Partimos, y así queremos ponerlo de manifiesto, de una concepción
dialéctico-materialista y de su particular teoría sobre la existencia social,
que es el materialismo histórico; todo lo cual se inscribe en una concepción
ideológica: el marxismo. Desde esta posición concebimos a la Historia como una
herramienta para la construcción de una conciencia
social emancipadora. Nos identificamos plenamente con las palabras de G.
Lumbreras (1981), quien defiende que esto que hacemos «no es, como no lo es
ninguna ciencia, una etérea actividad académica aislada de los problemas de la
sociedad donde se desarrolla; es arma de liberación cuando descubre las raíces
históricas de los pueblos, enseñando el origen y carácter de su condición de
explotados; es arma de liberación cuando muestra
y descubre la transitoriedad de los estados y las clases sociales, la
transitoriedad de las instituciones y las pautas de conducta. Es arma de
liberación cuando se articula con las demás ciencias sociales, las que se
ocupan de los problemas de hoy, y muestra la unidad procesal de la historia en
sus términos generales y en sus particularidades locales y regionales».
Asimismo, la identificación y análisis de la base empírica, al no ser un
referente «aséptico»y constituir el elemento material que permite el acceso al
pasado desde el presente, debe sustentarse en una teoría de los contextos
arqueológicos y de la producción de la información (F. BATE, 1998)
Javier Velasco Vázquez, Cristo M. Hernández Gómez
Publicado por María Gómez Díaz. Febrero de 2015.
No hay comentarios:
Publicar un comentario