Independentistas 72, pro espanoles 63 y un 22,56 % de
abstención; Tal es el resultado de las elecciones catalanas 2015, y para mí
todavía no se resuelve la incógnita de si son autonómicas o realmente
Plebiscitarias, pues en último extremo, más que de declaraciones políticas y no
de discursos, depende del comportamiento final, de los hechos protagonizados
por los principales actores de la escena política. A la vista de los
resultados, los centralistas tratan de separar a la Independentista CUP de la
Coalición de ERC y Convergencia, sin recordar que fue la falta de acuerdo sobre
el papel de Mas tras las elecciones lo que impidió el acuerdo y por eso no fueron
juntos, en un intento de no admitir que ni todos juntos fueron capaces de
frenar el proceso independentista; Como el niño que tapándose los ojos cree que
nadie le ve...
Me resulta paradójico que menos la CUP, “todo el mundo
hable de negociaciones” y de establecer un periodo de año y medio para la
Declaración Formal de Independencia, asumiendo que en ese tiempo “le
corresponde al estado espanol mover ficha para llegar a acuerdos...” Y digo yo,
¿Autonómicas o plebiscitarias?
Desde mi punto de vista, afrontar estos comicios sin un
calendario previo, elaborado para el día siguiente, con todos los pasos que se
darían tras vencer en la consulta electoral, revela la inseguridad que se tenía
sobre los resultados finales del proceso, y que a la vista de los resultados,
si en efecto era un Referéndum Plebiscitario no caben más dilaciones para
constituir las Cortes Generales de Cataluña, elegir un Gobierno y comenzar el
proceso de Independencia sin más dilaciones, y lo único que hay que negociar
con espana es el calendario de separación efectiva, merced al mandato recibido
por el electorado catalán en su mayoría absoluta.
Que este periodo de separación efectiva de espana pueda
durar más o menos lo desconozco, pero sí creo que en lo que durara y con
posterioridad, si debería de ocuparse en hacer labor de pedagogía con el 22,56%
de abstención, puesto que afrontar una aventura como país independiente con tal
índice de indecisos sumado al porcentaje de gentes contrarias, puede ser
contraproducente a corto y medio plazo. Un país, sobre todo cuando es joven,
por muy viejas que sean sus raíces, tiene que contar con el concurso decidido
de al menos la inmensa mayoría [3/4 partes más o menos] de sus ciudadanos, y
ser bastante cuidadosos con el resto, para no acabar los mismos errores
históricos que se han cometido otras veces y que acaban bien en baños de sangre
o en estados fallidos.
La única negociación diferente al establecimiento del
calendario de separación efectiva de ambos elementos territoriales, sería si el
bloque Convergencia-ERC cuando dicen independencia están pensando en realidad
en clave de choque/ chantaje institucional, incógnita que se despejará espero,
en esta semana, de una forma clara e indudable, pero me sigue inquietando que a
mayoría de interlocutores vea como algo natural “que ahora es tiempo de
negociar y que el estado les tiene que ofrecer a Cataluña una contrapartida
para que no se vaya..., o que se pretendiera realizar el proceso
independentista ·<dentro de la legalidad espanola·> algo por lo demás impensable
dentro de la Constitución del 78”, rebaja el tema de la Soberanía Popular
expresada de forma libre y democrática en simple gangocheo provinciano, en lo
que parece ser un capítulo inédito de la “berlangiana escopeta nacional” que de
auténticos sucesos de la realidad política que se desarrolla allende el
Estrecho de Gibraltar.
Yo lo que veo verdaderamente positivo y extraordinario de
todo esto, es que se ha demostrado posible que de forma legal y pacífica se
puede llegar a declarar unilateralmente la Independencia si una mayoría
legítima lo respalda, lo que aquí en Canarias se puede hacer también; En
nuestro caso sería el complemento indispensable que allanaría definitivamente
la “vía exterior”, por el momento en “dique seco”. Si ahora mismo se ejecutara
la “vía exterior”, es decir, que algún país promoviera nuestra causa ante el
Comité de Descolonización de la ONU, sus promotores tendrían que responder ante
la Sociedad Canaria, no solo para explicar la necesidad de el paso dado, sino
el de dirigir a esa Sociedad por el Camino de la >Independencia, con un
programa viable, detallado, esperanzador y que sea capaz de suscitar el ánimo,
la ayuda, la cooperación y apoyo de todo el Pueblo Canario, y seamos sinceros,
en la actualidad quienes promueven esa vía no tienen una imbricación popular y
la influencia necesaria para esa consecución. Tampoco los que defiendan el
camino electoral tienen nada de eso, por lo que es preciso sumar ambas
iniciativas y coger el camino del medio.
Desde mi punto de vista, las soluciones más sencillas son
las más efectivas, y en este caso el camino del medio es un Partido único [Si
ya sé que me van a decir sobre los partidos únicos] como he dicho
recientemente, organizado en corrientes internas de opinión y que decidan las
mayorías pensantes y votantes y no las minorías insultantes o amenazantes, con
un aporte constante de militantes provenientes de las organizaciones juveniles
de Chasneros o Alzados. Asegurar la continuidad histórica del Movimiento de
Resistencia hasta la Reorganización y dotación de un Discurso Unitario, con una
sola voz y un solo Programa. Y trabajar, trabajar, trabajar hasta un momento en
que podamos plantearle a espana un desafío soberanista respaldado popularmente
como el planteado en Cataluña, y poner en marcha la “Vía Exterior” y establecer
un Calendario de Independencia y Descolonización.
Desde la Vieja Fortaleza, Rukaden Ait Anaga.
29 Septiembre 2015
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