viernes, 9 de octubre de 2015

ARCHIVO PERSONAL DE EDUARDO PEDRO GARCÍA RODRÍGUEZ-LXV



M C L-II

Movimiento por Canarias libre
Una nueva época- nuevas formas-nuevos métodos



Las catastróficas consecuencias que para Canarias está acarreando la plena integración en la Comunidad Europea, que se han manifestado rapidísimamente, están provocando un cambio muy brusco en las actitudes políticas de amplias capas de nuestra población, y un aumento sorprendente e inesperado del sentimiento de rechazo con respecto a la política gubernamental española y de la conciencia nacional del Pueblo Canario.

Asistimos, en estos momentos, a un torrente de declaraciones y tomas de posición anticolonialistas, cuando no claramente independentistas, de personas y grupos sociales que, hasta ahora, ni siquiera se cuestionaban la " españolidad " de las Islas, ni su propia condición de " europeos ".

Las dramáticas perspectivas que se le presentan a prácticamente la totalidad de los sectores productivos ha originado un giro espectacular en los planteamientos políticos y en la mentalidad de muchos canarios, que hoy sufren en carne propia y de forma más que evidente las duras consecuencias de la dominación española.

Estas nuevas circunstancias históricas significan el inicio de una nueva etapa en la lucha independentista; el principio de un movimiento anticolonial amplio y diverso, que supera ya, claramente, la época de los grupúsculos independentistas que, predicando en un desierto de indiferencia e incomprensión, languidecían en su papel de iluminados marginales.

Ahora que la Historia nos está dando la razón, se acercan a nuestras posiciones masas de ciudadanos canarios que, hasta hace muy poco, nos veían con incredulidad, cuando no con prevención.

Sin embargo, hemos de reconocer que los grupos independentistas existentes no estaban, ni mucho menos, preparados para una situación como esta. La imprescindible respuesta organizada no se ha producido, con lo que ha quedado demostrada, en la práctica, su incapacidad de reacción política y su debilidad organizativa. Es necesario admitir que las formas y los métodos de estas organizaciones han quedado totalmente desfasados y pertenecen ya a otra época.

El fracaso de los grupos independentistas es patente y sin paliativos, pero, si bien todos tenemos nuestra cuota de responsabilidad, son precisamente los líderes de estas organizaciones los máximos responsables, y a los que no les queda otra salida digna que la dimisión.

Los métodos y las formas tradicionales, nacidos en la época de la clandestinidad de los setenta, y de la legalidad marginal y extraparlamentaria de los ochenta; impregnados del radicalismo estéril producto de la inexperiencia y de la incompetencia política, y del sectarismo generado por el personalismo mesiánico y la insensatez, deben ser ya relegados a la historia, y considerados como propios de una primera etapa, rudimentaria e infantil, del Movimiento de Liberación Nacional de Canarias.
Se abre, por consiguiente, una nueva época que, lógicamente, requiere de un cambio radical y decidido en las formas y en los métodos.

Sin embargo, las casi dos décadas que ha durado la etapa primaria de la lucha anticolonial, no han pasado en balde. La experiencia acumulada en estos años, adquirida a un altísimo precio de errores y fracasos, es lo que hoy nos permite tener una idea clara sobre la necesidad de un giro radical.

No culpamos a nadie personalmente de estos vicios consolidados durante una larga etapa de lucha en difíciles condiciones. Pero es evidente que las formas organizativas y los métodos de dirección tradicionales, ya no sirven.

A raíz del Iº Congreso Nacional del FREPIC - AWANAK, celebrado hace un año, en un ambiente de euforia unitaria, muchos pensábamos que, al fin, disponíamos de una organización independentista amplia y representativa y, a la vez, renovadora y operativa.
Creíamos que se había dado el paso definitivo para anteponer la cultura de consenso y del acuerdo político, dejando a un lado los liderazgos personales.

Creíamos que el FREPIC, haciendo honor a su nombre, se convertiría en el Frente de todos los independentistas. Pero, lamentablemente, una minoría de compañeros, cuya capacidad y visión políticas han quedado claramente en entredicho, y que a muchos nos han decepcionado profundamente, objetivamente han representado un freno para la actividad política democrática y unitaria. Una minoría que, durante este tiempo se ha sentido muy incómoda, viendo con gran recelo cualquier intento de reglamentación, controlar y dar transparencia a la toma de decisiones y a las responsabilidades de los dirigentes. Una minoría que ha pretendido mantener unos métodos de trabajo personalistas, inmovilistas y antidemocráticos, a su imagen y semejanza; conformando una concepción patrimonialista de la organización, fundamentada principalmente en el hecho de tener las siglas protocolizadas a su nombre o a nombre de ciertos incondicionales.

