UNA HISTORIA RESUMIDA DE CANARIAS
PERIODO COLONIAL 1501-1600
DECADA 1551-1560
CAPITULO IX-XXXIX
Eduardo Pedro García Rodríguez
1556.
El año último de esta cruel y sangrienta guerra
contra Francia, no ofreció extraordinarias novedades en el aspecto militar. En
enero circularon por las islas rumores de que el pirata Jacques de Sores
preparaba catorce navíos contra ellas e inmediatamente don Pedro Cerón, capitán
general de Gran Canaria, lo comunicó a la Princesa, quien dispuso de nuevo, como
gobernadora del reino" la salida a su encuentro de la flota de guerra
española, al mando de don Alvaro de Bazán.
Este zarpó con los navíos de
Sanlúcar, rumbo a las Islas Canarias, el 12 de abril de 1556, sorprendiéndole
tan formidable temporal a la altura del cabo de San Vicente que tuvo que
refugiarse en Lagos. Allí se desarrolló una epidemia que, al afectar a gran
parte de la tripulación, estuvo a punto de hacer fracasar la expedición.
Pasado algún tiempo, pudo Bazán
hacerse por segunda vez a la mar, arribando a las islas, sin que se pueda
precisar la fecha exacta, y desde ella se dirigió a las Costas de Berbería al
tener noticia de que navíos moros allí apostados robaban a los barcos canarios
pesqueros, que desde tiempos de la conquista realizaban en la vecina costa de África
sus faenas. Sin embargo, lo que halló don Alvaro de Bazán en el cabo de Aguer,
al amparo de su fortaleza, fueron dos naos inglesas cargadas de toda clase de
armas para vender a los moros de Fez, mandadas por un tal "Richarte
Guates", pirata de difícil identificación. Don Alvaro de Bazán, no
obstante el nutrido fuego que de la fortaleza y los navíos ingleses se le
hacía, arremetió impetuoso contra ellas, y después de un fuerte cañoneo por
ambas partes, logró rendir a 1as dos naos, capturando 200 prisioneros y
apoderándose de un crecido material de guerra entre lanzas, cotas de malla,
balas de artillería, plomo y pólvora. Después mandó poner fuego a las siete
carabelas y chalupas berberiscas que robaban a los navíos pesqueros canario, y
regresó con su presa a la
Península para hacer su entrada en Cádiz el 26 de mayo de
1556.
En el palacio del Viso,
construido en esta villa manchega por el primer marqués de Santa Cruz, se
conservan entre las pinturas que conmemoran sus hazañas, debidas al pincel de
los hermanos Juan y Francisco Perola, una que representa el combate que hemos
reseñado, en el que limpió las aguas de Berbería-que es lo mismo que decir las
costas de Canarias de los piratas moros que infestaban aquellos parajes. (En:
A. Rumeu de Armas, 1991)
1556. Protestaron
los vecinos colonos, consiguiendo licencia, para vender "frutos de la tierra" en Indias.
Disparada la emigración, por deslumbrar la imagen excepcional del indiano
triunfante, analfabeto y rico, se obligó al navegante a depositar 5.000 ducados
de fianza, como garantía de regreso. Los barcos de Canaria debían incorporarse
a las flotas a su paso por las islas, regresando en su compañía hasta Sevilla,
para pagar quinto y avería en la
Casa de la
Contratación, no pudiendo llevar pasajeros. (Luisa Álvarez de
Toledo)
1556. La isla de Chinech (Tenerife) los colonos establecidos en la
misma rivalizaron con la de Gran Canaria en solemnizar el advenimiento al trono
de Felipe II, en tiempos del gobierno de don Juan López de Cepeda. "Pusose
el pendon real según nos refiere el historiador Núñez de la Peña en casa de Pedro de
Ponte como regidor mas antiguo que vivía en la plaza de San Miguel. ..De ahi lo
saco el dicho Pedro de Ponte acompañado de la Justicia y
Regimiento", situándolo en un cadalso levantado en la propia plaza
"en un mástil, ya los lados del se puso: el Estandarte Real al derecho y
al siniestro la bandera general de la isla". Los reyes de armas Alonso
Núñez y Bartolomé Barba, que se adornaban "con cotas de raso carmesí e
escudos de armas reales en los pechos"-dicen los documentos de la época-,
mostraron al pueblo congregado las cédulas de abdicación de Carlos I y
proclamación de Felipe II, y entonces el gobernador Cepeda, adelantándose en el
estrado, "e puesto el rostro a la plaza dixo: Oyd, oyd, oyd; Castilla,
Castilla, Castilla por el ynclito rey don Felipe nuestro señor senper
augusto", mientras Pedro de Ponte flameaba el pendón real a los cuatro
vientos y las compañías de milicias de toda la isla disparaban las salvas de
rigor con arcabuces y mosquetes. A renglón seguido los caballeros de la ciudad,
vistiendo "libreas de seda", corrieron cañas y entretuvieron al
pueblo congregado, y el acto finalizaba con una espléndida colación en las
casas de Pedro de Ponte, quien con su rumbo proverbial obsequió a la nobleza y
autoridades "con muchos generos de fruta, de confitura, tortas reales y
maçapanes..."
