las fiestas de Mayo con tan mala suerte que no obtuvo  ningún premio. La Banda de la Agrupación Musical Orotava le rindió un caluroso homenaje en Junio de 1.988, por las fiestas patronales, en el Teatro Cine Atlante de La Orotava. Estando presente la directiva promotora de la citada Agrupación Musical y los componentes de la misma que fueron sus alumnos. En el Homenaje fue ovacionado por el público allí asistente, como recuerdo se le entregó una placa conmemorativa, dirigiendo por última vez la banda, que interpretó el pasodoble, "Gracia de Dios". Favorito suyo, en  los conciertos de la Plaza del Kiosco. Murió en Santa Cruz de Tenerife en Agosto de 1.990.

(Bruno Juan Álvarez Abreu)

PODEMOS visto desde el Mirador de Guahedume




Francisco Javier González
Hace ya como 9 o 10 años que escribí para un número de “Liberación” una reflexión sobre los “miradores” isleños que, al desaparecer tristemente el periódico, quedo sin publicar. Le transformé el encabezado y vio la luz en “Magec”. La idea matriz, que hoy retomo, era que incluso las cuestiones más supuestamente objetivas no solo son del color del cristal con el que las miramos sino que, además, dependen desde donde las miramos, del lugar en que nos situamos para mirarlas, esto es, del “mirador”. Analizaba allí, isla a isla, en que mirador isleño me situaría como observador de nuestra realidad canaria y terminaba dándole preferencia al Mirador de Guahedume, en el altiplano gomero, donde aún hiende el aire el hastia de Hautakuperche que acaba con la vida y la tiranía del pseudo-conde  trasvestido Hernán Peraza, donde  resuena el silbo comunicándonos, en un reclamo libertario,  que “ya se quebró el gánigo de Guahedume” comenzando así la llamada “Rebelión de los Gomeros”, la primera en que se alzan los isleños supuestamente sometidos por el conquistador hispano. Del conde solo queda una negra memoria, pero el colonialismo que hizo posible tal figura, sigue tan vigente y rapaz como el día en que los ejércitos españoles dieron por dominadas y controladas a estas ínsulas africanas. Esto me obliga a mirar las cosas desde la rebeldía porque, ni en mi mente ni en mi corazón, como tampoco en el de muchos compatriotas canarios, tienen cabida ni la sumisión ni la lógica de la dominación. Es pues, desde este barrunto de libertad que para mí es Guahedume, es desde donde quiero observar el interesante fenómeno político que significa “PODEMOS”.
No voy a valorar, como ya lo hacen hasta la saciedad sus rivales españoles, cuestiones como la que se plantea con el “caso  Monedero”, sus cobros y sus cuentas con la Hacienda Española. Aclaro, eso sí, que me parece una falta de ética pregonar una reforma de impuestos dirigida a evitar la enorme diferencia de fiscalidad entre la que se impone al ciudadano de a pie con los tipos del IRPF y la que favorece a las sociedades para, al tiempo, crear una sociedad unipersonal orientada a eludir pagos y luego, en función de la posible pérdida de credibilidad, hacer una declaración complementaria, por muy legal que pueda ser esta. Flota sobre este caso la sospecha de sus competidores políticos de que ese casi medio millón de euros facturados por el Sr. Monedero, aparentemente al ALBA, sea en realidad una financiación ilegal del chavismo venezolano a Podemos. No lo sé, pero si aclaro que si al independentismo canario se le apoyara incondicionalmente -con esa o con cualquier cantidad- desde un gobierno revolucionario de cualquier parte de este planeta, no dudaría ni un segundo en aceptarlo por el medio y manera que fuera preciso. Nunca, cuando fui Secretario General del FREPIC-AWAÑAK y solo contábamos con las exiguas aportaciones personales de la militancia, se nos ofreció una oportunidad como esa, que hubiera  variado muchas cosas. Igual sostengo que si la cantidad que me sustrae mensualmente el gobierno de España por IRPF de mi pensión como enseñante jubilado pudiera evitarla, lo haría sin  dudar, porque pienso que todo impuesto que me extrae España le sirve para sostener la colonización y es realmente una extracción ilegal más en una colonia.
Paso también por alto toda la retórica de la “nueva política” de la “casta”, de los “movimientos de Unidad Popular” y de la "lógica vieja de pactos entre partidos” para basarme en realidades, en hechos concretos. En la “Guía para construir candidaturas de unidad ciudadana y popular”, en que se expresan con claridad las condiciones de participación, se nos dice que “nuestra propuesta municipal consiste en poner nuestra capacidad política en juego, implicándonos en aquellas iniciativas municipalistas que cumplan a rajatabla con los requisitos de la nueva política: la participación, la transparencia, la regeneración y las posibilidades de victoria y cambio. Y ser fuerza protagonista de estas iniciativas con todo nuestro potencial en el territorio y a escala estatal. Para ello, y entre otras cosas se exige que:
 Las candidaturas de unidad popular no pueden ser sumas de siglas y por tanto su expresión formal deberá ser preferentemente la de la Agrupación de Electores.
 Las candidaturas de unidad popular y ciudadana no buscan ubicarse en la izquierda del tablero sino ocupar la centralidad. Tampoco son candidaturas de activistas y movimientos haciendo política-estética para sí mismos. Son candidaturas de mayorías que quieren vencer para hacer del hartazgo ilusión y del descontento poder de la gente.
Me pregunto que habrá quedado de esta Guía ya que me cuesta entender y ordenar todas las vertientes diferentes que la han desarrollado. Pongamos ejemplos.  Madrid: “Ganemos Madrid”, plataforma en que participan, aparte de colectivos sociales y partidos políticos como parte de la maltrecha IU madrileña, Equo,  o Por un Mundo más Justo se han puesto de acuerdo con Podemos para impulsar una “candidatura ciudadana de Unidad Popular” mediante la creación de un nuevo partido político, que, ante la piratería política que el PP ha llevado a cabo al registrar la marca  “Ganemos” –en todos los idiomas del Estado incluyendo, por tanto, al catalán “Guanyem”- carece todavía de nombre. Similar acuerdo se ha firmado en A Coruña con “Marea Atlántica”. En Zaragoza los simpatizantes de Podemos, los de “Ganemos Zaragoza” y personas independientes conformarán otro partido “pantalla” que irá en coalición electoral con IU, Equo, Puyalón, Piratas de Aragón, Somos y Demos+. Toda una sinfonía partidaria. En Barcelona la plataforma “Barcelona Comú” -sustituta de la usurpada Guanyen- sigue liderada por Ada Colau y cuenta con la participación de ICV, EUiA –la IU catalana- Podemos, Equo y Procés Constituent. En Sevilla “Ganemos” ha constituido una coalición electoral a la que se ha sumado IU y a la que aún no se ha sumado Podemos…..Podríamos seguir pero la pregunta es ¿No se están reproduciendo los esquemas de la “vieja política” y sus pactos? Y, tras las elecciones ¿Cómo van a gestionar los resultados las diferentes militancias?
Si nos centramos en esta colonia nos encontramos con que “Canarias por la Izquierda” transformada al efecto en “Claro que podemos” patrimonializa la representatividad de Podemos en Gran  Canaria, mientras que “Si se Puede”, tras la derrota de la antigua “Izquierda Anticapitalista” por escaso margen controla la formación de Podemos en Tenerife. ¿Se puede, con los mimbres con los que se está tejiendo esta cesta, hablar de “nueva política”? ¿Qué aportan de nuevo los Sagaseta, Mery Pita, Noemí Santana, Domingo Gari, Sabaté o Isabel Suárez Manrique de Lara o incluso los descabalgados como Domingo Méndez?  Son todos “viejos” en esto de la política y conocedores de todas las triquiñuelas del oficio, adquiridas en sus múltiples militancias anteriores, que ahora trasladan a la nueva de Podemos, lo que puede augurar la repetición de episodios cainitas anteriores. Pero, en realidad, el problema no es ese. El problema, al menos para el nacionalismo canario, es ¿Qué aporta este Podemos a la liberación nacional y social de Canarias? ¿Qué señas de identidad canaria, diferentes y diferenciadas de las que mantienen sus conmilitones en la metrópoli están planteando? He de decir que, a mi juicio, NINGUNA, como tampoco, lo han hecho en sus anteriores militancias, a no ser que algunas como la Reserva para Inversiones en Canarias-la nefasta RIC- ideada por uno de sus apoyos intelectuales, González Viétez, y uno de los mayores atracos a las clases trabajadoras canarias, se pueda considerar como tal aportación.
¿Sirve entonces en esta colonia la creación de Podemos? Intenta, al parecer,  aportar esperanzas a los explotados y marginados por el poder colonial y sus medianeros isleños, pero ¿Nos permite avanzar hacia la soberanía económica, energética, alimentaria, cultural, social… partes todas ellas de la soberanía política? Aparte de que algunos independentistas de izquierda se hayan dejado seducir por el canto de estos nuevos flautistas de Hamelin –y recuerdo a algún ex-compañero del FREPIC que lo abandonó por “poco marxista” y ahora parece que Si se Puede con Podemos- hay que decir que en su práctica y en sus planteamientos nada diferencia a Podemos de las tesis españolistas que pueden sostenerse desde el tándem PP- PSOE o, más vergonzantemente, por la misma CC. La propuesta para el ejercicio de la Autodeterminación que nos regala Podemos pasa por la sacrosanta Constitución Española. Como ya he comentado en otro lugar, repito  lo que al respecto han declarado conjuntamente los líderes y candidatos a Secretarios Generales de Podemos por Catalunya, Euskadi, Galiza e Illes Balears: “debería encontrarse la fórmula para poderse materializar este derecho dentro del marco de la actual Constitución vía artículo 92 o 150.2, o con una de nueva”.  Es el nacionalismo español en su más pura esencia. El Art. 92 nos remite a la posibilidad de someter decisiones políticas a Referéndum, eso sí, convocado por el Rey a propuesta de Presidente del Gobierno y autorizado por el Congreso de Diputados, mientras que el 150.2 permite al Gobierno transferir a las Comunidades Autónomas competencias que “por su propia naturaleza sean susceptibles de transferencia o delegación”. Desde luego que para ese viaje no hacía falta ninguna talega.
Tal vez ellos puedan. Yo, mirando desde Guahedume, no puedo alinearme con sus tesis que, considero, no son útiles para la lucha por la soberanía, la libertad, la dignidad y la justicia social en esta colonia africana de Canarias
Gomera a 28 de febrero de 2015



