jueves, 10 de septiembre de 2015

Inventario de las estaciones de grabados rupestres prehispánicas de Benahoare: entre las viejas teorías y las nuevas perspectivas









1.- Los hallazgos y sus protagonistas

Los grabados rupestres aborígenes de La Palma han sido, sin ningún género de dudas, los yacimientos arqueológicos más atractivos y, por ende, donde mayores esfuerzos se han centrado para su descubrimiento y estudio. Tal es así que la historia de la investigación arqueológica palmera es inseparable de los hallazgos de estas enigmáticas inscripciones.



Por tanto, no debe extrañarnos que los primeros datos sobre vestigios prehispánicos benahoaritas hagan referencia a uno de sus yacimientos más emblemáticos, como es la Cueva de Belmaco (Villa de Mazo), cuyas referencias más antiguas datan de 1752 por parte de Domingo Van de Walle de Cervellón. Desde ese mismo momento comenzaron a surgir infinidad de hipótesis sobre su posible significado. Esa problemática, 250 años después, aún no tiene una solución definitiva y, con toda probabilidad, nunca seremos capaces de encontrarla.

Sin embargo, y a pesar del extraordinario hito que supuso el hallazgo de los petroglifos de Belmaco, tuvimos que esperar hasta comienzos del siglo XX, concretamente hasta 1922, para que aparecieran nuevos yacimientos con inscripciones pétreas. En esa fecha A. Jiménez de Cisneros cita las estaciones de Tajodeque (La Caldera de Taburiente), La Erita (cumbres de Santa Cruz de La Palma) y El Calvario (Garafía).1

Hasta la época de la postguerra vuelve a existir un vacío sobre la investigación arqueológica insular que comienza a subsanarse tras la creación de la Comisaría de Arqueología de las Canarias Occidentales a cuyo frente estuvo Luís Diego Cuscoy. Su representante en La Palma será el profesor Ramón Rodríguez Martín, quien realizó una extraordinaria  labor  de  prospecciones  que  permitieron  descubrir  algunas  de  las estaciones de grabados rupestres más espectaculares e interesantes de la isla. Así, en 1941 A. Mata y E. Serra dan a conocer los conjuntos rupestres de La Zarza-La Zarcita y
Buracas en Garafía.2

En 1955 P. Hernández Benítez menciona los petroglifos de El Cercado de Don Vicente (Garafía).3  En 1958 Luís Diego Cuscoy publica un extenso artículo sobre los grabados de Tigalate Hondo (Villa de Mazo).4  En 1960 Telésforo Bravo descubre las inscripciones del Roque Teneguía (Fuencaliente) y en 1962 localiza otros petroglifos en El Bejenado (El Paso). En 1967 la prensa diaria da cuenta del hallazgo de las estaciones de grabados rupestres de Don Pedro y Juan Adalid (Garafía).

Sin ningún género de dudas, a comienzos de la década de los 70 del siglo XX se produjo un hito fundamental para la arqueología canaria y La Palma en particular, como fue la creación del Departamento de Prehistoria de la Universidad de La Laguna, cuyos primeros directores, Manuel Pellicer y Pilar Acosta, sintieron una especial predilección por Benahoare, donde realizaron excavaciones, en 1972, en sendas cuevas de habitación localizadas en el acantilado de Los Guinchos y El Barranco del Humo (Breña Alta).
Por esas fechas, La Palma se encontraba en el centro de la mayor parte de las investigaciones arqueológicas que se desarrollaban en el Archipiélago puesto que del estudio  de  sus  atractivos  yacimientos  parecía  que  se  podría  resolver  una  de  las cuestiones más espinosas, y que aún suscita acaloradas discusiones, como era el origen y procedencia del primer doblamiento de Canarias. Las razones de ese interés eran de diversa  índole:  1)  Por  un  lado,  la  antigua  Benahoare  estaba  llena  de  numerosas estaciones de grabados rupestres de tipo geométrico con unos paralelos tipológicos que parecían acercarnos a las culturas de la Europa Atlántica y 2) Por otro lado, sólo en La Palma existían numerosas cuevas naturales de habitación (Los Guinchos, El Humo, Belmaco, etc) con potentes estratigrafías, que podían superar los 4 metros de espesor.

En esta etapa, y dentro del capítulo del Arte Rupestre Insular, surge la inmensa figura, auténtico “padre” de la Arqueología Palmera, de Mauro Hernández Pérez quien, además de las excavaciones arqueológicas de Belmaco y Playa de La Salemera (Villa de Mazo), necrópolis del Barranco del Espigón (Puntallana), etc. va a centrar sus investigaciones en el mundo de los petroglifos. Las prospecciones que efectuó por toda la orografía insular le permitieron descubrir un buen número de estaciones de grabados rupestres, algunas de las cuales, aún hoy, siguen estando entre las más espectaculares, interesantes y emblemáticas de La Palma. Su trabajos abarcan, prácticamente, toda la década de los 70 del siglo XX y le sirvieron para elaborar su Tesis Doctoral centrada, precisamente, en el estudio de los petroglifos. Entre sus hallazgos cabe destacar los yacimientos de Caldera de Agua, El Corchete, Casa del Baile, Calafute en Garafía; el sorprendente  y  único  grupo  del  Lomo  Boyero  (Breña  Alta);  los  yacimientos  del Barranco de Los Guanches y La Pared de Roberto (La Caldera de Taburiente); la gigantesca estación del Lomo de Tamarahoya (Pico Bejenao) en El Paso, etc, etc.5

A partir de la década de los 80 del siglo XX serán los Dres Juan Francisco Navarro Mederos  y  Ernesto  Martín  Rodríguez  quienes  van  a  tomar  el  relevo.  Aunque  sus trabajos más interesantes se centraron en las diferentes campañas de excavación (1981,
1983, 1985 y 1987-88) llevadas a cabo en la Cueva del Tendal (Barranco de San Juan. San  Andrés  y  Sauces)  también  fueron  los  directores  del  proyecto  del  Corpus  de grabados rupestres de La Palma. Estos trabajos se centraron, esencialmente, en realizar los calcos de estaciones ya conocidas, así como prospecciones intensivas en la comarca noroeste de la isla, sobre todo en el municipio de Garafía.6

A mediados de la década de los 80 comenzó nuestra andadura en la arqueología palmera y en ella continuamos inmersos y, aunque suene a tópico, “cuantas más estaciones  encontramos más dudas e interrogantes  nos surgen sobre su interpretación”. El primer contacto con este mundo fue gracias a la realización del Inventario  Etnográfico y Arqueológico  del Parque y Preparque de La Caldera de Taburiente durante cuatro intensas campañas (1986, 1987, 1988 y 1990-92) en las que también participaron María del Carmen García Martín, Francisco de La Rosa Arrocha y Domingo Acosta Felipe. Este proyecto fue auspiciado y financiado por el entonces denominado   Instituto   para   la   Conservación   de   la   Naturaleza   (ICONA).   Las prospecciones efectuadas, fundamentalmente en el reborde montañoso de La Caldera de Taburiente, sacaron a la luz en torno a un centenar de nuevas estaciones de grabados rupestres.7

Desde inicios de la década de los 90 del siglo XX las instituciones (Dirección General de Patrimonio Histórico de Canarias, Excmo. Cabildo Insular de La Palma y el Organismo Autónomo de Parques Nacionales) se ha realizado un notable esfuerzo en realizar la Carta Arqueológica Insular. Las prospecciones superficiales han sido sistemática e intensivas y durante ellas se ha tratado de recoger toda la información posible sobre todo tipo de yacimientos entre los que, obviamente, ha jugado un panel muy destacado, especialmente en la zona norte y noroeste, los hallazgos de estaciones de petroglifos prehispánicos. Ello nos ha permitido un incremento considerable en el registro de este tipo de manifestaciones de la Cultura Benahoarita, así como una mejor aproximación a su tipología, ubicación, relación con otros yacimientos, posible significado, etc. No obstante, también hemos de reconocer que, a pesar de todo, nos siguen asaltando infinidad de de dudas por lo que, en nuestra opinión, aún estamos lejos de contar con certezas absolutas. A pesar de todo, estamos convencidos de que un paso esencial para desentrañar todos sus secretos es realizar un inventario lo más exhaustivo posible sobre este tipo de yacimientos.

Entre 1992-93 iniciamos, por encargo de la Dirección General de Patrimonio Histórico y el Excmo. Cabildo Insular de La Palma, la realización de la Carta Arqueológica Insular, proyecto en el que aún hoy estamos plenamente implicados. Esta primera campaña se centró en la mitad occidental de Barlovento, la zona costera de Breña Alta, buena parte de El Paso y algunas zonas de la cumbre. El hallazgo de nuevas estaciones  de  grabados rupestres no fue especialmente  importante  debido  a que  se centró en zonas donde la riqueza en este tipo de yacimientos no es relevante, entre otras razones las zonas de mayor riqueza, como El Pico Bejenao (El Paso), ya había sido rastreado anteriormente.

Durante 1994 se llevaron a cabo intensas prospecciones, así como una excavación arqueológica, en la zona de La Zarza-La Zarcita (Garafía). Este proyecto fue dirigido por el Dr. Ernesto Martín Rodríguez y los trabajos formaban parte de las actuaciones previas a la creación del futuro Parque Cultural de La Zarza-La Zarcita, inaugurado en mayo de 1998, siendo el primero del Archipiélago Canario. Los rastreos posibilitaron el estudio y calco de todos los paneles de las estaciones que dan nombre al conjunto, aunque también se descubrieron otras como Llano de La Zarza, Fuente de Los Palomos y Fajaneta del Jarito.8

La realización, en 1994-95, gracias al auspicio nuevamente de la Dirección General de Patrimonio Histórico de Canarias, de la Carta Arqueológica de los municipios de Villa de Mazo, Fuencaliente, Tazacorte y la mitad oriental de Barlovento, tampoco ofreció excesivas novedades en cuanto al descubrimiento de estaciones de grabados rupestres se refiere. Tal es así que solamente podemos considerar nuevas para la ciencia dos de las siete estaciones de Villa de Mazo, como fueron los conjuntos de conjuntos de Los Pasitos y Salto de Tigalate,9  puesto que todas las demás ya eran conocidas. En los otros tres yacimientos no se descubrió ni un sólo petroglifo. Sin embargo, estamos convencidos de que esa ausencia obedece, exclusivamente, a nuestra falta de pericia a la hora de encontrar esas huellas aborígenes.

Esta última campaña de prospecciones significó un largo paréntesis en lo que a trabajo de campo se refiere, puesto que el incipiente proyecto de la Carta Arqueológica de La Palma sufrió un brusco retroceso ante la falta de subvenciones y el desinterés por parte de todas las instituciones. Durante ese lapsus de tiempo sólo el Ayuntamiento de Tijarafe, gracias al empeño personal se su concejal de cultura (José Luis Rodríguez Concepción), se mostró dispuesto a financiar un proyecto que diese a conocer la riqueza arqueológica de su pueblo. Su repentina muerte sólo nos permitió rastrear algunas zonas del la parte sur del municipio.

Esta situación de parálisis comenzó a cambiar drásticamente a finales del año 2000 con la creación de la Unidad de Patrimonio Histórico del Cabildo Insular de La Palma entre  cuyo  personal  se  encontraba  un  arqueólogo.  Desde  ese  mismo  momento  se produjo un impulso decisivo de la investigación arqueológica insular gracias al apoyo sin reservas a este tipo de trabajos y estudios. Casi diez años después continúa desarrollándose esa labor, lo cual nos ha permitido incrementar considerablemente el número de yacimientos, entre los que juega un papel fundamental las estaciones de grabados rupestres, cuyo registro, aún hoy, sigue engordando. La razón fundamental de ese despegue ha sido que buena parte de los esfuerzos se han centrados en completar la Carta Arqueológica Insular. Para la elaboración de este trabajo se ha aprovechado la firma de un convenio de colaboración con el Centro Internacional para la Conservación del Patrimonio (CICOP) que, aún hoy, sigue vigente y dando sus frutos. Los estudios han  sido  dirigidos  por  el  que  suscribe  y  coordinados  por  el  arqueólogo  Francisco Herrera García. Los colaboradores habituales en todas las campañas han sido los licenciados Ylaisa González Navarro, Beatriz… y Laura Bencomo

El proyecto se inició con la Carta Arqueológica de Tijarafe durante el año 2002.Las prospecciones nos permitieron corroborar las aseveraciones de las fuentes etnohistóricas cuando indicaban que el cantón de Tixarafe era el más rico en ganados y el más poblado de  Benahoare.  Cuando  finalizamos  los  rastreos  contabilizamos  34  estaciones  de grabados rupestres de tipo geométrico ejecutados con la técnica del picado que, en su gran mayoría, se localizaban en las cumbres. Como veremos en su capítulo correspondiente, está situación, a día de hoy, ha sufrido notables variaciones, tanto en lo que se refiere al número de yacimientos como respecto a su ubicación en los lugares de habitación permanente.

El siguiente año, en 2003, realizamos la Carta Arqueológica de Puntagorda que, no debemos olvidar, en la época prehispánica pertenecía al cantón de Tixarafe. Se inventariaron  un  total  de  366  yacimientos,  entre  los  que  habían  12  estaciones  de grabados de tipo geométrico realizados con la técnica del picado. Ese número, en la actualidad, se ha incrementado considerablemente gracias a la labor desarrollada por Carlos Anterior Abreu Díaz. Sin duda, el hecho más destacable es la extraordinaria abundancia de conjuntos de canalillos y cazoletas que aparecen dispersos por todos los parajes, desde la orilla del mar a los bordes de La Caldera de Taburiente.

Garafía, cuya Carta Arqueología, ilusos de nosotros, pretendíamos llevar a cabo en la campaña de 2004, tuvo que ser ampliadas durante varios años más que, por otro lado, han sido insuficientes para prospectar todo el municipio. Esta demarcación territorial del norte de La Palma cuenta con el mayor número de estaciones de grabados rupestres, entre otras razones, porque en ella se han concentrado los esfuerzos más exhaustivos. Pero lo más sorprendente es que, a pesar de todo, siguen sucediéndose los hallazgos de petroglifos, tanto de forma fortuita, como por rastreos intencionados, incluso en áreas en las que ya se habían realizado prospecciones anteriores. Este hecho no debe sorprendernos puesto que la experiencia de los últimos años ha permitido constatar que es deseable, y hasta recomendable, visitar los diferentes yacimientos a distintas horas.

La percepción o no de un petroglifo está directamente relacionada con la incidencia del sol en los paneles en cada momento, de tal forma que motivos prácticamente inapreciables por la mañana pueden aparecer como por arte de magia conforme el astro rey se dirige al ocaso.

Paralelamente a la realización de la Carta Arqueológica Insular fuimos los responsables de otro proyecto denominado Actualización de la Carta Arqueológica del Parque Nacional de La Caldera de Taburiente durante los años 2001, 2002 y 2003, auspiciado y financiado por el Organismo Autónomo de Parques Nacionales. Las prospecciones  se centraron  en esta  ocasión en aquellas  áreas de la  cumbre  que se quedaron fuera durante la elaboración del Inventario Arqueológico y Etnográfico del Parque y Preparque de La Caldera de Taburiente. Así, aparecieron gran cantidad de nuevas estaciones de grabados rupestres en las cumbres de Garafía, Santa Cruz de La Palma, la parte superior de los riscos interiores de La Caldera,10 etc.

La apertura del Museo Arqueológico Benahoarita (Los Llanos de Aridane) el 30 de abril de 2007 supuso un punto de inflexión importantísimo para la prehistoria insular, especialmente en lo que se refiere al incrementos de yacimientos, algunos realmente espectaculares, por toda la orografía insular, aunque con especial incidencia en los municipios de Tijarafe, Puntagorda y Garafía. Este despegue ha sido posible gracias a una serie de aficionados a la arqueología que se han convertido en auténticos colaboradores del propio Museo. Entre esas personas debemos destacar los casos de Carlos Asterio Abreu Díaz, Casiano Melián Cruz, Anibal Pérez Ramos, Luis Miguel Robayna Simón, Carlos Cecilio Rodríguez López, etc. Algunas de las piezas más interesantes y espectaculares que actualmente forman parte de la colección permanente del MAB han sido donadas por los cuatro primeros reseñados anteriormente. Su colaboración no sólo se ha quedado en ese campo sino que, además, nos han mostrado muchos yacimientos desconocidos para la investigación arqueológica, entre los que sobresalen innumerables estaciones de grabados rupestres y conjuntos de canalillos y cazoletas que han incrementado considerablemente el catálogo de ese tipo de manifestaciones aborígenes.

Cuando la organización del VIII Congreso de Patrimonio Histórico, a celebrar en Lanzarote del 6 al 8 de octubre de 2010, nos planteó preparar una ponencia sobre los grabados rupestres de La Palma no sabíamos muy bien por donde hincarle el diente a un tema muy manido y sobre el que se han vertido ríos de tinta sin que, a día de hoy, tengamos las cosas medianamente claras sobre esta cuestión. Tras darle muchas vueltas al  asunto  hemos  caído  en  la  cuenta  de  que  hasta  la  fecha  no  se  ha  realizado  un inventario exhaustivo sobre el número de estaciones de petroglifos que existen en la isla. Por tanto, hemos decidido centrarnos en este tema que, a pesar de lo que pueda parecer, no es nada sencillo puesto que nos va a obligar a revisar todos los inventarios que hemos realizado en La Palma desde el año 1985 hasta nuestros días.

Entre 17 y el 23 de abril de 1995 se celebró en Santa Brígida (Gran Canaria) el Primer Simposio de Manifestaciones Rupestres del Archipiélago Canario y el Norte de Africa que, en nuestra opinión, ha sido el mejor evento que sobre esta temática se ha desarrollado sobre esta temática en nuestra tierra. Aparte de las actas, que salieron a la luz digitalmente con posterioridad11, se publicó un magnífico libro sobre Las Manifestaciones rupestres de Las Islas Canarias12   en el cual el Dr. Ernesto Martín Rodríguez y el que suscribe fuimos los encargados de elaborar un estudio sobre las Manifestaciones  rupestres  de  La  Palma.13    Este  trabajo,  del  que  particularmente considero que es uno de los mejores que he elaborado nunca, continúa hoy teniendo plena vigencia en muchos de las cuestiones que en él tratamos (iconografías y cronología,, soporte y técnicas, paralelos culturales, interpretación) por lo que, en esta ocasión, sólo haremos referencia a algunos aspectos que consideramos novedosos y pueden aportar algún tipo de información añadida producto de la gran cantidad de estaciones de grabados rupestres que han aparecido en los últimos 15 años.

2.- Iconografía y cronología

Este apartado es, quizás, uno de los que mayores novedades se han producido en los últimos años conforme se han ido sucediendo nuevos hallazgos que han puesto en entredicho algunas de las ideas que estaban firmemente asentadas entre los investigadores. Tal es así que muchos de los petroglifos que, hasta no hace mucho tiempo, se consideraban históricos, hoy estamos plenamente convencidos de que son prehispánicos. La confusión principal ha estribado en el hecho de que estos motivos suelen aparecer entremezclados con otros que, evidentemente, son muy recientes, habiendo sido realizados por pastores y, sobre todo, por excursionistas que han visitado estos yacimientos  y no han dudado en  dejar  su impronta,  muchas  veces sobre los propios signos aborígenes. Por otro lado, tampoco es ajeno el hecho de que esas inscripciones tan “pobres” habían quedado completamente eclipsadas por la belleza y espectacularidad de los motivos geométricos (espirales, meandriformes, etc) ejecutados con la técnica del picado. Sin embargo, un estudio más detenido permite separar claramente los grabados históricos de los prehispánicos.

2.1.- Petroglifos históricos

Este tipo de grabados rupestres, entre los que se incluían los cruciformes, naviformes y una amplia gama de formas geométricas (reticulados, triángulos, cazoletas, líneas simples o compuestas en horizontal, vertical, formando haces, signos alfabetiformes, etc), casi siempre ejecutadas con la técnica incisa, se relacionaban con “…motivaciones de tipo mágico o religioso basadas en la superstición popular: se graban en pasos peligrosos, en las encrucijadas de caminos o en lugares  asociados tradicionalmente con actos de brujería…”14  En la gran mayoría de los casos un simple estudio sobre la tipología, pátina y la técnica empleadas nos permite adscribir su momento de ejecución. Por otro lado, casi todos los yacimientos con ese tipo de grabados suelen contar también con otros motivos sobre los que no tenemos ninguna duda sobre su autoría aborigen.

Otro de los lugares donde suelen aparecer esos motivos recientes se corresponde con aquellos zonas donde, por diversas razones, su produce un gran tránsito de gentes (caminos  y veredas,  fuentes  y  charcos, etc)  en  los que,  por otro  lado,  es  bastante frecuente que los motivos prehistóricos estén cubiertos por una gran cantidad de trazos históricos. Todo ello nos habla de la importancia de estos parajes, cuya reutilización ha sido continuada desde la época prehispánica hasta nuestros días, tal y como se puede comprobar, por ejemplo, en los casos del camino que conduce a la Fuente del Barranco

Mucho más difícil es conocer la antigüedad de determinados grabados rupestres realizados en toba volcánica ante la ausencia de pátina y la imposibilidad de saber la técnica con que se realizaron. Además, esta cuestión es sumamente importante, por cuanto cada vez es mayor el número de yacimiento con este tipo de inscripciones. Por otro lado, consideramos que se hace necesario diferenciar los conjuntos de canalillos y cazoletas en paneles planos o inclinados de aquellos otros en que los motivos son verticales sin posibilidad de ser usados para el derramamiento de líquidos que se supone se realizaban en los primeros. Existen algunos casos en los que parece que más bien se trataría de petroglifos realizados con surcos y anchuras bastante considerables como, por ejemplo, los encontramos en los conjuntos del Llano de Los Alcaravanes, La Rosa y Lomo Gazmil (La Caldera de Taburiente), los cruciformes de la margen izquierda del Barranco de Carmona (Don Pedro) y la margen izquierda del Barranco de Izcagua (Puntagorda).

