"la esperanza del retorno de un gran mencey que ponga
las cosas de nuevo en su sitio, que les permita recuperar la honra y la
libertad de las que habían sido desposeídos por los azares de una historia que
nunca comprendieron"
Los antiguos pobladores de las islas Canarias no aparecer en el acontecer de las letras hispánicas hasta el siglo XVII. después de haber sido invadida y colonizada, se mantuvo silenciada tanto tiempo que podría pensarse
que su pasado histórico quedó enterrado, eclipsado, oculto bajo la sombra de los nuevos protagonistas americanos, en su gran empresa colonizadora en el Nuevo Mundo, que más que otra cosa, parece hubiese relegado a Canarias a un papel supletorio, al rol de paso intermedio o puerto transitorio hacia la ruta de las especias. Sin embargo, resulta dificil concebir la alucinada expansión de los castellanos sin el apoyo de las islas Canarias, pues como puerto estratégico y abastecedor, posibilitó en última instancia la ocupación castellana en ultra mar. Pues incluso desde que Colón hiciera la primera ruta, todos los barcos castellanos realizaban la parada obligada en los puertos de las islas con el único fin de repostar y recoger esclavos canarios, reuniendo todo lo necesario que les ayudaría ir hacia el Atlántico. Deberíamos preguntarnos qué ocurre con el antiguo canario y por qué no se habla de él nisiquiera en la la ficción literaria. Realmente, no desaparece ni se extingue, simplemente, se encontraba inmerso en un largo y dilatado viaje por las Indias, un periplo que ha aportado nuevos aspectos a su identidad, como consecuencia de su fase de absorción con el indo-americano.
Durante las muchas travesía transatlántica, el antiguo canario abraza mares, conecta pueblos, construye puentes entre continentes. Con cada reescritura y reinvención, con cada salto secular, se nos muestra revestido de un nuevo significado, la cambiante identidad del antiguo canario y sus contínuos cambios a lo largo de la historia vienen dados por la situación política y social de la España del momento. como símbolo de discordia de armonía o de reivindicaciónes, estos sucesivos viajes de ida y vuelta, le sirven al antiguo canario para reinventarse a sí mismo una y otra vez en busca de su identidad.,sin olvidar su raza..
(Maria Gomez Diaz)
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