Muere en
Madrid-España,
[...] ¿No será en fin de
cuentas, la Poesía,
la más alta, la más bella expresión del Amor?
"Porque nada hay, por humilde que sea, en cuya intimidad
no descubra la mirada amorosa tesoros de Poesía".
"La Poesía "
en Mensaje. Pedro Pinto de la
Rosa.
la más alta, la más bella expresión del Amor?
"Porque nada hay, por humilde que sea, en cuya intimidad
no descubra la mirada amorosa tesoros de Poesía".
"
Pedro
Bethencourt Padilla nació en Agulo, La Gomera , en 1894. La vocación poética despierta en
él desde muy joven. En su pueblo le animó a escribir Crescencio Rodríguez
Rivero, cubano de ascendencia canaria, escritor, que trabajaba como funcionario
del ayuntamiento en aquella época, y al que consideraría su maestro.
"Fue en mi pequeña Ysla
silenciosa
que sorprendiste el sueño de mi alma.
Tú me creíste hermano de las aves
y entonces me dijiste que cantara. [...]"!1.
que sorprendiste el sueño de mi alma.
Tú me creíste hermano de las aves
y entonces me dijiste que cantara. [...]"!1.
Pero la
vocación se afianza con su traslado a Tenerife para estudiar en la Escuela de Comercio, que
abandona para ingresar en el Instituto de La Laguna y graduarse de bachiller. Allí traba
relación con un amplio círculo de jóvenes poetas que frecuenta el Ateneo, en
especial con Pedro Pinto de la
Rosa , a quien le dedicará un poema de su primer libro, Salterio:
"A Pedro Pinto de la Rosa ,
Poeta Yuvista".
En 1915 gana
el "Certamen de la
Juventud Republicana ", auspiciado por Alejandro Lerroux
por la Fiestas
de Mayo, con el poema "Elegías a Marte", en el que trata el tema de
la guerra cuando está en su apogeo la I Guerra Mundial. Se publicaría al día siguiente
en el periódico La prensa, y más tarde se incluiría en Salterio.
También intervino, con su poema "Canción primaveral", representando a
El mismo año de 1915 publica en la revista Islas Canarias de
Los dos hermanos de Pedro Bethencourt, Agustín y José, fueron también personajes peculiares, y los tres merecieron ser recogidos en un artículo titulado "Escritores y artistas de
De Agustín
destaca su afán por recorrer países exóticos y su conocimiento de lenguas
orientales. Parece que viajó por Oriente y vivió en Grecia. Se casó en la
península, aunque pasó una temporada en Canarias enseñando latín y griego.
De Pedro se
dice en el artículo de Hespérides: "En sus poesías hay humo de incienso
y rumor de plegarias. Su espíritu, viajero e inquieto, quisiera tornarse en
‘una lluvia de amor sobre la tierra’. Todas sus producciones están amasadas con
harina de bondad y rutilares de místicas estrellas".
Pedro, desde muy joven, dio muestras de una llamativa personalidad. Valga como ejemplo la anécdota que nos contó Francisco Galván Torréns, que lo conoció cuando su madre, Carmen Torréns, ejerció de maestra del pueblo: "De Pedro Bethencourt se decía que tenía poderes hipnóticos y telepáticos (tras hipnotizar a alguien, luego con sólo mirarlo por la calle, éste se volvía y le preguntaba: ‘¿tú me llamabas?’; o una vez enterándose de que un amigo estaba en una capital europea le escribió que [...] y leyera una página de un libro que le interesaba, mientras él lo copiaba aquí en las islas por telepatía). Aunque una vez José Galván (marido de Carmen) le pidió que hipnotizara a sus hijos (José Manuel y Paco) para que no se orinaran en la cama, no lo consiguió. Pero sí logró leer un libro que no conocía con los ojos vendados. A este poeta le gustaba tocar la guitarra al igual que a José Galván y solían pasear juntos".
