Teno: trece años, una filosofía de trabajo.
El Parque Rural de Teno es, sin lugar a dudas, una de
las más valiosas joyas del patrimonio natural y cultural de los tinerfeños y de
todos los canarios. Transcurridos trece años desde la apertura de la oficina de
gestión en el valle de El Palmar, desde donde se ha apostado tanto por la
conservación de la naturaleza como por el desarrollo, manteniendo y defendiendo
la cultura ancestral y las actividades tradicionales, llega la hora de hacer
balance y echar una breve mirada hacia el camino recorrido.
Los principales responsables del éxito de
esta apuesta son indudablemente los habitantes de los municipios que integran
el parque, sobre todo por creer que otro modelo es posible y que merece la pena
defender y conservar una cultura ligada a la tierra. En este período los residentes
han colaborado con el equipo de trabajadores de Medio Ambiente del Cabildo
Insular de Tenerife en la consolidación y mantenimiento de un espacio saludable
y singular con personalidad propia. La oficina de gestión del parque, ubicada
en el interior del mismo, desarrolla su actividad tomando como inspiración la
voluntad de servicio al ciudadano y un estilo de gestión que trata de alejarse
de la cada vez más inevitable y pesada maquinaria burocrática administrativa,
buscando en todo momento la participación y corrigiendo continuamente sus
propios errores, es decir, aprendiendo día a día.
Éstas son algunas de las claves que
explican que hoy, trece años después, se pueda celebrar con cierto orgullo el
aniversario de un modelo distinto de trabajar en –y con– el medio natural,
teniendo en cuenta a las personas que viven en él y respetando sus opiniones.
Para conocer mejor el Parque Rural de Teno
hay que volver la vista atrás y recordar cómo empezó todo y cuáles son los
fundamentos para continuar con este proyecto.
Teno
es un espacio natural protegido declarado “Parque Rural” por la Ley de Espacios Naturales de
Canarias de 1994, no sólo con el objetivo de preservar sus valores ecológicos y
patrimoniales, sino también de promover la mejora de la calidad de vida de las
poblaciones locales. Según esta ley, un parque rural es un amplio espacio donde
se desarrollan y coexisten procesos de importancia ecológica con actividades
tradicionales agrícolas, ganaderas o pesqueras, configurando todo el conjunto
un patrimonio natural, cultural y paisajístico de gran valor. Su finalidad
principal, por tanto, es la conservación de estos procesos naturales y del
patrimonio, promoviendo el desarrollo armónico de su población y la mejora de
sus condiciones de vida.
El Parque Rural de Teno está situado al noroeste
de la isla de Tenerife, siendo el segundo destino turístico en espacios
naturales de la misma, después del parque nacional del Teide, coincidiendo con
una de las zonas geológicas más antiguas: el macizo volcánico de Teno. El
parque se sustenta sobre parte del territorio de cuatro municipios: Buenavista
del Norte, Los Silos, Santiago del Teide y El Tanque. Sus 8.064 hectáreas
albergan un tesoro de biodiversidad, con endemismos exclusivos, y un peculiar
paisaje, resultado de los procesos naturales y el esfuerzo de sus habitantes
por aprovechar este territorio para la actividad agrícola y ganadera.
El plan
rector de uso y gestión del parque rural de Teno es el instrumento de
planeamiento que establece las directrices de gestión de este espacio natural,
las cuales se sustentan en tres pilares fundamentales: la conservación de los recursos naturales y
culturales, la ordenación del uso público
y el desarrollo socioeconómico de las
poblaciones locales. Para cada uno de estos ámbitos, el plan rector establece
la necesidad de redactar un Programa de Actuación, de los cuales se han
elaborado hasta el momento el de Conservación
de los recursos naturales, el de Ordenación
del uso público, y los de Desarrollo rural, de Infraestructuras de núcleos de población y un Plan de defensa de núcleos contra incendios
forestales, vinculados estos últimos al de desarrollo socioeconómico.
