martes, 6 de octubre de 2015

LOS GUANCHES







El concepto de Mundo Aborigen define el periodo histórico que va desde el poblamiento originario del Archipiélago hasta la invasión de los primeros europeos, en contraposición al término generalizado de Prehistoria de Canarias, pues las sociedades aborígenes además de ser coetáneas al periodo histórico poseían cierto conocimiento de la escritura.



ORÍGENES CAUSAS Y MEDIOS DEL POBLAMIENTO DEL ARCHIPIÉLAGO

  El mundo aborigen canario no conformo un modelo cultural homogéneo sino que más bien cada isla, incluso dentro de cada realidad insular, presentaba unos caracteres propios y diferenciadores, aunque también  existían elementos comunes. Este estado de fragmentación cultural vino condicionado por un poblamiento de gentes provenientes de diversas áreas  del vecino continente africano, en distintos grados de evolución cultural y en diferentes momentos históricos. Muchas han sido las hipótesis planteadas que han intentado explicar el origen, las causas y el medio de poblamiento. Los cronistas y primeros historiadores recurrieron a personajes mitológicos, a pasajes bíblicos o pueblos de la Antigüedad en busca del origen de los primeros habitantes del Archipiélago. Sin embargo, el estado actual de los conoci­mientos, apoyado en los estudios de los materiales arqueológicos y en cronologías relativas y absolutas, propone como hipótesis que dicho poblamiento tuvo lugar en una fecha relativamente reciente, que bien  puede situarse entre el siglo V a.C. y la etapa histórica. Distintas han sido, también, las causas o motivaciones apuntadas por los especialistas, sobre ese trasvase poblacional del continente africano hacia el Archipiélago Canario. Se apuntan razones de índole económica y demográfica, como la progresiva desertización del Sahara y la paralela disminución de la humedad en el Magreb; así come razones políticas derivadas del clima bélico provocado por la presencia romana en el área norteafricana que daría lugar a un desplazamiento de pueblos.  Ahora bien, en cuanto a la forma del desplazamiento, ésta debió realizarse en distintos momentos y por diversos factores. Los primitivos habitantes de Canarias pudieron llegar por sus propios medios voluntarios,por sus propios medios pero de forma circunstancial o fueron simplemente traídos voluntariamente o a la fuerza. Es evidente que el medio utilizado fue la navegación, sin embargo las noticias acerca del conocimiento náutico por parte de los primitivos habitantes de canarias son muy escasas, lo cual ha llevado a algunos autores a afirmar la inexistencia de una comunicación marítima entre las islas. No obstante, a pesar de todos estos problemas planteados, lo que realmente centrará nuestra atención, en las líneas que siguen, será el intento de profundizar en el conocimiento del propio desarrollo cultural del mundo aborigen, es decir, intentaremos descubrir cómo vivieron, cómo se organizaron y cuál fue su respuesta de adaptación al nuevo medio. 

EL HOMBRE


La población aborigen del Archipiélago Canario se formó sobre la base de dos tipos humanos, el cromañoide y el mediterranoide, caracterizados  por unos rasgos físicos diferenciados. Su distribución entre las islas fue desigual. El cromañoide tenia una presencia en todas las islas pero con un mayor predominio en La Gomera, Norte de Tenerife e interior de Gran Canaria‑ En cambio, los mediterranoides se asentaban fundamentalmente en  Gran Canaria y en el Hierro, mientras que en la Palma y tenerife ocupaban un posiciones intermedias.En cuanto el número de habitantes del Archipiélago en los momentos previos y posteriores a la conquista, por el momento no es posible determinarlo, pues las cifras proporcionadas por los cronistas con contradictorias. Algunos especialistas, basándose en la capacidad de sustentación de cada territorio conjuntamente con otros métodos (fuentes etnohistóricas, niveles técnológicos, etc.) estiman para Lanzarote y Fuerteventura unas cifras que no superarían el millar de habitantes para cada una de las islas. Para Gran Canaria estaría sobre las 2.000, el Hierro cobre el millar y la Palma por encima de los 4.000 individuos. Asimismo se apunta, por los especialistas la existencia de un cierto control demográfico por las sociedades aborígenes, con el objeto de mantener un equilibrio poblacional en relación con la capacidad de alimentación del territorio. Entre los mecanismos de control demográfico se ha constatado el infanticidio, en la Isla de la Palma, y el infanticidio femenino en Gran Canaria.