Esta confusión se acentúa aún más si hacemos caso a ciertos datos etnográficos proporcionados por personas que aseguran que algunos conjuntos de canalillos y cazoletas fueron realizados por ellos, si bien, en nuestra opinión, en la mayoría de las ocasiones, se corresponde con ideas estrambóticas que simplemente buscan notoriedad. Así, por ejemplo, se nos ha indicado que los paneles verticales mejor conservados del yacimiento de La Rosa (La Caldera de Taburiente) fueron realizados por personal de las Haciendas de Argual y Tazacorte para que sus hijos jugasen a los “cochitos”. Un pastor nos ha indicado que dos pequeñas cazoletas que existen en El Llano de Las Brujas (La Caldera de Taburiente), junto a la cara este del Roque del Capadero se hicieron con la intención de cortarle los testículos a los chivatos, de ahí el nombre de esta elevación natural.  Pero lo  más  frecuente  es que  se asegure  que las cazoletas  se hacían  para almacenar agua para satisfacer las necesidades de sus rebaños, obviando el hecho de que, en líneas generales, son receptáculos muy reducidos y en los que el agua sólo se conserva un par de días después de la caída de las lluvias.

En muchas de las fuentes de la isla, especialmente en las que manan aprovechando la existencia de una capa impermeable de almagre, se han realizado una serie de canales y cazoletas para almacenar el agua y dirigirla hacia los lugares deseados. Creemos que en su origen muchas de esas obras son claramente prehispánicas, si bien han sido modificadas en la época histórica para servir a necesidades diferentes. De cualquier forma, existen numerosos yacimientos en los que es posible separar unas de otras como, por  ejemplo,  en  La  Fuente  de  Calafute  (Garafía)  donde  existe  una  espiral  y  unas cazoletas muy pequeñas aborígenes o en La Fuente de Tamarahoya (Pico Bejenao. El Paso) donde aún se conservan varias cazoletas circulares muy antiguas y unos surcos verticales profundamente labrados en la toba roja que son muy similares a petroglifos incisos  del  continente  africano  que  están  relacionados  con  ritos  propiciatorios  de lluvia.15

La adscripción prehispánica o no de este tipo de inscripciones aunque, evidentemente, podemos equivocarnos nos la proporciona la experiencia, la tipología y, sobre todo, el contexto en el aparecen. Generalmente, ese tipo de petroglifos, cuando son aborígenes, no se encuentran aislados, sino que forman parte de conjuntos más amplios y asociados con otro tipo de vestigios sobre los no existe ninguna duda (poblados de cuevas o cabañas, paraderos pastoriles, canalillos y cazoletas, etc.).

La Palma cuenta con una enorme cantidad de estaciones de grabados rupestres que fueron realizados por los aborígenes a lo largo de todo el período en que se desarrolló su cultura y que, a tenor de las últimas investigaciones, se extendió, como mínimo, por un período  de 1.500 años. Este  lapso de tiempo  tan  prolongado  fue el que,  con toda probabilidad, hizo posible la extraordinaria variedad de manifestaciones rupestres con que nos encontramos y que constituye un auténtico rompecabezas para desentrañar su significado para todos los que nos dedicamos a este campo.

Las motivaciones de quienes realizaron estas inscripciones seguramente variaron en función de circunstancias muy puntuales pero que tuvieron gran trascendencia en sus vidas  cotidianas:  relaciones  de  dominación  de  unos  grupos  por  otros, compartimentación   de   la   isla,   arribada   de   nuevas   gentes,   guerras   fratricidas, prolongadas sequías y otros desastres naturales, etc. Por todo ello, es tan complicado y difícil desentrañar el significado último de los petroglifos, máxime si tenemos en cuenta la variada tipología de los mismos que se pueden individualizar en hasta 6 categorías diferenciadas, tal y como estudiaremos seguidamente.

Pero es que, además, todo ello se complica cuando observamos que en una misma estación e, incluso, en un mismo panel nos encontramos con dos y hasta tres tipos de petroglifos diferentes tal y como sucede, por ejemplo, en El Lomo de Tamarahoya (Pico Bejenao. El Paso) donde nos encontramos con un meandriforme realizado con técnica de picado, unos motivos incisos y un posible signo alfabetiforme. Este hecho nos podría estar hablando de la reutilización de las mismas estaciones durante largos períodos de tiempo y gentes distintas. Esta circunstancia queda bastante clara cuando observamos superposiciones  que,  por  otro  lado,  no  son  muy  habituales  y  suelen  ocurrir  entre motivos realizados con una misma técnica (picado e incisos). Salvo algún caso muy concreto en La Zarza y Caldera de Agua (Garafía) con superposiciones de motivos ejecutados con diferentes técnicas, generalmente suelen estar bien separados ambos grupos.

Las investigaciones de los últimos 20 años, y fundamentalmente a raíz de la apertura del Museo Arqueológico Benahoarita en 2007, nos han permitido ampliar el repertorio de las tipologías ya conocidas con anterioridad y descubrir otras nuevas que se consideraban históricas o se incluían dentro de otro tipo de yacimientos como, por ejemplo, es el caso de algunos paneles de canalillos y cazoletas verticales conocer. Asimismo, este cambio radical no se hubiese producido sin la colaboración de arqueólogos de otras islas que, cada vez más, visitan La Palma aportando sus experiencias en otros lugares del Archipiélago Canario, el continente africano y Europa. Entre esos investigadores debemos destacar las aportaciones María Antonia Perera Betancort, Antonio Tejera Gaspar, Renata Springer, Jean Clottes, etc La experiencia de todos ellos, así como de nuestros amigos y colaboradores Carlos Abreu Díaz, Casiano Melián Cruz , Anibal Pérez Ramos, Carlos Martín …, nos han permitido descubrir yacimientos donde pensábamos que no podrían existir, lo cual ha provocado una serie de vacíos en la prehistoria insular que estamos comenzando a subsanar con nuevas prospecciones, incluso en yacimientos ya conocidos, con una mirada distinta a la de no hace mucho tiempo. Y los resultados están siendo realmente espectaculares.
2.2.1.- Ideogramas geométricos

Con este nombre, y para evitar confusiones con los motivos geométricos incisos, nos vamos a referir a los petroglifos clásicos y más conocidos de la etapa prehispánica palmera, como pueden ser las espirales, meandriformes, círculos y semicírculos concéntricos, etc. El registro de estaciones de esta tipología sigue incrementándose sin parar por toda la orografía insular, incluso en áreas que ya habían sido bastante bien prospectadas o en yacimientos ya conocidos no es infrecuente que se descubran nuevos paneles. Este hecho no obedece a que las prospecciones arqueológicas en su momento no se hiciesen con el suficiente rigor, sino que más bien está relacionado con el hecho de que hemos aprendido a buscar con nuevos ojos y en lugares en los que antiguamente ni se sospechaba que pudiesen existir esas inscripciones. La experiencia de los últimos años nos ha enseñado que no podemos descartar, a priori, absolutamente nada, confirmándose, cada vez con mayor certeza, que no existe un patrón único y claro sobre los lugares escogidos para realizar estas obras de arte.

Entre los datos que cada vez nos quedan más claros debemos reseñar que existen dos grupos, los espiraliformes y meandriformes, que conforman un porcentaje bastante elevado respecto a los otros motivos. Sin embargo, hasta la fecha, no encontrado relaciones claras en lo que se refiere a su presencia en los distintos yacimientos, puesto que pueden aparecer entremezclados en un mismo yacimiento o panel; se encuentran tanto en yacimientos de costa-medianías (lugares de habitación permanente) como en la cumbre (campos de pastoreo estivales); pueden estar expuestos en cualquier dirección, siendo muy escasos los que se orientan hacia el norte; se sitúan en medio de poblados de cuevas, delimitando el trazado de caminos y veredas, junto a puntos de agua estacionales o permanente, interrelacionados con conjuntos de canalillos y cazoletas  o formando parte del relleno interno o las piedras que delimitan el perímetro de los amontonamientos de piedra, etc.

Desde que comenzamos a trabajar en este mundo, allá por el año 1985, hemos tenido la percepción, en la cual nos seguimos ratificando, de que “cuantas más estaciones de grabados rupestres conocemos menos comprendemos su dinámica”. Todavía hoy nos siguen descolocando una serie de cuestiones, algunas de las cuales vamos a reflejar seguidamente: A) Existen paneles como, por ejemplo, La Fuente de Los Palomos (La Zarza), barranquera de la cara sur de La Montaña de Tamarahoya, etc que están realizados a ras del suelo, en sitios muy cerrados y unbrófilos que, lejos de realizarse para ser vistos, parece como si se quisiesen ocultar de las personas que discurriesen por aquellos parajes; B) Es muy habitual la existencia de paneles inmensos y magníficos para ser grabados que están completamente limpios y, sin embargo, a escasos metros nos podemos encontrar con un único panel en una piedra suelta en medio de una ladera y con una superficie muy irregular o de grano muy grueso en la que sólo la casualidad nos ha permitido localizarlo. El arqueólogo francés Jean Clottes, especialista en pinturas paleolíticas de la Escuela Franco-Cantábrica, aunque ha recorrido todo el mundo y convivido con tribus primitivas, este hecho podría tener su explicación en el hecho de que serían los chamanes de cada tribu quienes consultarían a los dioses para decidir los lugares en que realizar las inscripciones. C) La diferenciación entre canalillos-cazoletas y grabados rupestres, que hasta no hace muchas fechas se consideraban sin ningún tipo de  relación,  comienza  a tambalearse  desde el momento  que comienzan  a aparecen yacimientos con ambas manifestaciones como, por ejemplo, en Lomo Gordo (Puntagorda), Lomo Gazmil y Barranco de Los Guanches (La Caldera), El Cercado (Garafía), etc. Ambos motivos son contemporáneos o se trata de reutilizaciones alejadas en  el  tiempo  por  considerarse  lugares  mágicos  o  sagrados.  Probablemente,  nunca
podremos resolver este interrogante. Cada vez aparecen más yacimientos de canalillos y cazoletas con alguna espiral. D) Asimismo, tampoco están nada claras las relaciones entre ideogramas geométricos con yacimientos funerarios que, hasta hace muy poco tiempo, nos parecía improbable y en estos momentos comenzamos a vislumbrarla como factible ante el hallazgo de conjuntos prehispánicos donde esa interrelación no ofrece ninguna  duda  como,  por ejemplo,  en  El  Caboco  y  Fuente  del  Sauce  (El  Tablado. Garafía).

Lógicamente, al aumentar el número de estaciones de grabados rupestres podrían aparecer nuevos motivos. Sin embargo, este no es el caso. En la inmensa mayoría de las ocasiones se trata de variaciones y combinaciones de los ideogramas típicos: espirales, meandriformes  y laberintos, círculos y semicírculos concéntricos. A pesar de todo, vamos a hacer una sucinta referencia a unos motivos que estaban muy poco representados o son completamente nuevos: 1) Las estaciones con grecas eran prácticamente testimoniales, destacando el yacimiento de Tagomate (Tijarafe) y casos aislados en la cumbre (Los Andenes, Observatorio Galileo Galilei, etc), habiéndose incrementado considerablemente su número hoy día. 2) Algo muy parecido ha sucedido con los enracimados que, por cierto, son muy similares a los herreños, destacando el único yacimiento que hasta la fecha se ha descubierto en la cara norte del Pico Bejenao (Caldera de Taburiente. El Paso) y 3) Finalmente, queremos citar varios casos en los que se mezclan la realización de surcos con protuberancias naturales del terreno como sucede en unos motivos que recuerdan las secciones de un caparazón de tortuga en El Time (Tijarafe) o un pequeño saliente en forma de pico cuya base fue contorneada por un motivo circular en el Barranco de Las Calabaceras (Tijarafe).

La aparición de numerosos paneles en rocas sueltas colocadas en paredes de canteros o en los muros que delimitan veredas y caminos apuntan a la mutilación parcial o la desaparición total de muchos yacimientos en la época histórica. El hallazgo de estos paneles es una auténtica casualidad al tener la suerte de que las caras grabadas quedando mirando hacia fuera. Sólo cabe preguntarnos cuántos de esos paneles permanecerán para siempre en el anonimato simplemente porque su nueva ubicación hace imposible que puedan ser detectados.  Quizás esta sea la razón, y no otra, de que algunos municipios de los que ya está hecha la Carta Arqueológica, como Barlovento, se conozcan muy pocas estaciones de grabados rupestres. Lo mismo ha ocurrido en los municipios de Tijarafe y Puntagorda, donde los conjuntos de petroglifos en los lugares de habitación eran meramente testimoniales, aunque en los tres últimos años su número se ha incrementado significativamente, como veremos en su apartado correspondiente. Lo más sorprendente es que Garafía, a pesar de que se llevan más de 40 años descubriendo estaciones de grabados rupestres, aún hoy siguen saliendo a la luz yacimientos espectaculares  como  los  de  Fuente  del  Colmenero  (Catela)  o  La  Palmera  (La Castellana). Otros parajes que no defraudan en cuanto a la presencia de grabados rupestres los encontramos en los bordes de La Caldera de Taburiente y en Los Barros y Pico Bejenao (El Paso).

Las áreas de la isla menos rica en este tipo de bienes patrimoniales se sitúan en la mitad sur de la isla, desde Las Manchas a Breña Baja. No obstante, la escasez de petroglifos en ese enorme espacio, donde sólo nos encontramos los conjuntos de Roque Teneguía (Fuencaliente) y las 8 estaciones de Villa de Mazo, no sabemos si obedece a una ausencia consciente por parte de los benahoaritas o si, por el contrario, está relacionada con la intensiva roturación del terreno y por la presencia de gigantescos campos de lavas recientes, muchas de ellas históricas, que han alterado la orografía del terreno y sepultado muchas de las manifestaciones rupestres aborígenes. Yacimientos tan  interesantes  como  los del Roque  Teneguía  (Fuencaliente)  o Belmaco  (Villa  de
Mazo) nos sugieren que las gentes que vivieron en estos parajes no fueron completamente  ajenos  a  unas  inscripciones  con  valor  mágico-religioso,  puesto  que todos los demás parámetros culturales no indican ninguna diferencia con los existentes en la mitad norte de Benahoare.

2.2.2.- Grabados rupestres geométricos incisos

En La Palma, cuando se habla de grabados rupestres prehispánicos, inmediatamente nos vienen a la memoria las impresionantes espirales y círculos-semicírculos concéntricos de La Zarza (Garafía), Belmaco (Villa de Mazo) o La Fajana (El Paso), sólo  por citar  algunos  de los  yacimientos  más  conocidos  y emblemáticos.  Ante  la belleza y espectacularidad de ese tipo de inscripciones nos habían pasado casi completamente otro tipo de motivos no tan llamativos desde el punto de vista estético que, en realidad, son igualmente interesantes y, asimismo, realizados por los benahoaritas.

Las diferencias con los ideogramas geométricos, ejecutados con la técnica del picado,  son muy claras  y fácilmente  reconocibles.  Para empezar,  fueron realizados mediante incisiones con piezas líticas de filo muy aguzado. Y, además, los motivos representados son completamente diferentes, puesto que suele tratarse de líneas simples que,  a  veces,  forman  figuras  muy  esquemáticas  (reticulados,  dameros,  haces  …) aunque,  generalmente,  se  agrupan  en  conjuntos  informes  y  caóticos  sin  aparente sentido. Las figuras más parecidas a los ideogramas geométricos son unos círculos radiados o “soliformes” como, por ejemplo, en La Fuente del Colmenero y El Calvario, ambas en Garafía.

Este tipo de petroglifos se consideraban históricos. Así, los paneles que aparecen en medio de los lomos con líneas verticales y paralelas se pensaba que fueron hechos con la reja de los arados y las barras de hierro para “despredegar”el terreno, siendo el caso más conocido, los innumerables paneles de este tipo que se encuentran en las inmediaciones  del  yacimiento  del  Calvario  de  Santo  Domingo  (Garafía).

Evidentemente, hay muchos ejemplos que tienen ese origen, aunque existen otros que, en nuestra opinión, son prehispánicos y nada tienen que ver con esas labores agrícolas.

Por otro lado, los motivos incisos que aparecen en las estaciones situadas en paredones verticales de las laderas de los barrancos o en resaltes rocosos en los que era imposible que interviniesen los arados, se decía que fueron hechos por los campesinos para afilar cuchillos “… mientras que los reticulados y lineales han sido relacionados con soportes para determinados juegos cuando no son el fruto de la inactividad que soporta el pastor en su actividad diaria.”16 Esta asociación fue lógica desde el momento que tenemos en cuenta que casi todos los motivos incisos que se conocían por entonces aparecen sobre resaltes rocosos naturales que destacaban en medio del terreno circundante y servían de magníficas atalayas naturales para el control de los rebaños. En cuanto  a  los  juegos  habían  muchos  motivos  que,  evidentemente,  servían  para entretenerse con dameros, tres en raya, etc cuando aparecían en la cara plana de las rocas. Quizás esa percepción hubiese cambiado con la aparición de dameros colocados en vertical en los que es imposible jugar.

La confusión se acrecentó debido a los grafitis que dejaban algunos de los visitantes y desaprensivos que visitaban las estaciones de grabados rupestres. Estas personas no dudaban en dejar su impronta en forma de nombres y fechas, imitación o repasado de los motivos aborígenes, etc. Los casos más paradigmáticos de estos actos vandálicos son los de La Zarza y Caldera de Agua (Garafía) donde, si no se hace un estudio en profundidad, es complicado separar los motivos recientes de los antiguos. En estos casos, todos los motivos incisos se consideraban históricos.

Nuestro interés por estos petroglifos ha comenzado a cambiar desde hace poco más de tres años y a ello ha contribuido una serie de circunstancias que pasamos a enumerar. Por un lado, y a raíz de la apertura del Museo Arqueológico Benahoarita (Los Llanos de Aridane), hemos entablado una estrecha colaboración con aficionados a la arqueología, fundamentalmente Carlos Asterio Abreu Díaz y Casiano Melián, que comenzaron a mostrarnos una serie de conjuntos de petroglifos incisos muy distintos a los que conocíamos hasta entonces y con una antigüedad fuera de toda duda. Por otro lado, la investigadora María Antonia Perera Betancort nos mostró diferentes yacimientos de grabados rupestres en Lanzarote y Fuerteventura   con una tipología y técnica muy similares a los existentes en La Palma. Y, finalmente, el círculo se ha completado con la visita a Benahoare de una serie de arqueólogos expertos en esta materia, como la ya reseñada “Nona”, Antonio Tejera Gaspar, Renata Springer, etc.

Aunque apenas si ha comenzado la investigación en este campo, y los hallazgos se suceden de una forma vertiginosa, podemos adelantar una serie de cuestiones generales: A) Los petroglifos incisos también aparecen por toda la isla, desde las zonas de costa y medianías (hábitat permanente) a los campos de pastoreo de alta montaña en los bordes de La Caldera de Taburiente, si bien en este caso su presencia es mucho más escasa que los ideogramas geométricos en picado; B) Las estaciones pueden aparecer aisladas o entremezcladas  con  los  conjuntos  de  ideogramas  geométricos  (espirales, meandriformes, etc), incluso compartiendo el mismo panel.

Las primeras percepciones que tenemos parecen apuntar a que la antigüedad de los motivos incisos es más tardía que para los ideogramas geométricos ejecutados con la técnica del picado. A esta conclusión hemos llegado tras el estudio de una serie de superposiciones en Caldera de Agua, La Zarza, en Garafía, y Barranco del Agua Dulce en Puntagorda, donde las incisiones están encima de las espirales, aunque en La Zarza hay un ejemplo que es al revés. En fin, aún es muy pronto para adelantar hipótesis sobre estas cuestiones.

En cuanto a la temática sólo podemos indicar una serie de consideraciones muy generales. Los motivos son muy simples, con un predominio absoluto de las líneas paralelas  y  en  todos  los  sentidos.  En  ocasiones,  presentan  un  aspecto  caótico  y abigarrado porque muchos trazos se entrecruzan y sobreponen. Pero, entre esa maraña, aparentemente   indescifrable,   podemos   vislumbrar   haces,   “espigas”,   “escaleras”, dameros, signos triangulares, en forma de estrella, reticulados y dameros, etc. Pero, quizás, uno de los aspectos más interesantes sea que también pudieron aparecer signos alfabetiformes.

2.2.3.- Grabados alfabetiformes

Hasta fechas muy recientes, hace apenas 3 años, el único yacimiento que se había estudiado en La Palma con motivos alfabetiformes eran los tres grupos existentes en la visera y el interior de la Cueva de Tajodeque, en los precipicios interiores de La Caldera de Taburiente. Los intentos de traducción han sido numerosos desde el mismo momento de su hallazgo. Según J. Álvarez Delgado representan caracteres líbicos que se pueden relacionar con la expresión tuareg mauamselti que se puede traducir como boca de paso
o del salto.17  Este conjunto arqueológico es impresionante, puesto que está relacionado con  una  “pasada”  que  comunicaba  los  bordes  con  el  interior  de  La  Caldera  de Taburiente y una fuente de agua permanente que mana en los alrededores. Pero es que, además, nos encontramos con una cueva de habitación en cuyo interior aparecen canalillos-cazoletas y cúpulas. En sus inmediaciones se han individualizado varias estaciones de grabados rupestres con ideogramas geométricos, un paradero pastoril y un amontonamiento de piedras en la parte alta del Roque de Tajodeque en cuya cara sur se abre la cueva con las inscripciones alfabetiformes.

Durante nuestras prospecciones en la isla estudiamos algunos paneles con motivos que, en nuestra opinión, podrían ser alfabéticos como, por ejemplo, los signos que aparecen en el interior de la Cueva de Lucía (Barranco Hondo. Villade Mazo), La Erita (Pico de La Sabina. Cumbres de Santa Cruz de La Palma), etc. A ellas debemos añadir la existencia de un símbolo muy parecido al motivo alfabetiforme más complicado de Tajodeque que también puede encontrarse en el Lomo de Tamarahoya (Pico Bejenao. El Paso), Barranco de Rodrigo (La Cancelita. El Paso), etc. La diferencia con los motivos que estudiaremos seguidamente es que la técnica de ejecución es el picado de anchura y profundidad variables.

En algunos de los yacimientos con petroglifos incisos parecen existir algunos signos alfabetiformes líbico-bereberes. Uno de los casos más claros, aunque lamentablemente desaparecido, se encontraba en el tagoror del Lomo Boyero (La Grama. Breña Alta), donde fotografías antiguas y calcos nos muestran cruciformes, círculos radiados, etc que pueden ser letras. Este mismo tipo de inscripciones podemos encontrarlas en El Jurao (Margen izquierda del Barranco de Fagundo. El Tablado. Garafía), Barranco del Agua Dulce (Puntagorda), Las Lajes (Barranco de San Amaro. Puntagorda), Piedra del Jedrés (Barranco de La Madera. Santa Cruz de La Palma), etc. Incluso, no descartamos la posibilidad de la presencia de motivos alfabetiformes líbico-latinos como, por ejemplo, en las laderas sur de la Montaña de Tamarahoya (Los Barros. El Paso)

En definitiva, estamos convencidos de que en los próximos años, a medida que se incrementen las prospecciones e investigaciones, el repertorio de estaciones de grabados rupestres alfabetiformes de La Palma se incrementará considerablemente. Este hecho puede ser muy importante, no sólo para la prehistoria de La Palma, sino también del Archipiélago Canario, puesto que comenzamos a entrever unos paralelos entre las diferentes islas, incluidas las más alejadas (Lanzarote y Fuerteventura) que hasta no hace mucho tiempo ni nos atrevíamos a mentar.