MANUEL PLASENCIA PEREZ

1928 noviembre 2.

En el popular barrio de San Agustín de Los Realejos nace  Manuel Plasencia Pérez

Hablar en esta ocasión de un maestro que a juicio de los entonces críticos de la música fue de los pocos con cualidades musicales suficiente que existían entonces en  Tenerife para dirigir a bandas de música. Sus grandes conocimientos en obras, instrumentos, y sus experiencias en estos históricos conjuntos le avalan un lujo de incalculable valor. Lo que de verdad desconocemos, es el porqué de su prematura retirada, -quizá sean sus propios secretos profundamente personales-.  Hablo de Don Manuel Plasencia Pérez. 


Nace en La Villa de Los Realejos el 2 de noviembre de 1928, concretamente en el popular barrio de San Agustín. Su padre fue ejecutante de percusión "Caja" de la prestigiosa e histórica Banda "La Filarmónica" de Los Realejos. En el año 1.940 comienza su estudios musicales con el entonces director de La Filarmónica Don Enrique Olivera González, a los 14 años debuta con la flauta en la citada banda, concretamente en la Semana Santa de 1.943, en ese mismo año dirige un concierto nocturno en las fiestas patronales de La Virgen del Carmen por obligación de su padre. Estudia libre 1º y 2º curso de solfeo con Dª. Rosario López Ponce en Los Realejos, que a su enlace matrimonial decide  abandonar la Villa norteña por lo que su predilecto alumno Manuel Plasencia tuvo que terminar los estudios de 3º de solfeo también como alumno  libre con el director de La Banda Don Enrique Olivera González obteniendo la máxima calificación en el examen final. Los continua en el Puerto de La Cruz con el inolvidable y recordado maestro porteño Don Juan Reyes Bartlet, repaso del 3º de solfeo, 1º y 2º de armonía y varios curso de piano como alumno libre. En el 1.948 marcha a Barcelona estudia armonía e instrumentación con el maestro Don Julián Palanca Maciá y piano con su hija Vicenta Palanca. En la ciudad Condal sus deseos eran entrar a formar parte del cuerpo de músico militar, por tal motivo deja de ser alumno de Don Julián Palanca, pasa a estudiar con el Comandante Músico Don Francisco Sánchez Curtó y  piano en la Escuela Municipal de Música y Exclamación de Barcelona con la Señorita Ribó. En el año 1.950 interrumpe los estudios para incorporarse al servicio militar en la isla Bonita de La Palma continuándolo a licenciarse en Santa Cruz de Tenerife con Don Santiago Reig aprobando como alumno libre en el Conservatorio Superior de Música capitalino con la máxima nota el cuarto curso de armonía, además fue alumno oficial del inolvidable maestro Don Santiago Sabina Corona fundador de la orquesta de Cámara de Tenerife. El maestro Plasencia es considerado como un buen compositor, entre sus composiciones más importantes destacan: "Madre" que le encargo el ex-directivo de La Banda de La Orotava Don Pedro Toste, "San Juan Bautista" marcha para banda de música conjuntamente con tambores y cornetas que compuso cuando dirigía a la Agrupación "Los Amigos del Valle", y esta otra "Escucha y ten piedad" que compuso cuando dirigía a la banda de La Villa y Puerto de Garachico. Estando en esta última ciudad nuevamente compone un Vals  titulado "CABMENCHV" que le dedicó a su alumna Carmen González Tosco. En el año 1.989 compuso el pasodoble  "El Aniversario" que presentó al concurso de Bandas Militares en Tenerife, obteniendo el 3º premio, interpretado por la Banda Municipal de La Laguna. Ese mismo año vino a las fiestas patronales en honor de  La Virgen del Carmen de Los Realejos la Banda Militar de Tenerife a un concierto en el que él la dirigió en la interpretación de su obra. Al año siguiente se repitió la misma escena pero esta vez con la interpretación de su nueva composición "Garachico Norteño" dedicado a la Villa y Puerto de Garachico.

