lunes, 30 de junio de 2014

JUAN JOSE RODRIGUEZ SÁNCHEZ



 

1951 julio 29.

  Juan José Rodríguez Sánchez nace en Mogán. Siendo el mayor de siete hermanos de una humilde familia, que como la mayoría de las mismas de la época vivían de la agricultura, y que cuando sus padres faltaron fue el cabeza de una familia muy unida.

Juanjo nunca quiso abandonar sus fincas y la agricultura, disfrutando en sus ratos libres de sus mangueros, aguacateros y sobre todo de su jardín, que era su pasión.

A los 18 años comenzó a dar sus primeros pasos en el folklore, constituyéndose en su otra pasión. Siendo muy amante del rescate de todo lo que tuviera que ver con las tradiciones.

Su primera actuación la realizó en Mogán al acabar el curso impartido por la Sección Femenina, que en aquella época visitaba los pueblos.

En 1969 junto al grupo que se estaba formando, con raíces en la sección femenina, realiza su segunda actuación en público en la Romería Ofrenda a la Virgen del Pino de Teror. Tradición que continuó hasta su último año de vida.

A partir de ahí, continúa trabajando para las Fiestas de San Antonio, pidiendo por las casas del Municipio el dinero que sufragase el gasto de las fiestas a través de una Comisión Parroquial.

En 1976, fue el promotor de invitar a los grupos folklóricos que actuaban en “El Pueblo Canario” para que actuasen en las Fiestas de San Antonio, a fin de dar a conocer las tradiciones y el folklore en Mogán, el cual era desconocido por muchos en nuestra zona, cosa que él quería potenciar.

En estas fechas, es cuando se empieza a trabajar en la idea de crear una agrupación folclórica en Mogán, porque tocadores y bailadores existieron en sus tiempos sin formar grupos estables, excepto el grupo Los Mocanes.

Un grupo de entusiastas, entre los que se encontraba Juan José, invita a Sindo Saavedra para que impartiese un curso de bailes tradicionales, pagándole el grupo de su bolsillo la pensión en casa de Josefita González.

Sería interminable contar la historia cultural de nuestro Municipio de Mogán, pero siempre habría que hacerlo a través de la figura de Juan José, Cofundador y Presidente durante muchos años de la Agrupación Folklórica-Cultural El Mocán, que ha representado al municipio en diferentes partes del mundo.

Días antes de fallecer estuvo actuando, con un papel protagonista, en una obra de teatro y bailando sus Folías y sus muy queridas Malagueñas, en las Fiestas del Carmen en Arguineguín.

Siempre participó sin ánimo de lucro en todas las actividades realizadas en nuestro pueblo.

Fue el impulsor del rescate del Auto Sacramental de Reyes, el cual se continúa celebrando desde el año 1976. Acto que se celebra en la iglesia de Mogán todos los días 5 de enero. En estas actuaciones siempre han colaborado miembros del Mocán. Juanjo estuvo representado durante todo este tiempo el papel que, con anterioridad, representaron su bisabuelo, su abuelo y su padre.

Como miembro de la Asociación de Belenistas de Gran Canaria participó durante muchos años en los Congresos Nacionales de Belenistas. Asimismo fue el responsable de la elaboración del tradicional Belén de Mogán y participante activo, desde su creación, en el Belén Viviente de Veneguera.
Cada año rescataba un par de villancicos para tocarlos en la Misa de Nochebuena y en el Tradicional Encuentro de Villancicos que se realiza todos los años en el municipio.

Desde el seno de El Mocán surge la idea de la Romería de San Antonio El Chico. Años atrás, ya se realizaban pequeñas ofrendas dentro de la Iglesia con niños, a los que Juanjo preparaba sus ropas y sus cestas de frutos. Siendo, en su estilo, hoy en día una de las mejores romerías de canarias.
Esos, que fueron niños, hoy en día, son padres de familia y están inculcando a sus hijos las mismas tradiciones que ellos aprendieron desde niños con Juanjo.
Todos los años visitaba el Municipio de Tegueste, en Tenerife, para el día de su Romería ver las carretas y recoger ideas que fueran válidas para mejorar nuestra Romería, ya que en nuestra isla no existían grandes tradiciones romeras, excepto Teror, Guía y Gáldar.
Diseñador y responsable, junto con Emilio García, de la carreta representativa del municipio de Mogán en las Romerías de Teror.
Fue un gran artesano de la palma, desplazándose en varias ocasiones a la ciudad de Elche para especializarse en ramos labrados de Semana Santa. Participando, además, como artesano en una de las Ferias más importantes de Canarias, la de Pinolere en la Orotava de Tenerife y en la de Infecar en Las Palmas de Gran Canaria. Transmitió sus conocimientos junto con Nicolás Afonso, de Veneguera, a todos los vecinos que quisieron aprenderlo. Era costumbre, llegadas las fechas del Domingo de Ramos, ver a un grupo de personas en torno a Juan José y a Nicolás, aprendiendo y elaborando los ramos de palma que luego se sacaban en la procesión de La Burrita.
Miembro activo y actor del Grupo de Teatro del Club de la 3ª Edad San Antonio con actuaciones en diferentes localidades de las islas. Además, autor de las letras y miembro de la Murga de la Asociación de Vecinos Valle de Mogán-Cruz del Siglo.