LA OCUPACIÓN DEL TERRITORIO

La estructura geológica del archipiélago determinó en cierta medida la utilización de la cueva como el tipo de vivienda o hábitat más generalizado en la sociedad aborigen del Archipiélago a excepción de las islas más orientales, Lanzarote  y  Fuerteventura. En estas islas las condiciones orográficas, escasez de cuevas naturales, generó otro sistema de hábitat, definido por la utilización de tubos volcánicos, dando lugar a las llamadas casas de hondas, cuyo interior podía estar divido en varios compartimentos.Pero esta ocupación del terreno no solo se respondía a un condicionante o determinado geográfico sino que además intervenían otros factores, relacionados directamente con la posibilidad de obtención de recursos, la amplitud de la cavidad de la cueva, su ubicación en la vertiente de solana y su distanciamiento del alveo del barranco. Junto a la cueva natural se utilizaba, la cueva artificial. La máxima concetración de este tipo de habita se encuentra en Gran Canaria, aunque también contamos con algunas manifestaciones en Fuerteventura,Montaña La Muda, El Castillejo o La Fortaleza‑ y en Tenerife, la Cueva de los Reyes. Se trata de viviendas de planta ligeramente oval, cruciforme o cuadrangular provistas de varias habitaciones secundarias, con alacenas o repisas y silos. Poseían, además, perforaciones, a modo de ventanas o tragaluces, que permitían la aireación y luminosidad del interior. En algunas de estas cuevas, como es el caso de la Cueva Pintada o la Furnia, situadas en Galdar de Gran Canaria, aparecen restos de pinturas con motivos geométricos decorando las paredes. También nos encontramos con un tipo de hábitat de superficie, particularmente en la isla de Gran Canaria. Este tipo construcción de viviendas, a base de piedra seca y sin ningún tipo de argamasa, se adaptaban a las irregularidades del terreno. Estas construcciones llegaron a formar verdaderos poblados y presentaban generalmente una planta circular a oval y en ocasiones cuadrangular. Por ultimo, en casi todas las islas debieron existir. 

