lunes, 9 de junio de 2014

JOSE NAVARRO GORRÍN




1881 noviembre 10.

El Bachiller don José Navarro y Gorrín falleció en la casa parroquial de San Pedro de Daute, a la una y media de la tarde,  José Navarro y Gorrín (1839-1881), Bachiller en Sagrada Teologia, parroco de San Miguel de Abomna, El Tanque y San Pedro de Daute, Arcipreste y subcolector de capellaníuas de Garahico1

Sobrino del sacerdote don Bernardo Gorrín y Jiménez (1792-1876), del que ya nos ocupamos en un artículo anterior, don José Navarro Gorrín siguió la estela de aquel. Así, una vez que su tío le cedió el patrimonio vitalicio que disfrutaba, recibió las órdenes sagradas hasta el  Presbiterado. Comenzó su labor de  apostolado como coadjutor de  Garachico  y capellán de las Concepcionistas de dicha villa; la continuó como cura ecónomo de San Miguel de Abona y El Tanque, además de cura encargado de Granadilla de Abona; y la concluyó sustituyendo a don Bernardo como párroco propio y mayordomo de fábrica de San Pedro de Daute, así como arcipreste de Garachico. Asimismo, obtuvo el título de Bachiller en Sagrada Teología y desempeñó los cargos de mayordomo de la ermita de Santa Ana de su Tamaimo natal  y subcolector de  Capellanías vacantes  del  partido de  Garachico, que pudieron ser muchos más si su carrera no se hubiese truncado con una muerte prematura.

Su familia y el comienzo de su carrera eclesiástica.

Nació en el pago de Tamaimo de la Villa de Santiago el 29 de mayo de 1839, siendo hijo de doña Antonia Petra Gorrín Jiménez y de su segundo esposo don José Navarro Gorrín. El 9 de junio inmediato recibió el bautismo en la iglesia parroquial de San Fernando, de manos de su tío don Bernardo Gorrín Jiménez, cura rector propio de San Pedro de Daute; se le puso por nombre “José Bernardo Nicasio del Santísimo Sacramento” y actuó como padrino el párroco de la villa don José Yanes Machado (quien luego fue beneficiado de Garachico).

Nuestro biografiado fue el menor de seis hermanos, siendo los mayores don Victorino, don Antonio, doña María, doña Catalina y doña Rosalía; además, del primer enlace de su madre con don José Forte había nacido por lo menos otro hermano, don Bernardo Forte Gorrín.

Según los padrones parroquiales de la época, en 1840 vivían en la casa nº 162 de la jurisdicción, en el pago de Tamaimo: don José Navarro Gorrín, de 38 años; doña Antonia Gorrín, de 45; don  Antonio, de 15; doña María, de 11; doña Catalina, de 9; doña Rosalía, de 7; y don José, con tan solo un año; el mayor, don Victorino no vivía con ellos por entonces. En 1842 estaban empadronados en la casa nº 161 del mismo pago, que en 1843 había pasado a ser la nº 177 de la amplia jurisdicción parroquial. En 1844 ya habían emigrado a América su padre, don José Navarro Gorrín, y sus dos hermanos mayores, don Victorino y don Antonio, pues figuraban como ausentes en el padrón de ese año, con 41, 28 y 25 años de edad, respectivamente;  en  la  casa    186  del  término  municipal,  en  el  pago  de  Tamaimo, continuaban viviendo en ese año: doña Antonia, con 50 años; doña María, de 20; doña Catalina, de 14, doña Rosalía, de 10; y don José, de 5. La situación continuaba igual en 1845, aunque en dicho año su casa era la nº 183 del Valle. Por entonces falleció en América el



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cabeza de familia y dejó de vivir con ellos su hija María, pues en el padrón de 1846 sólo figuraban en la  casa nº  172: doña Antonia Gorrín Ximénez, viuda  y con 52 años; don Victorino, de 30, y don Antonio, de 22, aún ausentes; doña Catalina, de 16; doña Rosalía, de
12; y don José, de 6 años. Así continuaba la unidad familiar en 1847.
En 1850 don José se fue a vivir con su mencionado tío don Bernardo Gorrín Jiménez a San Pedro de Daute, de donde era cura propio, pues allí figuraban en el padrón parroquial de dicho año, así como en los de 1851 y 1852, siempre en la casa nº 1 de la jurisdicción parroquial y acompañados por tres criados: Rafaela Lorenzo Méndez, Fernando Lorenzo Paredes y Francisco Rodríguez. En ese último año, 1852, don Bernardo Gorrín aparecía con
70 años, don José Navarro con 15 y los sirvientes con 31, 30 y 13, respectivamente. No obstante, en 1851 nuestro biografiado también estaba empadronado en la casa familiar de Tamaimo, la nº 172 del Valle de Santiago, pues en ella figuraban: doña Antonia Gorrín, viuda y con 60 años; doña Catalina, de 24; doña Rosalía, de 20; don Antonio, de 18 y ausente; y don José, de 14. Y en 1854 continuaba empadronado en la casa nº 37 del pago de Tamaimo, donde vivían: doña Antonia Gorrín Ximénez, viuda y con 60 años; doña Rosalía, de 24; y don José, de 16; acompañados por don Pedro Gil Forte, criado de 28 años.
En 1858 y 1863 don José Navarro Gorrín ya no figuraba empadronado en San Pedro de Daute con su tío, y tampoco lo estaba en Tamaimo en 1864, pues en la casa nº 286 de la amplia jurisdicción del Valle de Santiago sólo vivían su madre, doña Antonia Gorrín Jiménez, de 69 años, y don Bernardo Jiménez Trujillo, de 13.

Al igual que su tío, don José Navarro Gorrín nació en el pago de Tamaimo.

Apoyándonos en los padrones mencionados, podemos deducir que don José Navarro pasó los primeros diez años de su vida en el pago de Tamaimo de su villa natal, donde estudió las primeras letras. Luego, influido por su mencionado tío don Bernardo Gorrín, comenzó a cursar la carrera eclesiástica, estableciéndose en 1850 con él (que fue su primer profesor) en San Pedro de Daute, donde aquel ejercía como cura párroco. Fue también el Sr. Gorrín quien costeó su traslado a la ciudad de Las Palmas y su residencia en el Seminario Conciliar de laDiócesis de Canaria para proseguir sus estudios; probablemente ya se encontraba en dicha capital en 1858.

