POR FALTA DE HIPOTESIS QUE NO SEA…
2004 septiembre 12.
Cómo vinieron los guanches
Este es el primer artículo de una
serie de tres que tratan sobre uno de los principales misterios que quedan por resolver sobre nuestros primitivos antepasados.
Cuando los primeros europeos
llegaron a Canarias, debieron haberse quedado bastante sorprendidos al encontrar cerca de la costa
africana y muy alejados del continente europeo, a unos indígenas blancos, altos,
bien proporcionados y en muchos casos de ojos azules.
El aspecto físico: de los
guanches y las diferencias que existen con los pobladores contemporáneos de la
cercana costa de África, han ocasionado no pocas controversias acerca de su
posible origen.
Algunos han sugerido que podrían ser descendientes de
antiguos pueblos germánicos.
Otros incluso han encontrado, en este hecho base
suficiente para demostrar la existencia de un supuesto continente perdido.
Sin embargó las hipótesis más
fiables por estar respaldas por indicios de carácter científico, son las que
sugieren el origen beréber de los guanches.
Estos indicios están basados no.
solo en estudios antropológicos, sino también en la frecuencia de determinados
grupos sanguíneos así como en la genética de las poblaciones de diferentes
pueblos de África y su comparación con los respectivos datos encontrados en la
población canaria.
Según los estudios basados en la
comparación de los grupos sanguíneos (García Talavera y otros), existe una
elevada proporción del grupo sanguíneo O (el que se supone mayoritario entre
los guanches) en la población canaria actual, Lo mismo ocurre en el caso de los
tuareg del Ahaggar y los bereberes de Áit Haddidu del alto Atlas.
Asimismo, el análisis del
material genético deja, población canaria actual (Gavalli-Sforza y otros)
revela que existen también similitudes, con los modernos bereberes norteafricanos.
Por tanto, todos los indicios
apuntan al origen africano de nuestros primitivos aborígenes.
Una vez respondida la pregunta sobre el origen, las siguientes
preguntas que debemos plantearnos son: ¿Cómo llegaron los. guanches desde la
costa africana? ¿Cómo es posible que llegaran no a una, sino a la mayor parte
de las islas?.
Una respuesta que puede parecer evidente sería la de
atribuirles a los guanches los conocimientos necesarios para fabricar y
tripular embarcaciones, de tal forma que llegarían navegando con sus propias
naves desde África.
Pero hay dos argumentos en contra de esta posible explicación,
Él primero es quemo se ha encontrado
ninguna prueba dé que los guaches poseyeran la capacidad de navegación
sólo han aparecido restos de
embarcaciones entre los yácimientos arqueológicos, sino que, según constataron
los primeros cronistas europeos, los primitivos aborígenes carecían de
cualquier artilugio que les sirviera para adentrarse' en el mar podría
argumentarse que los primeros guanches pudiesen haber poseído estos
conocimientos, pero fueron posteriormente "olvidados" a través de las
sucesivas generaciones sin embargo, para cruzar los más de 100 kilómetros que
separan a Canarias de las costas africanas hacen falta embarcaciones muy
robustas. Una travesía como esta podría haberse prolongado durante semanas, con
lo que deberían llevar consigo también un peso importante en provisiones. Y no
solo debían transportar un número importante de personas para asegurar la
colonización de las islas, sino que además tendrían que haber venido con sus
animales domésticos.
Para que un pueblo llegue á dominar
este arte de una forma tan eficaz hacen falta muchas generaciones. (¿Cómo es
posible que los guanches, hayan olvidado algo que les costó tanto aprender?
¿Por qué lo olvidaron los pueblos guanches de todas las islas y no los de una
sola?"
Supongamos que efectivamente loa primeros inmigrantes que
llegaron a Canarias tenían unas sólidas embarcaciones (en este caso las
actuales pateras les deberían haber parecido: unos cómodos
trasatlánticos).
Cómo sabían que echándose al mar navegando en dirección al oeste
llegarían a Canaria.
