1.- Los hallazgos y sus protagonistas
Los grabados rupestres aborígenes
de La Palma han sido, sin ningún género de dudas, los yacimientos arqueológicos
más atractivos y, por ende, donde mayores esfuerzos se han centrado para su descubrimiento
y estudio. Tal es así que la historia de la investigación arqueológica palmera
es inseparable de los hallazgos de estas enigmáticas inscripciones.
Por tanto, no debe extrañarnos
que los primeros datos sobre vestigios prehispánicos benahoaritas hagan
referencia a uno de sus yacimientos más emblemáticos, como es la Cueva de
Belmaco (Villa de Mazo), cuyas referencias más antiguas datan de 1752 por parte
de Domingo Van de Walle de Cervellón. Desde ese mismo momento comenzaron a
surgir infinidad de hipótesis sobre su posible significado. Esa problemática,
250 años después, aún no tiene una solución definitiva y, con toda
probabilidad, nunca seremos capaces de encontrarla.
Sin embargo, y a pesar del
extraordinario hito que supuso el hallazgo de los petroglifos de Belmaco,
tuvimos que esperar hasta comienzos del siglo XX, concretamente hasta 1922,
para que aparecieran nuevos yacimientos con inscripciones pétreas. En esa fecha
A. Jiménez de Cisneros cita las estaciones de Tajodeque (La Caldera de Taburiente),
La Erita (cumbres de Santa Cruz de La Palma) y El Calvario (Garafía).1
Hasta la época de la postguerra
vuelve a existir un vacío sobre la investigación arqueológica insular que
comienza a subsanarse tras la creación de la Comisaría de Arqueología de las
Canarias Occidentales a cuyo frente estuvo Luís Diego Cuscoy. Su representante
en La Palma será el profesor Ramón Rodríguez Martín, quien realizó una
extraordinaria labor de
prospecciones que permitieron
descubrir algunas de las
estaciones de grabados rupestres más espectaculares e interesantes de la isla.
Así, en 1941 A. Mata y E. Serra dan a conocer los conjuntos rupestres de La
Zarza-La Zarcita y
Buracas en Garafía.2
En 1955 P. Hernández Benítez
menciona los petroglifos de El Cercado de Don Vicente (Garafía).3 En 1958 Luís Diego Cuscoy publica un extenso
artículo sobre los grabados de Tigalate Hondo (Villa de Mazo).4 En 1960 Telésforo Bravo descubre las inscripciones
del Roque Teneguía (Fuencaliente) y en 1962 localiza otros petroglifos en El
Bejenado (El Paso). En 1967 la prensa diaria da cuenta del hallazgo de las
estaciones de grabados rupestres de Don Pedro y Juan Adalid (Garafía).
Sin ningún género de dudas, a
comienzos de la década de los 70 del siglo XX se produjo un hito fundamental
para la arqueología canaria y La Palma en particular, como fue la creación del
Departamento de Prehistoria de la Universidad de La Laguna, cuyos primeros
directores, Manuel Pellicer y Pilar Acosta, sintieron una especial predilección
por Benahoare, donde realizaron excavaciones, en 1972, en sendas cuevas de
habitación localizadas en el acantilado de Los Guinchos y El Barranco del Humo
(Breña Alta).
Por esas fechas, La Palma se
encontraba en el centro de la mayor parte de las investigaciones arqueológicas
que se desarrollaban en el Archipiélago puesto que del estudio de
sus atractivos yacimientos
parecía que se
podría resolver una
de las cuestiones más espinosas,
y que aún suscita acaloradas discusiones, como era el origen y procedencia del
primer doblamiento de Canarias. Las razones de ese interés eran de diversa índole:
1) Por un
lado, la antigua
Benahoare estaba llena
de numerosas estaciones de
grabados rupestres de tipo geométrico con unos paralelos tipológicos que
parecían acercarnos a las culturas de la Europa Atlántica y 2) Por otro lado,
sólo en La Palma existían numerosas cuevas naturales de habitación (Los
Guinchos, El Humo, Belmaco, etc) con potentes estratigrafías, que podían
superar los 4 metros de espesor.
En esta etapa, y dentro del
capítulo del Arte Rupestre Insular, surge la inmensa figura, auténtico “padre”
de la Arqueología Palmera, de Mauro Hernández Pérez quien, además de las
excavaciones arqueológicas de Belmaco y Playa de La Salemera (Villa de Mazo),
necrópolis del Barranco del Espigón (Puntallana), etc. va a centrar sus
investigaciones en el mundo de los petroglifos. Las prospecciones que efectuó
por toda la orografía insular le permitieron descubrir un buen número de
estaciones de grabados rupestres, algunas de las cuales, aún hoy, siguen
estando entre las más espectaculares, interesantes y emblemáticas de La Palma.
Su trabajos abarcan, prácticamente, toda la década de los 70 del siglo XX y le
sirvieron para elaborar su Tesis Doctoral centrada, precisamente, en el estudio
de los petroglifos. Entre sus hallazgos cabe destacar los yacimientos de
Caldera de Agua, El Corchete, Casa del Baile, Calafute en Garafía; el
sorprendente y único
grupo del Lomo
Boyero (Breña Alta);
los yacimientos del Barranco de Los Guanches y La Pared de
Roberto (La Caldera de Taburiente); la gigantesca estación del Lomo de
Tamarahoya (Pico Bejenao) en El Paso, etc, etc.5
A partir de la década de los 80
del siglo XX serán los Dres Juan Francisco Navarro Mederos y
Ernesto Martín Rodríguez
quienes van a
tomar el relevo.
Aunque sus trabajos más
interesantes se centraron en las diferentes campañas de excavación (1981,
1983, 1985 y 1987-88) llevadas a
cabo en la Cueva del Tendal (Barranco de San Juan. San Andrés
y Sauces) también
fueron los directores
del proyecto del
Corpus de grabados rupestres de
La Palma. Estos trabajos se centraron, esencialmente, en realizar los calcos de
estaciones ya conocidas, así como prospecciones intensivas en la comarca
noroeste de la isla, sobre todo en el municipio de Garafía.6
A mediados de la década de los 80
comenzó nuestra andadura en la arqueología palmera y en ella continuamos
inmersos y, aunque suene a tópico, “cuantas más estaciones encontramos más dudas e interrogantes nos surgen sobre su interpretación”. El
primer contacto con este mundo fue gracias a la realización del Inventario Etnográfico y Arqueológico del Parque y Preparque de La Caldera de
Taburiente durante cuatro intensas campañas (1986, 1987, 1988 y 1990-92) en las
que también participaron María del Carmen García Martín, Francisco de La Rosa
Arrocha y Domingo Acosta Felipe. Este proyecto fue auspiciado y financiado por
el entonces denominado Instituto para
la Conservación de
la Naturaleza (ICONA).
Las prospecciones efectuadas, fundamentalmente en el reborde montañoso
de La Caldera de Taburiente, sacaron a la luz en torno a un centenar de nuevas
estaciones de grabados rupestres.7
Desde inicios de la década de los
90 del siglo XX las instituciones (Dirección General de Patrimonio Histórico de
Canarias, Excmo. Cabildo Insular de La Palma y el Organismo Autónomo de Parques
Nacionales) se ha realizado un notable esfuerzo en realizar la Carta
Arqueológica Insular. Las prospecciones superficiales han sido sistemática e
intensivas y durante ellas se ha tratado de recoger toda la información posible
sobre todo tipo de yacimientos entre los que, obviamente, ha jugado un panel
muy destacado, especialmente en la zona norte y noroeste, los hallazgos de estaciones
de petroglifos prehispánicos. Ello nos ha permitido un incremento considerable
en el registro de este tipo de manifestaciones de la Cultura Benahoarita, así
como una mejor aproximación a su tipología, ubicación, relación con otros
yacimientos, posible significado, etc. No obstante, también hemos de reconocer
que, a pesar de todo, nos siguen asaltando infinidad de de dudas por lo que, en
nuestra opinión, aún estamos lejos de contar con certezas absolutas. A pesar de
todo, estamos convencidos de que un paso esencial para desentrañar todos sus
secretos es realizar un inventario lo más exhaustivo posible sobre este tipo de
yacimientos.
Entre 1992-93 iniciamos, por
encargo de la Dirección General de Patrimonio Histórico y el Excmo. Cabildo
Insular de La Palma, la realización de la Carta Arqueológica Insular, proyecto
en el que aún hoy estamos plenamente implicados. Esta primera campaña se centró
en la mitad occidental de Barlovento, la zona costera de Breña Alta, buena
parte de El Paso y algunas zonas de la cumbre. El hallazgo de nuevas
estaciones de grabados rupestres no fue especialmente importante
debido a que se centró en zonas donde la riqueza en este
tipo de yacimientos no es relevante, entre otras razones las zonas de mayor
riqueza, como El Pico Bejenao (El Paso), ya había sido rastreado anteriormente.
Durante 1994 se llevaron a cabo
intensas prospecciones, así como una excavación arqueológica, en la zona de La
Zarza-La Zarcita (Garafía). Este proyecto fue dirigido por el Dr. Ernesto
Martín Rodríguez y los trabajos formaban parte de las actuaciones previas a la
creación del futuro Parque Cultural de La Zarza-La Zarcita, inaugurado en mayo
de 1998, siendo el primero del Archipiélago Canario. Los rastreos posibilitaron
el estudio y calco de todos los paneles de las estaciones que dan nombre al
conjunto, aunque también se descubrieron otras como Llano de La Zarza, Fuente
de Los Palomos y Fajaneta del Jarito.8
La realización, en 1994-95,
gracias al auspicio nuevamente de la Dirección General de Patrimonio Histórico
de Canarias, de la Carta Arqueológica de los municipios de Villa de Mazo,
Fuencaliente, Tazacorte y la mitad oriental de Barlovento, tampoco ofreció
excesivas novedades en cuanto al descubrimiento de estaciones de grabados
rupestres se refiere. Tal es así que solamente podemos considerar nuevas para
la ciencia dos de las siete estaciones de Villa de Mazo, como fueron los
conjuntos de conjuntos de Los Pasitos y Salto de Tigalate,9 puesto que todas las demás ya eran conocidas.
En los otros tres yacimientos no se descubrió ni un sólo petroglifo. Sin
embargo, estamos convencidos de que esa ausencia obedece, exclusivamente, a
nuestra falta de pericia a la hora de encontrar esas huellas aborígenes.
Esta última campaña de
prospecciones significó un largo paréntesis en lo que a trabajo de campo se
refiere, puesto que el incipiente proyecto de la Carta Arqueológica de La Palma
sufrió un brusco retroceso ante la falta de subvenciones y el desinterés por
parte de todas las instituciones. Durante ese lapsus de tiempo sólo el
Ayuntamiento de Tijarafe, gracias al empeño personal se su concejal de cultura
(José Luis Rodríguez Concepción), se mostró dispuesto a financiar un proyecto
que diese a conocer la riqueza arqueológica de su pueblo. Su repentina muerte
sólo nos permitió rastrear algunas zonas del la parte sur del municipio.
Esta situación de parálisis
comenzó a cambiar drásticamente a finales del año 2000 con la creación de la
Unidad de Patrimonio Histórico del Cabildo Insular de La Palma entre cuyo
personal se encontraba
un arqueólogo. Desde
ese mismo momento
se produjo un impulso decisivo de la investigación arqueológica insular
gracias al apoyo sin reservas a este tipo de trabajos y estudios. Casi diez
años después continúa desarrollándose esa labor, lo cual nos ha permitido
incrementar considerablemente el número de yacimientos, entre los que juega un
papel fundamental las estaciones de grabados rupestres, cuyo registro, aún hoy,
sigue engordando. La razón fundamental de ese despegue ha sido que buena parte
de los esfuerzos se han centrados en completar la Carta Arqueológica Insular.
Para la elaboración de este trabajo se ha aprovechado la firma de un convenio
de colaboración con el Centro Internacional para la Conservación del Patrimonio
(CICOP) que, aún hoy, sigue vigente y dando sus frutos. Los estudios han sido
dirigidos por el
que suscribe y
coordinados por el
arqueólogo Francisco Herrera
García. Los colaboradores habituales en todas las campañas han sido los
licenciados Ylaisa González Navarro, Beatriz… y Laura Bencomo
El proyecto se inició con la
Carta Arqueológica de Tijarafe durante el año 2002.Las prospecciones nos
permitieron corroborar las aseveraciones de las fuentes etnohistóricas cuando
indicaban que el cantón de Tixarafe era el más rico en ganados y el más poblado
de Benahoare. Cuando
finalizamos los rastreos
contabilizamos 34 estaciones
de grabados rupestres de tipo geométrico ejecutados con la técnica del
picado que, en su gran mayoría, se localizaban en las cumbres. Como veremos en
su capítulo correspondiente, está situación, a día de hoy, ha sufrido notables
variaciones, tanto en lo que se refiere al número de yacimientos como respecto
a su ubicación en los lugares de habitación permanente.
El siguiente año, en 2003,
realizamos la Carta Arqueológica de Puntagorda que, no debemos olvidar, en la
época prehispánica pertenecía al cantón de Tixarafe. Se inventariaron un
total de 366
yacimientos, entre los
que habían 12
estaciones de grabados de tipo
geométrico realizados con la técnica del picado. Ese número, en la actualidad,
se ha incrementado considerablemente gracias a la labor desarrollada por Carlos
Anterior Abreu Díaz. Sin duda, el hecho más destacable es la extraordinaria
abundancia de conjuntos de canalillos y cazoletas que aparecen dispersos por
todos los parajes, desde la orilla del mar a los bordes de La Caldera de
Taburiente.
Garafía, cuya Carta Arqueología,
ilusos de nosotros, pretendíamos llevar a cabo en la campaña de 2004, tuvo que
ser ampliadas durante varios años más que, por otro lado, han sido
insuficientes para prospectar todo el municipio. Esta demarcación territorial
del norte de La Palma cuenta con el mayor número de estaciones de grabados
rupestres, entre otras razones, porque en ella se han concentrado los esfuerzos
más exhaustivos. Pero lo más sorprendente es que, a pesar de todo, siguen
sucediéndose los hallazgos de petroglifos, tanto de forma fortuita, como por
rastreos intencionados, incluso en áreas en las que ya se habían realizado
prospecciones anteriores. Este hecho no debe sorprendernos puesto que la
experiencia de los últimos años ha permitido constatar que es deseable, y hasta
recomendable, visitar los diferentes yacimientos a distintas horas.
La percepción o no de un
petroglifo está directamente relacionada con la incidencia del sol en los
paneles en cada momento, de tal forma que motivos prácticamente inapreciables
por la mañana pueden aparecer como por arte de magia conforme el astro rey se
dirige al ocaso.
Paralelamente a la realización de
la Carta Arqueológica Insular fuimos los responsables de otro proyecto
denominado Actualización de la Carta Arqueológica del Parque Nacional de La
Caldera de Taburiente durante los años 2001, 2002 y 2003, auspiciado y financiado
por el Organismo Autónomo de Parques Nacionales. Las prospecciones se centraron
en esta ocasión en aquellas áreas de la
cumbre que se quedaron fuera
durante la elaboración del Inventario Arqueológico y Etnográfico del Parque y
Preparque de La Caldera de Taburiente. Así, aparecieron gran cantidad de nuevas
estaciones de grabados rupestres en las cumbres de Garafía, Santa Cruz de La
Palma, la parte superior de los riscos interiores de La Caldera,10 etc.
La apertura del Museo
Arqueológico Benahoarita (Los Llanos de Aridane) el 30 de abril de 2007 supuso
un punto de inflexión importantísimo para la prehistoria insular, especialmente
en lo que se refiere al incrementos de yacimientos, algunos realmente
espectaculares, por toda la orografía insular, aunque con especial incidencia
en los municipios de Tijarafe, Puntagorda y Garafía. Este despegue ha sido
posible gracias a una serie de aficionados a la arqueología que se han
convertido en auténticos colaboradores del propio Museo. Entre esas personas
debemos destacar los casos de Carlos Asterio Abreu Díaz, Casiano Melián Cruz,
Anibal Pérez Ramos, Luis Miguel Robayna Simón, Carlos Cecilio Rodríguez López,
etc. Algunas de las piezas más interesantes y espectaculares que actualmente
forman parte de la colección permanente del MAB han sido donadas por los cuatro
primeros reseñados anteriormente. Su colaboración no sólo se ha quedado en ese
campo sino que, además, nos han mostrado muchos yacimientos desconocidos para
la investigación arqueológica, entre los que sobresalen innumerables estaciones
de grabados rupestres y conjuntos de canalillos y cazoletas que han
incrementado considerablemente el catálogo de ese tipo de manifestaciones
aborígenes.
Cuando la organización del VIII
Congreso de Patrimonio Histórico, a celebrar en Lanzarote del 6 al 8 de octubre
de 2010, nos planteó preparar una ponencia sobre los grabados rupestres de La
Palma no sabíamos muy bien por donde hincarle el diente a un tema muy manido y
sobre el que se han vertido ríos de tinta sin que, a día de hoy, tengamos las
cosas medianamente claras sobre esta cuestión. Tras darle muchas vueltas
al asunto hemos
caído en la
cuenta de que
hasta la fecha
no se ha
realizado un inventario
exhaustivo sobre el número de estaciones de petroglifos que existen en la isla.
Por tanto, hemos decidido centrarnos en este tema que, a pesar de lo que pueda
parecer, no es nada sencillo puesto que nos va a obligar a revisar todos los
inventarios que hemos realizado en La Palma desde el año 1985 hasta nuestros
días.
Entre 17 y el 23 de abril de 1995
se celebró en Santa Brígida (Gran Canaria) el Primer Simposio de
Manifestaciones Rupestres del Archipiélago Canario y el Norte de Africa que, en
nuestra opinión, ha sido el mejor evento que sobre esta temática se ha
desarrollado sobre esta temática en nuestra tierra. Aparte de las actas, que
salieron a la luz digitalmente con posterioridad11, se publicó un magnífico
libro sobre Las Manifestaciones rupestres de Las Islas Canarias12 en el cual el Dr. Ernesto Martín Rodríguez y
el que suscribe fuimos los encargados de elaborar un estudio sobre las Manifestaciones rupestres
de La Palma.13
Este trabajo, del
que particularmente considero que
es uno de los mejores que he elaborado nunca, continúa hoy teniendo plena
vigencia en muchos de las cuestiones que en él tratamos (iconografías y
cronología,, soporte y técnicas, paralelos culturales, interpretación) por lo
que, en esta ocasión, sólo haremos referencia a algunos aspectos que
consideramos novedosos y pueden aportar algún tipo de información añadida
producto de la gran cantidad de estaciones de grabados rupestres que han
aparecido en los últimos 15 años.
2.- Iconografía y cronología
Este apartado es, quizás, uno de
los que mayores novedades se han producido en los últimos años conforme se han
ido sucediendo nuevos hallazgos que han puesto en entredicho algunas de las
ideas que estaban firmemente asentadas entre los investigadores. Tal es así que
muchos de los petroglifos que, hasta no hace mucho tiempo, se consideraban
históricos, hoy estamos plenamente convencidos de que son prehispánicos. La
confusión principal ha estribado en el hecho de que estos motivos suelen
aparecer entremezclados con otros que, evidentemente, son muy recientes,
habiendo sido realizados por pastores y, sobre todo, por excursionistas que han
visitado estos yacimientos y no han
dudado en dejar su impronta,
muchas veces sobre los propios
signos aborígenes. Por otro lado, tampoco es ajeno el hecho de que esas
inscripciones tan “pobres” habían quedado completamente eclipsadas por la
belleza y espectacularidad de los motivos geométricos (espirales,
meandriformes, etc) ejecutados con la técnica del picado. Sin embargo, un
estudio más detenido permite separar claramente los grabados históricos de los
prehispánicos.
2.1.- Petroglifos históricos
Este tipo de grabados rupestres,
entre los que se incluían los cruciformes, naviformes y una amplia gama de
formas geométricas (reticulados, triángulos, cazoletas, líneas simples o
compuestas en horizontal, vertical, formando haces, signos alfabetiformes,
etc), casi siempre ejecutadas con la técnica incisa, se relacionaban con
“…motivaciones de tipo mágico o religioso basadas en la superstición popular:
se graban en pasos peligrosos, en las encrucijadas de caminos o en lugares asociados tradicionalmente con actos de
brujería…”14 En la gran mayoría de los
casos un simple estudio sobre la tipología, pátina y la técnica empleadas nos
permite adscribir su momento de ejecución. Por otro lado, casi todos los
yacimientos con ese tipo de grabados suelen contar también con otros motivos
sobre los que no tenemos ninguna duda sobre su autoría aborigen.
Otro de los lugares donde suelen
aparecer esos motivos recientes se corresponde con aquellos zonas donde, por
diversas razones, su produce un gran tránsito de gentes (caminos y veredas,
fuentes y charcos, etc)
en los que, por otro
lado, es bastante frecuente que los motivos
prehistóricos estén cubiertos por una gran cantidad de trazos históricos. Todo
ello nos habla de la importancia de estos parajes, cuya reutilización ha sido
continuada desde la época prehispánica hasta nuestros días, tal y como se puede
comprobar, por ejemplo, en los casos del camino que conduce a la Fuente del
Barranco
Mucho más difícil es conocer la
antigüedad de determinados grabados rupestres realizados en toba volcánica ante
la ausencia de pátina y la imposibilidad de saber la técnica con que se
realizaron. Además, esta cuestión es sumamente importante, por cuanto cada vez
es mayor el número de yacimiento con este tipo de inscripciones. Por otro lado,
consideramos que se hace necesario diferenciar los conjuntos de canalillos y
cazoletas en paneles planos o inclinados de aquellos otros en que los motivos
son verticales sin posibilidad de ser usados para el derramamiento de líquidos
que se supone se realizaban en los primeros. Existen algunos casos en los que
parece que más bien se trataría de petroglifos realizados con surcos y anchuras
bastante considerables como, por ejemplo, los encontramos en los conjuntos del
Llano de Los Alcaravanes, La Rosa y Lomo Gazmil (La Caldera de Taburiente), los
cruciformes de la margen izquierda del Barranco de Carmona (Don Pedro) y la
margen izquierda del Barranco de Izcagua (Puntagorda).