Nuestro personaje alcanzó pronto una excelente preparación, pues el 4 de junio de1859 se expidieron letras dimisorias a su favor desde el Obispado Nivariense, para que pudiese recibir la primera Tonsura clerical y las cuatro Órdenes Menores de manos del obispo de la Diócesis Canariense Fray Joaquín Lluch y Garriga; por entonces figuraba como “vecino de Garachico en San Pedro de Daute y residente en el Seminario Conciliar de la Diócesis de Canaria”.

El dilatado expediente de cesion del patrimonio vitalicio que disfrutaba su tío don Bernardo Gorrín Jiménez.

Al año siguiente, se instruyó el oportuno expediente ante el Tribunal Eclesiástico del
Obispado, a instancia de don José Navarro Gorrín, vecino de la Villa de Santiago, para que se le posesionase en el patrimonio vitalicio que le había cedido su tío el presbítero don Bernardo Gorrín Jiménez y con él poder ascender a las órdenes sagradas. Así, el 3 de enero de 1860 se efectuó en Garachico la cesión de dicho patrimonio:
En  el  Puerto  de  Garachico  de  esta  isla  de  Tenerife  á  tres  de  Enero  de mil ochocientos sesenta años, ante mi el escribano publico por S. M. Y de los testigos que adelante se dirán, comparecieron el Presbitero Dn. Bernardo Gorrin y Jimenes Venerable cura  párroco  de la  Feligresia  de San Pedro  de Daute,  jurisdicción  civil de este dho Puerto, Dn. Antonio Gorrin Jimenes vecino del Pago de Chio jurisdicción de Guia de esta misma isla, y Da. Antonia Gorrin y Jiménez, viuda de Dn. José Navarro vecina del Pago de Tamaymo jurisdicción de la Villa y Valle de Santiago, de cuyo conocimiento doi fe, mayores de la edad legal y juntos é insolidum, ciertos y sabedores de su derecho, dijeron: Que con fecha seis de Junio  del año  pasado  de mil ochocientos diez y por  ante  Dn. Ignacio Artacho Ramírez, el padre comun de los comparecientes Dn. Felix Gorrin, fundó un Patrimonio laical vitalicio, a favor del antedicho Dn. Bernardo Gorrin para qe. á titulo de él pudiese ordenarse  y ascender  al sacro  Presbiterado,  como en efecto asi lo tuvo, previas las diligencias practicadas en la curia eclesiastica del Provisorato de la Diocesis de la Catedral  de Canaria,  acreditando;  que las fincas dotación de dicho Patrimonio, razonadas en la contaduría de hipotecas en el cuaderno Septimo del primero registro al folio trescientos y seis en el dia de su fha; cuan ciertas y seguras, siendo la primera, un pedaso de tierra en dho Guia donde llaman Batista que lindaba al naciente Barranquillo, al  poniente  herederos  de  Gaspar  Alonso, por  abajo  y arriba  con  propiedad  de  Dn. Bernardo Nicolas Hernandes Medina, que valia mas de sesenta y cinco pesos de á quince reales vellon, con la pension de cuatro y medio reales de tributo a la Parroquia  de dicho Guia // Otro pedaso en la Malesa del mismo Guia, que cree uno de los tres que compró á Francisco  Gonzales, lindando por el naciente con Da. Ana Sopranis, al poniente tierras de José Esteves, arriba  la misma Doña Ana y abajo el propio José Esteves // Y la otra linda al naciente tierra de Capellania;  al poniente corriente del Barranco que llaman de la  Maleza, y por  arriba  con tierra  de Francisco,  y por  abajo  las que llaman de Dn. Salvador; y la tercera suerte linda al naciente con tierras de Capellania, por arriba  con herederos de Dn. Domingo Francisco, por el poniente las de herederos de Diego Martin de Alayon y por abajo con las de Gaspar  del Pino, que valian mas de setenta y cinco pesos // Y  un pedazo de tierra  donde llaman  los Majanos  en dha  Guia,  lindando  al naciente con tierras herederos de Dn. Melchor Sopranis vecino de Icod, al ponte. tierras de Dn. Bernardo Jiménez, por arriba  las del Alferes Dn. Bernardo Hernández difunto, y debajo de Francisco Cartaya su valor cincuenta y cinco pesos, estos dos últimos libres, de tributo y gasto mas de cien pesos en reedificarla = Una casa de mampostería, madera de tea, cubierta de teja, sita en dho Guia, lindando por el naciente con otra de Dn. Bernardo Jiménez, al poniente tierras  de herederos  de Pedro  Gonzales, por abajo  el dicho Dn. Bernardo  Jiménez, y arriba  de José Martin, su valor cuatrocientos  pesos corrientes  =



