Confieso que todavía soy incapaz de contemplar
fríamente la imagen de aquel ser inocente en la playa, sin que me estremezca de
horror y rabia, y a medida que pasa el tiempo y veo como la “moderna Europa
democrática y baluarte de las Libertades y los Derechos Humanos”, se despoja de
su máscara benigna y deja ver un rostro de autoritarismo difícilmente
compatible con lo primero, que reprime sin tapujos y dilata criminalmente la
toma de medidas humanitarias y políticas para solucionar el problema
humanitario.
Repartirse un cupo de refugiados a los que se les
garantizan unos Derechos y unas prestaciones que no disfrutan los ciudadanos de
cada país no es la solución, es sembrar las semillas de otro a medio y largo
plazo, el del racismo. La solución está en el origen, en impedir que se
produzca el problema. Y una vez más es de origen político.
La guerra civil en Siria comienza cuando de la nada salen
una serie de grupos opositores, perfectamente entrenados y armados que intentan
acabar con Bachar Al Asad, un dictador que gobierna con mano férrea un país con
petróleo, prospero y culto, si lo comparamos con la media de los países árabes
y los de la zona, donde no habían problemas de tipo religioso alguno y donde
convivían las grandes religiones sin problemas entre ellas. Hasta el
surgimiento de los grupos rebeldes financiados por USA, que trastocaron todo el
equilibrio anterior.
A USA le importan poco los ciudadanos Sirios, pero si el
Petróleo sirio y su posición estratégica comunicando el Mediterráneo con el
IRAK sometido fronterizo con el IRAN de los Ayatolas, el “Gran Satán”, también
casualmente rico en petróleo y Gas. El régimen sirio es un aliado de IRAN, y
propiciando una guerra civil se acaba con un amigo del enemigo; La misma
estrategia que han usado por todo el mundo. Cercado IRAK desde Afganistán,
Irak, y pudiendo pertrechar las tropas desplegadas por Mar y Tierra en lugar de
costosísimos y complicados “puentes aéreos”, el cuadro va cogiendo sentido.
Es en esta situación cuidadosamente planteada en
Washington, cuando aparece en escena el ISIS; Son las nuevas generaciones de
aquellos “musulmanes afganos” financiados y entrenados por la CIA para que
combatieran al ejército soviético, que se dieron cuenta del poder que podían
tener y la red enorme de contactos al volver a sus países, con otros que
pensaban igual diseminados por todo el mundo Musulmán. Son los que comienzan la
resistencia contra los yanquis en Iraq, donde adquieren organización,
experiencia y se hacen fuertes en todo el Norte del país, y aprovechando
la guerra civil siria, se inmiscuyen en ella conquistando una parte importante
del mismo. El papel de Europa en todo esto, es el de supuestos embargos de
armas al régimen sirio, al tiempo que las ventas de armas se han incrementado
bastante..., sospechosamente.
La elección entre Bachar Al Asad o el ISIS parece que
resulta un problema para las democracias occidentales. Si cae, el ISIS se hará
con el control de Siria y con el de sus Recursos Naturales, lo que sería una
hecatombe de proporciones inimaginables, pues sumando a las que controlan en el
Norte de Irak, constituirían un enorme Estado Terrorista sin problemas de
financiación. Y ayudar a Al Asad a acabar con ellos le permite subsistir a su
régimen, lo que no conviene “al gran juego USA” en la zona. Europa prefiere
decantarse por apechugar con lo que pueda la marea humana y beneficiarse de
ella como mano de obra muy barata en el peor de los casos y seguir haciendo
negocios en el sector armamentístico, y todo lo más limitarse a algunos
bombardeos aéreos que destruyen algún material y combatientes que son
rápidamente reemplazados, pues financiación y voluntarios no escasean
precisamente. Y clamar contra quien intente hacer algo distinto; Ayudar a los
sirios sí, pero en su país, ayudándoles a combatir al ISIS, la barbarie, el
horror desatado.
Rusia ha sido siempre un buen aliado de Siria y ya está
desplegando sus tropas en el país, imagino que asesores, pertrechos y hombres.
Y un prestigio herido me atrevería a decir, desde la retirada de Afganistán,
aunque se la sacaron al machacar a los chechenos, todavía le vieja herida está
abierta. Ahora la situación es distinta a Afganistán y las reglas de combate
también; En Afganistán tenían que habérselas con insurgentes armados, luego
tenían que pacificar en lugar de “ir a la guerra”, por lo que no podían hacer
determinadas cosas y “esa debilidad” fue hábilmente explotada por los
yijadistas afganos, en la guerra de guerrillas más sucia de la que se tienen
noticias, con excepción quizá de la de Vietnam.
En la actualidad el ISIS y los grupos rebeldes de la
“oposición”, constituyen “contingentes/ organizaciones armados/as regulares” y
se comportan y actúan como tales, lo que significa que tienen la “categoría de
soldados regulares”, y “soldados contra soldados” no tienen nada que hacer
contra el ejército ruso ni contra los guerrilleros del Partido Socialista del
Kurdistán, sobre todo los rusos, que cuando carguen contra el ISIS lo harán con
todo cuanto hayan podido arrastrar hasta Siria. Y además está el hecho de que
ya los rusos cuentan con experiencia en luchar contra fanáticos islamistas
tanto en Afganistán como en Chechenia, donde la lucha adquirió tintes de una
ferocidad inaudita por ambas partes, imponiéndose al final los rusos por su
aplastante superioridad en armas y su carencia de escrúpulos en usarlas.
Por lo tanto, para ayudar a la crisis siria, basta dejar
hacer a quienes pueden hacerlo en origen y sin despojar de sus Derechos a los
propios ciudadanos; Y muy mal no debía irles a los sirios con Bachar Al Asad,
cuando tuvo que intervenir la mano ominosa de la CIA para fabricar una
oposición a este personaje. Por tanto no hay duda al elegir entre él y el
Estado Islámico [ISIS]
Desde la Vieja Fortaleza, Rukaden Ait Anaga.
30 Septiembre 2015
No hay comentarios:
Publicar un comentario