viernes, 13 de junio de 2014

MARCOS ANTONIO PERAZA DEL CASTILLO




1764 septiembre 5.
A pedimento de su padre fue trasladado al vecino pueblo de Arico, donde recibió sepultura en el presbiterio de la iglesia parroquial de San Juan Bautista, Marcos Antonio Peraza del Castillo (1716-1764), Sacerdote de la iglesia católica, capellán y párroco servidor de Arico y Granadilla

Miembro de una antigua e ilustre familia sureña, don Marcos Antonio siguió la carrera eclesiástica y fue ordenado sacerdote. Como tal estuvo durante casi toda su vida como capellán de la Parroquia de San Juan Bautista de su Arico natal, al frente de la cual estuvo dos veces como cura servidor, lo mismo que hizo en una ocasión en la Parroquia de San Antonio de Padua de Granadilla de Abona, pueblo del que era oriundo por su padre. Pero su prematura muerte pudo truncar la que pudo haber sido una carrera eclesiástica más destacada.

Nacimiento e ilustre familia

Nuestro biografiado nació en el lugar de Arico el 16 de mayo de 1716, siendo hijo del capitán don Marcos González Peraza del Castillo, natural de Granadilla, y de su esposa doña Sebastiana María de Mexía, que lo era de la primera localidad. Cinco días después fue bautizado en la iglesia de San Juan Bautista por el cura párroco don Salvador Quixada y Castillo; se le puso por nombre “Marcos Antonio” y actuó como padrino el alférez don Esteban de Morales, vecino del pago de Icor.

Creció en el seno de ilustres familias sureñas, en las que, entre otros muchos militares y religiosos, destacaron: su mencionado padre, don Marcos González Peraza del Castillo (1681- 1766), capitán de Milicias; sus tíos maternos, don Francisco González Mexía (1674-1751), clérigo minorista y capitán de Artillería, y don Salvador García o González Mexía (1679-?), alférez de Milicias; sus abuelos, don Pedro García del Castillo (?-1725), capitán de Milicias, y don Salvador González Mexía, alcalde de Arico y patrono de la festividad de la Cruz; sus tíos- abuelos, don Baltasar González del Castillo (?-1664), Licenciado y sacerdote, fray Juan García, comisario  del  Santo  Oficio,  examinador sinodal  y vicario  provincial de  la  Orden  de  San Francisco, y don Marcos González del Castillo (1646-1714), alférez de Milicias y alcalde de Granadilla; sus bisabuelos, don Marcos González del Castillo (1607-1669), capitán de Milicias, don Marcos Rodríguez, alférez de Milicias, don Francisco González Mexía, mayordomo de fábrica de la parroquia de Arico, y don Francisco Hernández, capitán de Milicias y alcalde de Arico; y sus tatarabuelos, don Juan González Gómez, primer capitán de Arico, y don Pedro García Izquierdo, alférez de Milicias.

Fundación de una capellanía a su favor y carrera eclesiástica

Desde  muy  joven  nuestro  biografiado  manifestó  sus  deseos  de  seguir  la  carreraeclesiástica, para lo que contó con la anuencia de sus padres. Así, en la tarde del viernes 6 de junio de 1727, fue ordenado de Prima Tonsura por el obispo de Canarias don Félix Bernui Zapata Mendoza y Cerda1; contaba tan solo 11 años de edad.
Pero, como aún no poseía suficiente congrua para ordenarse “in sacris”, sus padres fundaron una Capellanía mediante documento otorgado en Granadilla el 16 de abril de 1737, ante don José Conrado Ascanio, escribano público de Vilaflor; estaba pensionada con cuatro misas rezadas perpetuas en cada año por sus almas y las de sus difuntos (una a Ntra. Sra. de Candelaria en su octava y tres a San Juan Bautista, también en su octava), acompañadas de responsos sobre sus sepulcros. Señalaron por bienes de su dotación tres fanegadas de tierra “medida de puño”, de pan sembrar, en la Hoya de Milaneces; otro cercado de ocho fanegadas junto al Barranco de Ortiz; otra suerte y cercado contiguo en el Brecito Alto, que todo serán cuatro fanegas; y una casa frente a la iglesia parroquial con el sitio que le corresponde. Llamaron en primer lugar a su hijo don Marcos Antonio Peraza, por entonces clérigo tonsurado, que estaba estudiando a fin de lograr las órdenes menores y mayores; y por su muerte, primero a los hijos y descendencia de su hija doña Gabriela Peraza y luego a los de doña María García, también hija de los fundadores; pero con la condición de que habiendo dos en un mismo grado, preferían el mayor al  menor y los  hijos del varón a los de la hembra, y que una vez  extinguida su descendencia pasase al pariente más cercano, con las mismas condiciones.2

