Capitulo XXV y III
Eduardo Pedro García Rodríguez
Isla Erbania (Fuerteventura)
Montañas Sagradas
En las
culturas universales las montañas son consideradas uno de los símbolos
religiosos y metafísicos, un icono de la elevación espiritual y del
acercamiento del ser humano a la Divinidad. Desde tiempos prehistóricos, algunas
montañas han sido sacralizadas por pueblos y culturas diversas, y aún hoy
siguen siéndolo en aquellas sociedades consideradas como las más avanzadas
tecnológicas y culturalmente.
Naturalmente me refiero a sociedades cuyos
pueblos desarrollan libremente su cultura, lo cual no es el caso de nuestro
archipiélago que por el hecho de ser una colonia, nuestras ancestrales
tradiciones siempre han sido despreciadas, demonizadas, ninguneadas o
prostituidas por una aculturación impuesta tras la invasión y colonización de
unos pueblos europeos en un principio por las fuerza de las armas y sostenida
durante siglos por el terror psicológico policial e incluso militar.
La pervivencia hoy en día en
Canarias del legado del guanche desde el ámbito antropológico, genético, psicológico al espiritual, pasando por los
aspectos culturales es innegable, pero desde la época de la invasión y
conquista, el colonizador le ha faltado
al respeto a la memoria de nuestros ancestros.
Las montañas
sagradas y las cuevas no son sino “recintos sagrados” de los misterios pasados
y del misterio futuro, que habrán de ser esclarecido por una ciencia menos
ciega que la que en nuestros días –a título de un saber que lo ignora todo,
pues que ignora los altos problemas de la Historia y de la Psiquis – se atreve a
profanar, esos templos del saber de los antepasados.
“Igual que nadie piensa hoy
que los fieles de las diferentes confesiones religiosas veneran sus templos como
si fueran deidades, tampoco tiene sentido considerar que las antiguas
comunidades amazighes adoraban las rocas, cuevas y cumbres que
integraban el amplio repertorio de sus lugares de culto. Otra cosa distinta es
la lógica reverencia que se tributa al espacio donde el creyente contacta con
la presencia divina que es objeto de su devoción. Sin embargo, esta
constatación (tardíamente asumida por la investigación) no debe soslayar una
creencia muy arraigada en esa milenaria cultura norteafricana: todo lo que
existe tiene voluntad y consciencia, también aquellos elementos de la
naturaleza que en el presente catalogamos como inertes. Una
concepción que difumina las fronteras entre lo espiritual y lo sensible, algo
muy relevante por lo que hace referencia a las rocas, pues a ellas se atribuye
la representación del principio femenino de la esencia humana y la capacidad de
fijar el alma vegetativa de los muertos.” (Mundo Guanche)
Tal como recoge E. Bernbaum
investigador asociado de la
Universidad de California, Berkeley, Estados Unidos. ”Las
montañas sagradas tienen un valor especial que las hace merecedoras de ser
protegidas a cualquier precio. Las creencias y actitudes que sostienen quienes
las veneran pueden ser fuerzas poderosas que contribuyen a preservar la integridad
del medio natural.” (E. Bernbaum)
Permítame el posible lector
exponer algunos ejemplos de montañas ubicadas en diferentes países que aún hoy
en pleno siglo XXI, donde impera la cultura de la tecnología y la cibernautica,
tienen la consideración de Montañas Sagradas y como tales son veneradas y
respetadas, muchas de estas son consideradas las casas de la Divinidad y se
encuentran en emplazamientos con gran carga mística:
Monte Kailash
Pocas montañas son tan distintivas y tan emblemáticas. El
conocido por “Trono
de los Dioses” se encuentra en una zona muy aislada del Tibet y
el viajero tan solo podrá contemplarla desde su base, ya que está prohibido
pisar su cima. A cambio se realizan peregrinaciones alrededor de su perímetro.
De su cumbre brotan cuatro de los ríos más grandes de Asia y es considerada
sagrada por cuatro religiones: Hinduismo, Budismo, Jainismo y Bon.
