Mónica Díaz Tabares
EL ENGAÑO
Dime lo que tu cuñado Pedro,
cuando salió del cuartel, y se encontró por el camino con los cochinos...
Lo de mi cuñado Pedro es que... estaba en el
cuartel, y día con un amigo (le habían dado
permiso), y no llevaban ni cinco céntimos pa cigarros, (y antes
no había carreteras, sino caminos viejos), y llegaron a cas de Antonia la del pan, en La Canalita (y entodavía estaban
jugando a la baraja); pero antes de
llegar, cuando dían de San Juan de la Rambla pa fuera, se les presentó una
cochina con tantos cochinitos atrás, y dijo Pedro al otro: —vamos a llevar en los sacos de la ropa cada uno un
cochino, y se lo vendemos a Antonia
la del pan y compramos cigarros—. Dice el compañero: —¡vamos!, ellos son
pequeños y mucho no pesan—. Cuando llegaron allá fuera, a Las Cana-litas, entraron en la venta y pusieron los sacos
atrás de la puerta; conque le dice Pedro a Antonia —Antonia, vinimos' sin
cigarros y fósforos, pero le vamos a
pagar con unos cochinos que no son robados, que nos salieron al camino, y cogimos y metimos cada uno un cochino en
el saco—. Dice que les dio vino, se lo
bebieron, y cogieron los cigarros y los fósforos, y dicen —vamos a traerte el cochino ahora—; cuando fue a
buscar el cochino... el saco
amarrado y cochinos nengunos2. Dice Pedro: —Antonia, ¡pues no nos jodieron3
estas p...!, que vinimos cargándolas de por acá de San Juan de la Rambla..., y
eran brujas, ¡maldita la madre que las parió!— y dijo Antonia: —bueno, esto que cogieron se lo perdono porque
son soldados y vienen caminando—; y
ellos se fueron, y cuando llegaron afuera, a las arquillas4 del agua,
las parrandas de'llas, los jijides..., eso daba miedo!: y dice Pedro: — ¡anden c..., que nosotros las cargamos esta
noche, pero si yo las viera en mujeres
«me las amontaba»5 a todas!—. Cuando llegaron afuera (a La Culata) le hicieron el cuento a ellas (a las mujeres y
hermanas), y dijeron ellas: — ¿ustedes
fueron tan bobos?—, y dicen ellos —¿qué bobos, si eran unos cochinitos
tan bonitos.
LA BRUJA MENDIGA
En Icod el Alto,
había una vieja que la llamaban Cha6 Panchita. La vieja
estaba todos los días pidiendo limosna de pueblo en pueblo, y se va un día a La Guancha, y fue a cas el cura a pedirle la
limosna y no se la dio, y le dice —a
usted le pesará, porque usted tiene pa hacérmela; y una perra que me dé
usted, otra que me dé otro, pues... como hoy; y usted que es cura, padre de la iglesia, me niega la limosna—, conque...
se fue pidiendo por el pueblo, y
llegó a la casa del hermano del cura, (que era secretario) y le tocó en la puerta. Le salió una criada que tenía, y le
dice: —¿qué quieres?— y ella le dijo —dígale a la Señora que está una
pobre aquí a ver si le hace una limosna—;
fue y se lo dijo, y le respondió la Señora —vete y dile que yo no tengo nada
que darle—. Y fue la criada y le dijo a la vieja: —mire, dice la Señora que ella no tiene nada que darle, que vuelva
otro día—. Y dice la vieja —bueno,
pues los dos hermanos son iguales—. La mujer del secretario tenía un niño de pocos meses, (criándolo), y lo
tenía en la cuna, y cuando ella se
despertó, al día siguiente, se fue a «hacer las cosas»7 (y el niño
en la cuna), y dijo —¡caramba!, ¡que raro que el niño no llore, ni nada!— dice
que eran las doce del día y aquel
niño ni lloraba ni nada, y dijo —voy a ver—, se va a la cuna y lo ve muerto; y
las carnes eran todas llenas de agujeritos, donde le ponían las chupaderas8
pa sacarle la sangre; nosotros éramos pequeños (y la gente toda decía eso), y
fuimos a ver el chiquillo.
¿Ytenía los agujeros?
Sí; nos ajuntamos
una jalada9 de muchachos, y fuimos y le dijimos a la mujer del
secretario que si ella nos dejaba ver al niño, y dijo —sí, destápenlo
y mírenlo—, y la cara era toda llenita de agujeritos
chiquititos (como si le hubieran encajado10 una
aguja), y dispués nos marchemos": y no podían hacerle nada a la vieja porque no tenían testigos, pero ella no volvió
más a La Guancha a pedir limosna,
porque si la trincan12 la matan (esa vieja era de Icod del Alto).