Esta confusión se acentúa aún más
si hacemos caso a ciertos datos etnográficos proporcionados por personas que
aseguran que algunos conjuntos de canalillos y cazoletas fueron realizados por
ellos, si bien, en nuestra opinión, en la mayoría de las ocasiones, se
corresponde con ideas estrambóticas que simplemente buscan notoriedad. Así, por
ejemplo, se nos ha indicado que los paneles verticales mejor conservados del
yacimiento de La Rosa (La Caldera de Taburiente) fueron realizados por personal
de las Haciendas de Argual y Tazacorte para que sus hijos jugasen a los
“cochitos”. Un pastor nos ha indicado que dos pequeñas cazoletas que existen en
El Llano de Las Brujas (La Caldera de Taburiente), junto a la cara este del
Roque del Capadero se hicieron con la intención de cortarle los testículos a
los chivatos, de ahí el nombre de esta elevación natural. Pero lo
más frecuente es que
se asegure que las cazoletas se hacían
para almacenar agua para satisfacer las necesidades de sus rebaños,
obviando el hecho de que, en líneas generales, son receptáculos muy reducidos y
en los que el agua sólo se conserva un par de días después de la caída de las
lluvias.
En muchas de las fuentes de la
isla, especialmente en las que manan aprovechando la existencia de una capa impermeable
de almagre, se han realizado una serie de canales y cazoletas para almacenar el
agua y dirigirla hacia los lugares deseados. Creemos que en su origen muchas de
esas obras son claramente prehispánicas, si bien han sido modificadas en la
época histórica para servir a necesidades diferentes. De cualquier forma,
existen numerosos yacimientos en los que es posible separar unas de otras como,
por ejemplo, en
La Fuente de
Calafute (Garafía) donde
existe una espiral
y unas cazoletas muy pequeñas
aborígenes o en La Fuente de Tamarahoya (Pico Bejenao. El Paso) donde aún se
conservan varias cazoletas circulares muy antiguas y unos surcos verticales
profundamente labrados en la toba roja que son muy similares a petroglifos
incisos del continente
africano que están
relacionados con ritos
propiciatorios de lluvia.15
La adscripción prehispánica o no
de este tipo de inscripciones aunque, evidentemente, podemos equivocarnos nos
la proporciona la experiencia, la tipología y, sobre todo, el contexto en el
aparecen. Generalmente, ese tipo de petroglifos, cuando son aborígenes, no se
encuentran aislados, sino que forman parte de conjuntos más amplios y asociados
con otro tipo de vestigios sobre los no existe ninguna duda (poblados de cuevas
o cabañas, paraderos pastoriles, canalillos y cazoletas, etc.).
La Palma cuenta con una enorme
cantidad de estaciones de grabados rupestres que fueron realizados por los
aborígenes a lo largo de todo el período en que se desarrolló su cultura y que,
a tenor de las últimas investigaciones, se extendió, como mínimo, por un
período de 1.500 años. Este lapso de tiempo tan
prolongado fue el que, con toda probabilidad, hizo posible la
extraordinaria variedad de manifestaciones rupestres con que nos encontramos y
que constituye un auténtico rompecabezas para desentrañar su significado para
todos los que nos dedicamos a este campo.
Las motivaciones de quienes
realizaron estas inscripciones seguramente variaron en función de
circunstancias muy puntuales pero que tuvieron gran trascendencia en sus
vidas cotidianas: relaciones
de dominación de
unos grupos por
otros, compartimentación de la
isla, arribada de
nuevas gentes, guerras
fratricidas, prolongadas sequías y otros desastres naturales, etc. Por
todo ello, es tan complicado y difícil desentrañar el significado último de los
petroglifos, máxime si tenemos en cuenta la variada tipología de los mismos que
se pueden individualizar en hasta 6 categorías diferenciadas, tal y como
estudiaremos seguidamente.
Pero es que, además, todo ello se
complica cuando observamos que en una misma estación e, incluso, en un mismo
panel nos encontramos con dos y hasta tres tipos de petroglifos diferentes tal
y como sucede, por ejemplo, en El Lomo de Tamarahoya (Pico Bejenao. El Paso)
donde nos encontramos con un meandriforme realizado con técnica de picado, unos
motivos incisos y un posible signo alfabetiforme. Este hecho nos podría estar
hablando de la reutilización de las mismas estaciones durante largos períodos
de tiempo y gentes distintas. Esta circunstancia queda bastante clara cuando
observamos superposiciones que, por
otro lado, no
son muy habituales
y suelen ocurrir
entre motivos realizados con una misma técnica (picado e incisos). Salvo
algún caso muy concreto en La Zarza y Caldera de Agua (Garafía) con
superposiciones de motivos ejecutados con diferentes técnicas, generalmente
suelen estar bien separados ambos grupos.
Las investigaciones de los
últimos 20 años, y fundamentalmente a raíz de la apertura del Museo
Arqueológico Benahoarita en 2007, nos han permitido ampliar el repertorio de
las tipologías ya conocidas con anterioridad y descubrir otras nuevas que se
consideraban históricas o se incluían dentro de otro tipo de yacimientos como, por
ejemplo, es el caso de algunos paneles de canalillos y cazoletas verticales
conocer. Asimismo, este cambio radical no se hubiese producido sin la
colaboración de arqueólogos de otras islas que, cada vez más, visitan La Palma
aportando sus experiencias en otros lugares del Archipiélago Canario, el
continente africano y Europa. Entre esos investigadores debemos destacar las
aportaciones María Antonia Perera Betancort, Antonio Tejera Gaspar, Renata
Springer, Jean Clottes, etc La experiencia de todos ellos, así como de nuestros
amigos y colaboradores Carlos Abreu Díaz, Casiano Melián Cruz , Anibal Pérez
Ramos, Carlos Martín …, nos han permitido descubrir yacimientos donde
pensábamos que no podrían existir, lo cual ha provocado una serie de vacíos en
la prehistoria insular que estamos comenzando a subsanar con nuevas
prospecciones, incluso en yacimientos ya conocidos, con una mirada distinta a
la de no hace mucho tiempo. Y los resultados están siendo realmente
espectaculares.
2.2.1.- Ideogramas geométricos
Con este nombre, y para evitar
confusiones con los motivos geométricos incisos, nos vamos a referir a los
petroglifos clásicos y más conocidos de la etapa prehispánica palmera, como
pueden ser las espirales, meandriformes, círculos y semicírculos concéntricos,
etc. El registro de estaciones de esta tipología sigue incrementándose sin
parar por toda la orografía insular, incluso en áreas que ya habían sido
bastante bien prospectadas o en yacimientos ya conocidos no es infrecuente que
se descubran nuevos paneles. Este hecho no obedece a que las prospecciones
arqueológicas en su momento no se hiciesen con el suficiente rigor, sino que
más bien está relacionado con el hecho de que hemos aprendido a buscar con
nuevos ojos y en lugares en los que antiguamente ni se sospechaba que pudiesen
existir esas inscripciones. La experiencia de los últimos años nos ha enseñado
que no podemos descartar, a priori, absolutamente nada, confirmándose, cada vez
con mayor certeza, que no existe un patrón único y claro sobre los lugares
escogidos para realizar estas obras de arte.
Entre los datos que cada vez nos
quedan más claros debemos reseñar que existen dos grupos, los espiraliformes y
meandriformes, que conforman un porcentaje bastante elevado respecto a los
otros motivos. Sin embargo, hasta la fecha, no encontrado relaciones claras en
lo que se refiere a su presencia en los distintos yacimientos, puesto que
pueden aparecer entremezclados en un mismo yacimiento o panel; se encuentran
tanto en yacimientos de costa-medianías (lugares de habitación permanente) como
en la cumbre (campos de pastoreo estivales); pueden estar expuestos en
cualquier dirección, siendo muy escasos los que se orientan hacia el norte; se
sitúan en medio de poblados de cuevas, delimitando el trazado de caminos y
veredas, junto a puntos de agua estacionales o permanente, interrelacionados
con conjuntos de canalillos y cazoletas
o formando parte del relleno interno o las piedras que delimitan el
perímetro de los amontonamientos de piedra, etc.
Desde que comenzamos a trabajar
en este mundo, allá por el año 1985, hemos tenido la percepción, en la cual nos
seguimos ratificando, de que “cuantas más estaciones de grabados rupestres
conocemos menos comprendemos su dinámica”. Todavía hoy nos siguen descolocando
una serie de cuestiones, algunas de las cuales vamos a reflejar seguidamente:
A) Existen paneles como, por ejemplo, La Fuente de Los Palomos (La Zarza),
barranquera de la cara sur de La Montaña de Tamarahoya, etc que están
realizados a ras del suelo, en sitios muy cerrados y unbrófilos que, lejos de
realizarse para ser vistos, parece como si se quisiesen ocultar de las personas
que discurriesen por aquellos parajes; B) Es muy habitual la existencia de
paneles inmensos y magníficos para ser grabados que están completamente limpios
y, sin embargo, a escasos metros nos podemos encontrar con un único panel en
una piedra suelta en medio de una ladera y con una superficie muy irregular o
de grano muy grueso en la que sólo la casualidad nos ha permitido localizarlo.
El arqueólogo francés Jean Clottes, especialista en pinturas paleolíticas de la
Escuela Franco-Cantábrica, aunque ha recorrido todo el mundo y convivido con
tribus primitivas, este hecho podría tener su explicación en el hecho de que
serían los chamanes de cada tribu quienes consultarían a los dioses para
decidir los lugares en que realizar las inscripciones. C) La diferenciación
entre canalillos-cazoletas y grabados rupestres, que hasta no hace muchas
fechas se consideraban sin ningún tipo de
relación, comienza a tambalearse
desde el momento que
comienzan a aparecen yacimientos con
ambas manifestaciones como, por ejemplo, en Lomo Gordo (Puntagorda), Lomo
Gazmil y Barranco de Los Guanches (La Caldera), El Cercado (Garafía), etc.
Ambos motivos son contemporáneos o se trata de reutilizaciones alejadas en el
tiempo por considerarse
lugares mágicos o
sagrados. Probablemente, nunca
podremos resolver este
interrogante. Cada vez aparecen más yacimientos de canalillos y cazoletas con
alguna espiral. D) Asimismo, tampoco están nada claras las relaciones entre
ideogramas geométricos con yacimientos funerarios que, hasta hace muy poco
tiempo, nos parecía improbable y en estos momentos comenzamos a vislumbrarla
como factible ante el hallazgo de conjuntos prehispánicos donde esa
interrelación no ofrece ninguna
duda como, por ejemplo,
en El Caboco
y Fuente del
Sauce (El Tablado. Garafía).
Lógicamente, al aumentar el
número de estaciones de grabados rupestres podrían aparecer nuevos motivos. Sin
embargo, este no es el caso. En la inmensa mayoría de las ocasiones se trata de
variaciones y combinaciones de los ideogramas típicos: espirales,
meandriformes y laberintos, círculos y
semicírculos concéntricos. A pesar de todo, vamos a hacer una sucinta referencia
a unos motivos que estaban muy poco representados o son completamente nuevos:
1) Las estaciones con grecas eran prácticamente testimoniales, destacando el
yacimiento de Tagomate (Tijarafe) y casos aislados en la cumbre (Los Andenes,
Observatorio Galileo Galilei, etc), habiéndose incrementado considerablemente
su número hoy día. 2) Algo muy parecido ha sucedido con los enracimados que,
por cierto, son muy similares a los herreños, destacando el único yacimiento
que hasta la fecha se ha descubierto en la cara norte del Pico Bejenao (Caldera
de Taburiente. El Paso) y 3) Finalmente, queremos citar varios casos en los que
se mezclan la realización de surcos con protuberancias naturales del terreno
como sucede en unos motivos que recuerdan las secciones de un caparazón de
tortuga en El Time (Tijarafe) o un pequeño saliente en forma de pico cuya base
fue contorneada por un motivo circular en el Barranco de Las Calabaceras
(Tijarafe).
La aparición de numerosos paneles
en rocas sueltas colocadas en paredes de canteros o en los muros que delimitan
veredas y caminos apuntan a la mutilación parcial o la desaparición total de
muchos yacimientos en la época histórica. El hallazgo de estos paneles es una
auténtica casualidad al tener la suerte de que las caras grabadas quedando
mirando hacia fuera. Sólo cabe preguntarnos cuántos de esos paneles
permanecerán para siempre en el anonimato simplemente porque su nueva ubicación
hace imposible que puedan ser detectados.
Quizás esta sea la razón, y no otra, de que algunos municipios de los
que ya está hecha la Carta Arqueológica, como Barlovento, se conozcan muy pocas
estaciones de grabados rupestres. Lo mismo ha ocurrido en los municipios de
Tijarafe y Puntagorda, donde los conjuntos de petroglifos en los lugares de
habitación eran meramente testimoniales, aunque en los tres últimos años su
número se ha incrementado significativamente, como veremos en su apartado
correspondiente. Lo más sorprendente es que Garafía, a pesar de que se llevan
más de 40 años descubriendo estaciones de grabados rupestres, aún hoy siguen
saliendo a la luz yacimientos espectaculares
como los de Fuente del
Colmenero (Catela) o La Palmera
(La Castellana). Otros parajes que no defraudan en cuanto a la presencia
de grabados rupestres los encontramos en los bordes de La Caldera de Taburiente
y en Los Barros y Pico Bejenao (El Paso).
Las áreas de la isla menos rica
en este tipo de bienes patrimoniales se sitúan en la mitad sur de la isla,
desde Las Manchas a Breña Baja. No obstante, la escasez de petroglifos en ese
enorme espacio, donde sólo nos encontramos los conjuntos de Roque Teneguía
(Fuencaliente) y las 8 estaciones de Villa de Mazo, no sabemos si obedece a una
ausencia consciente por parte de los benahoaritas o si, por el contrario, está
relacionada con la intensiva roturación del terreno y por la presencia de
gigantescos campos de lavas recientes, muchas de ellas históricas, que han
alterado la orografía del terreno y sepultado muchas de las manifestaciones
rupestres aborígenes. Yacimientos tan
interesantes como los del Roque
Teneguía (Fuencaliente) o Belmaco
(Villa de
Mazo) nos sugieren que las gentes
que vivieron en estos parajes no fueron completamente ajenos
a unas inscripciones
con valor mágico-religioso, puesto
que todos los demás parámetros culturales no indican ninguna diferencia
con los existentes en la mitad norte de Benahoare.
2.2.2.- Grabados rupestres geométricos incisos
En La Palma, cuando se habla de
grabados rupestres prehispánicos, inmediatamente nos vienen a la memoria las
impresionantes espirales y círculos-semicírculos concéntricos de La Zarza
(Garafía), Belmaco (Villa de Mazo) o La Fajana (El Paso), sólo por citar
algunos de los yacimientos
más conocidos y emblemáticos. Ante
la belleza y espectacularidad de ese tipo de inscripciones nos habían
pasado casi completamente otro tipo de motivos no tan llamativos desde el punto
de vista estético que, en realidad, son igualmente interesantes y, asimismo,
realizados por los benahoaritas.
Las diferencias con los
ideogramas geométricos, ejecutados con la técnica del picado, son muy claras y fácilmente
reconocibles. Para empezar, fueron realizados mediante incisiones con
piezas líticas de filo muy aguzado. Y, además, los motivos representados son
completamente diferentes, puesto que suele tratarse de líneas simples que, a
veces, forman figuras
muy esquemáticas (reticulados,
dameros, haces …) aunque,
generalmente, se agrupan
en conjuntos informes
y caóticos sin
aparente sentido. Las figuras más parecidas a los ideogramas geométricos
son unos círculos radiados o “soliformes” como, por ejemplo, en La Fuente del
Colmenero y El Calvario, ambas en Garafía.
Este tipo de petroglifos se
consideraban históricos. Así, los paneles que aparecen en medio de los lomos
con líneas verticales y paralelas se pensaba que fueron hechos con la reja de
los arados y las barras de hierro para “despredegar”el terreno, siendo el caso
más conocido, los innumerables paneles de este tipo que se encuentran en las inmediaciones del
yacimiento del Calvario
de Santo Domingo
(Garafía).
Evidentemente, hay muchos
ejemplos que tienen ese origen, aunque existen otros que, en nuestra opinión,
son prehispánicos y nada tienen que ver con esas labores agrícolas.
Por otro lado, los motivos
incisos que aparecen en las estaciones situadas en paredones verticales de las
laderas de los barrancos o en resaltes rocosos en los que era imposible que
interviniesen los arados, se decía que fueron hechos por los campesinos para afilar
cuchillos “… mientras que los reticulados y lineales han sido relacionados con
soportes para determinados juegos cuando no son el fruto de la inactividad que
soporta el pastor en su actividad diaria.”16 Esta asociación fue lógica desde
el momento que tenemos en cuenta que casi todos los motivos incisos que se
conocían por entonces aparecen sobre resaltes rocosos naturales que destacaban
en medio del terreno circundante y servían de magníficas atalayas naturales
para el control de los rebaños. En cuanto
a los juegos
habían muchos motivos
que, evidentemente, servían
para entretenerse con dameros, tres en raya, etc cuando aparecían en la
cara plana de las rocas. Quizás esa percepción hubiese cambiado con la
aparición de dameros colocados en vertical en los que es imposible jugar.
La confusión se acrecentó debido
a los grafitis que dejaban algunos de los visitantes y desaprensivos que
visitaban las estaciones de grabados rupestres. Estas personas no dudaban en
dejar su impronta en forma de nombres y fechas, imitación o repasado de los
motivos aborígenes, etc. Los casos más paradigmáticos de estos actos vandálicos
son los de La Zarza y Caldera de Agua (Garafía) donde, si no se hace un estudio
en profundidad, es complicado separar los motivos recientes de los antiguos. En
estos casos, todos los motivos incisos se consideraban históricos.
Nuestro interés por estos
petroglifos ha comenzado a cambiar desde hace poco más de tres años y a ello ha
contribuido una serie de circunstancias que pasamos a enumerar. Por un lado, y
a raíz de la apertura del Museo Arqueológico Benahoarita (Los Llanos de
Aridane), hemos entablado una estrecha colaboración con aficionados a la
arqueología, fundamentalmente Carlos Asterio Abreu Díaz y Casiano Melián, que
comenzaron a mostrarnos una serie de conjuntos de petroglifos incisos muy
distintos a los que conocíamos hasta entonces y con una antigüedad fuera de
toda duda. Por otro lado, la investigadora María Antonia Perera Betancort nos
mostró diferentes yacimientos de grabados rupestres en Lanzarote y
Fuerteventura con una tipología y
técnica muy similares a los existentes en La Palma. Y, finalmente, el círculo
se ha completado con la visita a Benahoare de una serie de arqueólogos expertos
en esta materia, como la ya reseñada “Nona”, Antonio Tejera Gaspar, Renata
Springer, etc.
Aunque apenas si ha comenzado la
investigación en este campo, y los hallazgos se suceden de una forma
vertiginosa, podemos adelantar una serie de cuestiones generales: A) Los
petroglifos incisos también aparecen por toda la isla, desde las zonas de costa
y medianías (hábitat permanente) a los campos de pastoreo de alta montaña en
los bordes de La Caldera de Taburiente, si bien en este caso su presencia es
mucho más escasa que los ideogramas geométricos en picado; B) Las estaciones
pueden aparecer aisladas o entremezcladas
con los conjuntos
de ideogramas geométricos
(espirales, meandriformes, etc), incluso compartiendo el mismo panel.
Las primeras percepciones que
tenemos parecen apuntar a que la antigüedad de los motivos incisos es más
tardía que para los ideogramas geométricos ejecutados con la técnica del
picado. A esta conclusión hemos llegado tras el estudio de una serie de
superposiciones en Caldera de Agua, La Zarza, en Garafía, y Barranco del Agua
Dulce en Puntagorda, donde las incisiones están encima de las espirales, aunque
en La Zarza hay un ejemplo que es al revés. En fin, aún es muy pronto para
adelantar hipótesis sobre estas cuestiones.
En cuanto a la temática sólo
podemos indicar una serie de consideraciones muy generales. Los motivos son muy
simples, con un predominio absoluto de las líneas paralelas y
en todos los
sentidos. En ocasiones,
presentan un aspecto
caótico y abigarrado porque
muchos trazos se entrecruzan y sobreponen. Pero, entre esa maraña,
aparentemente indescifrable, podemos
vislumbrar haces, “espigas”,
“escaleras”, dameros, signos triangulares, en forma de estrella,
reticulados y dameros, etc. Pero, quizás, uno de los aspectos más interesantes
sea que también pudieron aparecer signos alfabetiformes.
2.2.3.- Grabados alfabetiformes
Hasta fechas muy recientes, hace
apenas 3 años, el único yacimiento que se había estudiado en La Palma con
motivos alfabetiformes eran los tres grupos existentes en la visera y el
interior de la Cueva de Tajodeque, en los precipicios interiores de La Caldera
de Taburiente. Los intentos de traducción han sido numerosos desde el mismo
momento de su hallazgo. Según J. Álvarez Delgado representan caracteres líbicos
que se pueden relacionar con la expresión tuareg mauamselti que se puede
traducir como boca de paso
o del salto.17 Este conjunto arqueológico es impresionante,
puesto que está relacionado con una “pasada”
que comunicaba los
bordes con el
interior de La
Caldera de Taburiente y una
fuente de agua permanente que mana en los alrededores. Pero es que, además, nos
encontramos con una cueva de habitación en cuyo interior aparecen canalillos-cazoletas
y cúpulas. En sus inmediaciones se han individualizado varias estaciones de
grabados rupestres con ideogramas geométricos, un paradero pastoril y un
amontonamiento de piedras en la parte alta del Roque de Tajodeque en cuya cara
sur se abre la cueva con las inscripciones alfabetiformes.