Fue componente de varias orquestas de música ligera;  en el año 1947 perteneció a la recordada orquesta realejera "Ritmo" que tenía como rival a la orotavense del Maestro Don Antonio Sosa Hernández y hermanos Delgado González, más tarde entra a formar parte en  la inolvidable y legendaria orquesta "Casablanca" cuyo encargado era Antonio Hernández Regalado(Pariente) y por ultimo hacia sustituciones en la afamada orquesta crusantera "Copacabana" solicitado por el excantante orotavense Jesús Rocío. Del año 1.943 al 1.948 dirigió La Banda "La Filarmónica" de Los Realejos, en 1.950 formó parte de la banda de Santa Cruz de La Palma "Nuestra Señora de Los Remedios". En la Banda de La Agrupación Musical Orotava estuvo 7 años como ejecutante y sub-director y cincos años como director. En el 1975 fue director- fundador de la Banda orotavense de La Villa de Arriba "Los Amigos del Valle", ante de marcharse de esta, el 16 de julio de 1.979 se hizo cargo de la Banda de La Villa y Puerto de Garachico en la que estuvo seis años. Sentado en la terraza de su restaurante en su Villa natal me cuenta como fueron sus pasos por la Banda de La Orotava. Nos dice -nadie sabe-, que el maestro gaditano Don José Berenguer, cuando era director de la Municipal de La Orotava allá por el año 1.954, le fue a buscar a los Realejos, ofreciéndole la sub-dirección y profesor de educando de saxos y clarinetes, pero coincidió con la crisis de la banda Municipal de La Orotava, en la que la corporación presidida por Don Juan Guardia Doñate tenía previsto extinguirla. En el año 1.955 creada la Banda de La Orotava como Agrupación Musical con fines privados, los señores Don Eulogio Borge Coello y Don Ambrosio Díaz Afonso solicitaron sus servicios recomendado por los entonces directores de La Banda de La Orotava; maestro Correa y maestro Bachiller respectivamente, para que actuara como ejecutante de refuerzo con la citada Banda en las fiestas patronales del Corpus y San Isidro y en los certámenes musicales. En el año 1962, el entonces Vicepresidente de La Agrupación Musical de La Orotava Don Hugo Machado, siendo director Don José Tesifón y presidente de la misma Don Manuel Martín Méndez, le fue a buscar a Los Realejos, ofreciéndole  que se quedará fijo en la Banda de La Orotava como ejecutante del requinto, evidentemente para ocupar dicho puesto tenía que hacer un examen previo con otros músicos de La Orotava, produciéndose la estupor, cuando fue avezar el citado examen ante el tribunal, Don Santiago Reig que formaba parte del mismo le dijo, ¿Que hacéis aquí...?, contestándole el Maestro Plasencia, !el examen!, Don Santiago asombrado mientras ojeaba unos documentos le contestó, que no tenia porque hacer un examen, sus conocimientos musicales ya le eran conocidos. A los pocos meses de entrar en plantilla en la Banda de La Orotava, su Junta Directiva a través de un oficio firmado por su secretario Don Jesús García González (funcionario Administrativo del Ayuntamiento) le nombra  "Sub-director" de la misma. Ocupando posteriormente a la retirada del maestro Tesifón la plaza de director por recomendación de Don Santiago Reig hasta el año 1975 en el que  solicitó un pequeño aumento de su sueldo a la Corporación Municipal presidida entonces por el Ex-Alcalde Don Juan Antonio Jiménez González siendo  presidente de La Agrupación Don Antonio Santos Cruz, que al no concedérselo abandonó el puesto de director.

Ese mismo año se repite la historia que se  produjo  en el año 1898, cuando el maestro Agrícola E. García funda la Banda  "La Brevera" en La Villa de Arriba coincidiendo con la toma  de posesión como director de La Municipal orotavense del gran compositor vallisoletano Don Tomás Calamita y Manteca. El maestro Plasencia conjuntamente con los músicos; Antonio Rodríguez (Saxo alto), Francisco Villar (Clarinete), José Manuel García Robles(trombón), Juan Antonio Plasencia(su hermano), José Mesa Cabrera(Bombardino), Teodoro Sanabria Lorenzo(Tuba), Rafael Mateo Mesa(q.e.p.d) y otros que no recuerda, crean en La Villa de Arriba La Agrupación Musical "Los Amigos del Valle". Don Santiago Reig a través de Musicanarias le ofreció el instrumental que a cabo de un año lo terminaron de liquidar.

Maestro Plasencia opinaba que los Ayuntamientos deben de fortalecer a las bandas de música por sus historias, por su arte y por su cultura, que la música de banda debe realizarse al aire libre, para las salas tenemos a las orquestas sinfónicas y de cámaras, no es partidario de que las bandas ejecuten música sinfónica, hay que adaptar la música de los grandes compositores a la  de bandas, que estas se amparen en su propia música popular y alegre, y que ser un gran músico no significa hacer solo música de cámara sino saberse inspirar en lo que se ejecuta.

Manuel Plasencia Pérez falleció – no se la fecha exacta – pero sí recuerdo que aconteció en un verano de la década de los años noventa del siglo XX.
(Bruno Juan Álvarez Abreu)


Si pudiera nacer



(Sindo Saavedra)



Antes de nacer moría / En el vientre miserable / Antes de morir gritaba… / ¡Quiero conocerte madre!
Y la madre respondía / No tengo p´alimentarte / Esta tierra que labramos / Es como tierra de nadie, / Seca y rota por el sol / Como la piel de tu padre; / Es poco lo que produce / Y no pagan lo que vale.
Si yo pudiera nacer / Haría justicia madre, / Quitando al que tanto tiene / Para darle al que le falte.

Y la madre respondía / Mirando a nada y al aire; / Duérmete canario mío, / En mi vientre miserable. / Si te pudiera pasar / A un vientre rico y sin hambre, / Verías la luz dorada, / Llegarías a ser alguien.
Aunque no podré nacer / Yo soy sangre de tu sangre / Quiero ser solo de ti, / Pero no seré de nadie.

Y la madre respondía; / ¡Cómo me duele tu cárcel! / Es tan poco mi sustento / Que no llega hasta tu carne, / Mi piel apenas se estira / Lo que debiera estirarse. / Lo más triste es que otros tiren / Lo que yo quisiera darte.
Ya todo se vuelve hiel, / Siento que me falta el aire. / Antes de nacer me muero. / ¡Quién hará justicia madre!


ROBERTO HERNANDEZ ILLADA

1995.
La Asociación de Prensa Deportiva de Tenerife hace justicia al conceder el «Premio Dedicación Deportiva» a un ilustre del deporte tinerfeño, Roberto Hernández Illada.


Roberto Hernández Illada es y fue toda una dinastía en el fútbol portuense, el cual ha aportado mucho por el deporte de esta ciudad. Roberto, es de esos hombres a los cuales es difícil ver a su lado negati­vo ya que tiene unas cualidades innatas (amabili­dad, interés, etc.). Desde muy pequeño le gustaba el fútbol y un día del mes de Mayo de 1949, mi hermano Alberto me entusiasmó para formar un equipo que sería el Once Piratas, del cual fue Presidente y entrena­dor hasta el año 1961-1962. Evidentemente fue presidente y entrenador del CD. Once Pira­tas desde 1949 hasta 1961-62, secretario del CD. Puerto Cruz, desde 1957 hasta 1961-62 y presi­dente del Atlético Puerto Cruz desde 1978 hasta 1981.

Al Once Pirata le dedicó toda su juventud, estuvo plenamente dedicado a él desde 18 hasta los 31 años, y al contraer matrimonio se retiró.

Especialmente tiene muy gratos recuerdos de aquella época pues más que un equipo era una familia de fútbol, no­sotros hacíamos de encargados del material, cuidadores del Estadio del Peñón, lavandera de los equipos, etc...

El Once Piratas fue el equipo que mantuvo viva la llama del fútbol en el Puerto de la Cruz por los años cincuenta al desaparecer el úni­co representativo que era el Unión Portuense, des­pués de haber desaparecido el Norte fruto de la unión entre los equipos del Valle: Portuense, Oro­tava y Realejos.

