Mónica Díaz Tabares
ESCUELA DE BRUJAS LA NIÑA DE LA BODEGA
Abuela
dime lo de las escuelas donde las maestras eran brujas y le enseñaban brujería
a las niñas.
En Las Palmas había
una maestra, y la maestra esa salía por las noches con las niñas que tenía en la escuela, y vinieron a La Caleta a una
bodega que había y al tiempo de salir, salieron todas y quedó una; y por
la mañana, sentía la gente llorando allí dentro y dicen: —¡ay!, pues aquí
dentro hay niñas encerradas...—. Fueron y llamaron al amo de la bodega. Vino,
y estaba una niña desnuda (ya grandita), y le
dicen: —¡oye niña, ¿quién te trajo aquí?—,
Dice: —mi maestra—. Y le dicen —¿y qué maestra?, ¿de dónde eres tú?—, dice la niña: —salimos con la maestra
anoche a pasear y ellas se marcharon y me dejaron porque no les dio
tiempo a recogerme—; (porque antes de que el gallo cante se tienen que dir
todas pa la casa). Y preguntándole a la
niña supieron que era de Las Palmas y donde vivía. Cojieron la niña y se
la llevaron a los padres, y la maestra «aquella» la expulsaron de maestra, y no volvió a dar más escuela.
LAS BRUJAS Y EL INDIANO
Tú me has dicho de otra que había en....
En La Guancha, pero no se pueden nombrar a las personas...
Nooo, no vamos a
decir los nombres verdaderos (los cambiamos)
«Carmen Fernández»,
mi padre trabajaba en la casa de'lla, (que por eso se enamoró el penco1 de mi marido de mí); y habían muchas
niñas (la escuela llena, porque no habían más maestras), y granditas ya, de la
edad mía (yo tendría doce años), todas estaban en la escuela menos yo;
no podía dir porque tenía que atender a mi
casa. Mi madre tenía muchos niños y yo tenía que ayudarla... Hacía la comida, y
iba a comprar (mi madre no me daba nunca
dinero, mi padre llegaba lo ponía «allí», yo lo cogía y compraba la comida).
Conque... vino uno de Cuba que se llamaban Tomás, y había una muchacha que la engañó2 uno de La
Guancha Arriba (era más feo..., que parecía
el diablo), y ella era costurera (y la madre también). Era una muchacha alta y guapa, y el muchacho «ese» se enamoró
de'lla y le dijo que acabara la
costura que tenía, pa embarcarse pa Cuba, que él las llevaba (a ella y a la madre); y una noche le salieron las brujas en el
chorro del agua (en La Guancha Abajo,
porque él vivía en La Guancha Abajo, pero un poquito más allá, que
llamaban Las Cañadas).
Tenía que pasar por
aquel lugar cuando dia a hablar con la novia, y las brujas estaban enamoradas del).
Y parece
que él sabía un rezado que se dice a las brujas; les dijo el rezado,
hizo una cruz en el suelo, espetó3 el cuchillo, y se quedaron todas
desnudas
al pie del; y dicen —Tomás, quita el cuchillo pa dimos, que aclara el día y no nos podemos dir—. Y dice él: —¡no!, si
ustedes me dan palabra que mientras yo esté aquí, no me vuelven a salir, les
quito el cuchillo, pero si ustedes
me vuelven a salir (que yo no me voy a casar con ustedes, que tengo mi novia pa llevar pa Cuba, y pa nada me persiguen
ustedes); no quitó el cuchillo, y las
tuvo allí un buen rato, y él al pie de'llas, y ellas todas, desnudas allí.
Conque... dispués le dijeron: —Tomás, por favor, déjanos dir pa nuestras
casas, que no te volvemos a seguir más nunca—. Entonces fue él, quitó el cuchillo,
y se fueron todas pa las casas, (porque ya era a cantar el gallo, y tenían
que dirse). Dispués él se marchó con esa muchacha pa Cuba, y no se casó con ninguna de'lias; no lo llevaban sino
pa un barranco que lo llamaban El Barranco de Joya de Giles, pa arriscarlo, y
a mi padre (en paz descanse), lo
llevaron una noche también, pero dispués mi padre se dio cuenta cuando ya día caminando pa'llá lejos, (que
había una vereda), y dice: —¡ay!, pa
dónde voy yo?—. Sacó un formón que llevaba en el bolsillo (porque las brujas le huyen al acero), y les dijo: —a
ver pa donde me llevan..., si pa
tras, o pa lante—. Entonces dice que le dijeron: —camina Manuel el carpintero pa tras, no vayas pa lantre—. Mi padre
cogió el camino, entró en mi casa, ...pero cuando entró (ellas fueron
acompañándolo), los jijides de'llas...., dicen: —¡esta noche te sal vastes, porque si "no llevas el formón
te fastidias!—, dice mi padre
—...yo me voy a salvar, que les clavo este formón por el c... y me van a dejar quieto por el camino.
LA NIÑA QUE FUE A CUBA
Era un hombre millonario que tenía más que una hija
sola, y estaban
comiendo
todos en la mesa; que había venido un tío de la niña de Cuba; y
estaban hablando de Cuba, y dice la niña: —tío, yo
te vi en Cuba, estabas
pasiando1 en una plaza con una mujer—. Y
le dice el tío —¿con una mujer?,
¿y me vistes?—. Y dice: —sí tío, yo te vi pasiando
con una mujer «de
codo»2—. Y dice el tío —¿Y a dónde
estabas tú?, ¿quién te llevó?—. Dice:
—yo
fui con mi maestra, que nosotros salimos de noche con ella—. Y se fue
al cofre de'lla y sacó una ramita de un árbol de la
plaza, que la cojió y la lie-
vó de recuerdo; entonces le dijo el tío, dice —es
verdad, este árbol está en la
plaza de Cuba—, dice —entonces., a ti te llevan y te
traen?—. Dice —sí, yo
voy con mi maestra, y vamos todas las niñas—. Y dijo
el padre: —Entonces
tú eres bruja?—. Y dice: —yo no sé padre, a mí me
lleva la maestra y voy—.
Y dice el padre: —pues mira brujas no quiero en mi casa—: agarró, y ence
rró la niña en el sótano, y no la vio más, nadie.
Y dice el padre: —pues mira brujas no quiero en mi casa—: agarró, y ence
rró la niña en el sótano, y no la vio más, nadie.
1 Adj.
Ruin, malo.
2 Verb. P. P. Dejó embarazada.
3 Verb. P. P.
Clavó, hundió.
1 Verb. Ger. Paseando.
2 Cogidos por el codo.
Aula de Cultura del Exmo.
Cabildo Insular de Tenerife
ISBN.: 84-505-7612-1. 1988.
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