No disponían de mapas de Navegación y por
supuesto tampoco de brújulas. Ni siquiera sabían que podían encontrar tierra. La
probabilidad de que una barca salga .desde un punto cualquiera dé la costa
africana elegido al azar y llegue a Canarias es ínfima, por no decir nula. Los
actuales inmigrantes, que vienen con motores fuera borra y conocen
perfectamente su destino así como el punto dé donde deben partir en África; a
veces terminan extraviándose. Para los primitivos colonizadores; una travesía de
estas características sería un suicidio con garantía. Así pues debido a éstos argumentos en contra
es altamente improbable que los guanches llegaran a través del mar por
sus propios medios. Supongamos sin embargó, que alguna civilización; que poseyera
la capacidad de atravesar grandes distancias marinas pudiese haber transportado
a los guanches desde África. ¿Qué tripulación abría puesto en riesgo sus vidas
para realizar tal empresa? Es difícil imaginar a los antiguos pueblos vikingos,
fenicios o cartagineses haciendo el papel de buenos samaritanos transportando a
los bereberes en lugar de dedi carse al saqueo como parecen demostrar los datos
históricos.
Parece, pues, improbable que los primitivos guanches hayan
llegado a bordo de las embarcaciones de otros pueblos más avánzados
Luego, si no vinieron
por mar en sus propias embarcaciones ni tampoco a bordo de las naves de otros
pueblos, ¿cómo pudieron haber venido?
Una sorprendente posibilidad será explicada en el próximo
artículo.
(Diario de Avisos 29 de agosto de 2004)
En el artículo anterior
explicamos el muy probable origen africano de nuestros antepasados, (-4 )
También expresamos serias dudas sobre la posibilidad de que los guanches
viniesen a bordo de embarcaciones que construyeran y tripularan ellos mismos.
Asimismo, parece poco probable
que los transportasen otras civilizaciones fon una mayor tradición marinera
como por ejemplo los vikingos, fenicios y cartagineses.
Por tanto, si no vinieron por el
mar con sus propios medios ni con los de otros pueblos, Qué otra posible
explicación nos queda?
Por tierra._¿Les parece descabellado? Siga leyendo.
El punto de Canarias más cercano a la costa africana está
situado a unos noventa y cinco kilómetros. Es una distancia enorme para un ser
humano que quiera cruzarla a nado o a bordo de una frágil embarcación. Pero es
una distancia muy pequeña comparada con las dimensiones de un continente.
¿Quien puede asegurar que las costas del continente africano
son las mismas que hace diez o quince mil años.
Por qué la naturaleza volcánica de las islas es incompatible
que en algún momento éstas hubiesen formado parte de África en lugar de surgir
del fondo marino?
Veamos cuáles son las evidencias
que apoyan esta idea.
El nivel de los mares no siempre
ha sido el mismo. De hecho, el nivel de los mares depende de la cantidad de
hielo que existe en la tierra en forma de glaciares.
Existen pruebas paleo climáticas
que demuestran que el clima de la tierra ha variado a lo largo de su historia.
Hubo periodos donde la temperatura media de la tierra se enfrió lo suficiente
como para permitir la formación de inmensos glaciares.
Durante el último periodo glacial
(conocido como Pleistocenó una gran parte del hemisferio norte se hallaba
cubierto por una enorme capa de hielo. Algunos investigadores sugieren que
llegaron a existir mas de 70 millones de Km cúbicos de agua en forma de hielo.
Es decir 38 millones de Km. cúbicos más de lo que existe en la actualidad. Para
que el lector se haga una idea de estas magnitudes, un embalse de un Km cúbico
de capacidad contendría un billón de litros de agua.
Si quitásemos actualmente de nuestros
océanos estos 38 millones de Km cubicos, el nivel del mar bajaría unos 106 metros.
Además, deberíamos tener en cuenta que el volumen del agua disminuye con la
temperatura. Por cada grado centígrado que baje la temperatura media de la
tierra, el nivel de los mares descendería unos dos metros. Debido a estos dos
factores algunos científicos sugieren que el nivel del mar podría haber bajado
hasta unos doscientos metros con respecto al nivel que
tenemos actualmente.
