miércoles, 14 de octubre de 2015

Del Australopiteco familiar al Homo Sapiens Sapiens Moderno: Machismo y Violencia de Género II; La familia moderna y las relaciones interpersonales.




Decía en la primera parte de esta reflexión, que hasta el momento actual, la familia tradicional se había concebido como una unidad básica reproductivo- económica, y que nuestra moderna Civilización y Sociedad, así como el tipo de producción económica, han roto el esquema tradicional, puesto que ahora existen familias mono parentales independientes; Y mientras antes, en el nexo de unión interpersonal predominaban los “intereses que aseguraban su existencia como unidad reproductivo- económica”, mientras que hoy día, predominan otro tipo de sentimientos que, aún no anulando los primeros, sí  que son valorados como superiores por la mayoría, que podemos calificar como de afinidad y empatía entre seres humanos, y que constituye el pegamento de nuestra Sociedad, en tanto que patrocina las relaciones interpersonales que favorecen a la familia, tradicional o moderna. Lo llaman Amor; Se supone, que es un sentimiento afectivo capaz de conseguir lo mismo, incluso más de lo que fuera capaz de hacer aquel lejano antepasado nuestro, el Australopiteco o los primeros homínidos y hombres solo por el impulso primitivo de hacer lo que sea, de sacrificarlo todo por la procreación y la supervivencia de la especie, sustituyendo por nobles sentimientos, intenciones y emociones lo que no deja de ser algo primitivo y animalesco, que va más allá de la reproducción o el interés económico o cualquier otra cosa.

 Nuestra sociedad moderna, avanza poco a poco hacia la integración de todos los individuos con los mismos Derechos y Deberes,  acabándose lentamente la sujeción de la mujer a la autoridad del marido o la paterno- familiar, independizándose tanto tutelar, económica y sentimentalmente en muchos casos, por lo que se rompe el esquema de familia tradicional y el de las relaciones interpersonales que patrocinaba. Siendo ahora otro el “pegamento social interpersonal”, ese sentimiento llamado Amor, ¿Por qué parece que falla tanto? Es decir, ¿Por qué no es tan estable como la familia tradicional? Lo primero que hay que decir, es porque hoy la mujer, al menos en Occidente, puede poner fin a esa relación o parentesco familiar y antes no podía pues estaba sujeta por Ley y anulada como individuo; Lo segundo es que “el pegamento” ha dejado de ser algo objetivo [Intereses pecuniarios principalmente] para transformarse en algo Subjetivo como el Amor [Subjetivo porque solo es capaz de “verlo o sentirlo” el individuo en base a sus percepciones y sentimientos] y sujeto a un índice de error más acusado que el primitivo, en tanto está basado en causas más subjetivas que objetivas]
Si se supone que el impulso primitivo de procreación y supervivencia de la Especie y el condicionante económico han sido sustituidos por el Amor como pegamento social, debe ser este algo tan interesado y desinteresado como el primero, es decir, todo se sacrifica para la Supervivencia de la “familia”, todo se hace por la familia y el interés de sus miembros. Y lo mismo que esos primitivos sentimientos e instintos favorecían la segregación de la mujer, el no reconocerla como individuo y anularla como tal, ese sentimiento llamado Amor, será o debería ser o tendrá que ser algún día, justo todo lo contrario ¿O no?
Al ser algo subjetivo que solo “los afectados pueden ver” resulta difícil establecer no solo la naturaleza de ese sentimiento, como es y cómo se manifiesta, pues cada cual puede hablar en verdad del que siente o ha sentido en alguna ocasión, pero no del de los demás, por tanto hablar del tema sería con generalidades; Pero si debo decir que en ningún caso puede contradecir o ir en contra de la integración social de la mujer como individuo social y económicamente independiente, con los mismos Derechos y Deberes que el hombre, sino que tampoco puede ir en contra de la negación de la mujer a disfrutar el mismo estatus jurídico/ social/ humano que disfruta él. Es decir contradecir o violentar el derecho íntimo a disfrutar en plenitud de igualdad con el hombre a gozar de su propia individualidad y compartirla con quien “todo su ser le dice”. Y sin olvidar estar atentos a este sentimiento llamado Amor, pues caracterizado por “entrega y sacrificio” entre otras cosas, bajo su sombra pueden camuflarse los sentimientos primitivos de posesión, de anulación de la personalidad para pasar de ser un individuo a ser un dependiente, de negar la existencia del otro fuera del rol tradicional de esposa y madre.
Ese peligro latente está ahí, se manifiesta día tras día en pequeños detalles y cosas aparentemente insignificantes, y que solo vemos cuando la cerrazón, la oposición frontal a un nuevo tipo de Realidad Social, la consideración de propiedad llega al extremo de manifestarse con violencia suficiente para matar. Pero sigue presente en nuestras vidas cotidianas, a la espera de manifestarse en los pequeños detalles que pasan generalmente desapercibidos o no se ven como potencialmente perniciosos o peligrosos hasta que se desenmascaran. Entonces suele ser tarde y a veces muy doloroso.
La cantante Bebe, lo ha resumido en una bonita canción que yo resumo en esta frase lapidaria e incuestionable: “Si la/ lo amas, no podrás dañarlo/a ni desearle mal nunca...”
Desde la Vieja Fortaleza; Rukaden Ait Anaga
13 Octubre 2015


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