Causas objetivas de
los Incendios Forestales.
Se nos ha acostumbrado a pensar
que cada vez que un incendio forestal asola nuestros montes, se debe a la
acción de los pirómanos, algo que no siempre es verdad. La mayor parte de la
gente desconoce, que si concatenan o coinciden en el mismo espacio y tiempo de
algunos factores como altas temperaturas, combustible fácilmente inflamable,
combinados con la suficiente ausencia de humedad, se puede producir una auto-
combustión del combustible, si alcanza determinado umbral de altas
temperaturas. Si a esto añadimos la presencia de elementos naturales o de
factura humana que “ayuden” a la elevación de las temperaturas, producción de
chispas, acelerantes químicos o físicos, etc., podemos encontrarnos, “por
simpatía” en medio de un Conato de Incendio.
Pensemos, que tampoco es todo
culpa de que “la gente sea cochina” y deje su basura en nuestros montes, algo
que afortunadamente ocurre cada vez menos, y así una simple botella de vidrio o
una lata, o cualquier tipo de papel o plástico reflectante, pueden concentrar
calor de los rayos solares en puntos del suelo determinados; No hace falta que
actúen o produzcan el llamado “efecto lupa”, capaz por sí mismo de iniciar un
incendio forestal, basta que reflejen los rayos solares y a modo de espejo, los
concentren en un lugar determinado donde haya combustible fácilmente
inflamable, y ante la ausencia de humedad ambiente, eleven su temperatura hasta
un nivel tan crítico que, espontáneamente surja la llama. Esto ocurre muchas
más veces de las que ningún político admitirá nunca.
Si además a esto se le añade el
“factor humano”, que puede ser en forma de basuras que estimulen la aparición o
propagación de las llamas, o su misma aparición [Caída de cables sobre zonas de
piedras, chispas que surjan de los mismos, canalizaciones metálicas que actúan
de estufas o reflectores o como iniciadores al caer piedras “ricas en metales
como hierro” sobre ellos, y un buen número de situaciones “accidentales pero
previsibles” y por tanto prevenibles, que están detrás del origen de buen
número de incendios forestales.
No es políticamente correcto, que
mucha gente nombre estas cosas, por lo que siempre se recurre a la mano del pirómano
o el incivismo de la gente para justificarlo todo, puesto que si se entrara a
fondo en el análisis objetivo de la cuestión, la primera “pared” que habría que
rodear es un categórico “no hay dinero para hacer otra cosa”, y recientemente,
la absurda teoría de que “no se puede luchar contra el fuego sino desde el
aire”; Son los modernos tecnócratas y “grupos o Lobbies de presión política”,
que sin tener ni idea de lo que están hablando, se salen con la suya
simplemente porque son capaces de ejercer la suficiente presión sobre políticos
o instituciones, no por que tengan razón alguna en lo que propugnan. Son por
ejemplo, los que hicieron que la Vice Consejería de Medio Ambiente del Gobierno
de Canarias, gastara una fortuna en instalar un “revolucionario sistema de
detección de incendios forestales” basado en la tecnología militar de la
defensa anti aérea contra misiles... Un fiasco demasiado caro, pues no solo
significó despilfarrar un enorme caudal de Recursos Públicos, sino además se
aprovechó para despedir un montón de trabajadores/ as encargados de la
Extinción de Incendios Forestales [Sobre todo vigilantes de torres y retenes],
porque se siguieron produciendo incendios...
Ahora estos mismos tollos, andan
con el rebumbio de que es necesario bombear agua de mar hasta la cumbre de la
isla, para extinguir los incendios; Semejantes vicedioses de la “urbe”, parecen
ser los afortunados ganadores de los
títulos académicos en una caseta de tiro de feria, puesto que se supone que, no
habiendo olvidado el método de pensamiento racional y crítico que se les
supone, encuentran más barato hacer esta barbaridad que por ejemplo acometer un
plan de recogida de escorrentías en Medianías y Cumbres, zonas de donde parten
los Incendios o donde acaban, y una red de pequeños embalses, depósitos
subterráneos o semi subterráneos para facilitar su construcción y camuflaje con
el entorno y una red de distribución de aguas. Sin embargo, cualquier pinche de
fontanería sabe que para elevar agua a un metro de altura, hace falta la presión
de 1 atmósfera aproximadamente, y que para llegar a los 3. 000 metros, por
decir, harían falta supuestamente otras tres mil; Y que para, en un terreno
como el nuestro, es preciso colocar en medio, grandes motobombas de refuerzo, y
aún así el caudal que llegara sería insuficiente, por no decir que toda la
infraestructura metálica, no solo estaría expuesta a la corrosión natural, sino
también a la producida por la sal marina. En resumen, un despropósito
teóricamente factible, pero imposible en la realidad, pues ni en EEUU o Canadá,
que cuentan con modernos sistemas de extinción forestal, han recurrido a
semejante y diarreico sistema.
Tampoco tienen experiencia alguna
en materia de Extinción de Incendios Forestales, lo más cerca de uno que hayan
podido estar es a través de la Televisión o la prensa, no quieren oír ni hablar
de las técnicas de extinción y su único argumento es que como va a ponerse
alguien delante de las llamas, ¿No vieron el ejemplo del gobernador civil que
falleció en la Gomera? Y por mucho que uno trate de explicar que eso de ver “al
bombero forestal tratando de apagar un frente de fuego que avanza hacia él con
una manguera” es cosa de películas, que a un incendio forestal se le ataca de
flanco, por los lados o por la retaguardia, no hay manera de que quieran
escuchar, lo que los convierte en fanáticos titulados, y al final uno acaba por
decirles aquello de que “que le hubiera hecho caso a quien sabía mas del tema
que él...”
Este tema es largo y complicado,
difícil de explicar y comprender en no más de folio y medio. La próxima entrega
estará dedicada a las técnicas de extinción de incendios. Son asombrosamente
simples, efectivas y sobre todo basadas en la Física, pura física aplicada,
despreciada por quienes incluso la ¿enseñan? Oficialmente.
Desde la Vieja
Fortaleza, Menceyato de Anaga, Rukaden Ait Anaga.
7 de Julio de 2015
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