Capitulo XXIV-1
Eduardo
Pedro García Rodríguez
Esero (El Hierro)
La isla Esero
es uno de los nombres de la isla denominada después de la
invasión y conquista por los piratas Jean de Bethencourt y Gadifer de La Salle como, Ferro o Hierro,
a pesar de lo que uno puede pensar proviene del lenguaje guanche (Hero,
Esero o Ecero.
Según Buenaventura Bonnet: “De tres derivaciones
distintas se ha pretendido deducir el nombre actual de la isla del Hierro.
El P. Maestro Sarmiento
indica que una de las Afortunadas, según el testimonio de Plinio, se llamaba
Junonia Menor,
tal vez por haber sido consagradas a la Diosa Juno.
Llegó a copiar esta noticia Ptolomeo, y como
hacía en griego su traducción no las llamó sino “Heras Nesos”, esto es, las “Islas de
Juno”, porque esta Diosa se decía en griego “Hera”, y en el dialecto jónico
“Here”.
Todos sabemos que la geografía de Ptolomeo era casi la única que manejaban los árabes
occidentales, y consiguientemente, los españoles al principio de este milenario, así nada
era más regular que el que llamasen a una de las Canarias la isla de “Hera” o de “Here”.”
(B. Bonnet, 1926)
El catedrático D. Juan Álvarez Delgado
(1945), defendía la teoría de que la Capraria de Plinio-Juba y de
Ptolomeo y la Casperia
del padre Espinosa coinciden con la isla de El Hierro, en los artículos
“Etimología de Hierro” ¿”Heres” o “Eres”?” (1941) y “Ecero, Notas ligüísticas
sobre El Hierro” (1946) relacionando el vocablo aborigen Esero con su
traducción fortaleza o lugar fuerte.
Antonio Cabrera Perera (1988) decía: Yo creo que
El licenciado D. Juan Núñez de la Peña , siguiendo al poeta
Viana (1604) dice que Hero quería dezir fuente, cuyo nombre le dieron por
aquella grande Fuente, que en ella avia y más adelante añade Hero llamaron sus
naturales a esta isla, hasta que fue conquistada de Católicos; que estos por la
llamar Hero; por equivocación, o por corrupción del nombre la llamaron Hierro
que hasta oy es conocida y nombrada.
El profesor francés Georges Marcy (L’origine
des noms de l’île de fer, 1945, que significa muralla rocosa vertical
y a su vez la relaciona con la isla de El Hierro ya que se presenta desde el
mar como un acantilado...reproducido en Revista de Historia XV, 1949)
aprovechando la tesis del Dr. Álvarez delgado relaciona la forma Hero con la
voz tuareg azeru.
El filólogo canario Dr. Ignacio Reyes recoge: “ezero. (De ezárüh, m.) Hi. ant. desús. Fortaleza (natural u orografica). U. c. top. Expr. t. Eccero, Écerro, Esero.)” Pero, se transformó por similitud con la palabra castellana. Es la más pequeña del Archipiélago Canario, con una superficie de 268’71 km2, también es la más meridional y occidental. Durante varios siglos fue referencia del meridiano "0" ya que era el extremo más occidental del mundo conocido en Europa.
El meridiano se fijó en la Punta de la Orchilla , durante varios
siglos hasta que se trasladó la referencia al meridiano de Greenwich. Por esta
causa se ha venido manteniendo el tópico
como la isla del meridiano.
Los
Bimbaches
Sus habitantes son conocidos por el
gentilicio bimbache (más modernamente como
herreños) como el resto de los canarios son nobles, honestos, laboriosos y
hospitalarios, virtudes estas que han sido reconocidas por la mayoría de los
viajeros y estudiosos europeos que han pasado por la isla. Veamos la impresión
que causaron al antropólogo francés Rene Verneau: “Los hombres, de gran
estatura, presentan con frecuencia los caracteres guanches más señalados. Entre ellos se encuentran
frecuentemente rubios.
