lunes, 3 de agosto de 2015

ARCHIVO PERSONAL DE EDUARDO PEDRO GARCÍA RODRÍGUEZ-CXIII



PADRÓN NOBLE:

La, caricatura y la  percepción de la personalidad

Desde hace más de cinco años los lectores de nuestra revista han podido seguir en cada número la sección titulada "Personas", en la cual han desfilado más de medio centenar de personajes de las artes, las ciencias, las profesiones liberales, la empresa, etc., y de personas populares de nuestro mundo insular. Todas han sido "radiografiadas" por ese magistral caricaturista que es nuestro estimado colaborador Manolo Padrón Noble, quien recientemente ha presentado una interesante exposición de caricaturas en la Casa de Colón, en Las Palmas de Gran Canaria. Padrón Noble posee dos grandes virtudes que le convierten en un maestro de la caricatura: su capacidad de percibir en profundidad la psicología y la idiosincrasia de una persona y su increíble facilidad para plasmar en unos pocos trazos aquella personalidad. Posiblemente sean éstas las virtudes que definen a un caricaturista por antonomasia. Con motivo de su mencionada última exposición hemos sostenido con él una conversación en torno a su concepción de la caricatura y a la multitud de personajes salidos de sus pinceles, comenzando por sus primeras muestras en su ciudad natal. Las Palmas de Gran Canaria.

Padrón Noble lleva haciendo caricatura desde hace treinta y cinco años. Su primera exposición la presentó el año 1948, en el desaparecido Club Pala, que tenía su sede social junto a la playa de las Canteras.

—En aquella primera exposición — nos dice—había caricaturas de don Gonzalo Pérez Casanova, don Sixto Flórez y otros. En esa época hice caricaturas de don Eduardo Benitez Inglot, de Víctor Doreste, Pedro Perdomo Acedo, el doctor Gavilanes, Luís Doreste Silva y otros personajes conocidos de entonces.

      La caricatura es, en definitiva, una forma de profundizar en la psicología de un individuo. ¿Cómo concretas y plasmas a través de tu forma de hacer este intento inicial de percepción?

      Hay una definición de un autor inglés llamado Ronald Searle que dice que "la caricatura es el arte de deformar una imagen para hacer un retrato más verdadero". Yo hago mía esta afirmación, pero no puedo explicar ni detallar el proceso mediante el cual se pasa de la percepción a la plasmación particular del personaje, que son dos cosas bien diferentes. Pienso que esto nos sucede a casi todos los artistas; hacemos /< obra, pero no sabemos hablar de ella.


—  ¿Se presta la caricatura a ridiculizar al personaje?
      Bueno, aún hoy el Diccionario de la Real Academia señala que la caricatura recoge los aspectos risibles di una persona. Hay gente que se guía por este criterio.   Yo tengo otro distinto, pues con la técnica de la caricatura, que es expresionista, lo que pretendo es conseguir un retrato, tanto físico como psicológico de la persona.

—  Desde el punto de vista formal, tu  caricatura  puede definirse fundamentalmente por el trazo esquemático ¿Te parece acertada esta afirmación?
Yo tengo una preferencia por la línea recta, que representa lo escueto, le sintético. Rehuyo la línea curva, que es proclive a las fiorituras; en cambio, la línea recta se asocia a lo conciso y a lo esquemático. La línea recta me parece más rotunda. De todas formas, la línea la adapto al personaje, y hay personas que exigen ser retratadas con la línea curva. El personaje siempre pide la técnica de expresión. Así, tratando de subrayar lo que singulariza a un individuo a veces le pongo un ojo solamente o si, por ejemplo, las orejas no destacan, no "se ven" porque son correctas, y puesto que es obvio que todos tenemos dos orejas, las suprimo. Prescindo, así, délo superfluo; siempre voy a una economía de líneas.