Durante nuestras prospecciones en
la isla estudiamos algunos paneles con motivos que, en nuestra opinión, podrían
ser alfabéticos como, por ejemplo, los signos que aparecen en el interior de la
Cueva de Lucía (Barranco Hondo. Villade Mazo), La Erita (Pico de La Sabina.
Cumbres de Santa Cruz de La Palma), etc. A ellas debemos añadir la existencia
de un símbolo muy parecido al motivo alfabetiforme más complicado de Tajodeque
que también puede encontrarse en el Lomo de Tamarahoya (Pico Bejenao. El Paso),
Barranco de Rodrigo (La Cancelita. El Paso), etc. La diferencia con los motivos
que estudiaremos seguidamente es que la técnica de ejecución es el picado de
anchura y profundidad variables.
En algunos de los yacimientos con
petroglifos incisos parecen existir algunos signos alfabetiformes
líbico-bereberes. Uno de los casos más claros, aunque lamentablemente
desaparecido, se encontraba en el tagoror del Lomo Boyero (La Grama. Breña
Alta), donde fotografías antiguas y calcos nos muestran cruciformes, círculos
radiados, etc que pueden ser letras. Este mismo tipo de inscripciones podemos
encontrarlas en El Jurao (Margen izquierda del Barranco de Fagundo. El Tablado.
Garafía), Barranco del Agua Dulce (Puntagorda), Las Lajes (Barranco de San
Amaro. Puntagorda), Piedra del Jedrés (Barranco de La Madera. Santa Cruz de La
Palma), etc. Incluso, no descartamos la posibilidad de la presencia de motivos
alfabetiformes líbico-latinos como, por ejemplo, en las laderas sur de la
Montaña de Tamarahoya (Los Barros. El Paso)
En definitiva, estamos convencidos
de que en los próximos años, a medida que se incrementen las prospecciones e
investigaciones, el repertorio de estaciones de grabados rupestres
alfabetiformes de La Palma se incrementará considerablemente. Este hecho puede
ser muy importante, no sólo para la prehistoria de La Palma, sino también del
Archipiélago Canario, puesto que comenzamos a entrever unos paralelos entre las
diferentes islas, incluidas las más alejadas (Lanzarote y Fuerteventura) que
hasta no hace mucho tiempo ni nos atrevíamos a mentar.
2.2.4.- Petroglifos naviformes
Las estaciones de grabados
rupestres que cuentan con motivos naviformes se han considerado,
tradicionalmente, como históricos, tanto por la tipología de muchas de las
naves, como por la técnica empleada, casi siempre la incisión. Sin duda, uno de
los paneles más polémicos, cuya adscripción prehispánica es incuestionable, se
corresponde con el Panel 5 de El Cercado (Santo Domingo de Garafía), puesto que
para algunos representa una nave con sus remos y para nosotros no es más que un
reticulado y meandriforme característicos de los ideogramas geométricos
benahoaritas ejecutados con la técnica del picado.
En el resto de los yacimientos
que aparecen grabados naviformes si se plantean serias dudas sobre la autoría
aborigen. Este es el caso de los 4 paneles con barcos que nos encontramos en El
Calvario de Santo Domingo (Garafía) o el Lomo Boyero (Breña Alta) cuya
antigüedad parece escasa, especialmente los motivos del primer conjunto, donde
las incisiones, bastante finas y superficiales, así como la ausencia de pátina,
apuntan a su autoría por parte de cabreros que decidieron dibujar en las rocas
los veleros que veían cruzar por el horizonte marítimo garafiano, tal y como
nos apunta una referencia etnográfica. Aunque, al igual que con todos los datos
que nos aportan sobre la época prehispánica, deben ser tomados con mucha
cautela.
Otro ejemplo curioso, con toda
probabilidad histórico, lo encontramos en la parte alta de la margen derecha
del Barranco de Los Gomeros (El Jesús. Tijarafe) donde aparecen una serie de
paneles con naviformes y cruciformes que forman parte de los muros de un
antiguo pajero.
Recientemente, se han descubierto
otras estaciones con petroglifos naviformes que pudieran ser mucho más antiguos
que los descritos en el párrafo anterior. Uno de los conjuntos se sitúa en
Botazo (Breña Alta)18 con 5 paneles de
barcos, ejecutados con la técnica de la in cisión, algunos de más de un metro
de diámetro, que en su gran mayoría se corresponden con modelos históricos,
aunque muy antiguos. Pero existe un barco cuya estructura nos habla de una
tipología mucho más arcaica que, quizás, fuese un tipo de nave rudimentaria utilizada por los
benahoaritas.
En la Hoya de Espanta Diablo
(Barranquera de Matanza Baja. Aguatavar. Tijarafe)19 ha aparecido un pequeño
petroglifo que tiene como soporte la visera superior de una covacha natural en
el que se representó un naviforme muy sencillo que consta de un casco
redondeado, un pequeño mástil y ausencia de velamen. Su adscripción prehispánica
nos parece segura, por cuanto la técnica de ejecución fue el picado fino y
superficial. No obstante, también hemos de tener en cuenta que su sencillez se
presta a distintas interpretaciones sobre su forma. Muy parecido a este ejemplo
nos encontramos con otro motivo situado junto a la orilla superior de la margen
izquierda del Barranco de Los Gomeros-La Paloma (Tijarafe).
2.2.5.- Grabados rupestres
cruciformes
Este tipo de grabados se han
considerado históricos puesto que “…la cruz se utiliza corrientemente como
señal de término para deslindar terrenos públicos o privados
…”20 También se suele emplear junto a la vera de
los caminos, para señalar un hecho luctuoso, si bien en ambos casos, al menos
en La Palma, lo más frecuente es colocar cruces de madera de tea de todos los
tamaños.
Algún cruciforme como, por ejemplo, el que aparece en la parte alta de
la margen derecha del Salto de Tigalate (Barranco Hondo. Villa de Mazo) se
sitúa junto a la única entrada que existe al gigantesco caboco, aunque también
debemos tener en cuenta que en sus cercanías hay una gran necrópolis aborigen.
Aunque su adscripción prehispánica nos parece fuera de toda duda nos resulta
imposible decantarnos por una u otra motivación.
Sin duda, el yacimiento
arqueológico más emblemático de petroglifos cruciformes se encuentra en el Lomo
Boyero (La Grama. Breña Alta)21 donde se han diferenciado cinco tipologías distintas:
“…a) meandriformes y
espiraliformes; b)
trianguliformes, ballistiformes,
cruces orladas, pectiniforme, supuesto antropomorfo; c) cruces latinas con
peana, cruz patriarcal, cruz en tau; d) cruces latinas sencillas, cruces
latinas pometeadas; e) barcos y damero …”22
que, salvo el primer grupo, realizado por los aborígenes, todos
los demás serían
históricos. Para Mauro
Hernández Pérez los grabados cruciformes “…es posible que
sirvieran para cristianizar antiguos lugares de brujería …”23 Por el contrario,
Miguel Martín apunta que los petroglifos cruciformes de este yacimiento “… poco
tiene que ver con cruces y mucho con esquematizaciones de la figura humana.”24
En el último han se han
descubiertos dos conjuntos arqueológicos sumamente interesantes en La Palma, lo
más parecidos a los almogarenes de otras islas, que presentan unas
características muy similares. En ambos casos se sitúan en la parte media alta
de enormes barrancos desde los que se dominan impresionantes panorámicas. Están
asociados con conjuntos de canalillos y cazoletas. El hecho que nos interesa
destacar en este apartado es la presencia de unos grabados cruciformes,
labrados en toba, que, a veces, se entrelazan entre sí y pueden alcanzar
tamaños considerables próximos al metro de altura. Se encuentran en la margen
izquierda del Barranco de Carmona (Don Pedro. Garafía) y en La Verada (margen
izquierda del Barranco de Izcagua. Puntagorda).
2.2.6.- Paneles verticales de canalillos y cazoletas
Este tipo de petroglifos es la
primera vez que hacemos referencia a ellos, por lo que aún no tenemos muy claro
si la denominación es correcta y si se pueden individualizar como grupo
diferenciado de los típicos canalillos y cazoletas. En nuestra opinión,
consideramos que se puede considerar una categoría diferenciada atendiendo a la
distribución de los motivos y, sobre todo, a la verticalidad de los paneles que
hacen inviable la principal función que se atribuía a este tipo de yacimientos,
que no era otro que el vertido de líquidos durante la celebración de ritos propiciatorios de lluvias. Por ello, en los
conjuntos clásicos, los paneles suelen ser planos y de inclinación variable
para facilitar el
desplazamiento del agua,
la leche o
la sangre de
algún animal sacrificado.
En esta nueva tipología los
paneles son verticales y los canalillos-cazoletas no están interrelacionados,
sino que se encuentran aislados entre sí. A veces las cazoletas se extienden
por las aristas de la roca formando alineaciones de hasta 5 agujeros que, en
ocasiones, recuerdan a las cúpulas que, por ejemplo, se encuentran en el
interior de la Cueva de Tajodeque (La Caldera de Taburiente). El soporte suele
ser rocas planas de distintos tamaños, aunque su voluminosidad hace muy difícil
que hayan sido movidos de su posición originaria.
La escasa profundidad de los
surcos y las cazoletas, así como su verticalidad, hacen imposible que sirviesen
para derramar líquidos durante las ceremonias que se llevarían a cabo en torno
a estos lugares de indudable valor mágico-religioso, ya que en los principales
yacimientos estudiados nos encontramos con paneles de las dos tipologías.
3.- Las técnicas de ejecución y la cronología de los
petroglifos aborígenes
Los grabados rupestres
prehispánicos de La Palma han sido realizados, fundamentalmente, con dos
técnicas básicas que son el picado y la incisión, si bien dentro de ellas se pueden
hacer una serie de subdivisiones que van a provocar que la calidad y el estado
de conservación de las inscripciones sea muy distinta. El tipo de soporte sobre
el que se realizan los petroglifos va a jugar un panel muy importante en
relación con las técnicas a emplear.
La gran mayoría de los grabados
rupestres se llevaron a cabo sobre rocas basálticas cuya dureza y consistencia
va a estar en función de la propia geología y, muchas, veces, de la
intensidad con que los agentes erosivos
incide sobre los paneles. Sobre este
material los objetos
más adecuados para
trabajarlos son los
propios utensilios de basalto, gabros, obsidiana o sílex que han
aparecidos en los yacimientos arqueológicos dispersos por toda la isla.
Muy diferente es el caso de los
petroglifos realizados sobre toba volcánica, y que cada vez son más frecuentes.
Pero ocurre exactamente igual que con el basalto, no todas las vetas de granzón
tienen la misma dureza y consistencia. Existen casos como, por ejemplo, la
espiral que aparece
en el cejo
donde mana la
Fuente de Calafute
(El Calvario de Santo Domingo), donde la veta es tan dura y compacta que
se tuvieron que emplear piezas líticas para su elaboración. Por el contrario,
existen muchos otros casos, como en los cruciformes de Don Pedro (Barranco de
Fagundo.Garafía) o La Verada (Barranco de Izcagua. Puntagorda) en los que la
toba es tan frágil que los motivos se pudieron ejecutar con un simple palo, por
ejemplo.
En ocasiones, se ha llegado a
hablar del uso de herramientas metálicas para realizar algunos de
los paneles de,
por ejemplo, La
Zarza (Garafía). Sin
descartar esta posibilidad, en
absoluto, puesto que no debemos olvidar que los aborígenes conocían esta
materia prima en sus lugares de procedencia por lo que, con toda probabilidad,
la trajeron en el momento de arribada a la isla y la emplearían hasta su
práctica desintegración por el uso abusivo. Los motivos abrasionados se creía
que sólo era posible realizarlos con metal, aunque también se pueden ejecutar
con piezas líticas de gran dureza y filos aguzados como los gabros y diques de
basalto.
La técnica del picado, sin duda
la más empleada por los benahoaritas, presenta tres tipos bien diferenciados.
25 A) La que permitía realizar motivos
más perfectos era el picado continuo
y profundo y
es la que,
generalmente, nos encontramos
en los
yacimientos de mayor envergadura;
La Zarza-La Zarcita, Fuente del Sauce, El Calvario de Santo Domingo (Garafía),
Belmaco (Villa de Mazo), Lomo de Tamarahoya y Lomo del Topo (Pico Bejenao. El
Paso), etc, etc. En este tipo de petroglifos es donde se suele emplear la
abrasión en algunos de los motivos, puesto que raramente afecta a todos los
paneles. B) El picado continuo y superficial fue el más empleado en toda la
isla y, generalmente, convive con la técnica anterior en los mismos yacimientos
e, incluso dentro de un mismo panel, y se distingue, sobre todo, porque se
aprecian bastante bien los puntos de percusión, especialmente en los bordes.
Esta técnica la encontramos en la inmensa mayoría de los yacimientos de
Benahoare con ejemplos magníficos en, por ejemplo, Caldera de Agua, Fuente del
Colmenero, Calafute, El Cercado (Garafía), Barranco del Agua Dulce
(Puntagorda), Tagomate y La Somada (Tijarafe), Roque Teneguía (Fuencaliente),
etc, etc. C) El picado discontinuo semeja, a veces, una especie de puntillismo
que puede llevar a confusión. En la cumbre, por ejemplo, aparecen algunos
paneles de este tipo que, en realidad fueron realizados con picado continuo, si
bien el desgaste de las lluvias ha provocado que en la actualidad sólo se
aprecie el extremo final de los puntos de percusión. No obstante, los motivos
realizados con picado discontinuo no son muy frecuentes, aunque pueden aparecer
paneles aislados dentro de conjuntos grandes como en el Lomo de Tamarahoya (Pico Bejenado. El Paso), La Zarza (Garafía)
existiendo dos pequeñas estaciones donde sólo se empleó esa técnica, como son
los casos de La Corujera (Barranco de San Juan. Los Galguitos. Dan Andrés y Sauces)
y El Frontón (Barranco del Río. Santa Cruz de La Palma). En la estación de la
Fuente del Colmenero (Catela. Garafía) aparecen una serie de motivos informes
formados por agrupaciones de puntitos minúsculos que se van uniendo hasta
formar un surco más o menos continuo.
Existen algunos yacimientos donde
es la propia constitución geológica de los paneles la que lleva al empleo de
una técnica u otra. Vamos a tomar como ejemplo el conjunto de La Fajana (El
Paso). Este basalto forma una delgada película debajo del cual aparece una
superficie mucho más dura y compacta. Pues bien, los benahoaritas se limitaron
a perforar esa primera capa hasta que aparece la segunda. De hecho, el
principal problema de conservación de este yacimiento es que
los motivos se destruyen fácilmente
al desprenderse esa capa superficial como si de una piel o cáscara se
tratase. A pesar de todo hay varios motivos, especialmente una perfecta
espiral, que se realizó con un picado profundo y posterior abrasión.
En algunas estaciones se puede
hacer un auténtico compendio del uso de técnicas bien diferenciadas, incluso
dentro de un mismo panel. El yacimiento más interesante en este sentido
es, sin duda, la
estación del Lomo de
Tamarahoya (Pico Bejenao.
El Paso).26 En los más de 120
paneles nos encontramos con motivos perfectos, realizados mediante un picado
ancho, profundo y ligera abrasión, a otros con un peor acabado (picado continuo
y superficial, picado discontinuo) a otros motivos que, desde el punto de vista
estético, son una auténtica “chapuza” con surcos muy anchos e irregulares que
forman motivos poco definidos. Son bastante los casos en un panel, e incluso,
en un mismo motivo nos encontramos con acabados totalmente diferentes.
La técnica del picado para
realizar los petroglifos sería bastante sencilla. Seguramente, con una pieza
lítica de buen filo se dibujaría en la roca con una incisión el motivo que se
quería realizar. A partir de ese momento comenzaba el repiqueteado con otra
piedra de buen tamaño y dureza. Los motivos más imperfectos, en los que se
aprecian los puntos
de percusión en
los bordes, se
harían con percusión
directa, golpeando encima de la incisión previamente plasmada. En caso
de que se desease obtener un mejor acabado se emplearía la percusión indirecta
con sendas piezas lítica, una alargada y en forma de pico que actuaría a modo
de cincel, y en el otro extremo se golpearía
con un objeto de gran tamaño y contundente, a modo
de mazo. Para la obtención de un
surco regular y profundo, casi una incisión muy bien marcada, se abrasionaba el
interior del motivo con una piedra que se pasaba de forma regular por el mismo
sitio hasta conseguir la profundidad deseada.
A la técnica del picado, tal y
como ya hemos indicado, en apartados anteriores, hemos de sumar otra forma de
realizar los petroglifos como fue la incisión. Los objetos con que se
realizaron estos motivos fueron, asimismo, de piedra, siendo la materia prima
más adecuada el basalto y los gabros, destacando el empleo de diques o disyunciones
columnares muy abundantes en la isla y que podían ser utilizados prácticamente
sin ningún tipo de retoque, ya que sus filos son típicos de este tipo de
materias primas geológicas. La profundidad y anchura de las incisiones es
extraordinariamente variable, con anchuras y profundidades de casi 3
centímetros a otras muy superficiales y finísimas, casi inapreciables, como las
recientemente descubiertas en la margen derecha del Caboco de La Zarza
(Garafía), tan tenues que habían pasdo desapercibidas hasta hace apenas un
año.27 En Tijarafe y Puntagorda están apareciendo unas estaciones de grabados
rupestres incisos que consisten en unos surcos verticales y paralelos algunos
de los cuales parecen naturales, si bien fueron retocados con piezas líticas
por los aborígenes.
Finalmente, queremos hacer una
breve referencia a unos motivos, muy pocos, realizados con la técnica del
picado que en algunos tramos se empleó una serie de pequeñas rayas paralelas
hasta darle la anchura deseada al petroglifo. Esta técnica la hemos visto en
varios paneles que forman parte del relleno de los amontonamientos de piedra
del Llano de Las Lajitas (cumbres de Garafía), en La Fajana (El Paso) y, sobre
todo, en varios paneles de la Fuente del Colmenero (Catela. Garafía).
Dentro del apartado de la
cronología de los grabados rupestres prehispánicos de La Palma sólo
realizaremos alguna puntualización a
las opiniones vertidas
por el Dr. Ernesto Martín Rodríguez y el que
suscribe en la publicación que se presentó en el Primer Simposio de
manifestaciones Rupestres del Archipiélago Canario y Norte de Africa, celebrado
en Santa Brígida (Gran Canaria) del 17 al 23 de abril de 1995,28 ya que nuestras opiniones al respecto, apenas
si han sufrido alguna variación, que explicaremos seguidamente, respecto a esta
cuestión.
Los petroglifos benahoaritas se
realizaron, fundamentalmente, en 3 momentos bien diferenciados. 1) Una Fase
Inicial en la que “… los grabados de mayor antigüedad son aquellos que
presentan una más perfecta ejecución técnica, culminando la misma con la
abrasión del surco para borrar las huellas del instrumento percutor y
regularizar el surco del grabado. El trazo presenta sección en U muy marcada y
contornos regulares.”29 2) La
Fase Intermedia “…está
representada por un
cambio en las técnicas, presentando el surco perfiles
muy irregulares y apreciándose perfectamente las huellas de la
percusión...”30 Los motivos siguen
siendo los ideogramas geométricos Espirales, meandriformes, circuliformes
radiados, etc) y 3) La fase Final es la más reciente, siendo realizada por las
gentes que arribaron a la isla en torno al siglo IX-X. Posiblemente los
petroglifos han perdido la mayor parte de su sentido. Los grabados son mucho
más descuidados y el picado semeja una especie de puntillismo, aunque los
motivos siguen siendo los mismos que en las otras dos etapas.31 A modo de hipótesis, aunque aún estamos en
los primeros pasos de la investigación arqueológica, consideramos que los grabados
rupestres incisos fueron los que, principalmente, se llevaron a cabo en estos
momentos epigonales de la Cultura Benahoarita. Esta circunstancia se ve apoyada
por el hecho de la presencia en los yacimientos de inscripciones realizadas
mediante el picado y la incisión, lo cual parece indicar que esos lugares
seguirían manteniendo su valor religioso o sagrado. Una observación detallada
de la roseta de la margen izquierda del caboco de La Zarza (Garafía) señala que
primeramente fue realizada con el picado y, posteriormente, se remarcó con finas
y profundas incisiones.
4.- Los soportes
Los soportes sobre los que los
benahoaritas realizaron los grabados rupestres, su ubicación respecto al
entorno inmediato, así como su relación con otro tipo de yacimientos son datos
muy interesantes a la hora de comprender que pudo impulsarles a ejecutar esos
motivos precisamente en ese lugar y no en otros que, aparentemente, tenían
iguales o mejores condiciones para albergarlos. El problema principal con que
nos encontramos en esta cuestión es que, prácticamente, los podemos encontrar
en cualquier lugar, incluso los más insospechados, y no se rigen por una pauta
regular y clara. De hecho, los nuevos hallazgos nos están haciendo replantear,
incluso, la forma de llevar a cabo las prospecciones superficiales. En el estado
actual de la investigación arqueológica, estamos convencidos de que nos hemos
dejado atrás infinidad de yacimientos, simplemente porque jamás nos imaginamos
que en aquel tipo de roca o en plena ladera de un barranco puedan encontrarse
petroglifos.
En nuestra opinión, es necesario
establecer una clara diferenciaciones entre las estaciones de grabados
rupestres situadas en las zonas de costa y medianías, donde los aborígenes
vivían de forma permanente, respecto de aquellos conjuntos emplazados en las cumbres
más elevadas explotadas, esencialmente, como campos de pastoreo estacionales.
No obstante, también hemos de apuntar que la única diferencia clara entre ambas
zonas es que en las laderas que forman las cabeceras de los barrancos de la
cumbre, salvo en su orilla superior, no se han encontrado, hasta el momento, ni
un solo petroglifo.
En las zonas de habitación
permanente se pueden plantear una serie de pautas a la hora de establecer
puntos preferidos por los aborígenes para realizar sus enigmáticas inscripciones.
No obstante, debemos tener claro que existen una serie de salvedades que se
salen fuera de la norma que, quizás, con el transcurrir del tiempo y los
hallazgos se conviertan en nuevos modelos.