Sólidos, duros al mal y a la fatiga, sobrios y laboriosos, son al mismo tiempo caritativos y hospitalarios, a pesar de
su miseria. Apenas habíamos llegado cuando se nos trajo de todas
partes frutas, huevos e incluso aves de corral, es decir, todo lo que esa pobre gente podía ofrecer. No era por espíritu de lucro
por lo que nos traían esas provisiones. Lejos de explotar a los forasteros,
se negaban a aceptar una gratificación. Y sin embargo, lo repito, no son ricos. La mayoría son pastores, y los más afortunados poseen al mismo tiempo
algunos pedazos de tierra y rebaños. Ellos
mismos fabrican sus vestidos y su calzado.
Igualmente, la mayor parte de su ropa se fabrica en el país.” .
( Verneau, 1981:273-274)
Y mas adelante en la
página 276 continúa: “Compré una oveja viva, por la que pagué 3,75
francos. Después de haberla
matado, descuartizado y
asado, le regalé la piel al pastor que me la había vendido. Quiso devolverme
su valor. Esta gente es decididamente muy diferente a la de las otras islas. No solamente buscan
no explotar a los extranjeros,
como me lo probó una vez más el precio que me había pedido por la oveja, sino que también
tienen escrúpulos que los honran.”
Como en el resto del archipiélago la actividad
económica más importante era la ganadería de cabras, ovejas y cochinos
(cerdos.) Complementaban sus recursos con el
aprovechamiento de los frutos silvestres del bosque, la pesca y el marisqueo.
De este último quedan como testimonio los “concheros” restos de sus comidas
rituales. Su dieta consistía en frutos, miel, leche, del bicácaro obtenían una
especie de vino
conocido en Chinech como Chacerquen. Contrariamente a lo que se venía
sosteniendo por la historiografía oficial y oficialista, los bimbaches
practicaban la agricultura y cultivaban cebada y la vid, con lo cual quedan totalmente descartadas las teorías que
relacionan a los bimbaches exclusivamente con la actividad pastoril. Tal como
afirma el Arqueo botánico Jacob Morales, de la Universidad de Las
Palmas de Gran Canaria ya se puede escribir con total seguridad en la
literatura arqueológica de las Islas el cultivo de estas especies tras darse a
conocer la existencia de semillas de vid y de cebada entre los restos de la
necrópolis de La Lajura.
Es la primera vez
que se constata el uso de la vid entre los bimbaches- para la isla Chinech la
doctora María del C. del Arco Aguilar corrobora la existencia de la vid y de la
higuera fechándola según el Carbono 14 en casi cuatrocientos años antes de la
era occidental actual-. En la de Esero se creía que la vid había sido
introducida por el inglés John Hill. Estos descubrimientos arqueológicos
demuestran que el cultivo de estas especies se realizaban por los antiguos
canarios muchos siglos antes de la invasión y conquista europea.
Acerca de la voz Bimbache
…
Procuremos demostrar tal aserto. Mr. d'Avezac dice que el nombre de “Bimbachos” provenía de la voz árabe o
berebere “Beny-Bachirs” o ”Ben-Bachirs”, con
cuya etimología se conforma Bertbelot aún cuando no explica su origen.
Nosotros discrepamos de tal denominación,
mas para ello hemos de hacer presente a quien nos lea que en árabe y
en berebere sólo existen tres mociones o signos para expresar los
cinco sonidos de nuestras vocales; unos traducen por “a” y otros por “e”, la
primera de dichas mociones, denominada “fataja”: la segunda “quesra”
por la “e” o la “i”: y la tercera, “damma” unas veces por “o” y
otras por “u”.
Siendo esto así, vemos que según Abren
Galindo, pág. 197, los habitantes de la isla de Tenerife habían tomado
el nombre de “Bincheni” corrupción, según el señor Berthelot, de
“Beny'Cheni”, transformado en “Ben-Cheni” o “Bin-Cheni”, según opinamos de
conformidad con las reglas enunciadas. También pudo derivarse esa
última palabra de “Be-ny-Chinerfe” o “Ben-Chenerí, y ésta de
“Tchineríe”. Como “Beny” o “Ben” significa hijo, descendiente o tribu, y
“Chenerfe” o “Tchinerfe”, Tenerife, la traducción sería “Hijos de
Tenerife”.