2.2.4.- Petroglifos naviformes

Las estaciones de grabados rupestres que cuentan con motivos naviformes se han considerado, tradicionalmente, como históricos, tanto por la tipología de muchas de las naves, como por la técnica empleada, casi siempre la incisión. Sin duda, uno de los paneles más polémicos, cuya adscripción prehispánica es incuestionable, se corresponde con el Panel 5 de El Cercado (Santo Domingo de Garafía), puesto que para algunos representa una nave con sus remos y para nosotros no es más que un reticulado y meandriforme característicos de los ideogramas geométricos benahoaritas ejecutados con la técnica del picado.

En el resto de los yacimientos que aparecen grabados naviformes si se plantean serias dudas sobre la autoría aborigen. Este es el caso de los 4 paneles con barcos que nos encontramos en El Calvario de Santo Domingo (Garafía) o el Lomo Boyero (Breña Alta) cuya antigüedad parece escasa, especialmente los motivos del primer conjunto, donde las incisiones, bastante finas y superficiales, así como la ausencia de pátina, apuntan a su autoría por parte de cabreros que decidieron dibujar en las rocas los veleros que veían cruzar por el horizonte marítimo garafiano, tal y como nos apunta una referencia etnográfica. Aunque, al igual que con todos los datos que nos aportan sobre la época prehispánica, deben ser tomados con mucha cautela.

Otro ejemplo curioso, con toda probabilidad histórico, lo encontramos en la parte alta de la margen derecha del Barranco de Los Gomeros (El Jesús. Tijarafe) donde aparecen una serie de paneles con naviformes y cruciformes que forman parte de los muros de un antiguo pajero.

Recientemente, se han descubierto otras estaciones con petroglifos naviformes que pudieran ser mucho más antiguos que los descritos en el párrafo anterior. Uno de los conjuntos se sitúa en Botazo (Breña Alta)18  con 5 paneles de barcos, ejecutados con la técnica de la in cisión, algunos de más de un metro de diámetro, que en su gran mayoría se corresponden con modelos históricos, aunque muy antiguos. Pero existe un barco cuya estructura nos habla de una tipología mucho más arcaica que, quizás, fuese un  tipo de nave rudimentaria utilizada por los benahoaritas.

En la Hoya de Espanta Diablo (Barranquera de Matanza Baja. Aguatavar. Tijarafe)19 ha aparecido un pequeño petroglifo que tiene como soporte la visera superior de una covacha natural en el que se representó un naviforme muy sencillo que consta de un casco redondeado, un pequeño mástil y ausencia de velamen. Su adscripción prehispánica nos parece segura, por cuanto la técnica de ejecución fue el picado fino y superficial. No obstante, también hemos de tener en cuenta que su sencillez se presta a distintas interpretaciones sobre su forma. Muy parecido a este ejemplo nos encontramos con otro motivo situado junto a la orilla superior de la margen izquierda del Barranco de Los Gomeros-La Paloma (Tijarafe).

2.2.5.- Grabados rupestres cruciformes

Este tipo de grabados se han considerado históricos puesto que “…la cruz se utiliza corrientemente como señal de término para deslindar terrenos públicos o privados
…”20  También se suele emplear junto a la vera de los caminos, para señalar un hecho luctuoso, si bien en ambos casos, al menos en La Palma, lo más frecuente es colocar cruces de madera de tea de todos los tamaños.

Algún cruciforme como, por  ejemplo, el que aparece en la parte alta de la margen derecha del Salto de Tigalate (Barranco Hondo. Villa de Mazo) se sitúa junto a la única entrada que existe al gigantesco caboco, aunque también debemos tener en cuenta que en sus cercanías hay una gran necrópolis aborigen. Aunque su adscripción prehispánica nos parece fuera de toda duda nos resulta imposible decantarnos por una u otra motivación.
Sin duda, el yacimiento arqueológico más emblemático de petroglifos cruciformes se encuentra en el Lomo Boyero (La Grama. Breña Alta)21 donde se han diferenciado cinco tipologías   distintas:   “…a)   meandriformes   y   espiraliformes;   b)  
trianguliformes, ballistiformes, cruces orladas, pectiniforme, supuesto antropomorfo; c) cruces latinas con peana, cruz patriarcal, cruz en tau; d) cruces latinas sencillas, cruces latinas pometeadas; e) barcos y damero …”22  que, salvo el primer grupo, realizado por los aborígenes,  todos  los  demás  serían  históricos.  Para  Mauro  Hernández  Pérez  los grabados cruciformes “…es posible que sirvieran para cristianizar antiguos lugares de brujería …”23 Por el contrario, Miguel Martín apunta que los petroglifos cruciformes de este yacimiento “… poco tiene que ver con cruces y mucho con esquematizaciones de la figura humana.”24

En el último han se han descubiertos dos conjuntos arqueológicos sumamente interesantes en La Palma, lo más parecidos a los almogarenes de otras islas, que presentan unas características muy similares. En ambos casos se sitúan en la parte media alta de enormes barrancos desde los que se dominan impresionantes panorámicas. Están asociados con conjuntos de canalillos y cazoletas. El hecho que nos interesa destacar en este apartado es la presencia de unos grabados cruciformes, labrados en toba, que, a veces, se entrelazan entre sí y pueden alcanzar tamaños considerables próximos al metro de altura. Se encuentran en la margen izquierda del Barranco de Carmona (Don Pedro. Garafía) y en La Verada (margen izquierda del Barranco de Izcagua. Puntagorda).

2.2.6.- Paneles verticales de canalillos y cazoletas

Este tipo de petroglifos es la primera vez que hacemos referencia a ellos, por lo que aún no tenemos muy claro si la denominación es correcta y si se pueden individualizar como grupo diferenciado de los típicos canalillos y cazoletas. En nuestra opinión, consideramos que se puede considerar una categoría diferenciada atendiendo a la distribución de los motivos y, sobre todo, a la verticalidad de los paneles que hacen inviable la principal función que se atribuía a este tipo de yacimientos, que no era otro que el vertido de líquidos durante la celebración de ritos  propiciatorios de lluvias. Por ello, en los conjuntos clásicos, los paneles suelen ser planos y de inclinación variable para  facilitar  el  desplazamiento  del  agua,  la  leche  o  la  sangre  de  algún  animal sacrificado.

En esta nueva tipología los paneles son verticales y los canalillos-cazoletas no están interrelacionados, sino que se encuentran aislados entre sí. A veces las cazoletas se extienden por las aristas de la roca formando alineaciones de hasta 5 agujeros que, en ocasiones, recuerdan a las cúpulas que, por ejemplo, se encuentran en el interior de la Cueva de Tajodeque (La Caldera de Taburiente). El soporte suele ser rocas planas de distintos tamaños, aunque su voluminosidad hace muy difícil que hayan sido movidos de su posición originaria.

La escasa profundidad de los surcos y las cazoletas, así como su verticalidad, hacen imposible que sirviesen para derramar líquidos durante las ceremonias que se llevarían a cabo en torno a estos lugares de indudable valor mágico-religioso, ya que en los principales yacimientos estudiados nos encontramos con paneles de las dos tipologías.





3.- Las técnicas de ejecución y la cronología de los petroglifos aborígenes

Los grabados rupestres prehispánicos de La Palma han sido realizados, fundamentalmente, con dos técnicas básicas que son el picado y la incisión, si bien dentro de ellas se pueden hacer una serie de subdivisiones que van a provocar que la calidad y el estado de conservación de las inscripciones sea muy distinta. El tipo de soporte sobre el que se realizan los petroglifos va a jugar un panel muy importante en relación con las técnicas a emplear.

La gran mayoría de los grabados rupestres se llevaron a cabo sobre rocas basálticas cuya dureza y consistencia va a estar en función de la propia geología y, muchas, veces, de la intensidad  con que los agentes erosivos incide  sobre los paneles. Sobre este material  los  objetos  más  adecuados  para  trabajarlos  son  los  propios  utensilios  de basalto, gabros, obsidiana o sílex que han aparecidos en los yacimientos arqueológicos dispersos por toda la isla.

Muy diferente es el caso de los petroglifos realizados sobre toba volcánica, y que cada vez son más frecuentes. Pero ocurre exactamente igual que con el basalto, no todas las vetas de granzón tienen la misma dureza y consistencia. Existen casos como, por ejemplo,  la  espiral  que  aparece  en  el  cejo  donde  mana  la  Fuente  de  Calafute  (El Calvario de Santo Domingo), donde la veta es tan dura y compacta que se tuvieron que emplear piezas líticas para su elaboración. Por el contrario, existen muchos otros casos, como en los cruciformes de Don Pedro (Barranco de Fagundo.Garafía) o La Verada (Barranco de Izcagua. Puntagorda) en los que la toba es tan frágil que los motivos se pudieron ejecutar con un simple palo, por ejemplo.

En ocasiones, se ha llegado a hablar del uso de herramientas metálicas para realizar algunos  de  los  paneles  de,  por  ejemplo,  La  Zarza  (Garafía).  Sin  descartar  esta posibilidad, en absoluto, puesto que no debemos olvidar que los aborígenes conocían esta materia prima en sus lugares de procedencia por lo que, con toda probabilidad, la trajeron en el momento de arribada a la isla y la emplearían hasta su práctica desintegración por el uso abusivo. Los motivos abrasionados se creía que sólo era posible realizarlos con metal, aunque también se pueden ejecutar con piezas líticas de gran dureza y filos aguzados como los gabros y diques de basalto.

La técnica del picado, sin duda la más empleada por los benahoaritas, presenta tres tipos bien diferenciados. 25  A) La que permitía realizar motivos más perfectos   era el picado  continuo  y  profundo  y  es  la  que,  generalmente,  nos  encontramos  en  los

yacimientos de mayor envergadura; La Zarza-La Zarcita, Fuente del Sauce, El Calvario de Santo Domingo (Garafía), Belmaco (Villa de Mazo), Lomo de Tamarahoya y Lomo del Topo (Pico Bejenao. El Paso), etc, etc. En este tipo de petroglifos es donde se suele emplear la abrasión en algunos de los motivos, puesto que raramente afecta a todos los paneles. B) El picado continuo y superficial fue el más empleado en toda la isla y, generalmente, convive con la técnica anterior en los mismos yacimientos e, incluso dentro de un mismo panel, y se distingue, sobre todo, porque se aprecian bastante bien los puntos de percusión, especialmente en los bordes. Esta técnica la encontramos en la inmensa mayoría de los yacimientos de Benahoare con ejemplos magníficos en, por ejemplo, Caldera de Agua, Fuente del Colmenero, Calafute, El Cercado (Garafía), Barranco del Agua Dulce (Puntagorda), Tagomate y La Somada (Tijarafe), Roque Teneguía (Fuencaliente), etc, etc. C) El picado discontinuo semeja, a veces, una especie de puntillismo que puede llevar a confusión. En la cumbre, por ejemplo, aparecen algunos paneles de este tipo que, en realidad fueron realizados con picado continuo, si bien el desgaste de las lluvias ha provocado que en la actualidad sólo se aprecie el extremo final de los puntos de percusión. No obstante, los motivos realizados con picado discontinuo no son muy frecuentes, aunque pueden aparecer paneles aislados dentro de conjuntos grandes como en el Lomo de Tamarahoya  (Pico Bejenado. El Paso), La Zarza (Garafía) existiendo dos pequeñas estaciones donde sólo se empleó esa técnica, como son los casos de La Corujera (Barranco de San Juan. Los Galguitos. Dan Andrés y Sauces) y El Frontón (Barranco del Río. Santa Cruz de La Palma). En la estación de la Fuente del Colmenero (Catela. Garafía) aparecen una serie de motivos informes formados por agrupaciones de puntitos minúsculos que se van uniendo hasta formar un surco más o menos continuo.

Existen algunos yacimientos donde es la propia constitución geológica de los paneles la que lleva al empleo de una técnica u otra. Vamos a tomar como ejemplo el conjunto de La Fajana (El Paso). Este basalto forma una delgada película debajo del cual aparece una superficie mucho más dura y compacta. Pues bien, los benahoaritas se limitaron a perforar esa primera capa hasta que aparece la segunda. De hecho, el principal problema de  conservación  de este yacimiento  es que  los motivos  se destruyen  fácilmente  al desprenderse esa capa superficial como si de una piel o cáscara se tratase. A pesar de todo hay varios motivos, especialmente una perfecta espiral, que se realizó con un picado profundo y posterior abrasión.

En algunas estaciones se puede hacer un auténtico compendio del uso de técnicas bien diferenciadas, incluso dentro de un mismo panel. El yacimiento más interesante en este  sentido  es,  sin duda,  la  estación  del Lomo  de  Tamarahoya  (Pico  Bejenao.  El Paso).26  En los más de 120 paneles nos encontramos con motivos perfectos, realizados mediante un picado ancho, profundo y ligera abrasión, a otros con un peor acabado (picado continuo y superficial, picado discontinuo) a otros motivos que, desde el punto de vista estético, son una auténtica “chapuza” con surcos muy anchos e irregulares que forman motivos poco definidos. Son bastante los casos en un panel, e incluso, en un mismo motivo nos encontramos con acabados totalmente diferentes.

La técnica del picado para realizar los petroglifos sería bastante sencilla. Seguramente, con una pieza lítica de buen filo se dibujaría en la roca con una incisión el motivo que se quería realizar. A partir de ese momento comenzaba el repiqueteado con otra piedra de buen tamaño y dureza. Los motivos más imperfectos, en los que se aprecian  los  puntos  de  percusión  en  los  bordes,  se  harían  con  percusión  directa, golpeando encima de la incisión previamente plasmada. En caso de que se desease obtener un mejor acabado se emplearía la percusión indirecta con sendas piezas lítica, una alargada y en forma de pico que actuaría a modo de cincel, y en el otro extremo se golpearía  con un objeto  de gran tamaño  y contundente,  a modo  de mazo.  Para la obtención de un surco regular y profundo, casi una incisión muy bien marcada, se abrasionaba el interior del motivo con una piedra que se pasaba de forma regular por el mismo sitio hasta conseguir la profundidad deseada.

A la técnica del picado, tal y como ya hemos indicado, en apartados anteriores, hemos de sumar otra forma de realizar los petroglifos como fue la incisión. Los objetos con que se realizaron estos motivos fueron, asimismo, de piedra, siendo la materia prima más adecuada el basalto y los gabros, destacando el empleo de diques o disyunciones columnares muy abundantes en la isla y que podían ser utilizados prácticamente sin ningún tipo de retoque, ya que sus filos son típicos de este tipo de materias primas geológicas. La profundidad y anchura de las incisiones es extraordinariamente variable, con anchuras y profundidades de casi 3 centímetros a otras muy superficiales y finísimas, casi inapreciables, como las recientemente descubiertas en la margen derecha del Caboco de La Zarza (Garafía), tan tenues que habían pasdo desapercibidas hasta hace apenas un año.27 En Tijarafe y Puntagorda están apareciendo unas estaciones de grabados rupestres incisos que consisten en unos surcos verticales y paralelos algunos de los cuales parecen naturales, si bien fueron retocados con piezas líticas por los aborígenes.

Finalmente, queremos hacer una breve referencia a unos motivos, muy pocos, realizados con la técnica del picado que en algunos tramos se empleó una serie de pequeñas rayas paralelas hasta darle la anchura deseada al petroglifo. Esta técnica la hemos visto en varios paneles que forman parte del relleno de los amontonamientos de piedra del Llano de Las Lajitas (cumbres de Garafía), en La Fajana (El Paso) y, sobre todo, en varios paneles de la Fuente del Colmenero (Catela. Garafía).

Dentro del apartado de la cronología de los grabados rupestres prehispánicos de La Palma  sólo  realizaremos  alguna  puntualización  a  las  opiniones  vertidas  por  el  Dr. Ernesto Martín Rodríguez y el que suscribe en la publicación que se presentó en el Primer Simposio de manifestaciones Rupestres del Archipiélago Canario y Norte de Africa, celebrado en Santa Brígida (Gran Canaria) del 17 al 23 de abril de 1995,28  ya que nuestras opiniones al respecto, apenas si han sufrido alguna variación, que explicaremos seguidamente, respecto a esta cuestión.

Los petroglifos benahoaritas se realizaron, fundamentalmente, en 3 momentos bien diferenciados. 1) Una Fase Inicial en la que “… los grabados de mayor antigüedad son aquellos que presentan una más perfecta ejecución técnica, culminando la misma con la abrasión del surco para borrar las huellas del instrumento percutor y regularizar el surco del grabado. El trazo presenta sección en U muy marcada y contornos regulares.”29   2)  La  Fase  Intermedia  “…está  representada  por  un  cambio  en  las técnicas, presentando el surco perfiles muy irregulares y apreciándose perfectamente las huellas de la percusión...”30  Los motivos siguen siendo los ideogramas geométricos Espirales, meandriformes, circuliformes radiados, etc) y 3) La fase Final es la más reciente, siendo realizada por las gentes que arribaron a la isla en torno al siglo IX-X. Posiblemente los petroglifos han perdido la mayor parte de su sentido. Los grabados son mucho más descuidados y el picado semeja una especie de puntillismo, aunque los motivos siguen siendo los mismos que en las otras dos etapas.31  A modo de hipótesis, aunque aún estamos en los primeros pasos de la investigación arqueológica, consideramos que los grabados rupestres incisos fueron los que, principalmente, se llevaron a cabo en estos momentos epigonales de la Cultura Benahoarita. Esta circunstancia se ve apoyada por el hecho de la presencia en los yacimientos de inscripciones realizadas mediante el picado y la incisión, lo cual parece indicar que esos lugares seguirían manteniendo su valor religioso o sagrado. Una observación detallada de la roseta de la margen izquierda del caboco de La Zarza (Garafía) señala que primeramente fue realizada con el picado y, posteriormente, se remarcó con finas y profundas incisiones.

4.- Los soportes

Los soportes sobre los que los benahoaritas realizaron los grabados rupestres, su ubicación respecto al entorno inmediato, así como su relación con otro tipo de yacimientos son datos muy interesantes a la hora de comprender que pudo impulsarles a ejecutar esos motivos precisamente en ese lugar y no en otros que, aparentemente, tenían iguales o mejores condiciones para albergarlos. El problema principal con que nos encontramos en esta cuestión es que, prácticamente, los podemos encontrar en cualquier lugar, incluso los más insospechados, y no se rigen por una pauta regular y clara. De hecho, los nuevos hallazgos nos están haciendo replantear, incluso, la forma de llevar a cabo las prospecciones superficiales. En el estado actual de la investigación arqueológica, estamos convencidos de que nos hemos dejado atrás infinidad de yacimientos, simplemente porque jamás nos imaginamos que en aquel tipo de roca o en plena ladera de un barranco puedan encontrarse petroglifos.

En nuestra opinión, es necesario establecer una clara diferenciaciones entre las estaciones de grabados rupestres situadas en las zonas de costa y medianías, donde los aborígenes vivían de forma permanente, respecto de aquellos conjuntos emplazados en las cumbres más elevadas explotadas, esencialmente, como campos de pastoreo estacionales. No obstante, también hemos de apuntar que la única diferencia clara entre ambas zonas es que en las laderas que forman las cabeceras de los barrancos de la cumbre, salvo en su orilla superior, no se han encontrado, hasta el momento, ni un solo petroglifo.

En las zonas de habitación permanente se pueden plantear una serie de pautas a la hora de establecer puntos preferidos por los aborígenes para realizar sus enigmáticas inscripciones. No obstante, debemos tener claro que existen una serie de salvedades que se salen fuera de la norma que, quizás, con el transcurrir del tiempo y los hallazgos se conviertan en nuevos modelos.

Roques muy voluminosos que destacan poderosamente en el terreno.- En La Palma se conocen cuatro yacimientos de este tipo que, curiosamente, sólo se encuentran en la mitad sur de la isla, y varios de ellos son de los yacimientos más emblemáticos e interesantes de la antigua Benahoare. Sin duda, la estación de grabados más importante en este sentido es la que ocupa la cara oriental del gigantesco pitón de fonolita del Roque Teneguía (Fuencaliente). Está asociado con varias covachas funerarias, un lugar de sacrificios rituales y una pequeña fuente estacional. Le sigue en interés el Roque de Los Guerra (Villa de Mazo), con tres grupos de petroglifos que ocupan la parte superior, la cara sur y la base de un enorme afloramiento de toba volcánica en el que, además, se concentran   varios   grupos   de   canalillos   y   cazoletas,   así   como   asentamientos permanentes, tanto en cuevas como en cabañas. Al sur de este último, y claramente visibles entre sí, se encuentra el yacimiento de Los Pasitos que presenta unas características geológicas muy similares al Roque de Los Guerras, si bien su voluminosidad es mucho menor. La estación de grabados forma parte de un conjunto en el que también aparecen canalillos y cazoletas, varias covachas naturales y un poblado de cabañas en la base del roque. El cuarto yacimiento sería el petroglifo descubierto por Mauro Hernández Pérez en la cima del Nambroque (Villa de Mazo) aunque, quizás, y en función de los pocos datos que conocemos y al tratarse de una piedra suelta, no debiera incluirse en esta categoría.

Afloramientos rocosos poco destacables en medio de lomos y llanadas.- Este tipo de yacimientos se encuentra, fundamentalmente en los municipios de Garafía, Tijarafe y El Paso. No obstante, hemos de tener en cuenta que aún nos reta por realizar la Carta Arqueológica de algunos municipios de la mitad norte como San Andrés y Sauces, Puntallana y Santa Cruz de La Palma. También hemos de tener en cuenta que estas estaciones de grabados rupestres, sin duda, serían mucho más importantes de lo que hoy podemos  entrever  debido  a  su  destrucción  con  la  roturación  y  abancalamiento  del terreno en costas y medianías para crear terrenos de cultivos y los principales núcleos de población de la isla. Es muy probable que muchos de los paneles que aparecen en rocas sueltas en  Garafía y en Los Barros (El Paso) se hayan extraído de los morros rocosos que “siembran” el terreno. Uno de los parámetros principales que unifica a este tipo de estaciones de petroglifos es que suelen estar enclavadas en sitios prominentes o desde los que se dominan extensas panorámicas de los alrededores.

