abañar. v. Apañar, coger
con codicia. “Ese tío es un ambicioso; abaña cuanto puede sin importarle los
demás”.
abardado. adj. Abundante,
que hay en gran cantidad. “En aquella pesquería estaba el pescao abardao”.
abarrenado. adj. De baja
estatura, pero de complexión fuerte. “Es muy conocida la frase ‘chiquito pero
abarrenao’. De parecido significado son las palabras atarranado* y tarranudo*.
abastecido. adj.
Satisfecho, saciado. “Con este plato de caldo de pescado y media docena de
‘jigos picos’ ya estoy abastecío”.
abelian. m. (¿De
habilidad?). Sensatez, cordura. “Esa muchacha es una loquinaria; no tiene
abelián”.
abrigar. v. (Una planta).
Construirle un abrigo.
abrigo. m. Murete de
piedra seca con que se protege del viento una planta. “Los hoyos en que crecen
las vides en La Geria tienen un abrigo”.
abrojo. m. Erial, terreno
de piedras y tierra inculto. “Antes se plantaba cebada en muchos de los abrojos
de la isla”.
abuja. f. Vulgarismo por
aguja.
achipenque. m. Trasto. “En
esta* almacén se van arrinconando todos los achipenques de la casa”.
acristianar. v. Dar nombre
a los lugares. “Todos esos barrancos y morros están acristianados de viejo”.
agarrar. v. Coger, tomar
un vehículo de transporte. “Desde que el barco llegó al puerto agarró un taxi y
se jincó* en la casa”.
ag/jeñado. (Tener el
comedero ag/jeñado). Tener la comida segura, garantizada. “Hombre, ricos no
serán, pero por lo menos tienen el comeero ag/jeñao”.
agonal. m. Nombre de la
hierba ‘Erucastrum canariense’. Tambié se le llama alcarcán*.
agua. f. Una infusión.
“Una taza de agua”. II (De sazón). Lluvia serena que empapa la tierra sin
correr. II (Del tiempo). La normal de lluvia.
aguaje. m. Revoltura de
las aguas del mar producida por las olas al reventar*. II (De poco aguaje). De
poco aguante. “Es un luchador de poco aguaje; se cansa pronto”.
¡aimería!. int. (¿De ave
María? Expresión de ironía o asombro fingido. “¡Aimería! Qué cosas dice ese
hombre”.
ajeliado. adj. (¿De
aheleado? Enclenque, esmirriado. “¿Cómo pudo salir un hijo tan ajeliao de esa
mujer tan farfantona*?
ajillarse. v. Dicho del
millo*, no alcanzar su desarrollo normal, especialmente la piña* o mazorca.
ajillo. m. Nombre de la
liliácea ‘Androcymbium psammophilum’, endemismo lanzaroteño que crece en los
arenales extensos o jable*.
ajío. m. Ruido confuso,
rebumbio*. “Llovió tan fuerte que se oía de lejos el ajío del barranco
corriendo. II Golpe fuerte dado con el dorso de la mano. “Le pegó semejante*
ajío que le rompió un diente”.
ajorar. v. Ajorear,
espantar, ahuyentar, especialmente a los animales. “Con tantas gallinas sueltas
que tiene alreor* de la casa se la pasa todo el día ajorándolas”.
ajoviar. v. Acosar el
macho a la cabra para cubrirla emitiendo unos bufidos particulares.
ajoyar. v. (Por ahoyar).
Abrir hoyos en la tierra para depositar la semilla o para transplantar una
plantita.
ajulaga. El arbusto
‘Launaea arborescens’. “La ajulaga (más frecuentemente llamada ‘julaga’*)
fue en tiempos pasados una excelente hornija”.
ajumado. adj. (Por
ahumado). Algo borracho.
ajuriar. v. Ajorar*,
espantar o soliviantar las cabras. “Esas cabras están ajuriadas de perro”.
alante. (Echado p’alante).
Valentón, bravucón.
albiando. (Quedarse
albiando). Quedarse chasqueado. “Creyó que iba a ganar esta partida, pero se
quedó albiando”.
alborinco. m. Jaleo,
alboroto. “Según llegaron los gigantes y los cabezúos al barrio se armó un
alborinco de mieo, sobre todo entre la gente menúa”.
alburrión. m. Nombre del
pájaro ‘Bucanetes githagineus’.
alcachofa. f. Nombre que
se da en algunos lugares de la isla a la planta ‘Astydamia latifolia’. Es más
conocida por servilleta*.
alcanzársela. Recibir un
castigo si no cesa en algo que incomoda mucho. “Si no dejas de lloriquear te la
vas a alcanzar”.
alcarcán. m. V. agonal*.
alcayata. (Doblar las
alcayatas). Forma jocosa para expresar el acto de morirse.
aleteo. m. Acción de
aletiar*.
aletiar. v. Coger las
crías de las pardelas cuando grandes, en las noches oscuras encandilándolas con
la luz de un mechón* cuando salen de sus huras para ejercitar las alas.
alfinel. (Ni el valor de
un alfinel). Nada en absoluto. “Fue a costiar* y no jalló* ni el valor de un
alfinel”.
alfinelejo. m. La hierba
Erodium malacoides’. Su carácter más notable, que es el que le da nombre, es el
pico recto y alargado del fruto, comparable por su aspecto con un alfiler.
algodadera. f. La mata
‘Chenoloides tomentosa’. “Si no alcuentran* otra cosa mejor, las cabras no
desprecian a la algoaera”.
alguno. (Alguno tal cual).
Alguno que otro.
alimal. Vulgarismo por
animal.
allá. (De ahi más allá).
Hace algún tiempo. “De ahi más allá estaban diciendo que iban a arreglar la
carretera, pero hasta la fecha nada han hecho”.
almacén. f. (género
cambiado). Almacén. “En algunas fincas hacen una almacencita pa guardar el
arado y demás cosas de la labranza”. II Local en que se guarda un barco. “En La
Playa del Seifío, en la costa de Mala, hay varias almacenes de piedra
seca pa guardar los barquillos* o botes”.
almagre. m. Tierra
requemada por superposición de una colada lávica, de color rojizo. Se usó para
ornamentación de la cerámica y para embarrar* el queso.
alpargatas. (A quien veas
en alpargatas por Navidad no le preguntes más). La vestimenta es señal clara
del estado económico en que se encuentra una persona.
alpodadera. f. La hierba
‘Calendula aegyptiaca’. La alpoaera es una pequeña compuesta de flores
amarillas, que crece erguida, poco ramificada, cuyas hojas ligeramente pilosas
y algo pegajosas despiden un aroma bastante perceptible. Pero su carácter más
curioso y distintivo es el fruto, que recuerda por su forma un turbante, o
también un conjunto de orugas que convergen enroscadas hacia el centro. De
Tahíche y de Haría he recogido para esta hierba el nombre de ‘alpo(d)a(d)era’,
y de La Asomada y de Tinajo el de ‘alpaor’.
alreor. adv. Vulgarismo
por alrededor.
alteroso. adj. Alto y
abultado.
amanecida. (Estar de
amanecida). Haber pasado la noche entera de parranda* o juerga. “El caballero
este estuvo ayer de amanecida con una templaera que no se aclaraba”.
amarguento. adj. Amargo o
tirando a amargo. “La cerveza gusta tanto por el sabor amarguento que tiene”.
amarrar. (Amarrar el burro
al guayabero). Ir a enamorar, a hablar con la novia. II (Amarrar en corto).
Controlar a una persona para que no se exceda en su conducta. “A este chico hay
que amarrarlo en corto, porque se esta pasando de la raya”. II (Ni amarrado).
Frase con que se expresa el hecho de no atreverse a hacer algo. “Después de lo
que le pasó no sale solo de noche ni amarrado”.
amoscado, adj.
Desconfiado, receloso. “Es un tío amoscao. Parece como si pensara que todo el
mundo lo va a engañar”.
andoriña. Además de a la
golondrina se da también este nombre al avión y a las diferentes especies de
vencejos que nos visitan.
anejo. adj. Que huele a podrido, apestoso. "¡Ño!, tienes los zapatos anejos".
anejo. adj. Que huele a podrido, apestoso. "¡Ño!, tienes los zapatos anejos".
antodavía. Variante de
entodavía*.
antonces. Vulgarismo por
entonces.
anzuelo. (De mosca).
Anzuelo de tamaño muy pequeño.
año. (Con los años quien
no cojea renguea). Frase con que se da a entender que la vejez no se puede
remediar. II (Una vez al año no hace daño). Frase con que se expresa que las
cosas cogidas con moderación no son perjudiciales. II (Haber un par de años
que…). Hacer bastantes años, no dos. “Qué cambiao estás. Ya había un par de
años que no venías por aquí”.
¿aoslo? ¿A verlo? ¿Dónde
está?
apalancar. Levantar con
los brazos un objeto pesado flexionando las piernas y echando el busto hacia
atrás. “¡Hombre fuerte! ¡Apalancó con ese tablón tan pesao y lo puso empinao
contra la pared! II Llevarse algo ajeno de malos modos, sin consentimiento del
dueño. “Cogió la caña del vecino y apalancó con ella sin decir una
palabra”.
apañada. f. Operación de
apañar* las cabras.
apañar. v. Reunir las
cabras asilvestradas para disponer de ellas, acorralándolas y metiéndolas, por
lo general, en unos corrales llamados cambuesas*, en donde las marcaban, les
quitaban los baifos* que conviniera, etc. Es operación ya practicamente en
desuso, pero que se realizaba en la isla hasta el siglo pasado.
apapapús. m. La abubilla
(Upupa epops).
apararse. v. Pararse*,
ponerse de pie. “Apárate pa que vean el cacho tesegue* que te has
hecho”.
aperreado. Sujeto a
sufrimientos y penurias. “Qué vida más aperriada la de esa pobre mujer,
trabajando todo el día pa ganar cuatro perras”.
aprebar. v. Probar,
degustar. “Apreba la comía pa ver si está buena de sal”.
apreparar-se. Preparar-se.
“Aprepara los arrustres* y aprepárate tú, que vamos a ir a
pescar”.
apretado. adj. Atrevido,
osado, valiente. “Es un tío apretao. Se mete por esos riscos como si nada”.
apurruñado. adj.
Maltratado, molestado. (Se emplea más en diminutivo, en plan cariñoso, referido
a un niño). “Pobrecito, apurruñaíto”, le dice la madre al crío para consolarlo.
arboliao. adj. Excitado o
alborotado por algún acontecimiento o suceso novedoso. “Con la llegada del
circo está la gente arboliaa”.
arcó. m. Vulgarismo por
alcohol.
arcontrar. v. Encontrar.
arder. (Tener a uno
ardiendo). Tenerlo muy enfadado o indignado. “Mi marío, con tanta borrachera,
me tiene ardiendo”. II (Arderse una planta o un fruto). Echarse a perder,
estropearse, embicharse*.
ardueño. m. Ordeño.
arenque. m. Especie de
sardina grande. Hace años era corriente ver en el mar mantadas* de lo que los
pescadores creían ser arenques, por lo que los llamaban así, pero que eran en
realidad sardinas de buen tamaño de la especie ‘Sardinella maderensis’. Solían
ser, en unión de los palometones*, presa favorita de los guinchos* o águilas
pescadoras. El verdadero arenque no vive en las latitudes de Canarias. II
(Salir como el de los arenques). Quedar mal en un negocio. Parece ser que el
origen de esta frase se encuentra en el hecho ocurrido a uno que se metió a
comerciar con arenques y se arruinó.
arganeo m. Trozo inferior
del sedal, de alambre grueso, en el que se empata el anzuelo, en la caña o en
la liña* de pescar a meros u otros peces grandes.
argollado. adj. Que pasa
apuros por no poder pagar una deuda. “Después que se metió en esos negocios se
ha visto argollao más de una vez”.
armatroste. m. Epéntesis
de armatoste.
armendar. v. Empalmar o
unir por los extremos dos cosas alargadas. “Como la caña era chica y gorda le
armendó una puntera* pa hacerla más cumplía*”. II Corregir el rumbo de una
embarcación tanto a remo como a vela. “¡Armienda avante!”, le dice el que va
mirando con el vidrio* al que lleva los remos.
armienda. f. (Ir de
armienda). Desplazarse en la embarcación, sea a remo o a vela, durante las
faenas de pesca, de un puesto o pesquero a otro. “Pa coger cuatro chifletas*
tuvimos que ir de armienda en la chalana* toda la mañana”.
arneses. m. Bártulos,
equipo o conjunto de cosas necesarias para realizar un determinado trabajo. “Prepara
los arneses pa mañana ir a sembrar”.
arrebatar. v. Desbaratar.
