Néstor Verona y Alfonso García
Una propuesta identitaria canaria
La Iglesia del Pueblo Guanche, de
entre la diversidad religiosa canaria, es quizá el colectivo con mayor grado de
especificidad de todos los analizados en este estudio, y al mismo tiempo
presenta una mayor complejidad que otros grupos a la hora de su ubicación en el
mismo. Nacida en el año 2000, con el inicio del milenio, y fruto del impulso de
un reducido grupo de miembros (en torno a ocho), en palabras de su máximo
representante, no busca crear una nueva religión, sino recuperar una religión
existente: «la memoria espiritual del pueblo aborigen canario, que está
huérfano espiritualmente. Y que, a pesar del sometimiento ejercido por las
distintas religiones de la historia canaria, no ha dejado que profesar la
religión en la Diosa-Madre, la Chaxiraxi».164
Por ello, hasta la fecha,
plantean que no existían sistemas religiosos completos de origen guanche, sino
elementos autóctonos sincretizados con conceptos cristianos, lo que trata de
suplirse ahora con la creación de la Iglesia del Pueblo Guanche, que surge como
respuesta a lo que definen como «incertidumbre espiritual del pueblo canario».
Por ello, se postulan a sí mismos como una «comunidad de hombres y mujeres del
siglo XXI que quieren vivir sus vidas espirituales en íntima comunión con la
Diosa-Madre Chaxiraxi, en plenitud con los espíritus de sus ancestros y en
armonía y comunión con la naturaleza», rescatando sus rituales del culto en el
que, de manera sincretizada, a venido siendo venerada bajo nombres
«extranjeros», como el de Virgen de Candelaria. Debemos conectar, pues, esta
tradición, con todas aquellas religiones de la diosa en otros muchos lugares,
pero también con las nuevas espiritualidades, pues se está planteando un modelo
neopagano muy próximo a estas formas religiosas que se tratan en el capítulo
correspondiente más adelante.
De fundamento complejo, por las
dificultades para ordenar el rompecabezas de la información, «en el que la Diosa Universal ayuda a ello»,
y sin libros concretos de referencia, la Iglesia del Pueblo Guanche se centra
en la parte espiritual y utiliza como soporte rituales recreados. Desde este principio,
la propia divinidad rompe el esquema de sometimiento de las demás religiones al
fundamentarse en el diálogo de los creyentes directamente con la Diosa, al ser
como una madre que quiere lo mejor para sus hijos. Desde la recreación ritual,
por su parte, se aproxima a imágenes de una etnografía clásica, de ritos
fabrica- dos como elemento unificador, pues bajo la idea de atraer los
significados de las actividades desarrolladas por el pueblo aborigen canario
anterior a la conquista, se retrotraen sus dirigentes a un pensamiento
mitológico de un pueblo casi ágrafo, cargado de símbolos, que es
reinterpretado.
La Iglesia del Pueblo Guanche,
además, realiza una cantidad profusa de actividades rituales relacionadas con
las actividades de la vida diaria y los momentos importantes de la misma, tales
como los bautizos, bodas y, en un futuro, enterramientos, y todo ello desde la
intención de entender el universo de los guanches, desde una mirada de «un
mundo moderno que ha perdido la capacidad de ver la esencia del pueblo, de sus
creencias y las cosas que aspira a recuperar», según uno de sus responsables.
El entendimiento de la historia
fragmentada canaria del mundo aborigen se reescribe como un mito, que se
asemeja más a historias inconexas, con poca relación entre ellas, unidas en una
religión que las amalgama, y que anhela reunir un material básico y diverso de
distintas fuentes históricas y antropológicas, con el objetivo último de
«rescatar» incluso la lengua, los enterramientos y la mitología como fuente de
inspiración nueva a los canarios desentrañando lo verdaderamente identitario
del orden social y religioso, que trasciende y está vinculado con la esencia de
la civilización mundial.
Fundamentos y estructura de la
Iglesia del Pueblo Guanche
La Iglesia del Pueblo Guanche, 167
actualmente, se encuentra en trámites para su inscripción en el Registro de
Entidades Religiosas del Ministerio de Justicia español, desde que en el año
2006 solicita su registro. Para ello, sus miembros levantan acta de su
fundación en ese mismo año, aunque vengan desarrollando sus actividades desde
bastante antes. En esta misma, recogen una serie de fundamentos que han de
regir el funcionamiento y estructura de la institución, además de plantear las
principales líneas de su propia fe.