Item un pedaso de viña; donde dicen la Era del Llano en Tamaymo, que lindaba por el naciente con tierras  del fundador, al poniente con cerca y arboleda  que era del mismo fundador, y arriba  herederos de Bartolomé Gonzales, y por abajo los de Pedro Alonso Forte, que vale seiscientos pesos; En cuya conformidad, habiendose presentado el citado documento original en dha Curia y Provisorato, se libraron los despachos oportunos y se justificó la certesa de estas fincas y que redituaban todas veinte y dos y media fanegas de trigo morisco, y treinta y nueve pesos corrientes en dinero; y por lo tanto, sustanciado el expediente, se aprobó dho Patrimonio y declarado  por congrua suficiente, se le mandó dar  la correspondiente  posesion de dichos bienes, como todo consta de titulo original, despachado á su favor en veintiocho de Mayo del año pasado de mil ochocientos diez y seis  á  que  se  remiten.  Pero  acontece  que  hallándose  en  estudios  mayores  Dn.  José Navarro Gorrin, hijo de la otorgante Doña Antonia Gorrin con el objeto de ascender al sacro  Presbiterado   y  careciendo  de  recursos  para   proporcionarle   otro  Patrimonio suficiente á obtener este ascenso, han deliberado estos otorgantes, de su libre voluntad, y para tan digno objeto el que hallándose ya colocado el mencionado Venerable Cura Dn. Bernardo  Gorrin  en la  Parroquia  de San Pedro  de Daute  con renta  suficiente  á  su congrua sustentación, y poseedor ademas de ciertos bienes de fortuna adquiridos, que le mantienen en su estado bien seguro para su desente porte, haga este como efectivamente hace suelta y cesion de el predicho su Patrimonio, y los frutos de sus bienes, a favor del mencionado Dn. José  Navarro  Gorrin,  hijo de la predicha  otorgante  Doña  Antonia y sobrino de dho Venerable Cura  Dn. Bernardo,  y del Dn. Antonio Gorrin  cootorgantes, mediante á que no les hace falta á ninguno de ellos su goce y disfrute por los dias de la vida del Dn. Bernardo  actual  poseedor,  como por  la  del nominado Dn. José  Navarro Gorrin hijo y sobrino de los comparecientes; y para el efecto deseado é indicado; estos en aquella  via y forma que mejor convenga y pueda  ser,  otorgan  y conocen que ceden, renuncian y traspasan en un todo y solo para el objeto indicado todo el derecho y accion que á dicho Patrimonio les corresponda,  con arreglo  a las clausulas de su institución, durante  la vida del susodicho Dn. José Navarro  Gorrin,  ó mientras que este obtenga beneficio eclesiástico, que le reditue su congrua sustentación, en cuyo caso debe quedar sin efecto la presente  cesion. Y  bajo este concepto hacen el presente  documento, con facultad para que en su consecuencia, con copia de el, que le proporcionará  el presente escribano, pueda ocurrir donde conveniente fuere, á practicar las diligencias conducentes á  el entero  efecto de lo que queda  relacionado,  pues para  todo lo dicho incidente y dependiente, le facultan ampliamente, sin mas reserva que la ya espresada, dando fuerza á  este  documento  con  todas  las  clausulas,  vinculos  y  firmezas  necesarias  para  su validacn.,  obligándose  á  su  cumplimiento, con  todos  sus  bienes  propios  presentes  y futuros, debida sumisión judicial, renunciación de leyes de su favor, y la prohibisoria. Y advertidos de la toma de razon y pago de derecho que devenga, segun las Reales Ordenes de la materia, en el termino y bajo las penas, que establecen; asi lo dijeron, otorgaron y firma el Venerable Cura Dn. Bernardo Gorrin, y no los demas otorgantes que no saben y lo hecho los testigos presenciales  que lo son Dn. Estevan de los Reyes, Dn. Antonio Sanches y Villa y Dn. Ciriaco Real de esta vecindad // Bernardo Gorrin – Estevan de los Reyes – Antonio Sanches y Villa = Ciriaco Real = Ante mi – Manuel Reyes Escnô pco.
El 12 de ese mismo mes de enero se presentó este documento en la oficina del Registro de Hipotecas del Partido de la Orotava y el 27 de marzo don José Navarro Gorrín pagó en dicho registro el derecho de hipotecas que le correspondía por su patrimonio, practicándose por el encargado de la oficina una primera liquidación: “He recibido de Dn. José Navarro y Gorrin tres reales vellon noventa y tres centimos por patrimonio constituido á su favor por su madre Da. Antonia Gorrin y Gimenes de la tercera parte de diferentes fincas rusticas  y urbanas  en las jurisdicciones de Guia y Santiago, según escritura  otorgada  en Garachicho ante el Escribano D. Manuel Reyes con fecha tres de Enero ultimo”. Y luego otra de 94 reales vellón y 25 céntimos, “por patrimonio constituido á su favor por sus tíos Dn. Bernardo  y Dn. Antonio Gorrin  Gimenes de las  dos terceras  partes  de diferentes  fincas rústicas y urbanas en las jurisdicciones de Guia y Santiago”.


De este modo, en la mañana del 7 de abril de dicho año 1860, Sábado Santo, se le confirieron las cuatro Órdenes Menores en la capilla del Palacio Episcopal de Las Palmas de Gran Canaria. Ya como clérigo minorista, el 28 de junio de 1860 nuestro biografiado elevó la siguiente instancia desde San Pedro de Daute:
Dn. José Navarro y Gorrin, clerigo de menores ordenes y seminarista del colegio de la Ciudad de las Palmas en Canaria,  ante V. Con el respeto debido y como mejor proceda parece y dice: que deseando ascender á las ordenes mayores, mi Tío el Ve Cura de la Iglecia de San Pedro de Daute me cedio el patrimonio vitalicio, a titulo del cual se ordenó, según aparece  de la escritura  que igualmente presentó; y conviniéndome tomar posesion de las fincas que le componen, ocurro á V.s para que si lo tiene á bien se libre despacho  para  que cualquiera  notario  publico me de la  sitada  posesion;  para  llevar diligenciado este expediente, luego que regrece á la Ciudad de las Palmas, á continuar mis estudios, por  que ahora  me hallo  por  esta  Isla  con licencia  del Sôr Rector, con motivos de haberme desasonado, y presentarlo á S. S. Iltma para los efectos convenientes; por tanto Suplica á V.s que en vista de lo expuesto se sirva proveher, como dejo solicitado; por ser de justicia, é imploro la acreditada bondad de V.s.

El 11 de julio inmediato el provisor, vicario y gobernador del Obispado Lcdo. don Pascual José Cozar emitió un auto, ante el notario público don Francisco Martínez Diepa, en el que prevenía a don José que debía nombrar procurador “que le represente en este negocio”; y ese mismo día dicho notario notificó el auto a don Manuel Correa, como encargado del Sr. Navarro.

Simultáneamente, el 10 de julio don José Navarro Gorrín, que por entonces figuraba como “vecino de la Villa y Valle de Santiago en el Pago de Tamaimo”, compareció ante el escribano público de Garachico don Manuel Reyes y tres testigos de dicha vecindad (don Antonio Pérez Velázquez Alonso, don Domingo Martín Carballo y don Antonio Sánchez y Villa), manifestando:
Que hallándose en propósito deliberado de ascender al Sacro Presbiterado,  le ha sido señalado para su congrua sustentación, y desencia personal al Patrimonio, que sus abuelos maternos instituyeron para el propio objeto, a favor del Presbitero y Venerable Cura de San Pedro de Daute Dn. Bernardo Gorrin, tio del que habla, sobre que se han practicado  las  oportunas  diligencias,  y teniendo aun  que proseguirla  en el Gobierno eclesiástico sede vacante de esta Diócesis de Tenerife, se le hace preciso otorgar  poder especial, a procuradores  á el efecto, hasta  poner esta solicitud en estado de que se le confiera  la  colación  canónica  en  dho  Patronato,   y todo  lo  demas  concerniente  de posesion y canónica institución para  poderse ordenar,  como lo desea, de Presbitero:  Y con tal objeto otorga, en aquella via y forma, que mejor haya lugar de derecho. Que da y confiere  todo su poder general  y especial que se requiera  a Dn. Domingo Toledo, Dn.