“El chinijo* tuyo no hace sino arrebatarle al mío las casitas que hace con la
arena en la playa”.
arreglado. (arreglado a).
Según, de acuerdo a. “Esa mujer, arregalao a la edad que tiene, luce
todavía nueva*”.
arregüeste. m. Arregosto.
“Si a uno le va bien un día en una pesquería le queda después el arregüeste”.
arrejundido. adj. Bien
dotado o proporcionado fisicamente. “¡Vaya una muchacha bien arrejundía!”
arremoliniarse. Arremolinarse.
“Tiró un tafullo* de engodo al agua y enseguida el pescado se arremolinió
alreor* de él”.
arreparar. v. Preparar.
“Arrepara el zurrón con el gofio, que vamos a arar”.
arrequintado. adj.
Valiente, atrevido, osado. “Es chiquito, pero arrequintao”. II Fuerte, intenso.
“Un calor arrequintao”. II Atiborrado, bien lleno. Tenía el cajón arrequintao
de jareas*.
arrequintar. v. Pegar un
golpe fuerte con el puño. “Tanto lo calentó hasta que le arrequintó una
trompada”.
arretirar-se. v.
Retirar-se.
arretrancado. adj. Local
que está lleno de muebles mal dispuestos o de trastos o cosas que apenas
permiten el paso.
arría. adv. Síncopa de
arriba.
arrogante. adj. Fuerte,
saludable, de buen aspecto. “Pepillo, que estuvo enfermo de ahi más allá, está
ahora arrogante que da gusto verlo”.
arrumado. adj. En gran
cantidad, espeso*. “En aquella pesquería estaban las salemas arrumadas”.
arrustres. m. Útiles,
trebejos para la pesca. “No te olvides de llevar pa abordo la caja de los
arrustres”.
asar. v. Importunar, fastidiar.
“El muchacho con quien bailaba la tenía asada a preguntas y pisotones”.
ascuado. adj. Asqueado.
“Estaba ascuao de ver tanta porquería”.
asegurar. v. Coger.
“Anoche fue a pescar y aseguró tres meros”. II Dar, impactar. “Le aseguró con
un bolico* en la cabeza, que casi lo mata”.
asentarse. v. Sentarse.
asolajiarse. v. Asolearse,
ponerse colorado de coger sol. “Fue a pescar sin sombrero y llegó todo
asoliajao”.
asoliado. adj. Enervado de
haber cogido mucho sol, especialmente cuando se expone a él ex profeso para
calentarse con sus rayos. II Se dice de una persona que no muestra la debida
actividad cuando debiera. “¡Chacho, muévete! Parece que estás asoliao”.
asomada. f. Borde de un
terreno más o menos allanado en el que se produce un desnivel acusado desde el
que se domina una vista amplia a sus pies.
atacado. adj. Ahogado por
la ira o enfado intenso. “Cuando se enteró del caso de su hija se quedó
atacado”.
atajar. v. Impedir que una
res avance en una dirección indebida desviándola. “¡Chacho*, ataja a esa cabra,
que se va a meter en el sembrao!”. II Interrumpir a uno en lo que dice para
hacerle una observación. “Perdone que lo ataje, caballero, pero eso no fue así
como usted dice”.
atarranado. adj.
Tarranudo*, abarrenado*; grueso de cuerpo, pero más bien bajo. Se aplica
también a los animales. “Este camello no será grande, pero es atarranao”.
atoletiado. adj. Atontado,
abobado. “Ese no se espabila ni por una apuesta. Siempre está medio atoletiao”.
atufón. adj. Que se atufa
facilmente. “Vaya una chica atufona esa. No se le puede decir nada sin que lo
tome por el lado malo”.
avental. m. Delantal.
aventarse. v. Hincharse,
inflarse el queso
averilado. adj. Formando
veril*.
aviarse. v. Darse prisa.
“¡Chacha, avíate (luego*) que se va a hacer tarde!”.
avitolado. adj. Del mismo
tamaño. “Un ripio avitolao”.
azafate. m. Bandeja. “Daba
gusto ver aquel azafate lleno de truchas* hasta arriba”.
azafranero. m. La planta
‘Carlina salicifolia’.
azotea. f. La cabeza en
sentido jocoso. “Ese hombre, por los disparates que dice no puede estar bien de
la azotea”.
badulaque. adj.
Despreciable, de escasa categoría moral. “No te lleves por las apariencias. Es
un badulaque de mucho cuidado, de quien uno no se puede fiar”.
bagullaje. m. Piedrecitas,
cascajo, escombros, cascotes. “Con todo ese bagullaje vamos a rellenar el hueco
que queda entre las dos hiladas de la pared”.
baifa. (Echarle un puño a
la baifa). Ir a hablar con la novia.
baifo. (Ïrsele a uno el
baifo). Perder momentaneamente la memoria al querer recordar una cosa. “A esa
viejita se le va el baifo a cada instante”.
baja. f. Escollo,
arrecife.
bajurria. f. Olor del
macho cabrío cuando está en celo. “Cuando las cabras están en marea* los machos
apestan a bajurria”.
balango. adj. Vago,
gandul. “Mira el balango ese. En vez de trabajar pa ganarse unas perras se la
pasa todo el día echado”.
balcero. adj. Se dice de
lo que no da fruto, como la vid que queda sin podar o la cabra que queda vacía
o sin fecundar.
baluto. adj. Dícese del
campo que está sin cultivar. “Esta finca la tengo baluta desde hace dos años
que no llueve”. II Vacío, desocupado. “Desde que se le hizo ese agujero en el
techo está la habitación baluta”. II Gandul, vago. “Ese tío está siempre
baluto. No le gusta trabajar”.
banda. f. Lado con
respecto a algo que está en medio. “La casa está por la banda allá de la
montaña”.
banderear. v. Moverse como
una bandera. “Cuando el barquillo puso proa al viento pegó* la vela a
banderiar”.
banega. adj. Torpe, poco
inteligente. “Ese muchacho es un banega. Ni remar sabe”.
baranda. (Irse de
baranda). Caerse de lado o de costado. También se dice ‘de barandilla’. “Pisó
mal en una piedra y se fue de baranda”.
barco. (Coger barco). Huir
en un barco a otro país. “Temiendo que lo metieran en la cárcel cogió barco y
se fue pa Venezuela”.
bardo. m. Cortavientos
hecho con tallos de centeno cortados y alineados. “Los bardos de centeno se
suelen usar en las huertas* de batatas”.
barra. f. Arrecife
alargado que cierra una ensenada o entrante costero. “El Charco de Juan Rejón,
en Arrecife, está cerrado por la barra de su nombre”.
barranco. (Llevárselo el
barranco). Quedarse en la ruina. “No le fueron bien los negocios y se lo llevó
el barranco”
barrilito. m. Nido
fosilizado de insectos del género Antófora. “Por encima de La Playa del Lajero,
al S de Arrieta, hay gran cantidad de barrilitos”.
barromareta. (¿De la
extracción de barro de una mareta*?). Expresión que da lugar a frases
ponderativas con que se quiere significar que determinada cosa no es fácil de
realizar. “¿Tú te crees que eso es barromareta?. Pues no es tan sencillo como
piensas”.
batatera. f. Nombre de la
planta ‘Cistanche phelipaea’.
batumen. m. Desorden,
revoltillo. “Fuerte batumen hay en este cuarto. Todo está virao de patas*”.
beber. v. Tomar agua un
campo de cultivo cuando llueve. “Este pedazo de tierra, con lo que ha bebido
con estas lluvias, tiene asegurada este año la cosecha”.
bejuco. m. Besito, beso
corto de enamorado. “Mira aqullos dos tortolitos dándose bejucos allí en la
esquina”.
belar. v. Balar. “El
baifito* pegó* a belar desde que oyó a la madre”.
beletén. m. Belete*,
calostro de la cabra.
belingo. m. Diversión,
fiesta. “Para ése no hay penas; siempre está de belingo”.
belitre. adj. Tonto,
estúpido. “¡Valiente belitre! No se da cuenta de las tonterias que dice”.
bellisco. m. Trocitos de
carnada que se tiran al agua para atraer los peces. “Con estos bellisquitos de
sardina seguro que viene el pescado”.
berbetona. f. Especie de
chaqueta pesada y muy abrigada que se usó hasta mediados del siglo pasado.
bermejial. m. Aguas del
mar sucias con el agua de lluvia de un barranco cuando corre llevando tierra.
“¡Oiga! Semejante* bermejial se formó ayer por esa mar pa fuera con el agua del
barranco”.
berol. m. La compuesta,
‘Kleinia neriifolia’, de tallos terminados, cuando está algo seca, en puntas
que parecen dedos regordetes.
bezo. (Darle a uno por los
bezos). Tomar la revancha. “Casi siempre le había ganado a las bolas, pero hoy
le dio por los bezos”.
bicácaro. adj. Bizco. “El
chinijo* este tiene los ojos medio bicácaros”.
bicho (Bicho peludo). El
gusano marino que suele verse en los charcos de marea baja, ‘Hermodice
carunculata’. II (Bicho ruin). Persona mala, falta de buenos sentimientos. “Ese
hombre es un bicho ruin. Ni a los padres los respeta”.
bigareño. adj. Clase de
higo que se da por el norte de la isla.
bobito. adj. Expresión de
cariño. “Que no, bobito, que yo lo decía en broma”.
bobo. m. El arbusto
‘Nicotiana glauca’. No se sabe con certeza de qué le pueda venir este nombre.
Parece ser, no obstante, según vagas especulaciones, que pueda deberse al hecho
de haber sido considerado en principio, dada su similitud con su congénere el
tabaco, que fuera calificado como un tabaco “bobo” por su falta de valor para
este uso. También se le llama en Lanzarote leñero* y venenero*.
boca. (Cielo de la boca).
Paladar.
bolico. m. Piedra
redondeada, más bien grande, pero que cabe en la mano. “Le tiró un bolico y le
abrió una jeta en la cabeza”.
boquino. adj. De labio
leporino. “Era boquino. Tenía el labio partío”.
borujo. m. Burujo, bulto
de algo envuelto o enrollado de forma irregular. “Le vi tirar un borujo al mar
y luego supe que era un pandullo* de engodo*”.
botar. v. Echar el barco
al agua. “Vamos a botar el barco ahora que la marea está llena”. II Hacer algo
de forma precipitada e imprudente. “Está atipada porque no se bota a comer
cosas que engordan”. II Abalanzarse para ser el primero. “Chacho, bótate a
cogerlo antes de que te lo quite otro”. II (Botar años pa atrás). Envejecer.
“¿Cómo se jalla el hombre? ¿Yo? Botando años pa atrás”.
boto. adj. Embotado,
entumecido. “De sentarse mal se le quedó una pierna bota”.
bravera. f. Chimenea del
horno.
braza. (Las cuarenta
brazas). En Arrecife, prostíbulo.
breva. (Estar la breva madura).
Estar un asunto en sazón, en el momento adecuado. “Ya hablaremos de eso cuando
esté la breva madura. Todavía no ha llegado el momento”.
brujiento. adj. Áspero al
tacto, rugoso. Se dice también del terreno rocoso de superficie irregular. “A
los melones carrasqueños* se les llama así porque tienen cáscara brujienta”.
brusca. f. La planta o
mata ‘Suaeda vermiculata’. Es un arbusto bajo, de ramas leñosas quebradizas y
hojas suculentas pequeñitas, todas del mismo color en cada individuo, pero que
puede variar de un ejemplar a otro. También es conocido en la isla por el
nombre de mato pardo*.
buche. (Buche pelao).
Correveidile, chismoso. “¡Valiente buche pelao! No hace más que andar con
cuentos de la vida de los demás”.
budión rey. m. El pez
‘Labrus bergylta’. También se le llama ‘romero de vieja’.
buenas. Saludo que se da
al llegar. “Buenas. ¿Cómo anda la gente?”