LA SOCIEDAD ABORIGEN
 La organización social del mundo aborigen canario responde esencialmente a un modelo de sociedad tribal aunque existían ciertas diferencias en sus estructuras sociales y políticas entre las islas. Exceptuando Lanzarote y El Hierro, donde solo existía una tribu, el resto de las islas se  encontraban subdivididas en jurisdicciones territoriales denominadas “menceyato” para Tenerife, “guanartemato” en Gran Canaria, y “bandos” o “reinos” en las restantes islas. En todas ellas la forma de gobiemo fue la jefatura, excepto en Gran Canaria, que contaba con un sistema de jerarquía mas centralizado y complejo. La estructura social aborigen, en líneas generales, no era igualitaria, sino que existían marcadas diferencias sociales entre sus componentes, que se acentúan en el caso de Gran Canaria. En esta isla existía un grupo dominante con endogamia de clase, es decir, que solo se casaban entre ellos con el objeto de continuar detentando el poder  socioeconómico. De este modo, este grupo se constituía en una nobleza hereditaria socialmente de forma matrilineal, la madre transmitía la nobleza, y económicamente patrilineal La distinción jerárquica se hacia visible mediante símbolos externos  pudiera ser un corte de pelo determinado, la utilización una vestimenta especial, atributos guerreros, etc. Entre ellos se pueden distinguir dos clase: la primera nobleza con pureza absoluta de sangre, que los cronistas denominaban “caballeros”, y la nobleza de segundo orden o “hidalgos”.La mayor parte de la población estaba compuesta por la clase dependiente, encargada de las labores agrarias, artesanales y pastoriles esta clase llamada también “plebeyos” o “villanos” tenía asimismo rasgos simbólicos externos que señalaban su condición, como la ausencia de  barba, el pelo corto en los hombres, etc. Asimismo los códigos de justicia eran distintos para ambas clases, existiendo incluso jueces y formas diferentes de impartir justicia para cada grupo social. La sociedad aborigen de Tenerife aparecía también dividida en niveles similares. Las fuentes etnohistóricas señalan que entre ellos existían tres clases o grupos: Achimencey, descendientes directos del Mencey que representaban la pureza de linaje; los Cichiciquítzo, calificados de escuderos o nobleza secundaria por los europeos de la conquista;  y los  Achicaxna, villanos o trasquilados, cuyo distintivo era llevar el pelo rapado.­ Para las restantes islas la información que se posee es muy escasa  y confusa. En La Gomera y en El Hierro parece que hubo diferencias socia­les imprecisas y só1o está claro, para La Gomera, que la herencia se producía por vía matrilineal, es decir, que el varón era el depositario de los la nobleza de los bienes familiares pero no heredaban sus hijos sino los de su hermana.   En cuanto a la estructura familiar se observan diferencias insulares. Así en Lanzarote existía la poliandria, en El Hierro el matrimonio se  realizaba mediante pago de cierta cantidad de ganado al padre o madre  de la novia y en La Gomera se daba la “hospitalidad de lecho” o costumbre de ceder la mujer al huésped, lo que también es probable que se cieras en Gran Canaria.   A la llegada de los conquistadores europeos, a lo largo del siglo XV, las Islas se encontraban subdivididas en distintas jurisdicciones territoriales, Así, Gran Canaria pararecía dividida en dos demarcaciones, telde y Gáldar, bajo el dominio respectivo de sus “guanartemes” Tenerife se hallaba dividida en mueve menceyatos, anaga, Güimar, Abona, Adeje, Daute, Icod, Taoro, Tacoronte y tequeste. Y es muy probable que existieran algún sistema de confederación entre los distintos bandos o menceyatos. La isla de la Palma estaba fragmetada en once reino o señoríos: Aridane, Tijuya, Tasaragre, tegalgen, Tijarafe y Aceró. Mientras que en Fuerteventura estaba dividida en dos: Maxorata y jandia. La Isla de la Gomera estaba repartida en cuatro tribus, Ipala, Mulagua, Oroene y anaga, con un sistema de organización dualista. Y Por último, las islas del Hierro gonernada por Armiche, y  Lanzarote por Mencey llamado Zonzamas constituían cada una de ellas una sola tribu.

 LAS INSTITUCIONES POLÍTICAS
   
En Gran Canaria, el poder civil estaba representado por guanarteme que era elegido por un consejo de nobles ente los varones descendientes más directos de la dinastía. Mientras que el poder religioso estaban en manos del Faycán, cargo que recaía en un miembro de la familia del Guanarteme. A pesar de su función era básicamente religiosa, a modo de gran sacerdote, tenía una gran protagronismo en la vía social, política y económica, pues dirigía la recaudación del diezmo de las cosechas y seguramente su almacenamiento en los graneros colectivos y era el encargado de legitimar la nobleza.       Junto al Gunarteme y el Faycán existían otros dos órganos de poder colegiados, uno de carácter civil y otro de militar. El Primero estaba formado por una especie de consejo, integrado por el Guanarteme, el Faycan y los nobles que se asesoraban o deliberaban con el rey sobre cuestiones realizadas con el gobierno y la justicia. El otro órgano colectivo de tipo familiar se le denominada Sabor: era una institución guerrera integrada por los Guayres capinatenes de Guerra o jefes de partidas y es posible que fuese convocado sólo en cados de crisis o en actos festivos, puesto que sus funciones eran defender el territorio , los pastos y los ganados, así como actuar de árbitro en los juegos de fuerza y habilidad de los guerreros.  Entre los Guanches, habitantes de Tenerife, la jefatura era ejercida La actividad pastoril era desempeñada por los varones y exigía el por el Mencey, cargo hereditario por vía patrilineal cuya designación debía hacerla el Tagoror o consejo. Sus atribuciones eran de carácter civil, religioso y guerrero. Repartía las tierras, era el juez supremo, dirigía  la guerra y los actos religiosos.    El Tagoror era un órgano colegiado, especie de consejo de ancianos compuesto por los parientes del Mencey o primera nobleza. Se reunían en un lugar cercano a la vivienda del Mencey, donde estaban dispuestos unos asientos de piedra. Sus funciones eran las de designar al Mencey y actuaba Tenerife, la agricultura alcanzo un gran desarrollo técnico, donde se ha como consejo asesor y como tribunal de justicia.
    