Casildo Delgado y Gomez, Dn. Pedro Jose Rodriguez, y Dn. Francisco  Martinez Diepa, procuradores  numerarios  del Partido  judicial,  eclesiástico  y civil de la  Ciudad  de la Laguna, y a los del de la Ciudad de las Palmas de gran Canaria, Dn. Carlos Navarro, Dn. Jerónimo Cardoso, Dn. Fernando  Baes, Dn. Julian Torón, Dn. Juan Lorenzo Torres, Dn. Luis Quesada, y Dn. José Gabriel Rodz.

De todos ellos, fue el güimarero don Casildo Delgado Gómez el que aceptó el poder y asumió la representación de nuestro biografiado. Así, el 14 de julio don Casildo compareció en el expediente en nombre de don José Navarro Gorrín, presentando el poder y el título del patrimonio instituido a favor del tío de éste y cura de San Pedro de Daute don Bernardo Gorrín, quien lo había cedido “á fin de que le sirva á aquel, su sobrino, de congrua  pa. ascender á los sagrados  ordenes á que aspira”;  en virtud de ello suplicaba al gobernador eclesiástico: “se sirva acceder á la posesión que tiene pretendida, y que reitero en este, todo con el objeto de acender a los ordenes sagrados á que tiene vocación; previo el declaratorio conducente, aprobando dhô. patrimonio como congrua suficiente”. El 17 del reiterado mes de julio el Lcdo. Cozar dispuso que:
Extiéndase igualmente testimonio en relacion  sucinta del titulo exhibido por el opositor,  y  literal   de  aquella   parte,   en  que  se  determinan  y  circunstancian   por declaración  testifical las fincas tanto rusticas  como urbanas  que dotan el Patrimonio Vitalicio controvertido, con sus linderos y valores respectivos; y devuelvase, tambien, al personero  exhibente. Acreditese del mismo modo la  existencia, el estado  y el precio actuales  que en venta y renta  tengan  los mencionados predios;  á  cuyo efecto  se da comision al Venerable Parroco  del Partido en que radican los enunciados fundos, quien debera  oir  sobre  aquellos  tres  extremos  la  de  posicion  de  cinco  testigos,  tres  de presentación de parte, y dos nombrados de oficio: evacuado y diligenciado todo esto con asistencia de Notario Eclesiástico que dé fé, devuélvanse á este Tribunal el Despacho que se librará  al intento, con las actuaciones que para  su debido cumplimiento practique el Delegado,  el cual  hará  su informe de remision extensivo á  las  cualidades  morales  y religiosas y vocación al citado eclesiastico del cesionario del Patrimonio debatido, Dn. José Navarro Gorrín; oyendo, al intento, sobre ellos la declaracion de testigos que sean personas abonadas y de probada conciencia, que conoscan al referido opositor Navarro Gorrin.

Así le fue notificado al procurador don Casildo Delgado. Tres días después, el 20 de julio, el notario público don Francisco Martínez Diepa emitió su informe, en el que recogía el historial de dicho Patrimonio, desde su fundación por don Félix Gorrín el 6 de junio de 1810 hasta la sentencia definitiva del 10 de mayo de 1816, por la que fue aprobada dicha fundación, erigiendo los bienes de su dotación en “quasi espirituales” y adjudicándolos a don Bernardo Gorrín para que sus rendimientos le sirviesen de congrua con la que poder recibir las órdenes sagradas; asimismo reproducía los linderos, valor y réditos de los bienes de que se componía, tal como se recogían en el título original.

El 23 de julio se libró el despacho por el notario Martínez Diepa, quien lo entregó al procurador Delgado; estaba firmado por don Pascual José Cozar “Presbitero,  Licdo. en la facultad de Jurisprudencia, Abogado de los Tribunales del Reyno, Examinador Sinodal de los Obispados  de  Badajoz,  Malaga  y  Sevilla,  Miembro  de  varias  Academias  literarias   y Sociedades científicas, Provisor, Vicario general, y Gobernador de la Diocesis de Tenerife por el Iltmo. Sor. Dor. Dn. Juaquin Lluch y Garriga, por la gracia de Dios y de la Santa Sede, Obispo de Canarias,  Administrador Apostolico de Tenerife del Consejo de S. M. &a”, y se dirigía al venerable cura párroco del pueblo de Guía; incluía el auto del 17 y la relación de bienes que dotaban el Patrimonio, concluyendo: “Por tanto y para  que tenga efecto lo por Nos  proveido  en  el  auto  preinserto,  espedimos  el  presente  por  el  cual  mandamos  al mencionado Parroco  del Pueblo de Guia, cumpla con lo dispuesto en el espresado auto sin omitir  cosa  alguna,  respecto  de  la  comisión  que  en  bastante  forma  se  le  confiere; expresándose ademas en las diligencias que practique la cabida que tengan las fincas arriba designadas, á los fines subsecuentes”.

El 16 de agosto de dicho año 1860 el párroco de la iglesia de Ntra. Sra. de la Luz del pueblo de Guía, don Domingo Mora y León, aceptó y obedeció el despacho antecedente del gobernador eclesiástico de la Diócesis, diciendo: “Que para darle su puntual cumplimiento, la parte presente los testigos, de que intenta valerse, para  la justificación á que se refiere, y mediante á que una de las fincas que constituyen el Patrimonio, radica en la jurisdicion del Valle de Santiago en su Pago de Tamaimo, la parte presente asimismo, testigos de aquella feligresia, reservando en el Parroco  comisionado llamar los que se previenen de oficio”; así lo certificó el notario público don Eduardo Domínguez.

