EL ALMA DE TACANDE:
Esta
leyenda tiene fecha. Se sitúa el 30 de enero de 1628, en una pequeña casa de El
Paso, allí donde cuentan que un alma en pena quedó atrapada entre sus paredes.
Se presentaba en esta vivienda para arrullar a un niño, y la cuna, aseguran, se
movía sola.
Se
escuchaban dulces cantos y voces, y los desconsolados lloros de un niño recién
nacido. Otras noches se escuchaban tambores y castañuelas. Un día el alma
habló, todo según la leyenda, y dijo ser "Ana González",
descubriéndose en aquel momento que era familia de los moradores de aquella
casa. Había muerto de parto, dejando a un recién nacido, al que le pusieron el
nombre de Salvador. Ella pidió que lo trajeran y le dijo en voz alta:
"Hijo, pedazo de mi corazón, chiquito y por criar". Le suplicaron
calmarse y, con ello, so segó
su llanto.
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