 LA ECONOMÍA ABORIGEN

En todo el Archipiélago, a excepción de Gran Canaria, existía una economía de signo pastoril que se complementaba con la agricultura, y la recolección de frutos y productos marinos. La cabaña ganadera estaba compuesta esencialmente por la cabra, denominada tequevite en La Palma, axa en Tenerife y aridaman en Gran Canaria. Junto a ella también la oveja y el cerdo constituyan la base principal de la actividad económica. Este tipo de economía pastoril ofrecía no solo la base productiva de recursos alimenticios como la leche, la mantequilla, el queso, y cárnicos, sino que además proporcionaba recursos tecnológicos, material primas como pieles, tendones y huesos para la fabricación de diversos utensilios  y manufacturas. El sistema de pastoreo practicado consistía en la suelta controlada La fabricación del ganado en relación con los movimientos estaciónales trashumantes, en búsqueda de pastos. En las islas de Lanzarote y Fuerteventura este sistema tenía un carácter horizontal con espacios de pastos acotados y reservados para el ganado, como sucedería en la península de Jandia. Mientras que en el resto de las islas el sistema practicado era el vertical, es decir, movimientos trashumantes de Costa‑cumbre en conexión a los cambios estaciónales    actividad pastoril era desempeñaba por los varos y exigía el control de la caña ganadera desde el proceso de identificación del ganado, su selección, su composición , a la par que el de los pastos, siendo éstos y el robo del ganado motivo de frecuentes disputas entre los distintos grupos.    El desarrollo  agrario aparece como una actividad secundaria en relación a la explotación ganadera. Las especies cultivadas fueron la cebada, el trigo y las Habas, Se trata esencialmente de una agricultura de secano. En cambio en gran canaria, y en menor medida en el norte de Tenerife, la agricultura alcanzó un gran desarrollo técnico, donde se ha constatado, la presencia de regadío y su economía puede calificarse de agropastoril.   La participación en las tareas agrarias era colectiva, existiendo una clara diferencia por seso y por edades. Así, los hombres desempeñaban los trabajos mas duros, como la preparación y roturación del terreno mientras que las mujeres llevaba a cabo la siembre, recolección, trilla y traslado posterior de los productos a situaos comunales, cuevas donde se almacenaban cereales. Los Niños también participaban en estas tareas.   Junto al pastoreo y la agricultura practicaban la recolección de frutos árboles silvestres, palmeras, madroños, bicácaro, mocanes, raíz del helecho, y la recogida de pesca en las proximidades de la costa, utilizando leche de cardón, redes de junco y anzuelos de huesos y cuernos.