En ese mismo día comparecieron, ante el antedicho párroco y el notario público, los tres testigos de parte, que eran vecinos de Guía: don José Agustín Delgado Trujillo, de 65 años, don Juan Alonso Rojas, de 60 años, y don Francisco González Martel, de 52 años. También lo hicieron los dos testigos de oficio, que eran los únicos que sabían firmar de todos los declarantes: don José González Trujillo, de 50 años, y don Agustín Rodríguez Trujillo, de70 años.

El citado don Francisco González Martel dijo: “Que conoce las fincas que constituyen el Patrimonio  qe. el Presbítero  D. Bernardo  Gorrin  sede a  favor de su sobrino  D José Navarro Gorrin, cuyos terrenos, son ciertos, que se hallan  en buen estado;  y qe. lejos de haverse atrasado  en sus productos, save qe. a sido por lo contrario,  por qe. en algunos de ellos qe. antes solo producían granos, hoy se hallan en el cultivo de la cochinilla y por lo mismo en un producto privilegiado; que el presio qe. en la actualidad  tengan las referidas fincas así rusticas como urvanas, deven ser y con mucho mayores qe. el qe. tenian cuando se instituyó el referido Patrimonio, por la misma razon espresada; y qe. por lo mismo valen mas en renta”. Todos los testigos estaban de acuerdo en que lejos de haber sufrido baja en sus productos, éstos habían tenido más incremento; y que la cochinilla era un cultivo esmerado y su producción de mayor valor.
Las cabidas de las fincas eran las siguientes: la nombrada Batista, de 6 almudes para los testigos de parte (de 6 a 7 para uno de oficio y 6,5 para el otro); la que nombraban La Maleza, de 4 almudes (3,5 para un testigo de parte); la otra suerte del mismo punto, de un almud (1,5 para un testigo de parte y los dos de oficio); la suertita del mismo lugar, de medio almud; la de Los Majanos, de 4,5 almudes (de 4 a 5 para un testigo de parte y de 5 para otro de oficio); por su parte, la casa tendría un rédito anual de 12 pesos corrientes, “que en la actualidad  paga  el inquilino que la vive” y su valor en venta también había crecido. Que todas estaban libres de gravámenes, excepto la primera, que se hallaba gravada con 4,5 reales de vellón antiguo, “lo qe. tiene entendido está satisfecho”, tal como declaraba un testigo de oficio.

Con respecto a las cualidades morales y religiosas y vocación al estado eclesiástico de don José Navarro Gorrín: “le consta que desde mas pequeño hasta la fecha, ha visto en dho Sôr mucha vocación al estado Eccô, y qe es persona de Moralidad y buenas costumbres”, tal como manifestó don José González Trujillo. En ello coincidieron los demás testigos, quienes afirmaron: “le consta ser cierto qe hay en dho Sôr tal vocación, y que es joven de Moralidad y timoratas costumbres”.

Al día siguiente, 17 de agosto, comparecieron los testigos del Valle de Santiago (todos vecinos del pago de Tamaimo) ante el juez comisionado don Domingo Mora y León y el notario público don Eduardo Domínguez. Eran tres de la parte interesada: don Antonio Forte, de 70 años, don José Quintero, de 65 años, y don Francisco González Álvarez, de 50 años. Y dos de oficio: don Juan Gorrín, de 79 años, y don Salvador Soto, de 80 años.

El primero de ellos afirmó: “Que conoce muy vien la finca de Viña llamada Era del Llano, situada en el Pago de donde es vecino, y que su redito y valor cree sea el mismo qe espresa  la  nota de vienes qe. se halla  en el mismo; que esta finca save forma parte  del Patronato  en que esta en posesion el Presbítero Dn. Bernardo Gorrin, y que hoy sede á su sobrino D José Navarro Gorrin; que su cavida, es en su concepto la de cuatro almudes mas ó menos, qe. esta libre de toda pension, qe. dha finca se halla en el mejor estado en su cultivo, por hallarse de Viña y algunos Nopales”. El siguiente testigo también estaba de acuerdo con que su rédito y valor era el mismo que se expresaba en el despacho que figuraba en el expediente, pero “que aun debía tener más mérito por hallarse  parte de ella plantada  con algunos  nopales  y por  lo  mismo destinada  al  mejor  cultivo, como lo  es  la  viña  y la cochinilla”; el mismo creía que su cabida era de cuatro almudes y medio. Por su parte, el primero de oficio indicaba: “que save qe su redito y balor cree sea mas del espresado en el despacho, tanto por la mas estimación qe. en el dia tienen las tierras,  cuanto por su buen cultibo que de viña y Nopales, tiene y que es el de mayor atención, pues se halla en el mejor estado” y que tenía una cabida “de cuatro á cinco almudes”. Finalmente, el segundo de oficio coincidía con los anteriores en dar a la propiedad un mayor valor “por la razon de qe esta destinada al cultivo mas privilegiado, como es el de viña y Nopales”, afirmando que su cabida era de cuatro almudes y medio. Todos coincidían en que dicha finca estaba “libre de todo gravamen”.

En cuando a la opinión sobre el aspirante, el primer testigo dijo: “Que conoce perfectamente al agrasiado  D José Nabarro Gorrin, qe. es persona de cualidades morales, y de costumbres religiosos y que tambien save tiene bastante  vocasion al estado Eccô.”. El siguiente afirmó:  “Que  tambien  conoce  muy vien al  agrasiado  D  José  Navarro  Gorrin mediante ser su convecino, que es persona de cualidades Morales, y costumbres religiosas, y qe. tambien le consta tiene desde chico mucha bocasion al estado Eccô.”. Y el primero de oficio: “Que en cuanto á cualidades Morales y costumbres religiosas de D. José Navarro Gorrin á quien conoce el testigo por ser su cobesino son mui buenas pues es joven de todo merito, y qe. tambien le consta tiene mucha vocasion al estado Eccô, pues hasi lo a observado desde muy pequeño”.

El 19 de agosto el cura párroco de Guía don Domingo Mora y León emitió su informe: “Cumpliendo con  el  informe  que  V.S. se  sirve  pedirme,  respecto  á  las  cualidades  que concurren en D José Navarro Gorrin, lo mismo qe. de la legalidad de los testigos que an depuesto en las actuaciones de este Despacho. Digo: que el joven Navarro Gorrin, reune las cualidades  de Moralidad,  y costumbres Religiosas, constándome ademas  su vocación al estado Eccô; siendo las personas que an emitido sus declaraciones de buena conducta y deprovada conciencia, por todo lo cual me parece que en su deposición no habran faltado á laverdad de su juramento”. Ese mismo día dicho juez de comisión dispuso que los autos se entregasen  a  la  parte  interesada  para  que  las  remitiese  al  gobernador  eclesiástico  del Obispado.