De la voz “Bin-Cheni” nace la. de
“Bin-Ben-Cheni" o “Bin-Ban-Che-ni” (transformada la “e” en “a”, o sea
“Binbanche” o “Binbache” por pérdida de la segunda “n”, al pasar esa voz
al castellano), cuyo primitivo origen fue “Ben-Ben-Cheni”, que quiere decir
en berebere “Hijos de los hijos de Tenerife”: así el nombre de
”Bombachos” expresa claramente que un ramal guanche de Tenerife aportó al
Hierro.
También debemos tener en cuenta que la palabra
“here” o “ere” tenía el mismo significado en Tenerife que en el Hierro y
que la voz “Aceró” y “Eseró” asimismo tenía igual valor en la
isla de la Palma
que en la que estudiamos, según las leyes morfológicas; dato que
confirma Abren Galindo en su pág. 174; “El doceno señorío era Aceró que
al presente llaman la
Caldera que en lenguaje palmero quiere decir “lugar fuerte”, que
parece quiere significar “lo mismo que en lenguaje herreño. “Eseró”.
A nuestro juicio, entre los guanches
tinerfeños, palmeros y herreños, existen conexiones marcadísimas desde
el punto de vista etnográfico y filológico. (B. Bonnet, 1926)
Las
cuevas habitación
Los Bimbaches, como en el resto del archipiélago vivían preferentemente allí
donde existían en cuevas naturales
llamadas Juaclos antes de la época de la colonización española.
El auchón
bimbache de Amoco dio lugar al nacimiento de la actual villa colonial de
Valverde, dato que fue recogido por el criollo orotavense y Teniente Coronel de
las Milicias Canarias Urtasautegui: “Dentro de la Villa [Valverde] y sus
inmediaciones he visto las famosas cuevas que antiguamente llamaban Juacos y
eran las casas y habitaciones de sus naturales (…): algunas son muy grandes y
cómodas; pero principalmente una de ellas (…) no hay duda sería vivienda del
Capitán o Señor de esta Isla, que era
regular se la apropiase el principal conquistador.” (Urtusáustegui,
J.A. 1779)
Estas cuevas fueron como muchas otras en
el archipiélago, durante el último tercio del siglo XIX fueron “estudiadas” y
expoliadas por investigadores europeos destacando entre ellos Sabin Berthelot y
René Verneau, quienes amparados en el interés científico remitieron a Francia
una ingente cantidad de restos mortales de nuestros ancestros extraídos
mediante las profanaciones de nuestros panteones sepulcrales, así como
innumerables objetos arqueológicos, con el apoyo y beneplácito de las
autoridades coloniales de la época, las cuales, como sus antecesores y
predecesores han mostrado siempre un total desprecio hacia la milenaria cultura
de la Nación Canaria.
Como queda anotado en Esero las cuevas
naturales no son muy abundantes, siendo escasos los auchones conformados solo
por cuevas, de uno de ellos el del Julan se ocupó especialmente Rene Verneau en
relación con los estudios que llevó a cabo en torno a los paneles de grabados
líbicos-imazighen existentes en el mismo:
“En El Hierro, como lo
veremos luego, en un espacio muy pequeño se encuentran: 1° Los Letreros; 2° unas
construcciones que M. Berthelot califica de megalíticas y que debían ser
lugares de reunión; 3° cuevas utilizadas como viviendas; 4° cuevas sepulcrales. ¿No deberíamos
pensar que esas construcciones y esas cuevas tan próximas fueron utilizadas
por una misma raza? La población que trazó las inscripciones vivía en las cuevas
situadas al lado. En ciertas
circunstancias, se reunía a algunos pasos de ellas para celebrar ceremonias religiosas, como lo demuestran las
aras y los recintos circulares de piedras; hacía comidas comunes, como lo atestiguan los montones de conchas que se ven en
las dos vertientes de la colina
donde se encuentran esas supuestas construcciones megalíticas; finalmente, a unos centenares de metros, hacia al
sur, tenía sus cementerios, sus cuevas sepulcrales.” (R. Verneau, 1996)
Posteriormente,
durante la segunda mitad del siglo XX el maestro nacional y arqueólogo de
vocación Luis Diego Cuzcoy, en una de sus visitas a la isla Esero (Hierro) se
interesa por algunas de estas cuevas habitación, la descripción de algunas de
ellas formó parte de una ponencia que presentó ante V Congreso Panafricano de
prehistoria y de Estudio del Cuartenario, de dicha ponencia extraemos algunos
párrafos: “De Norte a Sur, y siguiendo un curso muy sinuoso, corre el Barranco
de los Canales, que separa el Cabezo del Jable al O. y el Cerro de los Números
al E. Es un barranco de poca profundidad en aquel tramo, con escasas cuevas,
generalmente de reducidas dimensiones. En su margen derecha y a unos 100 m . del Cerro de los
Números hay una cueva de habitación fácilmente identificable por los fragmentos
de cerámica, lascas de basalto, conchas de moluscos, sobre todo lapas, y
abundantes huesos animales entre los restos de cocina.