Las contradicciones entre estas dos concepciones nos ha llevado a la crisis actual. Por una parte, el empeño de unos pocos dirigentes " históricos " de disponer de una organización a su medida, que no se les escape de las manos, que sirva para, sin conflictos ni sobresaltos, ni enojosas presiones de las bases, llenar sus ratos libres; y les permita aparecer de vez en cuando en la prensa o en algún acto público, y cultivar el prurito de ser un conocido y prestigioso dirigente. Y, por otra, el intento de la amplia mayoría de los militantes de acabar, de una vez, con los tópicos del independentismo vulgar, y de provocar la chispa que encienda el proceso de toma de conciencia nacional de este país, dando respuesta a los problemas derivados de la nueva situación histórica de las Islas. La concepción de una organización fundamentalmente democrática, dinámica, renovable, imaginativa y moderna.

Nos proponemos una profunda renovación. Estamos decididos a enterrar definitivamente la visión estrecha y simplista de la lucha anticolonial.
Con la puesta en marcha del Movimiento por Canarias Libre, pretendemos acabar con las formas mezquinas, autoritarias y burocráticas; y con los métodos de dirección cerrados, encapsulados en sí mismos, que tratan de perpetuarse por medio de la permanente desconfianza y el boicot al trabajo de los que no pertenecen a su reducido grupo de incondicionales; lo que provoca el abandono constante de la organización por parte de valiosos cuadros e impide la promoción de jóvenes dirigentes.

El Movimiento por Canarias Libre - MCL - surge con la finalidad fundamental de hacer efectivo lo que ha sido imposible desarrollar en el seno del FREPIC, es decir, poner en funcionamiento todo el esquema organizativo ( estatutos, reglamentos, etc. ) de forma que se consiga una organización dinámica, viva, democrática, asamblearía y con vocación unitaria; capaz de ofertar una alternativa política, económica, social y cultural válida para el momento histórico actual; dotándose de un programa político por la creación de un modelo canario de desarrollo propio, sin imitar a nadie, no dependiente, auto centrado, planificado democráticamente al servicio del Pueblo Canario, que respete el medio natural, nuestra idiosincracia y nuestro deseo de no colaborar con el "nuevo orden" mundial.

Y, para ello, vamos a terminar, en primer lugar, con las direcciones personalizadas e inamovibles que, tal como se ha demostrado hasta la saciedad, degeneran inevitablemente en el culto a la personalidad, en la peor tradición esta-linista.

La rotación en los cargos de dirección y de representación pública es uno de los elementos básicos de la profunda renovación en que estamos empeñados. Con ello perseguimos el objetivo de que no sean las personas, sino las ideas y las alternativas políticas, decididas por medios democráticos y asamblearios, los que nos definan y nos identifiquen ante la sociedad.

No estamos dispuestos, además, a seguir permitiendo que, en aras de un supuesto " purismo " independentista que, en el fondo, no es más que un pretexto para la inactividad y una excusa de negligentes e incompetentes, los nacionalistas revolucionarios permanezcamos al margen de los acontecimientos sociales y políticos que tienen significación histórica para nuestro país.

Vamos a terminar con el triunfalismo y el conformismo; con el complejo de inferioridad, el fatalismo y el derrotismo de los que, afectados gravemente por el mal de la alienación colonial, consideran que para nosotros cualquier cosa vale, y que, por consiguiente, no es necesario esforzarse demasiado pues, por lo visto, no nos merecemos más que realizaciones mediocres y estamos condenados a la impotencia y la marginalidad.

El Movimiento por Canarias Libre nace con la vocación de realizar un trabajo serio, eficaz y riguroso; con un alto nivel de exigencia en lo político y en lo organizativo, en la agitación y en la propaganda; y en la vinculación con la sociedad canaria.

Vamos a intentar que el independentismo se sitúe por fin en el lugar que le corresponde en el panorama político de las Islas, abandonando definitivamente el carácter primario que ha tenido hasta ahora, e inaugurando una nueva época de madurez y eficacia.
Sta. Cruz de Tenerife, 4 de abril de 1992.

Fdo.:   La Mesa Nacional del Movimiento por Canarias Libre (MCL).

(Archivo personal de Eduardo Pedro García Rodríguez)


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