De ellos, Carlos Pinto Grote, hijo de su gran amigo Pedro Pinto de
Los tres hermanos y Pedro Pinto
eran teósofos, cuya doctrina sostiene que cada religión posee una porción de
una verdad universal y busca lo que hay en ellas de "Sabiduría
Divina". De origen cristiano y esotérico, bebe principalmente de las
fuentes orientales como el Budismo y el Hinduismo. Pedro Bethencourt perteneció
además a la masonería.
Esta mentalidad marca su poesía, y así inventa el Yuvismo, que define en el prólogo de Salterio: "[...] La poesía es una emanación dela Divinidad y a Ella debe
afluir, por la misma ley natural que hace que los arroyos tornen al mar del que
proceden.
Siendo la más expresiva de las artes, humanamente, la poesía ofrece una posibilidad más inmediata para la realización de lo divino. De aquí la responsabilidad del poeta como representante dela Belleza Universal.
[...] No adulteréis los dones del espíritu en ningún plano dela Naturaleza.
Fuente de felicidad ha de ser el poeta, para ayudar al hombre
en la revelación de Dios por la gracia del verbo.
Y a Dios no se Le puede revelar sino con amor.
Mas no olvidemos que para la eficacia del amor es necesaria la alegría.
[...] No sea nuestro lema ‘El arte por el arte’
Sino:
‘El Arte por la Humanidad’
‘El Arte por Dios’. He aquí el YUVISMO
Honremos nuestra enseña y así aprenderemos a servir como ‘el Hijo del hombre’, siendo nuestra Doctrina la del Corazón, y el arte NUESTRO SERVICIO"3.
Esta mentalidad marca su poesía, y así inventa el Yuvismo, que define en el prólogo de Salterio: "[...] La poesía es una emanación de
Siendo la más expresiva de las artes, humanamente, la poesía ofrece una posibilidad más inmediata para la realización de lo divino. De aquí la responsabilidad del poeta como representante de
[...] No adulteréis los dones del espíritu en ningún plano de
Fuente
Y a Dios no se Le puede revelar sino con amor.
Mas no olvidemos que para la eficacia del amor es necesaria la alegría.
[...] No sea nuestro lema ‘El arte por el arte’
Sino:
‘El Arte por la Humanidad’
‘El Arte por Dios’. He aquí el YUVISMO
Honremos nuestra enseña y así aprenderemos a servir como ‘el Hijo del hombre’, siendo nuestra Doctrina la del Corazón, y el arte NUESTRO SERVICIO"3.
A su
filosofía vital respondían también sus otras aficiones, como la guitarra, de la
que era un gran concertista. La suya estaba hecha especialmente para él con
siete cuerdas. "Si los rapsodas primitivos usaron siempre un
instrumento para acompañarse en el recital de sus versos al pueblo, de calle en
calle y no en cenáculos, este instrumento fue siempre de cuerdas. Entonces la
guitarra que es de origen oriental, tiene que orientarse, forzosamente, a la
poesía. No sé por qué misterio de la vida yo he acogido a ese instrumento
llamado guitarra para asociarlo a mis manifestaciones poéticas"4.
En sus estancias en Cuba recorría los pueblos dando conciertos con composiciones propias y de autores cubanos. Carlos Pinto Grote, que lo conoció bien a su vuelta, ya algo mayor, nos dice: "Pedro tocaba la guitarra maravillosamente y cantaba muy bien. Canciones y melodías cubanas a las que él les había puesto letra, que eran una auténtica maravilla, me acuerdo aquí, en este sitio donde estamos [en la sala de su casa], Pedro tocar la guitarra y quedarnos todos verdaderamente asombrados de oírlo cantar; cantaba con una voz un poco cascada".