Monte Sinaí
Es en este monte donde la Biblia Judeo-cristiana
cuenta que Moíses recibió de su dios las Tablas de la Ley. Y aunque su posición
exacta aún continúa bajo debate, no cabe duda de que esta región de la Península del Sinaí
posee un magnetismo único.
El Pico de
Adán
Localizado en Sri Lanka
central, este monte es considerado sagrado por hindúes, budistas y musulmanes,
es también es centro de peregrinación para cristianos y judíos.
Los creyentes piensan que éste
simboliza la impresión de la huella de Adán, de Santo Tomás, de Buda y de Shiva. La
época de mayores peregrinaciones se da en mes de abril.
La Torre del diablo
Situado en los llanos del
noreste de Wyoming (USA), la
Torre del Diablo es monolítico peñasco que emerge solitario
sobre el horizonte. Una vez en la base, las columnas ígneas escapan
verticalmente de nuestra vista, quebrándose el cielo.
La torre es considerada
sagrada por muchos pueblos americanos nativos, incluyendo los Sioux, los Cheyén y los Kiowa.
Durante el mes de julio se realizan ceremonias.
Uluru
Comúnmente llamado Ayers Rock, se trata posiblemente de
la roca más fotografiada y más grande de toda Australia central.
Técnicamente no se la considera una montaña, Uluru son los restos de una
montaña muy vieja y grande que se fue erosionando con el pasar de los siglos.Uluru es el nombre sagrado que le dieron los naturales que viven en la región. Ellos creen que este lugar es el origen de todo lo que conocen. Los Aborígenes respetan fervientemente esta montaña e invitan a los visitantes a observarla desde cerca pero a no ascenderla.
Las Montañas
Sagradas de China
La milenaria cultura
guarda innumerables Montañas Sagradas dentro de esta categoría: El monte
del Este o monte Taishan, el monte Song o monte Central, el monte del Oeste o
monte Huashan, el monte del Norte o Monte Bei Hengshan y el Monte del Sur Monte Nan Hengshan, son conocidas como las
cinco montañas son sagradas de China. Su altitud varía entre
El conjunto de las cinco montañas
sagradas se fueron constituyendo progresivamente y aparece bien estructurado a
partir de las Dinastías del Norte y Sur entre el año 420 y 589, donde con el desarrollo
del budismo y las grandes escuelas taoístas, establecieron allí numerosos
templos. Los taoístas hablaron en esa época de “los dioses de las cinco
montañas”.
Monte Fuji san
Majestuoso Monte Sagrado de
Japón, el imperio del Sol naciente.
Büyük Agri Dagi –la gran
montaña del dolor–, como conocen los turcos a esta impresionante cumbre, se
corresponde con la bíblica montaña del Ararat, el majestuoso volcán, de 5.435 metros de
altitud, que se alza en el extremo nordeste de la península de Anatolia, sobre
suelo turco, y a pocos kilómetros de las fronteras con Armenia y Nakhitchévan.
Monte Gunung Agung
En Bali (Indonesia) constituyen el
modelo del mítico monte Meru o Sumeru, que representa un eje cósmico en torno
al cual está organizado el universo en la cosmología hindú y budista.
Monte Kenya
Los kikuyu de Kenya veneran la cumbre de este monte como lugar
de descanso en este mundo de Ngai, o Dios.
Kilauea
Los hawaianos nativos consideran al
Kilauea como el cuerpo de la diosa del volcán Pele y el intento de perforación
geotérmica en la montaña como violación de su persona física.
Kailas
Para los hindúes, el monte Kailas es la morada del dios Shiva.
Su esposa es Parvati, que significa “hija de la montaña”. Para los budistas
tibetanos, el monte Kailas es la pagoda
de Demchog, la felicidad suprema.
Athos
Los monjes cristianos ortodoxos llaman a la península sagrada
del monte Athos, en Grecia, el “Jardín de la Madre de Dios”.