Los fieles de la IPG reverencian
y celebran la totalidad del universo como una manifestación de la Diosa-Madre
Chaxiraxi, que está en perpetua evolución y no tiene origen ni fin. Creen
además en la existencia, en el ser humano, de dos espíritus, llamados espíritu
libre y espíritu vital, y que al morir el espíritu libre inicia el viaje hacia
el seno de la diosa y el vital se queda en tierra para cuidar a sus parientes y
amigos, así como del entorno en el que se desarrolló en vida. Sus fines son los
de promover, actualizar, realizar y difundir las activida- des relacionadas con
el culto y la veneración a la diosa, en todos sus aspectos (sobre todo en su
advocación canaria de Diosa-Madre Chaxiraxi), así como la de otros dioses
mediadores, como Magec o Diosa La Sol (en femenino), Achuguayu o Dios Luna,
Achamán-Akorán-Baal-Ammón o Dios de las lluvias, Chayuga o Dios de la
Naturaleza, y a los espíritus de los antepasados, así como la liturgia, ritos
devocionales, prácticas y tradiciones de la ancestral religión de los guanches
en lo que consideran la «matria» (en lugar de «patria») canaria.
5. TABLA CON EL ESQUEMA
ORGANIZATIVO DE LA IGLESIA DEL PUEBLO GUANCHE
Consejo de Amusnaus Guadameñe
Favkanes
Kankus
(sacerdotes)
Maguadas
(sacerdotisas)
Iboibos
(sacerdote- muertos)
Legados y comisionados
Delegados u observadores
Para ello cuentan con una
estructura organizativa (véase tabla 5) liderada por un guadameñe (que puede
ser un hombre o una mujer), quien actúa por inspiración divina de la diosa y
representa la cabeza del conjunto de faykanes (responsables espirituales y
religiosos que dirigen el culto). Según sus creencias, en el guadameñe radica
el espíritu de la diosa, y éste lo transmite a los faykanes a través de un
ritual de imposición de manos, quienes a su vez los transmiten a los kankus (sacerdotes), maguadas
(sacerdotisas) e iboibos (encargados del culto funerario). Estos son los
encargados, a su vez, de transmitirlo a los fieles a través de los rituales de
bautizo, boda y sepelio.
La oficina del guadameñe, a modo
de consejo administrativo y de junta de gobierno, está asistida por un consejo
de amusnaus escogidos al margen de su situación en el seno de la propia
iglesia, que son consultados en caso necesario, y consta de secretaría de Estado,
de un consejo para asuntos públicos de la iglesia, de las congregaciones,
tagoros de conflictos y otras instituciones. Además, el guadameñe tiene
potestad para nombrar legados y comisionados, quienes pueden representarle ante
otras confesiones o ante la Administración pública, y a delegados u
observadores ante organismos internacionales, que podrán asistir como
representantes de la entidad a conferencias y reuniones en el extranjero. Por
su parte, el Gran Tagoro de la Diosa-Madre, cuya cabeza es el guadameñe, y del
que forman parte los faykanes dirigidos por el tagorero mayor, es el encargado
de preservar el cuerpo doctrinal de la IPG, teniendo también potestad para
cesar al guadameñe si incurriera en alguna de las faltas graves que recogen sus
estatutos (como la pederastia, entre otras) y de elegir uno nuevo. Para
finalizar, existe en la IPG un colegio de amusnaus, presidido por un decano y
un subdecano, quienes ayudan colegialmente al guadameñe en su gobierno
cotidiano de la iglesia.
Principales ceremonias: bodas,
bautizos, ordenaciones e imposición de manos
Una de las principales maneras de
la IPG para mantener vivas sus tradiciones,
es a través de la celebración de una serie de ceremonias y rituales,
generalmente asociados a la vida de los individuos, y que podríamos englobar
dentro de los ritos de paso. Algo común en muchos otros neopaganismos
entroncados con el culto a los antepasados y de las religiones étnicas de
pueblos tan próximos a Canarias, temporal y socialmente, como los del
continente africano y americano, aparece también en esta nueva religión, tan
antigua, tan local, y al tiempo tan universal en los principios que plantea.