En sus estancias en Cuba recorría los pueblos dando conciertos con composiciones propias y de autores cubanos. Carlos Pinto Grote, que lo conoció bien a su vuelta, ya algo mayor, nos dice: "Pedro tocaba la guitarra maravillosamente y cantaba muy bien. Canciones y melodías cubanas a las que él les había puesto letra, que eran una auténtica maravilla, me acuerdo aquí, en este sitio donde estamos [en la sala de su casa], Pedro tocar la guitarra y quedarnos todos verdaderamente asombrados de oírlo cantar; cantaba con una voz un poco cascada".
El primer
viaje a Cuba lo realizó con su madre y sus hermanos para ver a su padre, que
vivía en la isla desde hacía años. Allí permanecieron una corta temporada, y es
muy posible que la cuarta y última parte de Salterio, "Versos de
Ultramar", la escribiese en este tiempo.
Regresa de
nuevo a La Laguna
y más tarde viaja a Madrid, donde comienza la carrera de medicina, que abandona
más tarde. Aquí publica en agosto de 1920 su primer poemario, Salterio,
con ilustraciones de su amigo de Agulo el pintor José Aguiar, a cuya esposa,
Ana García, que también era amiga de la infancia y que había muerto en una
grave epidemia de gripe, dedica un emotivo poema del libro.
Salterio
tiene un gran éxito de crítica y bastante repercusión en su época. Lo presentó
en el Ateneo de Madrid el escritor y crítico Andrés González Blanco el 27 de
noviembre de 1920, acto en el que Pedro recitó algunos poemas del libro. Más
tarde esa presentación se publicaría en la revista Nuevo mundo del día 31 de
diciembre de 1920.
"[...] Hay algo en estas poesías, algo de la desnudez y austeridad de la poesía hebraica, bíblica; si algo se le asemejara en poesía europea, serían las ‘Melodías hebraicas’, de Lord Byron, o los ‘Poemas evangélicos’, de nuestro Larmig...
"[...] Hay algo en estas poesías, algo de la desnudez y austeridad de la poesía hebraica, bíblica; si algo se le asemejara en poesía europea, serían las ‘Melodías hebraicas’, de Lord Byron, o los ‘Poemas evangélicos’, de nuestro Larmig...
[...] Que la poesía isleña siga fecundando nuestra lánguida poesía peninsular...".
Estos primeros años de la década de los veinte frecuenta el Ateneo de Madrid y las tertulias del famoso Café Universal de
Viaja por Europa y pasa largas temporadas en Cuba. Se incluyen algunos de sus poemas en Los argonautas: antología de poetas españoles en Cuba, de José María Uncal5. y en la revista El guanche, órgano del Partido Nacionalista Canario de Cuba. Esta revista publica en el número 11 (15 de agosto de 1924) la interesante entrevista "Un poeta canario en Cuba", hecha por Antonio Soto, donde encontramos un fragmento de "Canción Primaveral", que aquí titula "Canto de juventud", leído en
"Quiero en fin, con entusiasmo,
como quien marchase a impulsos de desplegar por esos aires, cual trofeo victorioso, mi apolínea bandera; en el nombre de los pobres olvidados, en el nombre de los tristes, por los hijos del Dolor y la Miseria, por los pechos que suspiran para siempre por los ojos ignorados que no cesan de llorar entre las sombras, por los labios ya marchitos de las madres que a la orilla de la cuna se desvelan, por las pálidas mejillas de las vírgenes que sueñan, por los niños del arroyo cuyas frentes candorosas nadie besa... ¡Para todos los hermanos sin ventura, mis canciones volverán adondequiera como nítidas palomas de consuelo mensajeras!..." |
En esta entrevista cuenta que tiene preparados dos volúmenes de versos más, Cantos de amor y sacrificio y La voz perdida, y sabemos de su afición al naturismo, "a cuyo sistema de vida debo el optimismo y la salud que continuamente me envuelve". También habla de sus últimas composiciones musicales: "No concibo un poeta que desconozca la música en su técnica: el pentagrama es el más grande sugeridor de los más bellos poemas de la palabra".