¡bues! Exclamación de
suficiencia con que se expresa que lo que le dicen a uno como novedad era ya
bien sabido por él. “¡Bues! ¿Y eso era lo que tenías que decirme con tanto
secreto?”.
bufeo. m. El cetáceo
calderón. “El otro día pasaron rente al barquillo* unos bufeos negros,
grandes”.
bufiadero. m. Variante de
bufadero*, agujero en el techo de una covacha a la orilla del mar por donde
sale expelido con fuerza el agua, pulverizada por la presión ejercida por las
olas al entrar. “El bufiadero de La Punta de la Sonda, en La Graciosa, echa una
columna de más de 15 m de altura”.
bujero. m. Vulgarismo por
agujero.
bula. f. Variante de lula,
el calamar ‘Ommatrostephes vulgaris’. “Las bulas vuelan fuera del agua y son
comida favorita de las pardelas”.
bureo. m. Belingo, ganas
de fiesta y diversión. “Vaya un muchacho alegre; siempre está de bureo con los
amiguetes”.
burgao. m. Los caracoles
‘Gibbula candei’ y ‘Osilinus trappei’. A este último se le distingue con el
apelativo de burgao macho. “Los burgaos hervidos y puestos en vinagre son cosa
buena”. II (Burgao moro). El caracol ‘Astraea rugosa’. El burgao moro tiene un
opérculo muy llamativo, gordo, liso y de color anaranjado por la cara exterior.
II (Estar sacando burgaos). Urgarse la nariz con el dedo.
burra. f. Caballete para
aserrar.
burranco. adj. Burro,
torpe, ignorante. “El burranco ese nunca será un hombre de provecho; no es
capaz de aprenderse una lección”.
burrión. m. Variante de
alburrión*.
burro (Qué burro se irá a
morir). Frase con que se expresa un mal augurio de algo que va a suceder. “Hoy
se levantó de mal humor. ¡Qué burro se irá a morir!”.
buscar. v. Traer, ir a por
alguien o a por algo. “Ir a buscar agua, o leña, etc., o a una persona.
caballería. f.
Caballerosidad, distinción social. “Se ve enseguida que es un señor de mucha
caballería”.
cabeceadura. f. Tozudez,
obstinación, terquedad. “Desde hace tiempo está con la cabeciaúra de que dormir
sentado es malo”.
caboco. m. Cueva vertical
o pequeña sima abierta en suelo rocoso. “En La Cueva de los Cabocos de
Alegranza crían* muchas pardelas”.
cabula. f. Nudo que se
hacía en la liña* de pescar en aquellos sitios en que estaba desgastada por el
rozamiento excesivo para que no se rompiera por allí. “Hazle una cabula a la
liña* por aquí que está media* findanga* y va a terminar por partirse”.
cacariando. (Quedarse,
salir, etc. cacariando). Expresión equivalente a quedarse, salir, etc. con el
rabo entre las piernas. “Vino creyendo que iba a darle una lección, pero salió
cacariando”.
cachimba. (Llenarle o
tenerle a uno la cachimba llena). Agotarle la paciencia, estar a punto de
hacerle perder los estribos. “Con tanta mentira ya me tienes llena la
cachimba”.
cachiporra. adj. Torpe,
que no hace nada a derechas. “¡Valiente cachiporra es ese hombre!. Todo lo hace
al revés”.
cacho. m. Cantidad,
medida. “Tu hijo es un cacho más grande y más serio que tú”.
cachorra. f. Gorra. “Ese
no se quita la cachorra ni pa dormir”.
cachundeo. m. Variante de
cachondeo.
cada. (Ca(da) uno es
ca(da) uno). Sentencia o adagio equivalente a ‘genio y figura hasta la
sepultura’.
caer (Ya te caíste). Frase
capciosa equivalente a ‘ya te cogí’. “Conque me querías engañar, eh. Pues ya te
caíste, porque yo sabía que eso no era verdad”.
cafén. Vulgarismo por
café.
cágalo. m. Págalo, ave
marina del género ‘stercorario. “Los cágalos acosan a las gaviotas hasta
hacerles devolver lo que llevan en el buche para comérselo ellas”.
caidas. f. Ganancias
extras que “caen” fuera del sueldo normal. “El director de la empresa se gana
su buen sueldo más las caidas que logra apañar por su cuenta”.
caíl. m. En Lanzarote no
es hierba que pertenezca al género ‘medicago’, sino la ‘Emex spinosa’, una
poligonácea. “Un caíl, si no se tiene cuidado al arrancarlo, ensarta* al más
pintado con las espinitas que tiene que apenas se ven”.
caja. (Estar como la caja
de los turrones). Encontrarse en todos sitios. (Por la caja en que los turroneros
llevaban su mercancía a las fiestas). “Vaya una mujer novelera*. Está donde
quiera como la caja de los turrones”.
cajeta. adj. Tonto,
estúpido. “¡Valiente cajeta! Y encima se las da de listo el tío”.
calacimbre. m. Alambre de
acero fino. “El calacimbre se usa para la prima de las guitarras y a
veces para la parte inferior del sedal que va unida al anzuelo”.
calaportal. m. En la pesca
en la costa de África la captura hecha fuera de las horas de la jornada
laboral, que era propiedad del marinero que la hacía”.
calcosa. f. La planta
arbustiva ‘Rumex lunaria’. Fue traída de El Hierro en las primeras décadas del
siglo pasado para usarla como planta forrajera, razón por la cual se le da el
mismo nombre que en aquella isla y no el de vinagrera* que tiene en otras del
archipiélago, como se hace en los tratados de botánica. La auténtica vinagrera
de Lanzarote es su congére ‘R. vesicarius’.
caldeado. adj. Caluroso.
“Ayer estuvo el día caldiao hasta en la sombra”.
caldear. v. Calentar el
horno. “Mientras yo voy amasando vete tú a buscar* leña pa caldiar el
horno”.
caldereta. f. Caldera o
cráter de volcán pequeño.
calentona. f. Mujer
ardiente. “Ese pobre muchacho se está quedando en los huesos. Claro, con la
novia calentona que tiene, no le digo…”.
calera (Fumar como una
calera). Fumar mucho. “Hoy las mujeres fuman como una calera lo mismo
que los hombres”.
caletón. m. Cala o
entrante costero de paredes por lo general averiladas*, de aguas profundas y, a
diferencia de las caletas, sin callaos* al fondo o rincón terminal.
calicanto. m. Roca muy
friable formada por lapilli compactado con tierra arcillosa. “Las faldas del
Lomo de San Andrés (Mozaga) están formadas en gran parte por calicanto
cubierto de tierra”.
callao. (vivo). Se dice
del callao* o canto rodado grande, duro y muy alisado. II (Darle a uno con un
callao en la frente). Se dice, con manifiesta hipérbole, del castigo que merece
una acción indigna. “¡Qué feo lo que hizo!. Estuvo como pa darle con un
callao en la frente”. Pienso si no será una reminiscencia del sistema de
ajusticiamiento que según se dice aplicaban los primitivos habitantes de la
isla a los que cometían un crimen muy grave, consistente en aplastarles el
cráneo con una piedra de esta natraleza.
cama (redonda). Modo de
dormir que usaba antes la gente humilde para alojar a familiares que venían a
pasar con ellos unos días. Consistía en tender sobre el suelo de una habitación
una camada de paja sobre la que se echaban directamente o luego de cubrirla con
mantas. Por la mañana, al levantarse, se amontonaba la paja en un rincón hasta
la noche siguiente en que se volvía a habilitar como lecho de la misma manera.
camalión. m. Quisquilla,
el crustáceo ‘Palaemon elegans’, de cuerpo translúcido, que vive normalmente en
los charcos. “Las tortillas de camaliones son cosa fina”.
cambuesa. f. (Se ve
escrito normalmente ‘gambuesa’, con /g/ al principio, pero yo lo he recogido
siempre aquí en Lanzarote, de viva voz, en la forma ‘cambuesa, con el sonido
/c/) claramente articulado en lugar de /g/. Corral grande en que se metían las
cabras durante la apañada*. En Lanzarote hay varios topónimos que llevan el
componente ‘cambuesa’, con sus correspondientes corrales.
camellada. f. Conjunto de
camellos ocupados en un mismo trabajo. “Cuando se termina el trabajo con los
turistas en La Montaña del Fuego se lleva la camellada de nuevo a sus
gallanías* en Uga”.
camellita. (Cogerle a uno
la camellita). Conocer el punto flaco de alguien y abusar de él aprovechándose
de tal circunstancia. “Perico, que es un bicho ruin, le ha cogido la
camellita al buenazo de Juanillo y hace de él lo que quiere”.
camello. (A camello
regalado no se le mira la corcova). Dicho equivalente a ‘a caballo regalado no
se le mira el diente’.
caminar. (¡Camina!
Exclamación conminatoria que se le dice a alguien para que se marche. “¡Camina,
lárgate, fuera de aquí”.
camino. (Traer camino).
Provenir, derivar, ser consecuencia de. “Ese amulamiento* trae camino de
una mentira que el hermano le dijo el otro día”. II (De camino). De paso. “Si
vas a la loja* tráeme de camino unos jigos* porretas*”.
camisa. (Echarse la camisa
por fuera). Correrse una juerga* con borrachera. “El caballero este se echó
la camisa por fuera anoche”.
candil. (Pa semejante
candil es mejor estar al oscuro). Ser peor el remedio que la enfermedad.
caneca. Depósito del agua
en los antiguos barcos costeros. Consistía en un barril con boca superior por
la que se sacaba el agua valiéndose de un cacharrito o bote al que se le ponía
un mango largo.
caneco. m. cualquier
recipiente o cacharro de aspecto viejo. “¿Y pa qué quieres tú esos canecos
jerrumbrientos*?”.
canga. (Doblar la canga).
forma jocosa del verbo morirse. “El pobre hombre estuvo tan enfermo que
creíamos que iba a doblar la canga”.
cangrejo. (Cangrejo
colorado). El ‘Grapsus grapsus’. En absoluto se le conoce en Lanzarote a nivel
popular por cangrejo rojo como se empeñan en llamarlo los biólogos en los
tratados de zoología. Todo lo más se llama en ocasiones, sólo a los juveniles,
por su coloración oscura, ‘cangrejo moro’. “Los cangrejos colorados se cogen de
noche encandilándolos con un mechón”. II Cangrejo blanco). El ‘Plagusia
depressa’. “El cangrejo blanco es más pequeño que el colorado, y a diferencia
de éste está siempre dentro del agua en los charcos”. II (Cangrejo de jallo).
Especie que vive en pecios flotantes que crían anatifas y musgos. “El cangrejo
de jallo es pequeño, de un par de centímetros como máximo el caparazón, y
tienen un color algo sonrosado”. II (Cangrejo mordión). El ‘Pachygrapsus
transversus’. “El cangrejo mordión es pequeño, pero robusto, y su mordedura, a
pesar de su pequeño tamaño, es bastante molesta”. II (Echar a uno de cangrejo).
Echarlo a pelear con otro más fuerte para calibrar la calidad de éste como
contrincante del que lo echa. “El abusador de Juan echó al pobre Pepillo de
cangrejo para ver si el podría luego enfrentarse a aquel grandullón”.
canilla. f. Tibia. “De ahi
más allá sacaron de ese rincón, donde estaban enterrados, unos huesos de majos*
entre los que había unas canillas de lo menos tres palmos de largo”.
cántara. f. En La
Graciosa, el molusco bivalvo ‘Spondylus senegalensis’, también llamado en
Lanzarote ostrón*. “Las valvas de las cántaras se han usado como
ceniceros o pisapapeles”.
canto. (Al canto arriba).
En lo alto, en la parte alta. “La perra, siguiendo un conejo, fue a tener al
canto arría del morro”. II (En el canto del infierno). Muy lejos. “Eso está
pa allá pa fuera, en el canto del infierno”.
caña. (Y la caña
pescando). Frase humorística con que se quiere significar que la cosa sigue.