Imaginemos lo que pueden suponer
un descenso de doscientos metros en el nivel de los mares. Las costas y los
límites de los continentes podrían cambiar de una forma importante.
Si en la actualidad el nivel de
mares subiese estos doscientos metros, una parte importante de la superficie de
los continentes quedaría sumergida. Las montañas situadas en las costas
originarían numerosas "islas" que anteriormente no existían, de no
ser por los registros escritos, al cabo de miles de años los descendientes de los
actuales habitantes estarían intentando averiguar cómo que se originaron dichas ; islas.
Supongamos que lo que conocemos actualmente corno nuestras islas en realidad eran
montañas o territorios elevados haber sido una costa africana más extensa que
la actual.
Imaginemos también que el progresivo
retroceso de los glaciares, que comenzó hace quince mil años y dura hasta la
actualidad, fuera inundando las tierras bajas de esa primitiva costa africana
quedando aisladas las montañas o las zonas más elevadas del resto del
continente.
El nivel del agua habría ido
subiendo progresivamente sometiendo a las zonas recientemente inundadas a una
intensa a la acción de las olas y de las corrientes marítimas.
Esta acción erosiva podría hacer
que la distancia entre el fondo marino y la superficie del mar fuera aún mayor
que la explicada por la simple subida del nivel del mar. Con esto se podrían
explicar las enormes prolundidades que existen entre algunas de las diferentes
islas.
Si esto pudo ocurrir de esta manera flora, la fauna y los primitivos habitantes
podrían haber quedado aislados del continente.
Todo ello ocurriría a una escala
muy dilatada en el tiempo (miles de años). Los primitivos habitantes de estas
tierras se irían situando de una forma imperceptible en terrenos cada vez más
altos, de tal forma que ni siquiera se darían cuenta de que una vez pudieron
emigrar caminando desde el continente.
Donde quiera que existiese una
zona montañosa capaz de albergar algún grupo humano, allí estaría establecido
algún poblado guanche.
Ésto explicaría no solo la
presencia de un pueblo muy primitivo sin conocimientos de navegación en
Canarias. También explicaría por qué los guanches, estaban presentes en la
mayoría de las islas7]2_cómo pudieron tener consigo animales domésticos de
demasiada envergadura como para poder hacer un viaje en una pequeña embarcación.
Sin embargo, aunque esta idea
pueda arrojar alguna luz sobre muchos de los interrogantes planteados hasta
ahora, no deja de ser un entretenimiento intelectual si no se aportan pruebas o
por lo menos indicios que pudiesen darle alguna credibilidad.
Y existen los indicios que pueden
apoyar esta i Además, gracias a las modernas técnicas, de biología molecular
podríamos también reunir pruebas que la doten de una mayor solidez.
Pero eso forma parte del próximo artículo. (Diario de Avisos
5 octubre 2004.
En el primer artículo indicamos el más que probable origen
africano de los guanches, pero expresamos los inconvenientes para explicar su
travesía marítima desde África.
En el segundo artículo aventuramos la idea de que quizás los
guanches no vinieron a través del mar, sino que lo que hoy conocemos por
Canarias eran simples montañas_o terrenos elevados de una otrora más amplia
costa" africana.. Las islas se formarían al subir el nivel de las aguas
quedando los guanches aislados entre si y del
Existen algunos indicios que aportan consistencia a esta
idea.
El primer indicio lo aportan las
investigaciones paleo climáticas, que indican que el nivel del mar ha estado
subiendo desde que finalizó la última glaciación (hace unos doce o catorce mil
años). Hay discrepancias en cuanto a la magnitud de esta subida del nivel del
mar, pero la mayor parte de los investigadores la sitúan entre los cien y los
doscientos metros. Las mayores profundidades que encontramos hoy en día entre
las islas y entre estas y África se explican
por la acción erosiva de las olas y de las "corrientes a medida que
el mar iba ascendiendo. Por otro lado, paleontólogos de la Universidad de Cádiz
han descubierto que durante el paleolítico hubieron contactos entre grupos
humanos del sur de la
Península Ibérica y el norte de África. Hasta ahora los
paleontólogos creían que el estrecho de Gibraltar habría sido una barrera
infranqueable para los primitivos seres humanos que querían viajar a Europa,
debido a las mismas dificultades que encontrarían los guanches para viajar
desde África hasta Canarias. Se había supuesto que los primitivos pobladores de
Europa habían llegado desde África a través del corredor sirio-palestino. Pero
si esto hubiese sido así, para poder llegar al sur de la Península , habrían
tenido que transcurrir un número enorme de generaciones, de tal forma que las
diferencias culturales e incluso físicas que tendrían los pobladores de ambas
orillas del estrecho deberían ser muy notables.