Se le cita
en la revista Patria isleña entre los poetas representativos de la
intelectualidad canaria en Cuba en ese momento6.
y sus poemas se publican en numerosos periódicos y revistas de las islas, como
Junonia y La voz de Junonia (dirigidos por su hermano José), La prensa, El
heraldo de La Orotava ,
Hespérides, El tribuno, El Norte, Algas, etc.
En 1933 vuelve a Madrid con el propósito de publicar sus obras, y en los últimos cinco días de la desapacible travesía escribe, o mejor, "transcribe", La corrupción del mundo o el imperio de la magia: "[...] Esta obra nació pues en mí, de un modo espontáneo; esto es: sin que mi voluntad interviniera en ello para nada" Todo estaba presente y yo sólo tuve el trabajo de tomar el lápiz y dejar que mi mano se deslizara sobre las cuartillas...7
El libro es el único que publica en prosa, aunque tiene otro escrito con anterioridad que nunca ve la luz, Actividad liberadora. En él, Pedro entiende la magia como "el poder abusivo del pensamiento sobre la voluntad de los demás", siendo "negativa para el progreso real del hombre que buscala Verdad ".
No es la magia un hecho aislado en ninguna época de la historia del mundo. Ella
se ha manifestado siempre, cada vez que el hombre ha tratado de satisfacer las
apetencias de su ‘yo’, las falsas necesidades creadas por su egoísmo"8.
En 1933 vuelve a Madrid con el propósito de publicar sus obras, y en los últimos cinco días de la desapacible travesía escribe, o mejor, "transcribe", La corrupción del mundo o el imperio de la magia: "[...] Esta obra nació pues en mí, de un modo espontáneo; esto es: sin que mi voluntad interviniera en ello para nada" Todo estaba presente y yo sólo tuve el trabajo de tomar el lápiz y dejar que mi mano se deslizara sobre las cuartillas...7
El libro es el único que publica en prosa, aunque tiene otro escrito con anterioridad que nunca ve la luz, Actividad liberadora. En él, Pedro entiende la magia como "el poder abusivo del pensamiento sobre la voluntad de los demás", siendo "negativa para el progreso real del hombre que busca
En febrero
de 1934 publica en la
Editorial Liberación de Madrid su segundo libro de poemas,
Vida plena, que posiblemente reúne La voz perdida y Canto de amor y sacrificio,
pues en él encontramos algunas composiciones de estos poemarios publicadas en
la prensa.
En esta
época, Pedro realiza otros viajes por Europa. "Las anécdotas de sus
viajes eran únicas", nos comenta Carlos Pinto Grote: "Él
estuvo viviendo una temporada en París, con Pascasio Trujillo [otro gomero
singular, periodista entre otras cosas], alimentándose de almendras, gofio e
higos pasados que le mandaban de La
Gomera ; no tenía un duro y a veces tocaba la guitarra".
De estos
años son los libros inéditos de prosa Actividad liberadora y Mensajes, que
nunca verían la luz. Más tarde Pedro Pinto de la Rosa dirigiría la revista de
poesía Mensaje (1945-1946), de la
Sección de Literatura del Círculo de Bellas Artes de
Tenerife, y en ella encontramos un poema de Pedro, "Quédate aquí",
perteneciente a Vida plena.
Tras la
estancia europea, Pedro vuelve a Cuba, aunque poco tiempo después hace un nuevo
viaje a España donde le sorprende la Guerra Civil ; coge entonces un barco en Cartagena
y retorna a Cuba, donde permanecería hasta 1961.
Esta época
caribeña es la más desconocida de la vida de Pedro. Se casa con una cubana
llamada María Coca, con la que tiene una hija a la que le pone el nombre de su
muy querida abuela, María Luz (para Pedro su poema preferido era el que le
dedicara a ésta, "Abuela Luz", publicado en Salterio).
