¿Quién y cuándo llevó
la piel de ciervo a Awara [Isla de la Palma, Islas Canarias]?
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Afortunadas.
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Amazigh, Fortunate.
“…centrar el
debate y la atención en detalles insignificantes para evitar entrar
en la
cuestión de fondo, no es más que intentar ocultar la verdad...”
Introducción.
Prácticamente desde que los
europeos descubrieran en la Edad Media la existencia de las Islas Canarias y su
Población, comenzaros las especulaciones sobre el origen de estos pobladores.
Paradójicamente, al principio de la conquista y colonización de las Islas
Canarias, y así quedó recogido en las crónicas y relatos de aquellos hechos,
todo el mundo tenía claro y aceptaba que los habitantes primigenios de las
islas procedían del vecino continente Africano.
Fue a posteriori, a medida que el
imperio colonial español amenazaba con resquebrajarse y se abrían vías de agua
que amenazaban su flotabilidad, cuando comenzaron a aparecer teorías que
contradecían esas primeras opiniones y que han perdurado hasta el día de hoy,
contradiciendo incluso a la Moderna Arqueología, en la maligna creencia de que
si no se asigna un claro origen al Poblamiento Insular, manteniéndolo en un
limbo indeterminado, se dan pábulo a todo tipo de especulaciones que, en último
extremo, al no asignarle un origen concreto, pretenden poner en la misma
posición a la Población Guanche con la de los europeos que se establecieron
tras la conquista, comparando por igual la situación de ambos contingentes
humanos; Es decir, si no se sabe con seguridad de donde procedían los Guanches,
se puede afirmar que fueran traídos por otros, presumiblemente como castigo, y
que por ello no serían dueños de “su tierra”, y que no siendo dueños de ella
sino de quienes allí los dejaron abandonados, al no existir ya esos “estados”,
resulta legítima la brutal conquista por mercenarios y especuladores europeos,
ya que desde esta óptica las Islas Canarias serían “tierra de nadie”. Y que por tanto, guanches y europeos tendrían el
mismo derecho a la posesión de las Islas Canarias.
Esta es la verdadera razón por la
que el inmenso puzle arqueológico canario permanece sin estudiar y ordenar,
prefiriendo los intereses políticos que todos estos elementos sigan almacenados
y cubiertos de polvo, “se supone que
catalogados y a buen recaudo” en los fondos de los Museos. Si existe una
conciencia clara de nuestra verdadera identidad no valdría nada el discurso
colonial creado artificialmente, y esta conciencia de la propia identidad se
puede crear fácilmente con solo unos pocos de los cientos y miles de piezas de
este enorme puzle arqueológico. Basten las palabras de la alemana Renata
Springer Bunk, que con ocasión del descubrimiento de la Piedra Zanata, acusó
públicamente y sin tapujos a los independentistas canarios de ser los culpables
de que no se investigue, pues “se apropian de los símbolos descubiertos...”; Es
decir, que si la Arqueología moderna respalda las afirmaciones de que los
Guanches de Canarias eran en el pasado y son actualmente un ente político
diferenciado de espana y por lo tanto sus demandas de Independencia y
Descolonización del Archipiélago Canario son reales y justas, pues no se
investiga y santas pascuas, porque lo de menos es el interés científico, sino
los intereses políticos que “le
publicaron un libro y la mantienen en el candelero mediático cada vez que le interesa a espana o a los
cuantiosos intereses alemanes en las islas. ” Es en estas manos donde
descansa la investigación arqueológica en Canarias...
El Hallazgo
En este, como en todo lo referente a las islas, “...nos tratan como analfabetos y tontos, que sobre todo esto no nos chupamos el dedo y es que a falta de valientes historiadores, están los que, con la sincronicidad que da la Vida, encuentran, procesan, comparan e iluminan lo que otros se encargan de esconder, borrar, ocultar, tergiversar y un largo etc. de "todo antes de admitir" la falta de conocimiento y humildad de miras de que aquello no encaja con lo que dicta la Universidad y las Academias de la Historia, simples lacayos de los auténticos detentadores del poder, ya sea económico, cultura, social e histórico...”