Reproducimos a continuación la fórmula utilizada por las maguadas y kankus
durante uno de estos rituales, un bautizo por el rito guanche:
Hermano..., bienvenido al seno de
la Diosa-Madre Chaxiraxi y al encuentro con los espíritus de nuestros
antepasados. Que tu vida sea larga y próspera, guiada por Magek, y tus
descendientes tantos como estrellas creó nuestra Diosa-Madre Chaxiraxi.
La maguada o el kanku, en este
punto, sumergen al neófito en el agua tres veces.
El ritual de la imposición de
nombre o bautismo, para la IPG, y según nos explica su actual guadameñe,
Eduardo García (Guayre Adarguama Anez' Ram n Yghansen) simboliza que los fieles
pasan de la muerte a la vida, «y que obtienen la vida que proviene de la
Diosa-Madre Chaxiraxi». Para ellos, de
la misma manera que el agua limpia el cuerpo, la gracia de la diosa lava el espíritu
del neófito. Se celebran en la naturaleza, en una playa o en algún barranco
donde corra el agua, ya no sólo por la falta de un local para hacerlo, sino por
«el propio sistema de creencias pagano», en sus propios términos. En la
ceremonia, además, que puede ser por inmersión o por aspersión, se sigue un
ritual muy reglado, como todos los observados para este trabajo, en el que cada
individuo, desde los que participan hasta los simples observadores, tienen un
lugar designado. Un guerrero (recreando la vestimenta de los antiguos guanches,
con pieles de cabra de aspecto prehispánico) toca el bucio, 168 comenzando así la cere- monia. Abren la comitiva un niño
y una niña que portan hojas de palma, seguidos por el guadameñe, el kanku y dos
maguadas coronadas con guirnaldas de flores silvestres. Detrás de ellos, va
tocando un tajaraste169 un grupo de músicos, precediendo la llegada de los
neófitos al lugar de la celebración, quienes deben portar hojas verdes de
laurisilva. Tras el rito bautismal en sí mismo, ante el altar de la diosa, son
ungidos con sal, y luego son sometidos al ritual de imposición de manos, a
través del cual quedarán imbuidos del espíritu de la Diosa-Madre. También se
hacen ofrendas durante el transcurso de la ceremonia, de leche, miel y gofio, y
al final, tras algunas lecturas, una comida comunitaria. Por tanto, este ritual
de inclusión de nuevos miembros en el grupo se convierte también en ritual de
confraternización, en un evento social presidido por la jerarquía eclesiástica,
quien dirige el acto colectivo de imposición de nombres ancestrales canarios
por el rito reelaborado de la IPG.
Con respecto a los
matrimonios, desde la perspectiva de su
fe, es expresión de la intención de la Diosa-Madre Chaxiraxi, por ser un
instrumento de vida divina o un medio de santidad, fundamentado todo ello por
el rito sagrado puesto en marcha durante la ceremonia. Por ello, entienden que,
siendo una institución natural, la propia iglesia es quien tiene derecho a
legislar sobre un acto que, para ellos, es divino, y no los estados, cuya labor
es meramente admi- nistrativa a efecto social. Esto confiere al matrimonio un
lugar muy especial entre los ritos de la IPG, en el que los cónyuges son los
ministros del propio ritual, y en el que el kanku y la maguada no son más que
meros testigos ante la Diosa-Madre. Se trata, pues, para sus fieles, de un
camino de santidad, de la consecución de una vida sobrenatural que es iniciada
con el ritual del bautismo, y no de una simple institución social.