Sigue dando
sus conciertos de guitarra con algunas composiciones propias pero sobre todo de
autores cubanos, y funda también varias academias de música; pero su actividad
principal en esta época estuvo relacionada con la medicina natural: "...mi
actividad se desarrolló casi por entero, como director del ‘Instituto
Naturista’ –conviene aclarar que inicié los estudios de Medicina y que me vi
obligado a abandonarlos por falta de salud, en aquella época– [...] Modifiqué
el Naturismo, en Cuba, ateniéndome a mi propia experiencia, y eliminé cuanto de
fanatismo y superfluidad había en esa escuela conducente a la regeneración
biológica del hombre. Practicó, entre otras terapias como baños y masajes,
la "trofrología", que consiste en el estudio de la combinación de los
alimentos manteniendo una dieta equilibrada, "lo importante no es el
alimento en sí, sino cómo combina con otro, para evitar fermentaciones que
originen anomalías patológicas"9.
De esta faceta de Pedro, Carlos Pinto nos dice: "Pasaba periodos vegetarianos durante un montón de tiempo, pero un buen día decía: '‘Bueno, ahora tengo que comer un poco de carne y no me importa'’. Ni en eso era un ortodoxo, la ortodoxia para él no existía, él era un heterodoxo auténtico [...] El cuerpo hay que sostenerlo, el cuerpo hay que cuidarlo. Dentro dela Teosofía es importante el
cuidado de la caja, que encierra el espíritu".
Poco sabemos de su actividad literaria en esta época. En 1950 escribió el "preludio... para Luz de lágrima, primer libro de poemas de la escritora cubana de padre canario Nivaria Tejera10.
De esta faceta de Pedro, Carlos Pinto nos dice: "Pasaba periodos vegetarianos durante un montón de tiempo, pero un buen día decía: '‘Bueno, ahora tengo que comer un poco de carne y no me importa'’. Ni en eso era un ortodoxo, la ortodoxia para él no existía, él era un heterodoxo auténtico [...] El cuerpo hay que sostenerlo, el cuerpo hay que cuidarlo. Dentro de
Poco sabemos de su actividad literaria en esta época. En 1950 escribió el "preludio... para Luz de lágrima, primer libro de poemas de la escritora cubana de padre canario Nivaria Tejera10.
Domingo
Pérez Minik publica en 1952, en su Antología de la poesía canaria, cinco poemas
del libro inédito La piedra viva ("Piedra cándida", "Rubí",
"Piedra de molino", "Piedra de olvido" y
"Diamante"). De este libro sólo conocemos, además de estos poemas, el
que publica la revista de poesía Gánigo en 1965 ("Piedra del aire") y
los tres que conserva su sobrino Pablo Bethencourt ("Azabache",
"Canto a la sílice" y "Piedra rodada", el último de los
cuales publicamos en este número).
En la
primavera de 1961 regresa a España11
y pasa unos meses en Madrid antes de venir a Tenerife, donde se quedará algo
más de un año, hasta octubre de 1962, en casa de su hermano José, que vive en
la calle Pedro Pinto de la Rosa.
En este periodo publica varios
poemas en el periódico El día y sobre todo en La tarde, así como en la revista
Gánigo, del Círculo de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife, dirigida por el
poeta icodense Emeterio Gutiérrez Albelo. Sus poemas los encontramos en la
mayoría de las antologías y selecciones de poesía canaria, y de esta época es
otro libro inédito titulado La canción del retorno.
A su llegada
a la isla, Luis Álvarez Cruz y Vicente Borges le hacen sendas entrevistas para
El día y La tarde. Al poco tiempo es objeto de una espectacular bienvenida en
su isla natal y la celebración dura casi dos semanas, con actos culturales en
varios municipios. En Agulo le ponen su nombre a la calle donde nació, la calle
del Calvario, a la que dedica un poema que lee al descubrirse el nuevo rótulo.
Más tarde se
le dedica otra calle en Santa Cruz de Tenerife, que "casualmente" fue
donde vivió hasta su muerte su hermano José.