—  ¿Cuántas personas has caricaturizado en el conjunto de tu obra?
—   Yo creo que más de quinientas.
—  ¿Cuál o cuáles han sido los más difíciles de plasmar?
—  En general, los más difíciles de plasmar son las personas de aspecto un tanto grotesco, que podría evidenciarse más en la caricatura. Y desde el punto de vista de la percepción, las personas que carecen de una personalidad acusada, las personas grises. Y las más fáciles, las que manifiestan una personalidad más acusada.
—   El haber caricaturizado a tantos personajes te habrá proporcionado infinidad de anécdotas y recuerdos curiosos. ¿Podemos insertar alguno aquí?
—   Una vez le hice una caricatura ¡ Stanley Pavillard, el médico, y me la de volvió  diciéndome que no le habí» puesto el clavel que siempre llevaba en la solapa. Tenia razón. Al trabajarla can catura como lo hago yo en contacto coi el personaje, he conocido a muchas per sonas curiosas e interesantes, de lat que tengo multitud de anécdotas y re cuerdos. Y, por supuesto, me encarifk muchas veces con el personaje.
—   ¿Desde cuándo utilizas el cola en la caricatura?

Caricatura de don Vicente Rojas Mateos, Presidente de la Caja Insular de Ahorros
Caricatura de don Juan Francisco García González, Director General de la Caja
—  Siempre lo he utilizado. Lo que ocurre es que las que se publican en periódicos y revistas sólo aparecen en linea. Para mi el color es fundamental. Cada individuo tiene un color y procuro que el color refleje su personalidad, incluyendo el color de los fondos que han de manifestar el "clima" o, como ahora llaman los parapsicólogos, el aura de un individuo.   Todas  las  caricaturas las hago siempre en color.
—  Sin embargo, puede haber una justificación de la caricatura lineal, sin color.
—  La linea, por supuesto, tiene importancia, porque en la misma caricatura en color la linea es la que da la forma, la que da los gestos, la que, en una palabra, define al individuo. Pero el color completa la imagen.
—  ¿Te consideras en la vanguardia de la caricatura?
      Si, por supuesto. La caricatura que se ve hoy en los periódicos y revistas es la que se hacía más de cincuenta años atrás: retratos deformados, grotescos; no es una caricatura elaborada.
       
En cambio, el género de caricatura en el que yo me muevo es una caricatura "de laboratorio", decantada, estilizada, en la que se recoge la personalidad de un individuo con el menor número de lineas posible; y todo ello con una preocupación estética. Este es, sin duda, un género de caricatura mucho más difícil que el otro, aunque parezca más simple.
—¿Cuántas exposiciones has hecho a lo largo de tu carrera profesional?
— Ocho individua/es en las Palmas de Gran Canaria, desde aquella primera del Club Pala, en diferentes centros: Museo Canario, Casa de Colón, Sala de Arte de la Caja, Club Victoria y otros. También he participado en nueve muestras colectivas. En la medida en que cultivo la caricatura de personajes loca/es, naturalmente las exposiciones se celebran en el ámbito local. Pero tengo el proyecto de hacer una exposición en Madrid con personajes nacionales. Y otro proyecto que considero interesante rea/izar es una exposición de caricaturas de mujeres solamente, que la quiero presentar este año en Las Palmas de Gran Canaria.
—   De todos estos años como caricaturista ha surgido una auténtica galería, de personajes de nuestro círculo insular.
      Sí, puesto que he tenido una dedicación completa a la caricatura de personalidades locales, pienso que esta es una labor que no es baldía, ya que constituye una serie de personajes destacados en distintos campos o de persona jes populares, que he ido formando y que quedan aquí plasmados para nuestros contemporáneos y para el futuro. Esto podría ser objeto de un álbum que recogería este sinfín de personajes relevantes de nuestro mundo insular.

Interesante iniciativa, que esperamos sea recogida, para que esa galería de magníficas caricaturas de tantos y tantos personajes de esta tierra sea reunida en un álbum que testimonie la magnífica labor de Padrón Noble y guarde la personalidad de muchas figuras representativas que ya han pasado a formar parte de nuestra pequeña historia insular.

A.H. en: Revista Aguayro
Año XII nº 138, diciembre  de 1981.
(Archivo Personal de Eduardo Pedro García Rodríguez)




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