1556.
Los colonos de Tenerife abstienen licencia de la
metrópoli para vender "frutos de la tierra" en Indias. Disparada
la emigración, por deslumbrar la imagen excepcional del indiano triunfante,
analfabeto y rico, se obligó al navegante a depositar 5.000 ducados de fianza,
como garantía de regreso. Los barcos de Canaria debían incorporarse a las
flotas a su paso por las islas, regresando en su compañía hasta Sevilla, para
pagar quinto y avería en la Casa
de la Contratación,
no pudiendo llevar pasajeros.
1556. Tedote n Benahuare (Santa Cruz de La Palma) tenía su escuela de
gramática que regentaba Pedro Alonso Morón, sin otro sueldo que el salario que
le pagaban los alumnos y que el ayuntamiento fijó en 4 doblas por año a cada
discípulo.
1556.
El Rey español, como compensación a tantas penurias sufridas en la colonia
canaria en defensa de sus interese y para premiar la defensa, concedió durante
3 años a las islas de Chinet (Tenerife), Tamaránt (Gran Canaria) y Benahuare (La Palma), el derecho a
exportar 5.000 toneladas de frutos a América. También cedió 30 piezas de
Artillería y 80 quintales de Pólvora para mejorar las defensas. Hasta finales
del 57 se mantuvieron en continua alarma y movilizadas las milicias y castillos
de las islas.
Tras pasar el peligro, el Tesoro de Méjico, causa de todos estos trastornos y sangre derramada, pudo llegar por fin a Cádiz (España).
En el Museo Militar del Castillo de Almeyda, en Añazu n Chinet (Santa Cruz de Tenerife), se conserva una pieza de artillería denomina Tigre que según las crónicas coloniales participo en la Batalla contra Blake. También lo hizo contra Jennings en 1706 y contra Nelson en 1797.
1556.
Don Alvaro de Bazan persigue a un pirata ingles que traficaba en armas con los
pueblos mazigios del continente para que estos hostigasen a los pescadores
colonos canarios frente a Santa Cruz de Mar pequeña.
1556.
Baterías de Roncadores 1 y 2,
situadas entre la de la Cruz
o del Calvario y el Fuerte de San Pedro se hallaban estas dos baterías, la
primera con 2. piezas y la segunda con 3 de bronce, mandadas construir en 1656
por el Comandante General Dávila Guzmán al declararse la guerra con Gran
Bretaña, y quedaron en ruinas después del ataque de Blake del 30 de Abril de
1657. (José María Pinto de la
Rosa, 1996)
1556. El
pendiente de un hilo ya merced Rey de la metrópoli Felipe II había heredado,
con sus dominios, el odio concitado de aquellas naciones que, como Francia,
tenían intereses antagónicos con los españoles y estaba dispuesta a hacerlos
prevalecer. De esta manera la tregua de Vaucelles estaba tan sólo del primero
que lo quisiera cortar fue el papa Paulo
IV, perteneciente a la familia napolitana de los Caraffa, que, no obstante
haber sido el campeón de la intransigencia contra el protestantismo, ahora
encontraba, en su odio contra los españoles y su dominación en ltalia,
compatible tal actitud uniéndose en alianza con Enrique II, protector de
aquéllos, y con los mismos turcos, enemigos declarados de la Cristiandad.
La guerra volvió así a encenderse
por todas las fronteras de Europa, y las autoridades coloniales españolas
recibieron orden de declarar rotas las treguas cuando apenas hacía un año que
había sido solemnemente proclamado el monarca español y que se habían publicado
las paces con Francia.