La pregunta pertinente es ¿Quienes
trajeron la piel de ciervo y cuándo? El xaxo [Momia] está ligado al primer
poblamiento de la Isla, unos 2. 000 años a.n.e., lo que descarta cualquier
influencia de los pueblos de navegantes de la Historia [Feno púnicos y romanos]
pero, en aras de sembrar confusión, surgen teorías sobre navegaciones e
intercambios comerciales disparatados, que no tienen cabida alguna si se tiene
en cuenta que, “no es el único cérvido de
Canarias”, y que hay un detalle que ha sido pasado por alto
intencionadamente intentando esconder una realidad que por sí misma arroja más
luz sobre el origen y fecha del primer poblamiento insular, que siglos de
teorías descabelladas. A pesar de las Dataciones absolutas que demuestran que
las islas estaban habitadas antes de la fundación de Cartago y mucho antes de
que las galeras romanas cruzaran el Estrecho de Gibraltar, todavía hay quienes
siguen dándole vueltas a las manidas y ya superadas teorías de que los guanches
fueron traídos a las islas por cartagineses o romanos, en base a similitudes
lingüísticas o de símbolos que los cartagineses usaban, pues no tienen en
cuenta que al fundarse Cartago por refugiados fenicios, no les quedó más
remedio que sufrir la influencia de la Cultura Mazigia imperante donde fundaron
la ciudad, ni los siglos de convivencia cercana y la consiguiente influencia
mutua de ambas culturas. Por ello se adscriben a Cartago lo que no son más que
influencias o “contaminaciones culturales”
de la Cultura de los Imazighen [Pueblos Amazigh] del Norte de África,
vecinos de Cartago y que formaban el principal elemento [Mayoritario] de esta
Ciudad- Estado, por lo que inevitablemente, “Cartago tubo que asimilar buena
parte de su Cultura” si quería “hacerse entender por ellos”, despreciando
olímpicamente a estos Pueblos y su Cultura, considerándolos incapaces de
aportar nada a la “gran metrópoli” en un ejercicio de racismo intelectual.
Pero, antes de
continuar, es preciso conocer otro dato que no ha querido ser relacionado con
este hallazgo y que arroja luz sobre el mismo hasta el punto de hacerlo
comprensible y contextualizarlo en el tiempo.
Grabados rupestres de Tenerife.
En el tinerfeño Municipio de El
Tanque, en el paraje conocido por Cañada de los ovejeros, y asociado a leyendas
recogidas ya por los cronistas de la conquista y la Tamusni o Tradición Oral de
la isla, como lugar donde se establecieran los primeros pobladores de la isla,
existen una serie de Grabados rupestres que se ven en la foto de la izquierda,
y que dicho sea de paso, la dejación por parte de “las autoridades” y la
piqueta criminal del nacionalismo espanol están haciendo desaparecer, existen
una serie de Grabados rupestres cuyo calco se ve en la foto anterior.
Como puede observarse de forma
clara la existencia de una ballena[1] y un
bóvido [Toro/ vaca] y al menos dos ciervos
Paradójicamente, en un CD
“divulgativo” de las autoridades museísticas de Tenerife, no existen
referencias al los ciervos, pero si “destacan” los bóvidos y la inscripción
neo-púnica no descifrada [“Ni se descifrará”], lo que de forma automática
“data” todo el panel; Tampoco se hace referencia al hecho constatado en todo el
Sahara, de que un mismo lugar “emblemático” [El hecho de ser el lugar
“fundacional del primer asentamiento en las isla lo es por sí mismo”] coinciden
y se superponen grabados y pinturas correspondientes a diferentes épocas o
etapas, por lo que “esas inscripciones alfabetiformes” pueden corresponder al
segundo contingente poblacional que trajo a la isla el conocimiento de una
agricultura desarrollada que construye y usa canalizaciones de agua.