Como todo el fútbol de aquella época, donde ade­más de la técnica que se poseía se practicaba un fútbol de mucha garra y corazón empleando el ardor en la lucha por la victoria.

En el Puerto de la Cruz no existía por esa fecha ningún equipo representativo sino solamente equi­pos de categorías inferiores entre los que destaca­ban el Juventud Portuense cuyo presidente era Juan Pacheco García, y el Once Piratas y la afición por­tuense pedía a gritos un equipo representativo de la ciudad, de superior categoría por lo que un gru­po de aficionados encabezados por Don Luís Perdomo, delegado del Frente de Juventudes, Ve­nancio Martín, Domingo Bello y varios más que ahora mismo no recuerdo, formamos el CD. Puer­to Cruz a base de jugadores que militaban en el Juventud Portuense y el Once Piratas y otros como Berto, Soriano, etc. Dándonos de alta en Segunda Categoría Regional, creándose un ambiente alre­dedor del equipo.

Sobre todo con mucho cariño dos alineaciones de los dos equipos de mi vida; el Once Piratas que alineaba habitualmente Chicotulo o Chanchi, Qui­co, Perís Saavedra, Guillermo, Alberto, Cuco, Ró­mulo Rizal, Fernández, Pancho y Roda. El Puerto Cruz recuerdo su alineación más habitual: Tito o Gutiliano, Alberto, Galindo, Elfidio, Berto, Arturo, Germán, Soriano, Pagés, Del Pino y Vicente. Estas alineaciones fueron las fundadoras de ambos equi­pos, además de otros muchos jugadores que no los nombro porque son muchísimos y podría olvi­darme de alguno.

Durante mi etapa como secretario del club, el en­cuentro que más recuerdo es el mismo que re­cuerdan todos los aficionados, el Puerto Cruz­ - Silense, del año 1961, aunque luego en otras etapas hubo muchos encuentros que recuerdan los afi­cionados como el mejor. Pero de ese partido Silense – Puerto Cruz, tiene muchos y muy buenos recuerdos, pues significó para el Puerto Cruz el ascenso a Primera Categoría Regional y además se registró en el Estadio El Peñón, el mayor lleno de su historia hasta esa fecha, y en toda la zona el ambiente era increíble, recuerda con mucha nos­talgia ese día.

También hubo momentos malos, y pasó  algún mal trago, pero casi no los recuerda, aun­que sí hubo uno que lo recuerda muy entrañable­mente; en un partido celebrado en el año 1949-1950 entre el Once Piratas y el San Felipe, un equipo formado por jugadores formidables de esta ciu­dad, perdimos por dos goles a uno, ese día, a sus 18 años, lloró en el Estadio El Peñón siendo la pri­mera vez que lloraba por el fútbol. Recuerda que el inolvidable deportista Lorenzo Abreu (q.e.p.d.), escribió una nota en el periódico "Aire Libre" que se titulaba "Roberto lloró a sus 18 años", emocio­nante de verdad.

Muchas fueron las anécdota  pero recuerda una con mucho cariño: en los años 1953-54, cuando estaba cumpliendo el servicio militar en Las Palmas como cabo furriel, ganaba 50 pesetas mensuales, que las enviaba cada mes a mi madre para pagar las letras de 100 pese­tas que había firmado para pagar el material del Once Piratas. Y hay otra que me hacía mucha gra­cia y es que hubo una temporada cuando militaba en el Puerto Cruz de Segunda Categoría se goleaba a todos los equipos por 7-0, 8-0.  Y un día nos tocó jugar con el UD. Rambla en el Estadio El Peñón y ganamos por tres cero, abrazándose con mucha alegría al final del encuentro los jugadores del Ram­bla, porque sólo habían perdido por 3-0.

Fue también presidente del Atlético Puerto Cruz, evidentemente  fue una época pasajera, pues sólo estuvo de 1978 a 1981 con el Atlético Puerto Cruz, como presidente en Segunda Categoría y lograron el as­censo a Primera Categoría pero tuve que dejarlo por motivos de salud. Esta etapa le sirvió para conocer de cerca que el fútbol había cambiado y no era lo mismo que antes, pues el dinero se ha­bía apoderado del deporte y se había perdido algo el amor a los colores, aunque debe decir que los jugadores que componían el Atlético Puerto Cruz jugaban por afición.
Para él todos los presidentes que ha tenido el Puerto Cruz han sido buenos dirigentes y mere­cen mi total estimación, aunque unos habrán te­nido más suerte que otros y por tanto habrán sido mejores unos que otros.

También ha tenido el Puerto Cruz muy buenos entrenadores y unos con más suerte que otros, pero del que mejor se acuerda por haber sido el que estuvo de entrenador en su etapa es Ramón Mesa, ya que era un entrenador que le gustaba mucho enseñar las cosas del fútbol no sólo a los jugadores del primer equipo sino también al resto de la cantera. Asimismo guarda un buen recuerdo de Venancio que fue el primer entrenador y de Chicote entre otros.

Refiriéndome a la época de 1949 a 1957, nadie cobraba un duro, pero a partir de 1957 - ­1958, en que se formó el Puerto Cruz ya se empe­zó a pagar algo, pero muy poco, yo recuerdo que cuando el Puerto Cruz se empezó a consolidar se pagaban 10.000 pesetas por temporada a cada ju­gador pero todos a la hora de firmar no pedían nada y firmaban en blanco, no recuerdo si alguno se quedó sin cobrar.

La única herencia deportiva que ha dejado son sus tres hijos, dos varones y una hembra, que nin­guno quiso practicar el fútbol, aunque son muy aficionados, pero practican el deporte de la nata­ción, waterpolo, salvamento y socorrismo en el Club Natación Martiánez de esta ciudad.

El Club Deportivo Once Piratas del Puerto de la Cruz celebró el cuarenta aniversario de su fundación, en el complejo turístico de Martiá­nez. En el transcurso del emotivo acto se dieron cita los antiguos jugadores, que militaron en sus filas y que rememoraron sus mejores años como deportis­tas e integrantes del club en la ciudad turística. Su presidente, Roberto Hernández IIIada, durante el periodo 1949 y 1961 destacó la significación de la en­trañable ceremonia, del encuentro de unos compa­ñeros, que hicieron época en el fútbol del Norte de Tenerife.

Roberto Hernández IlIada, que fue el presidente y fundador del "Once Piratas" señaló a El Día que "nuestro equipo fue fruto de las reuniones de un gru­po de chicos que nos reuníamos aquí, por el año cua­renta y nueve, en la Playa Martiánez, en un campito que había de tierra, que se denominaba "San Car­los"; entonces tenía 16 años y formamos el "Once Piratas".

El equipo permaneció hasta 1961, según explicó Roberto Hernández, "jugó en categorías juveniles; pri­mero empezamos por la categoría de infantiles, lue­go juveniles, para pasar como clubes adheridos y mu­chos de nuestros chicos pasaron al equipo titular del Puerto de la Cruz, que en aquella época era el Club Deportivo Norte, que lo presidía Andrés Martín García, al que le siguió Pedro Pérez Noda. El CD. Puerto Cruz fue fundado en 1957, con jugadores del "Once Piratas" y de otro equipo, que entonces se denomi­naba "Portuense"; es el que ahora está".

