1567. Agustín de Herrera,
señor de Lanzarote y Fuerteventura, profesional de la trata de esclavos,
protestó en nombre propio y de sus vasallos. Ocupación de los cristianos la
captura de "moros",
desde
que poblaron las islas, pues estaban a 12 horas de Berbería, pasar por Gran
Canaria implicaba hacer "mucho camino", en mar peligroso."Paso principal" a las Indias, las aguas
estaban “llenas” de corsarios, riesgo al
que se sumaba la parsimonia de los inquisidores. Retenidos en Gran Canaria, el
cambio de tiempo hacía imposible el viaje a Berbería, pasando la fecha de
entrega del cautivo y enfriándose los familiares, que recortaban la suma
estipulada, o se negasen a pagar.
Probando que sabía manejar la razón, Herrera
señaló que siendo los cautivos adultos, dotados de criterio, al no faltar
clérigos en sus islas, empeñados en convertir, de querer hacerse cristianos
hubiesen recibido el bautismo, sin necesidad ser sometidos a desagradable
viaje. (Luisa Álvarez de Toledo)
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