Cuando se iba apagando el brillo
de estas fiestas, volvieron a resucitar merced a las noticias recibidas en el
Archipiélago, en la primavera de 1556, de haberse firmado las paces entre
España y Francia" acontecimiento que fué conmemorado con "faroles y
luminarias" y toda clase de festejos populares, en particular "cañas
y sortijas"
Así
no es de extrañar la decepción que produjo en la población colonial isleña las
noticias difundidas en febrero de 1557 de haberse roto las treguas con Francia,
que tuvieron inmediata confirmación oficial. La princesa doña Juana, como
gobernadora de los Estados de su hermano, comunicó la infausta nueva a las
autoridades españolas del Archipiélago Canario por Real cédula expedida en
Valladolid el1 de marzo de 1557, poniéndolas al corriente de cómo el rey de
Francia había roto las treguas, violando las fronteras españolas de Flandes, y conminándolas a llevar a cabo,
sin pérdida de tiempo, la publicación del rompimiento y el embargo inmediato
de, todos los navíos y bienes de franceses.
Mientras tanto en Gran Canaria había cesado
en el gobierno, por segunda vez, don Rodrigo Manrique de Acuña, un poco antes
de cumplirse el trienio de su mando (sin duda a causa de las denuncias
formuladas contra su gestión) , siendo sustituído por el gobernador y juez de
residencia licenciado Pedro Mexía, llegado a Canarias en el otoño de 1556.El 28
de marzo de 1557, en presencia del gobernador Mexía y del capitán general
Cerón, fué publicada la guerra, y el 3 de .abril lo hacía en San Cristóbal de
La Laguna el licenciado don Juan López de Cepeda.
1556. Las aguas de las Islas Canarias son testigos
del paso de la frustrada expedición de Peyrot de Monluc. Este sujeto, con dos
buques de su propiedad y 5 navíos de la Armada francesa, pretendía colonizar la costa de
Sudafrica con la ayuda de pilotos Portugueses. Parte Monluc de Burdeos el 23 de
Agosto de 1556.Pese a que el rey de Francia Carlos IX les había dado claras
instrucciones de no atacar buques y propiedades de España y Portugal, una vez
en el Atlántico y tal vez para financiar la expedición, Monluc se dedica al
Corso. Después de algunas piraterías, aparecen el 3 de Octubre ante Madeira y
saquean Funchal, donde muere el Almirante francés de las heridas recibidas en
el combate contra la guarnición portuguesa y tras apoderarse de los buques
fondeados en el Puerto.
Le sustituye en el mando Louis de Lur, Vizconde de Uza. Se decide volver a Francia no sin antes hacer unas correrías por las canarias, a ver si pescaban algo. Tras haberlo intentado contra Winiwuada (Las Palmas), aparecen ante la Gomera el 1 de Noviembre, permaneciendo 4 días en la Bahía y comerciando con sus habitantes. Estas transacciones comerciales le costaran un proceso de la Inquisición española al Conde de la isla por tratar con Herejes.
1556 enero 27.
PETICION DE GASPAR DE OLIVARES MALDONADO DE TIERRA DEBAJO DE LA MONTAÑA DEL MOJON
JUNTO AL BARRANCO DE
GUAYADEQUE. Las Palmas. Muy
magnificos señores: Gaspar
de Olivares Maldonado,
beso las manos de vuestras
señorias y digo que el año pasado de 1553 siendo alcayde de la fortaleza de Las
Ysletas ove pedido a vuestras
señorias me hiziesen merçed de dosientas
anegadas de tierra poco
más o menos que son a la vanda de
Telde que a
por linderos de
una parte el
barranco de Guayadeque aguas vertientes y de la otra parte otro barranco
que va por el colmenar de Burgos aguas
vertientes que va por la vanda de abaxo
de las mismas tierras a feneçer
al dicho barranco de
Guayadeque y por la vanda de arriba un lomo que viene de la
montaña del Moxon a dar en las mismas
tierras. E por vuestras señorias fue remitida
a su merçed del señor governador
para que vistas las tierras lo proveyese e por estar
como yo estuve ocupado en la dicha alcaydia aquel año e el otro
siguiente de 54 no tuvo lugar de entender
en que se me efetuase la merçed e a dias que
e pedido al escrivano del
cabildo me de la petiçion para conseguimento y efeto della, el cual
dixe que la a buscado y no la alla, e por que a su merçed del señor governador
e algunas de vuestras
señorias consta como
la ove presentado e como se
cometio al señor governador e aun el escrivano ara dello relaçion,
a vuestras señorias
suplico se an
servidos de me
hazer merçed de las dichas tierras como su merçed del señor governador
lo tenia proveydo al pie de la
comision de que en ello reçibire merçed.
Besa las manos de vuestras señorias.