Sin embargo, las similitudes
encontradas entre los yacimientos arqueológicos del sur de Andalucía y los de
Ceuta, obligan a los científicos a aceptar la idea de que quizás el estrecho no
fuese una barrera infranqueable, posiblemente debido a que el nivel de las
aguas fuese muy inferior al actual, estando al descubierto tierras que hoy
están sumergidas.
Estos son sólo indicios que apoyan la posibilidad de que
Canarias formaran parte de la costa africana. No son pruebas concluyentes. En
otras palabras, dan consistencia a la idea pero no la confirman.
Para tener una prueba sólida que
confirme esta unión tenemos que encontrar evidencias incuestionables de que
esta conexión terrestre existió en el pasado y, si es posible determinar en qué
momento se rompió.
Estas evidencias nos las puede aportar la biología molecular
aplicada a algunas especies animales que habitan tanto en Canarias como en el
continente.
Se trataría de aplicar lo que en biología se conoce como
'reloj molecular', cuyo principio de funcionamiento es relativamente simple.
Cuando una población animal se
aisla de otra, se impiden los apareamientos al azar entre los individuos de las
dos poblaciones, generándose diferencias entre los genes de los dos grupos
animales. Con el tiempo, esas diferencias en la información genética se van
acumulando, de tal forma que es posible determinar el tiempo transcurrido desde
que se produjo el aislamiento.
En otras palabras, si analizamos
el material genético de determinadas especies animales de Canarias y de África,
podríamos determinar no sólo el grado de vinculación que tienen, sino que
además determinaríamos el tiempo transcurrido desde que se separaron las
poblaciones de islas y las del continente.
Con este tipo de pruebas
aplicadas a poblaciones humanas, algunos antropólogos pudieron determinar el
origen beréber de los guanches.
El problema está en encontrar
cuáles son las especies animales que necesariamente tendrían que venir por
tierra desde el continente. Es decir, aquellas que no podrían venir por sus
propios medios o de manera fortuita a través del aire o del mar y además no
deberían haber sido introducidas por el hombre de una forma voluntaria o como
polizones en barcos.
Para dar una mayor fiabilidad a
las conclusiones de esta investigación deberíamos encontrar datos coincidentes
en al menos dos especies animales. Sería una casualidad increíble que dos
especies llegasen al mismo tiempo a una gran parte de las islas por medios
absolutamente fortuitos.
Existe (todavía) en Canarias al menos una especie animal con
la que se podría realizar esta investigación, pero corre el peligro de
desaparecer en algunas islas.
Los registros de nuestra historia se conservan no solo en
los yacimientos arqueológicos sino también en nuestra flora y fauna.
Hasta ahora hemos destruido en
aras de un falso progreso una parte importante de estos registros. Por eso,
tenemos que darnos alguna prisa antes de que terminemos acabando con lo poco
que nos queda.
El responsable de estos artículos
es un biólogo interesado en un tema en el que no puede considerarse un experto,
por lo que seguramente esta serie de artículos presentarán algunos errores. Pero
mientras no existan pruebas concluyentes que aclaren la forma en que llegaron
nuestros antepasados a estas islas, cualquier hipótesis razonable puede ser
válida.
De lo que estoy convencido es de que la investigación
biológica puede ayudar a resolver uno de los grandes misterios que nos quedan
por resolver en Canarias: cómo vivieron los guanches.
Buenaventura Rodríguez Rivero es licenciado en Biología
Celular y Molecular, buenaventurarr@hotmail.com
(Archivo personal de Eduardo Pedro García Rodríguez)
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