miércoles, 25 de febrero de 2015

"Hallazgos de ánforas subacuáticas de las Islas Canarias"





Cuando intentamos buscar interpretaciones para justificar la presencia de ánforas romanas en las aguas costeras de nuestras Islas, que cada día se ratifican con nuevos hallazgos terrestres, seis alternativas podrían acercarnos y explicarnos podrían, si bien no tendrían que ser necesariamente excluyentes, o podría darse la asociación de dos o más variables.

El primer argumento más sencillo, sería la presencia de barcos romanos, que durante sus viajes como exploradores por toda la costa atlántica norteafricana pudieran realizarían aguadas para proveerse de agua dulce y alimentos.

Una segunda alternativa sería el pensar que hacían ofrendas en forma de libaciones es decir vertiendo vino por la borda del barco y la correlativa formula religiosa, una vez se divisaba un hierón akrotérion o promunturiumsacrum, tras la cual se produciría el rompimiento de esta ánfora.

Una tercera posibilidad sería asociarlas a lo que sería el proceso de poblamiento de las islas que habría instalado en algunas de ellas un pequeño número de personas o incluso deportados contra su voluntad, seguramente procedentes del litoral norteafricano.
Una cuarta alternativa sería ala posible realización de razzias esclavistas en las Islas Canarias. Sin embargo, al incluir etapas temporales como el siglo I d.C., que constituyen fases de expansión fronteriza del Imperio romano, el contingente de prisioneros que entraba dentro de sus fronteras era lo suficientemente importante como para no tener que venir a las Canarias a la búsqueda de los mismos.
La quinta posibilidad estaría en la presencia de algún tipo de factoría en las Islas Canarias, procesando salazones de pescado, que algunos autores defienden desde época púnica.

Finalmente, la sexta alternativa sería la existencia de algún tipo de intercambios comerciales, significativa posibilidad a tener en cuenta por el tipo de ánforas documentadas, destinadas a transportar vino, aceite, salmueras y quizás salazones.
María Gómez Díaz. Febrero de 2015.


No hay comentarios:

Publicar un comentario