Cuando salían pa Cuba, o pa
otros sitios, a buscar niños pa chuparles la sangre, o pa otras cosas (con la
sangre de los niños hacían maleficios— ponían
un plato de barro delante de'llas y cuando el diablo las avisaba daban un zancajo y decían: «de villa en villa, de villa
voy, de villa en villa, de villa flon>.
También podía ser (es algo que
se me ocurre) «de villa en villa, de villa voy, de villa en villa, de villa Cuba (u otro nombre).
Antes no había luz eléctrica, y
las brujas estaban donde no había luz; pero ya no;
porque hay luz hasta en el monte.
LAS BRUJAS DE LA UNTURA
Abuela, dime las historias de
las brujas que se ponían una pomada en el cuerpo para volar.
Era un hombre que tenía una novia, y a él le decían
que era bruja, y no lo creía, decía
que eran mentiras, que su novia no era bruja; pero se casó con ella, y era la
patraña de las brujas, y antes de salir (de noche por ahi), se reunían
todas en la casa de'lla; mataban una gallina y tomaban caldo; y esa noche el marido se acostó temprano (pa ver lo que
tenía en ella)13, y cuando a ella le pareció que estaba dormido, le puso las dormideras14,
(pero él se estaba haciendo el dormido y no le pegaron, porque tenía
que estar dormido pa que le pegaran). Fueron
llegando las brujas y dían a la cocina, y la mujer cada poco se asomaba a ver
si estaba dormido; y las brujas que llegaron traían una gallina. (La mataron y hicieron el caldo, y dijo una: —¿Lo
tomamos ahora?— y dice otra: —No,
vamos a dejarlo pa cuando volvamos—, y lo dejaron; y ella fue a ver al
marido (pa poder volar satisfechas), y el marido estaba roncando (haciendo que dormía); al cabo rato se levantó él y
dice: —voy a ver que estaban haciendo esas c... en la cocina... (porque él
estaba oyendo todo). Fue, y vio el caldero de caldo hecho ya, arriba de
las piedras del fuego, y cogió la pomada que
se dieron ellas pa salir, y la echó dentro del caldero. Lo volvió a tapar, y se fue a acostar; y cuando llegaron se
tomaron la taza de caldo, y fueron
cayendo, y se murieron todas; (porque aquello era veneno). Conque...
ellas habían traído un niño de Las Palmas, pa ponerle chupaderas y chuparles la sangre; y fue él y dio cuenta a la guardia
civil, llegó la guardia y se ajuntó la gente, miraron los pañales del niño y
tenía los nombres de los padres (porque esa gente rica marca la ropa); conque,
vinieron los padres del niño (era el único hijo que tenían), y le dijeron al
hombre: —¿que es lo que quiere usted?, ni con dinero es pago el favor
que usted nos ha hecho, ¿usted esta
trabajando aquí?—, dice el hombre: —sí, yo trabajo en esta finca—. Y dice el padre del niño: —Lo único,
que se vaya con nosotros— se lo
llevaron y lo pusieron de chófer de'llos, y se quedó con la gente esa.
¿Dónde pasó eso?
Eso pasó en La
Portalina (de San Juan de Rambla pa'llá arriba).
EL APRENDIZ QUE SE EQUIVOCÓ
Dime lo del marido que cogió la pomada y se la puso
él... Ja, ja, ja, ja,... (Ríe la abuela)
Él sabía que la mujer era bruja
(lo sospechaba), y quería salir con ella; va la mujer y le
pone las dormideras, pero como no estaba dormido no las cogió, y acechó donde guardó la mujer la pomada, y se untó pero en vez
de decir: —de villa en villa, de
villa voy; de villa en villa, de villa-flor—; fue y dijo: de viga en viga, de viga voy; de viga en
viga, de viga flor—. Se iba de viga en viga de la casa, y se mató todo;
cuando la mujer llegó que lo encontró en el
suelo todo molido y él le contó lo que había hecho; le dijo ella: —¿si tú querías salir conmigo porque no me lo
dijistes?—, y él le dijo —porque yo
quería saber si eras bruja o no, pero ahora quiero salir contigo—. Y ella le dijo: —bueno, pues tú serás el hechicero, y yo
la bruja—. Y dispués dicen que salía
él con las brujas todas.
1 Verb.
P. P. Venimos.
2 Adv. Ningún.
3 Verb. P. P.
Fastidiaron.
4 Sust. Tanquillas de agua de riego.
5 Verb. Pret. Imp. Montaba. Se refiere a hacerles el amor.
6 Sust. Palabra guanche igual a Doña o Señora.
7 Se refiere a recoger y limpiar la casa.
8 Sust. Artefacto imaginario para succionar.
9 Sust. Pandilla.
10 Verb.
Clavado. 1' Verb. Marchamos.
12 Verb. Coger. Cogen.
13 Para saber lo que era o como era ella.
14 Sust. Algún producto para dormir.
Aula de Cultura del Exmo.
Cabildo Insular de Tenerife
ISBN.: 84-505-7612-1. 1988.
No hay comentarios:
Publicar un comentario