Roques muy voluminosos que
destacan poderosamente en el terreno.- En La Palma se conocen cuatro
yacimientos de este tipo que, curiosamente, sólo se encuentran en la mitad sur
de la isla, y varios de ellos son de los yacimientos más emblemáticos e
interesantes de la antigua Benahoare. Sin duda, la estación de grabados más
importante en este sentido es la que ocupa la cara oriental del gigantesco
pitón de fonolita del Roque Teneguía (Fuencaliente). Está asociado con varias
covachas funerarias, un lugar de sacrificios rituales y una pequeña fuente
estacional. Le sigue en interés el Roque de Los Guerra (Villa de Mazo), con
tres grupos de petroglifos que ocupan la parte superior, la cara sur y la base
de un enorme afloramiento de toba volcánica en el que, además, se
concentran varios grupos
de canalillos y
cazoletas, así como
asentamientos permanentes, tanto en cuevas como en cabañas. Al sur de
este último, y claramente visibles entre sí, se encuentra el yacimiento de Los
Pasitos que presenta unas características geológicas muy similares al Roque de
Los Guerras, si bien su voluminosidad es mucho menor. La estación de grabados
forma parte de un conjunto en el que también aparecen canalillos y cazoletas,
varias covachas naturales y un poblado de cabañas en la base del roque. El
cuarto yacimiento sería el petroglifo descubierto por Mauro Hernández Pérez en
la cima del Nambroque (Villa de Mazo) aunque, quizás, y en función de los pocos
datos que conocemos y al tratarse de una piedra suelta, no debiera incluirse en
esta categoría.
Afloramientos rocosos poco
destacables en medio de lomos y llanadas.- Este tipo de yacimientos se
encuentra, fundamentalmente en los municipios de Garafía, Tijarafe y El Paso.
No obstante, hemos de tener en cuenta que aún nos reta por realizar la Carta
Arqueológica de algunos municipios de la mitad norte como San Andrés y Sauces,
Puntallana y Santa Cruz de La Palma. También hemos de tener en cuenta que estas
estaciones de grabados rupestres, sin duda, serían mucho más importantes de lo
que hoy podemos entrever debido
a su destrucción
con la roturación
y abancalamiento del terreno en costas y medianías para crear
terrenos de cultivos y los principales núcleos de población de la isla. Es muy
probable que muchos de los paneles que aparecen en rocas sueltas en Garafía y en Los Barros (El Paso) se hayan
extraído de los morros rocosos que “siembran” el terreno. Uno de los parámetros
principales que unifica a este tipo de estaciones de petroglifos es que suelen
estar enclavadas en sitios prominentes o desde los que se dominan extensas
panorámicas de los alrededores.
En la vertiente sur del Pico
Bejenao (El Paso), que conforma los bordes meridionales de la Caldera de
Taburiente, se han descubierto una veintena de estaciones de grabados
rupestres que, en
su inmensa mayoría,
se sitúan sobre
afloramientos rocosos, de diferente entidad, que aparecen en la parte
superior de los interfluvios que separan las diferentes barranqueras. Desde
cualquiera de ellas se domina todo el Valle Aridane, que incluía los cantónes
aborígenes de Aridane, Tihuya y Gehebey. Incluimos estos yacimientos en este
apartado porque, a pesar de que el relieve supera los 1.800 metros, fue un
lugar con poblados de cuevas y cabañas permanentes hasta, por lo menos, la
cota de 1.500
metros y sus laderas eran
recorridas diariamente por gigantescos rebaños de ovicápridos. En
este mismo municipio, en la amplia zona de Los Barros, comprendida entre los
barrancos de Torres y Tenisca, están apareciendo pequeñas estaciones de
petroglifos sobre afloramientos rocosos que apenas si levantan por encima del
terreno circundante (La Montañita, Montaña de Tamarahoya, Laderas de Maruca,
Los Castañeros, etc).
En Garafía los ejemplos de este
tipo de estaciones de grabados son numerosos y se extienden por toda su
orografía, bien es verdad que las mayores concentraciones se encuentran en
los alrededores de
Santo Domingo y
El Calvario, destacando
los conjuntos situados en las inmediaciones del Calvario de santo
Domingo, La Palmera, La Castellana, El Cercado, Salvatierra, El Palmar, etc.
Finalmente, en Tijarafe, donde el
número de estaciones se ha incrementado considerablemente en los últimos años,
los ejemplos más llamativos se encuentran en Tinizara Baja y en el lomo que
está al sur de la Barranquera de Tagomate.
Estaciones de grabados rupestres
en barrancos.- Dentro de esta categoría se pueden, a su vez, hacer numerosas
subdivisiones que hablan de la complejidad que puede entrañar el intentar
descifrar su sentido.
1.- Algunas de las estaciones más
espectaculares de La Palma se sitúan en la orilla superior de las laderas de
los barrancos, aprovechando los afloramientos rocosos que más destacan o en los
propios paredones verticales que marcan el límite superior de los riscos. Os
ejemplos son innumerables: Verada de Salvatierra, Calafite (Garafía), Barranco
del Agua Dulce (Puntagorda), Tagomate, Cabeza del Guanche (Tijarafe), La Fajana
y La Campana (El Paso), El Frontón (Santa Cruz de La Palma), Morro de La
Vizcaína (Barranco de La Galga. Puntallana), La Somada (Barranco de Gallegos.
Barlovento), etc. La característica dominante de estos conjuntos es su
emplazamientos en sitios que destacan en medio del entorno circundante y desde
los cuales se dominan extraordinarias panorámicas que incluyen no sólo los barrancos,
sino también los lomos aledaños.
2.- Estaciones de petroglifos
situados a media ladera de los barrancos, generalmente ocupando los paredones
verticales a cuya base hay andenes o pequeños llanos. Otros rasgos que suele
ser común es que los motivos se realizan en aquellos lugares donde los riscos
son prominentes y se adentran hacia el cauce, lo cual hace que las vistas sean
muchos más extensas. Algunos de los yacimientos de este tipo son, por ejemplo,
El Jurado, Fuente de Los Palomos, Caldera de Agua, parte de la estación de
Calafute (Garafía), Barranco del Mocán (Tijarafe), etc.
3.- Estaciones de grabados en
piedras sueltas que pueden aparecer en cualquier punto de las laderas como
sucede en el Barranco de Las Calabaceras, El Time (Tijarafe), La Campana y La
Rosa (El Paso), etc. Es probable que algunos de estos paneles hayan sido
arrancados de afloramientos rocosos, aunque los casos reseñados parece que
fueron realizados en piedras que no estaban in situ.
4.- Petroglifos en el interior o
en la boca de cuevas naturales como, por ejemplo, en Belmaco, Cueva de Lucía
(Villa de Mazo), San Telmo (El Paso), Cueva de Agua, Calafute, (Garafía),
Barranco de Cueva Honda (Tijarafe) y Tajodeque, aunque en este caso la cavidad
no se encuentra en las laderas de ningún barranco.
5.- Conjuntos de petroglifos
situados en los cabocos que interrumpen el cauce de los barrancos. Estos
lugares dan cobijo a infinidad de yacimientos ciertamente espectaculares,
fundamentalmente en el municipio de Garafía (La Zarza, Barranquera de La
Castellana, Buracas, Calafute, Fuente del Sauce, Fuente Colmenero, etc). En
otros municipios podemos destacar
los petroglifos de
El Verde, margen
izquierda del Barranco de Torres,
barranquera de las faldas sur de la Montaña de Tamarahoaya (El Paso), etc. La
relación con el agua es muy clara en todos estos yacimientos, bien sea por la
presencia de eres o de fuentes.
6) Grabados rupestres situados en
el cauce de los barrancos, bien en piedras sueltas: Barranco de Cueva Honda
(Tijarafe), Tigalate Hondo (Villa de Mazo), La Campana (El Paso) o en los
paredones verticales más próximos al cauce: La Zarcita, barranqueras de La
Castellana y La Palmita (Garafía), Barranco de Nogales (Puntallana), San Telmo
(Barranco de Tenisca. El Paso), etc.
Estaciones de grabados rupestres
en bloques o vetas de toba volcánica: Sobre este tema ya hablamos en el
capítulo de las tipologías por lo que ahora sólo vamos a hacer
unas consideraciones muy
generales. Estos petroglifos, hasta tiempos muy recientes, no se tenían en
cuenta porque se consideraban históricas y, en algunos casos, aún seguimos
manteniendo esas dudas. Pero lo cierto es que cada vez son más numerosos los
yacimientos realizados en grandes rocas sueltas, especialmente en el interior
de La Caldera de Taburiente (Llano de Los Alcaravanes, La Rosa, Barranco de Los
Guanches, Lomo Gazmil) y los cruciformes de dos grandes recintos cultuados
situados en la margen izquierda
del barranco de Carmona (Don
Pedro) y en La Verada (Margen izquierda del Barranco de Izcagua (Puntagorda).
En las zonas de cumbre de
pastoreo estacional los lugares escogidos para realizar los petroglifos van a estar influenciados por la propia
orografía del terreno, puesto que las cabeceras de los barrancos que nacen en
los bordes de La Caldera son gigantescas, difíciles y peligrosas de transitar
aunque, estamos convencidos, de que estas características no supondrían ningún
impedimento para unas gentes acostumbradas a deambular por superficies muy
escabrosas, Pero, por razones que aún se nos escapan, lo cierto es que no hicieron
petroglifos en las inmensas laderas de
esos barrancos, a diferencia de
lo que ocurre en las zonas de medianías y costa como acabamos de ver. Por
tanto, las estaciones de grabados rupestres se van a localizar en los estrechos
bordes de La Caldera de Taburiente, los enormes tablados (lomos y lanadas) que
separan los diferentes barrancos y en las partes más bajas, en la zona de
contacto entre el pinar y el codesal, en la parte superior de los interfluvios.
En el estado actual de la investigación, se pueden diferenciar 4 grandes tipos
de soportes:
1.- Diques de basalto: Estas
formaciones geológicas son muy abundantes en La Cumbre y destacan sobremanera
en medio del terreno circundante por su propia constitución alargada en forma
de cresta. A pesar de que, en principio, serían de los puntos más llamativos
para realizar grabados, son relativamente escasos los diques que albergan
inscripciones. Entre los yacimientos más interesantes podemos destacar los de
La Pared de Roberto I (El Paso), Pared de Roberto II (Garafía), Fuente de La
Tamagantera (Garafía), Roquito de La
Fortaleza (San Andrés y Sauces), Morro de Las Cebollas (Barlovento), Siete
Fuente (Garafía), Lomo Pablo III y IV (Puntallada), La Erita y Fuente del
Dornajito (Santa Cruz de La Palma), Barranquera Abierta (El Paso), etc. En la
gran mayoría de los casos suelen estar asociados con asentamientos pastoriles
(paraderos, campamentos, abrigos,…).
2.- Afloramientos rocosos: Estas
estaciones se ubican sobre afloramientos rocosos que apenas si destacan sobre
el terreno a menos que, a su vez, se encuentren sobre puntos destacables del
relieve. Estos yacimientos son mucho más abundantes que los anteriores y, al
igual que ellos, también están dispersos por todo el reborde montañoso que
contornea La Caldera de Taburiente. Podemos citar los conjuntos de Corralejo,
margen izquierda de la Degollada del Río, Pico de La Sabina, Pico de La Nieve,
Morro santo (Santa Cruz de La Palma); Lomo Pablo I y II (Puntallana); Morro
Negro y Lomo Morisco (San Andrés y Sauces); Morro de Las Cebollas (Barlovento);
Fuente Nueva, Morro de La
Crespa, Lomo de
Las Lajitas, Barranco
de Las Grajas,
Barranco de Izcagua, Cruz y
Degollada del Fraile (Garafía); cabecera Barranco de Izcagua, Llano de Las
Animas, Degollada de Las Palomas (Puntagorda); Pinos Gachos, Degollada de
Tajodeque (Tijarafe), etc. Al igual que en el caso de los diques, existe una
clara asociación con asentamientos pastoriles, ya que es frecuente el hallazgo
de numerosos fragmentos de cerámica y piezas líticas.
3.- Piedras sueltas: Este tipo de
petroglifos es de los más extraños que podemos encontrarnos en La Palma, por
cuanto es muy difícil explicarnos que hacen esos paneles en medios de lajiales
y laderas en los que no existe ninguna referencia geográfica destacable que
indique su presencia. Bien es verdad que, en muchos casos, aunque se trate de
lomos o llanos suelen aparecer en lugares desde los que, por la propia
elevación del terreno, se tiene una amplia visión de los alrededores. La
presencia de fragmentos de cerámica y piezas líticas hablan de un uso pastoril
más o menos intensivo. Entre los yacimientos más importantes podemos citar los
de Piedra Llana (Puntallana), Degollada del Fraile, Los Andenes, Fuente Nueva,
Morro de La Crespa, Lomo del Llano, Lomo de La Ciudad, margen derecha del
Barranco de Izcagua (Garafía), Degollada de Las Palomas y Roque Chico
(Puntagorda), Roque Palmero, Degollada del Fraile, Pinos Gachos, Risco de Las
Pareditas (Tijarafe), etc. En algunas estciones que tienen como soporte
afloramientos rocosos suelen aparecer uno o varios paneles realizados en lajas
y piedras sueltas.
4.- Amontonamientos de piedra:
Este tipo de construcciones artificiales, que sólo aparecen en los bordes de La
Caldera de Taburiente,32 se levantaban mediante la delimitación del perímetro
con lajas hincadas o por la simple acumulación de piedras. Algunas de las
rocas, tanto de las que forman el relleno interno como las que marcan el
contorno, contienen grabados rupestres
con ideogramas geométricos y, en
contadas ocasiones, también con motivos incisos. Entre los yacimientos más
importantes cabe citar los de Corralejo (Santa Cruz de La Palma), Llano de Las
Lajitas, cabecera del Barranco del Cedro, Lomo del Llano, Lomo de La Ciudad,
margen derecha Barranco de Izcagua (Garafía), Llano Pico (Puntagorda), Roque
Palmero, Degollada de Tajodeque, Pico de Las Pareditas (Tijarafe), etc. Así
mismo, estas estructuras de piedra seca se asientan sobre resaltes rocosos en los que, a veces, también
se hacían petroglifos: Cabecera
del Barranco del Cedro, Llano de Las lajitas, margen derecha del Barranco de
Izcagua (Garafía), Somada Alta (Tijarafe).
5.- El significado
Entender el significado y la
motivación que tuvieron los benahoaritas para crear las innumerables estaciones
de grabados rupestres que jalonan el relieve insular ha sido una de las
cuestiones que más ríos de tinta ha provocado entre los diferentes
investigadores que se han dedicado a estudiar este fenómeno. Por tanto, no
vamos incidir demasiado en este apartado, puesto que ya existe abundante
bibiliografía al respecto.33 Sólo vamos
a incidir en una serie de hipótesis que, con los datos arqueológicos con que
contamos, nos parecen más plausibles.
Esta cuestión, con toda
probabilidad, nunca podrá resolverse de una forma clara y fiable. No cabe duda
que las posibilidades de éxito se incrementan conforme van apareciendo nuevos
hallazgos y, sobre todo, cuando se complete la Carta Arqueológica Insular
aunque, aún así, debemos tener en cuenta la desaparición de muchísimos
yacimientos en las zonas de costa y medianías en la época histórica por la
roturación y preparación del terreno para el asentamiento de la población y la
práctica de la agricultura.
A modo de teoría general,
seguimos estando totalmente de acuerdo con una serie de planteamientos que
realizamos en el Primer Simposio de Manifestaciones Rupestres del Archipiélago
Canario y el Norte de África (San Brígida. Gran Canaria) cuando apuntábamos que
“…estamos frente a un rito mágico de carácter propiciatorio, en el que el
símbolo debe ser la sustantivación de alguno de los atributos que definen la
naturaleza de aquello que se pretende obtener a través de su representación
simbólica. Este razonamiento… se desprende fácilmente tras el análisis de las
características tipológicas de las representaciones y su asociación a
determinados elementos del territorio en que se inscriben. Pero frente a esta
propuesta, podríamos también argumentar que muchos de estos grabados responden
a planteamientos mucho más concretos, relacionados directamente con la
subsistencia del auarita …probablemente no tengan el mismo significado los
grabados que encontramos en contextos cultuales que aquellos otros que aparecen
en las proximidades de núcleos de habitación o los que en cierto modo delimitan
los campos de pastoreo…”34
El pasado año visitó La Palma,
acompañado por la Dra Carmen Gloria Rodríguez Santana, el Dr Jean Clottes, uno
de los mayores especialistas mundiales del arte rupestre paleolítico de la
Escuela Franco-Cantábrica que, además, también se ha interesado y convivido con
muchos pueblos primitivos de todo el mundo, muchos de los cuales siguen
haciendo pinturas y grabados rupestres (aborígenes australianos, tuaregs,
indisos del sudoeste de
Norteamérica, etc). Durante
tres días recorrimos
algunas de las estaciones de petroglifos más importantes
de la isla (Belmaco, La Zaza-La Zarcita, el Calvario, La Fajana y El
Cementerio, Roque Teneguía, etc) y entre muchas de las ideas que nos aportó se
encontraba una que concuerda plenamente con lo que apuntábamos en el párrafo
anterior: “Los grabados rupestres pueden responder a motivaciones muy diferentes (petición de lluvias, acción
de gracias a los dioses, culto a los muertos, agradecimiento por
la cura de
enfermedades, etc, incluso
dentro de un
mismo yacimiento.
En esta ocasión también queremos
reiterar una hipótesis que planteamos en el VII Congreso de Patrimonio
Histórico de Lanzarote (2008) en la que indicábamos la existencia de estaciones
de grabados rupestres de distinta categoría en función, esencialmente, de su
tamaño y singularidad. Dos años después nos seguimos ratificando en la misma,
ya que han aparecido nuevos yacimientos que así parecen indicarlo. Así, existirían
grandes santuarios que tendrían carácter insular, como La Zarza-La Zarcita
(Garafía), La Fajana y El Verde (El Paso), Belmaco (Villa de Mazo), Roque
Teneguía (Fuencaliente), Tajodeque (La Caldera de Taburiente), etc). Otros
conjuntos tendrían valor cantonal o comarcal como, por ejemplo, Buracas
(Garafía), El Calvario de Santo Domingo (Garafía), Calafute (Garafía), Lomo de
Tamarahoya (El Paso), Belmaco (Villa de Mazo) etc. Algunas estaciones de
grabados rupestres serían utilizadas por los habitantes de uno o varios
poblados de cuevas y cabañas aledaños, tal y como pudo suceder en los casos de
Calafute (Garafía), Roque de Los Guerra (Villa de Mazo), Cueva de La Senona (El
Paso), etc. Muchas de las estaciones que cuentan con un único panel, sobre todo
los que tienen como soporte piedras sueltas, y especialmente en los campos de
pastoreo de alta montaña, serían de uso particular o familiar.
Seguidamente vamos a adentrarnos
un poco más detalladamente en los posibles significados de los ideogramas geométricos aborígenes,
ejecutados con la técnica del picado, que nos encontramos en Benahoare. A modo
de introducción general queremos reproducir unas palabras que, aún hoy, siguen
estando plenamente vigentes: “”… El valor de estas representaciones parece que
no es otro que el de reproducir mediante
símbolos alguno
de los atributos
que individualizan a
aquello que se
quiere representar. Así la única manera de reproducir el agua es a
través de la combinación de líneas curvas y no mediante la figuración del elemento
que la contiene. Este podría ser el caso de motivos como las espirales
–relacionable tanto con cultos lunares como con el agua-, los círculos meandros
y serpentiformes… Los círculos radiados los consideraríamos signos solares, las
herraduras encajadas o las cazoletas símbolos de fecundidad. Pero así y todo,
el significado último viene a ser el mismo, pues agua, sol o fecundidad son
sinónimos de vida.”35 Las propuestas serían las siguientes:
Ritos propiciatorios y de culto
al agua: En la gran mayoría de las publicaciones que hemos realizado con
anterioridad a esta fecha habíamos mostrado nuestro escepticismo por la
asociación entre fuentes y petroglifos. Esto era así porque conocíamos muchas
fuentes en las que no aparecían inscripciones prehispánicas, ni siquiera en el
entorno más inmediato. Esta opinión ha comenzado a varias sustancialmente en
los últimos años, entre otras razones, porque las prospecciones no se habían
realizado con la exhaustividad que requería el caso. Hoy, nuestro pensamiento
es radicalmente opuesto, ya
que se puede
constatar como la
inmensa mayoría de las
fuentes permanente de la isla están asociadas tanto con grabados rupestres, no
sólo en picado sino también incisos, sino también con canalillos y cazoletas.
Y esto es así porque el agua era
el único elemento realmente vital con que contaban los benahoaritas. El agua lo
era absolutamente todo, puesto que de su abundancia o escasez dependía la
supervivencia de toda su comunidad. El agua era vida, pastos, leche, nacimientos
de personas y animales, fertilidad y fecundidad, alegría, futuro … Esta máxima
era igual en toda Benahoare, no sólo en las zonas más áridas del sur, sino
también en los fértiles y verdes paisajes del norte. Y, con toda probabilidad,
las gentes de Tihuya, Guehebey, Ahenguareme y Tigalate estaban mejor preparados
para hacer frente a épocas de sequía que los moradores del resto de la isla, ya
que en las primeras demarcaciones territoriales las penurias y la escasez eran
crónicas, incluso en los años buenos y, sobre todo, cuando llegaba el verano.
En las fuente más importantes de
la isla, aquellas que no se secan nunca, ni durante las peores
sequías se sitúan
algunas de las
estaciones de grabados
rupestres más grandes,
espectaculares y emblemáticas de la isla, destacando los casos de La Zarza,
Caldera de Agua, Fuente del Sauce, Buracas, Cueva de Agua, Fuente del
Riachuelo, Fuente de Calafute (Garafía),
Fuente de Tamarahoya (Pico Bejenao. El
Paso), etc. Además, hemos de tener en cuenta que muchas fuentes que hoy están
prácticamente secas se debe a la sobreexplotación del acuífero con la apertura
de las galerías de agua a mediados del siglo pasado.