Una vez que el gobernador eclesiástico, provisor y vicario general de la Diócesis en Administración Apostólica, Lcdo. Cózar, recibió del notario público don Francisco Martínez Diepa las diligencia evacuadas por el delegado, el 18 de septiembre dispuso que se uniesen al expediente y se entregase todo a la parte interesada, “para que con arreglo á su estado, pida lo que crea convenir á su Derecho”. Ese mismo día dicho auto le fue notificado al procurador don Casildo Delgado, quien el 25 de dicho mes dijo “que está en el caso de continuar la sustanciación del espedte. hasta que se declare a favor de la mia el espresado patrimo.”. En su argumento, el procurador Delgado expuso que don Bernardo era poseedor en ese momento “de otro beneficio, cual lo es el Curato de la Iglesia de S. Pedro de Daute, como tambien se halla acreditado,  y dueño á la vez de algunos bienes de fortuna sin qe. le haga falta pa. su decente manutención, la institución con qe. le agracio  su Padre,  ha venido en renunciarlo espontaneamte., en su sobrino D. Jose Navarro, qe. dedicado á los estudios en el Seminario Conciliar del Obispado de Cana., y ansioso de ascender á las Sagradas Ordenes, carece de otro beneficio qe. pudiese servirle de Congrua  suficiente.   Y aunqe. por tales antecedentes parece  desde luego que ninguna otra  persona ha de tener mejor derecho á la institución, acuso sin embargo la rebeldía a los que no se han presentado”. Por dicho motivo suplicaba: “qe. habiéndola por acusada, se sirva mandar se continue el espedte. metodo beneficial en los estrados de este Tribunal, y en la forma acostumbrada, á fin de qe. en su dia pueda dictarse á favor  de  mi  constituyente, el  declaratorio   de  tocarle  y  corresponderle  con  sus  frutos, mandándose  despachar  á  su favor  el  correspondte.  titulo, y que se  le  de  la  colación  y canonica institución del mismo; pues asi es de hacer en justicia qe. pido”. En ese mismo día, el Lcdo. Cózar dio por acusada la rebeldía a los que no habían comparecido en el expediente.

Como  no  se  presentaron  en  tiempo  y  forma  los  “interese-putantes”,  el  29  de septiembre el procurador Delgado acusó de nuevo la rebeldía, por primer término, y solicitó que se proveyese a favor de su parte, como se efectuó en ese mismo día. De igual forma ocurrió por segundo término el 4 de octubre y por tercer y último término el 8 de ese mismo mes; ante esta circunstancia, dicho procurador solicitó “se sirva  haberla  por  acusada,  y mandar pasar  el Espedte. al Ministerio publico, para  que exponga por su pte. y en su dia proveer á favor de la mia, como tengo pretendido, disponiendo se espida el correspondiente titulo”. Por dicho motivo, el 21 de octubre el fiscal eclesiástico Dr. don Ventura Salazar y Benítez emitió su dictamen ante el secretario Lcdo. don Juan Díaz Núñez, quien ese mismo día lo notificó al procurador:
El Fiscal  ha  reconocido  este expediente, y Dice:  Que por  sus actuaciones  no puede formarse juicio acerca  de los derechos que el Cura Parroco  D. Bernardo Gorrin hubiese adquirido respecto del patrimonio, á cuyo titulo se ordenó. Según sea el carácter qe. entonces, ó después, hayan tenido, ó por virtud de la voluntad expresa de D. Feliz Gorrin, fundador, ó de las disposiciones Supremas en tal clase de instituciones, así será el efecto de la renuncia consignada en el documento testimoniado folio 1º. Pudo haberse constituido el Patrimonio como parte  anticipada  de Legitima paterna,  ó tambien como mejora  pa. el tiempo de la  Vida del agraciado,  ó aun  para  después;  y puede en ella perjudicarse derechos de terceros interesados, qe., ventilados, podrían dejar sin congrua á el Cesionario.
No aparece de una manera fé haciente cual sea el carácter qe. el tribunal Eccô. de la antigua Diócesis dio á la institución, respecto de la cual se solicita colación canonica pr. el Pretendiente.

Finalmte. si bien aparece  acusada  pr. cuarta  ocasión la rebeldia  á los interese- putantes, según se practica en la provisión de Capellanias colativas, no consta que para
tal Solemnidad, en el caso presente, se hayan espedido Edictos.

Por lo expuesto, y pa. poder evacuar el traslado  conferido, según el estado del expediente, pide el fiscal se mande unir testimonio integro del documto. de fundación del Patrimonio: otro del auto definitivo de su aprobación, que podrá compulsarse del titulo qe.  se  espidiera  á  favor  de  dicho  cura  Parroco,   donde  ha  de  hallarse  incerto;  y presumiéndose el fallecimto. de Dn. Feliz Gorrin, pr. el tiempo transcurrido  desde la fha. del  citado  documto. de  fundación,  se  agregue  asi  mismo la  partida  de  defunción,  y testimonio  en  forma  legal  del  particular   de  la  particion  á  bienes  quedados  pr.  su fallecimto.,  en el  qe. conste  lo convenido pr.  los participes  respecto  de  dhos.  bienes, dotación del Patrimonio. Asi lo siente el Fiscal;  sin embargo el tribunal determinará  lo qe. estime mas justo.

