jueves, 17 de septiembre de 2015

"Una extraña entre los guanches"







La imagen de la Candelaria, es una virgen que no posee ni historia ni vida antes del momento en que fue encontrada por los guanches en la playa de Chimisay. Es una virgen que carga un niño como símbolo de la madre y se le impuso el nombre de “virgen de la Candelaria”. También encontraron una nueva figura de origen marroqui en Chipude Isla de la Gomera. Fue en Tenerife, más o menos por el año 1392, cuando los guanches imaginaron materializada a su diosa madre del sol a la que llamaron Chaxiraxi.

 De Tenerife pasó a las otras islas y a España. Y más tarde debió seguir la ruta trazada por Colón, quien pasó por las islas en 1492, cinco años antes de que la Chaxiraxi fuese llamada Candelaria. En América no fue prioridad evangelizar a los esclavos africanos sino reproducirlos, ellos se continuaron venerando a sus dioses, la de sus ancestros, el más conocido de ellos fue Oyá, orisha femenino del panteón yoruba, diosa de las tempestades y del viento fuerte que las precede y no obstante a tanta diferencia existente entre ambas imágenes para el mundo católico de Cuba se sincretizó con la Candelaria.
Así aquí tenemos una Candelaria que devoró a la Chaxiraxi, a la imagen marroquí y aparentemente a Oyá, de quien cogió el vestido colorido para ataviarse en algunos lugares.

Para México se trata de “la Candelaria Universal”; mientras que en Chiapas es la virgen de La Candelaria que apareció hace 400 años, donde antes se veneraban a una deidad femenina pre-hispánica que desapareció totalmente.

De forma simbólica la Candelaria anuló el inicio de año para los guanches, a la simbología católica que hace referencia a la presentación del Jesús cuarenta días después de nacido (Éxodo 13, 11-13)

A la procesión con candelas que aún en el siglo X se realizaba el 15 de febrero para recordar que la virgen dio luz a su hijo, se cambió la fecha al 2 de febrero, cuarenta días posteriores a la Navidad, para que coincidiera con la purificación de María, no obstante, en 1929 el Concilio Vaticano II determinó que esa fiesta del 2 de febrero es estrictamente de orden cristológico. La Chaxiraxi, deidad venerada en Tenerife por los guanches era la que representaba a la estrella Canopo y a la Madre antes de la llegada de La Candelaria.
Publicado por María Gómez Díaz. Septiembre de 2015.

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