El turismo en Tenerife
Gilberto ALEMÁN
El turista que visitaba
históricamente el archipiélago canario venía en busca de recuperar su salud. La
suavidad del clima, la pureza del aire, la paz social, atraían a los europeos
desde que Humboíd descubriera este mundo aparte a pocos días de la Europa fría e inhóspita.
La tranquilidad del valle de La Orotava, que sirvió de
marco a una novela de Julio Verne, atrajo a los viajeros, especialmente
ingleses que buscaban el marco ideal para la recuperación de su salud.
Los tinerfeños tuvieron muchos
trabajos para crear una infraestructura turística: El puerto de La Orotava sirvió de marco
para la construcción del hotel "Taoro", que tuvo serios problemas a
finales del siglo pasado como consecuencia de alguna epidemia isleña. Santa
Cruz no quería quedarse atrás, y el hotel "Quisisana" fue un ejemplo
que se desmoronó como consecuencia de la guerra del 14.
Don Luis Camacho, que fue suegro
del ensayista y escritor Domingo Pérez Minik, vino de Madeira, y además de
enseñamos a comer con cubiertos de pescado? puso en marcha diversas
realizaciones para hacer de nuestro turismo una actividad progresista. Dotó al
puerto de lanchas para el traslado de los viajeros, creó un hotel en Santa
Cruz, fundó una empresa para el transporte de turistas por carretera, inició
sus actividades en Tacoronte y fundó, junto con sus hijos, la primera agencia
de viajes de la isla.
Luego vinieron otros tiempos. En
la década de los sesenta se inicia un "boom" turístico que abre
perspectivas insospechadas no sólo en el Puerto de la Cruz sino en otras
localidades isleñas. Fueron tiempos de paradores, de miradores, de kodak, de
camisas de flores...
La ya tradicional preocupación
turística del Cabildo Insular se intensifica. Todos parecen estar de acuerdo:
hay que dar a los turistas instalaciones adecuadas para su uso y disfrute. Pero
la especulación rápida motivó a ciertas iniciativas a movilizar la construcción
de hoteles, de apartamentos, de instalaciones comerciales. Se olvidaron
nuestros promotores de buscar otros alicientes para nuestros visitantes.
Miguel Zerolo, el actual
consejero de Turismo, lo sabe bien. Lo dijo el otro día. El turista necesita
algo más que el cemento de los edificios.
de la cordillera del Atlas, y así encontramos
el tipo Mecha El Arbi, que según varios textos antropológicos y de la UNED,
"se asimila al tipo europeo Combe Capelle, rama de Cromagnon, de aspecto
erguido, alto, dolicocéfalo y de mayoría de cabello rubio, que contrasta con la
raza pura iberomediterranoidea, de tez oscura, baja estatura, bra-quicéfala, o
mesocéfala que son los habitantes originarios de la Península Ibérica e islas
del Mediterráneo.
En este deambular por el norte de
África, estos pueblos de procedencia en parte europea son a quienes se atribuye
el primitivo poblamiento de las islas Canarias, hasta donde arribaron desde la
costa africana, en almadías y con mar en calma, entre los 5000 á 3000 años
antes de Cristo, según don Telesforo Bravo, en el transcurso del tercer
milenio, donde ya se había inventado la vela, que era de uso común en todo el
mar Mediterráneo, teoría también avalada por J. Berthelon y E. Chantre.
¿Dónde puede estar entonces la
diferencia con otros grupos étnicos de nuestro entorno geográfico? En cuanto a
los negroides subsaharianos, no hay duda, sí puede haber relación con grupos
magrebíes ya que esta zona constituyó el camino obligatorio de llegada, y en
cuanto a la población de la Península Ibérica, le remito al libro
"Morphologíe des races humaines", de M. Marker y J. Deniker, Alianza
Editorial, que dividen a laTaza mediterránea en: iberoinsular, de baja
estatura, tez oscura, braquicéfala con antecedentes neandertaloides, que son
los habitantes, según los autores, originarios de Iberia y la
atlante-mediterránea, de tez más clara, ojos azules, rubios en alto porcentaje
como Mecha El Arbi, o tipos de árabe puro.delgados y de altura superior a 1,80
metros, que ocupaban desde Asia Menor, Palestina, Egipto y norte de África
hasta el Atlas, por ser itinerario obligatorio de origen claramente europeo, de
donde procede sin ningún género de dudas nuestra raza guanche, hoy ya muy
"mesturada", que confirma el estudio de la doctora Falkemburker,
relativamente reciente, en el Museo del Hombre de Las Palmas, sobre esqueletos
guanches presumibles, identificando tipos de esta raza en una proporción
superior al 40%, mediterranoides 30% y resto mixtos, que igualmente corrobora
Millares Torres con objetividad confirmada que textualmente apunta: "El tipo
rubio y alto dominante en Canarias al emprenderse la conquista en el siglo XV,
es el mismo que había llegado a Libia desde Egipto-Cáucaso, posibles invasiones
de pueblos llamados "del mar", posteriormente, y antes obligados por
los crudísimos fríos de la
Era Glacial. Por todo ello, deduzco las siguientes
conclusiones, que creo más objetivas y sumamente razonadas y más ajustadas a la
ética histórica, que usted parece olvidar:
Primero.- La raza guanche, aún
dominante antropométricamente en estas islas —estudios probados—, a pesar del
mestizaje sufrido es álín en gran proporción a la denominada cromagnon de
origen centroeuropéo-cáucaso — una rama aria pasó al Indostán— sin perjuicio de
las alteraciones que toda raza antigua conlleva, en su llegada hasta las islas
en sucesivas migraciones —desde el Paleolítico superior posiblemente— hasta
periodos protohistóricos o propiamente históricos, a través de Anatolia,
corredor palestino, y el Magreb, donde existen restos arqueológicos de este
paso, probados.
Segundo.- Consecuentemente a ello
es raza de estatura superior a las etnias de nuestro entorno, como lo prueban
igualmente los citados estudios científicos, y las propias medidas
antropométricas que se efectúan en los centros de reclutamiento como
consecuencia del llamamiento de canarios al servicio militar, aspecto
cuantificable que se mantiene invariablemente cada año.
Señor Latasa: explíquenos con más
claridad quiénes fueron los "funkhu" y cite más bibliografía y hechos
demostrables; de lo contrario, me obliga a pensar que sus relatos son extraídos
de una novela de beduinos de Tombuctú-Níger, de escritores aventureros del
siglo pasado y, sin embargo, "parece usted brillante", pero le falta
"algo y rigor". Consulte.
(Archivo personal de Eduardo
Pedro García Rodríguez)
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