Con este informe, el expediente pasó al gobernador eclesiástico, provisor y vicario general de la Diócesis de Tenerife en Administración Apostólica, quien el 31 de octubre del reiterado año 1860 emitió en La Laguna su auto definitivo:

[…] habiendo visto este Expediente Canonico, substanciado y transitado  con arreglo  á derecho  según su indole y naturaleza  á  solicitud de Dn. José  Navarro  y Gorrin,  su Procurador  Dn. Casildo Delgado, sobre que se admita y apruebe la cesion que á favor del Demandante hiciera su tio carnal el Venerable Cura Parroco  de Sn. Pedro de Daute, Dn. Bernardo Gorrin del Patrimonio vitalicio que, para que pudiese ascender á los sagrados ordenes le fundaran sus Padres Dn. Felix Gorrin y su legitima consorte, en seis de junio de mil ochocientos diez, ante el Escno. Pubco. Dn. Ignacio Artacho Ramírez; y á cuya cesion han concurrido además, Dn. Antonio y Da. Antonia Gorrin Gimenes hermanos del referido Dn. Bernardo  y tio el primero  y madre  la  segunda  del cesionario  Dn. José Antonio Navarro: accediendo por otra parte á la instancia y solicitud de este sobre que se declare,  tambien, el  dho.  Patrimonio  cedido  congrua  suficiente,  á  fin  de  que  pueda ascender  el mismo á los sagrados  ordenes, considerándose,  en su consecuencia como bienes espiritualizados los que constan en la Escritura  que principia estas actuaciones; Su Señoria Dijo: Que debia de aprobar, y aprueba efectivamente la mencionada Escritura de cesion del referito  Patrimonio;  y que debia admitir y admite en efecto, y confirma como Dotación y congrua bastante las fincas y predios que constan de este Expediente; declarando,  del  mismo modo, como declara  de  hecho  la  enunciada  fundacion  titulo suficiente para  que el espresado  Dn. Jose Navarro Gorrín,  pueda ser promovido á los sagrados ordenes; y provéasela, al intento del oportuno certificado titulo ó fe en relacion de estos autos con los insertos necesarios, para  los usos que convengan al derecho del peticionario.

Ese mismo día se le notificó la resolución al procurador Delgado, quien, tras pasar el tiempo previsto para que dicha sentencia fuese apelada, el 7 de noviembre elevó instancia a la autoridad eclesiástica  en  súplica  de  que:  “se  sirva  haberla  pr.  acusada,  y declarar  por consentida en autoridad de cosa juzgada, la sentencia pronunciada; mandando se entregue á mi pte. la certificación ó titulo, acordada en la sentencia”. Una vez acusada la rebeldía, en esa misma  fecha,  por  el  gobernador  eclesiástico,  y  “no  habiéndose  dicho  ni  expuesto cosa alguna”, el 12 de noviembre don Casildo Delgado elevó otra instancia acusando por segunda vez la rebeldía y suplicando: “se sirva  acceder  al  declaratorio  de consentido, qe. tengo solicitado, y que reproduzco en este; dándose a la mia, la certificación ó titulo, acordado en la  sentencia”.  En ese mismo día fue acusada de nuevo la rebeldía por el  Lcdo. Cózar, provisor, vicario general y gobernador eclesiástico de la Diócesis, quien el 15 de noviembre dispuso:
El  Sor.  Provisor,  Vicario  General  y Gobernador  Eccô.  de  este  Obispado  en Administración Apostólica: En vista de este Expediente formado á instancia de Dn. José Navarro Gorrin natural y vecino de la Villa de Santiago, sobre que se admita y apruebe la cesion que á su favor hizo su tío el Venerable Cura Parroco  del Pueblo de Daute Dn. Bernardo Gorrin, del Patrimonio vitalicio, que para que pudiese ascender á los sagrados ordenes le fundaron sus Padres Dn. Felix Gorrin y su legitima consorte, y á cuya cesion concurrieron las demas personas que constan de la Escritura que obra por cabeza de este referido expediente, Dijo: Que aprobada  como efectivamente se aprobó la Escritura  de cesion del referido Patrimonio, por auto Difinitivo de treinta y uno de Octubre ultimo, del que no se ha apelado en el termino legal, debia declarar  y Declara  por consentido, no apelado y pasado en autoridad  de cosa juzgada el referido auto y que se obligue á las partes á que esten y pasen por su tenor.

Ese  mismo  día  el  auto  fue  notificado  en  los  estrados  del  tribunal,  así  como  al procurador y al fiscal eclesiástico, tras lo cual se expidió el correspondiente título, que fue entregado al reiterado procurador don Casildo Delgado Gómez. De ese modo, don José ya podía tomar posesión de los bienes del Patrimonio y acceder así a las órdenes sagradas.

Coadjutor de Garachico,  Capellán de Las Concepcionistas y mayordomo de la ermita de Tamaimo.

El 23 de diciembre de 1865, en las témporas de Santo Tomás, el Sr. Navarro fue ordenado de Subdiácono; en la mañana del sábado 22 de diciembre de 1866 recibió el Diaconado  y,  finalmente,  el  6  de  abril  de  1867  se  le  confirió  el  Sagrado  Orden  del Presbiterado; todas las órdenes le fueron conferidas en la capilla del Palacio Episcopal de Las Palmas por el mencionado obispo de Canarias Fray Joaquín Lluch y Garriga, administrador apostólico de la Diócesis de Tenerife. Don José regresó enseguida a San Pedro de Daute, donde colaboró en el culto de la parroquia y celebró sacramentos con licencia de su tío desde el 4 de mayo inmediato hasta el 6 de septiembre del mismo año.

Su primer destino fue el de párroco coadjutor de la parroquia matriz de Santa Ana en el Puerto de Garachico, cargo que ya servía el 31 de octubre de 1870; simultáneamente fue nombrado capellán de las Concepcionistas de la misma villa. En ese tiempo se acercaba con frecuencia a la parroquia de su tío en San Pedro de Daute, como ocurrió el 27 de noviembre de este último año, en que ofició en ella algunos sacramentos con licencia de don Bernardo Gorrín.

El 1 de febrero de 1871 se le expidió a don José Navarro el título de mayordomo de la ermita de Santa Ana en el pago de Tamaimo de su municipio natal, conjuntamente con don Florencio Trujillo Barrios, seglar y vecino del mismo pago. Y, como ya hemos indicado, el 9 de agosto de ese mismo año su tío don Bernardo Gorrín otorgó testamento en Garachico y lo instituyó por heredero de todos los bienes adquiridos en vida, designándolo también albacea para el cumplimiento del mismo.

El 15 de octubre de 1872 fue nombrado cura ecónomo de San Fernando en su Villa de Santiago, por traslado de su titular don Basilio Delgado Rodríguez, pero no llegó a tomar posesión de ella, desconociéndose los motivos, y el 5 de noviembre inmediato fue nombrado en su lugar don Manuel Bautista.