Con respecto a las figuras que desfilaron por el "Once Piratas", Roberto Hernández Illada recordó a Peri (Pedro Real González), Alberto Hernández lIIada y Manuel Fernández del Pino. Estos tres jugadores pasaron directamente al Norte" en aquella época, en el año 50. Más adelante fueron pasando algunos, pero que no se trataban de grandes ases del fútbol.
Roberto Hernández enumeró las diferentes difi­cultades que se presentaban en el fútbol local en aquellos años. Precisó que "los obstáculos eran con­siderables, no había balones. Sólo disponían de un balón para entrenar y para jugar y tampoco po­díamos contar con el campo como ahora. Ensayaban en la playa, subían a la fuente de Martiánez y después jugaban en "El Peñón" o cuando nos tocara.

Los entrenamientos en el Esta­dio El Peñón tuvieron lugar de forma regular pasado los años cincuenta”.

La mejor temporada del "Once Piratas" fue la comprendida por los años 1949-50, según destacó Hernández lIIada, Luego hubo otras buenas y fueron campeones de Tenerife y la Zona Norte y obtuvieron el trofeo a la deportividad en tres ocasiones y dispu­taron varios torneos de campeones, "No pasamos de las categorías juveniles y adheridos -añadía- porque era muy difícil ascender a la primera y segunda; era para equipos de más categoría",

En una primera fase el "Once Piratas desapare­ció de la escena deportiva a finales de los años se­senta, según indicó su primer presidente, luego re­apareció en los albores de los setenta, bajo la di­rección de Gregorio Álvarez Carballo. Renació en las categorías de infantiles, para seguir a juveniles y al­canzar la calificación de equipo de segunda catego­ría,

Unas setenta y dos personas vinculadas al "Once Piratas" se reunieron en el Lago Martiánez para revivir aquellos años, para co­nocerse incluso. Muchos no pudieron asistir por ha­llarse en el extranjero, por motivos de salud o simple­mente porque han fallecido. Entre los veteranos cabe destacar a Félix Real González González, alcalde del Puerto de la Cruz, que militó en las filas del "Once Piratas", A la reunión asistió en calidad de antiguo miembro del equipo.

Como invitados especiales, Roberto Hernández citó al profesor don Jesús y a compañeros de la pren­sa, "como Mínguez, que tenía un programa radiofóni­co que se llamaba" Antena Olímpica"; Álvaro Castañeda, que nos hacía las crónicas en aquella época, y otros que ya no están entre nosotros, pero que tie­nen nuestro especial recuerdo y cariño, como el pe­riodista Domingo Rodríguez, fundador de "Jornada", y Julio Fernández, que siempre venía cuando había un acto".

Salvador García Llanos dice que; bien sabe Roberto que no es la primer vez que le atribuyo públicamente este título, el último romántico, por lo demás bien merecido. Ahora, cuando van a homenajearle, a reconocer los indudables méritos acumulados en la línea de sencillez que siempre le caracterizó, está plenamente justificado. Y es que, ganado a pulso en la más clásica concepción del genuino dirigente deportivo, su trayectoria es una sucesión de hechos que acredita una singular profesionalidad y un comportamiento altruista que, a su vez, reflejan un modo de entender el deporte como ya no hay. Hasta dónde llegará esa personalidad que nadie le cuestiona! Al revés: el paso del tiempo ha servido para reafirmar sus cualidades, para que se le recuerde como un ejemplo de dedicación y de tesón a favor de las causas deportivas. El fútbol y la natación han sido, en su caso, y en distintas épocas, unas grandes pasiones, las que vivió y defendió con el ahínco de los lucha­dores inagotables. Roberto, además, es un modelo de honestidad, de integridad. Las adver­sidades de la vida han fortalecido su probidad. Por eso, él y sus más allega­dos pueden caminar satisfechos por las calles portuenses. Ahora, quienes le conocen bien, no sólo en el Puerto sino en cualquier latitud, le rinden un justo tributo. Los bienhechores como él se lo merecen. Se trata de una inmejorable oportunidad para cultivar la nostalgia de tiempos heroicos para el fútbol y la natación de la localidad, así como los valores sempiternos de la amistad, la que ha perdurado en justa correspon­dencia a quien supo granjearse el afecto y el respeto de todos. Una ocasión formidable para hacer que el último nombre de Roberto Hernández IIIada, el último romántico, quede perpetuado en la pequeña gran historia del deporte portuense…//...

Pedro A. Gómez Barreto dice de Roberto que; este portuense de adopción, ya que nació en Icod de los Vinos, sintió desde muy joven predilección por el deporte. Así, en plena juventud, contaba con 18 años, fue en mayo de 1949 cuando fundó el C.D. Once Piratas, del que además fue su presidente y entrenador, facetas que compartió hasta los primeros años de la década de los 60, exactamente hasta la campaña 61-62. Dedicó toda su juventud al Once Piratas hasta que decidió poner punto y seguido a su vocación deportiva, todo ello coincidiendo con su matrimonio. De la mano de Roberto Hernández Illada el C.D. Once Piratas fue el único equipo que mantuvo la llama viva del fútbol en la ciudad turística por los años 50 al desaparecer, por aquél entonces, el único equipo representativo, la Unión Portuense. En 1957, junto a otros compañeros, fundó el C.D. Puerto Cruz, del que fue su secretario. En la campaña 61-62 el club portuense logra la hazaña de ascender a Prime­ra Regional, tras un vibrante partido en el que venció al Juventud Silense, en el primer gran lleno que registró el Estadio de El Peñón. Una circunstancia que deja bien clara lo que Roberto Hernández Illada quiere al deporte ocurrió en la campaña 49-50, cuando desempeñaba el cargo de presidente del C.D. Once Piratas. Al ver perder a su equipo ante el San Felipe, por 2-1, Roberto lloró desconsoladamente en el mismo escenario del choque. El inolvidable Lorenzo Abreu (q.e.p.d.) tituló en el desaparecido periódico “Aire Libre": "Roberto lloró a sus 18 años". Otras de las anécdotas protagonizadas por el "Premio Dedicación Deportiva 1995" sucedió en la campaña 53-54, precisamente cuando Roberto Hernández cumplía su servicio militar en Las Palmas, como cabo furriel. Ganaba 50 pesetas al mes, cantidad que remitía a su madre para que hiciera frente al pago de las letras que había firmado, por el importe de cien pesetas mensuales por la adquisición del material deportivo del C.D. Once Piratas.

La vinculación de Hernández Illada con el fútbol no culminaba aquí, toda vez que del 78 al 81 se hizo cargo del ya desaparecido Atlético Puerto Cruz, club con el que alcanzó también el ascenso a Primera Categoría. Con el paso de los años, el amor por el deporte cobró nuevas iniciativas en el querido personaje portuense y, en la actualidad, es presidente del Club Natación Martiánez, organización que aglutina las actividades de waterpolo y salvamento y socorrismo. Quien no recuerda aquellas memorables imágenes en las que la plantilla del primer equipo de waterpolo lanza a la piscina a su presidente, en señal de júbilo por conquistar el ascenso a la Divi­sión de Honor Nacional. También ha vivido jornadas destacadas con el Salvamento y Socorrismo, siendo numerosos los títulos nacionales que figuran en el currículo del citado club portuense. Si, indiscutiblemente la Asociación de Prensa Deportiva de Tenerife hace justicia al conceder el «Premio Dedicación Deportiva 1995» a un ilustre del deporte tinerfeño, Roberto Hernández Illada.