Monte Koya (Koyasan)
En este monte se encuentra uno de los cementerios más
impresionantes del Japón, situado en un bosque de cedros gigantes en torno al
mausoleo de Kobo Daishi, el fundador del shingon o budismo esotérico.
Montañas de los Andes
peruanos
Muchas poblaciones indígenas de la
zona del Cuzco no matan a animales silvestres como las vicuñas porque creen que
pertenecen al Apus, las deidades de las montañas de los Andes peruanos.
Teide
Situado en
Chinech (Tenerife). Es el volcán más alto del Archipiélago Canario con sus 3.727 metros de
altura, considerado sagrado desde la antigüedad por los ancestros guanches.
Para los guanches este volcán es sagrado y recibe el nombre de Echeyde (que después de una
castellanización, derivó en el nombre actual) que significa infierno En sus entrañas mora Guayota el genio
inquieto o maléfico.
Según la
tradición, Guayota secuestró a la Diosa Magek
(Diosa de la Luz
y la Sol ), y la
llevó consigo al interior del Teide. Los ancestros guanches pidieron clemencia
a Achaman (Los Cielos), Achamán
consiguió derrotar a Guayota, sacar a Magek de las entrañas de Echeyde y
taponar el cráter. Dicen que el tapón que puso Achamán es el llamado Pan de
Azúcar, el último cono, de color blanquecino, que corona el Teide.
Roque Idafe
En la Isla Benahuare (La Palma ), dentro de la Caldera de Taburiente, que
es el enorme cráter de la isla, se encuentra el Roque de Idafe. Los antiguos
guanches lo veneraban y entregaban las vísceras de los animales que
sacrificaban como ofrenda.
Según recoge
una tradición expuesta desde una óptica etno-cristina los awuaras (palmeros)
veneraban a dicho roque, considerándolo sustentador del cielo, y creían que si
se derrumbaba traería consigo grandes desgracias. Por ello realizaban ofrendas
con asaduras de animales mientras entonaban: Iguida iguan Idafe? (¿Dicén
qué caerá el Idafe?), a lo que otro respondía Que guerte iguan taro
(Dale lo que traes y no caerá). (A. Galindo)
Roque de los Muchachos
El prestigioso investigador awuara Martín ha estudiado un marcador solar
localizado en Cabeceras de Izcagua parte de un grabado rupestre, denominado por
los investigadores piedra del verano, que registra la aparición del Sol del
estío. El petroglifo presenta una sola cara inclinada hacia el noreste. Mide 44 centímetros de
largo por 34 de ancho. “Es todo un símbolo de representación cosmomórfica”,
señala Miguel Martín. Los equinoccios se establecen, explica, “mediante el
alineamiento de tres amontonamientos de piedra con la montaña por donde salen
los soles de primavera y otoño”. Esta montaña es, resalta, “nada más y nada
menos que El Roque de Los Muchachos”. En el referido complejo, concluye,
también determina el solsticio de invierno.
Venática
El santuario por antonomasia de la Isla Esero (Hierro) lo constituye Los Santillos o
Santillos de los antiguos. Lugar de veneración del pueblo bimbache dedicado
a Eranoranhan y Moneiba... “No les sacrificaban; Más de rogarle para herbaje de sus ganados. Y a
estos sus ídolos o dioses no los tenían hecho de alguna materia, sino solamente
eran intelectuales, fingiendo que su habitación y lugar para hacerles bien eran
dos peñascos largos a manera de mohones, que están en un término que llaman Bentayca, que hoy llaman Los
Santillos de los Antiguos...Y así, cuando veían tardar las aguas del invierno,
juntábanse en Bentayca, donde
fingían estar sus ídolos, y alrededor de aquellos peñascos estaban sin comer
tres días, y con el hambre lloraban y el ganado balaba, y ellos daban voces a
los ídolos que les mandasen agua...”
Como en las
otras islas se suplantaron los símbolos de la naturaleza para instalar la
religión cristiana, aunque actualmente se siguen haciendo ritos animistas
(culto a la naturaleza) utilizando símbolos judeo-cristianos.