 LA CULTURA MATERIAL


La fabricación y utilización de una serie de objetos, nos permite acercarnos al conocimiento de las características culturales de la sociedad aborigen y apreciar sus similitudes y diferencias entre cada isla o área geográfica- Cerámica  presenta una enorme variedad en el Archipiélago. Esto se explica por los diversos recursos tecnológicos, la tradición particular de cada grupo, el grado de experimentación y la evolución interna, así como por las posibles influencias externas. Cada isla presenta, pues, su forma peculiar  de hacer cerámica, hasta el punto de que          quizás el único rasgo común es que están realizada a mano, pues desconocían el torno, aunque, en ocasiones, existían algunas convergencias en aspectos formales. Se desconoce el procedimiento de elaboración de la cerámica, sin embargo, la documentaci6n etnográfica y el análisis tecnológico de estas piezas nos permite aproximarnos a su fabricación. Así, tras las tareas de selección de la arcilla y su preparación mediante su mezcla con otros materiales, como arena, tobas, cenizas, conchas trituradas y vegetales, modo de desgrasantes, se procedería al modelado mediante la técnica del urdido. La decoraci6n de la cerámica se realizaba mediante  impresiones o incisiones en la pasta tierna o a través del bruñido estaba seca. La inexistencia de materias primas de origen metálico en el ámbito del archipielago obligó a las sociedades aborígenes canarias al desarrollo de recursos alternativos, como fue el caso de la piedra. A Través de las fuentes etnohistóricas tenemos el conocimiento del uso de la piedra para la elaboración de útiles de corte o cuchillos, llamados “tabonas, así como proyectiles para la defensa personal o piezas de molturación de grano o cereales como los molinos de mano. En todo el Archipiélago se puede distinguir una industria lítica pulimentada y otra de talla, mediante la utilización de rocas basálticas de diferentes tipos. La ganadería, como ya hemos dicho, no solo proporcionaba recursos alimenticios sino que también se aprovechaba de ella los desechos óseos como materia prima para la elaboración de diversos útiles con una finalidad doméstica y funeraria. Tal es el caso de agujas para las labores textiles, cuernos para la fabricación de arados y anzuelos o el hueso como instrumento de labra para la realización de cuevas artificiales, objetos de adornos como las cuentas de collar o colgantes. Las fuentes etnohistoricas nos hablan también de la existencia de artesanos especializados en el trabajo de la industria de la madera, entre la que destacan las armas, escudos, varas o palos.      Por ultimo, mencionar la utilización de fibras vegetales, como palma y el junco, que eran empleadas en labores de cesteras, tejidos y cordelería y la elaboración de vestidos a través de la piel de oveja, cabra o cerdo.

 RELIGIÓN

El mundo religioso de la sociedad aborigen se configuraba desde una triple concepción.
En el nivel superior se encontraba la Diosa Suprema, en el intermedio, los espíritus ancestrales y en el último los seres demoníacos, enemigos del hombre. Los aborígenes canarios creían en la existencia de un Dios supremo al que se le atribuyen poderes similares y se le denominaba de forma diferente ‑Acoran, Achaman, Abora, Orahan‑ en cada isla. En cambio, en El Hierro existían dos divinidades supremas, una masculina y otra femenina, que recibían el nombre de Eraorazan y Moneiba respectivamente. Ese  Dios supremo es el Dios de la colectividad, es un Dios alejado de los problemas cotidianos del hombre se le invocaba exclusivamente en lo casos de calamidades publicas como es el caso de las sequías prolongadas. El ritual es variado. Un método utilizado para pedir la lluvia consistía en reunir a los rebaños y separar los cabritos de sus madres y hacían ayunar a todos hasta tres días seguidos, incluidas las personas que participaban del rito, de modo que el balido de los animales y del hombre llamase la atención de la divinidad. Otro ritual practicado era la procesión de la rama en la cual el faycan, acompañado por el pueblo, subían a la cumbre donde arrancaban una rama y bailaban con ella cantando en torno a un peñasco, tras lo cual bajaban al mar y batían las aguas con la rama al tiempo que emitían todos un gran grito. Además estaban los sacrificios y ofrendas de animales, leche, manteca y alimentos. El lugar de culto por excelencia era una montaña o risco, que representaba un lugar de encuentro el mundo divino y el terrestre, aunque también contaban con recintos de cultos.El nivel intermedio está ocupado por los espíritus tutelares de los clanes y cada uno de ellos estaría representado por un ídolo específico, figurillas antropomorfas y zoomorfas.Asimismo creían en la existencia de un ser demoníaco, denominado Gabiot en Gran Canaria y Guayota en Tenerife. 