Isidoro Sánchez García decía de Roberto qué; sobre Roberto Hernández Illada es escribir sobre el deporte en el Puer­to de la Cruz, sobre medio siglo de la historia de un pueblo marinero que combina de manera exquisita la actividad turística con el deporte. Una buena prueba de ello lo constituye el amigo Roberto. A Roberto lo conoce todo el mundo, chicos y grandes, hombres y mujeres, por su amor y entrega al fútbol y a la natación en sus diferentes modalidades. A mí me tocó compartir muchos de esos años que le estoy contando, primero como jugador de fútbol en los años del Once Piratas, cuando yo participaba en el equipo juvenil del Plus Ultra, de La Orotava, con Chile de entrenador y que era amigo de Roberto, luego, muchos años después, como socio y directivo del Club Natación Martiánez.

Cuarenta años de la vida alrededor del deporte en el valle son muchos años. Por eso me siento legitimado para poder aceptar la invitación que me han formulado los organizadores de su home­naje, detalle que agradezco, a la hora de pergeñar algunas líneas en homenaje al amigo Roberto, deportista donde los haya, por su entrega, por su dedicación, por su tiempo, por su amor y su fe en la cantera deportiva del Puerto de la Cruz, por su compresión, por su fanatismo, por su magisterio, por su entrega a una causa tan noble como el deporte, ya sea el fútbol o la natación, o el salvamento o el waterpolo. Por todo ello no es de extrañar que muchos de sus amigos, de sus pupilos, de sus alumnos, hayan decidido organizarle un sencillo pero emotivo homenaje a un hombre que dedicó y entregó su vida a una causa tan noble como el deporte en varias de sus versiones y facetas donde siempre prevalecía la deportividad, la disciplina, la valentía, la entrega y la formación humana. Gracias Roberto por tu enseñanza, gracias a tu mujer, Esther, por su comprensión y por los muchos sufrimientos que padeció a lo largo de medio siglo por aguantar tu entrega al Puerto de la Cruz, a su juventud. Espero y confío que tu ejemplo sirva de referente a la sociedad portuense y que disfrutes largamente de tu trabajo y de tu labor deportiva…//….

El periodista José Manuel Martín escribía de Roberto qué; Estaba claro que el deporte portuense tenía una deuda con Roberto Hernández IIIada. Soy partidario que los homenajes deben realizarse en vida y no después a título póstumo. A los que han tenido esta feliz idea, por este merecido reconocimiento, les doy mi aplauso. Es de las pocas personas en el ámbito deportivo de mi pueblo que se lo merece. Naturalmente que yo no era nacido cuando empezó su tarea en el deporte portuense. Mi andadura en los medios de comunicación la inicié en 1976, y es a partir de ahí cuando tuve la suerte de conocerle mucho más a fondo. Primero, como presidente del Atlético Puerto Cruz y después en su etapa en el Club Natación Martiánez. Roberto tiene algo en común a mí. Él lo guarda todo, desde artículos de prensa, las fotografías y aquello que sea de interés. Yo soy igual, por ello conservo muchos artículos y cintas de programas radiofónicos, de ahí que tenga varios suyos. Y por eso entiendo como un buen día llegó a su casa como siempre, donde hoy tiene el negocio, y se encontró en la obra de aliado, que le habían derribado una habitación. Entre los escombros se marcharon muchos recortes de prensa y hasta las fichas que conser­vaba del C.D. Once Piratas. Me imagino su cara al conocer la fatal noticia, y más la de los obreros cuando se enteraron de la valiosa documentación que se había perdido. Afortunadamente algunas cosas pudo conservar tenerlas en otras dependencias de su casa. He tenido el privilegio a lo largo de estos últimos años de poder contemplar muchas de las fotografías y periódicos de la época. Curiosamente él nació en Icod de los Vinos en 1931. Su madre era natural de Icod y su padre de Puerto de la Cruz, concretamente de la calle Iriarte. Roberto es el mayor de todos sus hermanos. Cuatro de ellos nacieron en Icod. Cuando cumplió los cinco años de edad, su familia decidió marcharse definitivamente al Puerto de la Cruz, para vivir en la casa de su abuela, que tenía la Pensión' "Brisas del Teide". Sus dos últimos hermanos si nacieron en esta ciudad. Fue su hermano Alberto, quién un buen día reunió a un grupo de chicos para formar un equipo de fútbol. Se marcharon hasta Los Realejos para disputar un partido informal, y al regreso, caminando al Puerto de la Cruz, antes no había tantos medios para viajar, alguien pregunto, donde van esos piratas. De ahí salió el nombre del C.D. Once Piratas. Roberto Hernández empieza a escribir su historia como presi­dente y entrenador, un 28 de mayo de 1949. Aquellos primeros pasos los dio junto a Martín Rodríguez Delgado, Santiago Plasencia, Julio Hernández Álvarez, Juan Galindo que ejercía de masajista y segundo entrenador, así como Juan Roberto Ríos Marrero que era jugador y directivo, entre otros más. El equipo siempre competía en infantiles y juveniles. Sus colores fueron en primera instancia el negro, y en el pecho lucían como escudo una carabela. Hubo un gobernador civil de la época, que incluso les hizo cambiar el nombre del equipo, del Once Piratas por el Once Porteño. No estaban para nada bien vistos los piratas. Roberto dedicó toda su juventud al Once Piratas, hasta el punto de llorar en los vestuarios, a lágrima viva como un niño pequeño, cuando su equipo perdió contra el San Felipe, por 2-1. El adversario era muy superior y después de un gran partido, el Once Piratas nunca mereció la derrota. El periódico 'Aire Libre", tituló: "Roberto lloró a sus 18 años". Otro botón de muestra de su amor por el fútbol. Corría la temporada 53/54 y cumpliendo el servicio militar en Las Palmas, le enviaba a su madre cien pesetas para pagar las letras del material del Once Piratas. Durante su ausencia el equipo quedó en las manos de Francisco Martín Fernández. Curiosamente en este intervalo por el servicio militar, alguno de sus jugadores, pasa­ron al Juventud Portuense, que presidía Juan Pacheco García, famoso por sus garbanzas tostadas. Hernández IIIada como presidente y entrenador permaneció desde su fundación, el 28 de Mayo de 1949 hasta la temporada 1961-1962. En 1957, junto a otros compañeros, fue el artífice del nacimiento del actual C.D. Puerto Cruz, del que fue su secretario hasta 1962. El club se puso en marcha, siendo su primer entrenador Venancio Martín, mientras que Luís Perdomo Jiménez su cabeza visible en la directiva. El Once Piratas siguió su camino en las categorías inferiores y Roberto simultáneamente trabajo en am­bas directivas. Incluso se le llegó a conocer por la "directiva de la escoba", tanto sus componentes rega­ban como barrían el campo de El Peñón. El agua la tenían que comprarla y en la mayoría de las veces estos trabajos se realizaban por la noche. El C.D. Puerto Cruz le tributó un merecido homenaje. Se enfrentaron en un partido amistoso las primeras plantillas del Puerto Cruz, que militaba en la Primera Regional, la máxima categoría por aquella época en Tenerife, frente a la U.D. Las Palmas Aficionado de Primera Regional, en la campaña 1959-1960. Allí recibió placas y el cariño del fútbol portuense, en una comida posterior, que se celebró en la Pensión "Brisas del Teide". Con el paso de los años, no duda ni un instante en recordar aquellas dos formaciones de sus dos equipos del alma: Chicotulo o Chanchi, Quico, Peris, Saavedra, Guillermo, Alberto, Cuco, Rómulo, Rizal, Fernández, Pancho y Roda en las filas del C.D. Once Piratas. Y en C.D. Puerto Cruz: Tito o Gutiliano, Alberto, Galindo, EIfidio, Berto, Arturo, Germán, Soriano, Pagés, Del Pino y Vicente. Una de las mayores alegrías que vivió, fue el ascenso memorable del C.D. Puerto Cruz, el último día de febrero de 1960, a la Primera Categoría Regional. Los portuenses superaron al Juventud Silense por dos goles a cero. Aquel día el recinto de juego fue una fiesta. Fue en 1962 cuando se marchó como dirigente para contraer matrimonio. Se dedicó como aficiona­do a ver los partidos del Once Piratas y del Puerto Cruz, tanto los de fuera como los de casa. Pero un buen día le llamaron para ocuparse de la presidencia del Atlético Puerto Cruz. Era otra generación de jugado­res. Permaneció en este club desde 1978 a 1981, dejándole luego el cargo a José Luís Rodríguez. Curiosa­mente bajo su mandato el equipo ascendió a la Primera Regional. Otras de las satisfacciones como presi­dente fue la construcción de unos nuevos vestuarios en El Peñón. Poco a poco se fue alejando del fútbol, quizás impulsado por la práctica de los deportes acuáticos de sus tres hijos; Pedro Roberto, Juan Carlos y Mari Conchi, que practicaban la natación, salvamento y waterpolo en CN Martiánez. Roberto empezó su andadura en este club, primero como vocal, para pasar luego por el cargo de secretario, hasta el año 1993, donde fue designado por la asamblea como presidente, sustitu­yendo a José Antonio Marrero. Aquí volvió a demostrar sus dotes de gran dirigente deportivo. El equipo logró el salto a la máxima categoría del waterpolo nacional, al ganar la fase de ascenso a la División de Honor, que se disputó en la piscina portuense, frente al Pueblo Nuevo, Ondarreta y San Feliú, en mayo de 1994. Los jugadores lo festejaron y hasta lanzaron con ropa incluida al presidente Roberto a la piscina. El "Diario de Avisos" publicó la fotografía en portada. Recuerdo que en cada partido del Martiánez en casa, Roberto solía salir de delegado y nunca se estaba quieto. Es una persona que vive con mucha tensión los partidos. Como presidente del C.N. Martiánez estuvo cuatro temporadas. Fue reemplazado por el vicepresiden­te Isidoro Sánchez García. Y la asamblea lo nombró en 1997, presidente de honor, cargo que comparte con José Antonio Marrero Córdoba. Roberto Hernández IIIada, tiene en su poder algunas distinciones importantes, entre ellas una placa de la Federación Tinerfeña de Fútbol, la medalla de bronce de la Federación Española de Natación, y la Asociación de Prensa Deportiva de Tenerife, le otorgó el premio de Dedicación Deportiva en su edición de 1995. En la actualidad continua acudiendo a El Peñón para ver fútbol, ya la piscina para visionar al Martiánez en sus modalidades acuáticas. Es una pena que medio sino después, no esté en competición el C.D. Once Piratas, que preside desde hace muchos años Gregorio Aviares Carballo. En la distancia, nuestro amigo Roberto, no se pierde ninguna información del Atlético de Madrid. Se aficionó al cuadro madrileño en el año 1941, según cuenta; "en aquella época bajo el nombre de Atlético Aviación, allí jugaban muchos canarios en sus filas".      Ojala existieran en el deporte, más dirigentes como Roberto Hernández IIIada. ..//..