Uno de los hallazgos más
espectaculares de estaciones de grabados rupestres en el último año en La Palma
es, precisamente, uno de los yacimientos en que más directa nos parece la
relación entre los petroglifos y el agua. Se trata de La Fuente del Colmenero
(Catela. Garafía)36. El punto de agua mana al pie de los riscos que forman un
amplio caboco y en la que los petroglifos se encuentran en los paredones
verticales de los mismos y en algunos bloques desprendidos, todo ello en un
radio que no supera los 10 metros. Además, el panel más grande se encuentra
justo encima de la fuente, apreciándose claramente el motivo principal desde
mucho antes de llegar al lugar. Por otro lado, el motivo está formado por una
espiral que se prolonga en meandriforme: “…
En el caso de las asociaciones
entre espirales y meandros podríamos entrever en la espiral la figuración del
agua como elemento vital, mientras que el meandro simboliza el flujo de la
misma por su cauce...”37
También queremos hacer una breve
referencia a unos grabados rupestres incisos que recientemente se han
localizado en la Fuente de Tamarahoya (Pico Bejenao. El Paso). Esta fuente mana
en una capa de almagre en la que se han labrado pequeños canalillos para guiar
el agua a la charca que se forma delante del risco. Estos surcos, con toda
probabilidad, son prehispánicos, aunque siguen siendo retocados en nuestros
días. Hasta hace unos meses no habíamos caído en la cuenta, y se lo debemos a
la perspicacia de Jesús Alberto Sosa Rodríguez, de que en la veta de almagre
existe una agrupación de incisiones profundas paralelas y verticales que no
sirven para canalizar el agua sino que, precisamente, estarían relacionadas con
ritos propiciatorios de lluvias, tal y como sucede en muchos puntos del
continente africano. También se descubrieron dos pequeñas cazoletas circulares
en la base de la capa de almagre.
También nos parece evidente la
asociación de una serie de estaciones de grabados rupestes que están en los
cabocos, en el cauce o en la parte baja de las laderas de los barrancos. En los
primeros suelen aparecer fuentes permanente o estacionales, goteos y rezumes de
agua. En el cauce de los barrancos es muy habitual la existencia de eres en las
pozas de basalto que luego son cubiertos con la grava y la arena, con lo que
solo basta con hacer un pequeño hoyo para que el agua comience a aflorar. Esta
reserva del líquido elemento sería muy importante en las partes más áridas del
sur y en la época estival. Los ejemplos son muy numerosos y están dispersos por
toda la isla: El Verde (Barranco de Tenisca. El Paso), Tigalate Hondo, Cueva de
Lucía y Belmaco (Villa de Mazo), Cueva de La Senona-La Campana (Barranco de
Tenisca. El Paso), Barranco de La Cueva Grande (Matanza Baja. Tijarafe), Cueva
del Sauce, El Corchete, Barranquera de La Castellana, (Garafía), Las Lajes
(Barranco de San Amaro. Puntagorda), La Corujera (Barranco de San Juan. San
Andrés y Sauces), etc.
Estaciones de grabados rupestres
asociadas con rutas pastoriles y campos de pastoreo.- Estos yacimientos se
encuentran en las cumbres más elevadas de la isla, fundamentalmente en los
pastizales del reborde montañoso de La Caldera de Taburiente, así como en la
parte superior de los lomos que llevan hasta ellos. Aunque las motivaciones de
los petroglifos (petición de lluvias, fertilidad, delimitación de demarcaciones
territoriales, etc) es incuestionable que están directamente relacionadas con
las actividades pastoriles estivales que se desarrollan en estos parajes.
Aunque las prospecciones
arqueológicas apenas si han comenzado a desarrollarse en la parte alta de los
pinares de la isla, ya contamos con datos parciales que avalan la presencia de
estaciones de grabados rupestres en la parte superior de los lomos que conducen
de una forma rápida y sencilla a los campos de pastoreo estacionales del
codesar de cumbre. Entre los ejemplos más significativos debemos reseñar el lomo
lleva hasta el punto de agua más importante de la cumbre, en Siete Fuentes,
donde se han descubierto un buen número de pequeñas estaciones de ideogramas
geométricos, grupos de canalillos y cazoletas y un amontonamiento de piedras,
amén de un buen número de abrigos pastoriles. Esta situación es muy parecida en
el lomo que partiendo de Roque Faro, y a través de la Fuente de La Tamagantera,
llega a la Degollada del Fraile con la presencia de un buen número de
estaciones de grabados rupestres. En Tijarafe y Puntagorda comienzan a
descubrirse estaciones de grabados rupestres con un comportamiento muy similar.
Otro ejemplo paradigmático de
estaciones rupestres relacionadas con rutas pastoriles podría situarse en la
parte media-alta del Pico Bejenao (El Paso) donde prácticamente cada lomo,
especialmente en la mitad oriental, está jalonado por hasta 3 y cuatro
conjuntos de petroglifos que culminan en el mismo borde de La Caldera desde
donde se internaban “pasadas” que conducían al interior del Parque Nacional. Otras
de las “pasadas” que comunicaban
los bordes y el
interior de La
Caldera de Taburiente, especialmente en Tajodeque y
Barranquera Abierta, están jalonadas por un buen número de petroglifos,
destacando el primer ejemplo, cuya importancia es tal que merecería un capítulo
aparte, que no tiene cabida en este trabajo.
En las cumbres hay 3 puntos de
agua principales (Siete Fuentes, La Tamagantera y Fuente Nueva), de los cuales
los dos primeros nunca se secan. En torno a estos puntos de agua permanentes existen un buen número de pequeñas estaciones de grabados rupestres, tanto en soporte
natural (diques y afloramientos rocosos) como en piedras sueltas que
nos hablan de la gran
importancia mágico-religiosa que
tuvieron esos lugares.
En los campos de pastoreo
estivales existen innumerables paraderos pastoriles (puestos de vigilancia y
control de las manadas de ovicápridos), casi siempre concentrados en torno a
diques, resaltes rocosos o lugares elevados desde los que se dominaban amplias extensiones
de terreno. Su huella en el terreno es perceptible por la presencia de
fragmentos de cerámica y piezas líticas dejadas por los usuarios de esas
atalayas. Una buen parte de esos paraderos están asociados con pequeñas
estaciones de grabados rupestres que, muy posiblemente, fueron realizados por
los pastores, bien para dar gracias y pedir a Abora que les mandase lluvias,
que las cabras y ovejas quedasen preñadas, etc. Por tanto, esos objetos
arqueológicos podrían estar relacionados, tanto con los ritos relacionados en
torno a los petroglifos, como por roturas accidentales y la talla de útiles en
los momentos de descanso en esos puntos sobreelevados.
Otra posibilidad, que habrá que valorar cuando se haya completado
la Carta Arqueológica de toda la cumbre, es si algunas de las estaciones
de grabados rupestres, especialmente la emplazadas en afloramientos rocosos
fácilmente distinguibles entre sí, podrían relacionarse con la delimitación de
demarcaciones territoriales, campos de pastoreo de determinado linaje o grupo,
etc.
Se han localizado una serie de
estaciones de grabados rupestres que por su envergadura, ubicación y relación
con otros yacimientos tendrían un valor muy importante, no sólo para los
cabreros que acudían a sus alrededores, sino que también para todos los que
subían a cualquier parte de la cumbre. Entre los ejemplos más llamativos cabría
citar los de La Erita (Santa Cruz de La Palma) Pared de Roberto (El Paso),
Degollada del Fraile, Lomos de La Erita, margen derecha del Barranco Izcagua
(Garafía), Pinos Gachos (Tijarafe), etc. Estos lugares ejercerían el papel de
santuarios a los que accederían todas aquellas personas que así lo deseasen, al
igual que ocurría en los santuarios de costa y medianías.
Los grabados rupestres de los
amontonamientos de piedra.- Este tipo de estructuras artificiales sólo se
encuentran en los bordes de La Caldera de Taburiente, con una
especial concentración en
las cumbres del
cantón de Tagalguen
(actual Garafía). Su sistema constructivo es variable, puesto que unas
se levantaban mediante la delimitación de su perímetro con lajas hincadas,
mientras que las otras consistían en un simple muro de piedra seca y en ambos
casos el aparejo se hacía con rocas menos voluminosas que, a veces, no son más
que mero cascajo, y lajas.
Aunque no todos los
amontonamientos de piedra tienen petroglifos los primeros datos apuntan a que
son más frecuentes en las construcciones delimitadas con lajas
hincadas. Los grabados rupestres
se hicieron en algunas de esas lajas, tanto por su cara interna como externa, y
formando parte del relleno interno. Además, en el Llano de Las Lajitas hay
algún caso de una gran laja hincada en el centro que tenía inscripciones por
ambas caras. Lo curioso es que este panel se ha descubierto porque la
estructura ha sido vaciada por expoliadores, es decir que en su fase final de
uso estos petroglifos estaban tapados por el resto de las rocas amontonadas.
Aunque en los paneles que forman parte del relleno nos encontramos con soportes
de todos los tamaños, destacan algunos minúsculos de apenas 10 centímetros de
longitud. Este hecho, junto con la presencia de piezas líticas y fragmentos de
cerámica parecen estar indicando que nos encontramos ante objetos votivos,
entregados como ofrenda, relacionados con ritos de fertilidad o fecundidad.
Finalmente, es interesante
resaltar el hecho de que muchos de los amontonamientos de piedra se asientan
sobre afloramientos rocosos naturales que llegan a contornear y delimitar por
los cuatro puntos cardinales las estructuras artificiales. Sin duda el
yacimiento más importante en este sentido lo encontramos en el Llano de Las
Lajitas (Garafía)38 aunque, muy posiblemente, existió otro de similares
características en Lomo del Llano (inmediaciones de los helipuertos del Roque
de Los Muchachos, tal y como hemos podido comprobar en fotos antiguas y la
abundante presencia de petroglifos que aún existen en esos parajes. Otros
ejemplos parecidos están en la margen derecha del Barranco de Izcagua
(Garafía), cabecera del Barranco del Cedro (Garafía), Roque Palmero (Tijarafe),
etc
En nuestra opinión, el
significado de los petroglifos que aparecen en estos amontonamientos de piedra
o en los conjuntos de canalillos y cazoletas, sería distinto al de los
que aparecen en
otros emplazamientos más
habituales. No tiene
sentido molestarse en realizar estas obras para realizar los mismos
ritos con idénticas motivaciones que se podían llevar a cabo, por ejemplo, en
las estaciones de petroglifos que están en las inmediaciones y que se hicieron
con un trabajo mucho menos esforzado que en los otros vestigios. Quizás, nos
estamos rompiendo la cabeza buscándole un sentido a tanto petroglifo y pudo
ocurrir, simplemente, que estaciones de grabados, amontonamientos de piedra y
canalillos-cazoletas se levantaron en momentos diferentes del desarrollo de su
cultura.
La relación de los petroglifos
aborígenes de La Palma con ritos de culto al sol o la luna (solsticios y
equinoccios) está siendo objeto, por parte de un grupo de aficionados a la arqueología
y la astronomía, de una defensa interesada y descalificadora de investigadores
que durante más de 30 años han dedicado buena parte de sus vidas a desentrañar
diferentes aspectos culturales que nos legaron los benahoaritas (Mauro
Hernández Pérez, Juan Francisco Navarro Mederos, Ernesto Martín Rodríguez, el
que suscribe, Francisco Herrera García, etc). Esta vinculación de los grabados
rupestres con ritos solsticiales, que
puede darse en
determinados casos, es
tan antigua que,
por ejemplo, en las fuentes etnohistóricas de J. Abreu Galindo ya está
implícita esa relación. Esta hipótesis tampoco ha sido ajena a una serie de
arqueólogos, tal y como queda reflejado
en la siguiente cita “ … la presencia de construcciones de planta oval o circular
(nos referimos a los amontonamientos de piedra de la cumbre), formadas por
grandes lajas hincadas grabados por ambas caras, o de pequeñas placas de
basalto también grabadas que aparecen en el interior de estas estructuras, no
sólo parecen reafirmar esta idea sino incluso relacionar esta festividad con el
solsticio de verano, época en la que coincidirían en la cumbre pastores de toda
la isla.”39 Además, a mediados de la
década de los 90 del pasado siglo se realizó un primer intento, de iniciar los
trabajos sobre este campo en los yacimientos del Llano de Las Lajitas y el
Calvario de Santo Domingo (Garafía) por parte del arqueólogo Juan Antonio
Belmonte Avilés. Y todo esto viene a colación por el hecho de que esas
personas, que ni son arqueólogos ni astrónomos, llevan años, tal y como indiqué
anteriormente, con una dura campaña de desprestigio sobre los investigadores e
investigaciones que han centrado buena parte de sus trabajos en esta isla. A
todo ello hemos de añadir que en sus publicaciones tienen la desfachatez de
aportar ideas e hipótesis como si fuesen suyas cuando, en realidad, lo único
que han hecho es copiar y no citar las fuentes bibliográficas correspondientes.
En estos momentos se intenta convencer, por moda y por intereses económicos de
empresas dedicadas a vender cierto tipo de turismo relacionado con la
astronomía, de que todos los petroglifos benahoaritas, del Archipiélago Canario
y aún del Norte de África, tienen una
única explicación que
es el de los
ritos y cultos
solares relacionados con
los solsticios. Y todo ello sin tener la más remota idea de lo que pasa
en esos ámbitos geogáficos tan complejos y alejados de nuestro espacio insular.
Grabados rupestres dentro de
conjuntos de canalillos y cazoletas: Este tipo
de yacimientos arqueológicos es cada vez más frecuente en la etapa
prehispánica de La Palma. Su número crece continuamente debido al incremento e
intensidad con que se están llevando a cabo nuevas prospecciones arqueológicas.
Así, por ejemplo en Villa de Mazo destacan dos yacimientos que ya citamos en
apartados anteriores y que son el Roque de Los Guerra y Los Pasitos. Sólo vamos
a añadir que en el primer caso la asociación de canales-cazoletas y petroglifos
sólo se da en la parte más alta del afloramiento de toba.
En Puntagorda nos encontramos con
dos yacimientos espectaculares, como son los de Lomo Muerto con más de 200
cazoletas de todos los tamaños y una única espiral en el extremo oriental del
panel y los canalillos en forma de espiral en las laderas occidentales de la
Montaña de Braulio que, a día de hoy, no sabemos muy bien si formaría parte del
grupo de los grabados o los canalillos-cazoletas.
En Garafía podemos citar el
precioso panel de El Cercado donde una gran espiral está acompañado
de un buen
número de cazoletas
circulares en una
gran roca de basallto; en el Camino de Calafute, y
también en un panel de basalto, aparecen unos semicírculos concéntricos
acompañados por canlillos; en el interior de la Fuente de Calafute hay una
espiral y un grupo de canalillos y cazoletas que recogen y canalizan el agua
que mana del afloramiento de agua.
En Tijarafe haremos una breve
referencia a la enigmática construcción, que estudiaremos más adelante, situada
en la Montaña de Los Riberoles en la que, sobre unas enormes piedras de color
rojo y superficie muy irregular, que forman parte de la estructura del recinto,
se entremezclan espirales y círculos concéntricos con pequeñas cazoletas.
En El Paso debemos contabilizar
cuatro conjuntos sumamente interesantes: A) Sobre la margen derecha del
Barranco Rodrigo, en las faldas occidentales del Pico Bejenao, aparecen dos
enormes paneles de
basalto con ideogramas
geométricos junto a los
cuales, sobre un afloramiento de toba, hay un grupo de canales y cazoletas; B)
La estación de grabados
rupestres del Barranco
de Los Guanches
(La Caldera de Taburiente) tiene un panel principal que
es una enorme roca de toba en cuya cara occidental se realizó un buen número de
motivos de círculos concéntricos aunque, recientemente, miembros del grupo de
Salto del Pastor Canario “Jurria Tenerra” descubrieron que en la parte superior
del panel también se hizo un gran canal y unas pequeñas cazoletas,
aparentemente aisladas; C) hace menos de un mes apareció en el Lomo Gazmil
(Caldera de Taburiente) localizamos un panel de toba volcánica, grabados por
dos caras, en una de las cuales hay una espiral cuyo centro es una pequeña
cazoleta; con dos caras y D) mención aparte merece el yacimiento de Tajodeque
(precipicios de la Caldera de Taburiente) en el cual dentro de la cueva, donde
aparecen varios paneles de petroglifos alfabetiformes, nos encontramos con una
serie de pequeñas cúpulas excavadas en las paredes de la cavidad por cuyo
extremo derecho, además sabe una gran canal que se pierde en la veta de toba en
la que se abre la cueva.
Petroglifos asociados con
yacimientos funerarios.- Esta relación, que hasta hace fechas relativamente
recientes ni siquiera se nos había pasado por la cabeza, comienza a tener visos
de ser real en una serie de yacimientos sobre los que, por diversas
circunstancias, se ha realizado una revisión de los datos que ya teníamos. Sin
embargo, al estar en los comienzos de la investigación arqueológica, sólo nos
limitaremos a establecer un esbozo de los datos que hemos podido recabar hasta
el presente.
Estos conjuntos prehispánicos los
podemos dividir en 3 grupos bien diferenciados: 1) Estaciones de grabados
rupestres asociados con cavidades en las que vivieron los benahoaritas y, al
mismo tiempo, aparecen restos humanos como, por ejemplo, en la Cueva de
Belmaco (Villa de
Mazo)40 y en el
Caboco de La
Zarza (Garafía).41 2) Estaciones de
petroglifos en cuyas
inmediaciones aparecen yacimientos
sepulcrales como en la conocida por Piedra del Guanche (Las Cabezadas.
Tijarafe), Caboco de Aroche (El Paso-Los Llanos de Aridane), El Time
(Tijarafe), Roque Teneguía (Fuencaliente), Lomo Boyero (Breña Alta), Cuesta de
La Pata (Breña Alta), Buracas (Garafía), etc. y 3) estaciones de grabados rupestres
claramente vinculadas con cuevas funerarias, destacando dos casos en los que
nos detendremos brevemente. En la margen izquierda del caboco que contiene el
grupo principal de los petroglifos de la Fuente del Sauce, las inscripciones
(espirales y círculos concéntricos) rodean completamente a una pequeña cueva
funeraria que se abre en la base del risco. Los Campanarios (Villa de Mazo)
están formados por dos pitones lávicos que sobresalen por encima del terreno y
en los que se han descubierto 3 pequeñas cuevas funerarias42 junto a las que
descubrió el arqueólogo Francisco Herrera García una estación de petroglifos
con espirales y meandriformes sobre un pequeño afloramiento de lava de color
rojizo.
Grabados rupestres y grandes
estructuras artificiales: En La Palma se han estudiado unas construcciones
artificiales de gran tamaño que, hasta la fecha, han sido catalogadas como
tagorores aunque, a tenor de los datos que vamos a proporcionar seguidamente,
quizás habría que cambiarles la denominación por la de estructuras cultuales en
las que se desarrollarían ritos mágico-religiosos.
Sólo vamos a describir,
sucintamente, cuatro de esos grandes recintos. El primero de ellos, y para el
que contamos con nuevos datos de hace menos de un mes, se refiere a una gran
construcción rectangular, de la que sólo se conserva la base, en Lomo Gazmil
(La Caldera de Taburiente).43 En una nueva visita que realizamos el 11 de
septiembre de 2010 descubrimos una pequeña espiral que dista apenas 5 metros
del recinto citado anteriormente.
En La Cancelita (faldas
occidentales del Pico Bejenao. El Paso) existe una gran recinto de unos 10
metros de anchura, realizado con una pared de grandes rocas, por algunos tramos
hincadas y con doble hilera, desde el que se domina una extraordinaria panorámica
que incluye todo el Valle Aridane y buena parte de La Caldera de Taburiente.
Pues bien, en una piedra gigantesca que delimita el frente meridional se grabo
una pequeña espiral mediante la técnica del picado superficial y discontinuo.
En el Lomo de Los Conejos (margen
izquierda del Barranco de Torres. El Paso) 44 se conservan los restos de un
gran recinto con varias torretas centrales y una serie de amontonamientos
pétreos en lo que debieron ser los muros que delimitaban el recinto. Algunas de
esas piedras se grabaron con unos motivos lineales y curvos muy sencillos
ejecutados con la técnica de la abrasión.45
Pero, sin ningún género de dudas,
el yacimiento más interesante de estas características se encuentra en la
Montaña de Los Riberoles (Bellido. Tijarafe)46 Se trata de un gran recinto
rectangular del que sólo se conservan las esquinas, una serie de asientos y una
torreta de piedras pequeñas en el interior y algunas grandes rocas que
delimitaban el perímetro y sobre las cuales se realizaron unos petroglifos
geométricos bastante extraños y curiosos al adaptarse a las irregularidades de
la roca. Desde este punto se obtiene una magnífica panorámica de los dominios
del primitivo cantón de Tijarafe, que incluía los actuales municipios de
Tijarafe y Puntagorda.
