EL TELAR CANARIO, LOS TELARES DE FUERTEVENTURA
En la Sala de Arte de nuestra
Entidad se presentó recientemente una muestra de telares de Fuerteventura, a la
cual corresponden' las fotos que aquí ofrecemos, y que complementamos con el
trabajo de nuestra colaboradora Caridad Rodríguez Pérez Galdós, licenciad» en
Historia y especialista en este tema.
Fuerteventura se ha caracterizado
siempre por un clima seco y poco contrastado, consecuencia en parte de la
escasa altura de la isla y en parte de su proximidad al desierto del Sahara, lo
que ha dado como resultado un paisaje árido y una extrema pobreza de recursos
naturales a sus habitantes. La vegetación, matorrales de poca altura,
prácticamente se reduce a sistemas Klenia-Euphorbion. A su vez la agricultura
ha retrocedido en los últimos años, por la falta de agua y de innovaciones
técnicas, reduciéndose a pequeñas huertas familiares y a algunas superficies de
plantaciones de tomates para la exportación.
La principal actividad económica
tradicional es el pastoreo, fundamentalmente de caprino, encontrándose en la
isla grandes manadas. No ocurre lo mismo con el ganado lanar, cuyos rebaños
mayores cuentan apenas con unas 20 ovejas que suelen tener un régimen estante,
dándose un mínimo de trashumancia.
La posesión de ovejas se
justifica utilizando la leche junto con la de cabra para la elaboración de
quesos. Cuando la cantidad de lana es considerable se vende a compradores
marroquíes. Sólo una mínima parte es preparada para tejer en telares de la
isla.
TRATAMIENTO DE LA LANA
El tratamiento de consta de siete fases:
La lana
1)
TRASQUILADO: La oveja es trasquilada por el pastor en el menguante de
abril. Esta es la única operación realizada por el hombre. El resto de las
labores, desde que se corta la lana hasta que se confecciona la pieza, son
realizadas por la mujer.
2) PRIMER LAVADO: Se realiza, a) en un estanque de agua dulce,
lo que ha resultado siempre muy difícil por la escasez de agua, b) En la orilla
del mar. Según la tradición, el agua salada evita que los tejidos se tracen.
En los dos casos, se introduce la
lana en una cesta y ésta a su vez dentro del agua, utilizándola a manera de
cernidora hasta que el agua sale completamente limpia. En este primer lavado no
se usa jabón nunca.
3) SECADO: Se desmenuza el vellón y se
extiende al aire libre, al sol, para
que seque completamente, guardando la
lana en cestas
o sacos.
4) CARDADO:
Esta operación se realiza para evitar que la lana se apelmace, utilizando para
ello las cardaderas.
5) HILADO: Es un proceso particularmente
vigente y agradablemente recordado
entre las mujeres
de Fuerteventura. Es un trabajo limpio, descansado, que se practica a
cualquier hora del día y en cualquier lugar. Los útiles empleados son el huso
de madera y la rueca, una simple caña de barranco abierta en dos por uno de sus
extremos.
6) PREPARACIÓN
DE MADEJAS. ENMADEJADO: La
lana una vez hilada, se enmadeja con ayuda del aspa. Aspar.
7) SEGUNDO LAVADO: Las madejas se lavan
con agua fría, pero esta vez con jabón.
8) OVILLADO:
Se ovilla la lana. Y ya se puede pasar a preparar la urdimbre y a enhebrar el
telar.
MATERIALES
EMPLEADOS
1) Lana de oveja. Es ta
materia prima más utilizada.
2) Lana de camello. Dejó de emplearse hace
aproximadamente unos 30 años. Se destinaba exclusivamente para hacer dibujos
rayados en las mochilas y costales de grano. Su preparación es similar a la de
la lana de oveja.
3) El lino.Dejó de cultivarse hace años en la
isla.
4) El algodón. Muy corriente durante los años
40-50, en los que llegaron a plantarse considerables extensiones de terreno en
la isla.
5) Trapos viejos. De telas usadas cortadas en
tiras y unidas unas a otras para la confección de "traperas", que servían
de abrigo y hoy se usan en la decoración.
COLORES
UTILIZADOS
Los colores utilizados son los
naturales de la lana de oveja: el blanco y el marrón. Y el beigegrisáceo como
resultado de la unión de los dos anteriores.
El color anaranjado de la lana de
camello.
El color azul conseguido con
tintes naturales a base de cascaras de granada y de orines, para un tipo
determinado de mantas.
TIPOS
DE TEJIDOS
En Fuerteventura,
tradicionalmente, se trabajó siempre el telar con dos o cuatro perchadas
(lizos).