Como trámite previo, los
contrayentes deben poner en conocimiento del tagorero local su intención de
realizar el ritual, que deberán preparar ellos mismo con ayuda de los
sacerdotes y sacerdotisas. La ceremonia suele celebrarse en un paraje natural,
en el que se crea un atrio semicircular donde, en el centro, arde un fuego de
carácter sagrado al que se arroja sal marina y plantas aromáticas.170 El
recinto se adorna con ramas del monte y hojas de palma, y se dispone en él un
efeken (altar), orientado hacia el sol naciente, en el que se instala la imagen
de la Diosa-Madre Chaxiraxi (a la que se hacen ofrendas). Los novios podrán
vestir el traje tradicional guanche o ataviarse con ropas actuales, pero ella
debe llevar una corona de flores silvestres. Para la celebración del ritual en
sí mismo, primero se suplica al cielo y a la tierra para que proteja el proceso
del matrimonio, y se pide permiso a los cerros, los valles y los barrancos. A
conti- nuación se inicia una oración de petición de permiso a los espíritus de
los ancestros y a la Madre Tierra, y se le hacen a los contrayentes una serie
de preguntas. Después son ungidos con sal y se procede al ritual de imposición
de manos, para concluir con una ofrenda de leche, gofio y miel, que ambos con-
trayentes deben darse de beber el uno al otro. Finalmente, para realizar este
complejo ritual, la IPG ha redactado una normativa con respecto a los
matrimonios, en la que además se tiene en cuenta la disolución del mismo.
También en esta normativa se contempla la realización de matrimonios entre
personas del mismo sexo, sin ningún tipo de distinción, por lo que critican las
tradiciones que consideran patriarcales y machistas, de origen judeocristiano.
Otra ceremonia muy característica
de la IPG es la de la ordenación de
alguno de sus miembros como sacerdote o sacerdotisa, durante la que se procede,
como en otras ocasiones, al ritual de imposición de manos. Este ritual, como
hemos visto, es una manera simbólica de hacer que more en uno el espíritu de la
diosa, que es transmitido por el guadameñe, quien ha sido escogido para este cargo,
según ellos, por la propia divinidad, tal y como exponen en el acta fundacional
de la entidad: «el Guadameñe de la Iglesia del Pueblo Guanche, en quien
permanece la función que por Inspiración Divina de la Sagrada Diosa-Madre
Universal Chaxiraxi que ha de transmitirse a sus seguidores, es cabeza del conjunto
de los faykanes, servidor de la Diosa-Madre y de la Iglesia del Pueblo Guanche
Universal en la tierra.» Durante la ceremonia de ordenación el aspi- rante, al
que ya se ha impuesto nombre guanche en un ritual bautismal previo, debe
también hacer una ofrenda, en consonancia con la fórmula que recogemos a
continuación: «Ustedes, espíritus de mi espíritu, que moran en La Sol, acepten
estos modestos presentes como prueba de que estamos en ustedes, y ustedes en
nosotros. Les rogamos que suplan nuestras flaquezas y en este nuevo año,
continúen cuidando del agua, del aire, de los árboles, de los ganados, del
pasto y de todo aquello con lo que la madre-tierra nos transmite la vida».
En su momento se desarrollará una
casta sacerdotal, que ya existía en el pueblo aborigen, y que aún está por
desarrollar, y que son los iboibos. Éstos se encargarán de los muertos y los
rituales relacionados con ellos. Tienen, de hecho, la idea de conseguir un
cementerio que se adecue a los criterios funerarios de los guanches
prehispánicos, en el que dar sepultura según un ritual propio a sus muertos.
Festividades: del sincretismo al
concepto de «autenticidad»
Según los miembros de la IPG,
pese a que en Canarias la mayoría de la población se considera católica, es
mucho menor el porcentaje de católicos que realmente practican dicha fe,
mientras que la mayoría de ellos visitan a curanderos y santiguadoras, van a
los centros de peregrinación de sus ancestros, atribuyen a objetos como cruces,
escapularios y estatuillas poderes sobrenaturales, y además, celebran fiestas
paganas que están ocultas bajo formas cristianas. Entienden, pues, a la iglesia
católica simplemente como un mero
contexto institucional dentro del cual se practica una religión popular, mucho
más próxima a la doctrina de la IPG. En este contexto, las creencias previas a
la llegada de los europeos a Canarias, fueron, según ellos, asimiladas, y los
símbolos y ritos cristianos con significado próximo a la cosmogonía anterior a
la conquista fueron aceptados y conservados. Plantean asimismo que la «quema de
Judas» o del «Haragán», fiestas celebradas aún hoy en algunas localidades de
las islas, son una prueba de esto, y que muestran cómo el sincretismo religioso
funciona como una forma religiosa netamente utilitaria. Por otra parte, según
su propio planteamiento, el catolicismo popular y sus cultos a los santos, más
que a un único dios, encaja bien en las creencias del pueblo guanche, en las
que entien- den que existía un monoteísmo enmarcado en un politeísmo. Para
ellos, el lenguaje religioso de la cristiandad europea sólo afloraba en la
superficie de la población, y las pervivencias, sólo había que destaparlas. Por
eso, continúan planteando, resurge la IPG, que ha venido perviviendo
sincretizada en fiestas y romerías populares, como la Rama de Agaete, el Poleo
de Icod, la romería del Socorro en Güimar, la de la Luz o la de la Virgen de
los Pastores (Diosas Tara- Tanit). De igual manera esto ocurre, según ellos, en
las fiestas de la Diosa- Madre Chaxiraxi, sincretizada como la Virgen de la
Candelaria, o las de la Virgen de Abona (Diosa Magek) y las de Tajao. Así, el
Wesñesmen, fiesta «nacional» guanche
dedicada a Chaxiraxi, se sincretiza con la de la Virgen de Candelaria, y el año
nuevo guanche, con la fiesta de San Juan. También entienden que el culto a los
árboles propio de los pobladores prehispánicos continúa oculto detrás de otras
fiestas y manifestaciones sincréticas, como en el Pino Santo de Terure (Tara) o
Virgen del Pino en Gran Canaria, el Pino Santo de la isla de la Palma (Virgen
de las Nieves), de la Victoria y de Vilaflor, además de Cristo del Pino en
Arafo.171
Si bien la IPG tiene prevista la
adquisición, allí donde sea posible, de algún edificio o local que sirva como
sede social a efectos administrativos, como hemos visto, las ceremonias,
rituales y festividades son celebradas en lo que entienden como el «más
grandioso templo que podemos ofrecer a la Diosa-Madre, el de su propia obra, es
decir, la naturaleza». Por el nombre de almogaren o mogaren, conocen, así, al
recinto natural y al aire libre, generalmente abrigado en la roca,
especialmente dedicado a espacio de oración, y que suele situarse en colinas,
atalayas o en las cimas de montañas. Otro importante lugar para la celebración
de ceremonias son las cuevas, en las que se cree que los aborígenes canarios
realizaban muchas prácticas de carácter religioso, como la visita a los
oráculos.172
Hasta tiempo reciente, plantean,
habían visto vetada la posibilidad de realizar públicamente sus cultos,
ceremonias y rituales, por lo que debían vivir su espiritualidad a través de
cultos sincretizados. Esto ocurre en el transcurso de varios siglos. Ellos, por
el contrario, según aseguran, reconocen «la libertad religiosa de todos los
seres humanos para expresar y celebrar sus creencias, como individuos o en
grupos, en cualquier ritual, símbolo o vocabulario que no cause daño y que sea
significativo para ellos».
Para la IPG, según el calendario
lunar, el año nuevo comienza con el Achu n Magek, coincidiendo con el solsticio
de verano, el 21 de junio. Esa noche se celebra una importante ceremonia en la
que las maguadas uncen a los asistentes con un ungüento sagrado, se encienden
hogueras y se hacen plegarias y ofrendas a La Sol. Pero organizan otras muchas
celebraciones, como los Encuentros Culturales Raíces Guanches, las Jornadas de
Confraternización, y las ya mencionadas ceremonias de imposición de nombres
guanches, bodas y ordenación de sacerdotes.
Integración y visibilización: el
juego de identidades
Por lo que hemos podido observar
durante nuestro trabajo de campo con el grupo, existen tensiones entre lo que
podríamos denominar la IPG del siglo XXI y la tendencia a la reconstrucción
«fidedigna», más o menos verosímil, de los rituales guanches, desde el punto de
vista de la escenificación etnográfica, que pone de manifiesto un problema que
gira en torno a los conceptos de identidad y de etnicidad guanche. De esta
manera, la última boda celebrada siguiendo esta tradición, en marzo de 2008, no
tenemos claro que se celebrara según el ritual de la IPG o por un ritual
guanche, sin más, a modo de reconstrucción etnográfica que busca acercarse a
reproducir cómo acontecían las mismas hace más de 500 años. Este hecho se
debió, desde nuestra óptica de meros observadores, a la presencia de gran
cantidad de medios de comunicación, que asistieron a la convocatoria hecha
pública en internet. A tenor de la repercusión mediática que tendría la
ceremonia, un numeroso grupo de integrantes de la iglesia decide, por votación,
celebrar una ceremonia lo más fiel posible a lo que se supone, debía ser una
boda guanche. Para ello, retiran el altar levantado a la Diosa-Madre Chaxiraxi
por no adecuarse a los criterios de autenticidad planteados, pues estaba
cubierto por un mantel bordado, al igual que aquellos elementos considerados
anacrónicos, como los boles en los que se hacen las ofrendas. Con este acto
simbólico vaciaron a la ceremonia de contenido para la IPG, y la convirtieron
simplemente en una reconstrucción de un ritual más o menos inventada, semejante
a las realizadas por asociaciones culturales, cual escenificaciones
folkloristas. La postura mantenida por el guadameñe era la de hacer un ritual
de la iglesia del siglo XXI, y no quedarse en la superficie de una recreación
etnográfica, por lo que se retiró y no participó en ningún momento del
ceremonial.
Esta cuestión, pone de relieve un
proceso de construcción actual de identidades étnicas muy peculiar, que gravita
inevitablemente sobre la propia entidad, en el que entran en juego diversos
factores de igual importancia, como la estrecha vinculación de muchos de sus
miembros con movimientos políticos nacionalistas en sus más diversos grados. De
hecho, entendemos el fenómeno como un proceso
de construcción de identidades en el que la indumentaria y las acciones
puestas en marcha marcan el transcurso de reconfiguración de los espacios y de
identificación con el pasado y presente del grupo. Así, en la búsqueda de
diacríticos culturales comunes, incluyen y recrean, mediante una especie de
etnografía experimental, los modos y costumbres guanches como si éstos
constituyeran su propia esencia, sirviéndose de actividades tan variadas y
diversas como el uso del palo y el garrote, el salto del pastor, etc. (deportes
denominados «autóctonos canarios», cuya enseñanza subvenciona el gobierno
autónomo y los cabildos, y que son exhibidos durante las celebraciones del día
de Canarias).
La iglesia, por otra parte,
realiza una prolija labor de publicación de textos en plataformas digitales
asociadas o vinculadas de alguna manera con la entidad,173 la mayoría de la veces firmados por el guadameñe Guayre Adarguma Anez' Ram n
Yghasen, y sus ceremonias, rituales y encuentros son publicitados a través de una intrincada red
de colectivos, generalmente mediante páginas de internet y cadenas de correos
electrónicos.174 De igual manera,
acostumbran a vincular ficheros a estos mismos enlaces y a otros en los que
cuelgan fotografías y textos alusivos a los eventos que se han desarrollado.175
Esto muestra, además, una extraordinaria diversificación en la mayor o menor
vinculación con la IPG de sus miembros y seguidores, que va desde el desempeño
de algún cargo (unas 5 o 6 personas), a los que se les ha impuesto un nombre
guanche (en torno a la treintena), y un amplio número de simpatizantes que
según el guadameñe se encuentran en torno a los 300. A la fecha del Acta
Fundacional de la institu- ción, en 2006, la junta de gobierno de la misma
contaba con seis fieles que desempeñaban
cargos de gaudameñe, maguada, kanku y amusnaus, y en la entrevista
realizada para este estudio nos decían haber comenzado con 21 fieles. De igual
manera, aunque matizan que lo esencial de la memoria de la religión guanche se
ha mantenido y que ellos no son más que los que lo sacan ahora a la luz, las
ceremonias regladas se vienen realizando desde el año 2000-2001. De hecho
comienzan su calendario contando desde la primera celebración del Achu n Magek
de la Nueva Era Guanche, por lo que en 2007 sería en el 7º año de esta nueva
era. Este nuevo calendario redivivo,176 por otra parte, forma parte de la
estrategia de mayor calado, consistente en una reelaboración del idioma
guanche,177 por lo que todas las fechas
utilizadas en sus escritos adoptan esta nueva forma.
Se trata, como vemos, de una
propuesta muy estructurada de neopaganismo, cuya fuerza radica en la
particularidad canaria ya expuesta anteriormente y en la cercanía en el tiempo
de los modelos religiosos previos a la europeización y a la cristianización en
las islas.