Participó en la idea de adquirir un nuevo trono para San Antonio. Realizando la colecta del dinero necesario; asimismo, se desplazó hasta un pueblo de Toledo, para supervisar los trabajos de elaboración de dicho trono. Pagando de su bolsillo su billete y el del cura que lo acompañó.
Era quien más sabía de imágenes procesionales de Semana Santa de la Parroquia, ya que conocía todos los trucos de montaje, ropas, etc...
Desde niño asistía a la Misa de madrugada, de mano de su abuela, en consecuencia ningún rito de la Iglesia ni oración le era desconocida. No tenía necesidad de consultar a ningún libro o anciano, porque él de corrido recitaba hasta las más antiguas.

Buen conocedor de la flora autóctona y ornamental, a las que cuidaba con esmero en los parques del Municipio. En años de calor, o en los días del gran incendio hace dos años, regaba de madrugada para que no se secaran las rosas o se perdieran las plantas por el calor.

Fue promotor, junto con Emilio García, de la reconstrucción del Molino Quemado, pagando de su bolsillo el trabajo de los artesanos y de los carpinteros sin saber si algún día podrían recuperar lo gastado. Hoy en día el molino es Patrimonio Histórico de Gran Canaria.

Sería necesario que cada uno de sus amigos y compañeros, que fueron muchos, dijeran una anécdota sobre él. Así se entendería el por qué el día de su entierro todos y cada uno de los asistentes iban contándose unos a otros sus vivencias.
Sus compañeros de trabajo, hablarían de su amor a las plantas y la maestría para podar, plantar y hacerlas crecer, porque ponía todo su amor.
Sus compañeros del Mocán contarían, entre otras anécdotas, que cuando fueron a Alemania al pedir las llaves en la recepción del hotel le llevaron dos cervezas. O cómo se enfadaba si viendo un tenderete veía alguna mamarrachada en el vestuario, o de la vez que se le trabó un justillo en los botones de su chaleco y hubo que parar el baile, o como tenía preparado para después de los ensayos un pica-pica, o, o, o muchos años de mucho amor que puso en el folklore.
¿Y si fueran sus compañeros de viaje? Mil historias de su viaje a Jerusalén, o a medio mundo del que pudo disfrutar viajando.
Su familia, ¿qué podría decir del que quedó como cabeza de familia cuando faltaron sus padres?.

Los que le acompañaron en su enfermedad, dirían que nunca tuvo un ¡ay! ni una queja, sólo su gran sonrisa.
Todos y cada uno de los párrocos de San Antonio, hablarían de su dedicación a su Iglesia y a los niños a los que daba catequesis. Fue, además, miembro del Consejo de Liturgia y de la Junta Económica de la Parroquia.
¿Y sus vecinos? Su manera de dar los buenos días y la puerta abierta de su casa, con un puesto en la mesa y una cama para descansar para quien lo necesitara.
Fue una gran persona, nunca supo decir no y siempre ofreció su sonrisa que contagiaba a cualquiera. Su familia, sus amigos y todos los vecinos del Municipio, todos los que le conocieron, se sienten orgullosos de poder contar su historia con él.
Nos dejó un gran legado que debemos continuar potenciando, para que la cultura de nuestro pueblo continúe en aumento, y así su esfuerzo no quede en el olvido.

Días antes de fallecer dedicó grandes sonrisas a todos sus seres queridos. Dejó mucha paz, porque él murió en paz con el mundo y con él mismo.
Gracias Juanjo, porque fuiste un ejemplo de lucha para todos.
Gracias por hacer este homenaje, demostrando así que su labor se está reconociendo.

El pasado mes de julio en las fiestas de San Antonio el pueblo de Mogan la rindió un homenaje y se inauguro una escultura en la plaza del pueblo a Juan José.
 (Publicado por vicen diaz personajes populares)

No hay comentarios:

Publicar un comentario