Desde la apertura de la oficina de gestión en
1997 en El Palmar, en el término municipal de Buenavista del Norte, se han
realizado múltiples proyectos y se ha puesto en marcha una serie de servicios.
En cuanto a la conservación de los recursos naturales, hemos de destacar la
repoblación de más de 75 hectáreas de monteverde y bosque termófilo, la
consolidación de las áreas cortafuegos de Monte del Agua, Bolico y Teno Alto,
así como la elaboración del proyecto e inicio de los trabajos de defensa de los
núcleos de población del parque frente a incendios forestales.
Con respecto a las acciones de desarrollo
socioeconómico, son de destacar nuestra apuesta por un sistema de depuración
natural de aguas residuales, con cuatro estaciones actualmente en
funcionamiento (Cruz de Gilda, Lomo del Medio de Masca, Carrizales y Albergue
de Bolico) y otras cuatro planificadas en el resto de los núcleos de población
del parque; el apoyo a la puesta en marcha y dinamización del Mercadillo del
Agricultor de El Palmar, abierto desde hace ya nueve años; el reparto entre los
agricultores locales de mas de 5.000 árboles frutales en estos últimos años
para la diversificación de la oferta del mercadillo y el rescate de variedades
locales; o la instalación de varias redes de riego y la pavimentación
aproximada de 11 km de pistas para acceso a caseríos y de 7’5 km de pistas
agrícolas para el apoyo a la agricultura de los núcleos de El Palmar, Las
Portelas, Lagunetas, Teno Alto, Erjos y Masca.
En cuanto a la gestión del uso público, se
ha procedido a la señalización de todos los senderos de la red del parque a
través del sistema internacional propuesto por la European Ramblers
Association; la apertura del albergue de Bolico en el año 2003, gestionado en
la actualidad por una pequeña empresa local y concebido como lugar de
alojamiento y aula de educación ambiental; así como la consolidación de la red
de centros de visitantes y puntos de información del parque, con la apertura
del Centro de Recepción de Visitantes de Los Pedregales, la dotación del Centro
de la Naturaleza
de Masca, y la próxima finalización de las obras del Centro de Visitantes de Erjos,
entre otros, así como la reforma y mejora del área recreativa y de acampada de
Los Pedregales.
La distribución de los recursos económicos y
personales para la ejecución de estos proyectos y servicios se ha realizado de
forma equilibrada entre los tres pilares básicos mencionados, teniendo como una
de nuestras premisas primordiales el beneficio de la población local con la
creación de empleo directo e indirecto.
Nuestra filosofía de trabajo se ha basado
en la suma de esfuerzos, trabajando codo a codo con la población local y
coordinando nuestras acciones con otros organismos, instituciones y
administraciones, y maximizando la participación de todos en la toma de
decisiones. Una de estas fórmulas de participación se realiza periódicamente de
forma reglada a través de la
Junta Rectora del Parque Rural de Teno, a la que se
incorporan las asociaciones de vecinos y de agricultores de todo el parque, así
como representantes del Gobierno de Canarias, de la Universidad de La Laguna o de grupos
ecologistas; sin embargo, la gestión del Parque Rural de Teno ha apostado
también por estrechar aún más los lazos con la población a través del uso de
técnicas participativas novedosas para incorporar sus demandas, conocimiento y
opiniones a la gestión del espacio de manera más efectiva y activa. Esta forma
de actuar ha ido conformando a lo largo de estos años un estilo de trabajo que
hemos querido llamar “Trabajando Juntos”, basado en técnicas de Diagnóstico
Rural Participativo.
Entre todos debemos continuar construyendo
un proyecto de futuro que busca la prosperidad de sus gentes a la vez que la
conservación de este valioso espacio natural, de modo que seamos continuadores
de un ya largo camino de pervivencia y evolución que sigue las leyes de la
naturaleza y el tiempo.
(Tomado de: Rincones del Atlántico)
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