6.- Inventario de las estaciones de grabados rupestres de La
Palma
B A R L O V E N T 0
-Cueva Jurada (Margen derecha del
Barranquito de Medina. Gallegos):
Tipología: Meandriformes; Número de Paneles: 2, aunque podrían
corresponderse con uno partido en dos pedazos; Técnica: Picado fino y
superficial; Soporte: Dos piedras sueltas que forman parte de las paredes de
una casa muy antigua; Estado de conservación: Malo; Datos de interés: La
estación, con toda probabilidad, formaría parte de un afloramiento rocoso
situado sobre la orilla superior del barranco en cuyas laderas medias e
inferiores existe un gran poblado de cuevas; Hallazgo: Luciano García Martín
(2005).47
-La Crucita (Margen izquierda del
Barranco de Gallegos): Tipología: Espiral; Número de Paneles: 1; Técnica:
Picado; Soporte: Una piedra suelta situada junto al Camino Real; Estado de
conservación: Regular; Datos de interés: En la parte alta del barranco existen
un poblado de cuevas; Hallazgo: Juan José Santos (2006).48
-La Degollada I (Margen derecha
del Barranco de Gallegos (La Palmita): Tipología: Espiral; Número de Paneles:
1; Técnica: Picado de profundidad y anchura medias; Soporte:
Roca sobreelevada en
su posición originaria
en medio del
lomo;
Estado de conservación: Regular; Datos de interés: Destaca
en el terreno circundante y se emplaza muy cerca de la orilla del enorme
acantilado costero; Hallazgo: Felipe Jorge Pais Pais (1993).49
-La Degollada II (Margen derecha del Barranco de Gallegos
(La Palmita): Tipología: Espiral y círculos concéntricos; Número de Paneles: 2;
Técnica: Picado de profundidad y anchura variables; Soporte: Afloramiento
rocoso que destaca sobre el interfluvio que separa el Barranco de Gallegos y la
Barranquera de La Palmita; Estado de conservación: Regular; Datos de interés:
Tanto en la parte alta del Barranco de Gallegos como en la Barranquera de La
Palmita existen sendos poblados de cuevas; Hallazgo: Felipe Jorge Pais Pais
(1993).50
-La Degollada IV (Margen derecha
del Barranco de Gallegos (La Palmita): Tipología: Ideogramas geométricos
(espirales meandriformes, circuliformes …) y un panel con
líneas verticales incisas;
Número de Paneles: 8; Técnica:
Picado de profundidad y anchura
variables en 7 paneles y otro con incisiones; Soporte: Afloramiento rocoso
que destaca sobre
el interfluvio que
separa el Barranco
de Gallegos y la Barranquera de La Palmita; Estado de conservación:
Regular; Datos de interés: Tanto en la parte alta del Barranco de Gallegos como
en la Barranquera de La Palmita existen sendos poblados de cuevas; Hallazgo:
Felipe Jorge Pais Pais (1993).51
-Tabladitos I
(Fuente Locandia. Cumbres
de Barlovento): Tipología:
Líneas paralelas curvas, menadriformes de corto desarrollo y un óvalo;
Número de paneles: 1; Técnica:
Picado fino y
superficial; Soporte: Roca
de gran tamaño
que está en su
posición originaria; Estado de conservación: Muy malo; Datos de interés: Está
situado junto a un amontonamiento de piedras que se ha alterado en la época histórica
para hacer un abrigo pastoril. En sus inmediaciones existió un paradero
pastoril; Hallazgo: Felipe Jorge Pais Pais y Domingo Acosta Felipe (1988).52
-Degollada de
Franceses I (cumbres
de Barlovento): Tipología:
Ideogramas geométricos (una espiral
y tres meandriformes); Número de paneles: 4,
aunque posiblemente existían más
ya que la
zona ha sido
profundamente alterada por la
carretera del Roque de Los Muchachos; Soporte: Lajas sueltas de diferentes
tamaños, desde las relativamente grandes a otras minúsculas; Estado de
conservación: Muy malo; Datos de interés: Se trata de un conjunto arqueológico
formado por cabañas prehispánicas, abrigos pastoriles reutilizados y una gran
construcción circular sobre el mismo borde de La Caldera. Todo apunta a que los
paneles formaban parte de amontonamientos de piedra que han sido destrozados
por las obras de construcción de la carretera del Roque de Los Muchachos y la
pista que baja a Gallegos; Hallazgo: Felipe Jorge Pais Pais y Domingo Acosta Felipe
(1987).53
E L P A S O
-La Campana I (Margen derecha del
Barranco de Tenisca. Salto de Casimiro): La estación de grabados rupestres está
formada por 4 paneles que tienen como soporte rocas de diferentes tamaños que
forman parte de los bancales que forman la ladera del barranco. Los
motivos son espirales
y semicírculos concéntricos
ejecutados con la técnica del picado de anchura y
profundidad variables. Están asociados a un poblado de cabañas.
-La Campana II (Margen derecha
del Barranco de Tenisca. Salto de Casimiro): La estación de grabados sólo
cuenta con un panel emplazado en la parte superior de los paredones verticales
del barranco. El motivo es un meandriforme un tanto extraño ya que sus giros
son rectos. La técnica de ejecución fue el picado de anchura media y
superficial.
-Camino de La Pantana (Margen
derecha del Barranco de Tenisca. Los Barros): La estación cuenta con un único
panel realizado sobre una roca que está en su posición junto al antiguo camino
de Las Calderetas. El motivo es una espiral perfecta realizada con la técnica
del picado de anchura y profundidad medias. Está expuesto hacia el oeste.
-Valle de Los Hombres I (La
Cancelita. Pico Bejenao): Tipología: Espiral y meandriforme; Número de paneles: 2; Técnica: Picado de
anchura y profundidad medias; Soporte: Resalte rocoso
sobre la orilla del Barrranco de Las Angustias; Estado de conservación: Malo.
Datos de interés: Panorámica extraordinaria; se domina todo el Valle Aridane y
buena parte del interior de La Caldera de Taburiente; Hallazgo: Felipe Jorge
Pais Pais y Domingo Acosta Felipe (1988).
Valle de Los Hombres II (La
Cancelita. Pico Bejenao): Tipología: Espiral; Número de paneles: 1; Técnica:
Picado fino y superficial; Soporte: Afloramiento rocoso natural que no
sobresale del terreno ubicado sobre la orilla del Barrranco de Las Angustias y
a unos 80 metros al este del conjunto anterior; Estado de conservación: Muy
malo. Datos de interés: Panorámica extraordinaria; se domina todo el Valle
Aridane y buena parte del interior de La Caldera de Taburiente; Hallazgo:
Héctor Rodríguez Riverol y Magdalena Reyes Gómez (2010)
-Lomo del Estrecho I (Pico
Bejenao): La estación de grabados rupestres cuenta con un único panel que tiene
como soporte una gran roca suelta. La orientación es este-oeste y está expuesto
hacia el sur. El motivo es un meandriforme encerrado en una figura triangular.
La técnica de ejecución fue el picado de anchura y profundidad medias. Buen
estado de conservación.
-Lomo del Estrecho II (Pico
Bejenao): La estación de grabados rupestres cuenta con un único panel que tiene
como soporte una gran roca que está en
su posición y sirve de apoyo para la construcción de un abrigo pastoril. La
orientación es este-oeste y está expuesto
hacia el sur.
El motivo es
una espiral de
gran desarrollo. La
técnica de ejecución fue el
picado de gran anchura y superficial. Mal estado de conservación.
G A R A F Í A
-Lomo de La Rama (Traviesa de
Franceses): Tipología: Espiral; Número de paneles:
1; Técnica: Picado; Soporte:
Piedra suelta; Estado de conservación: Bueno; Hallazgo: Juan Francisco Navarro
Mederos y Ernesto Martín Rodríguez (1983-1986).54
-Los Barranquitos (Roque Faro):
Tipología: Espiral asociada con meandriforme; Número de paneles:
1; Técnica: Picado;
Soporte: Paredondes verticales
de un barranquillo; Estado de conservación: Bueno;
Hallazgo: Juan Francisco
Navarro Mederos y Ernesto Martín Rodríguez (1983-1986).55
-El Jurado (Margen izquierda del
Barranco de Fagundo. El Tablado): Tipología: Ideogramas geométricos (espirales,
meandriformes, recas…) motivos geométricos incisos (lineales, espigas,
reticulados, …) y posibles meandriformes incisos; Número de paneles: 3 con
ideogramas geométricos y 8 con motivos incisos ; Técnica: Picado de diferente
anchura y grosor e incisiones; Soporte: Una gran roca desprendida de los riscos
de la ladera y los propios paredones verticales; Estado de conservación: Bueno;
Datos de interés: Esta asociada con un poblado de cuevas y un conjunto de
canalillos y cazoletas; Hallazgo: Juan Francisco Navarro Mederos y Ernesto
Martín Rodríguez (1983-1986).56
-Caboco de La Zarza (La
Mata): Tipología: Ideogramas geométricos
(espirales, círculos y semicírculos concéntricos, meandriformes…) y motivos
geométricos incisos; Número de paneles: 28; Técnica: Picado, abrasión e
incisión; Soporte: Consta de tres grupos situados en las márgenes derecha e
izquierda y parte central de los paredones verticales de
un gigantesco caboco;
Estado de conservación: Bueno, aunque
las inscripciones de los visitantes han provocado graves daños; Datos de
interés: Fue el primer Parque Arqueológico de Canarias (1998); los estudios
principales en el yacimiento han sido dirigidos por el Dr. Ernesto Martín
Rodríguez, entre los que cabe destacar una excavación en un cejo de ocupación
estacional y prospecciones arqueológicas sistemáticas por toda la zona; está
asociada con la Fuente de La Zarza; Descubrimiento: Fue descubierta por Ramón
Rodríguez Martín y dada a conocer por A. Mata y E. Serra (1941).57
-La Zarcita
(Margen izquierda del
Barranquillo de La
Zarcita): Tipología:
Ideogramas geométricos (espirales,
círculos y semicírculos
concéntricos, meandriformes
…); Número de paneles: 16;
Técnica: Picado, abrasión
e incisión; Soporte: Consta de
tres grupos situados en las márgenes derecha e izquierda y parte central de los
paredones verticales de un gigantesco caboco; Estado de conservación: Bueno,
aunque las inscripciones de los visitantes han provocado graves daños; Datos de
interés: Fue el primer Parque Arqueológico de Canarias (1998); los estudios
principales en el yacimiento han sido dirigidos por el Dr. Ernesto Martín
Rodríguez, entre los que cabe destacar una excavación en un cejo de ocupación
estacional y prospecciones arqueológicas
sistemáticas por toda
la zona; Descubrimiento: Fue
descubierta por Ramón Rodríguez
Martín y dada a conocer por A. Mata y E. Serra (1941).58
-Llano de La Zarza (Margen
izquierda del Barranco de La Zarza): Tipología: Espiral y meandriforme de gran
desarrollo; Número de paneles: 2; Técnica: Picado; Soporte: Paredones
verticales del barranco; Estado de conservación: Bueno; Hallazgo: Ernesto
Martín Rodríguez (1994).59
-Fuente de Los Palomos (Margen
izquierda del Barranco de La Zarza): Tipología: Espirales y meandriformes;
Número de paneles: 2; Técnica: Picado; Soporte: Paredones verticales del
barranco; Estado de conservación: Bueno; Datos de interés: Se sitúa en las
inmediaciones de la fuente homónima; Hallazgo: Ernesto Martín Rodríguez
(1994).60
-Fajaneta del Jarito (Margen
izquierda del Barranco de Magdalena): Tipología: Espirales y meandriformes;
Número de paneles: 2; Técnica: Picado; Soporte: Paredones verticales del
barranco; Estado de conservación: Bueno; Datos de interés: Está en medio de un
bosque de laurisilva impenetrable y en sus inmediaciones aparecen
construcciones de piedra seca antiguas, aunque parecen históricas; Hallazgo:
Ernesto Martín Rodríguez (1994).61
-Don Pedro (Margen izquierda del
Barranco de Carmona): Tipología: Espirales, meandriformes, reticulados,
etc; Número de paneles: 9;
Técnica: Picado; Soporte: Paredones verticales del barranco;
Estado de conservación: Bueno; Datos de interés: Los grabados están en medio de
un poblado de cuevas; Hallazgo: Fue dado a conocer por Domingo Acosta Pérez en
el periódico La Tarde del 8 de diciembre de 1967.62
-Mirador de Don Pedro: Tipología:
Espiral; Número de paneles: 1; Técnica: Picado; Soporte: Piedra suelta colocada
en la parte alta de una torre artificial realizada expresamente para colocar el
petroglifo; Estado de conservación: Malo, inscripciones recientes; Datos de
interés: Este petroglifo fue descubierto durante la realización de unas obras
en Santo Domingo de Garafía y trasladado hasta Don Pedro; Hallazgo: José
Vicente, alias “Kilo de Don Pedro”.
-Costa de Don Pedro (Margen
izquierda del Barranco de Carmona):
Tipología: Cruciformes; Número de
paneles: 2; Técnica:
No sabemos; Soporte:
Paredones verticales de las laderas del barranco; Estado de conservación:
Buena; Datos de interés: Pocos datos podemos aportar ya que nunca hemos
visitado este yacimiento; Hallazgo: Juan Francisco Navarro Mederos y Ernesto
Martín Rodríguez (1983-1986).63
El Corpus de grabados rupestres
de La Palma como base para la interpretación y conservación de estos
yacimientos, Investigaciones Arqueológicas en Canarias II, (Santa Cruz de
Tenerife), 1990, Pág. 173.
-Casa del Baile (San Antonio del
Monte): Tipología: Espiral de gran
desarrollo; Número de paneles: 1; Técnica: Picado; Soporte: Una piedra suelta
que se ha empotrado en una de las esquinas de la denominada Casa del Baile en
San Antonio del Monte; Estado de conservación: Malo, ya que buena parte del
panel está recubierto por arena y cemento; Datos de interés: Las referencias
orales con que contamos nos hablan de que este panel procedía de la estación de
Los Guanches, existiendo otro grabado en el Museo Arqueológico Benahoarita
procedente de este mismo yacimiento; Hallazgo: Mauro Hernández Pérez (1970)64
-Los Guanches: Esta estación es
citada por Mauro Hernández Pérez, quien la descubrió en 1970, y sólo contamos
con el datos de que entre los motivos hay espiraliformes con cambio de sentido
interno. Suponemos que la técnica de ejecución es el picado y, asimismo,
desconocemos si se trata de un panel que fue trasladado a La Cosmológica que se
encontraba en las `piedras verticales que formaban una era en San Antonio del
Monte.
-Fuente del Sauce o del Sauso (El
Tablado) Tipología: Espirales, meandriformes, círculos y semicírculos concéntricos,
etc.; Número de paneles: 9 repartidos en dos grupos, siendo mucho más
importante el de la margen izquierda del caboco (8 paneles); Técnica: Picado;
algunos motivos parecen abrasionados; Soporte: Los paredones verticales de un
gigantesco caboco; Estado de conservación: Bueno; Datos de interés: Está
asociado con varias cuevas de grandes dimensiones y una covacha funeraria. Se
aglutina en torno a un enorme caboco cubierto por un bosque de laurisilva
impenetrable donde mana la fuente homónima; se parece al Caboco de La Zarza,
aunque mucho más pequeño; Hallazgo: Dada a conocer por Elías Serra Ráfols en
1964. Fue descubierta por Ramón Rodríguez Martín.65
-Caldera de Agua (margen
izquierda del Barranco de Magdalena-La Zarza. San Antonio del Monte):
Tipología: Ideogramas geométricos (espirales, semicírculos concéntricos,
meandriformes …) y motivos geométricos incisos (lineales, espigas, escaleras,
posibles alfabetiformes), etc.; Número de paneles: 2: separados por unos 10
metros; Técnica: Picado superficial e incisiones de diferente anchura y
profundidad; Soporte: Los paredones verticales de los riscos en la parte alta del barranco
Estado de conservación: Bueno, aunque los grafitos de los visitantes han
provocado graves destrozos; Datos de interés: Está asociado con una gran cueva
natural que, hasta no hace mucho
tiempo, era utilizada
como corral de
cabras. Tiene relleno
arqueológico; Hallazgo: Mauro Hernández Pérez (1970).66
-Verada de La Tosca (Juan
Adalid): Tipología: Ideogramas geométricos (espirales, semicírculos
concéntricos, meandriformes …) y motivos geométricos incisos; Número de
paneles: 7; Técnica:
Picado superficial e
incisiones de diferente
anchura y profundidad; Soporte:
Afloramiento rocoso natural sobre la orilla superior de la margen derecha del
Barranco de Domingo
Díaz; Estado de
conservación: Regular; muy afectado
por el desgaste
de las lluvias
y los líquenes;
algunos paneles han
sido removidos por la roturación del terreno para crear vetas de cultivo
de secano; Datos de interés: Esta asociado a un poblado de cuevas naturales que
están siendo explotadas hoy día como corral de cabras; también existe un grupo
de canalillos y cazoletas en una plancha de toba bajo la cual hay cuevas
naturales que han sido retocadas y agrandadas en la época histórica; Hallazgo:
Domingo Acosta Pérez (1967).67
-Verada de
La Tosca II
(Juan Adalid): Tipología:
Varias espirales de
corto desarrollo y pequeños trazos lineales incisos; Número de paneles:
1; Técnica: Picado e incisiones superficiales; Soporte: Piedra suelta, aunque
pudo estar en su posición ya que apareció en medio de la escombrera de una
pista que se dirige a las cuevas que están en los alrededores; Estado de
conservación: Malo; los motivos están muy desgastados; Datos de interés: Ante
el peligro de destrucción el panel ha sido trasladado al Museo Arqueológico
Benahoarita en 2009; Hallazgo: Isidoro Castro Medina (2009).
-El Mudo (Margen izquierda del
Barranco de Domingo Díaz): Tipología: Espirales y meandriformes; Número
de paneles: 2;
Técnica: Picado; Soporte:
Datos desconocidos; Estado de conservación: Regular; Hallazgo: Juan
Francisco Navbarro Mederos y Ernesto Martín Rodríguez (1983-1986).68
-Lomito del Medio (El Palmar):
Tipología: Espiral prolongada en meandriforme; Número de
paneles: 1; Técnica:
Picado; Soporte: Cresta
rocosa; Estado de conservación: Regular; Hallazgo: Juan
Francisco Navbarro Mederos y Ernesto Martín Rodríguez (1983-1986).69
-Cruz del Cigarro (El Palmar):
Tipología: Espiral con cambio de sentido interno; Número de paneles: 1; Técnica: Picado; Soporte:
Datos desconocidos; Estado de conservación: Sin datos; Hallazgo:
Juan Francisco Navbarro Mederos y Ernesto Martín Rodríguez (1983-1986).70
-Topo de Los Tunos Colorados
(Margen derecha del Barranco de La Luz. Salvatierra): Tipología: Meandriformes y
circulíformes; Número de paneles: 2; Técnica: Picado; Soporte:
Resalte rocoso sobre la orilla superior del barranco; Estado de conservación:
Regular; Datos de interés: Estación asociada a un gran poblado de cuevas y una
necrópolis; Hallazgo: Mauro Hernández Pérez (1970).71
-Salvatierra I: Tipología:
Espiral; Número de paneles: 1; Técnica: Picado; Soporte: Piedra suelta junto a
un sendero; Estado de conservación: Regular; Datos de interés:
-Salvatierra II: Tipología: Espiral de corto desarrollo; Número de paneles: 1; Técnica: Picado fino y
muy superficial; Soporte: Piedra de gran tamaño que está en su posición en
medio de los cercados de Salvatierra; Estado de conservación: Muy malo; Datos
de interés: Es posible que la estación fuese más grande, ya que el terreno ha
sido roturado y abancalado para crear vetas de cultivo de secano; Hallazgo:
Felipe Jorge Pais Pais (1990).
-Verada de Salvatierra:
Tipología: Meandriformes; Número de paneles: 3; Técnica: Picado; Soporte:
Paredones verticales de la margen derecha del Barranco de La Luz, kunto al
Camino Real; Estado de conservación: Regular; Datos de interés: La estación
está asociada a un poblado de cuevas, una necrópolis y un grupo de canalillos y
cazoletas; Hallazgo: Mauro Hernández Pérez (1970).73
-El Moculon (Llano del Negro):
Tipología: Espiral de pequeño tamaño; Número de paneles: 1; Técnica: Picado;
Soporte: Afloramiento rocoso que destaca en la parte alta de la margen derecha
del barranco; Estado de conservación: Regular; Datos de interés: A pesar de los grandes paneles que existe, sólo
se hizo este petroglifo que, además queda aislado de otros yacimientos;
Hallazgo: Juan Francisco Navarro Mederos y Ernesto Martín Rodríguez
(1983-86).74
-Vaqueros (Margen izquierda del
Barranco de La Luz): Tipología:
Espirales; Número de paneles: 2; Técnica: Picado; Soporte: Sin datos; Estado de
conservación: Regular; Hallazgo: Juan
Francisco Navarro Mederos
y Ernesto Martín
Rodríguez (1983-86).75
-Los Hondos: Tipología: Sin
datos; Número de paneles: 2; Técnica: Picado; Soporte: Dos bloques sueltos;
Estado de conservación: Buena; Hallazgo: Juan Francisco Navarro Mederos y
Ernesto Martín Rodríguez (1983-86).76
-Camino a Los Hondos: Tipología:
Sin datos; Número de paneles: 1, aunque según varios vecinos del lugar existían
otros hoy desaparecidos; Técnica: Picado; Soporte: Un bloque suelto colocado en
los muros de un bancal; Estado de conservación: Buena; Hallazgo: Mauro
Hernández Pérez (1971).77
-Santo Domingo de Garafía:
Tipología: Espiral de corto desarrollo; Número de paneles: 1; Técnica: Picado;
Soporte: Un bloque suelto que apareció durante las obras de la avenida
principal de Santo Domingo de Garafía; Datos de interés: El panel está
depositado en los almacenes del Ayuntamiento de Garafía; Estado de
conservación: Buena; Hallazgo: Los obreros que trabajaban en la remodelación de
la calle principal de Santo Domingo (Finales de la década de los 90 del siglo
XX).
-“Chorro” de La Castellana: Tipología: Motivos circulares; Número de
paneles: 2; aunque pudiera tratarse del mismo panel partido en dos pedazos
Técnica: Picado; Soporte: Son dos pequeños bloques sueltos que forman parte de
la pared que delimita la avenida
principal de Santo Domingo de
Garafía; Estado de conservación: Regular; Datos de interés: Desconocemos del
lugar de donde se trajo la piedra para hacer las paredes; Sería conveniente
trasladarlos al Museo Arqueológico Benahoarita; Hallazgo: Oscar … (Trabajador
de la cuadrilla de Garafía del Parque Nacional de La Caldera de Taburiente
(2009).