Roque
Bentayga
El Roque Bentayga es un monolito de
piedra basáltica situado a una cota de 1.404 metros de
altura. En sus inmediaciones podemos encontrar un lugar de culto aborigen:
Almogarén. Este espacio es interpretado como un lugar para la observación de
las estrellas y la Luna. Es
una de las formaciones rocosas más singulares de la isla de Tamarant (Gran
Canaria), cerca del roque se encuentran los antiguos asentamientos de los
canarii de Cuevas del Rey y Roque Camello, que constan de un centenar de cuevas
con habitaciones, enterramientos, silos, etc.
En el lado oriental de la base del roque
se halla el llamado “Almogarén del Bentayga”, construcción de culto de los
canarii. Un muro de piedra seca que recorre la base del roque por sus lados
este y sur podría delimitar el espacio sagrado.
Recientemente se han dado a conocer varios grabados rupestres en
alfabeto líbico-bereber.
Fortaleza de Chipude
Esta
Fortaleza, debe corresponder con la denominación Argodey, según recoge Abreu Galindo: “...venido a noticia del rey Amaluige la entrada en su tierra y muerte
de su hermano, apellidó la isla y fue en busca de los extranjeros matadores de
su hermano, a los cuales acometió y dio batalla, y hizo retraer a una fuerza
que dice Argodey, toda cercada de peña muy fuerte, la cual no tiene más de una
entrada” (Abreu Galindo).
El ingeniero Leonardo Torriani, en su “Descripción de las Islas Canarias”,
señala cómo “[...] reunieron todos los
isleños, los cuales hallaron a los cristianos aislados del mar y en medio de la
batalla; y los obligaron a retirarse a un sitio alto, que en lengua antigua se
dice Argodei, que significa “fortaleza”, por estar formada por un risco muy
alto, la cual [...] tiene entrada por un solo lado”. En términos similares
se expresa Marín y Cubas.
Situada en el sector suroccidental de la
isla, tiene una altitud de 1.243
metros . El primer investigador de la Fortaleza de Chipude o
Argodey fue el amusnau tinerfeño Dr. Juan Bethencourt Alfonso, quien confirmó
el carácter sagrado del recinto, aspecto corroborado por el antropólogo francés
René Verneau. Otros investigadores posteriores insistirán en esta
significación. Bethencourt Alfonso señala que: “en la superficie de esta meseta
“[...] se advierte un gran número como de pequeños corrales hechos de piedra
seca o sin argamasa, algunos de cantos rodados transportados de los barrancos;
ya de figura circular o elíptica, que, desde luego, revelan su antigüedad [...]
y una arquitectura extraña al pueblo actual”. Bethencourt, atendiendo a su “uso
probable”, los clasifica como: “edificios que parecen haber servido de
viviendas al hombre [...] de un metro de espesor, que fueron todos circulares,
sólidamente edificados, de tres metros de diámetro, por uno y medio a dos
metros de altura”. En segundo lugar, “corrales”, que estima debieron servir
para encerrar ganado. El tercer grupo lo constituyen pequeños círculos de
piedra, que él sospechó sirvieron para recoger líquidos, a modo de cazoletas, y
que “estaban tapados como por una pequeña pirámide de piedra”. Y por último,
“monumentos que fueron verdaderos ‘pireos’”. En el mejor conservado, destacó la
presencia de “trozos de huesos de cabra y de cabrito calcinados, cuchillos de
piedra, al parecer de fonolita, con los que sacrificaban las reses; pedazos de
carbón y leña casi carbonizada que juzgamos son de brezo o tagasaste, y una
piedra del tamaño de una naranja, redondeada por la mano del hombre y medio
quemada, que ignoramos a qué uso se destinaría”. (B, Alfonso, 1881:355-56)
En 1973 el Departamento de Arqueología
de la Universidad
de La Laguna
llevó a cabo una campaña de excavaciones y estudio del yacimiento Fueron excavadas siete tipos de
estructuras, que responden a las siguientes categorías: cabaña circular, redil,
conjunto de cabaña-redil, cabaña abrigo y hogar. La datación por Carbono 14 en
una muestra de carbón vegetal dio una cronología de 470 ± 60 de la era actual.