…En cabildo XXVII de Enero de
IVDLVI años. E por los dichos señores gobernador e regidores vista dixeron que
le dan syn perjuyzio de terçero e el
deñor governador dixo que conforme a la rremision del cabildo avia man-
dado que
le diese titulo dellas en la
otra petiçion que
antes avia dado el dicho Gaspar de Olivares e mandaron que se
le de titulo dellas e se asyente en el Libro de Datas.” (Rafael Sánchez Valerón y Felipe
Enrique Martín Santiago. Génesis y
desarrollo del Ingenio durante el siglo XVI)
1556 marzo.
PINEDA, CRUZ DE (ARUCAS)
Topónimo con el que se conoce un
barrio situado entre El Cardonal al norte, y, Los Parrales y El
Hinojal al sur, situado junto a la carretera de Arucas a Bañaderos (GC-330), asentamiento que nació junto al Camino
Real de la Ciudad
a Gáldar, que viniendo de Trasmontaña llega a Bañaderos.
El topónimo tiene su origen en
los hechos históricos acaecidos en marzo de 1556, que giraron en torno al
asesinato del Alcalde Mayor y Coronel de las villas de Gáldar y Guía Hernando
de Pineda por Bernardino de Carvajal.
Sobre él nos cuenta Agustín
Millares Torres en la Colección
de documentos para la
Historia de Canarias que legara al Museo Canario que «Pocos,
sin embargo, son los conocedores del origen de tal denominación que obedece a
que en dicho lugar "dicen que mataron al dicho Pineda fué junto a la
montaña de Arucas que es de la parte del dicho barranco de Moya, dos leguas
poco más o menos". Origen de tal suceso, que por la calidad de las
personas que en él intervinieron debió tener, en los días de su ocurrencia, una
enorme resonancia, fueron las divergencias existentes entre Bernardino de
Carvajal y Hernando de Pineda, ambos avecindados y propietarios en Galdar,
donde era Alcalde el segundo, las que llegaron a revestir verdaderos caracteres
de odiosidad recíproca, que tuvieron triste desenlace en el encuentro junto a
la montaña de Arúcas, estando de camino para Galdar el dicho Hernando de
Pineda».
Nos introduce el historiador en
un escenario de enfrentamientos de la sociedad del siglo XVI donde privilegios,
poderes y riquezas serán las razones que motivarán los grandes odios entre dos
influyentes personajes, uno Bernardino de Carvajal descendiente directo de
Fernando de Guanarteme «Rey y Señor que fué desta Ysla de Canária,
Conquistador de ella y de las Yslas de Tenerife y la Palma o a lo menos una de
las principales personas por quien las dichas Islas se ganaron y redujeron a la Corona Real»; y
otro Hernando de Pineda, sobrino recién arribado a la isla para convertirse en
el administrador de los bienes de su tío Gerónimo de Pineda, casado a su vez
con otra descendiente del Guanarteme.
Además de los enfrentamientos por la posición, se infiere el conflicto de quienes ya estantes en la isla rechazan la ambición de poder del recién llegado, y que además conformará con sus tierras la divisoria de los territorios jurisdiccionales de las villas de Gáldar y Guía en las márgenes del barranco de Guía, una larga historia en la que es necesario profundizar para conocer de las circunstancias.
Los viejos estantes en el norte
de la Isla son
los descendientes de un hidalgo extremeño llamado Miguel de Trejo Carvajal que
se había casado con Margarita de Guanarteme, hija de Fernando de Guanarteme.
Del matrimonio nació Bernardino de Carvajal, quien se casó con Melchora de San
Juan y tuvieron por hijos a Miguel de Trejo, Alonso de Carvajal, Francisco de Carvajal,
Elvira de Malueños y Maigarida Fernandez de Carvajal.
Gerónimo de Pineda que había
instituido por testamento la fundación del Vínculo de Bienes de la Hoya de Pineda en Gáldar, al
fallecer en 1543 se convierte en poseedor de los bienes su viuda María de
Bethencourt, hija de Maciot de Bethencourt y Luisa Fernández de Guanarteme, que
antes de ser bautizada era la infanta Thenesoya Vidina, sobrina del Guanarteme.
Se trata de la princesa que Maciot de Bethencourt de Lanzarote raptara en el Bañadero
"encandilado por su rutilante belleza rubia", a quien tuvo que
devolver a Gran Canaria por las amenazas del Guanarteme.
La arribada a la isla de Hernando
de Pineda para ayudar a la viuda de su tío, convirtiéndose en el administrador
de sus bienes, sería el inicio de un fulgurante ascenso social que le
permitiría casarse con Mariana Díaz de la Mota, hija de Gonzalo de Aguilar, adquirir varios
cargos que concluirían con su nombramiento como alcalde de la villa de Gáldar
por el gobernador Rodrigo Manrique, posición que le habilitaría para iniciar un
continuo hostigamiento a los descendientes del Guanarteme, afectando incluso a
la fijación de tributos de los que estaban exentos por su condición.