Casualidades
como ésta las comenta Pedro en la entrevista de El día: "¡Qué cosas
tiene la vida! Fui como sabes un gran amigo de Pedro Pinto de la Rosa. A éste, naturalmente
no he podido encontrarlo12.
Pero la calle donde he venido a parar lleva su nombre"13.
También, curiosamente, al principio de su última su estancia en Madrid vive en
la calle Canarias.
A este respecto, su sobrino Pablo Bethencourt (que es el hijo más pequeño de los doce de su hermano José y es también músico y poeta) recuerda: "En muchas ocasiones, mi tío Pedro solía comentar con asombro las casualidades, coincidencias en el tiempo de cosas o personas, circunstancias, que por diferentes motivos casaban unas con otras; en realidad, estaba señalando lo que el psicólogo Jung define como sincronicidad. Mi tío afirmaba que no eran casualidades, cosas que pasan al azar: ‘'estos fenómenos responden a algo invisible, como si estuviera escrito o que el fenómeno surge por una necesidad categórica’'".
A este respecto, su sobrino Pablo Bethencourt (que es el hijo más pequeño de los doce de su hermano José y es también músico y poeta) recuerda: "En muchas ocasiones, mi tío Pedro solía comentar con asombro las casualidades, coincidencias en el tiempo de cosas o personas, circunstancias, que por diferentes motivos casaban unas con otras; en realidad, estaba señalando lo que el psicólogo Jung define como sincronicidad. Mi tío afirmaba que no eran casualidades, cosas que pasan al azar: ‘'estos fenómenos responden a algo invisible, como si estuviera escrito o que el fenómeno surge por una necesidad categórica’'".
Carlos Pinto
nos hace un buen retrato de Pedro y su carácter en esta época en que lo conoció
personalmente, pues iba casi todas las tardes a tomar el té y a charlar con su
madre, Laura Grote, también poetisa, a su casa de La Laguna : "Era un
personaje, era un tío tremendo, era un hombre alto, delgado, de un físico muy
aceptable, con una melena larga, siempre muy bien vestido, aunque tenía unas
corbatas horribles, yo se lo decía –pero Pedro, las corbatas que tienes...–
¡No, son bonitas! me decía.
Pedro era
un personaje de una gran categoría, era natural que Pedro fuera así, porque lo
fue toda su vida... Era un hombre agradabilísimo, de una facilidad de
palabra enorme, siempre muy plácido y muy tranquilo. Tenía una vida interna
enorme y era un hombre bueno, profundamente bueno, estaba dentro de la línea
teosófica más pura". Pedro dedica a Laura Grote un poema14
como despedida justo antes de su viaje definitivo a Madrid, que se produce en
octubre de 1962 con una nueva compañera, Trini, a la que probablemente conoció
durante su estancia en Tenerife, y con quien vive hasta su muerte (a principios
de los años setenta) y que sería el último gran amor de su vida.
A partir de esa fecha reside en algunas pensiones de la ciudad, lleva una vida bohemia, y frecuenta la tertulia del café "Punto y Coma", enla Plaza de Santa Ana. Vive
principalmente de su trabajo como masajista, para el que utiliza, además de sus
manos, un aparato vibrador de fabricación americana que trajo consigo de Cuba.
A partir de esa fecha reside en algunas pensiones de la ciudad, lleva una vida bohemia, y frecuenta la tertulia del café "Punto y Coma", en
De esta
época, su sobrino Pablo, que también vive en Madrid, nos cuenta: "Uno
de sus oficios, además de poeta y guitarrista, fue la reflexología. Mi tío
Pedro era admirado por sus pacientes. Recuerdo la visita en mi casa de un
matrimonio, ya jubilado, que fue dueño de la ‘'Pensión César'’ [...]. Aquel
hombre no hacía más que abrazarme, como si fuera un hijo de mi tío muy querido,
pues había hecho en ellos milagros".
Nunca volvería
a encontrarse con su mujer y su hija, que al poco tiempo de que el poeta
viniese a Madrid, saldrían de Cuba y establecerían su residencia en la ciudad
de Nueva York.