El panel al completo es un cuadro
bastante significativo, no solo del tema que nos ocupa, sino que representa, a
mi juicio “el camino evolutivo” que siguieron los primeros pobladores de las
Islas. Se ha venido aceptando, a regañadientes, que el primer aporte
poblacional de las Islas, fue el portador de la costumbre funeraria del
“mirlado” o embalsamamiento de cadáveres.
El paralelismo más cercano de
esta costumbre funeraria en el Norte de África, se corresponde con el llamado
“Pastoral Sahariano”, en los Montes Akakus, Libia, donde aproximadamente en el
VI milenio a.n.e., los primeros pastores del Sahara mirlaban a algunos de sus
muertos de la misma manera que los Guanches de Canarias hacían lo propio con
los suyos, costumbre que desapareció de aquella zona casi inmediatamente aún
antes de que las condiciones climáticas les hicieran cambiar toros y vacas por
cabras y ovejas, en torno al final del V al IV Milenios a.n.e. Esto viene a
“decir” que si no se tienen evidencias de que el mirlado continuara siendo una
costumbre en el IV Milenio a.n.e., los primeros pobladores de las Islas
Canarias, “que si mirlaban cadáveres”,
tuvieron que ser gentes que vivieron con anterioridad a aquellas fechas, o al
menos comenzaron a “emigrar antes de aquellos tiempos” o ¿No?
Los primeros pastores saharianos,
eran gentes mesolíticas, es decir, en una etapa intermedia entre el Paleolítico
Superior [Cazadores- recolectores- Economía depredadora] y el Neolítico
[Agricultores y ganaderos- Economía productiva]; Se denomina a estas gentes del
Mesolítico como cazadores-recolectores especializados, y fueron los iniciadores
de la domesticación animal y vegetal, es decir, los primeros que domesticaron
animales y sembraron semillas para obtener alimento; Y los primeros animales en
que basaron la obtención de proteínas animales fueron bóvidos de gran tamaño
[Toros, vacas, etc.], y posteriormente, debido al proceso de desecación general
del Sahara, pasaron a pastorear ganado menor, cabras y ovejas.
En el grabado de la foto anterior
[Grabados de la Cañada de los Ovejeros, El Tanque- Tenerife. Pág. Anterior], se
observa en la esquina superior derecha del panel, al menos una representación
de bóvidos de gran tamaño y lo que parece el cráneo de un cáprido o gacélido
[Cabras o gacelas] Pero lo más llamativo de este panel de grabados rupestres,
es la representación exacta de, al menos, un ciervo que se aprecia en todos sus
detalles [Aunque parecen ser dos] Resulta evidente para cualquiera, el hecho de
que solo alguien muy observador, acostumbrado a ver de cerca a estos animales,
y conservando aún el recuerdo “fresco” de estos animales podría haber grabado
gravado uno de ellos en la piedra de Tenerife, porque por referencias de
terceros no se consigue tal exactitud. Es decir, solo alguien acostumbrado a
cazarlos podría recordar todos los detalles de un animal del que habitualmente
se alimentaba.
Creo que el panel en sí mismo es
el reflejo de la evolución técnico-alimenticia que sufrieron aquellas gentes en
el proceso de adquisición de proteínas animales, de cazadores especializados a
pastores, de bóvidos primero y posteriormente de capridos, por lo que podemos
situar el primer poblamiento de las Islas en la etapa llamada Pastoral
Sahariano, al principio de dicho periodo, que es -reitero-, cuando en las
montañas al Sureste de Libia y Suroeste de Túnez, aquellas gentes comenzaron a
“mirlar” a algunos de sus muertos [Mirlar, del castellano antiguo- Secar,
perfumar] y envolverlos en pieles de animales, de la misma forma que lo hacían
nuestros antepasados Guanches.
