martes, 18 de marzo de 2014

GARAJONAY CENTRO DE CULTO




El Alto del Garajonay es considerado como un gran centro de culto y desde su entorno próximo hacia las cabeceras de los grandes barrancos se disponía jerárquicamente de un entramado de lugares santos donde los antiguos gomeros realizaban sacrificios.
Los primeros habitantes de la isla desarrollaron actividades en el monte tales como la captación de recursos madereros o la explotación de otras materias primas, como la piedra, a la vez que también era un lugar de permanencia estacionales, paso y aprovechamiento temporal de pastos y fuentes, sobre todo durante el verano. En su interior se recolectaban frutos, raíces silvestres y otros elementos vegetales. El monte no albergó grandes asentamientos pero sin embargo los antiguos gomeros sí desarrollaron en diversos enclaves prácticas religiosas de calado, que los expertos consideran muy importantes. Desde fines de la Edad Media se añade a estas actividades aquellas destinadas a la agricultura tanto de subsistencia como de exportación en una sucesión de ciclos económicos que llegan hasta la actualidad. De esta manera, son evidentes aún las huellas de actividades humanas desarrolladas en el monte gomero hasta fechas recientes. Con todo, el Parque Nacional de Garajonay es, desde el punto de vista del Patrimonio Histórico, la expresión de una compleja dialéctica entre el hombre y la naturaleza, que ha tenido como protagonista principal a los gomeros, antiguos y recientes, y cuya memoria está escrita en los yacimientos arqueológicos y etnográficos que jalonan el interior del bosque.
Maria Gómez Díaz
Marzo de 2014.

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