EL MUNDO FUNERARIO

La cueva es el tipo de enterramiento más generalizado en el archi­piélago. El numero de cadáveres dependía de la amplitud de la misma, siendo lo común el enterramiento colectivo. La cueva se solía acondicio­nar y se cerraba la entrada con un muro de piedra. El cadáver se separaba del suelo con una tabla de madera o sobre un enlosado de piedra o capas de tierra o diversos elementos vegetales. El rito generalizado era la inhumación. En la isla de La Palma parece que los primeros habitantes de la isla y quemaban en ocasiones a sus muertos. Un aspecto significativo del mun­do funerario lo constituye la momificación, consistente en realizar con el cadáver una serie de practicas para evitar su descomposición. El enterramiento en túmulos es exclusivo de Gran Canaria, donde aparece asociado a los poblados de casas de piedra. Unos son simples y otros mas complejos. Estos últimos pueden componerse de un torreón central y una serie de gradas o ser circulares con gradas y departamentos interiores. Los cadáveres eran colocados en el interior de cistas o fosas. Los enterramientos en fosas y cistas son mas escasos. En Gran Canaria las cistas suelen ubicarse en las proximidades de las zonas lavicas o malpaises.Las manifestaciones artísticas
Las principales manifestaciones artísticas aborígenes se reducen a la pintura rupestre y los grabados, que desempeñan no sólo una función decorativa si no también tenían un carácter mágico y religioso. En cuanto a la pintura rupestre sólo se ha detectado una presencia en la Isla de Gran Canaria, donde aparecen decorando las paredes de las cuevas-viviendas como las conocidas Cueva Pintada y la Furnia el Gádar. En cambio, la existencia de grabados está presente en todas las Islas y en el interior de las cuevas, ejecutados con técnicas de rayado, incisión picado, y bajo relieve. Los motivos representados fueron alfabetiformes, figurativos y geométricos.alfabetiformes,  figurativos y geométricos.