En la vertiente sur del Pico Bejenao (El Paso), que conforma los bordes meridionales de la Caldera de Taburiente, se han descubierto una veintena de estaciones de  grabados  rupestres  que,  en  su  inmensa  mayoría,  se  sitúan  sobre  afloramientos rocosos, de diferente entidad, que aparecen en la parte superior de los interfluvios que separan las diferentes barranqueras. Desde cualquiera de ellas se domina todo el Valle Aridane, que incluía los cantónes aborígenes de Aridane, Tihuya y Gehebey. Incluimos estos yacimientos en este apartado porque, a pesar de que el relieve supera los 1.800 metros, fue un lugar con poblados de cuevas y cabañas permanentes hasta, por lo menos,  la  cota  de  1.500  metros  y  sus  laderas  eran  recorridas  diariamente  por gigantescos rebaños de ovicápridos. En este mismo municipio, en la amplia zona de Los Barros, comprendida entre los barrancos de Torres y Tenisca, están apareciendo pequeñas estaciones de petroglifos sobre afloramientos rocosos que apenas si levantan por encima del terreno circundante (La Montañita, Montaña de Tamarahoya, Laderas de Maruca, Los Castañeros, etc).

En Garafía los ejemplos de este tipo de estaciones de grabados son numerosos y se extienden por toda su orografía, bien es verdad que las mayores concentraciones se encuentran  en  los  alrededores  de  Santo  Domingo  y  El  Calvario,  destacando  los conjuntos situados en las inmediaciones del Calvario de santo Domingo, La Palmera, La Castellana, El Cercado, Salvatierra, El Palmar, etc.

Finalmente, en Tijarafe, donde el número de estaciones se ha incrementado considerablemente en los últimos años, los ejemplos más llamativos se encuentran en Tinizara Baja y en el lomo que está al sur de la Barranquera de Tagomate.

Estaciones de grabados rupestres en barrancos.- Dentro de esta categoría se pueden, a su vez, hacer numerosas subdivisiones que hablan de la complejidad que puede entrañar el intentar descifrar su sentido.

1.- Algunas de las estaciones más espectaculares de La Palma se sitúan en la orilla superior de las laderas de los barrancos, aprovechando los afloramientos rocosos que más destacan o en los propios paredones verticales que marcan el límite superior de los riscos. Os ejemplos son innumerables: Verada de Salvatierra, Calafite (Garafía), Barranco del Agua Dulce (Puntagorda), Tagomate, Cabeza del Guanche (Tijarafe), La Fajana y La Campana (El Paso), El Frontón (Santa Cruz de La Palma), Morro de La Vizcaína (Barranco de La Galga. Puntallana), La Somada (Barranco de Gallegos. Barlovento), etc. La característica dominante de estos conjuntos es su emplazamientos en sitios que destacan en medio del entorno circundante y desde los cuales se dominan extraordinarias panorámicas que incluyen no sólo los barrancos, sino también los lomos aledaños.

2.- Estaciones de petroglifos situados a media ladera de los barrancos, generalmente ocupando los paredones verticales a cuya base hay andenes o pequeños llanos. Otros rasgos que suele ser común es que los motivos se realizan en aquellos lugares donde los riscos son prominentes y se adentran hacia el cauce, lo cual hace que las vistas sean muchos más extensas. Algunos de los yacimientos de este tipo son, por ejemplo, El Jurado, Fuente de Los Palomos, Caldera de Agua, parte de la estación de Calafute (Garafía), Barranco del Mocán (Tijarafe), etc.

3.- Estaciones de grabados en piedras sueltas que pueden aparecer en cualquier punto de las laderas como sucede en el Barranco de Las Calabaceras, El Time (Tijarafe), La Campana y La Rosa (El Paso), etc. Es probable que algunos de estos paneles hayan sido arrancados de afloramientos rocosos, aunque los casos reseñados parece que fueron realizados en piedras que no estaban in situ.

4.- Petroglifos en el interior o en la boca de cuevas naturales como, por ejemplo, en Belmaco, Cueva de Lucía (Villa de Mazo), San Telmo (El Paso), Cueva de Agua, Calafute, (Garafía), Barranco de Cueva Honda (Tijarafe) y Tajodeque, aunque en este caso la cavidad no se encuentra en las laderas de ningún barranco.

5.- Conjuntos de petroglifos situados en los cabocos que interrumpen el cauce de los barrancos. Estos lugares dan cobijo a infinidad de yacimientos ciertamente espectaculares, fundamentalmente en el municipio de Garafía (La Zarza, Barranquera de La Castellana, Buracas, Calafute, Fuente del Sauce, Fuente Colmenero, etc). En otros municipios  podemos  destacar  los  petroglifos  de  El  Verde,  margen  izquierda  del Barranco de Torres, barranquera de las faldas sur de la Montaña de Tamarahoaya (El Paso), etc. La relación con el agua es muy clara en todos estos yacimientos, bien sea por la presencia de eres o de fuentes.

6) Grabados rupestres situados en el cauce de los barrancos, bien en piedras sueltas: Barranco de Cueva Honda (Tijarafe), Tigalate Hondo (Villa de Mazo), La Campana (El Paso) o en los paredones verticales más próximos al cauce: La Zarcita, barranqueras de La Castellana y La Palmita (Garafía), Barranco de Nogales (Puntallana), San Telmo (Barranco de Tenisca. El Paso), etc.

Estaciones de grabados rupestres en bloques o vetas de toba volcánica: Sobre este tema ya hablamos en el capítulo de las tipologías por lo que ahora sólo vamos a hacer
unas consideraciones muy generales. Estos petroglifos, hasta tiempos muy recientes, no se tenían en cuenta porque se consideraban históricas y, en algunos casos, aún seguimos manteniendo esas dudas. Pero lo cierto es que cada vez son más numerosos los yacimientos realizados en grandes rocas sueltas, especialmente en el interior de La Caldera de Taburiente (Llano de Los Alcaravanes, La Rosa, Barranco de Los Guanches, Lomo  Gazmil)  y los cruciformes  de dos grandes recintos  cultuados  situados en la margen izquierda  del barranco de Carmona  (Don Pedro) y en La Verada (Margen izquierda del Barranco de Izcagua (Puntagorda).

En las zonas de cumbre de pastoreo estacional los lugares escogidos para realizar los petroglifos  van a estar influenciados por la propia orografía del terreno, puesto que las cabeceras de los barrancos que nacen en los bordes de La Caldera son gigantescas, difíciles y peligrosas de transitar aunque, estamos convencidos, de que estas características no supondrían ningún impedimento para unas gentes acostumbradas a deambular por superficies muy escabrosas, Pero, por razones que aún se nos escapan, lo cierto es que  no hicieron  petroglifos  en las inmensas  laderas de  esos barrancos,  a diferencia de lo que ocurre en las zonas de medianías y costa como acabamos de ver. Por tanto, las estaciones de grabados rupestres se van a localizar en los estrechos bordes de La Caldera de Taburiente, los enormes tablados (lomos y lanadas) que separan los diferentes barrancos y en las partes más bajas, en la zona de contacto entre el pinar y el codesal, en la parte superior de los interfluvios. En el estado actual de la investigación, se pueden diferenciar 4 grandes tipos de soportes:

1.- Diques de basalto: Estas formaciones geológicas son muy abundantes en La Cumbre y destacan sobremanera en medio del terreno circundante por su propia constitución alargada en forma de cresta. A pesar de que, en principio, serían de los puntos más llamativos para realizar grabados, son relativamente escasos los diques que albergan inscripciones. Entre los yacimientos más interesantes podemos destacar los de La Pared de Roberto I (El Paso), Pared de Roberto II (Garafía), Fuente de La Tamagantera  (Garafía), Roquito de La Fortaleza (San Andrés y Sauces), Morro de Las Cebollas (Barlovento), Siete Fuente (Garafía), Lomo Pablo III y IV (Puntallada), La Erita y Fuente del Dornajito (Santa Cruz de La Palma), Barranquera Abierta (El Paso), etc. En la gran mayoría de los casos suelen estar asociados con asentamientos pastoriles (paraderos, campamentos, abrigos,…).

2.- Afloramientos rocosos: Estas estaciones se ubican sobre afloramientos rocosos que apenas si destacan sobre el terreno a menos que, a su vez, se encuentren sobre puntos destacables del relieve. Estos yacimientos son mucho más abundantes que los anteriores y, al igual que ellos, también están dispersos por todo el reborde montañoso que contornea La Caldera de Taburiente. Podemos citar los conjuntos de Corralejo, margen izquierda de la Degollada del Río, Pico de La Sabina, Pico de La Nieve, Morro santo (Santa Cruz de La Palma); Lomo Pablo I y II (Puntallana); Morro Negro y Lomo Morisco (San Andrés y Sauces); Morro de Las Cebollas (Barlovento); Fuente Nueva, Morro  de  La  Crespa,  Lomo  de  Las  Lajitas,  Barranco  de  Las  Grajas,  Barranco  de Izcagua, Cruz y Degollada del Fraile (Garafía); cabecera Barranco de Izcagua, Llano de Las Animas, Degollada de Las Palomas (Puntagorda); Pinos Gachos, Degollada de Tajodeque (Tijarafe), etc. Al igual que en el caso de los diques, existe una clara asociación con asentamientos pastoriles, ya que es frecuente el hallazgo de numerosos fragmentos de cerámica y piezas líticas.

3.- Piedras sueltas: Este tipo de petroglifos es de los más extraños que podemos encontrarnos en La Palma, por cuanto es muy difícil explicarnos que hacen esos paneles en medios de lajiales y laderas en los que no existe ninguna referencia geográfica destacable que indique su presencia. Bien es verdad que, en muchos casos, aunque se trate de lomos o llanos suelen aparecer en lugares desde los que, por la propia elevación del terreno, se tiene una amplia visión de los alrededores. La presencia de fragmentos de cerámica y piezas líticas hablan de un uso pastoril más o menos intensivo. Entre los yacimientos más importantes podemos citar los de Piedra Llana (Puntallana), Degollada del Fraile, Los Andenes, Fuente Nueva, Morro de La Crespa, Lomo del Llano, Lomo de La Ciudad, margen derecha del Barranco de Izcagua (Garafía), Degollada de Las Palomas y Roque Chico (Puntagorda), Roque Palmero, Degollada del Fraile, Pinos Gachos, Risco de Las Pareditas (Tijarafe), etc. En algunas estciones que tienen como soporte afloramientos rocosos suelen aparecer uno o varios paneles realizados en lajas y piedras sueltas.

4.- Amontonamientos de piedra: Este tipo de construcciones artificiales, que sólo aparecen en los bordes de La Caldera de Taburiente,32 se levantaban mediante la delimitación del perímetro con lajas hincadas o por la simple acumulación de piedras. Algunas de las rocas, tanto de las que forman el relleno interno como las que marcan el contorno, contienen  grabados rupestres con ideogramas  geométricos  y,  en contadas ocasiones, también con motivos incisos. Entre los yacimientos más importantes cabe citar los de Corralejo (Santa Cruz de La Palma), Llano de Las Lajitas, cabecera del Barranco del Cedro, Lomo del Llano, Lomo de La Ciudad, margen derecha Barranco de Izcagua (Garafía), Llano Pico (Puntagorda), Roque Palmero, Degollada de Tajodeque, Pico de Las Pareditas (Tijarafe), etc. Así mismo, estas estructuras de piedra seca se asientan  sobre resaltes  rocosos en los que, a veces,  también  se hacían  petroglifos: Cabecera del Barranco del Cedro, Llano de Las lajitas, margen derecha del Barranco de Izcagua (Garafía), Somada Alta (Tijarafe).

5.- El significado

Entender el significado y la motivación que tuvieron los benahoaritas para crear las innumerables estaciones de grabados rupestres que jalonan el relieve insular ha sido una de las cuestiones que más ríos de tinta ha provocado entre los diferentes investigadores que se han dedicado a estudiar este fenómeno. Por tanto, no vamos incidir demasiado en este apartado, puesto que ya existe abundante bibiliografía al respecto.33  Sólo vamos a incidir en una serie de hipótesis que, con los datos arqueológicos con que contamos, nos parecen más plausibles.

Esta cuestión, con toda probabilidad, nunca podrá resolverse de una forma clara y fiable. No cabe duda que las posibilidades de éxito se incrementan conforme van apareciendo nuevos hallazgos y, sobre todo, cuando se complete la Carta Arqueológica Insular aunque, aún así, debemos tener en cuenta la desaparición de muchísimos yacimientos en las zonas de costa y medianías en la época histórica por la roturación y preparación del terreno para el asentamiento de la población y la práctica de la agricultura.

A modo de teoría general, seguimos estando totalmente de acuerdo con una serie de planteamientos que realizamos en el Primer Simposio de Manifestaciones Rupestres del Archipiélago Canario y el Norte de África (San Brígida. Gran Canaria) cuando apuntábamos que “…estamos frente a un rito mágico de carácter propiciatorio, en el que el símbolo debe ser la sustantivación de alguno de los atributos que definen la naturaleza de aquello que se pretende obtener a través de su representación simbólica. Este razonamiento… se desprende fácilmente tras el análisis de las características tipológicas de las representaciones y su asociación a determinados elementos del territorio en que se inscriben. Pero frente a esta propuesta, podríamos también argumentar que muchos de estos grabados responden a planteamientos mucho más concretos, relacionados directamente con la subsistencia del auarita …probablemente no tengan el mismo significado los grabados que encontramos en contextos cultuales que aquellos otros que aparecen en las proximidades de núcleos de habitación o los que en cierto modo delimitan los campos de pastoreo…”34

El pasado año visitó La Palma, acompañado por la Dra Carmen Gloria Rodríguez Santana, el Dr Jean Clottes, uno de los mayores especialistas mundiales del arte rupestre paleolítico de la Escuela Franco-Cantábrica que, además, también se ha interesado y convivido con muchos pueblos primitivos de todo el mundo, muchos de los cuales siguen haciendo pinturas y grabados rupestres (aborígenes australianos, tuaregs, indisos del  sudoeste  de  Norteamérica,  etc).  Durante  tres  días  recorrimos  algunas  de  las estaciones de petroglifos más importantes de la isla (Belmaco, La Zaza-La Zarcita, el Calvario, La Fajana y El Cementerio, Roque Teneguía, etc) y entre muchas de las ideas que nos aportó se encontraba una que concuerda plenamente con lo que apuntábamos en el párrafo anterior: “Los grabados rupestres pueden responder a motivaciones  muy diferentes (petición de lluvias, acción de gracias a los dioses, culto a los muertos, agradecimiento  por  la  cura  de  enfermedades,  etc,  incluso  dentro  de  un  mismo yacimiento.

En esta ocasión también queremos reiterar una hipótesis que planteamos en el VII Congreso de Patrimonio Histórico de Lanzarote (2008) en la que indicábamos la existencia de estaciones de grabados rupestres de distinta categoría en función, esencialmente, de su tamaño y singularidad. Dos años después nos seguimos ratificando en la misma, ya que han aparecido nuevos yacimientos que así parecen indicarlo. Así, existirían grandes santuarios que tendrían carácter insular, como La Zarza-La Zarcita (Garafía), La Fajana y El Verde (El Paso), Belmaco (Villa de Mazo), Roque Teneguía (Fuencaliente), Tajodeque (La Caldera de Taburiente), etc). Otros conjuntos tendrían valor cantonal o comarcal como, por ejemplo, Buracas (Garafía), El Calvario de Santo Domingo (Garafía), Calafute (Garafía), Lomo de Tamarahoya (El Paso), Belmaco (Villa de Mazo) etc. Algunas estaciones de grabados rupestres serían utilizadas por los habitantes de uno o varios poblados de cuevas y cabañas aledaños, tal y como pudo suceder en los casos de Calafute (Garafía), Roque de Los Guerra (Villa de Mazo), Cueva de La Senona (El Paso), etc. Muchas de las estaciones que cuentan con un único panel, sobre todo los que tienen como soporte piedras sueltas, y especialmente en los campos de pastoreo de alta montaña, serían de uso particular o familiar.

Seguidamente vamos a adentrarnos un poco más detalladamente en los posibles significados  de los ideogramas geométricos aborígenes, ejecutados con la técnica del picado, que nos encontramos en Benahoare. A modo de introducción general queremos reproducir unas palabras que, aún hoy, siguen estando plenamente vigentes: “”… El valor de estas representaciones parece que no es otro que el de reproducir mediante

símbolos  alguno  de  los  atributos  que  individualizan  a  aquello  que  se  quiere representar. Así la única manera de reproducir el agua es a través de la combinación de líneas curvas y no mediante la figuración del elemento que la contiene. Este podría ser el caso de motivos como las espirales –relacionable tanto con cultos lunares como con el agua-, los círculos meandros y serpentiformes… Los círculos radiados los consideraríamos signos solares, las herraduras encajadas o las cazoletas símbolos de fecundidad. Pero así y todo, el significado último viene a ser el mismo, pues agua, sol o fecundidad son sinónimos de vida.”35 Las propuestas serían las siguientes:

Ritos propiciatorios y de culto al agua: En la gran mayoría de las publicaciones que hemos realizado con anterioridad a esta fecha habíamos mostrado nuestro escepticismo por la asociación entre fuentes y petroglifos. Esto era así porque conocíamos muchas fuentes en las que no aparecían inscripciones prehispánicas, ni siquiera en el entorno más inmediato. Esta opinión ha comenzado a varias sustancialmente en los últimos años, entre otras razones, porque las prospecciones no se habían realizado con la exhaustividad que requería el caso. Hoy, nuestro pensamiento es radicalmente  opuesto,  ya  que  se  puede  constatar  como  la  inmensa  mayoría  de  las fuentes permanente de la isla están asociadas tanto con grabados rupestres, no sólo en picado sino también incisos, sino también con canalillos y cazoletas.

Y esto es así porque el agua era el único elemento realmente vital con que contaban los benahoaritas. El agua lo era absolutamente todo, puesto que de su abundancia o escasez dependía la supervivencia de toda su comunidad. El agua era vida, pastos, leche, nacimientos de personas y animales, fertilidad y fecundidad, alegría, futuro … Esta máxima era igual en toda Benahoare, no sólo en las zonas más áridas del sur, sino también en los fértiles y verdes paisajes del norte. Y, con toda probabilidad, las gentes de Tihuya, Guehebey, Ahenguareme y Tigalate estaban mejor preparados para hacer frente a épocas de sequía que los moradores del resto de la isla, ya que en las primeras demarcaciones territoriales las penurias y la escasez eran crónicas, incluso en los años buenos y, sobre todo, cuando llegaba el verano.

En las fuente más importantes de la isla, aquellas que no se secan nunca, ni durante las  peores  sequías  se  sitúan  algunas  de  las  estaciones  de  grabados  rupestres  más grandes, espectaculares y emblemáticas de la isla, destacando los casos de La Zarza, Caldera de Agua, Fuente del Sauce, Buracas, Cueva de Agua, Fuente del Riachuelo, Fuente de Calafute  (Garafía), Fuente de Tamarahoya  (Pico Bejenao. El Paso), etc. Además, hemos de tener en cuenta que muchas fuentes que hoy están prácticamente secas se debe a la sobreexplotación del acuífero con la apertura de las galerías de agua a mediados del siglo pasado.

Uno de los hallazgos más espectaculares de estaciones de grabados rupestres en el último año en La Palma es, precisamente, uno de los yacimientos en que más directa nos parece la relación entre los petroglifos y el agua. Se trata de La Fuente del Colmenero (Catela. Garafía)36. El punto de agua mana al pie de los riscos que forman un amplio caboco y en la que los petroglifos se encuentran en los paredones verticales de los mismos y en algunos bloques desprendidos, todo ello en un radio que no supera los 10 metros. Además, el panel más grande se encuentra justo encima de la fuente, apreciándose claramente el motivo principal desde mucho antes de llegar al lugar. Por otro lado, el motivo está formado por una espiral que se prolonga en meandriforme: “…

En el caso de las asociaciones entre espirales y meandros podríamos entrever en la espiral la figuración del agua como elemento vital, mientras que el meandro simboliza el flujo de la misma por su cauce...”37

También queremos hacer una breve referencia a unos grabados rupestres incisos que recientemente se han localizado en la Fuente de Tamarahoya (Pico Bejenao. El Paso). Esta fuente mana en una capa de almagre en la que se han labrado pequeños canalillos para guiar el agua a la charca que se forma delante del risco. Estos surcos, con toda probabilidad, son prehispánicos, aunque siguen siendo retocados en nuestros días. Hasta hace unos meses no habíamos caído en la cuenta, y se lo debemos a la perspicacia de Jesús Alberto Sosa Rodríguez, de que en la veta de almagre existe una agrupación de incisiones profundas paralelas y verticales que no sirven para canalizar el agua sino que, precisamente, estarían relacionadas con ritos propiciatorios de lluvias, tal y como sucede en muchos puntos del continente africano. También se descubrieron dos pequeñas cazoletas circulares en la base de la capa de almagre.

También nos parece evidente la asociación de una serie de estaciones de grabados rupestes que están en los cabocos, en el cauce o en la parte baja de las laderas de los barrancos. En los primeros suelen aparecer fuentes permanente o estacionales, goteos y rezumes de agua. En el cauce de los barrancos es muy habitual la existencia de eres en las pozas de basalto que luego son cubiertos con la grava y la arena, con lo que solo basta con hacer un pequeño hoyo para que el agua comience a aflorar. Esta reserva del líquido elemento sería muy importante en las partes más áridas del sur y en la época estival. Los ejemplos son muy numerosos y están dispersos por toda la isla: El Verde (Barranco de Tenisca. El Paso), Tigalate Hondo, Cueva de Lucía y Belmaco (Villa de Mazo), Cueva de La Senona-La Campana (Barranco de Tenisca. El Paso), Barranco de La Cueva Grande (Matanza Baja. Tijarafe), Cueva del Sauce, El Corchete, Barranquera de La Castellana, (Garafía), Las Lajes (Barranco de San Amaro. Puntagorda), La Corujera (Barranco de San Juan. San Andrés y Sauces), etc.

Estaciones de grabados rupestres asociadas con rutas pastoriles y campos de pastoreo.- Estos yacimientos se encuentran en las cumbres más elevadas de la isla, fundamentalmente en los pastizales del reborde montañoso de La Caldera de Taburiente, así como en la parte superior de los lomos que llevan hasta ellos. Aunque las motivaciones de los petroglifos (petición de lluvias, fertilidad, delimitación de demarcaciones territoriales, etc) es incuestionable que están directamente relacionadas con las actividades pastoriles estivales que se desarrollan en estos parajes.