Su arribada a la isla comportaría
también la inquietud de la gran familia del Guanarteme, pues Thenesoya fue el
símbolo de la simbiosis de las dos razas y de su síntesis definitiva, y junto
con sus primas las hijas del Guanarteme fueron troncos de una dilatada
descendencia, emparentadas con las principales familias de los conquistadores,
en todas las islas; era así como otro nieto de Thenesoya, llamado como su
abuelo Maciot de Bethencourt con propiedades en Gáldar y amigo de Bernardino de
Carvajal, aspiraba a ser el heredero de su tía María, viuda de Gerónimo de
Pineda. Era la perfecta endogamia de la época que Hernando de Pineda venía a
incomodar.
Algunas crónicas cuentan que el
primogénito de Bernardino de Carvajal, Miguel de Trexo, fue muerto por un
criado de Hernando de Pineda llamado Luis Pérez, quien fue escondido y
embarcado protegido por el Gobernador, y que el padre había jurado venganza de
acabar con Hernando de Pineda, a quien dio muerte en este lugar el 16 de
febrero de 1556, y alterada la versión que corrió por la que fue condenado a
prisión y «sin guardar orden ni tela de juicio, hizo cierto auto o sentencia
por el cual declaró al dicho Bernardino de Carvajal por traidor y a todos los
que de su linaje descendiesen hasta la cuarta generación, y juntamente con esto
mandó que las casas de su morada fuesen asoladas y puestas por tierra, y
puestas en ella, un marmol como casas de traidores que hubieran cometido crimen
lesa Majestatis cometido contra las personas de Estado de Nuestro Rey y Señor».
Meses después los hijos del
prisionero Bernardino de Carvajal inician un pleito contra el Gobernador
Rodrigo Manrique alegando que «porque el dicho Hernando de Pineda,
mostrandose su capital enemigo, dió favor y ayuda a ciertos parientes de su
muger mediante lo cual alevosamente mataron a Miguel de Trexo, hijo de dicho
Bernardino de Carvajal, y con el dicho favor los dichos matadores no fueron
castigados, siguiendo el dicho Bernardino de Carvajal la muerte de su hijo en
tela de juicio, y visto que no le alcanzaba, se partió desta Ciudad para la
villa de Galdar, donde vivia, y sabido por el dicho Hernando de Pineda, les
siguió siendo rogado de muchas personas que no lo hiciese, teniendo como tenia
en poco al dicho Bernardino de Carvajal y Maciot de Betancor, su primo, que
iban juntos a causa del gran favor que el dicho D. Rodrigo le daba como tal
Gobernador juntamente con otras personas principales y poderosas de esta Ysla,
y por ello cuando todo rigor de derecho se pudiese ejecutar en el dicho
Bernardino de Carvajal pareciendo haber muerto a el dicho Hernando de Pineda,
solamente sería la pena del presidio y no la que el dicho Don Rodrigo ha puesto
de la nota e infamia al dicho linaje de los Carvajales, por haberlo fecho es
digno de muy gran prision y castigo, demas que es obligado a redificar y
levantar las dichas casas del dicho Bernardino de Carvajal, con mas todos los
daños y pérdidas y menoscabo que por su causa y culpa han padecido y recibido
los bienes y hacienda del dicho Bernardino de Carvajal, (...) como a casa de
Caballero hijodalgo de solar conocido, fiel y leal vasallo de S. M., sin que en
él hubiese caido nota de infamia de traidor ni otra mácula ninguna...».
Sorprende como los hijos de
Bernardino de Carvajal reconocen con dignidad que su padre dio muerte a
Hernando de Pineda, y que por ello debe cumplir presidio, pero rebaten y
denuncian al Gobernador porque no fue un acto "traidor", sino
en defensa propia, y como tal exigen se repongan los bienes y privilegios a la
familia Carvajal. De alguna forma asumen que con ello se restituí así la ofensa
por la muerte de su hermano por orden de Hernando de Pineda. Acaba el
historiador su reseña del documento así: «Según se desprende de lo que puede
leerse en el manuscrito fueron absueltos Maciot de Betancor y Bernardino de
Carvajal por sentencia que firma el Doctor Messia. (En 1558)».
La placa y cruz en el lugar se
cree fue mandada a colocar por alguien de la familia de los Pineda, las cuales
crearían el topónimo que da nombre al pago aruquense.(Humberto Pérez)
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