 CANARIAS: MITOLOGÍA Y LEYENDAS ABORÍGENES

  CANARIAS EN LA ANTIGÜEDAD

Las primeras noticias sobre las Islas Canarias se engloban, si hacemos caso a los estudiosos, en el ámbito de lo mítico. En la antigüedad fueron los escritores griegos los primeros en hacer referencia a las islas en sus obras. Se trata de noticias vagas, poco exactas, en las cuales vemos fundirse la realidad, la fantasía y la mitología, pero las cuales, pese a todo, nos vienen a hablar de un temprano interés. En el siglo IX a. C. vivió y escribió el primero de estos autores, Homero, el cual en el canto cuarto del primer libro de su obra La Odisea, escribe:”Respecto a ti, Menelao, vástago de Zeus, no está determinado por los dioses que mueras en Argos, criadora de caballos, enfrentándote con tu destino, sino que los inmortales te enviarán a los Campos Eliseos, al extremo de la tierra, donde esta el rubio Radamantis. Allí la vida de los hombres es mas cómoda, no hay nevadas y el invierno no es largo; tampoco hay lluvias, sino que Océano deja siempre paso a los soplos de Céfiro que sopla sonoramente para refrescar a los hombres…”Hesiodo en los Trabajos y días alude también a las islas:  “Estos viven con un corazón exento de dolores en las Islas de los Afortunados, junto al Océano de profundas corrientes, héroes felices a los que el campo fértil les produce frutos que germinan tres veces al año, dulces como la miel; (lejos de los Inmortales; entre epos reina Cronos)” ” ; allí de los bienaventurados a la isla oceánicas brisas envuelven. La flor de oro flamea: unas nacen en tierra fume de espléndidos árboles y el agua nutre a otras, con cuyos brazaletes se adornan y trenzan coronas con ellas, siguiendo las rectas decisiones de Radamantis ,”     Por su parte Herodoto, en el siglo V a. , se refiere a unas Islas los Bienaventurados en sus Historias “Llegaron a la ciudad de Oasis, ciudad que ocupan unos samios que, según cuentan, pertenece a la tribu Escrionia y que dista de Tebas siete jornadas de camino a través de una zonas desértica  (por cierto que ese lugar se denomina en lengua griega «Isla de  los Bienaventurados. Diodoro de Sicilia realiza el siguiente relato con respecto de islas que llama “Hesperides” en su Biblioteca Histórica “En tiempos pasados, debido a su lejanía era desconocida por el resto de los hombres; pero últimamente han sido descubiertas. Los fenicios, desde tiempos muy remotos, habían establecido rutas de navegación en busca de pesca. Y así establecieron colonias en bastantes lugares de Africa y de Europa. E incluso, se  atrevieron a lanzarse al mar que está más allá de las Columnas y que tiene el nombre de Océano….. Así pues, cuando buscaban más allá de las Columnas las costas de Africa, fueron lanzados por vientos tempestuosos al fondo del Océano. Después de muchos días de tempestad llegaron a la isla, de la que hemos hablado, y habiendo descubierto y conocido su naturaleza y felicidad, expandieron la noticia de su descubrimiento. Los etruscos, que tenían también el dominio del mar, quisieron establecer allí una colonia. Pero los cartagineses se lo impidieron. Temían que sus ciudadanos atraídos por la bondad de la isla emigraran a ella. Y al mismo tiempo querían tener preparado allí un refugio, en caso que el estado cartaginés sufriera un fuerte descalabro. E incluso, siendo señores del mar, confiaban emigrar algún día a la isla desconocida.”Las mismas islas “Hespérides” son mencionadas por Estrabón:“Otros poetas han imaginado la expedición de hércules para robar los bueyes de Gerisión, y las manzanas de oro de las Hespérides; y hablan de las Islas de los Bienaventurados, que hoy reconocemos en algunas islas no muy lejanas de la Mauritania, que está frente a las costas de Cádiz. Los fenicios fueron los que dieron las primeras noticias de ellas, pues, desde antes de Homero, ya eran dueños de la mayor parte de Africa y de España y se adueñaron de estos lugares hasta que Roma destruyó su Imperio.”Plutarco también va a hablar de estar islas en su obra Vidas paralelas:Al soplar el viento, se encontró en unas islas sin agua, y de allí volvió al estrecho gaditano, por el lado derecho de España que mira al Océano. Se llegó a la desembocadura del río Betis, el que, discurriendo al mar Atlántico, le dio el nombre de Bética a ese extremo de España. Allí acuden navegantes que vuelven de las Islas Atlánticas. Son dos estas islas y están separadas por un estrecho y distan de Africa unos diez mil estadios. A estas islas las llaman las Afortunadas. Son regadas raramente por escasas lluvias  y tienen una tierra buena y fértil, que, sin ser arada ni sembrada, produce productos abundantes y gustosos que valen para comer sin necesidad de trabajar. El aire es inofensivo, y las estaciones del años apenas varían muy poco. El boreal y el viento este, al llegar a cierta distancias son disipados. El céfiro lleva algunas lluvias regulares desde el mar y la mayoría de las veces refrescan el lugar con húmedo sereno. Así pues, hasta los bárbaros creen que en aquellas islas están los Campos Elíseos y la mansión de los bienaventurados que Homero describió en sus cantos.”.Por su parte los escritores latino, que bebieron en las fuentes griegas, recogieron en sus obras las referencias a estas tierras más allá del Estrecho de Gibraltar. Así el historiados Salustio escribió en el Siglo I a.  “Se sabía que estas dos islas estaban próximas entre si, que distan 10.000 estadios de Cádiz y que producían espontáneamente alimentos para los hombres…… Según los filósofos, el Eliseo está en las Islas Afortunadas que canto bellamente Homero en sus  obras.   En el siglo I d. C. Pomponio Mela, buen conocedor del mundo de su tiempo hacia estas menciones: “Frente al Atlas están las Fortunae Insulae, cuya tierra produce una cantidad tan abundante de frutos que renacen y se suceden  incesantemente, hasta el punto de que sus habitantes viven  inquietud días más dichosos que los habitantes de cualquier tierra cuidadosamente cultivada. Hay una isla extraordinaria notable por dos fuentes dotadas de una propiedad singular: las aguas  de una fuente dan a los que la beben una risa que acaba con la muerte; y el único remedio para ello es beber el agua de la otra.” De entre los autores latinos destaca Plinio el viejo, el cual, en su Abundan en su Natural historiorum, en el capitulo IV, nos traslada do que logro compilar sobre el tema: “Mas lejos de éstas se citan también las dos islas de las Hespérides. Pero todo lo relativo a esto es tan dudoso que Espacio Seboso ha evaluado la distancia entre las Gorgonas y las Hespérides en cuarenta días de navegación viajando frente y a lo largo del Atlas, y en una sola hornada de viaje de aquellas islas al Cabo de Poniente:         Tampoco son más ciertas las noticias de las islas de Mauritania. Sólo se sabe con certeza que en unas pocas están frente a los Autololes. Sólo se sabe con certeza que unas pocas están frente en los Autololes, hallados por Juba y en ellas había establecido en el teñido de la púrpura getúlica. hay quienes piensan que mas allá de están las Afortunadas y algunas otras. Seboso que señaló las distancias, dice que Junonia dista de Cádiz setecientas cincuenta millas, Otro tanto distan Pluvialia y Capraria, más al ocaso: en Pluvalia no hay otra agua que de la lluvia. A doscientas cincuenta millas de éstas frente al margen izquierda de la Mauritania, se encuentran las Afortunadas que se llaman Convallis por su convexidad y Plenaria por su hermosura. El perímetro de Convallis es de trescientas millas. Allí se elevan árboles hasta de ciento cuarenta pies de altura.     Juba expuso así su descubrimiento de las Afortunas: Se hallan situadas hacia el sur y casi al Poniente, distando unas seiscientas veinticinco millas Purpurarías, siempre que se navegue doscientas cincuenta millas hacia el norte-poniente y luego trescientas sesenta y cinco hacia el oriente.         La primera se llama Ombrios, donde no hay huella alguna de edificios. Tiene un estanque en las montañas y árboles muy parecidas a la férula, y de ellos se puede obtener agua. Amarga de los negros y potable de los blancos.   Otra isla se llama junonia y en ella se encuentra un pequeño templo erigido sobre una gran piedra. Muy cerca de ella existe otra isla, que se llama Junonia minor. Está luego Capraria, llena de grande lagartos. A la vista de ellas está Nivaria, muy nublada y que recibió este nombre por sus nieves perpetuas. Próxima a ella está Canaria, llamada así por la abundancia de perros de gran tamaño, de los que se llevaron dos a Juba; allí hay huellas de edificios..    Abundan en todas las islas árboles frutales y aves de toda especie. Hay muchas palmas datileras, piñones y pinos. Hay también abundancia de miel.””