Aunque las prospecciones arqueológicas apenas si han comenzado a desarrollarse en la parte alta de los pinares de la isla, ya contamos con datos parciales que avalan la presencia de estaciones de grabados rupestres en la parte superior de los lomos que conducen de una forma rápida y sencilla a los campos de pastoreo estacionales del codesar de cumbre. Entre los ejemplos más significativos debemos reseñar el lomo lleva hasta el punto de agua más importante de la cumbre, en Siete Fuentes, donde se han descubierto un buen número de pequeñas estaciones de ideogramas geométricos, grupos de canalillos y cazoletas y un amontonamiento de piedras, amén de un buen número de abrigos pastoriles. Esta situación es muy parecida en el lomo que partiendo de Roque Faro, y a través de la Fuente de La Tamagantera, llega a la Degollada del Fraile con la presencia de un buen número de estaciones de grabados rupestres. En Tijarafe y Puntagorda comienzan a descubrirse estaciones de grabados rupestres con un comportamiento muy similar.

Otro ejemplo paradigmático de estaciones rupestres relacionadas con rutas pastoriles podría situarse en la parte media-alta del Pico Bejenao (El Paso) donde prácticamente cada lomo, especialmente en la mitad oriental, está jalonado por hasta 3 y cuatro conjuntos de petroglifos que culminan en el mismo borde de La Caldera desde donde se internaban “pasadas” que conducían al interior del Parque Nacional. Otras de las “pasadas”  que  comunicaban  los  bordes  y  el interior  de  La  Caldera  de  Taburiente, especialmente en Tajodeque y Barranquera Abierta, están jalonadas por un buen número de petroglifos, destacando el primer ejemplo, cuya importancia es tal que merecería un capítulo aparte, que no tiene cabida en este trabajo.

En las cumbres hay 3 puntos de agua principales (Siete Fuentes, La Tamagantera y Fuente Nueva), de los cuales los dos primeros nunca se secan. En torno a estos puntos de agua permanentes  existen un buen número  de pequeñas estaciones  de grabados rupestres, tanto en soporte natural (diques y afloramientos rocosos) como en piedras sueltas  que  nos  hablan  de  la  gran  importancia  mágico-religiosa  que  tuvieron  esos lugares.

En los campos de pastoreo estivales existen innumerables paraderos pastoriles (puestos de vigilancia y control de las manadas de ovicápridos), casi siempre concentrados en torno a diques, resaltes rocosos o lugares elevados desde los que se dominaban amplias extensiones de terreno. Su huella en el terreno es perceptible por la presencia de fragmentos de cerámica y piezas líticas dejadas por los usuarios de esas atalayas. Una buen parte de esos paraderos están asociados con pequeñas estaciones de grabados rupestres que, muy posiblemente, fueron realizados por los pastores, bien para dar gracias y pedir a Abora que les mandase lluvias, que las cabras y ovejas quedasen preñadas, etc. Por tanto, esos objetos arqueológicos podrían estar relacionados, tanto con los ritos relacionados en torno a los petroglifos, como por roturas accidentales y la talla de útiles en los momentos de descanso en esos puntos sobreelevados.

Otra posibilidad,  que habrá que valorar cuando se haya  completado  la Carta Arqueológica de toda la cumbre, es si algunas de las estaciones de grabados rupestres, especialmente la emplazadas en afloramientos rocosos fácilmente distinguibles entre sí, podrían relacionarse con la delimitación de demarcaciones territoriales, campos de pastoreo de determinado linaje o grupo, etc.

Se han localizado una serie de estaciones de grabados rupestres que por su envergadura, ubicación y relación con otros yacimientos tendrían un valor muy importante, no sólo para los cabreros que acudían a sus alrededores, sino que también para todos los que subían a cualquier parte de la cumbre. Entre los ejemplos más llamativos cabría citar los de La Erita (Santa Cruz de La Palma) Pared de Roberto (El Paso), Degollada del Fraile, Lomos de La Erita, margen derecha del Barranco Izcagua (Garafía), Pinos Gachos (Tijarafe), etc. Estos lugares ejercerían el papel de santuarios a los que accederían todas aquellas personas que así lo deseasen, al igual que ocurría en los santuarios de costa y medianías.

Los grabados rupestres de los amontonamientos de piedra.- Este tipo de estructuras artificiales sólo se encuentran en los bordes de La Caldera de Taburiente, con  una  especial  concentración  en  las  cumbres  del  cantón  de  Tagalguen  (actual Garafía). Su sistema constructivo es variable, puesto que unas se levantaban mediante la delimitación de su perímetro con lajas hincadas, mientras que las otras consistían en un simple muro de piedra seca y en ambos casos el aparejo se hacía con rocas menos voluminosas que, a veces, no son más que mero cascajo, y lajas.

Aunque no todos los amontonamientos de piedra tienen petroglifos los primeros datos apuntan a que son más frecuentes en las construcciones delimitadas con lajas
hincadas. Los grabados rupestres se hicieron en algunas de esas lajas, tanto por su cara interna como externa, y formando parte del relleno interno. Además, en el Llano de Las Lajitas hay algún caso de una gran laja hincada en el centro que tenía inscripciones por ambas caras. Lo curioso es que este panel se ha descubierto porque la estructura ha sido vaciada por expoliadores, es decir que en su fase final de uso estos petroglifos estaban tapados por el resto de las rocas amontonadas. Aunque en los paneles que forman parte del relleno nos encontramos con soportes de todos los tamaños, destacan algunos minúsculos de apenas 10 centímetros de longitud. Este hecho, junto con la presencia de piezas líticas y fragmentos de cerámica parecen estar indicando que nos encontramos ante objetos votivos, entregados como ofrenda, relacionados con ritos de fertilidad o fecundidad.

Finalmente, es interesante resaltar el hecho de que muchos de los amontonamientos de piedra se asientan sobre afloramientos rocosos naturales que llegan a contornear y delimitar por los cuatro puntos cardinales las estructuras artificiales. Sin duda el yacimiento más importante en este sentido lo encontramos en el Llano de Las Lajitas (Garafía)38 aunque, muy posiblemente, existió otro de similares características en Lomo del Llano (inmediaciones de los helipuertos del Roque de Los Muchachos, tal y como hemos podido comprobar en fotos antiguas y la abundante presencia de petroglifos que aún existen en esos parajes. Otros ejemplos parecidos están en la margen derecha del Barranco de Izcagua (Garafía), cabecera del Barranco del Cedro (Garafía), Roque Palmero (Tijarafe), etc

En nuestra opinión, el significado de los petroglifos que aparecen en estos amontonamientos de piedra o en los conjuntos de canalillos y cazoletas, sería distinto al de  los  que  aparecen  en  otros  emplazamientos  más  habituales.  No  tiene  sentido molestarse en realizar estas obras para realizar los mismos ritos con idénticas motivaciones que se podían llevar a cabo, por ejemplo, en las estaciones de petroglifos que están en las inmediaciones y que se hicieron con un trabajo mucho menos esforzado que en los otros vestigios. Quizás, nos estamos rompiendo la cabeza buscándole un sentido a tanto petroglifo y pudo ocurrir, simplemente, que estaciones de grabados, amontonamientos de piedra y canalillos-cazoletas se levantaron en momentos diferentes del desarrollo de su cultura.

La relación de los petroglifos aborígenes de La Palma con ritos de culto al sol o la luna (solsticios y equinoccios) está siendo objeto, por parte de un grupo de aficionados a la arqueología y la astronomía, de una defensa interesada y descalificadora de investigadores que durante más de 30 años han dedicado buena parte de sus vidas a desentrañar diferentes aspectos culturales que nos legaron los benahoaritas (Mauro Hernández Pérez, Juan Francisco Navarro Mederos, Ernesto Martín Rodríguez, el que suscribe, Francisco Herrera García, etc). Esta vinculación de los grabados rupestres con ritos  solsticiales,  que  puede  darse  en  determinados  casos,  es  tan  antigua  que,  por ejemplo, en las fuentes etnohistóricas de J. Abreu Galindo ya está implícita esa relación. Esta hipótesis tampoco ha sido ajena a una serie de arqueólogos, tal y   como queda reflejado en la siguiente cita “ … la presencia de construcciones de planta oval o circular (nos referimos a los amontonamientos de piedra de la cumbre), formadas por grandes lajas hincadas grabados por ambas caras, o de pequeñas placas de basalto también grabadas que aparecen en el interior de estas estructuras, no sólo parecen reafirmar esta idea sino incluso relacionar esta festividad con el solsticio de verano, época en la que coincidirían en la cumbre pastores de toda la isla.”39   Además, a mediados de la década de los 90 del pasado siglo se realizó un primer intento, de iniciar los trabajos sobre este campo en los yacimientos del Llano de Las Lajitas y el Calvario de Santo Domingo (Garafía) por parte del arqueólogo Juan Antonio Belmonte Avilés. Y todo esto viene a colación por el hecho de que esas personas, que ni son arqueólogos ni astrónomos, llevan años, tal y como indiqué anteriormente, con una dura campaña de desprestigio sobre los investigadores e investigaciones que han centrado buena parte de sus trabajos en esta isla. A todo ello hemos de añadir que en sus publicaciones tienen la desfachatez de aportar ideas e hipótesis como si fuesen suyas cuando, en realidad, lo único que han hecho es copiar y no citar las fuentes bibliográficas correspondientes. En estos momentos se intenta convencer, por moda y por intereses económicos de empresas dedicadas a vender cierto tipo de turismo relacionado con la astronomía, de que todos los petroglifos benahoaritas, del Archipiélago Canario y aún del Norte de África, tienen una  única  explicación  que  es  el de  los  ritos  y  cultos  solares  relacionados  con  los solsticios. Y todo ello sin tener la más remota idea de lo que pasa en esos ámbitos geogáficos tan complejos y alejados de nuestro espacio insular.

Grabados rupestres dentro de conjuntos de canalillos y cazoletas: Este tipo  de yacimientos arqueológicos es cada vez más frecuente en la etapa prehispánica de La Palma. Su número crece continuamente debido al incremento e intensidad con que se están llevando a cabo nuevas prospecciones arqueológicas. Así, por ejemplo en Villa de Mazo destacan dos yacimientos que ya citamos en apartados anteriores y que son el Roque de Los Guerra y Los Pasitos. Sólo vamos a añadir que en el primer caso la asociación de canales-cazoletas y petroglifos sólo se da en la parte más alta del afloramiento de toba.

En Puntagorda nos encontramos con dos yacimientos espectaculares, como son los de Lomo Muerto con más de 200 cazoletas de todos los tamaños y una única espiral en el extremo oriental del panel y los canalillos en forma de espiral en las laderas occidentales de la Montaña de Braulio que, a día de hoy, no sabemos muy bien si formaría parte del grupo de los grabados o los canalillos-cazoletas.

En Garafía podemos citar el precioso panel de El Cercado donde una gran espiral está  acompañado  de  un  buen  número  de  cazoletas  circulares  en  una  gran  roca  de basallto; en el Camino de Calafute, y también en un panel de basalto, aparecen unos semicírculos concéntricos acompañados por canlillos; en el interior de la Fuente de Calafute hay una espiral y un grupo de canalillos y cazoletas que recogen y canalizan el agua que mana del afloramiento de agua.

En Tijarafe haremos una breve referencia a la enigmática construcción, que estudiaremos más adelante, situada en la Montaña de Los Riberoles en la que, sobre unas enormes piedras de color rojo y superficie muy irregular, que forman parte de la estructura del recinto, se entremezclan espirales y círculos concéntricos con pequeñas cazoletas.

En El Paso debemos contabilizar cuatro conjuntos sumamente interesantes: A) Sobre la margen derecha del Barranco Rodrigo, en las faldas occidentales del Pico Bejenao, aparecen  dos  enormes  paneles  de  basalto  con  ideogramas  geométricos  junto  a  los cuales, sobre un afloramiento de toba, hay un grupo de canales y cazoletas; B) La estación  de  grabados  rupestres  del  Barranco  de  Los  Guanches  (La  Caldera  de Taburiente) tiene un panel principal que es una enorme roca de toba en cuya cara occidental se realizó un buen número de motivos de círculos concéntricos aunque, recientemente, miembros del grupo de Salto del Pastor Canario “Jurria Tenerra” descubrieron que en la parte superior del panel también se hizo un gran canal y unas pequeñas cazoletas, aparentemente aisladas; C) hace menos de un mes apareció en el Lomo Gazmil (Caldera de Taburiente) localizamos un panel de toba volcánica, grabados por dos caras, en una de las cuales hay una espiral cuyo centro es una pequeña cazoleta; con dos caras y D) mención aparte merece el yacimiento de Tajodeque (precipicios de la Caldera de Taburiente) en el cual dentro de la cueva, donde aparecen varios paneles de petroglifos alfabetiformes, nos encontramos con una serie de pequeñas cúpulas excavadas en las paredes de la cavidad por cuyo extremo derecho, además sabe una gran canal que se pierde en la veta de toba en la que se abre la cueva.

Petroglifos asociados con yacimientos funerarios.- Esta relación, que hasta hace fechas relativamente recientes ni siquiera se nos había pasado por la cabeza, comienza a tener visos de ser real en una serie de yacimientos sobre los que, por diversas circunstancias, se ha realizado una revisión de los datos que ya teníamos. Sin embargo, al estar en los comienzos de la investigación arqueológica, sólo nos limitaremos a establecer un esbozo de los datos que hemos podido recabar hasta el presente.

Estos conjuntos prehispánicos los podemos dividir en 3 grupos bien diferenciados: 1) Estaciones de grabados rupestres asociados con cavidades en las que vivieron los benahoaritas y, al mismo tiempo, aparecen restos humanos como, por ejemplo, en la Cueva  de  Belmaco  (Villa  de  Mazo)40   y  en  el Caboco  de  La  Zarza  (Garafía).41   2) Estaciones  de  petroglifos  en  cuyas  inmediaciones  aparecen  yacimientos  sepulcrales como en la conocida por Piedra del Guanche (Las Cabezadas. Tijarafe), Caboco de Aroche (El Paso-Los Llanos de Aridane), El Time (Tijarafe), Roque Teneguía (Fuencaliente), Lomo Boyero (Breña Alta), Cuesta de La Pata (Breña Alta), Buracas (Garafía), etc. y 3) estaciones de grabados rupestres claramente vinculadas con cuevas funerarias, destacando dos casos en los que nos detendremos brevemente. En la margen izquierda del caboco que contiene el grupo principal de los petroglifos de la Fuente del Sauce, las inscripciones (espirales y círculos concéntricos) rodean completamente a una pequeña cueva funeraria que se abre en la base del risco. Los Campanarios (Villa de Mazo) están formados por dos pitones lávicos que sobresalen por encima del terreno y en los que se han descubierto 3 pequeñas cuevas funerarias42 junto a las que descubrió el arqueólogo Francisco Herrera García una estación de petroglifos con espirales y meandriformes sobre un pequeño afloramiento de lava de color rojizo.

Grabados rupestres y grandes estructuras artificiales: En La Palma se han estudiado unas construcciones artificiales de gran tamaño que, hasta la fecha, han sido catalogadas como tagorores aunque, a tenor de los datos que vamos a proporcionar seguidamente, quizás habría que cambiarles la denominación por la de estructuras cultuales en las que se desarrollarían ritos mágico-religiosos.

Sólo vamos a describir, sucintamente, cuatro de esos grandes recintos. El primero de ellos, y para el que contamos con nuevos datos de hace menos de un mes, se refiere a una gran construcción rectangular, de la que sólo se conserva la base, en Lomo Gazmil (La Caldera de Taburiente).43 En una nueva visita que realizamos el 11 de septiembre de 2010 descubrimos una pequeña espiral que dista apenas 5 metros del recinto citado anteriormente.

En La Cancelita (faldas occidentales del Pico Bejenao. El Paso) existe una gran recinto de unos 10 metros de anchura, realizado con una pared de grandes rocas, por algunos tramos hincadas y con doble hilera, desde el que se domina una extraordinaria panorámica que incluye todo el Valle Aridane y buena parte de La Caldera de Taburiente. Pues bien, en una piedra gigantesca que delimita el frente meridional se grabo una pequeña espiral mediante la técnica del picado superficial y discontinuo.

En el Lomo de Los Conejos (margen izquierda del Barranco de Torres. El Paso) 44 se conservan los restos de un gran recinto con varias torretas centrales y una serie de amontonamientos pétreos en lo que debieron ser los muros que delimitaban el recinto. Algunas de esas piedras se grabaron con unos motivos lineales y curvos muy sencillos ejecutados con la técnica de la abrasión.45

Pero, sin ningún género de dudas, el yacimiento más interesante de estas características se encuentra en la Montaña de Los Riberoles (Bellido. Tijarafe)46 Se trata de un gran recinto rectangular del que sólo se conservan las esquinas, una serie de asientos y una torreta de piedras pequeñas en el interior y algunas grandes rocas que delimitaban el perímetro y sobre las cuales se realizaron unos petroglifos geométricos bastante extraños y curiosos al adaptarse a las irregularidades de la roca. Desde este punto se obtiene una magnífica panorámica de los dominios del primitivo cantón de Tijarafe, que incluía los actuales municipios de Tijarafe y Puntagorda.

6.- Inventario de las estaciones de grabados rupestres de La Palma

B A R L O V E N T 0

-Cueva Jurada (Margen derecha del Barranquito de Medina. Gallegos):  Tipología: Meandriformes; Número de Paneles: 2, aunque podrían corresponderse con uno partido en dos pedazos; Técnica: Picado fino y superficial; Soporte: Dos piedras sueltas que forman parte de las paredes de una casa muy antigua; Estado de conservación: Malo; Datos de interés: La estación, con toda probabilidad, formaría parte de un afloramiento rocoso situado sobre la orilla superior del barranco en cuyas laderas medias e inferiores existe un gran poblado de cuevas; Hallazgo: Luciano García Martín (2005).47

-La Crucita (Margen izquierda del Barranco de Gallegos): Tipología: Espiral; Número de Paneles: 1; Técnica: Picado; Soporte: Una piedra suelta situada junto al Camino Real; Estado de conservación: Regular; Datos de interés: En la parte alta del barranco existen un poblado de cuevas; Hallazgo: Juan José Santos (2006).48

-La Degollada I (Margen derecha del Barranco de Gallegos (La Palmita): Tipología: Espiral; Número de Paneles: 1; Técnica: Picado de profundidad y anchura medias;  Soporte:  Roca  sobreelevada  en  su  posición  originaria  en  medio  del  lomo;

Estado de conservación: Regular; Datos de interés: Destaca en el terreno circundante y se emplaza muy cerca de la orilla del enorme acantilado costero; Hallazgo: Felipe Jorge Pais Pais (1993).49

-La Degollada II (Margen derecha del Barranco de Gallegos (La Palmita): Tipología: Espiral y círculos concéntricos; Número de Paneles: 2; Técnica: Picado de profundidad y anchura variables; Soporte: Afloramiento rocoso que destaca sobre el interfluvio que separa el Barranco de Gallegos y la Barranquera de La Palmita; Estado de conservación: Regular; Datos de interés: Tanto en la parte alta del Barranco de Gallegos como en la Barranquera de La Palmita existen sendos poblados de cuevas; Hallazgo: Felipe Jorge Pais Pais (1993).50

-La Degollada IV (Margen derecha del Barranco de Gallegos (La Palmita): Tipología: Ideogramas geométricos (espirales meandriformes, circuliformes …) y un panel  con  líneas  verticales  incisas;  Número de Paneles:  8;  Técnica:  Picado  de profundidad y anchura variables en 7 paneles y otro con incisiones; Soporte: Afloramiento  rocoso  que  destaca  sobre  el  interfluvio  que  separa  el  Barranco  de Gallegos y la Barranquera de La Palmita; Estado de conservación: Regular; Datos de interés: Tanto en la parte alta del Barranco de Gallegos como en la Barranquera de La Palmita existen sendos poblados de cuevas; Hallazgo: Felipe Jorge Pais Pais (1993).51

-Tabladitos  I  (Fuente  Locandia.  Cumbres  de  Barlovento):   Tipología:  Líneas paralelas curvas, menadriformes de corto desarrollo y un óvalo; Número de paneles: 1; Técnica:  Picado  fino  y  superficial;  Soporte:  Roca  de  gran  tamaño  que  está  en  su posición originaria; Estado de conservación: Muy malo; Datos de interés: Está situado junto a un amontonamiento de piedras que se ha alterado en la época histórica para hacer un abrigo pastoril. En sus inmediaciones existió un paradero pastoril; Hallazgo: Felipe Jorge Pais Pais y Domingo Acosta Felipe (1988).52

-Degollada  de  Franceses  I  (cumbres  de  Barlovento):   Tipología:  Ideogramas geométricos  (una  espiral  y  tres  meandriformes);  Número de paneles:  4,  aunque posiblemente  existían  más  ya  que  la  zona  ha  sido  profundamente  alterada  por  la carretera del Roque de Los Muchachos; Soporte: Lajas sueltas de diferentes tamaños, desde las relativamente grandes a otras minúsculas; Estado de conservación: Muy malo; Datos de interés: Se trata de un conjunto arqueológico formado por cabañas prehispánicas, abrigos pastoriles reutilizados y una gran construcción circular sobre el mismo borde de La Caldera. Todo apunta a que los paneles formaban parte de amontonamientos de piedra que han sido destrozados por las obras de construcción de la carretera del Roque de Los Muchachos y la pista que baja a Gallegos; Hallazgo: Felipe Jorge Pais Pais y Domingo Acosta Felipe (1987).53

E L   P A S O

-La Campana I (Margen derecha del Barranco de Tenisca. Salto de Casimiro): La estación de grabados rupestres está formada por 4 paneles que tienen como soporte rocas de diferentes tamaños que forman parte de los bancales que forman la ladera del barranco.  Los  motivos  son  espirales  y  semicírculos  concéntricos  ejecutados  con  la técnica del picado de anchura y profundidad variables. Están asociados a un poblado de cabañas.

-La Campana II (Margen derecha del Barranco de Tenisca. Salto de Casimiro): La estación de grabados sólo cuenta con un panel emplazado en la parte superior de los paredones verticales del barranco. El motivo es un meandriforme un tanto extraño ya que sus giros son rectos. La técnica de ejecución fue el picado de anchura media y superficial.

-Camino de La Pantana (Margen derecha del Barranco de Tenisca. Los Barros): La estación cuenta con un único panel realizado sobre una roca que está en su posición junto al antiguo camino de Las Calderetas. El motivo es una espiral perfecta realizada con la técnica del picado de anchura y profundidad medias. Está expuesto hacia el oeste.

