martes, 24 de junio de 2014

Magia, rito y tradición en la noche de San Juan






En estas fechas se festeja la llegada del solsticio de verano cuyo rito principal es encender una hoguera. En sus orígenes, la finalidad de este ritual era darle más fuerza al sol que, a partir del 21 de junio se iba haciendo más débil y con él los días se iban haciendo más cortos hasta el invierno. Con esto se marca el inicio del verano y con ello que a partir de ahora tendremos los días más largos del año con 15 horas de luz al día.
Su origen está ligado a la celebración del solsticio de verano, el 21 de junio, donde se prendía una hoguera y de ahí salían rituales y peticiones para todo el año. Se buscaba "dar más fuerza al sol", que hasta el invierno va perdiendo cada vez más fuerza.
En el caso canario, según apunta Luis León Barreto, para los cronistas, la recogida de las cosechas o Beñesmén aborigen sería algo más tardío que San Juan. Según Mármol Carvajal, en 1573, "los antiguos africanos de Berbería fueron todos ydólatras y adorauan el sol y el fuego". En opinión de Hermógenes Afonso de la Cruz, las hogueras que los guanches practicaban a finales de junio en honor al sol, fueron cristianizadas tras la conquista. Según el historiador Marín y Cubas, "entre el 21 y el 22 de junio, los primitivos canarios hacían fogaleras y llamaban a los magos, que eran los espíritus de sus antepasados." Para Pedro Gómez Escudero, citado a su vez por Francisco Morales Padrón, los canarios "llamaban a los magos, que eran los espíritus de sus antepasados, que andaban por los mares y venían allí a darles aviso cuando los llamaban, y veíanlos en forma de nubecitas"

Maria Gómez Díaz
Junio de 2014.

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