El paso de una economía
depredadora a una economía productora no se hizo de la noche a la mañana, es
decir, el Hombre tuvo que pasar por una etapa de “aprendizaje” para descubrir
los rudimentos de la domesticación animal, algo que no le era completamente
ajeno ya que se estima que en pleno Paleolítico Superior se produjo la
domesticación de algunos lobos que se convirtieron en fieles aliados en la caza
[Curiosamente en Awara o Isla de la Palma, se conserva una raza de perro
autóctono, que se corresponde exactamente con las descripciones dejadas por los
cronistas de la conquista, sobre los perros que los Guanches usaban como
auxiliares en el pastoreo, y del que me ocuparé en otro momento] y que son los
antepasados lejanos de nuestros perros. Se ha sugerido que muy probablemente,
al principio el Hombre ideó encerrar manadas en Valles o Cañones donde podía
cazarlos cómoda y fácilmente, y que con el paso del tiempo, al reproducirse
libremente, los nuevos especímenes se fueron habituando a la presencia humana,
y donde era posible defenderlas de sus depredadores naturales [Auxiliados por
los perros] hasta llegar a día de hoy [Al principio serían manadas
semisalvajes] Durante todo este periodo,
la caza- recolección convivió con la incipiente ganadería y posteriormente con
la también incipiente agricultura, por lo que es perfectamente asumible que el
conocimiento directo de la fauna silvestre continuara siendo primordial para estas
gentes, y así lo plasmaron en el panel de Grabados Rupestres de la Cañada de
los Ovejeros, El Tanque- Tenerife.
Esta etapa de la Evolución humana
estará representada en multitud de lugares sobre las piedras del Sahara, en
representaciones de pinturas y grabados rupestres, coincidiendo con dos etapas
claramente diferenciadas en el Arte Rupestre del Sahara, concretamente en la de
los llamados “Cabezas Redondas”, correspondientes a grupos de cazadores
recolectores [Escenas de caza] y la llamada etapa “Bovidiense”, donde
principalmente se representan grupos de vacas y toros “en actitud domesticada”;
Justo en medio de ambas etapas, se conoce un solo caso donde aparece
representado un cazador “cabeza redonda” frente a un bóvido en una actitud que
no se puede calificar de hostil hacia el animal, [Foto izquierda]
Si nos fijamos en la pintura, la
figura del hombre a primera vista parece portar un Arco y un carcaj para las
flechas, pero aunque así fuera, su actitud no es la de dispararle flechas a lo
que parece un toro joven [Sin cuernos diferenciados], sino la de usar el arco
[Si lo fuera y no una cuerda], pasándolo por la cabeza, como un lazo, para
capturar por el cuello al animal, indicando otra intencionalidad que no la
meramente cinegética, por lo que estaría situada cronológicamente en el
Mesolítico, cuando aparecen los primeros rudimentos de domesticación animal.
Conclusión.
En este asunto del xaxo o momia
de Awara envuelta en piel de ciervo, sucede lo mismo que con los grabados de
caballos en Canarias, que según Renata Springer Bunk, solo se hallan en el
Barranco de Balos en Tamarant [Gran Canaria] pero que han sido descubiertos
tambié en Achinet [Tenerife], es decir, que se ha ocultado el hecho de que
existían “más ciervos en Canarias” y por tanto se presenta el hallazgo de la
piel de ciervo en el xaxo [Momia] como algo inédito [Que lo es] y
descontextualizado; Algo “proveniente de la península espanola”, traído por los
primeros pobladores de la isla y por tanto se asociando el poblamiento de la
isla a las poblaciones cromañoides que procedentes “supuestamente” de Francia
habrían cruzado los Pirineos y atravesado de Norte a Sur la península, cruzado
el “Estrecho” [De Gibraltar], el Norte de África y llegado a Canarias, con lo
cual los Guanches antiguos y modernos seríamos “españoles” y no tendríamos
porque ser una colonia de espana sino espana misma, tan en boga en Siglos
pasados y que la moderna Ciencia Arqueológica se he encargado de pulverizar.