La
vida y la obra de Pedro Bethencourt, por igual, marcaron a todos los que lo conocieron
y le hicieron merecedor de un espacio entre los grandes autores. Sebastián
Padrón Acosta, en su obra Poetas canarios de los siglos XIX y XX, diría: "Estas
poesías están desnudas de sensualidad. El poeta toma una actitud apostólica.
Aire de enviado. [...] hallamos, además de esa desnudez de fondo y
forma, un acercamiento íntimo a la naturaleza, acercamiento que a veces tiene
tonos panteístas, y otras delicadezas franciscanas. Hay un ideario de esta
escuela como un afán poderoso de hacer el bien a todos, de fraternizar con
todos los seres, desde el gusano hasta la estrella. [...] La poesía de
Bethencourt no es trompetería, ni lentejuela, es sobre todo espíritu,
intimidad. El poeta ama con espiritual sentido todas las cosas. Son ‘poesías
hechas, no en la sequedad del gabinete, sino al aire libre’, sobre la montaña,
entre las ráfagas azules de la brisa, sobre el verde vivo de los campos, entre
la canción jocunda de los cañaverales, bajo el tamo luminoso del sol, abierto
arriba como una cascada de oro"15.
En el breve estudio que Pérez Minik le dedica, comenta que "[...] ha sido y es uno de los más originales poetas de las Islas Occidentales". Crea su propio vehículo formal, su independiente espíritu, su personal voz... él ha trabajado su verso dentro de un cierto exilio del mundo temporal, pero con un acento y una veracidad emotiva de altas calidades [...] es hombre de difícil encuadramiento retórico y escapa a todo lenguaje repulido y docente... en ‘Salterio’ existen otros poemas donde se acusa su gusto y amor por la naturaleza, su escondida melancolía y una como simple y escondida revelación de todas las cosas"16.
En el breve estudio que Pérez Minik le dedica, comenta que "[...] ha sido y es uno de los más originales poetas de las Islas Occidentales". Crea su propio vehículo formal, su independiente espíritu, su personal voz... él ha trabajado su verso dentro de un cierto exilio del mundo temporal, pero con un acento y una veracidad emotiva de altas calidades [...] es hombre de difícil encuadramiento retórico y escapa a todo lenguaje repulido y docente... en ‘Salterio’ existen otros poemas donde se acusa su gusto y amor por la naturaleza, su escondida melancolía y una como simple y escondida revelación de todas las cosas"16.
Pedro muere
en Madrid en 1985. Su maleta y su guitarra seguramente se quedaron en una
portería de alguna pensión del centro de Madrid. Con algunos libros, algo de
ropa y quizá algunos poemas manuscritos de La piedra viva y otros poemarios, no
muchos quizá, pues Pedro los llevaba consigo en su memoria, en su alma pura,
que era el lugar desde el que componía y que había tenido, como tan sólo unos
pocos privilegiados, la inmensa gracia de sentir y conocer.
Mañana
Yo tan sólo nací para el idilio; para vivir soñando entre las flores, en los labios un verso de Virgilio, y el corazón, un manantial de amores. De esta mísera vida en el exilio y a usanza de los viejos trovadores, de mi guitarra con el grato auxilio he de cruzar cantando mis loores. Mañana... no hallaréis en mi morada sino paz, una dulce paz lograda como al influjo de preceptos de oro; ...acaso algunos libros, pocas cosas, y la guitarra que yo tanto adoro, perfumada de versos y de rosas... Salterio, 1920. |
Agradecimientos
A todas las personas que tan amablemente quisieron participar en este modesto homenaje a Pedro Bethencourt Padilla, hablándonos de las vivencias y recuerdos del poeta para poder transmitirlos y ofrecerlos a los lectores de Rincones del Atlántico: Manolo Bethencourt Attias, Pablo Bethencourt Attias, Carlos Pinto Grote, Marcos Rodríguez...
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