"No es ser humilde, es saber tener identidad.

Tener identidad es tener conciencia. Tener conciencia es creer en uno mismo. Creer es la capacidad de crear y realizar sueños e ideas. Crear es crecer. Crecer es vivir"

(Mauricio Reyna)

No cabe duda que la identidad actual de los canarios está marcada por la llegada de los castellanos a Canaria, sin duda ,debido al cruce de las dos culturas, mostrando una identidad desde sus inicios, teñida por la ambivalencia, la confusión y el estigma
Curiosamente la actitud actual que asumen los canarios con respecto a los los españoles, es por una parte, admiración hacia estos, adeptos al gobierno de España , pero por otra parte están aquellos canarios que rechazan, y sienten odio y resentimiento, resultando así dos fenómenos paradójicos. Estos hechos podrían ser objeto de estudio dentro de la psicohistoria.

Para los que no saben lo que es, la psicohistoria en general y la canaria en particular nos dan luz sobre los períodos críticos de las transiciones por las que han tenido que pasar los pobladores de las islas Canarias, con sus choques de cultura, el trauma de la conquista, el carácter y autoritarismo colonial y sus derivados neocoloniales parcialmente presentes hasta hoy en día.

Aún cuando Canarias y sus habitantes se debaten entre el sentimiento de sentirse marcados por la presencia española, la cual es vista como una molestia que nos dificulta lograr el ansiado avance y el deseo de ser independientes del gobierno español, es un hecho, afirmar que tiene una identidad cultural, característica con grandes rasgos predominantes.

las islas Canarias han vivido históricamente una serie de etapas cuya cronología es similar en todas los lugares colonizados.

El hecho de reconocer ésta identidad cultural relativamente homogénea es un gran avance para consolidarnos como una nación, y propiciar el diálogo entre las diferentes culturas para poder intercambiar información, ideas, arte, costumbres y recursos.
El reto que tenemos nosotros los canarios como herederos de esta identidad es reconciliarnos, fortalecernos e integrarnos, para de esta forma, valorar nuestra cultura canaria y deshacernos de una vez por todas de los prejuicios racistas, clasistas y etnocentristas, que nos han llevado a través del tiempo, a ver a nuestras islas hermanas unidas en un solo pueblo. NO debemos olvidar que nuestra tierra se convirtió en la recompensa de los españoles que se aventuraban a llevar a cabo los sueños imperiales de la Corona, disfrazados en el ímpetu del evangelizador, que no era ni mas ni menos que una forma disfrazada de esclavitud. (Maria Gomez Díaz). Octubre de 2015.