miércoles, 29 de julio de 2015

Tres apellidos canarios. Socas, Déniz y Dorta

   

 
«» Francisco García-Talavera Casañas *
 
 
Una vez más, insistimos en la gran influencia portuguesa durante la colonización y la formación de la nueva sociedad y cultura de Canarias, después de la conquista del Archipiélago[1]. Su legado se aprecia claramente en la multitud de portuguesismos (muchos de ellos se están perdiendo a marchas forzadas) en el habla canaria, en la toponimia y en otros aspectos culturales y etnográficos. Pero, sobre todo, la herencia lusitana se aprecia en los numerosos apellidos (castellanizados gran parte de ellos) que portamos los canarios actuales.
 
Como ya hemos comentado en otras ocasiones, el principal motor económico de estas Islas tras su sometimiento fue la industria azucarera. Los ingenios (palabra de origen portugués) proliferaron en las islas aptas para el cultivo de la caña dulce (con abundancia de madera y agua), especialmente en Gran canaria, Tenerife y La Palma. Y con ellos llegó un numeroso contingente de portugueses especialistas en la materia (de la península Ibérica, pero fundamentalmente de Madeira y Azores), al que se sumaron otros muchos artesanos, agricultores, ganaderos y un buen número de judíos del mismo origen.
 
Pues bien, esos colonos portugueses implantaron aquí sus apellidos de origen, aunque, como decía, muchos de ellos fueron castellanizados y adaptados al habla de la potencia conquistadora sin ninguna consideración, quizás con el ánimo de ir borrando toda huella de cualquier otra cultura que no fuera la hispana, como hicieron, de manera mucho más represora aun, con los guanches.
 
Entre los más de ciento treinta apellidos portugueses radicados en nuestro archipiélago, hemos seleccionado tres de ellos: Déniz, Dorta y Socas, porque, aunque originariamente portugueses, fue en estas islas donde se transformaron en su versión actual, y desde aquí se difundieron a lo largo y ancho de otros continentes, especialmente en América. Por lo tanto, podemos considerarlos como apellidos genuinamente canarios.
 
Pues bien, Socas es un apellido netamente canario, aunque también podríamos decir que el origen de la palabra es lusitano, ya que proviene (según Cristóbal Corrales y Dolores Corbella) del vocablo portugués soca, que, en la antigua terminología azucarera, se refería al segundo brote de la caña de azúcar, el cual posteriormente fue adoptado por la Real Academia Española de la Lengua. Los citados autores hacen referencia al portugués Francisco Luis, que, en 1545, adquirió unas tierras en Icod que albergaban un ingenio de azúcar y que, en su segundo testamento, ya aparece como Francisco Luis de Las Socas, vecino de Buenavista. Posteriormente, en sus herederos, Socas figura ya como apellido: Gaspar Luis Socas, Lucas González Socas, Melchor González Socas y otros.
 
Como tantos otros, el apellido Socas pasó a América y se extendió por todo el continente a través de la numerosa e incesante emigración canaria. Y así, encontramos en el Uruguay de finales del siglo XIX a un eminente médico y científico de origen canario (sus padres, Victorio Socas y Bárbara Barreto, procedían de Lanzarote): Francisco Soca (allá le suprimieron la ese final al apellido de su padre), que alcanzó un gran prestigio y reconocimiento en aquel país hermano, cuya capital, Montevideo, fue fundada por canarios. Nacido en Canelones -provincia que hoy recibe el nombre oficial de Comuna Canaria, merced a la numerosa ascendencia canaria de su población- Francisco Soca, que llegó a ser rector de la Universidad y miembro de la Academia de Medicina de París, diputado y presidente del Senado, es reconocido como una de las personalidades más ilustres de aquel país. El apellido Socas lo tienen actualmente 3.152 canarios, el 95 por ciento de un total de 3.310 en todo el Estado (datos del INE, 2014).
 
En cuanto a Déniz, diremos que procede del patronímico portugués Denis, que luego se transformó en Dinis, bastante frecuente en Madeira. En las Islas fue castellanizado al sustituirse la ese final portuguesa por la zeta castellana. En la actualidad, 9.562 canarios llevan este apellido, que representan el 97 por ciento de un total de 9.819 en todo el Estado español (INE, 2014).
 
Por último, Dorta, muy frecuente en el Norte de Tenerife, es un apellido toponímico, pues procede del nombre de la capital de la isla de Faial (Azores): Horta. Según el historiador tinerfeño Nicolás Díaz Dorta, este apellido tuvo su origen en uno de los primeros pobladores de Buenavista, Baltasar de Horta, oriundo de las islas Azores. Este mismo autor comenta en su obra "Apuntes históricos del pueblo de Buenavista" que ya en 1622 aparece la versión actual del apellido con Francisco Dorta del Castillo, natural de dicha localidad. En la actualidad 9.437 canarios llevan el apellido Dorta, de un total de 9.509 en todo el Estado, o sea, la impresionante cifra del ¡99 por ciento! (datos del INE, 2014).
 
Un abrazo al ilustre amigo Lorenzo Dorta y un sentido recuerdo para Chucho Dorta.
 
En definitiva, tres notables apellidos canarios, nacidos en nuestro suelo patrio, que pasean por el mundo la canariedad. Seguiremos informando.



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