El histórico periodista santacrucero Álvaro Castañeda dijo que Roberto era un romántico del fútbol; con sumo gusto y enorme satisfacción accedo a la petición que me hacen desde el Puerto de la Cruz para que escriba unas líneas sobre Roberto Hernández Illada. y accedo a ello además como una obligación, porque de alguna forma indirecta yo también estuve ligado a través de las páginas del siempre recordado 'Aire Libre" primero, y posteriormente desde las de "Jornada Deportiva", a la historia deportiva de Roberto y de su entrañable Once Piratas, al que tantas líneas casi siempre encendidas de merecidos elogios dediqué y escribí en los dos periódicos antes citados, donde se cantaban y contaban las mejores gestas, las páginas más brillantes de aquel equipo llegó a causar admiración por propios y extraños. Un equipo pletórico de estrellas, de jugadores de exquisita técnica, de grandes virtudes deportivas y humanas. Y a mi memoria me vinieron ahora de Acevedo, de Donato, de Pagés, de Elfidio, de Peris, de Tito, de Vicente, de Del Pino, de Ravelo, de Alberto, de Peris Rial, de Pedro Luís Cobiella y de tantos y tantos otros que ahora siento no recordar. Un equipo el Once Piratas -nombre que me hace evocar tantos recuer­dos- sabiamente dirigido por un romántico del fútbol. Por Roberto Hernández Illada, que además de ser un ejemplar presidente desempeñó y simultaneó todos los cargos. Y así desde finales de la década de los 40, desde 1949 exacta­mente, hasta 1961. Pero en el Once Piratas no terminó la labor. La continuó y la prodigó en el Atlético Puerto Cruz a donde también recalaron sus "piratas". Y después el primer equipo de la ciudad turística, del que recuerdo las épicas gestas de las Cinco Copas y el cariño apelativo que se ganó de "Pequeño Real Madrid". Lástima que la semilla que sembró Roberto no haya tenido su continua­ción. Todo porque ya en el fútbol de hoy prima más el materialismo que el romanticismo. El poderoso Don Dinero que los sentimentalismos de defen­der con el más puro espíritu amateur, los colores del equipo del barrio. Del equipo del pueblo que les vio nacer...//...
Mi amigo, el periodista portuense Juan Cruz Ruiz caracteriza a Roberto, Brisas del Teide: Lo que más me gustaba de aquel tiempo, en el Puerto dela Cruz, era la gente desprendida, los que hacían las cosas por amor al arte; las sigue habien­do; es imborrable para mí, por ejemplo, el recuerdo de Paco Afonso, el alcalde, yendo a visitar a sus amigos como si supiera, por un sexto sentido adolescente, que los demás lo necesitaban; había mucha gente así; mi amigo Manolo me llevaba a ver las palomas, Don Julio Cruz me regalaba ropa cuando yo burlaba la vigilancia de mis padres para ir a la playa sin su consentimiento; mi amigo Santiago Palmero trabajaba de sol a sol y tenía tiempo para dedicárselo a los demás, y de qué manera, sobre todo en el campo del deporte. Y entre todas esas personas que hacían cosas sin pedir nada a cambio tenía un lugar de honor Roberto, Roberto Hernández Illada. Siempre le recuerdo, con su pequeña carpeta desgastada, yendo y viniendo de su oficina -Brisas del Teide, cerca de la Panadería Torrent- al campo de El Peñón; se detenía, muy brevemente, en la Plazadel Charco, y allí despachaba algunos asuntos, hablan­do de pie, con algún transeúnte que le pidiera un favor, le rogara que acelerara cualquier trámite de gestoría o le hablara de los deportes. Era un deportista, y era generoso como pocos ciudadanos lo han podido ser en nuestra ciudad o en cualquier parte; lo fue cuando teníamos menos de todo -menos dinero, me­nos posibilidades de progresar en el deporte, cuando los deportes tenían menos repercusión en los medios- y lo siguió siendo, hasta ahora mismo, sin desma­yo alguno. No sólo fue un admirador de las cosas que ya estaban en marcha, sino que fue fundador: fundó el Once Piratas, tan legendario, fundó el Atlético Puerto Cruz, y regresó a las fundaciones relacionado con el deporte de la natación, que siempre fue en el Puerto de la Cruz un deporte democrático, un deporte para todo el mundo y al que todo el mundo era tan aficionado. Fundar fue un riesgo; él lo asumió, y eso debió costarle mucho dinero, y mucho tiempo: su oficio era la gestoría, yen aquel tiempo el Puerto de la Cruz ya daba mucho trabajo en ese sector, pero él sacrificó sus días y sus horas, y no descuidó absolutamente nada ese otro renglón, el nutritivo, de su vida. Hoy que sus amigos le rendimos homenaje sabemos que no sólo celebra esa generosi­dad suya el mundo del deporte, sino que esa gratitud está acendrada en mu­chos corazones portuenses de los que yo me siento, ahora y desde antes, verdaderamente solidario.

