Mónica Díaz Tabares
EL POETA DIABLO
En
el Lance de Garachico habían pocos miedos...; ¿tú no te acuerdas cuando
días conmigo cogiendo cigarrones1, (con un sombrero grande que yo :
compraba)?
Si,
un par de veces fui, ¿por ahí también salían miedos?
Sí,
por ahí salían miedos, porque los que morían en La Culata y La rega
pertenecían a Garachico y llevaban por allí los cajones de los muertos, por eso salían
espíritus allí; y El Lance tiene más vueltas, que días tiene el año, y al medio hay una cruz donde descansaban los
cajones, y el cementerio staba por
acá de La Caleta,
de Garachico pa'llá lejos, por debajo del Llano e las Brujas, por acá de Los Silos. Y en La Caleta nacían baile todos
los do-lingos: una vez hicieron un
baile (dían todas las jóvenes y los padres, y so..., que dían; y el baile lo hacían en un salón que había un poquito
más lia de La Caleta, y a media noche que
estaban bailando... (allí había uno ue
era un poeta que nadie lo tumbaba a cantares, porque se los sacaba de la ibeza
y en cantares nadie lo tumbaba), y dicen que apareció un hombre a ledia noche y empezó a cantar, y el poeta de allí
le contestaba, y «el otro» : volvía
a contestar y no lo tumbaba a cantar; y dispués dijo el poeta de allí -(oye,
¿éste cabrón no es el diablo?)—, dicen que argulló cantar.
Amigo usted
es el diablo, que a mí me lo da la idea, y por
si acaso lo sea, descubre el Animo Mea
(Animo
Mea, es una virgen); dicen que las llamaradas de fuego...! ¡dentro de aquella casa
cuando prendió a correr!, dicen que corriendo trancaron todas las puertas, y se quedaron dentro de allí hasta por la mañana, y
no fueron pa las casas
¿Eso
te lo contaron a ti?
Yo estuve viviendo
por arriba de donde fue eso; que estuve viviendo en la finca de Los Rieles, y me lo contaron las amigas mías de La Caleta, que trabajaban
más de una docena de mujeres, pa el empaquetado y pa todo.
CABEZA PERRO
Abuela
dime lo que le pasó a tío Gorges y a su amigo con Cabeza Perro.
Ese
muchacho vivía aquí y tenía una hermanita boba (siempre ajuntaba con tu tío
Gorges), y parece que se «arrimó»2 a ese muchacho pa que le diera la hermana boba y
él le daba el dinero, porque estaba condenado (porque dicen que ahogo a una niña pequeña y por eso estaba condenado). Pero cuando fue a buscar el tesoro, fue tu tío Gorges
con él; dice el muchacho que Cabeza Perro le había dicho que escarbara
al pie de una de las piedras grandes que estaban en Las Bajas, y que primero
encontraría una laja con unas letras
blancas, después un pedazo de olla, y dispués una piedra (otra laja) > que
debajo de la piedra estaba el dinero. El muchacho ése se quedó mas abajo tumbado en la arena y tu tío fue a escarbar, y
se puso a escarbar por el lado que
le dijo y encontró la laja con las letras blancas, y dispués el pedazc de
olla, y cuando día a escarbar a donde estaba el dinero que miró pa donde estaba
el amigo ya éste no estaba, pues se echó a correr, y tu tío caminó tra¡ él. Y
después el muchacho dijo que se fue porque vio a Cabeza Perro al pis de la piedra y le dio miedo, (y es que Cabeza
Perro quería a la bobita pa dii a
descansar, pero como no se la daban quería al que fuera). Ese muchachc donde
quiera que día lo vía, hasta nadando por debajo del agua..., pero dis pues esa gente se fue de aquí.
Dicen que se le apareció a más gente.
Nosotros
cuando llegamos aquí no habían casas pa vivir, fuimos a vivi: allá abajo, a la
trinchera que está alla abajo (en Las Bajas) hicimos una cocína por fuera, pa
cocinar, pues..., y dispués todas las noches vía yo un hombre al pie de un risco que estaba por la parte
abajo (cuando se sube pa fuera a
coger la otra vereda), y estaba de pie derecho al pie del risco, y siempre lo vía allí.
¿Cómo
era?
Un
hombre así del tamaño de tu padre.
(Mi padre mide 175 por ahí) ¿Era
gordo, o flaco?, ¿cómo vestía?