-Valle de Los Hombres I (La Cancelita. Pico Bejenao): Tipología: Espiral y meandriforme;  Número de paneles: 2;  Técnica: Picado  de  anchura  y  profundidad medias; Soporte: Resalte rocoso sobre la orilla del Barrranco de Las Angustias; Estado de conservación: Malo. Datos de interés: Panorámica extraordinaria; se domina todo el Valle Aridane y buena parte del interior de La Caldera de Taburiente; Hallazgo: Felipe Jorge Pais Pais y Domingo Acosta Felipe (1988).

Valle de Los Hombres II (La Cancelita. Pico Bejenao): Tipología: Espiral; Número de paneles: 1; Técnica: Picado fino y superficial; Soporte: Afloramiento rocoso natural que no sobresale del terreno ubicado sobre la orilla del Barrranco de Las Angustias y a unos 80 metros al este del conjunto anterior; Estado de conservación: Muy malo. Datos de interés: Panorámica extraordinaria; se domina todo el Valle Aridane y buena parte del interior de La Caldera de Taburiente; Hallazgo: Héctor Rodríguez Riverol y Magdalena Reyes Gómez  (2010)

-Lomo del Estrecho I (Pico Bejenao): La estación de grabados rupestres cuenta con un único panel que tiene como soporte una gran roca suelta. La orientación es este-oeste y está expuesto hacia el sur. El motivo es un meandriforme encerrado en una figura triangular. La técnica de ejecución fue el picado de anchura y profundidad medias. Buen estado de conservación.

-Lomo del Estrecho II (Pico Bejenao): La estación de grabados rupestres cuenta con un único panel que tiene como soporte una gran roca  que está en su posición y sirve de apoyo para la construcción de un abrigo pastoril. La orientación es este-oeste y está expuesto  hacia  el  sur.  El  motivo  es  una  espiral  de  gran  desarrollo.  La  técnica  de ejecución fue el picado de gran anchura y superficial. Mal estado de conservación.

G A R A F Í A

-Lomo de La Rama (Traviesa de Franceses): Tipología: Espiral; Número de paneles:
1; Técnica: Picado; Soporte: Piedra suelta; Estado de conservación: Bueno; Hallazgo: Juan Francisco Navarro Mederos y Ernesto Martín Rodríguez (1983-1986).54

-Los Barranquitos (Roque Faro): Tipología: Espiral asociada con meandriforme; Número  de paneles:  1;  Técnica:  Picado;  Soporte:  Paredondes  verticales  de  un barranquillo;  Estado de conservación:  Bueno;  Hallazgo:  Juan  Francisco  Navarro Mederos y Ernesto Martín Rodríguez (1983-1986).55

-El Jurado (Margen izquierda del Barranco de Fagundo. El Tablado): Tipología: Ideogramas geométricos (espirales, meandriformes, recas…) motivos geométricos incisos (lineales, espigas, reticulados, …) y posibles meandriformes incisos; Número de paneles: 3 con ideogramas geométricos y 8 con motivos incisos ; Técnica: Picado de diferente anchura y grosor e incisiones; Soporte: Una gran roca desprendida de los riscos de la ladera y los propios paredones verticales; Estado de conservación: Bueno; Datos de interés: Esta asociada con un poblado de cuevas y un conjunto de canalillos y cazoletas; Hallazgo: Juan Francisco Navarro Mederos y Ernesto Martín Rodríguez (1983-1986).56

-Caboco de La Zarza (La Mata):  Tipología: Ideogramas geométricos (espirales, círculos y semicírculos concéntricos, meandriformes…) y motivos geométricos incisos; Número de paneles: 28; Técnica: Picado, abrasión e incisión; Soporte: Consta de tres grupos situados en las márgenes derecha e izquierda y parte central de los paredones verticales  de  un  gigantesco  caboco;  Estado de conservación:  Bueno,  aunque  las inscripciones de los visitantes han provocado graves daños; Datos de interés: Fue el primer Parque Arqueológico de Canarias (1998); los estudios principales en el yacimiento han sido dirigidos por el Dr. Ernesto Martín Rodríguez, entre los que cabe destacar una excavación en un cejo de ocupación estacional y prospecciones arqueológicas sistemáticas por toda la zona; está asociada con la Fuente de La Zarza; Descubrimiento: Fue descubierta por Ramón Rodríguez Martín y dada a conocer por A. Mata y E. Serra (1941).57

-La  Zarcita  (Margen  izquierda  del  Barranquillo  de  La  Zarcita):   Tipología: Ideogramas  geométricos  (espirales,  círculos  y  semicírculos  concéntricos, meandriformes  …);  Número de paneles:  16;  Técnica:  Picado,  abrasión  e  incisión; Soporte: Consta de tres grupos situados en las márgenes derecha e izquierda y parte central de los paredones verticales de un gigantesco caboco; Estado de conservación: Bueno, aunque las inscripciones de los visitantes han provocado graves daños; Datos de interés: Fue el primer Parque Arqueológico de Canarias (1998); los estudios principales en el yacimiento han sido dirigidos por el Dr. Ernesto Martín Rodríguez, entre los que cabe destacar una excavación en un cejo de ocupación estacional y prospecciones arqueológicas  sistemáticas  por  toda  la  zona;  Descubrimiento:  Fue  descubierta  por Ramón Rodríguez Martín y dada a conocer por A. Mata y E. Serra (1941).58

-Llano de La Zarza (Margen izquierda del Barranco de La Zarza): Tipología: Espiral y meandriforme de gran desarrollo; Número de paneles: 2; Técnica: Picado; Soporte: Paredones verticales del barranco; Estado de conservación: Bueno; Hallazgo: Ernesto Martín Rodríguez (1994).59

-Fuente de Los Palomos (Margen izquierda del Barranco de La Zarza): Tipología: Espirales y meandriformes; Número de paneles: 2; Técnica: Picado; Soporte: Paredones verticales del barranco; Estado de conservación: Bueno; Datos de interés: Se sitúa en las inmediaciones de la fuente homónima; Hallazgo: Ernesto Martín Rodríguez (1994).60

-Fajaneta del Jarito (Margen izquierda del Barranco de Magdalena): Tipología: Espirales y meandriformes; Número de paneles: 2; Técnica: Picado; Soporte: Paredones verticales del barranco; Estado de conservación: Bueno; Datos de interés: Está en medio de un bosque de laurisilva impenetrable y en sus inmediaciones aparecen construcciones de piedra seca antiguas, aunque parecen históricas; Hallazgo: Ernesto Martín Rodríguez (1994).61

-Don Pedro (Margen izquierda del Barranco de Carmona): Tipología: Espirales, meandriformes,  reticulados,  etc;  Número de paneles:  9;  Técnica:  Picado;  Soporte: Paredones verticales del barranco; Estado de conservación: Bueno; Datos de interés: Los grabados están en medio de un poblado de cuevas; Hallazgo: Fue dado a conocer por Domingo Acosta Pérez en el periódico La Tarde del 8 de diciembre de 1967.62

-Mirador de Don Pedro: Tipología: Espiral; Número de paneles: 1; Técnica: Picado; Soporte: Piedra suelta colocada en la parte alta de una torre artificial realizada expresamente para colocar el petroglifo; Estado de conservación: Malo, inscripciones recientes; Datos de interés: Este petroglifo fue descubierto durante la realización de unas obras en Santo Domingo de Garafía y trasladado hasta Don Pedro; Hallazgo: José Vicente, alias “Kilo de Don Pedro”.

-Costa de Don Pedro (Margen izquierda del Barranco de Carmona):  Tipología: Cruciformes;  Número de paneles:  2;  Técnica:  No  sabemos;  Soporte:  Paredones verticales de las laderas del barranco; Estado de conservación: Buena; Datos de interés: Pocos datos podemos aportar ya que nunca hemos visitado este yacimiento; Hallazgo: Juan Francisco Navarro Mederos y Ernesto Martín Rodríguez (1983-1986).63

El Corpus de grabados rupestres de La Palma como base para la interpretación y conservación de estos yacimientos, Investigaciones Arqueológicas en Canarias II, (Santa Cruz de Tenerife), 1990, Pág. 173.

-Casa del Baile (San Antonio del Monte):  Tipología: Espiral de gran desarrollo; Número de paneles: 1; Técnica: Picado; Soporte: Una piedra suelta que se ha empotrado en una de las esquinas de la denominada Casa del Baile en San Antonio del Monte; Estado de conservación: Malo, ya que buena parte del panel está recubierto por arena y cemento; Datos de interés: Las referencias orales con que contamos nos hablan de que este panel procedía de la estación de Los Guanches, existiendo otro grabado en el Museo Arqueológico Benahoarita procedente de este mismo yacimiento; Hallazgo: Mauro Hernández Pérez (1970)64

-Los Guanches: Esta estación es citada por Mauro Hernández Pérez, quien la descubrió en 1970, y sólo contamos con el datos de que entre los motivos hay espiraliformes con cambio de sentido interno. Suponemos que la técnica de ejecución es el picado y, asimismo, desconocemos si se trata de un panel que fue trasladado a La Cosmológica que se encontraba en las `piedras verticales que formaban una era en San Antonio del Monte.

-Fuente del Sauce o del Sauso (El Tablado) Tipología: Espirales, meandriformes, círculos  y semicírculos  concéntricos,  etc.; Número de paneles: 9 repartidos en dos grupos, siendo mucho más importante el de la margen izquierda del caboco (8 paneles); Técnica: Picado; algunos motivos parecen abrasionados; Soporte: Los paredones verticales de un gigantesco caboco; Estado de conservación: Bueno; Datos de interés: Está asociado con varias cuevas de grandes dimensiones y una covacha funeraria. Se aglutina en torno a un enorme caboco cubierto por un bosque de laurisilva impenetrable donde mana la fuente homónima; se parece al Caboco de La Zarza, aunque mucho más pequeño; Hallazgo: Dada a conocer por Elías Serra Ráfols en 1964. Fue descubierta por Ramón Rodríguez Martín.65

-Caldera de Agua (margen izquierda del Barranco de Magdalena-La Zarza. San Antonio del Monte): Tipología: Ideogramas geométricos (espirales, semicírculos concéntricos, meandriformes …) y motivos geométricos incisos (lineales, espigas, escaleras, posibles alfabetiformes), etc.; Número de paneles: 2: separados por unos 10 metros; Técnica: Picado superficial e incisiones de diferente anchura y profundidad; Soporte: Los paredones verticales de  los riscos en la parte alta del barranco Estado de conservación: Bueno, aunque los grafitos de los visitantes han provocado graves destrozos; Datos de interés: Está asociado con una gran cueva natural que, hasta no hace mucho  tiempo,  era  utilizada  como  corral  de  cabras.  Tiene  relleno  arqueológico; Hallazgo: Mauro Hernández Pérez (1970).66

-Verada de La Tosca (Juan Adalid): Tipología: Ideogramas geométricos (espirales, semicírculos concéntricos, meandriformes …) y motivos geométricos incisos; Número de paneles:  7;  Técnica:  Picado  superficial  e  incisiones  de  diferente  anchura  y profundidad; Soporte: Afloramiento rocoso natural sobre la orilla superior de la margen derecha  del  Barranco  de  Domingo  Díaz;  Estado de conservación:  Regular;  muy afectado  por  el  desgaste  de  las  lluvias  y  los  líquenes;  algunos  paneles  han  sido removidos por la roturación del terreno para crear vetas de cultivo de secano; Datos de interés: Esta asociado a un poblado de cuevas naturales que están siendo explotadas hoy día como corral de cabras; también existe un grupo de canalillos y cazoletas en una plancha de toba bajo la cual hay cuevas naturales que han sido retocadas y agrandadas en la época histórica; Hallazgo: Domingo Acosta Pérez (1967).67

-Verada  de  La  Tosca  II  (Juan  Adalid):   Tipología:  Varias  espirales  de  corto desarrollo y pequeños trazos lineales incisos; Número de paneles: 1; Técnica: Picado e incisiones superficiales; Soporte: Piedra suelta, aunque pudo estar en su posición ya que apareció en medio de la escombrera de una pista que se dirige a las cuevas que están en los alrededores; Estado de conservación: Malo; los motivos están muy desgastados; Datos de interés: Ante el peligro de destrucción el panel ha sido trasladado al Museo Arqueológico Benahoarita en 2009; Hallazgo: Isidoro Castro Medina (2009).

-El Mudo (Margen izquierda del Barranco de Domingo Díaz): Tipología: Espirales y   meandriformes;   Número  de  paneles:   2;   Técnica:   Picado;   Soporte:   Datos desconocidos; Estado de conservación: Regular; Hallazgo: Juan Francisco Navbarro Mederos y Ernesto Martín Rodríguez (1983-1986).68

-Lomito del Medio (El Palmar): Tipología: Espiral prolongada en meandriforme; Número  de  paneles:   1;   Técnica:   Picado;   Soporte:   Cresta   rocosa;   Estado   de conservación: Regular; Hallazgo: Juan Francisco Navbarro Mederos y Ernesto Martín Rodríguez (1983-1986).69

-Cruz del Cigarro (El Palmar): Tipología: Espiral con cambio de sentido interno; Número de paneles: 1;  Técnica: Picado;  Soporte:  Datos  desconocidos;  Estado de conservación: Sin datos; Hallazgo: Juan Francisco Navbarro Mederos y Ernesto Martín Rodríguez (1983-1986).70

-Topo de Los Tunos Colorados (Margen derecha del Barranco de La Luz. Salvatierra):   Tipología: Meandriformes  y  circulíformes;  Número  de paneles: 2; Técnica: Picado; Soporte: Resalte rocoso sobre la orilla superior del barranco; Estado de conservación: Regular; Datos de interés: Estación asociada a un gran poblado de cuevas y una necrópolis; Hallazgo: Mauro Hernández Pérez (1970).71

-Salvatierra I: Tipología: Espiral; Número de paneles: 1; Técnica: Picado; Soporte: Piedra suelta junto a un sendero; Estado de conservación: Regular; Datos de interés:

-Salvatierra II:  Tipología: Espiral de corto desarrollo;  Número de paneles: 1; Técnica: Picado fino y muy superficial; Soporte: Piedra de gran tamaño que está en su posición en medio de los cercados de Salvatierra; Estado de conservación: Muy malo; Datos de interés: Es posible que la estación fuese más grande, ya que el terreno ha sido roturado y abancalado para crear vetas de cultivo de secano; Hallazgo: Felipe Jorge Pais Pais (1990).

-Verada de Salvatierra: Tipología: Meandriformes; Número de paneles: 3; Técnica: Picado; Soporte: Paredones verticales de la margen derecha del Barranco de La Luz, kunto al Camino Real; Estado de conservación: Regular; Datos de interés: La estación está asociada a un poblado de cuevas, una necrópolis y un grupo de canalillos y cazoletas; Hallazgo: Mauro Hernández Pérez (1970).73

-El Moculon (Llano del Negro): Tipología: Espiral de pequeño tamaño; Número de paneles: 1; Técnica: Picado; Soporte: Afloramiento rocoso que destaca en la parte alta de la margen derecha del barranco; Estado de conservación: Regular; Datos de interés: A  pesar de los grandes paneles que existe, sólo se hizo este petroglifo que, además queda aislado de otros yacimientos; Hallazgo: Juan Francisco Navarro Mederos y Ernesto Martín Rodríguez (1983-86).74

-Vaqueros (Margen izquierda del Barranco de La Luz):  Tipología: Espirales; Número de paneles: 2; Técnica: Picado; Soporte: Sin datos; Estado de conservación: Regular;  Hallazgo:  Juan  Francisco  Navarro  Mederos  y  Ernesto  Martín  Rodríguez (1983-86).75

-Los Hondos: Tipología: Sin datos; Número de paneles: 2; Técnica: Picado; Soporte: Dos bloques sueltos; Estado de conservación: Buena; Hallazgo: Juan Francisco Navarro Mederos y Ernesto Martín Rodríguez (1983-86).76

-Camino a Los Hondos: Tipología: Sin datos; Número de paneles: 1, aunque según varios vecinos del lugar existían otros hoy desaparecidos; Técnica: Picado; Soporte: Un bloque suelto colocado en los muros de un bancal; Estado de conservación: Buena; Hallazgo: Mauro Hernández Pérez (1971).77

-Santo Domingo de Garafía: Tipología: Espiral de corto desarrollo; Número de paneles: 1; Técnica: Picado; Soporte: Un bloque suelto que apareció durante las obras de la avenida principal de Santo Domingo de Garafía; Datos de interés: El panel está depositado en los almacenes del Ayuntamiento de Garafía; Estado de conservación: Buena; Hallazgo: Los obreros que trabajaban en la remodelación de la calle principal de Santo Domingo (Finales de la década de los 90 del siglo XX).

-“Chorro” de La Castellana:  Tipología: Motivos circulares; Número de paneles: 2; aunque pudiera tratarse del mismo panel partido en dos pedazos Técnica: Picado; Soporte: Son dos pequeños bloques sueltos que forman parte de la pared que delimita la avenida  principal de Santo Domingo  de Garafía; Estado de conservación: Regular; Datos de interés: Desconocemos del lugar de donde se trajo la piedra para hacer las paredes; Sería conveniente trasladarlos al Museo Arqueológico Benahoarita; Hallazgo: Oscar … (Trabajador de la cuadrilla de Garafía del Parque Nacional de La Caldera de Taburiente (2009).

-El Cercado de San Vicente (Santo Domingo de Garafía):  Tipología: Espirales y meandriformes, así como cazoletas en unos de los paneles; Número de paneles: 8; aunque varios han desaparecido por una obras en las inmediaciones; Técnica: Picado de anchura y profundidad variables; Soporte: Grandes bloques sueltos; Estado de conservación: Regular; Datos de interés: En el panel de mayores dimensiones aparece una espiral y un buen grupo de cazoletas circulares; Hallazgo: P. Hernández Benítez (1955).78

-La Castellana:

-Fuente del Colmenero (Catela): Preciosa estación de grabados rupestres que se aglutina  en  torno  a  un  amplio  caboco  en  cuyo  fondo  mana  un  punto  de  agua permanente. La estación cuenta con 4 grupos de grabados bien diferenciados: 1) Consta de 2 paneles con motivos geométricos en picado (espirales y meandriformes) e incisos;

2) Una espiral que aparece en una de las rocas desprendidas del risco; 3) Un grupo de 3 paneles en técnica picado, incisa y una especie de rayado encima de la fuente y 4) una serie de motivos incisos en un amontonamiento de rocas caídas del risco que aparece en el lado derecho del caboco, destacando un precioso “soliforme”.

-Las Goronas II (Margen derecha del Barranco de Izcagua. Cumbres de Garafía).-

Este conjunto arqueológico está formado por 4 amontonamientos de piedra. Cuenta con
3 paneles que forman parte del relleno de las construcciones  II y III. El primero de ellos es una pequeña piedra de apenas 20 cms de ancho en la que se representó un meandriforme con la técnica del picado fino y superficial. Los otros 2 paneles forman parte del amontonamiento III; uno de ellos es una piedra de 30 por 20 cms de forma aproximadamente triangular en la que se representan una serie de líneas incisas que confluyen  hacia  un  punto.;  el  otro  panel  aún  es  más  pequeño  (18  por  18  cms)  y representa un meandriforme realizado mediante el picado fino y superficial.

-Las Goronas III (Margen derecha del Barranco de Izcagua. Cumbres de Garafía): El conjunto está formado  por una cabaña y un amontonamiento de piedras junto al cual apareció un pequeño grabado rupestre en una roca plana en el que se representaron tres líeas realizadas mediante finas incisiones.

-Lomo al oeste del GRANTECAN (cumbres de Garafía): Esta zona se ha visto afectada por la construcción de una pista ilegal. Sólo descubrimos un pequeño panel suelto en una laja de 40 por 30 cms en la que se representa un meandriforme mediante la técnica del picado fino y superficial. Mal estado de conservación. Está asociado con un paradero y abrigos pastoriles.

P U N T A G O R D A

-La Lomadita (Margen izquierda del Barranco de Izcagua. Cruz de La Reina): Se trata de una estación de grabados rupestres incisos que cuenta con 4 paneles expuestos hacia el este. Los motivos son incisiones paralelas y verticales. El soporte es un gran afloramiento rocoso que destaca sobre la orilla superior de las laderas del barranco. Están situados en los alrededores de un poblado de cuevas.

-El Poleal (Margen izquierda de la desembocadura del Barranco del Agua Dulce): Se trata de una estación de grabados rupestres con motivos incisos y en picado. Este último es una pequeña espiral situada en los paredones verticales de un resalte rocoso en cuya  parte  superior  se  forma  una  explanada  con  numerosos  restos  superficiales (¿tagoror, recinto sagrado …?). En los otros paneles, 4 como mínimo, se representan motivos incisiones verticales y paralelos similares a los descritos en otros yacimientos de Tijarafe.

-Barranco de La Laje-El Hondito (Hacienda del Cura): Esta estación de grabados rupestres cuenta con un único panel situado en los paredones verticales que forman la margen derecha de una barranquera que confluye en el Barranco de San Mauro. Queda justo enfrente de un grupo de cavidades de habitación. La orientación del panel es este- oeste y está expuesto hacia el sur. El motivo es una especie de enracimado realizado mediante el picado de anchura media y superficial.

-Lomo de La Ensillada (Margen derecha del Barranco de Garome-Los Faros. Cumbres de Puntagorda): Se trata de un pequeño petroglifo que tiene como soporte una laja de 30 por 20 cms que forma parte del relleno de un amontonamiento de piedras. El motivo  forma  tres  líneas  curvas  paralelas  ejecutadas  con  la  técnica  del  picado  de anchura y profundidad medias. El conjunto arqueológico está formado por 3 amontonamientos de piedras y un abrigo pastoril muy antiguo.

-Hoyo Mosquero (Cumbres de Puntagorda): La estación de grabados sólo cuenta con un panel que tiene como soporte una piedra suelta colocada encima de un resalte rocoso. Los motivos se extienden por varias caras. El motivo es muy complicado: una espiral cerrada de la que sale un meandriforme que forma una especie de enracimados realizados con la técnica del picado. También aparecen varias incisiones paralelas. En sus inmediaciones aparecen dos piedras de toba roja hincadas.

