«» Francisco García-Talavera
Casañas
El guayre (capitán) de Gáldar, Adargoma,
hombre de una fuerza descomunal y gran valentía,
Después de varios intentos frustrados por
parte de portugueses y castellanos, la verdadera y definitiva conquista de Gran
Canaria comienza en 1478 con el desembarco en La Isleta de las tropas
mercenarias de Juan Rejón.
Es en este contexto donde aparecen tres
célebres personajes de la nobleza grancanaria: Adargoma, Maninidra y
Guanarteme. El guayre (capitán) de Gáldar, Adargoma, hombre de una fuerza
descomunal y gran valentía, según señalan las crónicas, probó esas virtudes
guerreras, entre otras, en la batalla del Guiniguada (Las Palmas), junto a
Maninidra (guayre de Telde) y un gran número de guerreros canarios. Su nombre
vernáculo, que hacia honor a su fortaleza física, es traducido por la mayoría
de cronistas, historiadores y lingüistas como 'espaldas de risco', pero que yo
me atrevo a rebautizarlo como 'piernas cortas', del tamajaq (tuareg):
"adar" ('pierna') y "gumes" ('pequeña', 'por debajo de lo
normal'), que concuerda más con su descripción física ('tronco voluminoso y
estatura mediana'). En aquella encarnizada batalla (1478), después de causarles
grandes estragos a los castellanos, nuestro héroe resultó herido y fue
capturado, para luego ser conducido, encadenado, a España.
Bautizado con el nombre de Alonso de
Córdoba, se sabe que pasó a ser criado del arzobispo de Sevilla, donde estuvo
al menos tres años y donde exhibió su portentosa fuerza, pues se decía que
nadie era capaz de evitar que se tomara un vaso de vino, aun agarrándole con
los dos brazos, sin que se derramara ni una gota. Regresó a su isla,
posiblemente junto a Guanarteme, en 1481.
"El guapo" Maninidra, que según
Viera y Clavijo era un hombre muy agraciado físicamente, alto y fuerte, fue uno
de los principales caudillos canarios (guanches) durante la defensa de su isla.
Es célebre su victoria en la batalla de Gando (hacia 1474), en donde demostró
sus dotes de estratega en la destrucción de la fortaleza que los castellanos
(Diego de Herrera) habían construido en aquel lugar del sur grancanario (cerca
del actual aeropuerto) y la aniquilación de su guarnición. El sonoro nombre
amazigh de este valiente guayre de Telde podría traducirse como
"aman" ('agua', en todos los dialectos bereberes), "n"
('de') y "adrar" ('montañas'), o lo que es lo mismo
"aman-n-adrar", 'agua de la montaña'.
Bautizado como Pedro Maninidra, en 1494
pasó a la conquista de Tenerife de la mano de Alonso Fernández de Lugo -junto a
Adargoma (Alonso de Córdoba) y Guanarteme-, capitaneando la compañía de
canarios (unos 250 hombres de pelea) que sufrieron el descalabro de Acentejo,
en el que murieron muchos de ellos junto a centenares de españoles.
Al año siguiente, su entrada en la
contienda fue decisiva en la crucial batalla de Aguere (La Laguna), en 1495.
Maninidra también tuvo ocasión de demostrar su valor en la costa de Berbería,
durante la célebre batalla de Las Torres (1501), en la desembocadura del río
Assaka (al sur de Sidi Ifni). Maninidra, en un acto de extraordinario heroísmo,
resistió hasta el último aliento junto a otros veinte valerosos combatientes,
casi todos guanches, entre los que también estaba, según cuentan, el mencey de
Adeje.
Su tenaz resistencia ante la embestida de
varios centenares de bereberes zenagas dio tiempo suficiente al adelantado
Alonso Fernández de Lugo para poder embarcar y escapar de aquella masacre. Allí
quedó para siempre el valiente caudillo guanche-canario.
De Guanarteme, quizás el más controvertido
y conocido de los tres líderes canarios, sabemos que fue el último rey de la isla
de Canaria en el tiempo de la conquista, y que, en 1481, fue capturado -cuando
dormía en una cueva de Gáldar (a traición, como casi siempre)- por orden de
Alonso Fernández de Lugo, y conducido a España. El rey canario, al ver lo que
se le venía encima a su pueblo, pactó, de tú a tú, con los Reyes Católicos un
acuerdo de no agresión. Luego regresó a su isla con cuarenta de sus familiares
y allegados para tratar de pacificar a los suyos. Y aunque muchos lo consideran
un traidor, posiblemente lo único que quería era evitar la masacre total de su
nación (cosa que en parte consiguió), como hicieron en su momento los jefes de
las naciones indias, Sitting Bull (Sioux) y Cochise (Apaches), cuando pactaron
la paz con el Gobierno de Washington.
En el año 1483, Tinisur Timidar (Tenesor
Semidán), que así se llamaba, regresó a España, donde fue bautizado, siendo sus
padrinos los monarcas castellano-aragoneses (en premio a su lealtad), de ahí
que le impusieran el nombre de Fernando. Guanarteme, "wa" ('este',
'el'), "n" ('de'), "ar" ('lugar de'): 'El del Time'.
Adargoma, Maninidra y Guanarteme, tres
destacados miembros de la nobleza canaria, que fueron "utilizados" e
inducidos por el poder imperialista de Castilla (bajo la cruz y la espada) a
luchar contra sus hermanos de etnia (líbico-bereber), los guanches de Tenerife.
La Historia sabrá perdonarlos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario