2008 mayo 4.
Canarias, cinco razones de Estado
(I) Manuel Díaz Hernández (*)
La génesis del desgraciado pleito
insular canario y su fenomenología interna consiste en inducir el agravio
permanente entre las partes enfrentadas, en razón de los desequilibrios
inducidos al pueblo sometido, Canarias, por el país dominante, España, que es
el que ejerce el colonialismo histórico. Es fácil estimular la ambición y los
hegemonismos de una parte sobre otra cuando el pueblo sometido, como nosotros,
no hemos, lamentablemente, desarrollado aún la conciencia político-nacional
necesaria para impedir la eficacia de estos maquiavélicos procedimientos
recurrentes que han practicado los colonialistas mundiales. España tiene mucha
experiencia en estas estrategias, porque tiene aún la colonia más vieja del
mundo.
Pero los canarios que enfatizamos
la razón para resolver nuestros conflictos históricos conocemos también los
postulados de Euclides, o más concretamente la lógica de los axiomas y sus
simetrías completas, y estos se siguen cumpliendo en otro adagio de "no
hay dos sin tres". Realmente, el gran pleito histórico de los canarios y
el de mayor trascendencia que tenemos que resolver a favor es con el
colonialismo español. Este viejo colonialismo ha dejado una larga traza de
asesinatos, cepo, grilletes, esclavitud y una devastadora trayectoria de
explotación total de todos los recursos del territorio durante seis siglos.
Actualmente, España no puede dar
lecciones de moral ni de ética en ninguna parte del mundo. Ha perpetuado su
colonia en África desde el siglo XVI al XXI, cuando los demás imperialistas
europeos han negociado la soberanía de los 54 Estados independientes del África
actual. Este magno conflicto por resolver tiene la misma lógica racional que el
anteriormente descrito, porque es el Comité de Descolonización de la ONU el que
debe escindir este vejatorio vínculo con España de común acuerdo de todas las
partes interesadas, y evidentemente, en este caso hay más de dos.
La conciencia política nacional
canaria está dotada por un cuerpo de doctrina política que descansa en las
leyes naturales, de donde procede el nacionalismo universal, el que ejercen
todos los pueblos del mundo. De esta manera asumen el principio científico de
las ciencias empíricas, es decir, el realismo crítico, conocer su realidad a la
luz de la razón, y en coincidencia con los fundamentos humanísticos de las
ciencias antropológicas, en una exquisita superposición de ftlosofía-ciencia,
donde el hombre conoce su origen y su destino, ese trayecto teológico enlaza
conjuntamente nuestra marcha inexorable hacia la libertad, cumpliendo así el
"principio antrópico" común.
El sentimiento sublime de nuestro
amor patrio está precedido por la fuerza de la razón y la razón de la fuerza
misma, esta doble conmutación de superposición intrínseca, es exponencialmente
creciente, es una función logarítmica con traza en espiral por donde transita
siempre su libertad "ad infinitum".
La razón es la fuerza fundamental
de las ciencias. Ella preside la cúspide del conocimiento. La razón define
también la filogenia de la especie. Está en el centro de todas las diatribas y
las discusiones que se producen en cualquier foro de diferentes rangos. Qué
sería de la justicia sin su presencia. Es siempre ubicua y omnipresente
extensivamente. Ella preside el orden jurídico-político internacional y ha
estado y estará presente en todas las guerras del planeta, para defender la
paz, porque ella es sosegada y serena, fría y neutra como los pronombres y el
artículo "lo". Aquí orillamos la filosofía analítica, donde Noam
Chomsky es el paladín de su estructuralismo.
¿Dónde se localiza la razón? Fue
detectada en el racionalismo griego y deducida con la demostración, porque
tiene una exigencia máxima, necesita ser demostrada, verificada, falseada o
evidenciada según las corrientes filosóficas para la filosofía de la ciencia.
El fenómeno de la razón y su
lógica intrínseca fue retomado en la filosofía moderna con la conjunción de
tres corrientes filosóficas importantes: el racionalismo, la filosofía
analítica y el positivismo. No obstante, su análisis crítico se hizo por
primera vez por Descartes y Kant. Fue la razón enjuiciada y analizada lo que
determinó el término de criticismo de la razón pura y la razón práctica y otras.
La filosofía científica es el resultado final del sincretismo de las corrientes
filosóficas anteriores y la filosofía científica precede hoy a las ciencias.
El gran conjunto multidimensional
y totipotencial del polinomio formado por la naturaleza, la vida, el cerebro y
la mente está vinculado por la razón. En un análisis retrospectivo sabemos que
la razón se localiza en la mente y que ya forma parte de las ciencias
cognitivas. El cerebro o sistema nervioso central es el soporte funcional de la
mente, que se vehicula con la vida y la vida es el fenómeno más común de los
seres vivos. El gran principio de la filosofía científica del hombre es el
"principio antrópico". Él está también presente en el
"border-line" de las ciencias antropológicas y la filosofía humanística
de forma compartida. Desde la perspectiva de la filosofía científica, el
"principio antrópico" es "ad-hoc" a la naturaleza misma.