“Ya tiene cinco hijos, y la caña pescando”.
cañalizo. m. Canalizo,
formación natural larga y estrecha parecida a un canal. “Punta Delgada, en la
isla de Alegranza, está separada de tierra por El Cañalizo, un canal
natural que parece de hechura artificial por lo perfecto que es”. II Pasillo o
corredor de estas características en una casa. “En Arrecife hay casas antiguas
que tienen un pasillo tan largo y estrecho que lo llaman el cañalizo”.
cañuela. f. Caña delgada,
hueca por dentro todo a lo largo, que se usaba en los barcos que iban a la
pesca de la costa de África para sacar el agua de beber de la caneca* o barril
que la contenía, haciéndola funcionar como una pipeta.
caparacho. m. Variante de
carapacho o caparazón del cangrejo. II (Pa mi caparacho). Para mis adentros, en
mi opinión. “Pa mi caparacho que ése está enamoraíto perdío de la
vecinita”.
capirro. adj. Persona algo
tonta o subnormal por efecto de consanguinidad en sus progenitores. “El pobre
nació capirro. Eso pasa por casarse los padres siendo parientes
cercanos”.
cara. (Dar de cara una
cosa). Resultar desagradable o cansar una cosa por hastío. “Comer arroz con
leche con mucha frecuencia termina por dar de cara”.
¡caracho! int. ¡Caramba!
Seguramente forma eufémica de carajo. “¡Ah caracho! Si hubiera sabido lo
que iba a pasar no vengo”.
carcadero. m. Conchero;
montón de conchas de lapas. “A los majos, la gente de antes, les gustaba mucho
las lapas. Por ahi se ve cada carcadero que da mieo”.
carcahueso. m. Terreno de
mala calidad impropio para el cultivo. “Hasta en los carcahuesos se
cogía antes barrilla*”. II Lugar en los que se tiraban los animales grandes
muertos.
carnada. (mansa). El
cangrejito ‘Xantho pilipes’, y alguna otra especie afín, utilizados como
carnada para la pesca de la vieja*. “Las carnadas mansas, cuando se
cogían muchas, se guisaban y se les echaba sal para conservarlas durante varios
días”.
caroso. (Dejar el caroso*
por el grano). Ir al fondo de la cuestión. “Mira, déjate de historias y vamos a
lo que interesa, hombre. En estos casos hay que dejar el caroso por el grano”.
carrera. f. Espacio del
mar en que se curriquia* con embarcaciones. “Al norte del Roque del Este se
encuentra una de las mejores carreras del Archipiélago Chinijo, y lleva
precisamente este nombre de La Carrera”.
carruncha. f. Huesera*;
instrumento musical de acompañamiento compuesto por una serie sucesiva de
pequeños huesos puestos transversalmente sobre un armazón, sobre los que se
pasa ritmicamente un palillo. “La carruncha es uno de los instrumentos
de música más rústicos del folclore de las islas”.
carta. (Echar una carta).
En plan humorístico, defecar, evacuar el vientre. “¿Dónde está tu amigo? Debe
estar detrás de aquella peña, pues me dijo que iba a echar una carta”.
cartilla. (Enseñarle a uno
la cartilla). Darle una lección en plan reprimenda. “Se las quería dar de
listo, pero el otro le enseñó la cartilla enseguida y le cortó las
alas”.
casa. f. Hura o covacha
donde anida la pardela. “En Alegranza hay casas de pardelas por todos
sitios”.
cascabullo. adj. Persona
despreciable. “No le hagas caso; ese es un cascabullo”.
casco. (Liviano de
cascos). Ligero de cascos, de poco fundamento o cordura. “Esa muchacha es liviana
de cascos. Su conducta con los hombres no es muy apropiada que digamos”.
casliar. v. Forma vulgar
de carlear; jadear. “¡Chacho! Corrí tanto que me quedé casliando”.
castellana. adj. Dícese de
la mujer sin vellos en el pubis. “A esa no le hace falta afeitarse sus partes;
es castellana”.
cataplines. m. Testículos.
(Tócame los cataplines). Frase desenfadada con que se contesta a alguien de
cierta confianza que dice una inconveniencia. “¿Que te preste cinco duros? Sí,
hombre. ¡Tócame los cataplines!”.
cebadilla. f. La gramínea
‘Hordeum murinum’.
cebolla. (almorrana). La
Planta de la familia de las aliáceas ‘Haemorroidales’.
cebollino gato. La aliácea
‘Allium subhirsutum’.
cejo. m. Covacha apaisada
y poco profunda en la base de un risco. “La cabra se guareció de la lluvia en
un cejo”.
celador. m. Antiguo guardia
municipal. “Antes había siempre por lo menos un celador guardando el
orden en la recova*
celaje. (Estar mirando pa
los celajes). No poner atención, estar distraído. “Nunca pones cuidao a lo que
se te dice, hombre. Siempre estás mirando pa los celajes”.
cerca. f. Cercado. “A las
fincas cerradas con una pared de piedra se les llama en la isla cerca”.
cerco. m. Corral grande
para cabras. “Por El Cuchillo, barriada de Tinajo, he encontrado esta
denominación de cerco aplicada a un corral grande para encerrar cabras”.
cernirse. v. Expeler un
pedo silencioso. “¡Fos!, el jodío chiquillo. Ya se cirnió otra vez”.
cerradero. m. Paso a la
orilla del mar que sólo se puede salvar a marea vacía por quedar inundado al
subir las aguas. Otro término equivalente es el de trancadero*.
cerraja. f. También
llamada cerraja dulce*, es una hierba muy común en Lanzarote. “en tiempos
pasados de escasez y miseria era consumida por la gente. Tiene un sabor que
recuerda el de la lechuga”.
cerro. (Pasarle a uno la
mano por el cerro). Halagarlo para obtener algo de él. “Si quieres conseguir
algo del dueño pásale la mano por el cerro regalándole unas viejitas*
secas”.
chabera. f. Especie de
parásito de aspecto de grano de arroz alargado que vive enquistado en la carne
de algunos peces. “En las morenas es frecuente encontrar chaberas”.
chaboco. m. Hoyo grande
abierto en el suelo rocoso, tanto de forma natural como artificial, en el que
se plantan árboles frutales, preferentemente higueras. “Las célebres burbujas
volcánicas de la Fundación César Manrique eran chabocos”.
chabusquillo. m. Plantas
pertenecientes al género franquenia, de las que hay unas tres especies en la
isla de aspecto parecido entre sí. “Los chabusquillos crecen tanto en
lugares próximos a la costa como en los más altos niveles de la isla. Son
matitas de ramaje denso, hojas pequeñitas y florecillas rosáceas o blancas”.
chacueco. adj. Achacoso,
con los bronquios llenos de flema. “El pobre viejo está chacueco
perdido; apenas puede respirar”. También se dice chaclueco*.
chaflán. m. Chaplón*,
escalón a la puerta de una casa.
chalisca. f. Grieta grande
en una colada lávica. “En esa chalisca se cayó un perro de ahi más allá
y tuvieron que sacarlo porque no podía salir solo”.
chamberga. (A la moda
chamberga). Dicho de cómo se va vestido de forma estrafalaria. “Ese hombre va
siempre vestido a la moa chamberga, hecho un mamarracho”.
chamusquina. f. Enfado
leve y pasajero. También se dice refatiña*. “Apenas le dicen en broma alguna
cosa de la novia a ese niñato, le entra la chamusquina”.
chapa. f. Sembrado
pequeño. “Ahí, al pie de esa montaña, tiene ese hombre un par de chapas que le
dan algo de cebada”.
chapaleta. f. Paleta para
remar con las manos. “En los jolateros* se rema con chapaletas”.
charamusca. f. Poca cosa
donde normalmente se espera que haya mayor cantidad. “De toda la cebada que se
plantó en este pedazo no salió sino una charamusca de nada”.
charco. (Levantar
charcos). Sistema de captura de peces consistente en levantar una pared de
piedra seca a la entrada de una ensenadita remansada de boca estrecha, por
encima de la cual pasan los peces con la marea alta, y al no advertir que el
nivel del mar desciende por debajo de la altura de la pared quedan presos
dentro, siendo fácil cogerlos luego. También se le llama a esta modalidad de
pesca ‘levantar paredes’*. II (A llorar al charco). Frase jocoso-reprobatoria
que se dice a quien no supo aprovechar la oportunidad cuando debió hacerlo.
“Pudiste haberlo comprado cuando estaba barato y dejaste pasar la ocasión. ¡A llorar
al charco ahora!”.
charrasco. m. Arma blanca
grande. “Antes era costumbre que los hombres llevaran unos charrascos o
cuchillos grandes como arma defensiva o disuasoria o simplemente para las
necesidades que lo requirieran”.
chascarse. v. Matar por accidente.
“Fue a pasar la carretera, no miró bien, y un coche se lo chascó”.
cherne. (Con los ojos como
un cherne). Con los ojos muy abiertos y algo salidos de las órbitas por
encontrarse en situación de apuro o asombrado. “Se cayó al agua, no sabía nadar
y cuando lo fueron a sacar tenía los ojos como un cherne”.
chibirete. m. Corte que se
hace en la cola al pescado salpreso para doblársela hacia delante y acortar así
el largo del pescado.
chibusquillo. m. La hierba
‘Astragalus hamosus’. “El chibusquillo es una fabácea cuyas legumbres tienen
forma de anzuelo”. También se le llama ‘cuerno carnero’.
chícharo. m. Pedo
estridente. “Oiga, se pegó el tío un chícharo que casi nos deja sordos”.
chiche. m. Vulva de la
niña.
chijado. adj. Variante de
chisgado*, asustado. “Cuando se le apareció el camello en aquel descampado se
quedó chijado.”
chijo. m. Miedo acusado.
“Fuerte chijo le entró cuando estaba en la pesquería y vio venir aquella
marejada”. II Diarrea. “No sé qué diablos pudo haber comido pa que le entrara
aquel chijo”.
chilla. (Nuevito en
chilla). Completamente nuevo. “Fue a costiar* y se jalló* un balde de plástico
nuevito en chilla”.
chimbambas. (Mandar pa las
chimbambas). Tirar algo lo más lejos posible. “Jodíos chiquillos. Como no dejen
de molestar con esa pelota la voy a mandar pa las chimbambas”.
chinchoso. adj. Muy
molesto. “¡Mi madre! Vaya una mujer chinchosa con el guineo* de su enfermedad”.
II (Más chinchoso que una mosca). Muy molesto o latoso. “Ese tío es más
chinchoso que una mosca. Desde que aparece por aquí todo el mundo le juye*”.
chingarse. v. Fastidiarse,
jeringarse*. “Pues ahora tienes que chingarte por no haber hecho las cosas como
te dije”.
chinguido. m. Chingo*.
Chorro fino. “¡Vaya un chiquillo ruin! Se llenó la boca de agua y le echó un
chinguido por entre los dientes en la cara al amiguito”.
chinipa. f. La pequeña
fabácea ‘Vicia tetrasperma’, también conocida con el diminutivo de chinipita*.
chinipilla. f. La
hierbecilla ‘Anagallis arvensis’, también llamada ‘matapiojos’ y ‘huevillo (de)
pájaro’. La chinipilla es una plantita mu vistosa y de órganos muy netos, que
ofrece la particularidad de tener flores azules unos individuos y rosas otros”.
chiquillaje. m. Chiquillos
colectivamente. “Todo el chiquillaje del barrio se reúne por la tarde a jugar
en esta plaza”.
chiquinajo. adj.
Pequeñajo. Se aplica despectivamente a un niño. “¡Oye!, pero mira el chiquinajo
ese qué entrometío es”.
chiribitales. m. Eriales,
andurriales. “Antes se iba a coger leña por esos chiribitales”.
chiringuito. m. Barraca o
caseta en que se expenden bebidas alcohólicas. “Siempre estaba engodao* en el
chiringuito ese de ahí en frente bebiendo vino”.
chirlate. f. (Pronunciada
por algunos, chislate e incluso chilate, nombres estos tres que también se dan
a la ‘Hordeum murinum’). La gramínea ‘Stipa capensis’, que forma extensos
pastizales amarillos al secarse, como ocurre al sur del pueblo de Mácher (donde
tambien la llaman pajaza*), a ambos lados de la carretera que baja hacia Puerto
Calero, y por todas aquellas llanuras.
chirle. (Agua chirle).
Caldo sin sustancia. “¿Pero qué rayo de sopa viniste a hacer aquí? Esto no es
más que agua chirle”.
chirrimil. (Pa muestra con
un chirrimil basta). Frase con que se da a entender la poca importancia que
tiene una cosa o asunto, pues un chirrimil es un caracol tan pequeño que nadie
se ocupa de él por su falta de interés para el consumo.
chocho. (No ganar ni pa
chochos). No ganar nada o casi nada. “Si no se quita este mal tiempo pa poder
salir a la mar no vamos a ganar ni pa chochos esta semana”.
chola. (Arrastrar las
cholas*) Estar viejo. “Ese pobre ya está arrastrando las cholas. Los
años no perdonan”.
chopa. La cucaracha
‘Eucophaea maderae’. Es grande, de hasta 45 mm, con alas, de color caneloso.
También se le conoce, por su costumbre de levantar vuelo en ocasiones, con el
nombre de ‘cuca volona’. II (Chopa perezosa). El pez ‘Kyphosus sectator’. Es
parecida, a primera vista, a la chopa común por la forma y el color, pero más
grande. En Lanzarote es rara, y suele vérsela siempre sola en la misma
pesquería”.
chorrillo. m. Diarrea.
“Seguramente comió algo que estaba malo porque le entró un chorrillo que hasta
se resumió los pantalones”.
choza. (Irse pa la choza).
Expresión jocosa o bonhumorada equivalente a ‘irse pa casa’. “Bueno, ya me
voy pa la choza, que se está haciendo tarde. Hasta mañana entonces”.
chuchanga. f. El caracol
terrestre ‘Theba pisana’. Es con mucho el caracol de tierra más común de
Lanzarote y sus isletas. En algunos arenales de jable* suelen verse ajulagas*
resecas materialmente cubiertas de estos caracoles descoloridos por el sol”.
Por la zona norte de la isla se le llama chuchaina.
chamizo. m. Secreción,
aguaza. II En plan desenfadado, vulva de la mujer.
chungo. adj. chungón,
bromista, jocoso. “Este hombre no tiene seriedad ninguna. La mayor parte del
tiempo se la pasa hablando en plan chungo”.
chupado. adj. Dícese de la
tierra reseca de un campo de cultivo. “Si no llueve, con esa tierra chupada de
la finca es imposible plantar nada este año en ella”. II (Estar chupado) Ser
fácil de conseguir. “Eso está chupao. No tengo problema pa hacerlo”.
churro. (De churro). De
casualidad. Se emplea mucho en el juego del billar. “Hacer una carambola de
churro”. “Ni de churro coges tú más pescao que yo”
chusquillo. m. Otro nombre
de la leguminosa ‘Astragalus hamosus’.
chuzo. m. Lanza, lata* o
pértiga del pastor, que lleva un hierro en el extremo inferior. “Antes los
pastores llevaban siempre un chuzo o lanza para ayudarse a andar, sobre todo
por terrenos accidentados”.
cisquerío. m. Abundancia
de ciscos. “Cada vez que se come un cacho de pan deja un cisquerío de migas
botadas por el suelo”.
cisterna. f. Aljibe
redondo. Según gente de edad con quien he hablado del tema, en algunos lugares
de la isla a los aljibes redondos se les llamaba por lo general cisternas”.
claca. f. El cirrípedo
‘Megabalanus azoricus’. “Las clacas figuran entre los mariscos más sabrosos que
se cogen en las costas de nuestras islas, a pesar de lo cual son ignoradas por
los buenos gourmets”.
clarea. f. Clara en el
cabello o en la vegetación. “Dentro de poco se queda calvo. Fíjate las clareas
que tiene en la coronilla”. “Ha llovido tan poco que el sembrado está lleno de
clareas”. II Rendija a través de la cual se cuela la luz. “La puerta está tan
vieja que se le han abierto muchas clareas”.
claro. (A las claras del
día). A las primeras luces del día. “Se levantó a las claras del día porque
tenía que trabajar desde muy temprano”.
clavo. m. Clavo grande.
“En Lanzarote se reserva el nombre de clavo sólo para los de gran tamaño y a
los demás se les llama tachas*.
clico. m. Cierto molusco
bivalvo de la isla muy apreciado en tiempos pasados que parece haberse
extinguido. “El Charco de los Clicos, en El Golfo, se le llama así porque en él
había muchas de estas almejitas”.
cloca. f. Vuelta o aduja
en el alambre por la que, al rducirla, termina por romperse. “Cuando se pescaba
a viejas* con alambre de cobre había que tener mucho cuidado de que no se
formaran clocas porque entonces se rompía fácilmente por ellas”.
cobardica. adj. Miedoso,
pusilánime, poco decidido. “Ese no tiene carácter para atreverse a hacer lo que
le dijeron; es un cobardica”.
cocina. (Tener la cocina
ahumada). Tener ya vellos en el pubis un muchacho o muchacha. “Esa chiquilla,
con sus doce años, ya debe tener la cocina ajumaa”.
codeso. m. El arbustillo
‘Ononis natrix’. “El codeso (coeso en dicción popular) suele crecer en los
arenales de jable*. Sus flores amariposadas son amarillas y las hojas algo
pegajosas”.
cogotudo. adj. Insolente,
respondón. “En vez de contestar con educación cuando se le preguntan esas
cosas, que son en verdad razonables, se pone el tío cogotudo”.
cojombrillo. (Por
cohombrillo). m. La planta ‘Citrullus colocynthis’. “Es una cucurbitácea
silvestre, de troncos y hojas muy híspidos –cubiertos de pelos cortos y
rígidos– y frutos globulares de varios centímetros de diámetro”.
colgar. (Y lo que cuelga).
Frase chusca con la que se expresa que aún queda más para completar lo que se
lleva conseguido. “¿Tienes muchos hijos? Hasta ahora cinco. ¡Y lo que cuelga!”.
collera. (Meter en
collera). Meter en cintura. “Este chiquillo es tan travieso que no hay quien lo
meta en collera”.
colmo. adj. Colmado. “Deme
una tacita colma de tafeña*”.
colombrillo. m. La planta
‘Bryonia verrucosa’. El colombrillo es una cucurbitácea algo venenosa, endémica
de Canarias, que se distingue por sus larguísimas ramas que parecen alambres o
cordeles y sus frutos esféricos del tamaño de una nuez. Se le llama también en
Lanzarote cojombrillo* (por cohombrillo), higo del diablo y perejil venenoso.
comestina. f. Deseo
imperioso. “La muchacha le decía a la madre: tengo una comestina por ir al
baile, ma, que pa qué le cuento”.
comparado. adj. Dícese del
jovenzuelo que pretende ponerse en conducta a la altura de personas mayores.
“¡Valiente comparao! Pues no pretende ya ir al baile como un hombre”.
¡cónchale/s! Exclamación
con que se enfatiza lo que se dice. “¡Cónchales!, casi me trillo* el dedo”.
conejo (de vaca). m.
Molusco del género aplasia. “Los conejos de vaca suelen verse en los charcos de
la marea vacía. Cuando se los pincha echan un Líquido de color violáceo”.
contajo. m. Cuento,
habladuría, chisme. “Es una alegaora. Siempre está con contajos”.
contra. (Pa contra).
Hacia, frente a. “La cambuesa* está pa contra la montaña”.
contri más. Cuanto más.
“Contri más copas tomaba más ganas de beber le daban”.
corchudo. adj. (Del
queso). que tiene aspecto de corcho.
cordial. f. cordal
(muela).
corneta. f. La planta
‘Glaucium flavum’. “La corneta es una hierba erguida de la familia de las
amapolas, de frutos capsulares largos con un cierto aspecto de corneta, de
donde el nombre popular que reciben aquí”.
corona (Del pajero). Parte
superior del pajero. “A veces la corona del pajero, cuando era hueco para
guardar el grano dentro, hacía de tapa del mismo”.
correbullo. m. Conejo.
“¡Ños! Por más que corrió la perra no pudo alcanzar al jodío correbullo, que
acabó por escoletarse* en una chalisca* del malpéis*”.
correcaminos. m. La
avecilla ‘Anthus bertheloti, también conocido como (pájaro) picudo*.
correhuela. f. La
correhuela, o corregüela, como pronuncia el campesino, es la mala hierba
‘Convólvulus arvensis’ que tanto daño hace en los campos de cultivo por la
capacidad que tiene de extender sus raíces y la dificultad que ofrece a ser
extirpada.
correr. v. Hacer que algo
obligue a uno a abandonar un lugar. “Estaba pescando y la lluvia lo corrió de
la pesquería”. II (Correrle a uno las tripas). Hacerle ruido
cruz. (Cargar/descargar la
cruz). Ponerle o quitarle unas piedritas* simbólicas para quitárselas o
ponérselas de nuevo en honor del difunto al que están dedicadas.
cuchara (Meter la
cuchara). Dar su opinión sin venir a cuento o entrometerse en una conversación
que no le atañe. “No metas la cuchara, eh, que esto no va contigo.
cucharilla. f. La hierba
‘Carrichtera annua. Recibe este nombre por sus frutos en forma de diminuta
cuchara.
cuenco. (Del ojo). Órbita.
“Después de la enfermedad que tuvo se quedó amarillo, flaco, con los ojos hundidos
en los cuencos.”
cuernuda. (En dicción
popular, cuernúa). La cariofilácea cactiforme, endémica de la isla, ‘Caralluma
burchardii, de cuya pareja de frutos capsulares en forma de cuernos que le
crece en lo alto recibe el nombre. También se le llama piterilla.
cuerpo. (Caja del cuerpo).
Pecho, tórax. “¡Oiga! Ese hombre tiene una caja del cuerpo que parece un
armario”.
culo (Cachete del culo).
Nalga. “¡Hermosos cachetes del culo los de esa muchacha, eh!”.
culpa. (Arrimar la culpa).
Echar la culpa. “Sin el otro haber hecho nada va y le arrima la culpa de lo que
pasó”.
dedo. (margaro). Dedo
pulgar.
descamisada. f. Acción de
quitar la camisa* (farfolla de la mazorca) a las piñas* de millo*. “Para hacer
la descamisada suele reunirse un grupo de personas que mientras hacen el
trabajo charlan entre sí”. También se dice descamise*.
desembuchado. m. Acción de
desembuchar o quitarle las tripas al pescado.
desgüiciado. adj.
Desahuciado de los médicos. “Ese pobre ya no tiene remedio. Está desgüiciado
por los médicos”.
desturronadera. f.
Instrumento de labranza con el que se deshacen los terrones duros de un campo
de cultivo. Tiene forma de triángulo isósceles alargado, con un madero que une
por la mitad a los lados iguales. Tanto en este travesaño central como en el
lado paralelo opuesto o más corto de la armazón triangular, lleva insertados
unos clavos grandes y gruesos perpendiculares a la misma, que sobresalen unos
cuantos centímetros por el lado opuesto, mediante los cuales, al ser arrastrada
la desturronadera (esturronaera en lenguaje laxo) por una bestia, mediante una
cuerda o cadena atada a una argolla que tiene en el vértice más agudo, deshace
los terrones sobre los que pasa.
dichete. Dicho o sentencia: "El que se arregüesta un día no pierde la pesquería"
dichete. Dicho o sentencia: "El que se arregüesta un día no pierde la pesquería"
duraznillo. m. La planta
‘Heliotropium messerschmidioides’. Es un arbusto que puede pasar de los 3 m de
altura, de tallos suberectos, de color oscuro y rugosos al tacto. Las hojas
están dispuestas en verticilos, y las flores, minúsculas, de color verdoso y
suavemente aromáticas, se presentan en cimas numerosas, muchas de ellas
convertidas ya en frutos que semejan a simple vista granos de anís.
Suele encontrársela por El
Malpaís de la Corona, en cuyos pueblos aledaños la llaman palillo*.
embarrar. v. (el queso).
Cubrirlo con almagre*. El almagre es la tierra requemada, de color rojizo por
efecto del calor recibido durante su formación volcánica, que forma estratos en
los macizos basálticos.
enjaretar. v. Endilgar.
“Fue a comprar un par de kilos de bocinegros y le enjaretaron en medio un par
de brecas”.
entaliscarse. v. Meterse,
especialmente una cabra, en una talisca* de un risco y no poder salir luego.
“Cuando una cabra se queda entaliscada tiene que descolgarse un hombre para
sacarla”.
enterito y entregado. De
forma total y absoluta.
enterregarse. v. Llenarse
o ensuciarse con tierra. “Este chico, cada vez que va a jugar al llano ahi
atrás viene todo enterregado”.
entupirse. v. Variante de
tupirse. “No comas tantos tunos, a ver si te vas a entupir”.
escaldón. (De gofio).
Gofio escaldado* (mezclado con caldo) en buena cantidad. “Antes las familias se
sentaban en el suelo sobre una estera alrededor de un lebrillo puesto en el
centro lleno de un buen escaldón de gofio acompañado de otras comidas”.
escarabajo. (Meyón*). m.