Vestía
de oscuro, tenía chaqueta, y un cinturón como usaban antes y no era muy
flaco... más bien un hombre grueso, pero no gordo..., y los velillos3 de piedras por allí
pa dentro... (tirándolas a la trinchera); prendí la luz, nos levantemos4 todos, y ni vimos piedras
caídas, ni habían piedras allí dentro; dispués Eufemia cogió miedo y no quiso quedarse
sola, y nos pasamos pa'l cuarto de los chicos a dormir; y antes no había quien
fuera de noche pa bajo porque salían miedos
(Se
refiere a Las Bajas, en El Puertito, unos de los lugares donde se supone
existe uno de los tesoros de Cabeza Perro).
Recuerdo la «tugara» que había por fuera de la casa
de mi bisabuela Lujina, era como una erita pequeña, con suelo de tierra muy
barrido. Me senté de pequeñita a «su soco»5,
a oír cuentos.
Mi madre sí sabía
cuentos..., porque ella cuando mi padre se quedaba trabajando en otros pueblos
y tardaba, ella se echaba una navaja a la centu-ra6, y se día
caminando a dar con él, y sabía muchas cosas que le contaban. Ella se sentaba en la tagora7...
¿Tagora?
Sí, que hizo mi
padre allí en la parte abajo de la casa, en La Culata.
Yo
me acuerdo, de esa «tagora», de pequeñita me sentaba algunas veces con
mi abuela Lujina (mi bisabuela), era como una erita pequeña, con el
meló de tierra muy barrido, y como estaba en lo alto se veía la gente
pasar nientras estábamos allí sentadas «al
soco».
Pues se sentaba con todas las muchachas en la tagora
y les decía cuen-5s; ella sabía muchos.
¿Quién dijo que aquello se llamaba tagora?
Mi padre
¿De dónde era él?
De La Laguna
Estábamos viviendo en La Culata y vinimos8
caminando hasta La Oro-.va.
¿Por
el camino real?
Sí, por el camino real; Dispués salimos por La Orotava pa'riba, (ya era 5 noche) encontremos la casita de un cabrero, y esa
noche hicimos noche allí, en la casita
aquella, y amasemos9 gofio y todo, que tenían allí, que allí tenían comida, agua, y todo, pa ellos comer. Esa noche nos quedemos10
allí, dispués volvimos a caminar; abajemos a
tener" al monte de Arafo, abajemos12
por ahí (por los castañeros). Al canto abajo había una finca con una casa que vivía gente allí: pues allí fueron los
muchachos, y le dieron que comer; les dio
gofio, pan; y de todo comieron; y dispués... lleguemos a Güímar, que estaban los moros y los soldados todos
ahí...
Soldados
que habían participado en la guerra.
Y
estaban dando comida pa comer. Fueron los muchachos todos y co-mieron allí. Dispués cogimos el camino del Puertito,
y veníamos caminando por debajo de la casa de Doña Delfina (por debajo de Los
Arboles), y noso-tros caminando por allí pa bajo, y
vino una guagua13, aparó, y nos dijo el hombre
—¿Pa dónde van ustedes?—. Digo —nosotros pal Puertito a ver si econtramos trabajo pa ganar pa comer—, dice —ustedes
van a jalar14 por el chinchorro15 y
con el pescado que cogen tienen pa comer y no hace falta que vayan a trabajar
por ahí, pues ansina fue, pero dispués no encontramos casa que alquilar, ni
nada, y nos fuimos pa la trinchera.
¿Cuántos hijos vinieron contigo? Cinco,
se había muerto Goyito...
Y aquí se paró su caminar,
encontró trabajo y se quedó a vivir en Güímar,
como hicieron tantas familias en aquellos tiempos.
1 Sust.
Saltamontes.
2 Sust. Se
refiere a que tiene un espíritu.
3 Sust. Piedras.
4 Verb. Levantamos.
5 Sust. Abrigo, lugar resguardado del frío y del viento.
6 Sust.
Cintura.
1 Sust.
Palabra guanche. Lugar de reunión. Tagoror.
8 Verb. Venimos.
9 Verb.
Amasamos.
10 Verb. Quedamos.
1' Verb. Bajamos.
10 Verb. Quedamos.
1' Verb. Bajamos.
12 Prep.+Verb. A dar.
13 Sust. Autobús.
14 Verb. Halar. Tirar de la soga.
15. Arte de
pesca
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