¿Quién vulnera este principio humanístico y científico compartido en este
límite? Respuesta: nadie, la razón es una entidad trascendental que se solapa
ella misma en las leyes naturales de donde procede, está en sus grandes
principios y en el cenáculo de las constantes naturales.
¿Qué más extensión racional
tiene? Respuesta: su límite llega a donde se atisban los infinitos mentales.
Estas abstracciones no son fenómenos baladíes, puesto que sin la razón no
podríamos tener nociones de ellos, los infinitos son fenómenos dimensionales
extremos. En la naturaleza
trascendente de la razón abstracta intuimos el infinito
multiversal de su cosmogonía.
Finalmente, la razón reúne
propiedades intrínsecas de posición permanente con relatividadreferencia! nula,
es invariante y constante en el espacio-tiempo y es de extensión limitada,se
observa su presencia en todas las corrientes filosóficas, en todas las
ciencias, en todaslas conductas antropológicas del hombre, y se localiza en su
mente y fuera de ella en toda la naturaleza.
La razón no sólo es la facultad
central del conocimiento, sino que es también su función deestado.
Se abre aquí, en este breve
ensayo filosófico, la posibilidad real de un nuevo criticismo dela razón desde
la perspectiva de la filosofía científica en la época contemporánea del
sigloXXI. Este neocriticismo se obtiene utilizando la lógica dimensional
abstracta de las
ciencias teórico-prácticas del
conocimiento total.
La razón histórica está de
nuestro lado y es nuestra, y su función de estado de la mente es común en los
canarios nacionalistas, por eso ella es nuestra primera razón de Estado.
(II)
Nos proponemos realizar en esta
oportunidad divulgativa, un breve ensayo crítico de los antecedentes
antropológicos del nacionalismo naturalista.
De la revisión bibliográfica de
la teoría política del nacionalismo, vinculada a las Ciencias Políticas del
Estado, evidenciamos algunas consideraciones importantes que desarrollaremos
aquí: a) Que el nacionalismo, como fenómeno político-social, no surgió en
Europa solamente, ni a partir del siglo XVI. b) Que el análisis político de
campo realizado por los politólogos germanos-franceses fue limitado en el
espacio y en su tiempo histórico. No consideraron su universalidad ni sus
verdaderos orígenes.
Este gran fenómeno es mucho más
complejo en sí mismo para el ámbito analizado. Creemos que hay que considerarlo
siempre desde la perspectiva del hombre, en su doble polaridad
filosófico-científica, humanística y antropológica.
El conductivismo está implícito
en la biología evolutiva y en la naturaleza donde toma
parte el que llamamos
nacionalismo naturalista o nacionalismo científico. A continuación
desarrollaremos una metodología argumental analógica para conocer su verdadera
"identidad".
En aquella citada bibliografía,
extraemos los siguientes apartados: a) El período analizado parte desde la
lucha por los espacios hegemónicos de los inmovilismos de los viejos Estados
feudales en confrontación con los pueblos naturales que tienen etnias y lenguas
diferenciadas, b) Se añaden los agravios sociales con respecto a la riqueza
dentro del nuevo orden social del Renacimiento.
La divulgación de su
terminología, nación y nacionalismo se hizo a partir de mediados del siglo XIX.
A la etapa histórica aquí analizada se la llamó nacionalismo moderno, a la
anterior se la llamó nacionalismo ancestral.
En este gran segmento citado
acentuamos nuestra atención expositiva para entender la
segunda razón de Estado de
Canarias. Antes significamos, a modo de resumen, que la
teoría política del nacionalismo
moderno considera: a) A la nación como referencia central en torno a la que
debe girar la vida política, b) Establece una correlación entre la unidad
nacional y la entidad que organiza la política, que es el Estado, c) El
pensamiento nacionalista se afirma frente a enemigos hegemónicos, ya sean
externos o internos a sus propias fronteras. El concepto de este último
apartado se manifestó en las luchas contra el colonialismo imperante europeo en
todo el mundo, comenzando en los EE.UU. y extendiéndose posteriormente a todo
el continente americano, y expandiéndose transcontinentalmente al resto del
mundo colonizado, excepto en Canarias, d) Otra consideración importante
consiste en ponderar la gran fuerza política-social que libera, superior a
otras teorías políticas restantes. Estas últimas están basadas en abstracciones
a cualquier ideología compartida extraterritorialmente por muy justas que ellas
sean, y las tendencias que polaricen.
La explicación de estas
diferencias consiste en analizar algunos fenómenos que habitualmente pasan
desapercibidos para cualquier analista político.
El nacionalismo es un fenómeno
primigenio, es posicional y ordinalmente anterior a las tendencias políticas
secundarias, que son posteriores a él. Más adelante seremos más explícitos.
El nacionalismo antropológico se
manifiesta en cuatro ámbitos muy ostensibles: histórico, territorial, cultural
e identitario.
Estos son dominios universales y
están presentes en todas las naciones del mundo, por lo que los citados ámbitos
corresponden al nacionalismo genérico. Cada país, cada nación, cada Estado, los
aplicará específicamente a su propia identidad nacional, asumiendo su
específica posición geográfica, su historia, su cultura, en el gran marco de
los pueblos libres del mundo, que quedarán vinculados en función de tratados
bilaterales de todo tipo y al amparo de las leyes internacionales.
La intrínsecabilidad es tan
biológica que podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que, por el sólo hecho
de vivir, el hombre, hace historia, cultura, ocupa un espacio territorial,
acota sus límites, e inevitablemente se identifica con ellos. Aunque el
fenómeno es críptico, en el análisis científico-naturalista encontraremos
"las raíces líticas" como las que exhiben nuestros pinos montaraces
radicándose en las rocas de silicio.
Hace aproximadamente 3.500
millones de años, cuando la tierra tenía 1.500 millones de años de antigüedad,
en un cenáculo hídrico y prebiótico, sobre una cinemática browiana "ad
initio", surgió la vida y sus instantes primeros fueron trémulos, y allí
arriba estaban las estrellas, las mismas que siempre irradian la luz de
nuestros amaneceres.
Aquella criatura fue la primera
célula de la biología compartida de todas las especies, ella era procariótica
aún. Allí se iniciaron las primeras pautas interactivas, entre su espacio vital
citoplasmático, y el extraterritorial de su perimundo próximo, y se demarcó así
la estructura primigenia de todas las membranas biológicas, y se establecieron
los estomas celulares por donde se captaban en su interior los estímulos
aferentes del exterior y sus respuestas reflejas eferentes al estímulo de los
movimientos. Se iniciaron así los reflejos automáticos de la génesis del tejido
nervioso primitivo, era el "nacimiento identitario" de la vida
celular.
Mucho más tarde, nuestra célula,
adquirió mayor rango y pasó a ser eucariótica, tenía núcleo estructurado, su
identidad fue creciente. El tejido nervioso primigenio no se ' desarrolló
linealmente, se dispersó en el espacio y en el tiempo con morfología
arboriforme. Hoy existe en nuestro cerebro un número de cien mil millones de
sinapsis con esta disposición citada. La identidad de la vida se organizó para
el conductivismo del hombre en la Tierra. El diálogo interactivo se transformó
en la dialéctica histórica nara el control de la vida misma. Las pautas del
conductivismo son analógicas y se manifiestan en toda la etologia, más
perceptibles en las especies más evolucionadas como los peces, los anfibios,
los reptiles, las aves, los homínidos y el hombre.
Aquella membrana analógicamente
configurada fue la primera frontera de sus funciones vitales, funciones de
estado. Las fronteras quedaron controladas, las células ocuparon un espacio y
toda la vida genérica quedó en función del tiempo desde el "ab
initio" prehistórico, en la génesis del nacionalismo científico.
Como la "herramienta"
que estamos utilizando en este ensayo del nacionalismo naturalista procede de
la filosofía científica, debemos ahora aludir a la lógica. La lógica es un
fenómeno estructural complejo vinculado a la razón de forma inextricable. Tanto
una como otra no existen independientemente y ocupan entre sí un orden
posicional acumulativo, tanto en sentido convergente como divergente, su
relación es constante e invariable, son recíprocas. Por supuesto, están
presentes en nuestra mente y en la naturaleza misma. No se pude identificar la
razón sin su lógica específica. Forma parte de la unidad fundamental del
pensamiento racionalista.
La lógica se aproxima a la razón
a través de un intrincado proceso de equivalencias proporcionales múltiples,
con algoritmos secuenciales concretos. Es decir, "identificando" la
razón, paso a paso, sin invariancia alguna.
Desde Boole y Frege (siglo XIX)
se empieza a realizar análisis de la razón con las matemáticas. Actualmente se
denomina la lógica formal o simbólica a la teoría general de conjuntos, debido
a la reciprocidad existente entre ellas. La lógica y la razón, a la razón pura,
se la considera matemática, y a su lógica, simbólica.
De cualquier posición mental que
imaginemos de primer orden no puede excluirse la fascinante conjugación del
espacio-tiempo. Asertó: nada puede imaginarse, nada puede conocerse, nada puede
verificarse fuera del espacio-tiempo.
¿Cuál es la relación vinculante
entre la naturaleza física, las matemáticas con su razón y su lógica, y con la
biología genérica evolutiva? La respuesta está en los "estados
intermedios" que los ligan. Ejemplo: existen tres estados de la materia
observables, sólidos, líquidos y gaseosos, más los estados intermedios que para
nosotros no son observables, pero ellos son estados transitorios constantes de
las transformaciones fenoménicas y estructurales de las formas que permiten los
cambios de estados, y son recíprocos en la transmutación de ellos. La mente
humana tiene específicamente su razón y su lógica, la razón es la identitaria,
qué casualidad, y enlaza con su lógica interna, que es la fenomenología
analógica, y ambas se soportan en la teoría matemática general de los
conjuntos. ¿Cuál es la diferencia entre la razón pura matemática y nuestra
razón identitaria, que también es pura? La respuesta está en los estados
intermedios de transferencia de los sistemas lógicos.
En este instante tenemos tres
sistemas: el natural o físico, el biológico y el matemático, que aquí es común
y de enlace. Son todos transformables entre sí, ya que son axiomáticos, pero
siguen siendo identificables, porque la lógica mental llega hasta la
indescernibilidad de lo idéntico. Qué fuerza y qué precisión y clarividad tiene
nuestra identidad personal, social y colectiva, o de la nación que se trate, en
este caso, la canaria.
El cardinal de los conjuntos
matemáticos de las analogías de la lógica de la mente también tiene un conjunto
vacío, que es la ignorancia plena, similar a la pasividad absoluta, que no
queremos extrapolar a la conducta política de muchos canarios actuales.
El nacionalismo no es sólo una
teoría política vinculada al Estado como ciencias políticas. El nacionalismo es
en sí mismo científico y función de estado de la mente, su razón es
identitaria, su lógica vinculante es analógica y tiene los fundamentos
biológicos del conductivismos con tradición histórica en toda la universalidad
de los seres vivos. Procede de las leyes naturales y tiene las constantes
universales implícitas. De otra forma no podríamos identificarlas en la
naturaleza. Es prácticamente la única fuerza política que genera la valentía de
los héroes y los grandes amores patrios conjuntamente con los valores humanos.
El nacionalismo no requiere
condiciones mínimas necesarias, como la de las etnias o lenguas vernáculas
activas. Hay numerosos ejemplos, como Suiza, que es trilingüe, y es una
magnífica nación. Igualmente sucede en Bélgica.
La conciencia política nacional
canaria tiene la razón, la lógica y las leyes de su naturalismo científico. El
amor a la patria será siempre su destino final.
Incluyendo ahora la lógica
racional de los tres sistemas en superposición en el neocreticismo de la razón
pura kantiana-cartesiana, se ha tornado con la filosofía científica el
racionalismo crítico de Karl Popper, realismo crítico de las ciencias
experimentales y el naturalismo crítico, donde la razón matemática es pura y
donde además la razón de los seres vivos es identitaria, cerramos el gran ciclo
del neocriticismo del siglo XXI. Las categorías apodícticas de Kart son
realmente los postulados axiomáticos y los teoremas de las ciencias matemáticas
que están vinculados a las constantes naturales de sus propias leyes.
Finalmente, diremos que el futuro
de Canarias no nos pertenece, sólo es nuestro el compromiso de hacerlo viable.
(III)
Sabemos que en lo ya expuesto hay
hallazgos trascendentales para la vieja teoría filosófica del pensamiento, la
epistemología. Ella ha permanecido sin evolucionar más de 2.000 años. Ahora
pasará a ser ciencia cognitiva. A modo de repaso, recordaremos algunos
conceptos anteriores para facilitar una mayor comprensión de estas
abstracciones.
Habíamos afirmado que la
identificación mental es en sí misma la razón biológica del conocimiento, que
su lógica específica tiene una estructura analógica y está integrada en la
fenomenología simbólica de la teoría general matemática de los conjuntos.
Decíamos también que la identidad nacional de los pueblos del mundo comparte
estos principios y los expresaba en el conductivismo social del hombre, porque
todos ellos tenían una causa común en la genética compartida de los seres
vivos. Un ejemplo observable de lo que afirmamos es la conducta de una especie
de peces del lecho arenoso del cauce del río Mississippi, demarcando fronteras
territoriales hexagonales. Qué fascinante, conocen la geometría.
Por supuesto, ninguna
manifestación de la conducta humana escapa a la identificación biológica.
Observamos cómo los valores humanos están ligados a su razón lógica, que es la
ética, y a su lógica, que es la moral. Ellas determinan la dignidad y la
honestidad personal. Nunca habrá justicia social sin estos elementos
cardinales. Debemos exponer, algunos ejemplos más para mejor comprender el gran
fenómeno político que es el nacionalismo científico.
Comparamos ahora dos conjuntos
básicos muy ligados entre sí, como son el nacionalismo y su libertad, la
libertad del hombre. Ellos son cosustanciales: Conjunto a) ámbito del
nacionalismo: n° 1 histórico; n° 2 territorial o geográfico, n° 3 cultural, n°
4 identitario. Conjunto b) dominios de la mente: n° 1 conocer, n° 2 recordar,
n° 3 sentir, n° 4 decidir.
Estos dos conjuntos tienen igual
número de elementos y analogías de superposición. El conjunto b) es todo él
volitivo, controlado por la voluntad. Están localizados en el espacio
¡ntrasíquico, donde se hace consciente nuestra libertad primera, allí, en un
recóndito cenáculo somos totalmente soberanos, y nos permite transitar
infinitamente por ellos. Amigo lector, no nos engañemos, hasta esta nueva
intimidad ha llegado el colonialismo histórico canario adoctrinándonos. Más
adelante diremos cómo.
Hemos elaborado otros dos
conjuntos puntuales de diez elementos, siguiendo la técnica matemática de la
lógica simbólica: Conjunto a) de antropología política, la ciencia del poder
del hombre: n° 1 poder instintivo a mental, n° 2 poder personal, n° 3 poder
familiar, n° 4 poder de clan, n° 5 poder tribal, n° 6 poder popular, n° 7 poder
de países, n° 8 poder nacional, n° 9 poder de estados, n° 10 poder imperial.
Conjunto b) sociocultural del hombre, supuestamente libre y elementos dispuestos
en fase de solapamiento: n° 1 fases conscientes, n° 2 orientaciones, n° 3
intenciones, n° 4 tendencias, n° 5 hábitos, n° 6 costumbres, n° 7 conductas, n°
8 tradiciones, n° 9 culturas, n° 10 civilizaciones.
En el análisis de estos dos
conjuntos de máximo nivel es fácil apreciar el conductivismo genérico del
hombre, haciendo historia y cultura en el planeta. Resaltemos del primer
conjunto el poder imperial, porque a este no lo consideramos nacionalista, ya
que en él se instauran los absolutismos dictatoriales y autoritarios de
cualquier tipo. Son realmente alucínatenos y patológicos de los estados
paranoides que tanto daño han generado a la humanidad.
En el segundo conjunto, nos
referimos al orden 4°, la tendencia, porque aquí se instalan los espectros
políticos bipolares del planeta, o más concretamente sus ideologías, que son
secundarias al nacionalismo científico, que se posiciona antes en el n° 1,
donde se inicia.
En el orden 7°, la conducta, del
conjunto b), aflora el comportamiento personal con todos sus valores
personales, morales, políticos del hombre y por eso es donde se analizan el
ejercicio político de los distintos partidos. Ahí se valoran sus falacias, sus
contradicciones o, por el contrario, sus coherencias políticas.
Las propiedades biológicas del
nacionalismo científico se deducen fácilmente desde estos esquemas:
a) El nacionalismo comparte el mismo espacio del
Estado, están biológicamente en superposición simétrica. Por eso tiene doble
fuerza, la que nunca tendrán otras ideologías políticas. Primera diferencia.
b) El nacionalismo ocupa el primer orden, y es
anterior a las demás ideologías, que han sido posteriores en todo el tiempo
histórico del hombre. Segunda diferencia.
c) Este fenómeno es constante en
la historia humana, no oscila como las demás ideologías. Tercera diferencia.
d) Su posición natural es siempre neutra y ocupa
el centro antropológico de su conducta. No es ni de derechas ni de izquierdas,
es neutro, y por supuesto interclasistas, su doble fuerza cohesiona la
identidad común en todos sus ámbitos para determinar al hombre con su destino
histórico, en su patria. Cuarta diferencia.
e) No transgrede fronteras
naturales o legitimadas por el derecho internacional de otros
pueblos, naturalmente porque es
defensivo. El nacionalismo necesita límites territoriales.
Los límites en lógica racional
están en las definiciones, no en las ambigüedades por donde andan los
desorientados políticos actuales. Quinta diferencia, í) Los que invaden
naciones contraviniendo el derecho natural y positivo son los imperialistas
voraces, los de los saqueos insaciables y abyectos. Por esta razón, los
nacionalismos biológicos del hombre han sido y serán siempre anticolonialistas,
y se posicionarán contra cualquier hegemonismo de dentro o fuera de sus fronteras
naturales. Sexta diferencia.
g) El nacionalismo naturalista
mantiene su gran fuerza constante en su centro de referencia. Hacia sus
periferias decae su intensidad, aunque jamás la anula hasta su frontera límite.
Su fuerza guarda analogías con su amor patrio, y este a su vez con el amor
personal. Nosotros amamos más intensamente lo que está más próximo físicamente
y genéticamente. Este disminuye su intensidad con la distancia afectiva, y ya
más lejos de la amistad, se instala la indiferencia o el desafecto cuando es
recíproco. El nacionalismo es, en definitiva, inversamente proporcional a su
distancia efectiva. Este fenómeno es único del nacionalismo y de su naturaleza
biológica. Es su séptima diferencia, h) Todas las demás ideologías políticas
del citado espectro que el hombre ha ido creando han tomado y tomarán parte
alícuota en sus posiciones extremas del nacionalismo posicional o referente.
Estos fueron los casos del nacional-socialismo, del fascismo y el
nacional-comunismo. Esas ideologías y otras aún no saben nada de su naturaleza
biológica, pero sí intuyen su fuerza y la utilizan para trasvestirse de
nacionalismo aparente o falso, para arrastrar a la ciudadanía en sus
manipulaciones. Actualmente, los partidos españoles se disputan el centro sociológico
donde está la mayor densidad de voluntades, porque los ciudadanos intuyen la
estabilidad de su fuerza. Octava diferencia, i) En el nacionalismo subyace una
estructura de lógica simbólica o matemática, esta es, por consiguiente, el
origen de los símbolos identitarios, escudos, banderas, himnos, parlamentos, y
todas las instituciones propias de una nación con Estado. Estas simbologías son
secundarias para otros posicionamientos ideológicos, que si las toman es por la
cuota nacionalista que llevan, pero les faltarían las referencias posicionales
de la tierra donde ejercen, puesto que no están en el lugar de donde proceden,
ellos son una verdadera fuerza política foránea. Novena diferencia.
j) El nacionalismo, aún siendo
universal, es en sí mismo específico y único de cada nación, que
inevitablemente ocupa una posición única en el mundo donde desarrolla todos los
ámbitos de su nacionalismo y se identifica con él, y es su patria única. Décima
diferencia.
(IV)
En el cerebro humano existe una
función que es el "estado referencial", que es nuestra mente propia.
Mediante él nos identificamos a nosotros mismos. Esta identificación es el
"yo" que nos singulariza como individuos libres y únicos. Ese estado
físico o territorial es el centro referencial de la nación que se considere. El
estado y la nación se identifican entre sí como propias y únicas.
Siendo el estado una función
referencial completa, no sólo organiza la vida política de la nación, sino
también su economía, que está en relación con sus necesidades y recursos. La
economía es un sistema completo y ordenado de numerosas variables de escalas.
La debernos considerar, por esta razón, como un gran conjunto de elementos
matemáticos.
Canarias, después de seis siglos
de colonización española, sigue siendo aún una nación sin Estado propio. Este
concepto es fundamental para entender el desolador panorama de la economía
actual de Canarias. Para su análisis debemos conocer tres apartados:
a) La acción deletérea del
colonialismo histórico durante el período de tiempo prolongado de seis siglos.
b) Conocer y asumir no sólo
nuestra posición geográfica, sino también las consecuencias geopolíticas que se
generan en nuestra área específica de esta parte del mundo.
c) Conocer esencialmente la
historia y la estructura de nuestra economía.
Sólo así podremos desarrollar un
modelo económico propio que nos afiance como pueblo moderno y con futuro en el
conjunto de las naciones libres del planeta Tierra, de la que Canarias forma
parte inexorablemente. La economía de Canarias es, en sí misma, una poderosa
razón de Estado. La estudiaremos a continuación siguiendo el método matemático
de los conjuntos simbólicos.
Nuestra historia económica la
inició nuestro pueblo primigenio, el guanche. Ellos organizaron su modelo
económico propio, vinculando sus recursos a sus necesidades vitales. Lo
hicieron con la tecnología elemental de su cultura. Conjugaron el sector
agropecuario propio con la pesca artesanal primitiva. Esporádicamente
realizaron intercambios comerciales mediante el procedimiento del trueque
directo con otros pueblos que conocían la navegación marítima y que arribaban a
nuestras costas canarias. Evidentemente, el modelo económico que desarrollaron
nuestros antepasados fue subsistencia!.
Después de la colonización
vandálica española, ya los canarios no hemos podido organizar nuestra propia
economía. Fueron ellos, los colonialistas, los que instauraron y desarrollaron
sus estrategias económicas que han seguido ejecutando con la finalidad última
de saquear nuestras riquezas de forma permanente durante todo este tiempo.
Comentaremos ahora determinados hitos de la historia estructural de la economía
canaria. Estos evidencian puntualmente las estrategias ya mencionadas.
Sucedió en el siglo XVII, cuando
la metrópoli observó el incipiente crecimiento comercial que los canarios con
su habitual laboriosidad, generaban en la exportación de sus productos
agrícolas a los principales puertos de las llamadas Indias Occidentales.
Decidió, para impedirlo, su estrategia repetitiva, la de la contingentación a
las exportaciones canarias. Decretó un impuesto, llamado desde entonces
"un impuesto de sangre". Por cien toneladas de mercancía enviadas
desde los puertos canarios a América tendrían que ir a la emigración forzosa
cuatro familias canarias a poblar las regiones malsanas en aquel continente. La
presencia actual de la población canaria de San Bernardo en Luisiana atestigua
cuanto aquí afirmamos. Igual sucedió en otros enclaves.
Otros impuestos abusivos fueron
los reales, los eclesiásticos y los inquisitoriales. Todo este conjunto de
fiscalidad extrema propició el éxodo masivo de nuestra población a América.
Esta situación progresiva fue tan crítica que a mediados del siglo XIX se
promulgó la famosa Ley de los Puertos Francos Canarios. Sucedió durante la
monarquía de Isabel II, a propuesta del ministro Bravo Murillo.
La causa de esta promulgación no
fue un obsequio colonial. Estaba justificada por el temor que los españoles
sintieron por sus enemigos tradicionales europeos, especialmente los ingleses,
que podrían considerar presa fácil la conquista de Canarias por estar ya tan
despoblada. Les interesaba que los canarios no murieran de hambre, porque, en
definitiva, siempre han sido nuestros antepasados los que por amor patrio la
han defendido.
A continuación haremos un somero
inventario de nuestros recursos económicos. Hacemos hincapié en que esta
relación se establece en el marco de un archipiélago-Estado:
a) Recursos naturales canarios:
n°l.- Petróleo, gas y minerales; n°2.- Capturas de pesca en el caladero
canario-sahariano, y no caladero marroquí, como empezó a denominarse desde hace
33 años. Estas capturas las haremos en las zonas de nuestro mar territorial, de
soberanía nacional canaria.
b) Energías alternativas limpias: n°l.- Eólicas;
n°2.- Fotovoltáicas; n°3.- Geotérmicas. Estas han sido detectadas ya y permiten
su explotación directa en la isla de Tenerife, donde existe el sustrato
principal.
c) Recursos geoestratégicos de posición
geográfica: n°l.- industrias pesqueras de transformación propias; n°2.-
Industrias petroleras de refinados y productos industriales derivados; n°3.-
Desarrollo de actividades aeroportuarias; n"4.- Comunicaciones aéreas y
marítimas; n°5.- Comunicaciones electrónicas y telemáticas.
d) Rentas de situación: n°l.- Nuestra riqueza
climática y paisajística; n°2.- Desarrollo de industrias cinematográficas;
n°3.- Rentabilidad de situación de los astrofísicos. Serían muy cuantiosas y
estarían pactadas en la doble vertiente económico-científica para Canarias.
e) Desarrollo decisivo de nuestros sectores
económicos básicos: n°l.- La agricultura; n°2.-La ganadería; n°3.- El sector
servicios. Complementados con la industria turística propia.
f) Desarrollar actividades
internacionales de intercambios comerciales con terceros países de forma
directa, tomates y plátanos, por ejemplo, por el convenio de los países ACP con
España y el resto de la Unión Europea.
g) Desarrollar una política de transportes para
Canarias y sus áreas comerciales más importantes.
h) Desarrollar una política
fiscal propia, incentivar nuestra economía para un mercado competitivo.
Designación de zonas francas de atracción internacional de capitales.
i) Desarrollar una hacienda
propia, con banca nacional canaria, con el objetivo de obtener el mayor grado
de independencia económica en un marco claro de economía social de mercado.
(V)
La 5a razón de Estado que
argumentamos a favor de Canarias es el Estado político propio. El Estado como
institución jurídico-política es la dignidad de mayor rango de una nación, y
lógicamente esta es la que deseamos para la Nación Canaria.
Ya hemos afirmado que el Estado
es la entidad referencia! de la nación mediante la cual se organiza la vida
política de su sociedad, la vida económica, la vida cultural, y todas sus instituciones
multiorgánicas. Los Estados modernos sintetizan toda la experiencia política
acumulada por el hombre desde que se organizó la sociedad. En otra oportunidad
hemos reafirmado el carácter ordenado de sus sistemas completos. Sus funciones
son estáticas y de equilibrio permanente.
"
Realmente, el Estado, analizado
desde la perspectiva matemática de los conjuntos, tiene grupos máximos de
elementos, y son equivalentes al cardinal propio. El Estado está
formado por ciencias diversas y
diferentes teorías. Estos hechos ponen de manifiesto que no se ha encontrado la
teoría completa que explique coherentemente todas las fenomenologías del
Estado.
El Estado es la razón de ser del
nacionalismo. De tal forma que ambos son recíprocos o biunívocos. Por este
motivo, la constante más universal de los Estados, de todos los tiempos, es el
nacionalismo. Sus cuatro ámbitos y los diez principios fundamentales de su
identificación, ya expuestos en anteriores artículos, son los que configuran la
teoría definitiva del Estado.
El "ius gentium", que
liga el derecho internacional con la razón humana, certifica su conjunción con
el nacionalismo, biológico o científico, que ya hemos explicado.
Desde una perspectiva científica,
el Estado es una entidad multívoca de sistemas cerrados. Un sistema referencia!
completo, marcadamente antropocéntrico. Esta es la razón existencial de su
imperativo básico, la demanda de fronteras propias.
Canarias es un país
afro-atlántico situado en la región noroccidental de África. Todavía es una
colonia residual del imperio español extinto. Actualmente, nuestro estatus
colonial nos impide ser un archipiélago-Estado reconocido internacionalmente.