Un sobrino de Iñaki Aranzamendi Villares ex compañero de un servidor de pupitre en la clase del colegio San Isidro Salesianos de La Orotava, llamado Iñaki Aranzamendi Rodríguez, escribía que Roberto era y es un hombre entrañable: ¿Qué puede decir un joven como quien subscribe de Don Roberto Hernández Illada que todos los portuenses no sepan? Sí, Don Roberto. Por­que su personalidad -excelente hombre- y su trayectoria deportiva -seria y honrada- imprime un respeto infinito. Me he empapado muchas páginas sobre la historia del C.D. Puerto Cruz y C.D. Once Piratas y he entablado mil y una tertulias con la población noble y sencilla de nuestra ciudad; y siempre salen a relucir dos nombres: Tito del Pino y Don Roberto Illada. El primero como mejor futbolista de la historia "ranillera". Y el segundo como el mejor dirigente. Y eso que nunca quiso estar en el candelero. Lo suyo era trabajar en la oscuridad con hechos, la palabrería barata no tenía cabida en su vida. Don Roberto fue fundador y presidente del C.D. Once Piratas (del año 49 al 62), secretario del C.D. Puerto Cruz (del 57-62), presidente del Atlético Puerto Cruz (del 78 al 81), Y presidente del C.N. Martiánez (desde el año 77 como directivo y desde el 93 al 97 como presidente). Porque en el mundo del waterpolo también dejó una huella imborrable. Llevó al conjunto dirigido por Cuartero a la División de Honor en la que milita actualmente. Son muchos éxitos que brillan con luz propia en su dilatada trayectoria deportiva. Y anéc­dotas miles. En una ocasión Don Roberto se estaba duchando en una caseta en el Estadio El Peñón y lo dejaron enjabonado. Son recuerdos sin mala intención que certifican que el cariño y la admiración hacia su persona eran y es indiscu­tible. Mi deseo es imposible por los problemas de salud que le acucian. Pero a mí me gustaría ver a Don Roberto como presidente del actual C.D. Puerto Cruz. Si llevó al C.N. Martiánez a la élite con dos premisas básicas -el trabajo y una buena organización-, no sería una utopía militar en Se­gunda "B" o en Segunda "P”. Mis propósitos son quiméricos. Pero lo que sí dejo patente en este comentario por enésima vez es que Don Roberto Hernández Illada es una persona entrañable ya no sólo en el plano deportivo sino también en el humano…//...

Otro gran amigo periodista portuense Andrés Chaves, llama a Roberto “El Macafle": No es éste el primer homenaje que se le tributa, merecidamente, a Don Roberto Hernández IIIada, más conocido por sus amigos con el cariñoso mote de "el Macafle". El homenaje coincide con el nombramiento de "Hijo Predilecto" con que le ha distinguido el Ayuntamiento del Puerto de la Cruz. Roberto ha sido un docente del deporte; primero en el fútbol y luego en la natación y el waterpolo. Yo recuerdo que, cuando se retiró la primera vez para dedicarse a los negocios de su padre -Don Vicente- en un salón de "Brisas del Teide", la pensión/restaurante de la familia, se le organizó un ágape al que asistió mucha gente del Puerto y de fuera. Entre ella Antonio Lemus, redactor-jefe de Deportes que fue del periódico "La Provincia", de Las Palmas, ya fallecido. La fama de Roberto como entrenador y deportista había trascendido los límites de la isla. Ahora se le tributa otro homenaje a Roberto y me piden unas palabras. Con mucho gusto. Roberto Hernández IIIada ha tenido mucho que ver en la educación deportiva de los jóvenes portuenses, desde el famoso Club Depor­tivo Once Piratas al Club Natación Martiánez, pasando por el Club Deportivo Puerto Cruz. Es un hombre que ha dedicado su vida a los chicos, a formarlos deportivamente y a que desarrollen la actividad deportiva con entusiasmo. O sea, que este es un reconocimiento merecido, un acto de justicia. Hace 50 años que Roberto fundó aquel equipo, el "Piratas", como le decíamos los aficionados de entonces. Camiseta blanca y negra, como la ban­dera corsaria. Qué recuerdos más bonitos y qué grandes futbolistas dio aquel equipo. Roberto tiene, además, una edad indefinida, yo siempre lo veo igual, porque su existencia está presidida por el entusiasmo y por el amor a las cosas bien hechas. Ya era hora que su pueblo le distinguiera oficialmente y ya era hora que aquel homenaje casi privado de los años sesenta se convirtiera ahora en un gran reconocimiento popular a este portuense de pro, amigo de todo el mun­do, hombre bueno, cabal y generoso.

Desde niño oía decir que el fútbol en el Valle tenía tres florones, Chile en la Orotava, Roberto y  Pacheco en el Puerto de la Cruz, claro que para Chile Hernández ex entrenador del Juvenil Plus Ultra de La Orotava Roberto son  Raíces de una vieja amistad: Perdone el amigo que cuente vivencias personales pero están muy arraigadas en mí y siempre afloran con los recuerdos. Hablar de Roberto para mí es fácil. Tan fácil como ha sido su vida, apacible, tranquila, llena de sencillez y de virtudes. Mi vida ha estado marcada por un deporte, el fútbol y un equipo el Plus Ultra con todos sus componentes. Y doy gracias por ello porque me permitió conocer muchas gentes con gran espíritu deportivo y con un profundo concepto de la amistad y Roberto ha sido una de esas perso­nas. Siempre pensé que nuestras vidas, la suya y la mía, tienen una cier­ta afinidad y creo que por eso nos ha unido una gran amistad. Contaré dos hechos que enmarcan la caballerosidad del amigo den­tro de nuestro deporte común. En sus inicios el Juvenil Plus Ultra tuvo muchas contrariedades en material y sin recursos económicos para ad­quirirlos. Necesitó ayuda, y el bueno de Roberto nos la prestó y unas viejas camisetas de color verde de un equipo, que creo se llamaba Cruz Verde y con el que Roberto tenía, como no, relación, nos solucionó el problema. Lo que no se imaginó Roberto es que esa "su acción" sirvió para engrandecer un deporte que llevamos muy dentro y que nos unió tanto en la vida. Y fue curioso que a mayor rivalidad entre el Once Piratas y mi equipo más amistad había entre nosotros. El otro hecho que engrandece su figura sucedió cuando la muerte de mi madre. Ocurrió un viernes y el domingo siguiente el calendario futbolístico nos había deparado un enfrentamiento Plus Ultra - Once Piratas. Siempre el "Piratas" tuvo dificultades para vencemos y con lo que me había sucedido y mi estado anímico muy decaído tenían la opor­tunidad de vencernos. El Plus Ultra solicitó de la Federación Tinerfeña de Fútbol el aplazamiento del partido y nos respondió que ya el Once Piratas lo había solicitado, sin dámoslo a conocer, la suspensión del par­tido. Mi reconocimiento y mi agradecimiento son el firme donde nuestra amistad se apoya. (Bruno Juan Álvarez Abreu)