Los tipos tradicionales que hemos
encontrado en Fuerteventura, son:
—
Tejido plano
— Espiga
— Cordón
— Mantas de chochos
El dibujo, a base de rayas
verticales y horizontales, viene dado por la forma de preparar la trama y la
urdimbre.
Distinguimos tres categorías de
piezas confeccionadas en telar:
A) Prendas
personales: chaquetas, fajines,
abrigos.
B) Prendas de cama: mantas, traperas.
C) Bolsas de trabajo: alforjas, costales,
mochilas.
EL
TELAR
Por ser muy pesadas y
consistentes, las maderas utilizadas tradicionalmente para la construcción de
telares eran la riga o tea. Teniendo en cuenta la escasez de bosques en la
isla, estas maderas fueron seguramente importadas a Fuerteventura y trabajadas
allí, posteriormente, por algún carpintero.
El telar de tipo horizontal, con
un enjulio y un plegador exclusivamente, presenta un diseño característico
común a toda la isla, haciéndose notoria la falta de telares con enjulio bajo,
hecho que vendría a corroborar la idea de que la evolución ha sido mínima desde
la llegada de los mismos a la isla.
La habitación del telar suele
estar situada en el exterior de la casa y suele usarse como granero y almacén
de los aperos de labranza.
Tejendera, Tejedera o Tejedora,
son los nombres con los que se conocen a las mujeres que se dedican al oficio.
Aunque cabrían algunos matices:
TEJENDERA:
Es la profesional, trabaja para la calle, aceptando encargos.
TEJEDERA:
Es una del nombre anterior.
Deformación
TEJEDORA:
Es la mujer que trabaja el telar para su casa.
La tejendera, a pesar de trabajar
para la calle, dedica gran parte de su actividad diaria a cuidar su casa y su
familia y ayudar a su marido en las faenas propias de la agricultura.
Aunque la tejendera también
hilaba, cuando ella aceptaba un encargo se le traía la lana ya preparada. Se
cobraba el trabajo en metálico, y estaba muy mal remunerado.
Las tejenderas que quedan hoy en
Fuerteventura tienen más de 70 años y ya no tejen ni tienen telar, todas
padecen enfermedades relacionadas con la columna vertebral y el reúma. Por lo
que creemos que su punto de vista sobre la artesanía como forma de producción
no podrá jamás coincidir con el nuestro. Fue con estas mujeres con las que
hablamos para obtener nuestra información.
LAS
HILADAS
La principal actividad
comunitaria, relacionada con el trabajo del telar, eran las hiladas. Se
celebraban con cierta regularidad y son todavía hoy particularmente recordadas,
ya que brindaban la oportunidad a los jóvenes de ambos sexos de establecer una
comunicación, hecho muy difícil entre los grupos campesinos, hasta hace unos
años.
Las hiladas solían convocarse por
rotación en las casas particulares de la localidad, bien de las tejenderas o de
las hilanderas. El día elegido solía ser el sábado por la tarde cuando empezaba
a oscurecer y duraban hasta las 11 ó las 12 de la noche. Asistían vecinos, sin
distinción de edad o sexo.
El motivo, y en la mayoría de los
casos "la disculpa", era la necesidad de hilar una gran cantidad de
lana en un mínimo de tiempo. La anfitriona colocaba en el centro de la
habitación principal de la casa (habitación que suele ser sala de
estardormitorio) una gran cesta llena de lana.
Mientras las niñas jugaban o
escarmenaban la lana, las jóvenes sentadas en torno a la cesta hilaban; sus novios
o pretendientes les sostenían las ruecas, y las mujeres de edad supervisaban.
Entre las 9 ó 10 de la noche, y
una vez que el trabajo estaba justificado, se podía dejar de hilar y el grupo
se dedicaba a cantar (acompañados en ocasiones de instrumentos musicales:
timple y guitarra), a bailar y sobre todo a jugar, practicando juegos tan
inocentes como "El molino", "El anillito" o "El
correchamisos", aunque nunca exentos de una cierta maticia o doble
sentido.
EVOLUCIÓN
Los telares alcanzan su apogeo en
Fuerteventura entre los siglos XVII y XVIII, comenzando la decadencia a finales
de este siglo y principios del XIX, llegando a ser durante el siglo XX una
actividad marginal. Esta línea presenta ciertas perturbaciones, entre las que
destaca la recuperación provocada por la guerra española a causa de la gran
demanda de prendas de abrigo para los soldados. En los años de la postguerra
esta actividad se mantiene, a causa de la profunda crisis por la que atraviesa
el país, para comenzar a decaer a partir de los años cincuenta y acabar por
desaparecer en la década de los setenta.
Caridad Rodríguez Pérez-Galdós en: Revista Aguayro
Año XII nº 138, diciembre
de 1981.
(Archivo Personal de Eduardo Pedro García Rodríguez)
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