Que a estas alturas no se haya
hecho una Datación de la piel de ciervo, algo perfectamente posible, y la momia
o xaxo y no se sepa con seguridad donde está depositada, que no se haya
relacionado con el panel de Grabados Rupestres de Cañada de los Ovejeros, al
cual la Tradición Oral o Tamusni asocia al primer asentamiento humano en la
Isla de Chinet [Tenerife], algo que cualquier estudiante de bachillerato que
conociese ambos datos haría con seguridad, indica claramente que “los
estudiosos canarios y españoles no quieren investigar, ni ese ni cualquier otro
elemento arqueológico que desentrañe el verdadero Origen del Poblamiento de las
Islas Canarias, ni ningún otro elemento que pueda poner de manifiesto la
procedencia norteafricana de los Guanches de Canarias y contradecir su
españolidad y la de los descendientes de aquellos.”
Estas posturas contrarias a la
honestidad intelectual y alejadas del Conocimiento Empírico, solo interesados
en los presupuestos que generosamente les da la administración colonial
espanola en investigar cosas después del Siglo XV., mercenarios con patente de
corso al servicio del colonialismo español, que solo en privado reconocen las
cosas y hasta molestan a algunos reconocidos “guardianes e investigadores de la
Tamusni de nuestros ancestros, a horas intempestivas para consultar detalles y
nimiedades que ellos, no solo deberían saber sino ser los transmisores de esos
conocimientos. Es en estas manos donde descansa la Investigación Arqueológica
en Canarias, contra algunos Académicos/as e
Investigadores/as honestos condenados al ostracismo [Salvo que sean “muy
buenos” en su campo] pues no se prestan al juego político, y contra
“indocumentados” como yo.
Si mis teorías no son correctas,
siempre estaré dispuesto a debatirlas con quien sea que aporte pruebas de lo
que dice, y si logra convencerme con ellos, también a reconocerlo con la
humildad del que reconoce su error [De humanos es errar, pero de bestias persistir a sabiendas]; Los
“convencimientos personales” como el de Renata Springer Bunk, que confiesa públicamente
en el libro que le publicó una Multinacional espanola, que los cambios que hizo
mutilando el Catálogo de Inscripciones alfabetiformes de Canarias, sin aportar
pruebas empíricas que lo justifiquen o se puedan al menos discutir, “sino
basados en su forma de pensar”, suena a discurso político y no a Conocimiento
Intelectual, a Estudio Arqueológico serio ni a nada que se les pueda parecer.
Que a estas alturas “de la película” no exista una Datación Absoluta de una
piel de ciervo encontrada en Canarias, es simple y llanamente porque no interesa
el Conocimiento sino los intereses políticos. Una Datación absoluta más,
anterior a la presencia Fenicia en el Norte de África, a la Fundación de
Cartago, Gades o a la presencia Romana en aquellos lugares, no haría sino poner
de manifiesto, una vez más, el falso andamiaje de las teorías oficiales sobre
la legitimidad de presencia espanola en Canarias, y resaltaría la antigüedad
del Poblamiento Guanche y de su inequívoca procedencia.
“...la Verdad y el Amor
solo se encuentran en el borde del precipicio...”
Desde la Vieja
Fortaleza, Menceyato de Anaga,
Rukaden Ait Anaga 27
Julio 2015
[1] Si
tenemos en cuenta que de pastores del interior sahariano estamos hablando,
conocedores de los peces en ríos y lagos, les llamaría poderosamente la
atención la contemplación de ballenas, presentes en las Aguas Canarias, que
ello no podían conocer y plasmarían en la roca, algo más probable que
relacionarla a las creencias religiosas del Mediterráneo Occidental de fechas
posteriores relacionadas con la Tanit fenopúnica.
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