sábado, 8 de marzo de 2014

LA MUJER GUANCHE





Información obtenida de:


http://personal.telefonica.terra.es/web/canaria/canarias/guanches.htm

Al contrario de lo que la gente pueda pensar, a pesar de que la sociedad guanche sea patriarcal, el papel de la mujer guanche tenía mucha importancia en la mayoría de los terrenos, que no quedó eliminado con la conquista, y que hoy en día se refleja en el papel de la mujer canaria.

En los Tagorores, hoy en día sus análogos serían los parlamentos y los juzgados, la palabra de la mujer nunca era refutada pues se partía de la base de que una mujer siempre decía la verdad, pues según las creencias guanches Abora, Dios, eligió a la mujer y no al hombre para concebir porque el alma de la mujer era más pura que la del hombre. Por ello los guanches no llamaban a testigos cuando una mujer daba su testimonio, sólo escuchaban su palabra.

Ningún hombre valiente o de honor podía dirigirle la palabra a una mujer que estuviera en algún lugar sola, a no ser que ella comenzara la charla. Era un uso social guanche, como mecanismo para asegurar que se respetara a la mujer y su inviolabilidad en terrenos solitarios y caminos reales ( los caminos hechos por los guanches para ir de menceyato a menceyato, pasando por las montañas).

En algunas islas, como Gran Canaria en la que se recuerda aún a la reina Atidama, eran ellas las que aseguraban la transmisión del poder real, tenían una herencia matrilineal. También en Gran Canaria se dio un caso curioso: Después de la rendición del pueblo, confiaron los poderes y la legitimidad del pueblo a la hija del último Guanarteme.

De igual modo, existían las amazonas de La Palma, que eran conocidas como valientes guerreras que llegaban a detentar el poder político. Algunos ejemplos son Garehagua que fue apresada en Tigalate por los españoles, quienes tuvieron que apuñalarle los pechos y matarla para defenderse de su bravura. Todo un grupo de soldados españoles se las vieron y se las desearon para hacer frente a esta brava mujer. Otra fue Guayashanta ( los españoles decían Guayafanta), una mujer hermosa con un cuerpo gigantesco que se enfrentó con los españoles cuando la rodearon para apresarla, derribó a uno que le perseguía, matándolo en el acto rompiéndole el cuello y cogiendo a otro del brazo estuvo a punto de arrojarse con él a un precipicio, pero los españoles le partieron las dos piernas con sus armas, impidiendo así el acto. Apresándola y haciéndola esclava, no obstante Guayashanta hizo acto del ritual de VACAGUARÉ ( se suicidaban porque preferían morir a servir como esclavos, gritaban VACAGUARÉ que significa QUIERO MORIIIIR y se tragaban su propia lengua , en un acto de orgullo ancestral y bravura indómita). Como decía EL CHE: Prefiero morir de pie, que vivir toda mi vida arrodillado.

Azuzara comentó también como, en una captura de palmeros hecha por portugueses, se apresó a una mujer: que era de gran altura y complexión extraordinaria para una mujer y de la cual se decía que ella era la reina de una parte de esta isla.

Torriani también comentó que: las mujeres participaban fehacientemente en los combates y peleaban ferozmente, con piedras y varas largas (los banot guanches).

Aparte de estas facetas la mujer guanche también tenía una alta consideración social, un papel activo en el trabajo agrícola, aparte de las tareas del hogar y cuidar a sus hijos, era venerada religiosamente, ya que era tallada en distintas figuras femeninas que simbolizan la maternidad y la fecundación, y también era especialmente defendida legislativamente, ya que en Tenerife y Gran Canaria se sancionaba al que faltara el respeto a la mujer, con sanciones que iban desde cortar un brazo al hombre que la robara u ofendiera, sacarle los ojos al que intentara abusar sexualmente de ella y matar al hombre que matara a una mujer. Era la Ley Del Talión de los Guanches. También llama mucho la atención que las mujeres guanches ejercían la mayoría de los oficios de carpinteros, sogueros, y pintura.


Ésta es la sociedad a la que yo pertenezco, ésta es mi raza, mi gente guanche.
La guanche de Daute.

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