Escarabajo del género Blaps, grande y de color negro, que cuando se ve acosado
lanza un chingo* de líquido irritante y maloliente.
esparecerse. v.
Desaparecer. “Estaba aquí hace un momento, pero cuando volví ya se había
esparecío”.
espeso. adj. Muy
abundante. “Nunca he visto tantas salemas juntas en una pesquería como aquel
día; estaban espesas”.
explotarse de risa.
Estallar en carcajadas. “Vio caer a una pobre vieja en la calle y en vez de
levantarla se explotó de risa”.
familiaje. m. Niño en
sentido un poco despectivo. “Mira el familiaje este. No es más que un crío y ya
quiere compararse con los hombres”.
farfantona. f. Mujer
hermosota, algo desenfadada, de buen ver.
fasquía. f. Gálibo,
plantilla; apariencia de un barco. II (Tener buena fasquía). Dicho de una
mujer, tener buena planta, ser guapa. “¡Qué buena fasquía tiene la morenucha
esa, eh!. Da gusto verla”.
filudo. adj. Afilado,
aguzado. “¿Te has dado cuenta de la cara filuda que tiene esa muchacha?”.
fincho. m. Además de
significar pincho se da este nombre también a un cuerno de cabra aguzado que se
usa para hacer la descamisada*.
foguete. m. Cohete.
“Cuando vio al camello tan cerca salió corriendo como un foguete”.
fragoso. m. Terreno muy
abrupto formado por grandes piedras revueltas. “En el Fragoso de los Clavijos,
al este de Guatiza, crecen bastantes ejemplares del curioso endemismo botánico
de la isla ‘Caralluma burchardii’”.
frangollón. adj. Lioso,
enredador. “Ese hombre es un frangollón de mucho cuidado. Siempre está metido
en líos”.
gacho. adj. Inclinado o
echado hacia abajo. “Cuando lo cogieron en la mentira se quedó con las orejas
gachas”. “Desde que lo vi venir – con el sombrerito gacho – le dije a mi
compañero – esta cabra quiere macho”.
gafío. m. Bufido del
burro. “Según iba subiendo la cuesta largaba la burra unos gafíos que daba
pena”.
gallar. v. Fecundar el
macho a la hembra. “Dicen los marineros que cuando dos toninas* se ponen juntas
barriga con barriga, con la cola p’arriba, es que están gallándose”.
gamón. m. Escapo o tallo
florífero de la planta liliácea llamada en Canarias gamona*, la ‘Asphodelus
aestivus’ de los botánicos. Existe la creencia de que cuando en verano, época
en que estas plantas florecen, dan muchos gamones, será en las cosechas “años
de montones”.
gasmío. (de gofio). Una
pequeña cantidad. “Cuando vio aquel gofio acabaíto de hacer no pudo contenerse
y se echó un gasmío en la boca”.
gatera. f. Especie de
corral que se usa para que la cabra pueda dar de mamar a la cría sin que ésta
pueda salir de su interior. La altura de la pared permite que la cabra pueda
entrar saltándola, pero no que pueda salir el cabrito. Adosado a este corral
hay un toril* en el que el cabrito puede meterse a través de una puertita*,
quedando así protegido contra los ataques de los cuervos.
goiro. m. Murete de piedra
que levanta el agricultor alrededor de una planta, más comunmente de forma
semicircular cubriendo la parte norte, de donde soplan los vientos dominantes
en la isla, con el fin de protegerla del viento. Recibe también el nombre de
abrigo* y de goire*.
goleura. f. Golisneo*,
efecto de golisniar* (husmear).
golpito. (Al golpito).
Poquito a poco, sin apresuramiento. “Déjese ir al golpito, que no hay prisa. Si
no terminamos el trabajo hoy ya lo terminaremos mañana”.
gorra. f. Sombrero de
tela, de amplia visera almidonada, que cubre toda la cabeza salvo la cara. Era
antes prenda privativa de las mujeres jóvenes solteras.
granillaje. m. Conjunto de
granillas o semillas de un fruto. “Si no fuera por el granillaje que tienen,
los tunos o higos picos* serían una de las frutas mejores que existen”.
greña. f. La planta
‘Cuscuta aproximata’. Se trata de una atípica planta parásita, de extraño
aspecto, bastante corriente no obstante en la isla, que vive casi
exclusivamente sobre la ajulaga*, en cuyo intrincado ramaje se enreda formando
un rebujo de hilos finos de color amarillo o rojizo. También es conocida con el
nombre de rabia*.
greta. f. Grieta. Suele
usarse cuando alcanzan gran tamaño en el terreno, habiendo algún topónimo en la
isla que lleva esta palabra como componente nominal.
Muy conocida es La Greta, un
profundo tajo que se formó, seguramente por asentamiento de los materiales del
volcán La Corona, al pie del mismo por su lado NE. También en Alegranza existe
otro toponimo llamado La Greta al pie de La Caldera por su lado N. La forma de
esta palabra sin la /i/ del castellano, debe obedecer a tener origen portugués.
grima. f. Miedo o
repeluzno que deja los pelos erizados. “Cuando el barquillo en que iba se
reviró* y alcanzó a ver la aleta de un tiburón le entró una grima que lo dejó
paralizado”.
gualdrapa. f. Carne momia*
que cuelga, por ejemplo en una persona que adelgaza después de haber estado
gorda. “En la playa se ven algunas señoras luciendo sus hermosas gualdrapas”.
guardar. (el secreto).
Frase con la que ironicamente se pretende hacer ver no estar enterado de alguna
virtud o ventaja que otro posee. “Caramba, qué bien guardabas el secreto. No
sabía lo conquistador que eras”.
guas. m. Agujero en que
había que meter el boliche* en este juego infantil.
güiros. (Cogerle los).
Cogerle la vuelta, acecharlo o tenerlo bajo control para impedir que consiga
algo indebido, de forma premeditada, contra alguien. “Lo vio venir a hacerle la
perrería, pero le cogió los güiros a tiempo y lo dejó con un palmo de narices”.
guisado. adj. Dícese del
queso cuando está acorchado.
gujerar. tran. Vulgarismo
por agujerear. “Pa gujerar ese tablón se pasó casi media hora porque el
berbiquí que tenía estaba ya muy viejo”.
hierba. (muela). f. La
‘Oxalis pes-caprae’. Es una hierba jugosa o tierna, con raíz (rizoma) algo
parecida a la del rábano y hojas de forma tal que al plegarse –disposición que
tienden a adoptar– traen a la memoria la pezuña de una cabra, de donde su
nombre específico, que aquí en Lanzarote se identifica, sin embargo, con una
muela. Las flores tienen un color que va del amarillo al rojo-herrumbroso y
están dispuestas en inflorescencias terminales algo laxas. II (mala). f.
Plantita del género plantago formada por varias rosetas basales de hojas
revueltas, juntas unas a otras, largas y estrechas, cubiertas de pelo largo
sedoso que les da un color plateado, con inflorescencia parecida a una espiga
de un cereal colocada en el término de un larguísimo escapo afilo que se yergue
erecto desde el centro de cada roseta. El nombre se debe al poco aprecio que
hacen de ella las cabras. II (puntera). f. Las dos especies de plantas
crasuláceas del género Aeonium que crecen en nuestra isla como endemismos
privativos de la misma, muy parecidas entre sí morfologicamente, si bien una
tiene las flores rojizas y la otra amarillas. II (yesquera). f. Otro nombre de
la planta endémica de Lanzarote conocida tambien bajo el nombre de yesquero*.
higo. (Si quieres higos
planta pencas). Frase con la que se da a entender que sin trabajar no se
consigue nada. II (Estar como un higo pasado). Estar muy arrugado. “Esta pobre
mujer no es tan vieja pa estar ya como un jigo pasao”.
hondo. adj. De un ruido,
que está o viene de lejos. “Estaba el cielo encapotado y de repente se oyó un
trueno hondo”. (Vulgarmente se pronuncia jondo).
hora. (A buena hora y con
sol). Frase irónica, o más bien mordaz, con la que se da a entender que se
llegó tarde a algo. “¿Ahora, con la marea viniendo p’arriba, quieres ir a coger
lapas? A buena hora y con sol”.
hornito. m. Nombre dado a
los volcancillos de pocos metros de altura, propio de las Canarias. Dice el
geólogo español Eduardo Hernández-Pacheco en su obra ‘Por los campos de lava’,
pág. 164 (Fundación César Manrique, 2002): “El nombre de ‘hornitos’ con que se
designa en Canarias a estos diminutos cráteres no puede ser más apropiado, pues
tienen el aspecto y forma de los hornos de cocer pan”.
huevillo (de) pájaro. m.
La hierba ‘Anagallis arvensis’, llamada también chinipilla* y matapiojos*.
hurrura. f. Variante de
horrura. Basura que flota en el mar o es arrojada a la costa. “En las caletas
buenas de jallos* la marea bota* mucha hurrura”.
incomodar. (Si no
incomodo). Se dice al llegar a un lugar en que hay personas como pidiendo
permiso. Aunque pueda ser una expresión normal en castellano, en nuestra tierra
tiene un uso más arraigado y extendido.
instante. (A ca’istante).
A cada instante o momento. “Vaya un chiquillo sequioso*; a ca’istante está
pidiendo de beber”.
interés. f. La curiosidad
gramatical que presenta esta palabra en nuestra isla es que se usa en femenino,
‘la interés’. “Hombre, la interés que yo tenía era por si se podía ir a
pescar”.
jacío. m. Recalmón;
momento de calma entre una oleada y otra. “Aprovechando un jacío de las
marejadas del reboso que había se acercó el bote a la orilla y pudo saltar la
gente a tierra”. Se usa también en sentido figurado: “Aprovechó un jacío en que
no pasaban coches y cruzó la calle”.
jaira. f. Se emplea por
extensión a un animal salvaje que se muestra confiado, que no huye. “En el
echadero de los camellos de La Montaña de Timanfaya están las palomas
silvestres jairas perdidas”.
jaldar. m. Falda extensa
de una montaña o conjunto de ellas. “En Lanzarote entra el componente jaldar en
algunos topónimos”.
jallo. m. Hallazgo, pecio, cosa encontrada en la costa varada por el mar. II Parecer un jallo, estar muy sucio y desaseado.
jallo. m. Hallazgo, pecio, cosa encontrada en la costa varada por el mar. II Parecer un jallo, estar muy sucio y desaseado.
jamate. (No estar para
jamates). No estar para fiestas y ajetreos. “¿No vas a la feria? –No, ya no
está uno para esos jamates. Eso se deja pa la juventud”.
janga. f. Yunta de burros.
jarda. f. Deformación de
harda < falda.
jarear. tran. Abrir el
pescado en plancha para secarlo al sol después de desviscerarlo y salarlo. Para
realizar la operación del jareado se procede de la siguiente manera: Se corta
el pescado a lo largo, sea por el dorso o por el vientre o parte inferior,
según la especie de que se trate, de forma que quede completamente abierto. A
continuación se le quitan las tripas (destripado* o desembuchado*) y las
agallas (desegallado*). Una vez hecho esto se le echa bastante sal y se deja
así unas horas, por lo general hasta la mañana siguiente en que se le quita la
mayor parte de la sal lavándolo en un charco, y acto seguido se tiende al sol
durante unos días hasta que se seque.
jentina. f. Paliza, tunda.
Derrota estrepitosa. “El padre le pegó al chiquillo una jentina por contestarle
mal”. “Fuerte jentina le pegó el equipo de aquí al de fuera”.
jibarse. v. Meterse la
barriga hacia dentro. “Ese nació barrigúo, y por más que se jibe no logra
parecer más flaco”.
jilo. (por hilo). (Coger
jilo). Marcharse abruptamente. “Estaba aquí con nosotros hace un momento y de
repente cogió jilo, no sabemos pa donde”.
jimiqueo. m. Lloriqueo.