-El Cercado de San Vicente (Santo
Domingo de Garafía): Tipología:
Espirales y meandriformes, así como cazoletas en unos de los paneles; Número de
paneles: 8; aunque varios han desaparecido por una obras en las inmediaciones;
Técnica: Picado de anchura y profundidad variables; Soporte: Grandes bloques
sueltos; Estado de conservación: Regular; Datos de interés: En el panel de
mayores dimensiones aparece una espiral y un buen grupo de cazoletas
circulares; Hallazgo: P. Hernández Benítez (1955).78
-La Castellana:
-Fuente del Colmenero (Catela):
Preciosa estación de grabados rupestres que se aglutina en
torno a un
amplio caboco en
cuyo fondo mana
un punto de
agua permanente. La estación cuenta con 4 grupos de grabados bien
diferenciados: 1) Consta de 2 paneles con motivos geométricos en picado
(espirales y meandriformes) e incisos;
2) Una espiral que aparece en una
de las rocas desprendidas del risco; 3) Un grupo de 3 paneles en técnica
picado, incisa y una especie de rayado encima de la fuente y 4) una serie de
motivos incisos en un amontonamiento de rocas caídas del risco que aparece en
el lado derecho del caboco, destacando un precioso “soliforme”.
-Las Goronas II (Margen derecha
del Barranco de Izcagua. Cumbres de Garafía).-
Este conjunto arqueológico está
formado por 4 amontonamientos de piedra. Cuenta con
3 paneles que forman parte del
relleno de las construcciones II y III.
El primero de ellos es una pequeña piedra de apenas 20 cms de ancho en la que
se representó un meandriforme con la técnica del picado fino y superficial. Los
otros 2 paneles forman parte del amontonamiento III; uno de ellos es una piedra
de 30 por 20 cms de forma aproximadamente triangular en la que se representan
una serie de líneas incisas que confluyen
hacia un punto.;
el otro panel
aún es más
pequeño (18 por
18 cms) y representa un meandriforme realizado
mediante el picado fino y superficial.
-Las Goronas III (Margen derecha
del Barranco de Izcagua. Cumbres de Garafía): El conjunto está formado por una cabaña y un amontonamiento de piedras
junto al cual apareció un pequeño grabado rupestre en una roca plana en el que
se representaron tres líeas realizadas mediante finas incisiones.
-Lomo al oeste del GRANTECAN
(cumbres de Garafía): Esta zona se ha visto afectada por la construcción de una
pista ilegal. Sólo descubrimos un pequeño panel suelto en una laja de 40 por 30
cms en la que se representa un meandriforme mediante la técnica del picado fino
y superficial. Mal estado de conservación. Está asociado con un paradero y
abrigos pastoriles.
P U N T A G O R D A
-La Lomadita (Margen izquierda
del Barranco de Izcagua. Cruz de La Reina): Se trata de una estación de
grabados rupestres incisos que cuenta con 4 paneles expuestos hacia el este.
Los motivos son incisiones paralelas y verticales. El soporte es un gran
afloramiento rocoso que destaca sobre la orilla superior de las laderas del
barranco. Están situados en los alrededores de un poblado de cuevas.
-El Poleal (Margen izquierda de
la desembocadura del Barranco del Agua Dulce): Se trata de una estación de
grabados rupestres con motivos incisos y en picado. Este último es una pequeña
espiral situada en los paredones verticales de un resalte rocoso en cuya parte
superior se forma
una explanada con
numerosos restos superficiales (¿tagoror, recinto sagrado …?).
En los otros paneles, 4 como mínimo, se representan motivos incisiones verticales
y paralelos similares a los descritos en otros yacimientos de Tijarafe.
-Barranco de La Laje-El Hondito
(Hacienda del Cura): Esta estación de grabados rupestres cuenta con un único
panel situado en los paredones verticales que forman la margen derecha de una
barranquera que confluye en el Barranco de San Mauro. Queda justo enfrente de
un grupo de cavidades de habitación. La orientación del panel es este- oeste y
está expuesto hacia el sur. El motivo es una especie de enracimado realizado
mediante el picado de anchura media y superficial.
-Lomo de La Ensillada (Margen
derecha del Barranco de Garome-Los Faros. Cumbres de Puntagorda): Se trata de
un pequeño petroglifo que tiene como soporte una laja de 30 por 20 cms que
forma parte del relleno de un amontonamiento de piedras. El motivo forma
tres líneas curvas
paralelas ejecutadas con
la técnica del
picado de anchura y profundidad
medias. El conjunto arqueológico está formado por 3 amontonamientos de piedras
y un abrigo pastoril muy antiguo.
-Hoyo Mosquero (Cumbres de
Puntagorda): La estación de grabados sólo cuenta con un panel que tiene como
soporte una piedra suelta colocada encima de un resalte rocoso. Los motivos se
extienden por varias caras. El motivo es muy complicado: una espiral cerrada de
la que sale un meandriforme que forma una especie de enracimados realizados con
la técnica del picado. También aparecen varias incisiones paralelas. En sus
inmediaciones aparecen dos piedras de toba roja hincadas.
P U N T A L L A N A
-Morro de la Vizcaína (Margen
derecha del Barranco de La Galga. La Galga): Tipología: Meandriforme de
tendencia circular y laberíntica; Número de paneles: 1; Técnica: Picado de
anchura media y superficial; Soporte: Resalte rocoso sobre la parte superior de
las laderas; Estado de conservación: Bueno; Datos de interés: Esta asociado
a un gran poblado de cuevas naturales y
una necrópolis; Hallazgo: Francisco Herrera García (2003).79
-Barranco de Nogales (Margen
derecha del Barranco de Nogales. El Granel): Tipología: Grecas y cruciformes;
Número de paneles: 1 con dos grupos diferenciados; Técnica: Picado de anchura y
profundidad medias; Soporte: Parte alta de una gran veta de toba volcánica que
parte desde el mismo cauce del barranco con unos 5 metros de altura; Estado de conservación:
Malo; Datos de interés: El panel, en la actualidad, es inaccesible debido a la
gran altura a la que se realizó; Hallazgo: Mauro Hernández Pérez (1977).80
-Lomo Pablo I (Cumbres de
Puntallana): Tipología: Ideogramas geométricos (espirales, círculos y
semicírculos concéntricos, meandriformes, óvalos, trazos lineales curvos …);
Número de paneles: 3; Técnica: Picado de anchura y profundidad variables;
Soporte: Gran afloramiento rocoso de forma triangular que destaca en medio del
lomo; Estado de conservación: Malo; Datos de interés: El panel más complejo se
encuentra en el interior de un abrigo pastoril reutilizado; Hallazgo: Felipe
Jorge Pais Pais y Domingo Acosta Felipe (1987).81
-Lomo Pablo II (Cumbres de
Puntallana): Tipología: Ideogramas geométricos
(espirales, círculos concéntricos, meandriformes, círculos aislado, herraduras
…); Número de paneles: 3, aunque la estación debió ser mucho más importante,
puesto que el yacimiento fue atravesado por la carretera del Roque de Los
Muchachos, de tal manera que dos paneles aparecieron en la escombrera; Técnica:
Picado de anchura y profundidad
variables; Soporte: Varias
rocas sueltas y
un afloramiento rocoso
del terreno que no destaca; Estado de conservación: Malo; Datos de
interés: En la orilla superior del barranco se abre una pequeña covacha con una
pequeña estratigrafía y reutilizada por cabreros históricos; Hallazgo: Felipe
Jorge Pais Pais y Domingo Acosta Felipe (1987).82
-Lomo Pablo III (Cumbres de
Puntallana): Tipología: Ideogramas geométricos
(espirales, círculos concéntricos, meandriformes, círculos aislado, herraduras
…); Número de paneles: 12; Técnica: Picado de anchura y profundidad variables;
Soporte: Dique de 30 metros de largo y una media de 2 metros de altura que
discurre en el sentido del lomo a modo de cresta; Estado de conservación: Muy
malo, ya que los incendios forestales han provocado la rotura y el
agrietamiento de la mayoría de los paneles; Datos de interés: Este lomo es una
de las rutas principales para subir al Pico de Piedra Llana desde las medianías
del cantón de Tenagua; Hallazgo: Felipe Jorge Pais Pais y Domingo Acosta Felipe
(1987).83
-Lomo Pablo IV (Cumbres de
Puntallana): Tipología: Ideogramas
geométricos (espirales, círculos concéntricos, meandriformes, círculos aislado,
herraduras, …) y posibles signos alfabéticos en el panel 7; Número de paneles:
8; Técnica: Picado de anchura y profundidad variables; Soporte: Un enorme dique
de características similares al anterior, aunque de proporciones mayores; todos
los paneles están en su posición salvo el 8 que es una piedra suelta; Estado de
conservación: Regular, ya que no se ha visto tan afectado por los incendios por
la dureza de las rocas es mayor que en Lomo Pablo III; Datos de interés: Este
lomo es una de las rutas principales para subir al Pico de Piedra Llana desde
las medianías del cantón de Tenagua; Hallazgo: Felipe Jorge Pais Pais y Domingo
Acosta Felipe (1987).84
-Piedra Llana (Cumbres
de Puntallana): Tipología: Meandriforme de
gran desarrollo; Número de paneles: 1; Técnica: Picado; Soporte: Gran
laja suelta en la parte más alta de Piedra Llana; Datos de interés: En la cima
de Piedra Llana existió uno de los campos pastoriles de mayor explotación
aborigen en toda la cumbre y un pequeño amontonamiento de piedras. El panel no
ha vuelto a ser visto; Hallazgo: Mauro Hernández Pérez (1973-75).
S A N T A C R U Z D E L A P A L M A
-Picos de La Veta de La Arena
(cumbres de Santa Cruz de La Palma): Se trata de un único panel que tiene como
soporte una roca de superficie irregular que está en su posición. El motivo es
una espiral realizada con la técnica del picado de anchura media y profundo.
Buen estado de conservación. Está asociado con un grupo de cabañas y abrigos
pastoriles, así como varios amontonamientos de piedra.
T I J A R A F E
-Margen derecha del Barranco de
Las Calabaceras (La Punta. Tijarafe): Sólo cuenta con un panel que tiene como
soporte una laja suelta. El motivo es una espiral ejecutada con la técnica del
picado de anchura media y superficial. Asociada con una una pequeña cueva
funeraria y varios paneles de cazoletas.
-Margen derecha del Barranco de
Los Gomeros (El Jesús): La estación sólo cuenta con un panel que se localiza en
la parte alta de las laderas teniendo como soporte un pequeño resalte rocoso.
La orientación es este-oeste y está expuesto hacia el sur. El motivo son unas
líneas verticales paralelas realizadas con la técnica del picado fino y
superficial. Mal estado de conservación. Se encuentra encima del grupo más
importante de cuevas de habitación del barranco de Los Gomeros-La Paloma.
Pneles cruciformes y naviformes
-El Pintado I (El Jesús): Tipología: damero; líneas verticales,
oblicuas, horizontales, haces,
etc); Número de paneles: 2;
Técnica: incisiones de
diferente anchura y profundidad; Soporte: Paneles sueltos
descontextualizados; forman parte de las paredes de una era histórica; Estado
de conservación: Bueno. Hallazgo: Carlos Asterio Abreu Díaz (2010)
-El Pintado II (El Jesús):
Tipología: Motivos geométricos (varias espirales y unos semicírculos concéntricos); Número de paneles: 1; Técnica: Picado de
anchura y profundidad variables;
se aprecian los puntos de percusión; Soporte: Pequeño afloramiento rocoso sobre
la misma orilla de la margen izquierda del Barranco Jurao; Estado de
conservación: Bueno. Datos de interés: Por la orilla del barranco discurre un
antiguo camino. Hallazgo: Carlos Anterior Abreu Díaz (2010).
- El Pintado III (El Jesús):
Tipología: Motivos incisos oblicuos; Número de paneles: 1; Técnica:
Incisiones finas; Soporte: Pequeño afloramiento rocoso sobre la misma orilla
de la margen
izquierda del Barranco
Jurao; Estado de conservación:
Regular. Datos de interés: Se sitúa en una roca que delimita la margen
izquierda del camino que recorre la orilla superior del barranco. Por la orilla
del barranco discurre un antiguo camino. Hallazgo: Carlos Asterio Abreu Díaz
(2010)
-El Pintado IV (El Jesús):
Tipología: Motivos incisos paralelos; Número de paneles:
1; Técnica: Incisiones finas y
otras gruesas y profundas; Soporte: Piedra suelta en el interior de una covacha
situada en la orilla superior de la margen izquierda del Barranco Jurao; Estado
de conservación: Bueno. Datos
de interés: Forma parte
de una acumulación de piedras en
el interior de una covacha que podría corresponderse con un yacimiento
funerario; Hallazgo: Carlos Asterio Abreu Díaz (2010).
El Pintado V (El Jesús):
Tipología: Motivos geométricos (espirales y círculos concéntricos) y un damero
Motivos incisos paralelos; Número de paneles: 3; Técnica: Los motivos
geométricos se realizaron mediante el picado y el damero con incisiones;
Soporte: En la actualidad el damero se sitúa en un gran afloramiento rocoso
situado en la orilla superior de la margen izquierda del Barranco Jurao
mientras que los otros dos paneles están junto a la entrada de un viejo pajero.
Según referencias orales se sacaron del mismo resalte rocoso; Estado de
conservación: Bueno. Datos de interés: A unos 20 metros hay
un pequeño grupo
de cazoletas de
pequeño tamaño; Hallazgo:
Carlos Asterio Abreu Díaz (2010)
-Morro Negro (Matanza Alta.
Tijarafe) Estación de grabados rupestres incisos que tiene como soporte un gran
resalte rocoso que destaca en el terreno al tener 4 metros de alto por 3 metros
de anchura y estar emplazado en la parte alta de una barranquera. Sólo cuenta
con un panel orientado al sureste de 1,30 metros de alto y otro tanto de
anchura. Los motivos son líneas verticales y paralelas. Los motivos son
idénticos a los que nos encontramos en la margen izquierda del Barranco de Los
Gomeros y Tagomate. Buen estado de conservación.
-Hoya Espanta Diablo I (Barranco
de Matanza Baja. Aguatavar): Se trata de un petroglifo grabado por ambas caras
con incisiones de diferentes anchuras y profundidades. Los motivos son líneas
verticales, oblicuas, etc. Forma parte de la pared de un cercado.
-Hoya Espanta Diablo II (Barranco
de Matanza Baja. Aguatavar): El grabado se encuentra en la visera de una
pequeña cueva natural en la margen derecha del barranco. El motivo parece un
naviforme muy esquemático realizado con la técnica del picado. El panel está
expuesto hacia el oeste.
-Lomo de Matanza Alta I
(Aguatavar): La estación está formada por 3 paneles, de los que dos son de
motivos geométricos, realizados mediante el picado de diferente anchura y
profundidad, y el otro se realizó mediante incisiones que representan un
reticulado. Está asociada con restos de cabañas una gran cazoleta y una cueva
funeraria.
-Lomo de Matanza Alta II
(Aguatavar): Se trata de una gran estación de grabados rupestres incisos que
cuenta, como mínimo, con 8 paneles que tienen como soporte un afloramiento
rocoso bajo el cual existe una gran cueva que se ha acondicionado como barbacoa
de una casi situada en las inmediaciones. Entre los motivos más interesantes
destacan una especie de reticulado en forma de rombo exactamente igual al que
nos encontramos en el Calvario de Santo Domingo (Garafía), un zoomorfo (posible
ballena) y algunos signos que parecen alfabetiformes.
-Lomo de Matanza Alta III
(Aguatavar): Esta estación de petroglifos se aglutina sobre un afloramiento
rocoso de 3 metros de altura situado en la orilla superior de la margen derecha
de la barranquera que atraviesa el terreno. Uno de los paneles consta de una
figura geométrica, realizada mediante el picado fino y superficial, Existe un
panel con un motivo geométrico, ejecutado mediante el picado fino y
superficial, y una serie de incisiones. Los otros dos paneles se realizaron con
incisiones finas y superficiales. A
10 metros del afloramiento
rocoso, y formando parte de los muros de un pajero, existe un precioso panel
con motivos incisos de distinta anchura y profundidad.
-Margen derecha del Barranco del
Mocán I (Aguatavar); Tipología:
Meandriforme laberíntico; Número de
paneles: 1; Técnica:
Picado fino y
superficial Soporte: Paredones
verticales que delimitan un andén en la parte alta de las laderas del
barranco;; Estado de conservación: Regular. Datos de interés: A la altura del
petroglifo, aunque en la otra margen del
barranco existe una cueva funeraria, según información oral de Casiano Melián
Cruz; Hallazgo: Carlos Asterio Abreu Díaz (2010).
-Margen derecha del Barranco del
Mocán II (Aguatavar); Tipología: Pequeño
damero e incisiones aisladas; Número de paneles: 1; Técnica: Incisiones
Soporte: Gran laja suelta situada
junto a un
sendero; Estado de
conservación: Regular. Datos de
interés: En la
parte alta de las laderas
hay un grupo de cuevas
realizadas con un meandriforme realizado con la técnica del
picado. El sendero comunica Aguatavar y Casas Viejas con la costa; Hallazgo:
Casiano Melián Cruz (2010).
-Pico de Las Paredes (Cumbres de
Tijarafe): Este petroglifo formaba parte de un amontonamiento de piedras
situado sobre el mismo borde La Caldera de Taburiente. El motivo es un
meandriforme un tanto peculiar. La técnica de ejecución fue el picado de
anchura media y superficial, apreciándose claramente los puntos de percusión.
-La Tabladita (cumbres de
Tijarafe): La estación sólo cuenta con un panel que tiene como soporte un
pequeño afloramiento rocoso en el centro del lomo. El motivo es un meandriforme
realizado mediante el picado fino y superficial, Mal estado de conservación. En
sus alrededores se extiende un paradero pastoril.
-Flores (cumbres de Tijarafe): Se
encuentra a un nivel más elevado que el yacimiento de La Tabladita, en la zona
de contacto entre el pinar y el codesar de cumbre. Cuenta, como mínimo, con dos
paneles que se concentran sobre un gran resalte rocoso de forma piramidal que
destaca en el terreno. Los motivos son pequeños meandriformes realizados
con la técnica
del picado fino y
superficial. También se aglutina en medio de un paradero pastoril.
V I L L A D E M A Z O
-Roque de Los Guerra; Tipología:
Ideogramas geométricos (espirales y meandriformes); Número de paneles: El
conjunto está formado por 3 grupos con un total de 15 paneles; Técnica: Picado;
Soporte: Dos de los conjuntos ocupan la parte alta y la cara sur del gigantesco
pitón de toba y un panel suelto en el mismo material; Estado de conservación:
Muy malo; Datos de interés: Los grabados
están asociados a un grupo de
canalillos y cazoletas,
un poblado de
cuevas y asentamientos
superficiales de cabañas;
Hallazgo: Los grupos de la parte superior y cara sur fueron descubiertos por
Juan Francisco Navarro Mederos y Ernesto Martín Rodríguez en 1988 y el panel
suelto por Jorge Pais Pais en 1994.85
-Los Pasitos;
Tipología: Ideogramas geométricos
(motivos circulíformes y meandriformes); Número de paneles: 4;
Técnica: Picado; Soporte: Afloramiento de toba volcánica emplazado sobre la
orilla superior del antiguo acantilado costero; Estado de conservación: Muy
malo; Datos de interés: En el
afloramiento rocoso aparecen varias covachas
con restos arqueológicos
superficiales, un pequeño
grupo de canalillos
y cazoletas y en
grupo de cabañas
por la cara
norte del pitón
rocoso. Además, el gigantesco tubo volcánico conocido por
Cueva de Lázaro tiene una de sus bocas en esta zona; Hallazgo: Felipe Jorge
Pais Pais en 1994.86
-Nambroque: Tipología: Espiral;
Número de paneles: 1; Técnica: Picado; Soporte: Una pequeña piedra suelta
situada en la parte más alta del Nambroque; Hallazgo: Mauro Hernández Pérez
(1972).87
-Belmaco: Tipología: Ideogramas geométricos (espirales,
meandriformes, círculos y semicírculos concéntricos, etc); Número de paneles:
4; Técnica: Picado de anchura y profundidad muy variables; algunos motivos
fueron abrasionados también; Soporte:
Grandes rocas sueltas; Estado de conservación: Bueno; Datos de interés: Se
encuentran en el interior de la gran cueva de Belmaco que, además de ser un
lugar de habitación, también se realizó un enterramiento y pudo ser un
santuario mágico-religioso; Hallazgo: Domingo Van de Walle de Cervellón
(1752).88
-Salto de Tigalate I: Tipología:
Motivo cruciforme; Número de paneles: 1; Técnica: Picado; Soporte; Riscos de la
parte superior de la margen derecha del Salto de Tigalate; Estado de
conservación: Bueno; Datos de interés: Se encuentra junto a la única entrada
que existe a la margen derecha de los impresionantes riscos del salto de
Tigalate en cuya parte superior hay un poblado de cuevas y una necrópolis;
Hallazgo: Felipe Jorge Pais Pais (1995).89
-Salto de Tigalate II: Tipología:
Una espiral; Número de paneles:1; Técnica: Picado fino y superficial; Soporte:
Se sitúa en la orilla superior de la parte central del Salto de Tigalate, aprovechando
unas coladas lávicas
que quedan entre los dos ramales del barranco; Estado
de conservación: Regular;
Hallazgo: Grupo de
Espeleología Benisahare (1996).90
-Tigalate Hondo: Tipología:
Espiraliformes, círculos concéntricos y meandriformes; Número de paneles: 2;
Técnica: Picado de anchura y profundidad medias; Soporte: Una enorme roca
suelta en medio del cauce del Barranco de Mederos y en la colada basáltica que
forma el cauce del mismo barranco; Estado de conservación: Bueno el de la roca
suelta y muy malo el otro; Hallazgo: Luís Diego Cuscoy (1958) el panel
grande91 y Felipe Jorge Pais Pais y
Domingo Acosta Felipe (1987) el grupo sobre la colada.