Sin embargo,
la más interesante cueva situada en la margen izquierda del Barranco de los
Canales es la denominada Cueva de los Números, encima de la cual se inicia el
desarrollo del importante conjunto de grabados rupestres. La cueva se comunica
por una estrecha senda con la zona de los grabados, senda que viene a dar a la
derecha
de la cueva,
según se puede ver en la lámina.
Tiene todas
las características de una cueva de habitación. El estrato de arena y polvo que
actualmente recubre su piso es moderno, ya que en el transcurso del tiempo la
cueva ha debido de ser vaciada y barrida
continuamente. Este estrato, de muy poca potencia, es arqueológicamente
estéril. Sin embargo, en el rellano situado delante de la cueva, y dispuesto en
arco, se han encontrado algunos fragmentos de cerámica lisa de factura
primitiva.
Tres razones
fundamentales apoyan la condición de cueva de habitación que tiene ésta del
Cerro de los Números: primera suficientemente, por su proximidad a la zona de
los grabados; segunda, por ofrecer un refugio amplio y bien protegido, tanto
durante el día como, durante la noche, y tercera, por, su proximidad aun
barranco que sin, duda alguna conservaría el agua en el fondo de los eres.
(Ere: hoyo o marmita formada en el cauce basáltico; el agua se acumula en ese
hoyo, junto con la arena arrastrada por las avenidas invernales. Cuando hay
necesidad de agua se hace un hueco en la arena, y en el fondo se encuentra el
preciado liquido. En El Julan el agua así obtenida serviría lo mismo para el
pastor que para dar de beber al ganado)”. (Cuzcoy, 1966)
Tagoro del Julan
... se encuentran varios asientos con
espaldares en formas de sillas, en tal colocación, como si hubiera sido
tribunal destinado para hacer justicia. (J. Antonio de Urtusáustegui )El suelo está enlosado, mientras el del primero es la misma roca de la colina. Una piedra plana colocada a la entrada forma un escalón de un pie de alto que se eleva al mismo nivel que las piedras del interior. Cuando mi primera visita, existía aún en el interior del pequeño recinto, cinco grandes lajas colocadas de pie a lo largo del muro que parecían haber servido de apoyo. Se me aseguró que primitivamente lo rodeaban en su totalidad y yo lo creo de buen grado pues las he visto donde los pastores las habían colocado (R. Verneau).
He aquí un inmenso círculo formado por un muro de piedra seca, que abarca una extensión superficial de cerca de cuatro áreas, dividida en compartimentos circulares que se comunican entre sí. Es un tagoro, lugar de reunión de los antiguos guanches... (L. Proust y J. Pithart).
… En el extremo norte del Tagoror se
levantaba una especie de asiento de 1,50 m de elevación, formado por la
superposición de lajas o piedras planas. Su base se encuentra sobre las mismas
piedras que construyen el límite circular del Tagoror, pero se añaden otros
fuera de él para conseguir una base más amplia y estable del asiento (J. Álvarez Delgado)
[1] El autor se refiere al caso de no haber mujer del mismo rango de nobleza tal como recoge en otro lugar de la obra.
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