Notas:
164. Ésta es tan sólo una de las
maneras que tiene la comunidad de creyentes de referirse a ella pues, como
veremos, la asocian con otras muchas formas, coma Tara, Tanit, Moneyba, Abora,
Diosa Celeste, Diosa Luz, Divinidad primigenia, etc.
165. A partir de aquí,
utilizaremos la expresión «guanches» para referirnos a las poblaciones
prehispánicas canarias por ser la autodenominación aceptada por la iglesia. Pero entendemos que la utilización de este término deja fuera
a otras islas, como Gran Canaria, pues es el gentilicio con el que se conocía a
los pobladores exclusivamente de la isla de Tenerife, lo que plantea un
problema para el desarrollo del grupo fuera de esta isla.
166. De igual manera, entendemos
que el término «autóctono» posee una carga valorativa, en torno a la que
gravitan cuestiones como la etnicidad y problemas de construcción y
deconstrucción de identidades, en la que no se va a entrar en este estudio,
entendiéndose su uso desde la propia dialéctica utilizada por la Iglesia del
Pueblo Guanche.
167. A partir de aquí, IPG.
168. El bucio es una caracola de
mar de gran tamaño que es soplada, profiriendo un sonido parecido al de una
bocina de barco, y que sirve como llamada y reclamo para el grupo.
169. Toque de tambor, acompañado
de chácaras (especie de castañuelas grandes) y a veces de pito (flauta), cuya
danza se cree tiene un origen aborigen, y que se adaptó luego al folklore
canario.
170. Según su propia cosmovisión,
el humo de esta fogata eleva las súplicas de los fieles y contrayentes al
cielo.
171. Siempre teniendo en cuenta
los parámetros de enculturación aplicados por la propia
172. Sitúan en la Montañeta, en
Moya, en la isla de Gran Canaria, por ejemplo, uno de
estos oráculos.
173. Véase
http://www.canariastelecom.com/personales/benchomo/benchomo
religionguanche.htm, o http://elguanche.net.
174. Para una imposición de nombres, por ejemplo, véase
http://canariastelecom.com/per- sonales/benchomo/imposicionnombres2004.htm,
para una ordenación de maguada (sacerdoti- sa) http://www.canariastelecom.
com/personales/benchomo/ordenacionmaguada.htm,
para la primera boda por el ritual guanche después de la conquista
http://elguanche.net/
bodaacerinarukaden.htm, para la celebración del año nuevo
guanche http://www. canariastelecom.com/personales/elguanche/anonuevoguanche2003.htm.
175. Véase a este
respecto http://elguanche.net/Ficheros2/primerasjornadas
confraternizacion.htm; http://elguanche.net/ficheros2/bautizoguanche16dic07.htm; http:// www.guanche.org/guanche/080316_
boda_guanche/.
176. En
http://www.canariastelecom.com/personales/benchomo/calendarioguanche.htm.
Fuente:
FRANCISCO DÍEZ DE VELASCO (ed.)
RELIGIONES ENTRE CONTINENTES MINORÍAS RELIGIOSAS EN CANARIAS
Realizado como resultado del Contrato de Investigación entre
la Universidad de La Laguna y la Fundación Pluralismo y Convivencia (Proyecto
«La multirreligiosidad en Canarias: análisis de las comunidades y grupos
religiosos minoritarios») por el Grupo de Investigación Relican (Religiones en
Canarias).
Diseño de la cubierta: Muntsa Busquets
© Francisco Díez de
Velasco (editor), Néstor Verona Carballo, Roberto Rodríguez González, María
Victoria Contreras Ortega, Alberto Galván Tudela, Alfonso García Hernández,
Ángela García Viña, José Abu Tarbush Quevedo
© de esta edición
Icaria editorial, s.a.
Arc de Sant Cristòfol, 11-23, 08003 Barcelona
www.icariaeditorial.com icaria@icariaeditorial.com
© Fundación
Pluralismo y Convivencia
Pintor Rosales, 44, 6º izquierda - 28008 Madrid
www.pluralismoyconvivencia.es
fundación@pluralismoyconvivencia.es
Primera edición: octubre de 2008
ISBN: 978-84-7426-000-0
Depósito legal: B-00.000-2008
Composición: Grafolet, S. L.
Aragón, 127, 4º 1ª - 08015 Barcelona
Impreso en Romanyà/Valls, s.a. Verdaguer, 1, Capellades (Barcelona)
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