-Cueva de Lucía: Tipología:
Ideogramas geométricos muy simples (círculos, óvalos, herraduras…). Posibles
signos alfabetiformes; Número de paneles: 4; Técnica: Picado de anchura media y
superficial; Soporte: Grandes rocas sueltas ubicadas en el interior de una
gigantesca cueva natural; Estado de conservación: Malo; Datos de interés: A
pesar de que la cavidad tiene unas magníficas condiciones de habitabilidad,
apenas si tiene estratigrafía, dando la impresión de que pudo ser usada como
santuario religioso. Por otro lado, todo apunta a que pudieron existir otros
paneles con ideogramas geométricos (espirales meandriformes, etc) que
desaparecieron con la riada de 1957; Hallazgo: Luís Diego Cuscoy (1958).92.
(Felipe Jorge Pais Pais)
7.- Bibliografía general
1 JIMÉNEZ DE CISNEROS, J.: Contribución al estudio de las
antigüedades guanches, Ibérica, XX, (Madrid), Págs. 28-30.
2 MATA, A. y SERRA, E.: Nuevos grabados rupestres en la isla
de La Palma, Revista de Historia, VII, (La Laguna), 1941, Págs. 352-358
3 HERNANDEZ BENITEZ, P.: Culturas del Noroeste (Petroglifos
canarios), III Congreso Nacional de Arqueología, (Zaragoza), 1955, Págs.
99-104.
4 DIEGO CUSCOY, L.: Los grabados rupestres de Tigalate Hondo
(Mazo, Isla de La Palma), Revista de Historia, XXI, (La Laguna), 1958, Pág.
243-254
5 HERNANDEZ PEREZ, M.: La Palma prehispánica, (Las Palmas de
Gran Canaria), 1977, Pág. 50.
6 MARTÍN RODRÍGUEZ,
E. ; NAVARRO MEDEROS, J. F. y PAIS PAIS, F. J.: El corpus de grabados rupestres
de La Palma como base para la interpretación y conservación de estos
yacimientos, Investigaciones Arqueológicas en Canarias, II, (Santa Cruz de
Tenerife), 1990, Págs. 157-186.
7 PAIS PAIS, F. J. :
La tercera campaña del Inventario
Arqueológico del Parque y Preparque de La
Caldera de Taburiente (Isla de La Palma), Tabona, VIII, Tomo
I, (Madrid), 1993, Págs. 273-290.
8 MARTÍN RODRÍGUEZ, E.: La Zarza: entre el cielo y la
tierra, (Madrid), 1998, Págs. 49-74.
9 PAIS PAIS, F. J.: El bando prehispánico de Tigalate-Mazo,
(Tenerife), 1997, Págs. 413-436.
10 Las prospecciones
en los precipicios de La Caldera de Taburiente fueron realizadas por nuestro
amigo y colaborador Carlos Martín …
11 MARTÍN RODRÍGUEZ,
E. (Editor), en FAYCAG (Revista Canaria de Arqueología), otoño de 2002.
12 VARIOS:
Manifestaciones rupestres de Las Islas Canarias, (Santa Cruz de Tenerife),
1996.
13 MARTÍN RODRÍGUEZ,
E. y PAIS
PAIS, F. J.:
Las manifestaciones rupestres de La Palma,
Manifestaciones rupestres de las Islas Canarias, (Santa Cruz
de Tenerife) 1996, Págs. 299-359.
14 MARTÍN RODRÍGUEZ,
E. y PAIS
PAIS, F. J.:
Las manifestaciones rupestres de La Palma,
Manifestaciones rupestres de las Islas Canarias, (Santa Cruz
de Tenerife), 1996, Pág. 305.
del Agua Dulce (Puntagorda), La Zarza (Garafía), Caldera de
Agua (Garafía), Fuente del Colmenero (Garafía), etc.
15 FERNÁNDEZ
MARTÍNEZ, Víctor M.: El arte rupestre prehispánico de La Palma: una visión
desde la etnoarqueología africana, Revista de Estudios Generales de la Isla de
La Palma, Nº 3, (Madrid), 2007, Págs. 65-79.
2.2.- Petroglifos aborígenes
16MARTÍN
RODRÍGUEZ, E. y PAIS
PAIS, F. J.:
Las manifestaciones rupestres de La Palma, en
Manifestaciones rupestres de las Islas Canarias, (Santa Cruz
de Tenerife), 1996, Pág. 305.
17 ÁLVAREZ DELGADO, J.: Las inscripciones
líbicas de Canarias, (Santa Cruz de Tenerife), 1964, Pág.
400.
18 Este yacimiento ha sido descubiertos por
Ricardo Pérez Díaz y Tomás Oropesa Hernández. Los paneles están
descontextualizados, ya que las piedras se rompieron y forman parte de la pared
de unos cercados. Desde esta zona se domina buena parte de la ensenada de Santa
Cruz de La Palma.
19 Este yacimiento fue descubierto por los
hermanos Carlos y Casiano Melián Cruz
20 MARTÍN RODRÍGUEZ, E. y PAIS PAIS, F. J.: Las
manifestaciones rupestres de La Palma, en Manifestaciones rupestres de las
Islas Canarias, (Santa Cruz de Tenerife), 1996, Pág. 305.
21 NAVARRO MEDEROS,
J. F. y DE LA ROSA, F. J.: El complejo
de estaciones rupestres de Lomo Boyero (Isla de La Palma. Canarias) y el
problema de los grabados cruciformes, Tabona, VIII, (La Laguna), 1993, Págs.
237-272.
22 MARTÍN RODRÍGUEZ,
E. y PAIS PAIS, F. J.: Las manifestaciones rupestres de La Palma, en
Manifestaciones rupestres de las Islas Canarias, (Santa Cruz
de Tenerife), 1996, Pág. 305-306.
23 HERNÁNDEZ PÉREZ,
M.: La Palma prehispánica, (Las palmas de Gran Canaria), 1977, Pág. 53.
24 MARTÍN HERNÁNDEZ,
Miguel A.: Los grabados antropomorfos del Lomo Boyero en El Guincho (Breña
Alta), Actas del I Encuentro de Geografía, Historia y Arte de La Palma, Tomo I
(Prehistoria), (La Palma), 1993, Pág.106.
Incluso, el panel principal del Llano de Los Alcaravanes (La
Caldera de Taburiente. El Paso) fue grabados por dos caras opuestas: A) En la
expuesta hacia el sur se realizó cu grupo típico de canalillos
y cazoletas que se desarrollan en zig-zag desde la parte superior a la
base del gran bloque de toba y B) por el contrario, en la parte que mira al
norte existe un canal horizontal que atraviesa todo el panel por su parte
central que desciende por el extremo izquierdo, mientras las cazoleta, de
reducido tamaño y muy escasas, están aisladas de los surcos.
Este tipo de “petroglifos” apenas si hemos comenzado a
descubrirlo en el último año por lo que las referencias a ellos deben ser
tomadas con cierta cautela hasta que no se produzcan nuevos hallazgos. Hasta la
fecha, los yacimientos más importantes se han localizado en el interior de la
Caldera de Taburiente, en concreto en las zonas conocidas como La Rosa y Lomo
Gazmil.
25 MARTÍN RODRÍGUEZ,
E. y PAIS PAIS, F. J.: Las manifestaciones rupestres de La Palma, en
Manifestaciones rupestres de las Islas Canarias, (Santa Cruz
de Tenerife), 1996, Pág. 315.
26 PAIS PAIS, F. J.:
La estación de grabados rupestres del
Lomo de Tamarahoya en el contexto del cantón de Aridane, Revista de Estudios
Generales de la isla de La Palma, Nº 1, (Madrid), 2005, Págs,
373-410.
27 Este panel fue
descubierto por la Dra. Carmen Gloria Rodríguez Santana durante una visita que
realizamos al yacimiento de La Zarza-La Zarcita (Garafía) acompañados por el
arqueólogo francés Jean Clottes.
28MARTÍN
RODRÍGUEZ, E. y PAIS
PAIS, F. J.:
Las manifestaciones rupestres de La Palma, en
Manifestaciones rupestres de las Islas Canarias, (Santa Cruz
de Tenerife), 1996, Págs. 320-325.
29MARTÍN
RODRÍGUEZ, E. y PAIS
PAIS, F. J.:
Las manifestaciones rupestres de La Palma, en
Manifestaciones rupestres de las Islas Canarias, (Santa Cruz
de Tenerife), 1996, Págs. 323.
30MARTÍN
RODRÍGUEZ, E. y PAIS
PAIS, F. J.:
Las manifestaciones rupestres de La Palma, en
Manifestaciones rupestres de las Islas Canarias, (Santa Cruz
de Tenerife), 1996, Págs. 324.
31 MARTÍN RODRÍGUEZ,
E. y PAIS PAIS, F. J.: Las manifestaciones rupestres de La Palma, en
Manifestaciones rupestres de las Islas Canarias, (Santa Cruz
de Tenerife), 1996, Págs. 324-325.
32 PAIS PAIS, F. J.:
La economía de producción en la prehistoria de la isla de La Palma: la
ganadería, (Santa Cruz de Tenerife), 1996, Págs. 374-428.
33 MARTÍN RODRÍGUEZ,
E. y PAIS PAIS, F. J.: Las manifestaciones rupestres de La Palma, en Manifestaciones
rupestres de las Islas Canarias, (Santa Cruz de Tenerife), 1996,Págs.329-330.
34 MARTÍN RODRÍGUEZ,
E. y PAIS PAIS, F. J.: Las manifestaciones rupestres de La Palma, en
Manifestaciones rupestres de las Islas Canarias, (Santa Cruz
de Tenerife), 1996,Pág. 331.
35 MARTÍN RODRÍGUEZ,
E. y PAIS PAIS, F. J.: Las manifestaciones rupestres de La Palma, en
Manifestaciones rupestres de las Islas Canarias, (Santa Cruz
de Tenerife), 1996, Pág. 337.
36 Este yacimiento
arqueológico fue descubierto por Néstor José Pelletero Lorenzo en julio de
2009.
37 Martín Rodríguez,
E. y Pais Pais, F. J.: Las manifestaciones rupestres de La Palma, en
Manifestaciones
Rupestres de las Islas Canarias, (Santa Cruz de Tenerife),
1996, Pág.337.
38 PAIS PAIS , F. J.:
El conjunto ceremonial del Llano de Las Lajitas (Roque de Los Muchachos.
Garafía. La Palma), “Anuario del Instituto de Estudios Canarios”, XLIII, (La
Laguna), 1999, Págs. 407-410.
39Martín Rodríguez, E. y Pais Pais, F. J.: Las
manifestaciones rupestres de La Palma, en Manifestaciones Rupestres de las
Islas Canarias, (Santa Cruz de Tenerife), 1996, Pág. 336.
40 Memoria de las
excavaciones que Luis Diego Cuscoy llevó a cabo en Belmaco a principios de la
década de los 60 del siglo XX, Inédita, (1962).
41 MARTÍN RODÍGUEZ,
E.: La Zarza: entre el cielo y la tierra, (Madrid), 1998, Págs. 31-34.
42 PAIS PAIS, F. J.:
El bando prehispánico de Tigalate-Mazo, (Santa Cruz de Tenerife), 1997, Págs.
4010-405.
43 Este yacimiento
fue descubierto por Felipe Jorge Pais Pais y Domingo Acosta Felipe durante las
prospecciones realizadas durante la Tercera Campaña del Inventario Etnográfico
y Arqueológicos del Parque y Preparque de La Caldera de Taburiente en
1988.
44 PAIS PAIS, F. J.: La economía de producción
en la prehistoria de la isla de La Palma: la ganadería, (Santa Cruz de
Tenerife), 1996, Pág. 64.
45 Estos petroglifos han sido descubierto por
Juan Ramón Pais Pais sobre el año 2000.
46 Este yacimiento
fue descubierto por Carlos Asterio Abreu Díaz tras una sugerencia de Antonio
Tejera
Gaspar y María Antonia Perera Betancort sobre la
conveniencia de prospectar en ese lugar.
47 PAIS PAIS, F. J.:
El bando prehispánico de Tagaragre, (Madrid), 2007, Pág. 334.
48 PAIS PAIS, F. J.:
El bando prehispánico de Tagaragre, (Madrid), 2007, Pág. 334-335.
49 PAIS PAIS, F. J.:
El bando prehispánico de Tagaragre, (Madrid), 2007, Pág. 335-336.
50 PAIS PAIS, F. J.:
El bando prehispánico de Tagaragre, (Madrid), 2007, Pág. 336-337.
51 PAIS PAIS, F. J.:
El bando prehispánico de Tagaragre, (Madrid), 2007, Pág. 337-338.
52 PAIS PAIS, F. J.:
El bando prehispánico de Tagaragre, (Madrid), 2007, Págs. 339-341.
53 PAIS PAIS, F. J.:
El bando prehispánico de Tagaragre, (Madrid), 2007, Págs. 341-342
54 MARTÍN RODRÍGUEZ,
E. M.; NAVARRO MEDEROS, J. F. y PAIS PAIS, F. J.: El Corpus de grabados
rupestres de La Palma como base para la interpretación y conservación de estos
yacimientos, Investigaciones Arqueológicas en Canarias II, (Santa Cruz de
Tenerife), 1990, Pág. 171.
55 MARTÍN RODRÍGUEZ,
E. M.; NAVARRO MEDEROS, J. F. y PAIS PAIS, F. J.: El Corpus de grabados
rupestres de La Palma como base para la interpretación y conservación de estos
yacimientos,
Investigaciones Arqueológicas en Canarias II, (Santa Cruz de
Tenerife), 1990, Pág. 171.
56 MARTÍN RODRÍGUEZ,
E. M.; NAVARRO MEDEROS, J. F. y PAIS PAIS, F. J.: El Corpus de grabados
rupestres de La Palma como base para la interpretación y conservación de estos
yacimientos, Investigaciones Arqueológicas en Canarias II, (Santa Cruz de
Tenerife), 1990, Pág. 171.
57 MARTÍN RODRÍGUEZ,
E.: La Zarza: entre el cielo y la tierra, (Madrid), 1998, Págs. 49-63.
58 MARTÍN RODRÍGUEZ,
E.: La Zarza: entre el cielo y la tierra, (Madrid), 1998, Págs. 64-71..
59 MARTÍN RODRÍGUEZ,
E.: La Zarza: entre el cielo y la tierra, (Madrid), 1998, Pág. 72.
60 MARTÍN RODRÍGUEZ,
E.: La Zarza: entre el cielo y la tierra, (Madrid), 1998, Pág. 73.
61 MARTÍN RODRÍGUEZ,
E.: La Zarza: entre el cielo y la tierra, (Madrid), 1998, Pág. 74.
62 MARTÍN RODRÍGUEZ,
E. M.; NAVARRO MEDEROS, J. F. y PAIS PAIS, F. J.: El Corpus de grabados
rupestres de La Palma como base para la interpretación y conservación de estos
yacimientos, Investigaciones Arqueológicas en Canarias II, (Santa Cruz de
Tenerife), 1990, Pág. 172.
63 MARTÍN RODRÍGUEZ,
E. M.; NAVARRO MEDEROS, J. F. y PAIS PAIS, F. J.:
64 MARTÍN RODRÍGUEZ,
E. M.; NAVARRO MEDEROS, J. F. y PAIS PAIS, F. J.: El Corpus de grabados
rupestres de La Palma como base para la interpretación y conservación de estos
yacimientos, Investigaciones Arqueológicas en Canarias II, (Santa Cruz de
Tenerife), 1990, Pág. 173.
65 MARTÍN RODRÍGUEZ,
E. M.; NAVARRO MEDEROS, J. F. y PAIS PAIS, F. J.: El Corpus de grabados
rupestres de La Palma como base para la interpretación y conservación de estos
yacimientos,
Investigaciones Arqueológicas en Canarias II, (Santa Cruz de
Tenerife), 1990, Pág. 173.
66 HERNÁNDEZ PÉREZ,
M.: Contribución a la Carta Arqueológica de la isla de La Palma (Canarias),
Anuario de Estudios Atlánticos, XVIII, (Madrid-Las Palmas),
1972, Pág. 612.
67 HERNÁNDEZ PÉREZ,
M.: Contribución a la Carta Arqueológica de la isla de La Palma (Canarias),
Anuario de Estudios Atlánticos, XVIII, (Madrid-Las Palmas),
1972, Pág. 622.
68 MARTÍN RODRÍGUEZ,
E. M.; NAVARRO MEDEROS, J. F. y PAIS PAIS, F. J.: El Corpus de grabados
rupestres de La Palma como base para la interpretación y conservación de estos
yacimientos, Investigaciones Arqueológicas en Canarias II, (Santa Cruz de
Tenerife), 1990, Pág. 173.
69 MARTÍN RODRÍGUEZ,
E. M.; NAVARRO MEDEROS, J. F. y PAIS PAIS, F. J.: El Corpus de grabados
rupestres de La Palma como base para la interpretación y conservación de estos
yacimientos, Investigaciones Arqueológicas en Canarias II, (Santa Cruz de
Tenerife), 1990, Pág. 173.
70 MARTÍN RODRÍGUEZ,
E. M.; NAVARRO MEDEROS, J. F. y PAIS PAIS, F. J.: El Corpus de grabados
rupestres de La Palma como base para la interpretación y conservación de estos
yacimientos,
Investigaciones Arqueológicas en Canarias II, (Santa Cruz de
Tenerife), 1990, Pág. 174.
71 HERNÁNDEZ PÉREZ,
M.: Contribución a la Carta Arqueológica de la isla de La Palma (Canarias),
Anuario de Estudios Atlánticos, XVIII, (Madrid-Las Palmas),
1972, Págs. 633-634.
Estación asociada a un gran poblado de cuevas y una
necrópolis; Hallazgo: Mauro
Hernández Pérez (1970).72
72 HERNÁNDEZ PÉREZ,
M.: Contribución a la Carta Arqueológica de la isla de La Palma (Canarias),
Anuario de Estudios Atlánticos, XVIII, (Madrid-Las Palmas),
1972, Págs. 633-634.
73 HERNÁNDEZ PÉREZ,
M.: Contribución a la Carta Arqueológica de la isla de La Palma (Canarias),
Anuario de Estudios Atlánticos, XVIII, (Madrid-Las Palmas),
1972, Págs. 633-634.
74 MARTÍN RODRÍGUEZ,
E. M.; NAVARRO MEDEROS, J. F. y PAIS PAIS, F. J.: El Corpus de grabados
rupestres de La Palma como base para la interpretación y conservación de estos
yacimientos, Investigaciones Arqueológicas en Canarias II, (Santa Cruz de
Tenerife), 1990, Pág. 174.
75 MARTÍN RODRÍGUEZ,
E. M.; NAVARRO MEDEROS, J. F. y PAIS PAIS, F. J.: El Corpus de grabados
rupestres de La Palma como base para la interpretación y conservación de estos
yacimientos, Investigaciones Arqueológicas en Canarias II, (Santa Cruz de
Tenerife), 1990, Pág. 174.
76 MARTÍN RODRÍGUEZ,
E. M.; NAVARRO MEDEROS, J. F. y PAIS PAIS, F. J.: El Corpus de grabados
rupestres de La Palma como base para la interpretación y conservación de estos
yacimientos, Investigaciones Arqueológicas en Canarias II, (Santa Cruz de Tenerife),
1990, Pág. 174.
77 MARTÍN RODRÍGUEZ,
E. M.; NAVARRO MEDEROS, J. F. y PAIS PAIS, F. J.: El Corpus de grabados
rupestres de La Palma como base para la interpretación y conservación de estos
yacimientos, Investigaciones Arqueológicas en Canarias II, (Santa Cruz de
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78 HERNÁNDEZ BENÍTEZ,
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Arqueología, (Zaragoza), 1955, Págs. 99-104.
79 PAIS PAIS,
F. J. y
HERRERA GARCIA, F.:
Las manifestaciones rupestres del municipio de Puntallana (La Palma):
una aproximación a la prehistoria del cantón de Tenagua, Revista de Estudios
Generales de la Isla de La Palma, Nº 0, (Madrid) 2004, Págs. 203-204
80 PAIS PAIS,
F. J. y
HERRERA GARCIA, F.:
Las manifestaciones rupestres del municipio de
Puntallana (La Palma): una aproximación a la prehistoria del
cantón de Tenagua, Revista de Estudios
Generales de la Isla de La Palma, Nº 0, (Madrid) 2004, Págs.
204-205.
81 PAIS PAIS,
F. J. y
HERRERA GARCIA, F.:
Las manifestaciones rupestres del municipio de Puntallana (La Palma):
una aproximación a la prehistoria del cantón de Tenagua, Revista de Estudios
Generales de la Isla de La Palma, Nº 0, (Madrid) 2004, Págs. 206-207.
82 PAIS PAIS,
F. J. y HERRERA
GARCIA, F.: Las manifestaciones rupestres del municipio
de
Puntallana (La Palma): una aproximación a la prehistoria del
cantón de Tenagua, Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Nº 0,
(Madrid) 2004, Págs. 207-209.
83 PAIS PAIS,
F. J. y
HERRERA GARCIA, F.:
Las manifestaciones rupestres del municipio de Puntallana (La Palma):
una aproximación a la prehistoria del cantón de Tenagua, Revista de Estudios
Generales de la Isla de La Palma, Nº 0, (Madrid) 2004, Págs. 209-215.
84 PAIS PAIS,
F. J. y
HERRERA GARCIA, F.:
Las manifestaciones rupestres del municipio de Puntallana (La Palma):
una aproximación a la prehistoria del cantón de Tenagua, Revista de Estudios
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86 PAIS PAIS, F. J.:
El bando prehispánico de Tigalate-Mazo, (Tenerife), 1997, Págs. 420-422.
87 HERNÁNDEZ PÉREZ,
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90 PAIS PAIS, F. J.:
El bando prehispánico de Tigalate-Mazo, (Tenerife), 1997, Pág. 434.
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92 DIEGO CUSCOY, L.:
Los grabados rupestres de Tigalate Hondo, Revista de Historia Canaria, XXIV,
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-VARIOS:
Manifestaciones rupestres de Las Islas Canarias, (Santa
Cruz de
Tenerife), 1996.
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