 Juan Bethencourt Alfonso

 Organización Socio-Política del Menceyato de Icod de los Vinos
Límites
Al Este con el reino de Taoro, del cual le separaba el barranco de la  Torre o del Dornajito, que desemboca en el valle de los Borgúsanos, como a 2 kilómetros al Naciente del barranco de Ruiz del Realejo Bajo; al Oeste con el reino de Daute, divididos por el barranco de las Cañas, nacido próximo a la montaña Bermeja en la Cumbre; al Norte con el mar y al Sur con el filo de la serranía central aguas vertientes. Comprendía las actuales municipalidades de Icod, Guancha, San Juan de la Rambla y la tira de terreno de mar a cumbre del Realejo Bajo encerrada entre los referidos barrancos de la Torre y de Ruiz.
Achimenceyatos
              Sólo se sabe por tradición que vivía un achimencey o gobernador en la “Fuente de la Guancha” o “Guancha”.
Auchones
            El Lunchon” en la Florida, Icod.
Lugares de concentración militar
            En el Tabor o “Montaña del Tabor”, donde llaman la Centinela, como a un kilómetro de Icod sobre la carretera de La Orotava.
Bailaderos
            El Bailadero” en el llano de Méndez, en La Guancha; el “Morro del Baladero”, entre Icod y los altos por el camino de Las Vegas; “El Bailadero”, entre la Cueva del Viento y el caserío de Redondo de Icod; y el “Bailadero de los guanches”, según la adjunta nota.
Soberanos reinantes
            Fundó la dinastía el 6 ª hijo de Tinerfe el Grande, Chincanayro.
Ocupaba el solio en los tiempos de la conquista Pelicar, que también pr onuncian Belicar o Bellicar, llamado después de bautizado Juan de Icod o Juan Martín de Icod, no faltando quién haya dicho que Blas.
Capital
     Hallábase situada la corte en Artaoro, hacia la cabezada de la población de Icod, en donde aún lleva dicho nombre un sitio en la unión de los caminos del Amparo y del Aserradero, fronterizo como a un kilómetro de la ladera de los Charcos, donde nacen las aguas de Icod. (Fuente: Historia del Pueblo Guanche de Juan Bethencourt Alfonso)
Tomado de https://laciudaddeldrago.wordpress.com/cronicas-de-mi-pueblo-por-miguel-delgado-lopez-2/

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