Según estos estudios, se estimó que debió de tratarse de una zona de hábitat
temporal de una comunidad pastoril, que acudiría a dicha zona en busca de
pastos. Además de su uso como lugar de reunión por motivos políticos, militares
o religiosos.
Debido a sus especiales condiciones
climáticas (viento, frío, niebla) y la carencia de agua, la antigua Argodey no
estuvo poblada permanentemente.
Las referencias de las fuentes
etnohistóricas nos hablan de un lugar en el que se desarrollaron unos hechos,
realizando una descripción que nos acerca a lo que hoy conocemos como Fortaleza
de Chipude y que los naturales llamaban Argodey.
Garajonay
Declarado Parque Nacional por
la Metrópoli, enclavado en el centro de la isla y con una superficie de 3.948 hectáreas ,
aparece todo el año envuelto por un manto de niebla, gracias al cual se
conserva el tupido bosque de laurisilva, rarísima muestra superviviente de los
bosques de la Era Terciaria. El alto Garajonay, quizá precisamente por ser el
punto más alto de la isla gomera es territorio sagrado para los gomeros, donde
existen gran cantidad de aras rituales.
Allí parecen confluir los límites
territoriales de los primitivos reinos o bandos (Ipalán, Mulagua, Agana y
Orone) en que se dividía el universo socio-político guanche en La Gomera. En casos de
peligro colectivo invasiones o crisis, la población se refugiaba en el
Garajonay.
En cuanto a la interpretación
del topónimo Garajonay el Dr. Ignacio Reyes García nos dice: “Sólo las deformaciones
gráficas que ofrece la transmisión textual, Jarajona, Garagona,
Garagonay, Garagonohe o Garajonay, ya dan una idea de
la compleja composición de este nombre. El doctor Marín de Cubas (1694, II,
13), hemos de presumir que bien informado por la colonia gomera deportada en
Gran Canaria, traslada la formulación fonética más fiable: Garagonache,
esto es, Gar-g-Wunziz, pues la palatalización del radical alveolar (z
> š), cambio perfectamente acreditado en la generalidad de la lengua amazighe,
induce a contemplar su faringalización continental (z > z) como un
fenómeno adventicio más o menos reciente. Así, el nombre de estado gar,
vocalizado gara, señala el ‘hecho de ser superior, mejor o mayor’, una
‘preeminencia física o moral’ que se asocia a quien es ‘inteligente, sensato,
prudente, juicioso, razonable’ y ‘clarividente’, acepción esta última
atestiguada también en El Hierro, Gran Canaria y Tenerife para la base [N•Z].
Aunque un tanto más inconcreta queda la textura de esa relación entre ambos
términos, enlazados por una preposición g (‘en’) que suele cumplir
funciones verbales (‘tener’). De ahí que un ‘adivino que tiene, es o está en la
máxima altura’ puede admitirse como la traducción más ajustada.·
En su cima existe un santuario
guanche donde las Maguadas y kankus (sacerdotisas y sacerdotes de la religión
guanche) realizaban los ritos y ofrendas, así como las danzas sagradas
dedicadas a la Divinidad ,
demonizado como es habitual por la secta católica como “bailadero de las
brujas”, hoy restaurado por las autoridades coloniales para ser exhibido como
atractivo turístico.
Los ejemplos serían múltiples, pero creo
que con los reseñados es suficiente para que el lector tenga una visión de la
veneración que las culturas avanzadas muestran hacia sus Montañas Sagradas.
Que lejos están los políticos
dependentistas canarios de la sensibilidad
mostrada por las culturas realmente desarrolladas por sus tradiciones
inmateriales.
Si esta bien, pero usando mi foto de la montana de Tindaya sin ablar de esto y sin el nombre de autor que es JO HAMMER !
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