“¡A ver si el chinijo* ese termina con el jimiqueo, que ya le tiene a uno la
cabeza remontada*, hombre!”.
jincarse. v. Tirarse. “Se
subió a la peña que estaba a la orilla del mar y se jincó de cabeza al agua”.
jinchar. v. Hinchar de
forma violenta. (En el habla popular lo más corriente es aspirar la /h/ en este
verbo y sus formas). “Le jincharon los ojos a trompadas”.
jito. m. Piedra firme
escondida bajo la tierra en que tropieza el arado. “Este campo es malo pa arar;
está lleno de jitos”. Debe provenir de hito o mojón.
joviar. v. Perseguir el
macho encelado a la cabra para cubrirla emitiendo una serie de bufidos
característicos.
junquillo. m. La planta
monocotiledónea ‘Cyperus kalli’, de terrenos arenosos, bastante común en la
isla. Su tamaño más corriente es de algo más de un palmo de altura. Tiene un
aspecto raro, como si estuviera mutilada, pues consiste en un simple tallo
liso, erecto, que tiene en lo alto lo que a primera vista parece un apiñamiento
de granos de cereales, con dos o tres largas hojas filiformes que salen,
formando ángulo, de la base de este apiñamiento.
lapa. f. (negra). La
‘Patella candei crenata’, de color oscuro. Vive adherida a las rocas de la zona
mesolitoral, especialmente sobre los callaos* lisos. Es la más sabrosa y de carne
más blanda de las lapas de por aquí. II (Cuando está la marea vacía, leña a la
lapa). Máxima que quiere decir: ‘cuando se presenta la ocasión hay que
aprovecharla’. II (Pa coger lapas hay que mojarse el culo). Frase equivalente a
‘para conseguir algo hay que molestarse o trabajarlo’.
largar. v. Echar, dar.
“Hay muchas nubes espesas y negras, pero no largan ni una gota de agua”.
leche. (Mecer leche).
Hacer leche mecida*.
leito. (Preparar el
leito). Tomar las precauciones oportunas en evitación de algún daño o mal que
pueda acaecer. Los leitos* –palabra de origen portugués que significa lecho–
son compartimentos estancos que tienen los barquillos*, uno a popa y otro a
proa, cuyo objetivo es, entre otros, el de garantizar la debida flotabilidad de
la embarcación si se revira* o vuelca, por lo que se les debe prestar la máxima
atención, especialmente en la tapa o escotilla, para evitar que puedan llenarse
de agua.
leñero. m. Otro nombre del
arbusto ‘Nicotiana glauca’, más conocido en la isla por bobo*.
lío. Entre los pardeleros
profesionales, cantidad de veinticinco pardelas capturadas.
López. (Esos son oros
López). Frase con que se da a entender que lo que se dice tiene distinta
valoración o importancia, equivalente a ‘ser harina de otro costal’. “¿Vamos
mañana a Playa Tenésara a pescar? –Pero cómo, ¿caminando? –No, hombre, en mi
coche. –¡Ah! Esos son otros López.
macho. m. Nombre que se da
en algunos lugares de la isla al caracol terrestre ‘Stenogira decolata’,
también llamado pirulo*. Tiene forma cónico-alargada, suele medir unos 2 cm o
poco más de longitud y su color es blanco. Presenta la curiosidad, tal como se
expresa en su nombre científico, de carecer de ‘cuello’ o extremidad apuntada,
como si se le hubiera roto. Lo normal es encontrar sólo la concha, pero en
ocasiones se ve alguno con el animal vivo dentro debajo de alguna piedra que
mantenga algo de humedad. II (Jardúo). Dícese del macho cabrío al que le
cuelgan unas guedejas largas y abundantes por las ancas. ‘Jardúo’ debe ser
corrupción de haldudo, de haldas o faldas grandes. Por extensión se aplica al
hombre muy velludo. “¡Ños!, vaya un macho jardúo ese hombre. Si es más pelúo
que un mono”. II (Cabreado como un macho). Muy enfadado. “¿Pa qué le dijo
aquello? Nada más oírlo se quedó cabreado como un macho”.
madre. (del agua). En
general, fuente, manantial o lugar de donde brota agua. “Por debajo de la presa
de Mala hay una fuentecilla que tiene este nombre de La Madre del Agua”.
madreturma. f. La planta
‘Helianthemum canariensis’, hospedante de la papacría*. Es una hierba de
pequeño tamaño, más bien tendida o de poca altura, con hojuelas de color verde
claro y flores amarillas, que suele medrar en terrenos con tierra de contenido
calizo.
mago. m. Con respecto a
los pescadores, campesino u hombre de tierra adentro, en tono despectivo. Se
suele reforzar este significado con el aditamento de ‘del campo’. “Se ve bien
que este hombre es un mago del campo, pues no sabe ni empatar un anzuelo”. Se
emplean en el mismo sentido las voces maúro* y campurrio*.
majano. m. Montón de
piedras que se pone para fijar los linderos. “Por lo general los majanos suelen
tener las piedras de arriba pintadas de blanco con cal”.
majapola. (Corrupción de
amapola). II (blanca). La adormidera (‘Papaver somniferum), erecta, alta, con
flores de color lila, púrpura palido o casi blanco.
maleza. f. Terreno que de
tan pedregoso no puede ser cultivado. “Aquí en Lanzarote es muy conocida La
Maleza de Tahíche, el territorio que se extiende desde la montaña de ese nombre
de Tahíche, en dirección SE, hasta la urbanización costa Teguise en su mitad
S”.
malpéis. m. Terreno
extenso compuesto de tierra y piedras, pero en tal cantidad éstas que resulta
imposible de cultivar. Es nombre generalizado en la isla entre la gente del
pueblo llano. Lo de malpaís, por el contrario, se usa entre gente ilustrada o
de estudios. No obstante se da el caso paradójico de que en los documentos u
obras del pasado, por muy antiguos que sean, se escribe normalmente ‘malpaís’,
lo que debe obedecer a una acomodación culta del nombre ‘malpéis’ por parte del
escribano de turno o autor correspondiente. Un error muy extendido
modernamente, que ha tomado practicamente ya carta de naturaleza, es aplicar
este nombre ‘malpaís’ a los campos de lava de época histórica, cosa que nunca
hace espontaneamente el campesino o el pescador, que dan a tales terrenos el
nombre de ‘volcán’.
margullador. m. Hombre
bueno para margullir* o bucear en apnea. Ayudaban en la operación de calar con
chinchorro para soltar del fondo este arte de arrastre o el rozón* cuando se
quedaban enganchados en alguna roca, etc.
marrajío. m. Llorera;
lloro a toda potencia, especialmente entre los niños, con la boca abierta,
supuestamente como la de un marrajo* (especie de tiburón). “Pero qué marrajío
es este aquí hoy todos los chiquillos llorando al mismo tiempo, hombre”.
mataperro. m. La planta
llamada en castellano normativo beleño y cientificamente ‘Hyoscyamus albus’. Es
levantada o erecta, de hasta más de un metro de altura, con hojas muy grandes.
Es tóxica.
matapiojos. m. La hierba
‘Anagallis arvensis, llamada también en la isla huevillo (de) pájaro* y
chinipilla.*
mato. m. El subarbusto
quenopodiáceo, o mata, ‘Salsola longifolia’, muy apreciado en la isla como leña
por su ramas duras. Sus hojas, dispuestas en verticilos, son alargadas,
subcilíndricas, con el anverso acanalado. Tiene flores muy pequeñas y el fruto
es de forma discoidal, seco y de color amarillento o verdoso. Este nombre de
mato se le da por el sur de la isla, en tanto que por el norte se le llama
ramón*. II (blanco). La mata o arbusto ‘Atriplex halimus’, llamado también mato
salado* y mato gota*. Puede alcanzar la altura de una persona, y tiene
abundantes ramas más o menos rectas, hojas de color blanquecino, tirando a
plateadas e inflorescencias terminales alargadas, una central mayor acompañada
de otras más pequeñas laterales, con apariencia de aglomeraciones de hojitas
minúsculas apeñuscadas. II (pardo). La mata ‘Suaeda vermiculata’, también
conocido en Lanzarote por brusca*. II (salado). La planta arbustiva llamada
cientificamente ‘Atriplex glauca’, y también la ‘Arthrocnemum fruticosum’. II
(moro). El arbustillo o mata ‘Suaeda vera’. Crece cerca de la orilla del mar
formando a veces bosquecillos compactos. Es de foliación muy densa, las hojas
pequeñas, de color verde y forma de plátano en miniatura. Flores minúsculas,
como un penachito rojizo del tamaño de la cabeza de un alfiler. Es abundante a
la orilla del mar entre Órzola y Punta Usaje, en el extremo nordeste de la
isla.
mear. (derecho pa la
pared). Hacerse un hombre. “Y pensar que hasta ayer era un chiquillaje* y ahora
ya mea derecho pa la pared el muchcho, eh”.
mecha. f. La hierba de la
familia de las compuestas ‘Phagnalon purpurascens’. Es una matita leñosa de más
de un palmo de altura, con capítulos en forma acopada o cónico-alargada
situadas en el extremo de un fino y largo cabillo axilar, asomando en la parte
superior de los mismos los flósculos amarillentos a modo de cortos penachos que
al secarse adoptan forma estrellada de puntas finas y largas con un botoncito
central más oscuro. El nombre obedece al hecho de que las borras o pelusillas
algodonosas de que están cubiertas sus abundantes, largas y estrechas hojas –de
donde le viene además el nombre genérico– se han usado en tiempos pasados para
prender fuego, como se hacía también con la yesquera*. II (A toda mecha). Con
la mayor velocidad o rapidez. “El pobre chinijo le tenía tanto miedo al perro
que apenas lo vio salió corriendo a toda mecha pa la casa”.
melecina. f. Arcaísmo de
medicina.
meramente. adv. Aunque es
una voz correcta en el castellano actual con el significado de “solamente,
puramente, simplemente”, empleada casi exclusivamente en ambientes cultos o
literarios, no es raro oírla en gente de edad iletrada en algunos lugares de
nuestra isla, incluida La Graciosa, lo que, bien mirado, no deja de resultar un
tanto honroso para nuestra habla popular”.
minado. adj. Lleno. “Esa
casa está minada de cucarachas”.
moco guirre. m. Plantita
de la familia de las borragináceas, casi erecta y algo rígida, cuya especie no
he podido identificar. Por su aspecto recuerda algo a primera vista a la lengua
vaca* (Echium pitardii). Sin embargo las hojas son más pequeñas, más delgadas y
de puntas romas, vellosas y con cilios o pelos de aspecto espinoso en los
bordes. Las inflorescencias son muy conspicuas por su tamaño, con algunas
flores pequeñas en los extremos, de color azul unas y blancas otras en el mismo
pie, que recuerdan por su forma a un cepillito arqueado.
mondongo. (Revolver el
mondongo). Revolver el estómago; sentir disgusto o fastidio ante la propuesta o
la presencia de algo desagradable. “Cuando te oigo decir semejante disparate se
me revuelve el mondongo, muchacho”.
moniento. adj. Además de
presumido significa también vanidoso. “Cuidado con el moniento ese. ¡Sios*! Se
creerá que es un caballero de alta alcurnia”.
monterillo. m. La hierba
‘Misopates orontium’, de la familia de las escrofulariáceas. Es erecta, con
inflorescencias en espiga, muy largas, compuestas de florecillas de color
blancusco sucio con unas nítidas estrías purpuráceas en ambos labios. Por el
norte de la isla al menos se le llama monterillo por el parecido que encuentran
al fruto con la antigua montera* o tocado típico de los pastores de la isla.
monturrio. m. Montón de
cosas menudas de poco valor, como basura, desperdicios, escombros, etc.
mostacilla. f. La hierba
‘Lobularia intermedia’, también conocida por hierba blanca* por la pelusilla de
este color que cubre sus densas ramas. Las inflorescencias son terminales,
redondeadas, de flores pequeñitas de color blanco.
muela. (Calentársele a uno
la muela). Entrarle ganas de comer y, por extensión, de hacer cualquier otra
cosa. ‘‘No querías comer y apenas viste esa comida tan bien preparada sobre la
mesa se te calentó la muela y quedaste agarrado a la cuchara, eh’’. “No pensaba
ir hoy a pescar, pero cuando vio al vecino preparando la caña se le calentó la
muela y se fue con él”.
niñato. m. En términos
despectivos, jovenzuelo presuntuoso que se las da de hombre. “Mira el niñato
ese. ¿Quién se creerá que es, con esos modales de superioridad?”
ojo. (Capiar los ojos).