Sin esta condición imprescindible, Canarias no tendrá jamás fronteras propias,
definidas, seguras, bajo el amparo del derecho internacional vigente.
España no puede ser sujeto
jurídico por Canarias después de la reforma del Derecho Internacional del Mar,
puesto que Canarias está en otro continente, en África, y España está en
Europa. La supuesta españolidad de Canarias, basada en una soberanía política
transcontinental, quedó anulada después de que entraran en vigor las reformas
del citado Derecho Marítimo Internacional, que primó definitivamente la
localización geográfica y la ubicación de los habitantes en su territorio. Esta
sabia decisión es analógica con los principios del nacionalismo universal que
practican todas las naciones del mundo.
Los colonialismos transcontinentales
quedaron invalidados. España no puede darnos fronteras de Estado
definitivamente. Sólo las podemos alcanzar nosotros, yendo al Comité de
Descolonización de los Veinticuatro en la ONU. Eso sí, los gobiernos españoles
conocen bien esta indefensión de Canarias desde el año 1982. Si colaboraran con
nosotros, de forma pacífica, podrían obtener mejores acuerdos de colaboración
mutua en un futuro posterior a la descolonización inevitable.
Canarias ha quedado en la Zona
Económica Exclusiva de Marruecos, por lo que urge la delimitación fronteriza
ajustada al Derecho Internacional mutuo, cuando Canarias deje de ser colonia
española. Posteriormente, cuando esta negociación se realice, Canarias pasaría
a tener un control fronterizo sobre una superficie de mar territorial
aproximadamente treinta veces la superficie territorial de la Canarias, actual,
en torno a 130.000 millas náuticas, dejando en su interior su propia Zona
Económica Exclusiva y teniendo soberanía plena sobre los recursos subyacentes,
tanto en el medio acuoso como del suelo marino.
A todo cuanto ya hemos expuesto,
se añadiría la seguridad de Canarias, al alejar el peligro de ser víctima de la
posible codicia de megalómanos y aventureros sin escrúpulos. Es, por
consiguiente, una necesidad vital, un derecho natural y una decisión
responsable.
En el ámbito institucional de la
Constitución Canaria, resaltamos los siguientes apartados:
a) El himno actual de Canarias no
es solemne, ni motiva exaltación de valores humanos o valores heroicos alguno.
El arrorró es una bonita canción de cuna, y en Canarias ya amaneció.
b) En el escudo de Canarias no
caben perros lamedores de coronas.
c) El Parlamento de Canarias tendrá un edificio
simbólico, emblemático, que podría ser encargado al "arquitecto Fidias",
para que tenga las proporciones áureas del Partenón. Y estará situado en torno
a una gran plaza, la Plaza de la Libertad. No tendrá jamás esos frescos, esos
murales donde se exaltan los contravalores humanos, sin dignidad, sin moral y
sin virtud alguna, como se exhiben en esa "oficina delegada" que es
el Parlamento actual.
d) La bandera nacional está ya
sancionada por el apoyo identitario popular.
e) Canarias tendrá una Constitución para un
modelo político de República Democrática Federal, con modelo económico social
de mercado, para efectuar políticas económico-sociales de justicia. Defenderá
al hombre como sujeto de derechos y deberes en el orden social.
El nacionalismo genera de forma
natural la sociedad más homogénea de clase media. Esta sociedad estará formada
solidariamente por hombres libres unidos, no por hombres unificados, nunca por
hombres masa, que queden a merced de los dictadores de siempre. El
nacionalismo, desde el punto de vista religioso, es ecuménico.
El gran fenómeno socio-político
mundial evoluciona contemporáneamente hacia el incremento numeroso de naciones
naturales libres. Actualmente, han accedido a la independencia 226 naciones con
rango de Estado. La abrumadora mayoría son repúblicas y el sistema federal es
creciente. El ordenamiento socio-político y económico de convivencia mundial
apunta hacia la configuración natural de los Estados confederados del mundo.
Esta y no otra es nuestra Estrella Polar, la del nacionalismo canario.
Recordando a Unamuno, en su obra
"Del sentimiento trágico de la vida", él dijo que "lejos está
todo, qué pronto se hace tarde". Nosotros invertimos el primer término y
decimos: "qué cerca está todo, qué pronto se hace tarde".
Y cuando la gran alborada dibuja
nítida la línea nivea sobre nuestros horizontes azules del mar, el amanecer
está cerca y él tornará áureas nuestras montañas primeras. Allí nuestros
antepasados adoraban sus animismos en la luz. La luz, punto ecuménico de la
espiritualidad del hombre y su naturalismo profundo.
Entrevista en el periódico El
Día:
El nacionalismo es consustancial
a la propia naturaleza de los pueblos
Manuel Díaz Hernández
Dr. en Medicina, ex profesor
universitario
(Archivo personal de Eduardo Pedro García Rodríguez)
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