Afganistán siempre ha sido un lugar de paso, pues es
un cruce de caminos en Asia, y como tal, resulta estratégicamente vital para el
paso de los Gaseoductos y Oleoductos que son vitales para que Occidente se
aproveche del Petróleo y el Gas de Asia; Quien controle Afganistán tendrá la
llave de ese flujo de Materias Primas y quién sabe si dejar fuera “del gran
juego estratégico” en la zona a Rusia. Ese fue el único motivo por el que la ex
URSS invadió el pequeño país asiático, asegurarse que dada su posición
intermedia entre Europa Occidental y las fuentes de Materias Primas, hacerse
con el control del flujo de las mismas, con lo que la tendría cogida por algún
sitio más “sensible” que el cuello.
La reacción estadounidense y de sus comparsas europeos,
previsible no se hizo esperar, y tras las condenas de rigor, comenzaron a armar
al pequeño grupo de nacionalistas afganos que trató de oponerse a los
soviéticos, a través de su lacayo Paquistán y su Servicio de Inteligencia, el
ISI; Pero no eran sino una ínfima minoría, por lo que crearon un comité asesor
sobre el tema, donde entra en escena el amigo Bin Laden; Pronto llegan a la
conclusión de que ni los afganos ni el resto de árabes se van a movilizar en
número suficiente para representar un oponente eficaz a los ocupantes
soviéticos. Solo declarando una “guerra santa contra el impío ateo rojo”,
podría movilizarse una cantidad tal de combatientes, y la CIA y el Gobierno
norte americano, encantados con la idea, la secundan y financian. En efecto, el
líder religioso de turno decreta la “fatwa” correspondiente, y comienzan a
llegar voluntarios árabes de todo el mundo islámico a combatir a los
soviéticos; Son los llamados “árabes o musulmanes afganos”. Todos estos
voluntarios árabes, fanatizados en las madrasas o escuelas islámicas de
Paquistán, son al mismo tiempo entrenados militarmente y armados por el ISIS
paquistaní y asesores de la CIA, mediante el flujo incontable de dinero y
recursos proveniente de los Estados Unidos, Arabia Saudí y otros; Ya sabemos
cómo acabó todo, con la retirada de las tropas soviéticas de Afganistán. Pero
no acaba aquí la historia, solo es un acto más.
Algunos se dieron cuenta de la peculiar situación que se
había creado; Un enorme contingente de combatientes experimentados en una de
las guerras de guerrillas más sucias de la Historia, lo suficientemente
motivados tras la victoria y fanatizados que al retornar a sus lugares de
origen predicarían la “guerra santa” y contarían como era posible vencer
imitando la experiencia afgana. Por otra parte se tejió toda una red de
contactos en todo el mundo islámico que acabó llamándose Al Qaeda. Mientras, en
Afganistán poco a poco se conformaba el movimiento militar y ultra religioso que
se acabó llamando Talibán, formado principalmente por miembros de la etnia
Pastún, que comenzó a recibir el flujo de jóvenes estudiantes de las madrasas o
escuelas coránicas del país y de Paquistán y otros sitios, formándose un
impenetrable y fanatizado movimiento guerrillero- religioso que hoy día
conocemos; Y con ellos, más “árabes afganos” que, una vez cumplido su
compromiso, retornaban a sus lugares de origen, llevando la experiencia y las
enseñanzas adquiridas. Son estos herederos de la experiencia afgana los que en
África y Asia siembran el terror religioso y extienden la amenaza terrorista
por todo el mundo, los que fundaros el ISIS, Boko Haran y otras organizaciones
terroristas.
El caso es que Occidente no aprendió la lección de
Afganistán y sigue utilizando a estos grupos de asesinos fanáticos para sus
fines miserables de saquear los Recursos Naturales de África y Asia,
financiando y apoyando más o menos descaradamente a estos grupos, con dinero,
con apoyo técnico y con todo lo que pueda hacer para obstaculizar a quienes los
combaten; Basten dos ejemplos, hoy se conocía la noticia de que los USA han
pedido a Grecia que cierre su espacio aéreo a los vuelos que desde Rusia,
llevan ayuda humanitaria a Siria, o que no permiten que los Kurdos del PKK entren
en Siria, a pesar de que son estos combatientes los únicos que han demostrado
poder con el ISIS. Si tu no dejas que puedan acabar con el Estado Islámico, es
porque te interesa que exista y desmembré los países donde se asienta, lo que
pone en manos de los USA los cuantiosos recursos Naturales de los Estados de
Oriente Medio y de paso, deja libre el camino a la expansión sionista de Israel
al quitarle del camino posibles rivales.
Quitaron de en medio a Sadam Jusein, Gadafi y tratan de
quitar de en medio al tirano Sirio, algo que llevan haciendo décadas, y no
importa para ello financiar y apoyar a los mayores asesinos que se han visto
desde el II Raich, y extender la amenaza terrorista por todo el mundo,
aprovechando de paso para recortar los Derechos Fundamentales de la ciudadanía,
con leyes ex profeso, como por ejemplo la “Ley Patriotica” en USA, que da
facultad al Sistema para espiar no solo a sus ciudadanos sino a toda la
humanidad. Cuando los terroristas acaben con el régimen sirio, se planteará otra
invasión tipo Irak o Afganistán, se desmembrará el país si conviene o en todo
caso se mantendrá “desactivado” para que no interfiera en la verdadera
intención de todo esto, acabar con Irán y hacerse con sus reservas de Petróleo
y Gas, por no decir que eliminar al peor enemigo de Israel.
Así nacieron los Talibanes, Al Qaeda, el ISIS, Boko Harán y
otros movimientos terroristas, de la mano de las ¿Democracias? Occidentales, de
los USA y de la OTAN, con su dinero y sus armas; Menos mal que son democracias
civilizadas y no “dictaduras” de corte socialista o chavistas o pro cubanos,
quien sabe si en este caso, hubieran llegado incluso a crear hospitales y
escuelas y centros de trabajo... Menos mal...
Desde la Vieja Fortaleza, Rukaden Ait Anaga.
10 Septiembre 2015
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