Gracias a dicha capellanía, el 14 de junio de 1737 don Marcos Peraza recibió los cuatro Grados (Órdenes Menores) en Gran Canaria. Como tal acólito, el 31 de mayo de 1738 se le ordenó de Epístola (Subdiaconado) en la iglesia parroquial del Puerto de Santa Cruz3. Y poco tiempo después recibió los sagrados órdenes del Diaconado y Presbiterado; todo ello de manos del nuevo obispo de la Diócesis Canariense, don Pedro Manuel Dávila y Cárdenas.

Capellán y cura servidor de Arico y Granadilla de Abona.

Tras celebrar su primera Misa en la iglesia de San Juan Bautista de Arico, el joven sacerdote quedó adscrito como capellán a dicha parroquia, colaborando, sobre todo a partir de 1744, en entierros, oficios de honras, bautizos, bodas, etc., con los distintos párrocos que pasaron por ella a lo largo de su vida: don José Bernardo Fernández Romero, don Antonio Felipe del Castillo y don José Nicolás Valladares. También es probable que, como capellán, en alguna etapa estuviese a cargo de la labor pastoral en la ermita de Ntra. Sra. de la Luz de Arico el Nuevo.

En dos ocasiones regentó la parroquia de su pueblo natal y en otra la del vecino pueblo de Granadilla, con lo que alcanzó la cumbre de su carrera sacerdotal. Durante algo más de dos años, entre el 7 de noviembre de 1748 y el 27 de marzo de 1751, ejerció como párroco servidor de Arico, en la vacante dejada por don José Bernardo Fernández Romero; en ese tiempo contó con la colaboración de los sacerdotes don José Lorenzo Gómez, don Carlos de Morales y fray Juan Prieto. Luego, durante seis meses, del 24 de enero a mediados de julio de 1752, actuó como cura servidor de Granadilla de Abona, al dejar vacante esta parroquia el Lcdo. don Rodrigo García de Armas; en ese semestre le ayudó en las tareas parroquiales el agustino fray Jacinto Álvarez.

Finalmente, durante un mes y medio, desde el 15 de mayo hasta el 3 de julio de 1756 ocupó de nuevo el cargo de párroco servidor de Arico, al cesar en ella don Antonio Felipe del Castillo; en este corto periodo contó con la colaboración del presbítero local don José Lorenzo Gómez. El resto del tiempo continuó vinculado a esta parroquia como capellán, aunque también seguía colaborando con la parroquia de Granadilla, localidad en la que pasaba largas temporadas.

Fallecimiento

El sacerdote don Marcos Antonio Peraza del Castillo falleció en Granadilla de Abona a la temprana edad de 48 años y “dicen que murió administrado de los Santos Sacramentos”; a pedimento de su padre fue trasladado al vecino pueblo de Arico, donde el 5 de septiembre de 1764 recibió sepultura en el presbiterio de la iglesia parroquial de San Juan Bautista; se le hizo entierro con capa, cruz alta, encomienda, tres pausas, vigilia, misa cantada y oficio de sepultura, y se dieron las gracias cantadas. Al día siguiente se le hicieron los oficios de honras y cabo de año, también con sus vigilias y misas cantadas, y se dieron las gracias cantadas. A las ceremonias de ambos días asistieron de capellanes el padre director fray Agustín Valladares, de la Orden de Santo Domingo, dos religiosos franciscanos y el presbítero don Andrés Francisco de la Cámara y Romero, capellán de la ermita de El Río de Arico. La ofrenda para los gastos se elevó a dos fanegas de trigo y dos barriles de vino.

(Octavio Rodríguez Delgado, 2013)  [blog.octaviordelgado.es]

Notas:

1 Archivo Diocesano de Las Palmas de Gran Canaria. Libros de órdenes, 1727.
2   Archivo Parroquial de San Juan Bautista de  Arico. Capellanías. Hoy depositado en el  Archivo Diocesano de Tenerife.
3 Archivo Diocesano de Las Palmas de Gran Canaria. Libros de órdenes, 1737-1738.









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