Pestañear, cerrar los párpados momentáneamente. “Es un caradura. Dice las
mayores mentiras sin capiar los ojos”.
once. (Estar en piedras de
once). Estar alegre o de espíritu triunfal. Deriva esta expresión del juego del
envite porque cuando se llega a tener once puntos se está a punto de ganar la
partida.
onde. adv. Vulgarismo por
‘donde’.
orégano de monte. m. Otro
nombre del ‘Thymus origanoides’.
ortiga. f. (mansa).
Pequeña hierba anual, como lo indica su nombre científico (‘Mercurialis
annua’), de la familia de las euforbiáceas. Tiene hojas glabras y flores
femeninas en las axilas y masculinas en inflorescencias alargadas.
ortiguilla. (brava). f. La
‘Urtica urens’ o común. II (mansa). f. La hierba de la familia de las
escrofuliaráceas llamada cientificamente ‘Escrophularia arguta’. Es
completamente erecta, de hasta más de medio metro de altura su tallo único de
sección cuadrangular. Las hojas son opuestas, acorazonadas, y las flores
pequeñitas, de color purpuráceo oscuro, en tanto que el fruto recuerda por su
forma y tamaño a una pepita de uva. Suele crecer en terrenos pedregosos,
aprovechando, por lo general, rincones sombreados.
También recibe este nombre de
ortiguilla mansa la ‘Lamium amplexicaule’, de tallos asimismo cuadrados y
levantados, de hasta un jeme o más de altos, hojas superiores abrazadoras
totalmente del tallo y flores purpúreas axilares.
ostrón. m. Nombre del
molusco bivalvo ‘Spondylus senegalensis’, también llamado, al menos en La
Graciosa, cántara*. Sus valvas grandes, cóncavas y gruesas, de color rojo por
fuera y blanco por dentro, suelen usarse como ceniceros, o también como
pisapapeles.
padrito. (Oh, padrito). Frase
con que se expresa desazón por alguna contrariedad. “Oh padrito, y sigue el
tolete* este con la misma machaconería”.
pájara. (Tener ojos de
páraja echada). Tener una mirada lánguida y melancólica. “La chica esa no es
fea, pero tiene unos ojos de pájara echada que da hasta sentimiento”.
pajarilla. f. (Arrugársele
a uno la pajarilla). Encogérsele el corazón, asustarse por recelar algo malo.
“Desde que lo vio acercarse con aquella cara de pocos amigos se le arrugó la
pajarilla pensando que venía con malas intenciones”.
pájaro. (El pájaro pide
alpiste). Frase que tiene el significado de ‘cada cosa requiere el debido
tratamiento’, o a cada uno según su naturaleza.
pajito. m. La compuesta
‘Chrysanthemum coronarium’. Es la margarita grande, de tallos lisos y vistosas
flores (capítulos), con botón central amarillo y lígulas blancas, que crece en
la isla a veces en abundancia a lo largo de los bordes de las carreteras o
formando densas agrupaciones en el campo abierto. También se le llama pajo
gato*. II (blanco). Hierba de la misma familia que la anterior, llamada
cientificamente ‘Anacyclus radiatus’, que se distingue de aquélla por ser
vellosa y por otros caracteres secundarios no muy pronunciados.
palo. (Cantar a palo
seco). Cantar a capello, sin acompañamiento instrumental y, por extensión,
hacer algo sin los complementos normalmente usados para el fin de que se trate.
pan. (A falta de pan
buenas son roscas). Frase equivalente a ‘a falta de pan buenas son tortas’,
adaptada a nuestra habla familiar.
paniqueso. m. La hierba de
la familia de las crucíferas ‘Capsela bursa-pastoris’, conocida en castellano
normalmente por bolsa de pastor, como lo indica su nombre específico. Es de
poca altura, un palmo las mayores, con las hojas principales dispuestas en
roseta basal, ofreciendo el aspecto de una cerraja, de la que parten unos
tallos altos y finos con los típicos frutos triangulares que se comparan con el
zurrón del pastor, sostenidos por un pedunculillo largo, y en el extremo
terminal el grupo de florecillas blancas.
papelera. f. El arbusto
‘Bouganvillea spectabilis’, usado como planta ornamental en jardines y parques.
Las hojas rojas tan llamativas que tiene, que parecen de papel, de donde le
viene el nombre, son brácteas y no pétalos de las flores, las cuales están en
medio de ellas y son muy pequeñas.
pardilla. f. Otro nombre
de la plantita ‘Lotus arabicus’, también llamada en Lanzarote hierba muda
salvaje o hierba muda salada.
pasto. m. Nombre aplicado
a varias gramíneas, entre las que se cuentan la ‘Catapodium marinum’, la
‘Schismus barbatus’, la ‘Trachynia distachya’ y la ‘Trisetaria panicea’, todas
ellas, como lo indica su nombre común, buenas como forraje para los animales.
II (burro). La gramínea ‘Lamarckia aurea’, que tiene unas panículas blancazcas*,
y no es nada rara en la isla.
pata. f. (de gallina). La
planta herbácea de la familia de las crucíferas ‘Notoceras bicorne’. Es más
bien pequeña, con tallos floríferos tendidos sobre el suelo, que recuerdan
algo, por su disposición, a los dedos de una gallina, y están cargados de unas
pequeñas silicuas parecidas a las espigas de los cereales, pero que en lugar de
terminar en filamento (arista) terminan en dos apéndices a modo de
cuernecillos, de donde debe venirle el nombre científico. Es hierba muy rígida
y poco jugosa, de color verde mate matizado de morado, hojas oblanceoladas algo
vellosas y flores amarillas diminutas.
patada. (En tres patadas).
En un santiamén. “No sé cómo se las arregla esa mujer que en tres patadas
recoge la casa”.
pato. (moro). m. La
avecilla marina ‘Fratercula arctica’. Es pequeña –más o menos del tamaño de una
perdiz–, rechoncha, de alas cortas para el tamaño del cuerpo –por lo que cuando
vuelan deben batirlas con rapidez y energía–, éste de color negro por el dorso
y blanco inmaculado por el vientre. Suele aparecer por nuestra isla en los
meses de invierno cuando se desatan los brisotes* más intensos, siendo entonces
arrojados a la costa algunos ejemplares, la mayoría de ellos muertos, pero
algunos llegan vivos e incluso algún individuo con el pico adornado con sus
vistosas franjas de vivos colores verticales.
pecho. m. El cangrejo, de
unos cuantos centímetros de longitud, ‘Pachygrapsus marmoratus’. La parte del
cuerpo, sin patas y caparazón, es decir, el “pecho” del cangrejo (de donde el
nombre), o la mitad del mismo, es una excelente carnada para pescar ciertos
peces.
pelotilla. f. Hierbecilla
de la familia de las leguminosas, erecta, de hojas trifoliadas con pedúnculo
algo alargado y foliolos dentados con estípulas (pequeños hojuelas pareadas que
crecen en la base de algunas hojas) laciniadas (como deshilachadas). Las flores
son pequeñitas, de color amarillo, dos juntas sobre el mismo pedicelo. Se
parece mucho al ‘Ononis laxiflora o taboire blanco*. Ignoro la especie a la que
pertenece.
peludo. m. Vaso grande.
“¡Camarero! Écheme un pelúo de vino pa calentarme un poco el estógamo*”. II
(Estar la cosa peluda). Presentarse algún asunto o proyecto con dificultades
para su realización. “Hombre, a lo primero* yo creí que subir esa cuesta era
fácil, pero después de intentarlo me di cuenta de que la cosa estaba pelúa”.
peorrera. f. La compuesta
‘Andryala glandulosa’. Es una mata de base leñosa que puede alcanzar hasta más
de 0’5 m de altura y una extensión aún mayor, muy ramificada y de foliación
cerrada, las hojas grandes, toda la planta de color casi blanco a causa de una
densa borra de ese color que la recubre, de donde el nombre de hierba blanca*
que también se le da. Las flores, o capítulos, grandes, amarillos, en número de
diez o más agrupados en posición terminal sobre pedúnculos más bien largos. Es
bastante común en la isla, abundando especialmente en la ladera N de Montaña
Blanca (Tías).
En Mala, Tabayesco y otros
pueblos del norte, como Guinate, la he oído llamar peorrera, pero en Los Valles
la conocen por estornudera* a causa, según me han dicho, de que restregándola
por la nariz provoca estornudos. No sé si lo de ¿pedorrera? tendrá un origen
parecido.
picudo. m. Uno de los
nombres que se dan en la isla al pajarillo ‘Anthus bertheloti’. También se le
llama correcaminos*.
pie de conejo. m. La
planta ‘Polycarpaea latifolia’, pequeña matita de color gris blanquecino,
ramificación densa y hojas pequeñas espatuladas, sobremontada de grandes
agrupaciones compuestas por una mezcla de flores pequeñitas, anodinas, de color
grisáceo y frutos de aspecto de granos de anís.
Suele verse por Las Montañas del
Fuego.
pirulo. m. Otro nombre que
se da en la isla al caracol terrestre ‘Stenogira decolata’, también conocido
por macho*.
piterilla. f. Nombre que
se da por Soo a la plantita ‘Caralluma burchardii’.
potera. f. Las crasuláceas
endémicas de nuestra isla ‘Aeonium balsamiferum’ y ‘Aeonium lancerotense’,
conocidas también por berol, hierba puntera y hierba zamora, los tres nombres
con el añadido, cuando conviene precisar, ‘de flor amarilla’ o ‘de flor
colorada’, según corresponda.
quemoncillo. m. La
crucífera ‘Sisumbrium erysimoides’. Sus hojas son muy recortadas, algo
parecidas a las del rábano, las flores de color amarillo pálido y las silicuas,
o frutos leguminoides, dispuestas en lo alto del tallo terminal, finas y
largas. El nombre le viene, evidentemente, del sabor picante que tiene esta
hierba.
ramacría. f. La hierba de
la familia de las cistáceas llamada en botánica ‘Helianthemum canariense’,
propia de nuestras islas, tal como lo indica su nombre específico. Es en esta
planta donde el hongo subterráneo ‘Terfesia pinoyii’, la sabrosa papacría,
parasita.
Por la parte norte de la isla se
le llama madreturma*. En Lanzarote crece a todos los niveles, desde la zona
litoral hasta La Montaña o parte más alta de la isla, si bien es posible que en
algunos casos se trate de subespecies. Sus flores tienen los cinco pétalos
amarillos bien marcados y su fruto es una capsulita globular. Tiene abundantes
ramas y las hojas pequeñas y en gran número, de color verde pálido.
ramón. m. Nombre que se da
por el norte de la isla al arbusto quenopodiáceo ‘Salsola longifolia’, también
llamado en la isla mato* por el sur”. ¿Por ramudo o con muchas ramas?
raspalengua. f. La planta
rubiácea ‘Galium spurium’. Tiene tallos ásperos, hojas lineares pegajosas,
dispuestas en verticilos –es decir, al mismo nivel en derredor del tallo–
espaciados, flores blancas y frutos en forma de pequeñas bolitas.
raspilla. f. La planta de
la familia de las rubiáceas ‘Galium scabrum’. Los tallos, de color rojizo,
pueden medir hasta 1 m de largo, con hojas verticiladas, ovoides, en número de
cuatro, bien separados entre sí los verticilos, y terminan en inflorescencias
expandidas o abiertas, con florecillas de color rosa y frutos pequeños
provistos de unos ganchitos con que agarrarse a los animales para poder ser
transportados lejos de donde crece la planta.
redondo. (Caer o irse
redondo al suelo). Desplomarse, caer pesadamente. “Le dio una fatiga* y se
cayó redondo al suelo”.
regir. Carburar; estar
bien de la cabeza. “Esa mujer ya no rige muy bien. Los años le pesan.
sereta (Estar como una).
Se dice de quien expele excesivas y frecuentes ventosidades. “¡Chacho, fos!. En
esta habitación no hay quien aguante la peste. Este hombre está como una
sereta”.
surco. (volver al surco).
Reanudar la conversación o cualquier asunto que había quedado interrumpido.
“Bueno, ya que la cosa ha quedado clara, volvamos al surco y dejemos a un lado
lo sucedido”.
zajorina. f. Adivinadora.
“Yo no sé como se las arregla pa enterarse de todo. Parece una zajorina esa
muchacha”.
zamora (Hierba zamora).
Otro nombre de las dos especies del género ‘Eonium’ de la isla, también
conocidas por 'hierbas punteras' y otros nombres*.
(Agustín Pallarés Padilla.)
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