P U N T A L L A N A

-Morro de la Vizcaína (Margen derecha del Barranco de La Galga. La Galga): Tipología: Meandriforme de tendencia circular y laberíntica; Número de paneles: 1; Técnica: Picado de anchura media y superficial; Soporte: Resalte rocoso sobre la parte superior de las laderas; Estado de conservación: Bueno; Datos de interés: Esta asociado a  un gran poblado de cuevas naturales y una necrópolis; Hallazgo: Francisco Herrera García (2003).79

-Barranco de Nogales (Margen derecha del Barranco de Nogales. El Granel): Tipología: Grecas y cruciformes; Número de paneles: 1 con dos grupos diferenciados; Técnica: Picado de anchura y profundidad medias; Soporte: Parte alta de una gran veta de toba volcánica que parte desde el mismo cauce del barranco con unos 5 metros de altura; Estado de conservación: Malo; Datos de interés: El panel, en la actualidad, es inaccesible debido a la gran altura a la que se realizó; Hallazgo: Mauro Hernández Pérez (1977).80

-Lomo Pablo I (Cumbres de Puntallana):   Tipología: Ideogramas  geométricos (espirales, círculos y semicírculos concéntricos, meandriformes, óvalos, trazos lineales curvos …); Número de paneles: 3; Técnica: Picado de anchura y profundidad variables; Soporte: Gran afloramiento rocoso de forma triangular que destaca en medio del lomo; Estado de conservación: Malo; Datos de interés: El panel más complejo se encuentra en el interior de un abrigo pastoril reutilizado; Hallazgo: Felipe Jorge Pais Pais y Domingo Acosta Felipe (1987).81

-Lomo Pablo II (Cumbres de Puntallana):  Tipología: Ideogramas geométricos (espirales, círculos concéntricos, meandriformes, círculos aislado, herraduras …); Número de paneles: 3, aunque la estación debió ser mucho más importante, puesto que el yacimiento fue atravesado por la carretera del Roque de Los Muchachos, de tal manera que dos paneles aparecieron en la escombrera; Técnica: Picado de anchura y profundidad  variables;  Soporte:  Varias  rocas  sueltas  y  un  afloramiento  rocoso  del terreno que no destaca; Estado de conservación: Malo; Datos de interés: En la orilla superior del barranco se abre una pequeña covacha con una pequeña estratigrafía y reutilizada por cabreros históricos; Hallazgo: Felipe Jorge Pais Pais y Domingo Acosta Felipe (1987).82
-Lomo Pablo III (Cumbres de Puntallana):  Tipología: Ideogramas geométricos (espirales, círculos concéntricos, meandriformes, círculos aislado, herraduras …); Número de paneles: 12; Técnica: Picado de anchura y profundidad variables; Soporte: Dique de 30 metros de largo y una media de 2 metros de altura que discurre en el sentido del lomo a modo de cresta; Estado de conservación: Muy malo, ya que los incendios forestales han provocado la rotura y el agrietamiento de la mayoría de los paneles; Datos de interés: Este lomo es una de las rutas principales para subir al Pico de Piedra Llana desde las medianías del cantón de Tenagua; Hallazgo: Felipe Jorge Pais Pais y Domingo Acosta Felipe (1987).83

-Lomo Pablo IV (Cumbres de Puntallana):  Tipología: Ideogramas geométricos (espirales, círculos concéntricos, meandriformes, círculos aislado, herraduras, …) y posibles signos alfabéticos en el panel 7; Número de paneles: 8; Técnica: Picado de anchura y profundidad variables; Soporte: Un enorme dique de características similares al anterior, aunque de proporciones mayores; todos los paneles están en su posición salvo el 8 que es una piedra suelta; Estado de conservación: Regular, ya que no se ha visto tan afectado por los incendios por la dureza de las rocas es mayor que en Lomo Pablo III; Datos de interés: Este lomo es una de las rutas principales para subir al Pico de Piedra Llana desde las medianías del cantón de Tenagua; Hallazgo: Felipe Jorge Pais Pais y Domingo Acosta Felipe (1987).84

-Piedra  Llana  (Cumbres  de  Puntallana):   Tipología: Meandriforme  de  gran desarrollo; Número de paneles: 1; Técnica: Picado; Soporte: Gran laja suelta en la parte más alta de Piedra Llana; Datos de interés: En la cima de Piedra Llana existió uno de los campos pastoriles de mayor explotación aborigen en toda la cumbre y un pequeño amontonamiento de piedras. El panel no ha vuelto a ser visto; Hallazgo: Mauro Hernández Pérez (1973-75).


S A N T A C R U Z D E L A P A L M A

-Picos de La Veta de La Arena (cumbres de Santa Cruz de La Palma): Se trata de un único panel que tiene como soporte una roca de superficie irregular que está en su posición. El motivo es una espiral realizada con la técnica del picado de anchura media y profundo. Buen estado de conservación. Está asociado con un grupo de cabañas y abrigos pastoriles, así como varios amontonamientos de piedra.

T I J A R A F E

-Margen derecha del Barranco de Las Calabaceras (La Punta. Tijarafe): Sólo cuenta con un panel que tiene como soporte una laja suelta. El motivo es una espiral ejecutada con la técnica del picado de anchura media y superficial. Asociada con una una pequeña cueva funeraria y varios paneles de cazoletas.

-Margen derecha del Barranco de Los Gomeros (El Jesús): La estación sólo cuenta con un panel que se localiza en la parte alta de las laderas teniendo como soporte un pequeño resalte rocoso. La orientación es este-oeste y está expuesto hacia el sur. El motivo son unas líneas verticales paralelas realizadas con la técnica del picado fino y superficial. Mal estado de conservación. Se encuentra encima del grupo más importante de cuevas de habitación del barranco de Los Gomeros-La Paloma.

Pneles cruciformes y naviformes

-El Pintado I (El Jesús):  Tipología: damero; líneas verticales, oblicuas, horizontales, haces,  etc);  Número de paneles:  2;  Técnica:  incisiones  de  diferente  anchura  y profundidad; Soporte: Paneles sueltos descontextualizados; forman parte de las paredes de una era histórica; Estado de conservación: Bueno. Hallazgo: Carlos Asterio Abreu Díaz (2010)

-El Pintado II (El Jesús): Tipología: Motivos geométricos (varias espirales y unos semicírculos  concéntricos);  Número de paneles: 1;  Técnica: Picado  de  anchura  y profundidad variables; se aprecian los puntos de percusión; Soporte: Pequeño afloramiento rocoso sobre la misma orilla de la margen izquierda del Barranco Jurao; Estado de conservación: Bueno. Datos de interés: Por la orilla del barranco discurre un antiguo camino. Hallazgo: Carlos Anterior Abreu Díaz (2010).

- El Pintado III  (El Jesús):  Tipología: Motivos incisos oblicuos; Número de paneles: 1; Técnica: Incisiones finas; Soporte: Pequeño afloramiento rocoso sobre la misma  orilla  de  la  margen  izquierda  del  Barranco  Jurao;  Estado de conservación: Regular. Datos de interés: Se sitúa en una roca que delimita la margen izquierda del camino que recorre la orilla superior del barranco. Por la orilla del barranco discurre un antiguo camino. Hallazgo: Carlos Asterio Abreu Díaz (2010)

-El Pintado IV (El Jesús): Tipología: Motivos incisos paralelos; Número de paneles:
1; Técnica: Incisiones finas y otras gruesas y profundas; Soporte: Piedra suelta en el interior de una covacha situada en la orilla superior de la margen izquierda del Barranco Jurao;  Estado  de  conservación: Bueno.  Datos  de  interés: Forma  parte  de  una acumulación de piedras en el interior de una covacha que podría corresponderse con un yacimiento funerario; Hallazgo: Carlos Asterio Abreu Díaz (2010).

El Pintado V (El Jesús): Tipología: Motivos geométricos (espirales y círculos concéntricos) y un damero Motivos incisos paralelos; Número de paneles: 3; Técnica: Los motivos geométricos se realizaron mediante el picado y el damero con incisiones; Soporte: En la actualidad el damero se sitúa en un gran afloramiento rocoso situado en la orilla superior de la margen izquierda del Barranco Jurao mientras que los otros dos paneles están junto a la entrada de un viejo pajero. Según referencias orales se sacaron del mismo resalte rocoso; Estado de conservación: Bueno. Datos de interés: A unos 20 metros  hay  un  pequeño  grupo  de  cazoletas  de  pequeño  tamaño;  Hallazgo:  Carlos Asterio Abreu Díaz (2010)

-Morro Negro (Matanza Alta. Tijarafe) Estación de grabados rupestres incisos que tiene como soporte un gran resalte rocoso que destaca en el terreno al tener 4 metros de alto por 3 metros de anchura y estar emplazado en la parte alta de una barranquera. Sólo cuenta con un panel orientado al sureste de 1,30 metros de alto y otro tanto de anchura. Los motivos son líneas verticales y paralelas. Los motivos son idénticos a los que nos encontramos en la margen izquierda del Barranco de Los Gomeros y Tagomate. Buen estado de conservación.

-Hoya Espanta Diablo I (Barranco de Matanza Baja. Aguatavar): Se trata de un petroglifo grabado por ambas caras con incisiones de diferentes anchuras y profundidades. Los motivos son líneas verticales, oblicuas, etc. Forma parte de la pared de un cercado.
-Hoya Espanta Diablo II (Barranco de Matanza Baja. Aguatavar): El grabado se encuentra en la visera de una pequeña cueva natural en la margen derecha del barranco. El motivo parece un naviforme muy esquemático realizado con la técnica del picado. El panel está expuesto hacia el oeste.

-Lomo de Matanza Alta I (Aguatavar): La estación está formada por 3 paneles, de los que dos son de motivos geométricos, realizados mediante el picado de diferente anchura y profundidad, y el otro se realizó mediante incisiones que representan un reticulado. Está asociada con restos de cabañas una gran cazoleta y una cueva funeraria.

-Lomo de Matanza Alta II (Aguatavar): Se trata de una gran estación de grabados rupestres incisos que cuenta, como mínimo, con 8 paneles que tienen como soporte un afloramiento rocoso bajo el cual existe una gran cueva que se ha acondicionado como barbacoa de una casi situada en las inmediaciones. Entre los motivos más interesantes destacan una especie de reticulado en forma de rombo exactamente igual al que nos encontramos en el Calvario de Santo Domingo (Garafía), un zoomorfo (posible ballena) y algunos signos que parecen alfabetiformes.

-Lomo de Matanza Alta III (Aguatavar): Esta estación de petroglifos se aglutina sobre un afloramiento rocoso de 3 metros de altura situado en la orilla superior de la margen derecha de la barranquera que atraviesa el terreno. Uno de los paneles consta de una figura geométrica, realizada mediante el picado fino y superficial, Existe un panel con un motivo geométrico, ejecutado mediante el picado fino y superficial, y una serie de incisiones. Los otros dos paneles se realizaron con incisiones finas y superficiales. A
10 metros del afloramiento rocoso, y formando parte de los muros de un pajero, existe un precioso panel con motivos incisos de distinta anchura y profundidad.

-Margen derecha del Barranco del Mocán I (Aguatavar);  Tipología: Meandriforme laberíntico;  Número de paneles:  1;  Técnica:  Picado  fino  y  superficial  Soporte: Paredones verticales que delimitan un andén en la parte alta de las laderas del barranco;; Estado de conservación: Regular. Datos de interés: A la altura del petroglifo, aunque en la  otra margen del barranco existe una cueva funeraria, según información oral de Casiano Melián Cruz; Hallazgo: Carlos Asterio Abreu Díaz (2010).

-Margen derecha del Barranco del Mocán II (Aguatavar);  Tipología: Pequeño damero e incisiones aisladas; Número de paneles: 1; Técnica: Incisiones Soporte: Gran laja  suelta  situada  junto  a  un  sendero;  Estado de conservación:  Regular.  Datos de
interés: En  la  parte  alta  de  las  laderas  hay  un grupo  de cuevas  realizadas  con  un meandriforme realizado con la técnica del picado. El sendero comunica Aguatavar y Casas Viejas con la costa; Hallazgo: Casiano Melián Cruz (2010).

-Pico de Las Paredes (Cumbres de Tijarafe): Este petroglifo formaba parte de un amontonamiento de piedras situado sobre el mismo borde La Caldera de Taburiente. El motivo es un meandriforme un tanto peculiar. La técnica de ejecución fue el picado de anchura media y superficial, apreciándose claramente los puntos de percusión.

-La Tabladita (cumbres de Tijarafe): La estación sólo cuenta con un panel que tiene como soporte un pequeño afloramiento rocoso en el centro del lomo. El motivo es un meandriforme realizado mediante el picado fino y superficial, Mal estado de conservación. En sus alrededores se extiende un paradero pastoril.

-Flores (cumbres de Tijarafe): Se encuentra a un nivel más elevado que el yacimiento de La Tabladita, en la zona de contacto entre el pinar y el codesar de cumbre. Cuenta, como mínimo, con dos paneles que se concentran sobre un gran resalte rocoso de forma piramidal que destaca en el terreno. Los motivos son pequeños meandriformes  realizados  con  la  técnica  del picado  fino  y  superficial.  También  se aglutina en medio de un paradero pastoril.

V I L L A D E M A Z O

-Roque de Los Guerra; Tipología: Ideogramas geométricos (espirales y meandriformes); Número de paneles: El conjunto está formado por 3 grupos con un total de 15 paneles; Técnica: Picado; Soporte: Dos de los conjuntos ocupan la parte alta y la cara sur del gigantesco pitón de toba y un panel suelto en el mismo material; Estado de conservación: Muy malo;  Datos de interés: Los grabados están asociados a un grupo de  canalillos  y  cazoletas,  un  poblado  de  cuevas  y  asentamientos  superficiales  de cabañas; Hallazgo: Los grupos de la parte superior y cara sur fueron descubiertos por Juan Francisco Navarro Mederos y Ernesto Martín Rodríguez en 1988 y el panel suelto por Jorge Pais Pais en 1994.85

-Los  Pasitos;   Tipología:  Ideogramas  geométricos  (motivos  circulíformes  y meandriformes); Número de paneles: 4; Técnica: Picado; Soporte: Afloramiento de toba volcánica emplazado sobre la orilla superior del antiguo acantilado costero; Estado de conservación: Muy malo;  Datos de interés: En el afloramiento rocoso aparecen varias covachas  con  restos  arqueológicos  superficiales,  un  pequeño  grupo  de  canalillos  y cazoletas  y  en  grupo  de  cabañas  por  la  cara  norte  del  pitón  rocoso.  Además,  el gigantesco tubo volcánico conocido por Cueva de Lázaro tiene una de sus bocas en esta zona; Hallazgo: Felipe Jorge Pais Pais en 1994.86

-Nambroque: Tipología: Espiral; Número de paneles: 1; Técnica: Picado; Soporte: Una pequeña piedra suelta situada en la parte más alta del Nambroque; Hallazgo: Mauro Hernández Pérez (1972).87

-Belmaco:  Tipología: Ideogramas geométricos (espirales, meandriformes, círculos y semicírculos concéntricos, etc); Número de paneles: 4; Técnica: Picado de anchura y profundidad muy variables; algunos motivos fueron abrasionados también;  Soporte: Grandes rocas sueltas; Estado de conservación: Bueno; Datos de interés: Se encuentran en el interior de la gran cueva de Belmaco que, además de ser un lugar de habitación, también se realizó un enterramiento y pudo ser un santuario mágico-religioso; Hallazgo: Domingo Van de Walle de Cervellón (1752).88

-Salto de Tigalate I: Tipología: Motivo cruciforme; Número de paneles: 1; Técnica: Picado; Soporte; Riscos de la parte superior de la margen derecha del Salto de Tigalate; Estado de conservación: Bueno; Datos de interés: Se encuentra junto a la única entrada que existe a la margen derecha de los impresionantes riscos del salto de Tigalate en cuya parte superior hay un poblado de cuevas y una necrópolis; Hallazgo: Felipe Jorge Pais Pais (1995).89

-Salto de Tigalate II: Tipología: Una espiral; Número de paneles:1; Técnica: Picado fino y superficial; Soporte: Se sitúa en la orilla superior de la parte central del Salto de Tigalate,  aprovechando  unas  coladas  lávicas  que quedan  entre  los dos ramales  del barranco;   Estado  de  conservación:   Regular;   Hallazgo:   Grupo   de   Espeleología Benisahare (1996).90

-Tigalate Hondo: Tipología: Espiraliformes, círculos concéntricos y meandriformes; Número de paneles: 2; Técnica: Picado de anchura y profundidad medias; Soporte: Una enorme roca suelta en medio del cauce del Barranco de Mederos y en la colada basáltica que forma el cauce del mismo barranco; Estado de conservación: Bueno el de la roca suelta y muy malo el otro; Hallazgo: Luís Diego Cuscoy (1958) el panel grande91  y Felipe Jorge Pais Pais y Domingo Acosta Felipe (1987) el grupo sobre la colada.

-Cueva de Lucía: Tipología: Ideogramas geométricos muy simples (círculos, óvalos, herraduras…). Posibles signos alfabetiformes; Número de paneles: 4; Técnica: Picado de anchura media y superficial; Soporte: Grandes rocas sueltas ubicadas en el interior de una gigantesca cueva natural; Estado de conservación: Malo; Datos de interés: A pesar de que la cavidad tiene unas magníficas condiciones de habitabilidad, apenas si tiene estratigrafía, dando la impresión de que pudo ser usada como santuario religioso. Por otro lado, todo apunta a que pudieron existir otros paneles con ideogramas geométricos (espirales meandriformes, etc) que desaparecieron con la riada de 1957; Hallazgo: Luís Diego Cuscoy (1958).92.

(Felipe Jorge Pais Pais)

7.- Bibliografía general


1 JIMÉNEZ DE CISNEROS, J.: Contribución al estudio de las antigüedades guanches, Ibérica, XX, (Madrid), Págs. 28-30.
2 MATA, A. y SERRA, E.: Nuevos grabados rupestres en la isla de La Palma, Revista de Historia, VII, (La Laguna), 1941, Págs. 352-358
3 HERNANDEZ BENITEZ, P.: Culturas del Noroeste (Petroglifos canarios), III Congreso Nacional de Arqueología, (Zaragoza), 1955, Págs. 99-104.
4 DIEGO CUSCOY, L.: Los grabados rupestres de Tigalate Hondo (Mazo, Isla de La Palma), Revista de Historia, XXI, (La Laguna), 1958, Pág. 243-254
5 HERNANDEZ PEREZ, M.: La Palma prehispánica, (Las Palmas de Gran Canaria), 1977, Pág. 50.
6  MARTÍN RODRÍGUEZ, E. ; NAVARRO MEDEROS, J. F. y PAIS PAIS, F. J.: El corpus de grabados rupestres de La Palma como base para la interpretación y conservación de estos yacimientos, Investigaciones Arqueológicas en Canarias, II, (Santa Cruz de Tenerife), 1990, Págs. 157-186.
7   PAIS PAIS, F. J. : La tercera campaña del Inventario  Arqueológico del Parque y Preparque de La
Caldera de Taburiente (Isla de La Palma), Tabona, VIII, Tomo I, (Madrid), 1993, Págs. 273-290.
8 MARTÍN RODRÍGUEZ, E.: La Zarza: entre el cielo y la tierra, (Madrid), 1998, Págs. 49-74.
9 PAIS PAIS, F. J.: El bando prehispánico de Tigalate-Mazo, (Tenerife), 1997, Págs. 413-436.
10  Las prospecciones en los precipicios de La Caldera de Taburiente fueron realizadas por nuestro amigo y colaborador Carlos Martín …
11  MARTÍN RODRÍGUEZ, E. (Editor), en FAYCAG (Revista Canaria de Arqueología), otoño de 2002.
12  VARIOS: Manifestaciones rupestres de Las Islas Canarias, (Santa Cruz de Tenerife), 1996.
13    MARTÍN  RODRÍGUEZ,  E.  y  PAIS  PAIS,  F.  J.:  Las manifestaciones rupestres de La Palma,
Manifestaciones rupestres de las Islas Canarias, (Santa Cruz de Tenerife) 1996, Págs. 299-359.
14    MARTÍN  RODRÍGUEZ,  E.  y  PAIS  PAIS,  F.  J.:  Las manifestaciones rupestres de La Palma,
Manifestaciones rupestres de las Islas Canarias, (Santa Cruz de Tenerife), 1996, Pág. 305.
del Agua Dulce (Puntagorda), La Zarza (Garafía), Caldera de Agua (Garafía), Fuente del Colmenero (Garafía), etc.
15  FERNÁNDEZ MARTÍNEZ, Víctor M.: El arte rupestre prehispánico de La Palma: una visión desde la etnoarqueología africana, Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Nº 3, (Madrid), 2007, Págs. 65-79.
2.2.- Petroglifos aborígenes
16MARTÍN  RODRÍGUEZ,  E. y  PAIS  PAIS,  F.  J.:  Las manifestaciones rupestres de La Palma,  en
Manifestaciones rupestres de las Islas Canarias, (Santa Cruz de Tenerife), 1996, Pág. 305.
17  ÁLVAREZ DELGADO, J.: Las inscripciones líbicas de Canarias, (Santa Cruz de Tenerife), 1964, Pág.
400.
18  Este yacimiento ha sido descubiertos por Ricardo Pérez Díaz y Tomás Oropesa Hernández. Los paneles están descontextualizados, ya que las piedras se rompieron y forman parte de la pared de unos cercados. Desde esta zona se domina buena parte de la ensenada de Santa Cruz de La Palma.
19  Este yacimiento fue descubierto por los hermanos Carlos y Casiano Melián Cruz
20   MARTÍN RODRÍGUEZ, E. y PAIS PAIS, F. J.: Las manifestaciones rupestres de La Palma, en Manifestaciones rupestres de las Islas Canarias, (Santa Cruz de Tenerife), 1996, Pág. 305.
21  NAVARRO MEDEROS, J. F. y  DE LA ROSA, F. J.: El complejo de estaciones rupestres de Lomo Boyero (Isla de La Palma. Canarias) y el problema de los grabados cruciformes, Tabona, VIII, (La Laguna), 1993, Págs. 237-272.
22   MARTÍN RODRÍGUEZ, E. y PAIS PAIS, F. J.: Las manifestaciones rupestres de La Palma, en
Manifestaciones rupestres de las Islas Canarias, (Santa Cruz de Tenerife), 1996, Pág. 305-306.
23  HERNÁNDEZ PÉREZ, M.: La Palma prehispánica, (Las palmas de Gran Canaria), 1977, Pág. 53.
24  MARTÍN HERNÁNDEZ, Miguel A.: Los grabados antropomorfos del Lomo Boyero en El Guincho (Breña Alta), Actas del I Encuentro de Geografía, Historia y Arte de La Palma, Tomo I (Prehistoria), (La Palma), 1993, Pág.106.
Incluso, el panel principal del Llano de Los Alcaravanes (La Caldera de Taburiente. El Paso) fue grabados por dos caras opuestas: A) En la expuesta hacia el sur se realizó cu grupo típico  de canalillos  y cazoletas que se desarrollan en zig-zag desde la parte superior a la base del gran bloque de toba y B) por el contrario, en la parte que mira al norte existe un canal horizontal que atraviesa todo el panel por su parte central que desciende por el extremo izquierdo, mientras las cazoleta, de reducido tamaño y muy escasas, están aisladas de los surcos.
Este tipo de “petroglifos” apenas si hemos comenzado a descubrirlo en el último año por lo que las referencias a ellos deben ser tomadas con cierta cautela hasta que no se produzcan nuevos hallazgos. Hasta la fecha, los yacimientos más importantes se han localizado en el interior de la Caldera de Taburiente, en concreto en las zonas conocidas como La Rosa y Lomo Gazmil.
25   MARTÍN RODRÍGUEZ, E. y PAIS PAIS, F. J.: Las manifestaciones rupestres de La Palma, en
Manifestaciones rupestres de las Islas Canarias, (Santa Cruz de Tenerife), 1996, Pág. 315.
26   PAIS PAIS, F. J.: La estación  de grabados rupestres del Lomo de Tamarahoya en el contexto del cantón de Aridane, Revista de Estudios Generales de la isla de La Palma, Nº 1, (Madrid), 2005, Págs,
373-410.
27   Este panel fue descubierto por la Dra. Carmen Gloria Rodríguez Santana durante una visita que realizamos al yacimiento de La Zarza-La Zarcita (Garafía) acompañados por el arqueólogo francés Jean Clottes.
28MARTÍN  RODRÍGUEZ,  E. y  PAIS  PAIS,  F.  J.:  Las manifestaciones rupestres de La Palma,  en
Manifestaciones rupestres de las Islas Canarias, (Santa Cruz de Tenerife), 1996, Págs. 320-325.
29MARTÍN  RODRÍGUEZ,  E. y  PAIS  PAIS,  F.  J.:  Las manifestaciones rupestres de La Palma,  en
Manifestaciones rupestres de las Islas Canarias, (Santa Cruz de Tenerife), 1996, Págs. 323.
30MARTÍN  RODRÍGUEZ,  E. y  PAIS  PAIS,  F.  J.:  Las manifestaciones rupestres de La Palma,  en
Manifestaciones rupestres de las Islas Canarias, (Santa Cruz de Tenerife), 1996, Págs. 324.
31   MARTÍN RODRÍGUEZ, E. y PAIS PAIS, F. J.: Las manifestaciones rupestres de La Palma, en
Manifestaciones rupestres de las Islas Canarias, (Santa Cruz de Tenerife), 1996, Págs. 324-325.
32  PAIS PAIS, F. J.: La economía de producción en la prehistoria de la isla de La Palma: la ganadería, (Santa Cruz de Tenerife), 1996, Págs. 374-428.
33   MARTÍN RODRÍGUEZ, E. y PAIS PAIS, F. J.: Las manifestaciones rupestres de La Palma, en Manifestaciones rupestres de las Islas Canarias, (Santa Cruz de Tenerife), 1996,Págs.329-330.
34   MARTÍN RODRÍGUEZ, E. y PAIS PAIS, F. J.: Las manifestaciones rupestres de La Palma, en
Manifestaciones rupestres de las Islas Canarias, (Santa Cruz de Tenerife), 1996,Pág. 331.
35   MARTÍN RODRÍGUEZ, E. y PAIS PAIS, F. J.: Las manifestaciones rupestres de La Palma, en
Manifestaciones rupestres de las Islas Canarias, (Santa Cruz de Tenerife), 1996, Pág. 337.
36  Este yacimiento arqueológico fue descubierto por Néstor José Pelletero Lorenzo en julio de 2009.
37  Martín Rodríguez, E. y Pais Pais, F. J.: Las manifestaciones rupestres de La Palma, en Manifestaciones
Rupestres de las Islas Canarias, (Santa Cruz de Tenerife), 1996, Pág.337.
38  PAIS PAIS , F. J.: El conjunto ceremonial del Llano de Las Lajitas (Roque de Los Muchachos. Garafía. La Palma), “Anuario del Instituto de Estudios Canarios”, XLIII, (La Laguna), 1999, Págs. 407-410.
39Martín Rodríguez, E. y Pais Pais, F. J.: Las manifestaciones rupestres de La Palma, en Manifestaciones Rupestres de las Islas Canarias, (Santa Cruz de Tenerife), 1996, Pág. 336.
40  Memoria de las excavaciones que Luis Diego Cuscoy llevó a cabo en Belmaco a principios de la década de los 60 del siglo XX, Inédita, (1962).
41  MARTÍN RODÍGUEZ, E.: La Zarza: entre el cielo y la tierra, (Madrid), 1998, Págs. 31-34.
42   PAIS PAIS, F. J.: El bando prehispánico de Tigalate-Mazo, (Santa Cruz de Tenerife), 1997, Págs.
4010-405.
43   Este yacimiento fue descubierto por Felipe Jorge Pais Pais y Domingo Acosta Felipe durante las prospecciones realizadas durante la Tercera Campaña del Inventario Etnográfico y Arqueológicos del Parque y Preparque de La Caldera de Taburiente en
1988.

44  PAIS PAIS, F. J.: La economía de producción en la prehistoria de la isla de La Palma: la ganadería, (Santa Cruz de Tenerife), 1996, Pág. 64.
45  Estos petroglifos han sido descubierto por Juan Ramón Pais Pais sobre el año 2000.
46  Este yacimiento fue descubierto por Carlos Asterio Abreu Díaz tras una sugerencia de Antonio Tejera
Gaspar y María Antonia Perera Betancort sobre la conveniencia de prospectar en ese lugar.
47  PAIS PAIS, F. J.: El bando prehispánico de Tagaragre, (Madrid), 2007, Pág. 334.
48  PAIS PAIS, F. J.: El bando prehispánico de Tagaragre, (Madrid), 2007, Pág. 334-335.
49  PAIS PAIS, F. J.: El bando prehispánico de Tagaragre, (Madrid), 2007, Pág. 335-336.
50  PAIS PAIS, F. J.: El bando prehispánico de Tagaragre, (Madrid), 2007, Pág. 336-337.
51  PAIS PAIS, F. J.: El bando prehispánico de Tagaragre, (Madrid), 2007, Pág. 337-338.
52  PAIS PAIS, F. J.: El bando prehispánico de Tagaragre, (Madrid), 2007, Págs. 339-341.
53  PAIS PAIS, F. J.: El bando prehispánico de Tagaragre, (Madrid), 2007, Págs. 341-342
54   MARTÍN RODRÍGUEZ, E. M.; NAVARRO MEDEROS, J. F. y PAIS PAIS, F. J.: El Corpus de grabados rupestres de La Palma como base para la interpretación y conservación de estos yacimientos, Investigaciones Arqueológicas en Canarias II, (Santa Cruz de Tenerife), 1990, Pág. 171.
55   MARTÍN RODRÍGUEZ, E. M.; NAVARRO MEDEROS, J. F. y PAIS PAIS, F. J.: El Corpus de grabados rupestres de La Palma como base para la interpretación y conservación de estos yacimientos,
Investigaciones Arqueológicas en Canarias II, (Santa Cruz de Tenerife), 1990, Pág. 171.
56   MARTÍN RODRÍGUEZ, E. M.; NAVARRO MEDEROS, J. F. y PAIS PAIS, F. J.: El Corpus de grabados rupestres de La Palma como base para la interpretación y conservación de estos yacimientos, Investigaciones Arqueológicas en Canarias II, (Santa Cruz de Tenerife), 1990, Pág. 171.
57  MARTÍN RODRÍGUEZ, E.: La Zarza: entre el cielo y la tierra, (Madrid), 1998, Págs. 49-63.
58  MARTÍN RODRÍGUEZ, E.: La Zarza: entre el cielo y la tierra, (Madrid), 1998, Págs. 64-71..
59  MARTÍN RODRÍGUEZ, E.: La Zarza: entre el cielo y la tierra, (Madrid), 1998, Pág. 72.
60  MARTÍN RODRÍGUEZ, E.: La Zarza: entre el cielo y la tierra, (Madrid), 1998, Pág. 73.
61  MARTÍN RODRÍGUEZ, E.: La Zarza: entre el cielo y la tierra, (Madrid), 1998, Pág. 74.
62   MARTÍN RODRÍGUEZ, E. M.; NAVARRO MEDEROS, J. F. y PAIS PAIS, F. J.: El Corpus de grabados rupestres de La Palma como base para la interpretación y conservación de estos yacimientos, Investigaciones Arqueológicas en Canarias II, (Santa Cruz de Tenerife), 1990, Pág. 172.
63   MARTÍN RODRÍGUEZ, E. M.; NAVARRO MEDEROS, J. F. y PAIS PAIS, F. J.:
64   MARTÍN RODRÍGUEZ, E. M.; NAVARRO MEDEROS, J. F. y PAIS PAIS, F. J.: El Corpus de grabados rupestres de La Palma como base para la interpretación y conservación de estos yacimientos, Investigaciones Arqueológicas en Canarias II, (Santa Cruz de Tenerife), 1990, Pág. 173.
65   MARTÍN RODRÍGUEZ, E. M.; NAVARRO MEDEROS, J. F. y PAIS PAIS, F. J.: El Corpus de grabados rupestres de La Palma como base para la interpretación y conservación de estos yacimientos,
Investigaciones Arqueológicas en Canarias II, (Santa Cruz de Tenerife), 1990, Pág. 173.
66  HERNÁNDEZ PÉREZ, M.: Contribución a la Carta Arqueológica de la isla de La Palma (Canarias),
Anuario de Estudios Atlánticos, XVIII, (Madrid-Las Palmas), 1972, Pág. 612.
67  HERNÁNDEZ PÉREZ, M.: Contribución a la Carta Arqueológica de la isla de La Palma (Canarias),
Anuario de Estudios Atlánticos, XVIII, (Madrid-Las Palmas), 1972, Pág. 622.
68   MARTÍN RODRÍGUEZ, E. M.; NAVARRO MEDEROS, J. F. y PAIS PAIS, F. J.: El Corpus de grabados rupestres de La Palma como base para la interpretación y conservación de estos yacimientos, Investigaciones Arqueológicas en Canarias II, (Santa Cruz de Tenerife), 1990, Pág. 173.
69   MARTÍN RODRÍGUEZ, E. M.; NAVARRO MEDEROS, J. F. y PAIS PAIS, F. J.: El Corpus de grabados rupestres de La Palma como base para la interpretación y conservación de estos yacimientos, Investigaciones Arqueológicas en Canarias II, (Santa Cruz de Tenerife), 1990, Pág. 173.
70   MARTÍN RODRÍGUEZ, E. M.; NAVARRO MEDEROS, J. F. y PAIS PAIS, F. J.: El Corpus de grabados rupestres de La Palma como base para la interpretación y conservación de estos yacimientos,
Investigaciones Arqueológicas en Canarias II, (Santa Cruz de Tenerife), 1990, Pág. 174.
71  HERNÁNDEZ PÉREZ, M.: Contribución a la Carta Arqueológica de la isla de La Palma (Canarias),
Anuario de Estudios Atlánticos, XVIII, (Madrid-Las Palmas), 1972, Págs. 633-634.
Estación asociada a un gran poblado de cuevas y una necrópolis; Hallazgo: Mauro
Hernández Pérez (1970).72
72  HERNÁNDEZ PÉREZ, M.: Contribución a la Carta Arqueológica de la isla de La Palma (Canarias),
Anuario de Estudios Atlánticos, XVIII, (Madrid-Las Palmas), 1972, Págs. 633-634.
73  HERNÁNDEZ PÉREZ, M.: Contribución a la Carta Arqueológica de la isla de La Palma (Canarias),
Anuario de Estudios Atlánticos, XVIII, (Madrid-Las Palmas), 1972, Págs. 633-634.
74   MARTÍN RODRÍGUEZ, E. M.; NAVARRO MEDEROS, J. F. y PAIS PAIS, F. J.: El Corpus de grabados rupestres de La Palma como base para la interpretación y conservación de estos yacimientos, Investigaciones Arqueológicas en Canarias II, (Santa Cruz de Tenerife), 1990, Pág. 174.
75   MARTÍN RODRÍGUEZ, E. M.; NAVARRO MEDEROS, J. F. y PAIS PAIS, F. J.: El Corpus de grabados rupestres de La Palma como base para la interpretación y conservación de estos yacimientos, Investigaciones Arqueológicas en Canarias II, (Santa Cruz de Tenerife), 1990, Pág. 174.
76   MARTÍN RODRÍGUEZ, E. M.; NAVARRO MEDEROS, J. F. y PAIS PAIS, F. J.: El Corpus de grabados rupestres de La Palma como base para la interpretación y conservación de estos yacimientos, Investigaciones Arqueológicas en Canarias II, (Santa Cruz de Tenerife), 1990, Pág. 174.
77   MARTÍN RODRÍGUEZ, E. M.; NAVARRO MEDEROS, J. F. y PAIS PAIS, F. J.: El Corpus de grabados rupestres de La Palma como base para la interpretación y conservación de estos yacimientos, Investigaciones Arqueológicas en Canarias II, (Santa Cruz de Tenerife), 1990, Pág. 174.
78  HERNÁNDEZ BENÍTEZ, P.: Culturas del Noroeste (petroglifos canarios), III Congreso Nacional de
Arqueología, (Zaragoza), 1955, Págs. 99-104.
79    PAIS  PAIS,  F.  J.  y  HERRERA  GARCIA,  F.:  Las manifestaciones rupestres del municipio de Puntallana (La Palma): una aproximación a la prehistoria del cantón de Tenagua, Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Nº 0, (Madrid) 2004, Págs. 203-204
80    PAIS  PAIS,  F.  J.  y  HERRERA  GARCIA,  F.:  Las manifestaciones rupestres del municipio de
Puntallana (La Palma): una aproximación a la prehistoria del cantón de Tenagua, Revista de Estudios
Generales de la Isla de La Palma, Nº 0, (Madrid) 2004, Págs. 204-205.
81    PAIS  PAIS,  F.  J.  y  HERRERA  GARCIA,  F.:  Las manifestaciones rupestres del municipio de Puntallana (La Palma): una aproximación a la prehistoria del cantón de Tenagua, Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Nº 0, (Madrid) 2004, Págs. 206-207.
82    PAIS  PAIS,  F.  J.  y  HERRERA  GARCIA,  F.:  Las manifestaciones rupestres del municipio de
Puntallana (La Palma): una aproximación a la prehistoria del cantón de Tenagua, Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Nº 0, (Madrid) 2004, Págs. 207-209.
83    PAIS  PAIS,  F.  J.  y  HERRERA  GARCIA,  F.:  Las manifestaciones rupestres del municipio de Puntallana (La Palma): una aproximación a la prehistoria del cantón de Tenagua, Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Nº 0, (Madrid) 2004, Págs. 209-215.
84    PAIS  PAIS,  F.  J.  y  HERRERA  GARCIA,  F.:  Las manifestaciones rupestres del municipio de Puntallana (La Palma): una aproximación a la prehistoria del cantón de Tenagua, Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Nº 0, (Madrid) 2004, Págs. 215-219.
85  PAIS PAIS, F. J.: El bando prehispánico de Tigalate-Mazo, (Tenerife), 1997, Págs. 416-420.
86  PAIS PAIS, F. J.: El bando prehispánico de Tigalate-Mazo, (Tenerife), 1997, Págs. 420-422.

87  HERNÁNDEZ PÉREZ, M.: Contribución a la Carta Arqueológica de la Isla de La Palma (Canarias),
Anuario de Estudios Atlánticos, XVIII, (Madrid-Las Palmas), 1972, Pág. 92.
88  DIEGO CUSCOY, L.: Nuevas consideraciones en torno a los petroglifos del Caboco de Belmaco (Isla de La Palma), Revista de Historia Canaria, XXI, (La Laguna), 1955, Págs. 6-29.
89  PAIS PAIS, F. J.: El bando prehispánico de Tigalate-Mazo, (Tenerife), 1997, Págs. 432-433.
90  PAIS PAIS, F. J.: El bando prehispánico de Tigalate-Mazo, (Tenerife), 1997, Pág. 434.
91  DIEGO CUSCOY, L.: Los grabados rupestres de Tigalate Hondo, Revista de Historia Canaria, XXIV, (La Laguna), 1958, Págs. 243-254.
92  DIEGO CUSCOY, L.: Los grabados rupestres de Tigalate Hondo, Revista de Historia Canaria, XXIV, (La Laguna), 1958, Págs. 243-254..
-ABREU GALINDO, J.: Historia de la conquista de las Siete Islas de Canaria, (Santa
Cruz de Tenerife), 1977.
-ÁLVAREZ DELGADO, A.: Inscripciones líbicas en Canarias, (la Laguna), 1964.
-DIEGO CUSCOY, L.: Nuevas consideraciones en torno a los petroglifos del Caboco de Belmaco (Isla de La Palma),  Revista  de  Historia  Canaria,  XXI,  (La Laguna), 1955, Págs. 6-29.
-DIEGO CUSCOY, L.: Los grabados rupestres de Tigalate Hondo, Revista de
Historia Canaria, XXIV, (La Laguna), 1958, Pags. 243-254.
-DIEGO CUSCOY, L.: Memoria de las excavaciones en Belmaco, Inédita, (1962).
-DIEGO  CUSCOY,  L.:  El Roque de Teneguía y sus petroglifos,  Noticiario
Arqueológico Hispánico, II, (Madrid), 1973.
-FERNÁNDEZ MARTÍNEZ, Víctor M.: El arte rupestre prehispánico de La Palma: una visión desde la etnoarqueología africana, Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Nº 3, (Madrid), 2007, Págs. 65-79.
HERNÁNDEZ BENÍTEZ, P.: Culturas del Noroeste (petroglifos canarios), III Congreso Nacional de Arqueología, (Zaragoza), 1955, Págs. 99-104.
-HERNÁNDEZ PÉREZ, M.: Contribución a la Carta Arqueológica de la Isla de La Palma (Canarias), Anuario de Estudios Atlánticos, XVIII, (Madrid-Las Palmas), 1972, Págs. 537-641.
-HERNÁNDEZ PÉREZ, M.: La palma prehispánica, (Las Palmas de Gran Canaria),
1977.
-HERNÁNDEZ PÉREZ, M.: Algunas consideraciones sobre las cronologías del arte rupestre canario, Altamira Symposium, (Madrid), 1981, Págs. 495-504.
-JIMÉNEZ DE CISNEROS, J.: Contribución al estudio de las antigüedades guanches, Ibérica, XX, (Madrid), Págs. 28-30.
-MARTÍN HERNÁNDEZ, Miguel A.: Los grabados antropomorfos del Lomo Boyero en El Guincho (Breña Alta), Actas del I Encuentro de Geografía, Historia y Arte de La Palma, Tomo I (Prehistoria), (La Palma), 1993, Págs 103-111.
-MARTÍN RODRÍGUEZ, E.: La Zarza: entre el cielo y la tierra, (Madrid), 1998.
-MARTÍN  RODRÍGUEZ,  E.  (Editor),  en  FAYCAG  (Revista  Canaria  de
Arqueología), otoño de 2002.
-MARTÍN RODRÍGUEZ, E. y NAVARRO MEDEROS, J. F.: El Barranco de San Juan y el arte rupestre palmero: un doble proyecto de investigaciones arqueológicas en la isla de La Palma, El Museo Canario, XLIV, (Las Palmas de Gran Canaria), 1984, Págs. 9-31.
-MARTÍN RODRÍGUEZ, E.; NAVARRO MEDEROS, J. F. y PAIS PAIS, F. J.: El Corpus de Grabados Rupestres de La Palma como base para la interpretación y conservación de estos yacimientos,  Investigaciones  Arqueológicas  en  Canarias,  II, (Santa Cruz de Tenerife), 1990, Págs. 157-186.
-MARTÍN RODRÍGUEZ, E. y PAIS PAIS, F. J.: Las manifestaciones rupestres de
La Palma, en Manifestaciones rupestres de la Islas Canarias, (Santa Cruz de Tenerife),
1996, Págs. 299-359.
-MATA, A. y SERRA, E.: Nuevos grabados rupestres en la isla de La Palma,
Revista de Historia, VII, (La Laguna), 1941, Págs. 352-358
-NAVARRO MEDEROS, J. F. y  DE LA ROSA, F. J.: El complejo de estaciones rupestres de Lomo Boyero (Isla de La Palma. Canarias) y el problema de los grabados cruciformes, Tabona, VIII, (La Laguna), 1993, Págs. 237-272.
-NAVARRO MEDEROS, J. F. y MARTÍN RODRÍGUEZ, E.: La Prehistoria de la isla de La Palma: una propuesta para su interpretación, Tabona, VI, (La Laguna), 1991, Págs. 147-184.
-PAIS PAIS, F. J. : La tercera campaña del Inventario Arqueológico del Parque y Preparque de La Caldera de Taburiente (Isla de La Palma), Tabona, VIII, Tomo I, (Madrid), 1993, Págs. 273-290.
-PAIS PAIS, F. J.: La economía de producción en la prehistoriade la isla de La
Palma: la ganadería, (Santa Cruz de Tenerife), 1996.
-PAIS PAIS, F. J.: El bando prehispánico de Tigalate-Mazo, (Tenerife), 1997.
-PAIS PAIS , F. J.: El conjunto ceremonial del Llano de Las Lajitas (Roque de Los Muchachos. Garafía. La Palma), “Anuario del Instituto de Estudios Canarios”, XLIII, (La Laguna), 1999, Págs. 377-412
-PAIS PAIS, F. J.: La estación de grabados rupestres del Lomo de Tamarahoya en el contexto del cantón de Aridane, Revista de Estudios Generales de la isla de La Palma, Nº 1, (Madrid), 2005, Págs, 373-410.
-PAIS PAIS, F. J.: El bando prehispánico de Tagaragre, (Madrid), 2007.
-PAIS PAIS, F. J. y HERRERA GARCIA, F.: Las manifestaciones rupestres del municipio de Puntallana (La Palma): una aproximación a la prehistoria del cantón de Tenagua, Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Nº 0, (Madrid) 2004, Págs. 185-221.
-VARIOS:  Manifestaciones rupestres de Las Islas Canarias,  (Santa  Cruz  de
Tenerife), 1996.


No hay comentarios:

Publicar un comentario