Cura ecónomo de San Miguel de Abona y El Tanque, encargado de Granadilla y Bachiller en Sagrada teología.

Sin embargo, a principios de abril de 1873 se le expidió el título de cura ecónomo de San Miguel de Abona, cargo que ya ocupaba el 12 de dicho mes y en el que sustituyó a don Clemente Hernández Alfonso. No obstante, del 25 de abril al 26 de mayo estuvo fuera de la parroquia, de la que volvió a quedar encargado su antecesor, el mencionado sacerdote sanmiguelero  Hernández  Alfonso.  Probablemente  se  ausentó  para  obtener  el  título  de Bachiller en Sagrada Teología, pues ya lo añadía a su firma el 22 de junio de dicho año 1873.

Don José permaneció al frente de la parroquia del Arcángel San Miguel durante cinco meses, hasta el 15 de septiembre del mismo año, en que fue sustituido por otro hijo de dicha pila, don Juan García Alfonso. Mientras permaneció en esta localidad se hizo cargo también, con carácter accidental, de la parroquia de San Antonio de Padua de Granadilla, pues estaba encargado de ella el 8 de julio de dicho año.

El 13 de septiembre del mismo año 1873 se le trasladó a la parroquia de San Antonio de Padua de El Tanque como cura servidor (luego ecónomo), para ocupar la vacante dejada por don Antonio Álvarez Martel. Permaneció al frente de esta iglesia durante casi tres años, hasta el 17 de junio de 1876, en que fue sustituido por don José María Blancafort Parcet. Aprovechando  la  proximidad  geográfica,  en  ese  tiempo  se  acercó  con  frecuencia  a  la parroquia de San Pedro de Daute para ver a su tío, a quien ayudó en la administración de algunos sacramentos, así como a su parroquia natal del Valle de Santiago.

Párroco propio y mayordomo de fabrica de San Pedro de Daute, Arcipreste Juez eclesiástico y subcolector de capellanías vacantes del partido de Garachico.

El 23 de julio de 1876, el Br. Navarro fue designado cura interino de la parroquia de
entrada de San Pedro Apóstol en el pueblo de San Pedro de Daute (Garachico), a causa de la muerte de su querido tío don Bernardo Gorrín y Jiménez, acaecida dos días antes. Y el 26 del mismo mes se le expidió el nombramiento de cura ecónomo de dicha parroquia, tomando posesión como tal dos días después; simultáneamente se le expidió el título de mayordomo de fábrica de su iglesia parroquial.

Ese  mismo  día,  28  de  julio  de  1876, se  le  expidió  en  el  Obispado el  título  de arcipreste-juez eclesiástico del partido de Garachico, tal como se le comunicó a don José en la misma fecha: “Hallándose  vacante el Arciprestazgo de Garachico,  por defunción de Don Bernardo  Gorrín  que  lo  venía  desempeñando, he  tenido  á  bien  en  decreto  de  este  dia nombrar á V. Arcipreste de dho. partido con cuyo objeto le concedo todas las facultades que para  llenar este cometido le sean necesarias”.  El 1 de agosto inmediato don José Navarro Gorrín tomó posesión de dicho cargo ante el notario público eclesiástico don Miguel Morales del Castillo: “En el Puerto de Garachico á primero de Agosto de mil ochocientos setenta y seis: Don Jose Navarro  Gorrin,  Cura  servidor de la Parroquia  de San Pedro  Apóstol de dicho  Puerto,  y Arcipreste del  mismo y su  Partido  por  nombramiento del  M. I.  Señor Gobernador  Eclesiástico de este Obispado, su fecha en la Ciudad de San Cristóbal  de la Laguna á veintiocho de Julio último, ante mi el infrascrito Notario publico eclesiástico, bajo juramento que hizo en legal forma, dijo: Que promete cumplida adhesión y sincera fidelidad al aludido Señor Gobernador, igualmente que á quien en su autoridad le suceda; y practicará cuanto proceda al mejor expediente de los negocios eclesiásticos y recta administración de justicia. Asi lo expresó, y previa ratificación de este auto, firma, de que certifico”. El 23 de septiembre del mismo año ya figuraba como “Arcipreste y Juez Eclesiástico del Distrito”. Posteriormente, fue nombrado también subcolector de Capellanías vacantes del partido de Daute, título que le fue refrendado el 18 de septiembre de 1878.

Como curiosidad, el 25 de septiembre de 1877 don José figuraba en la lista definitiva de los electores para diputados a Cortes por la Sección de Garachico del Distrito electoral de La Orotava, incluido entre las “capacidades” de dicho término como párroco de San Pedro de Daute. En esa misma situación continuaba el 1 de febrero de 1878.

Don José Navarro se presentó a concurso oposición para obtener la propiedad del Curato que desempeñaba, realizando unos brillantes ejercicios. Por esta razón, el  22 de septiembre de 1878 tomó posesión en propiedad de la parroquia de San Pedro de Daute, tras la  expedición de  la  correspondiente Real  Cédula que así  lo  certificaba. No obstante, al contrario que su antecesor, permaneció pocos años al frente de su feligresía, debido a su prematura muerte.

Como curiosidad, el 18 de junio de 1881 don José estaba incluido en la “Relación de los Sres. Párrocos  que no han  remitido al  cobro  los recibos  de las  cantidades  que han devengado por el trabajo de extender los extractos relativos al movimiento de la población correspondiente al año de 1876”; figuraba como ejerciente en el pueblo de Garachico, con 30 extractos admitidos y 1,20 pesetas devengadas por dicho concepto2.

Enfermedad y fallecimiento

A mediados del inmediato mes de julio, nuestro biografiado se ausentó a la Península Iberica para tratarse de la grave enfermedad que padecía, hipertrofia del corazón; por ello, el 22 de dicho mes se hizo cargo del servicio de su parroquia don José Díaz y García, cura párroco ecónomo de Ntra. Sra. Santa Ana de Garachico, “por ausencia  y enfermedad de D. José Navarro Gorrin”. Pero la ciencia poco pudo hacer por salvar su vida, pues tres meses más tarde se encontraba de regreso en San Pedro de Daute, ya desahuciado por los médicos. Por este motivo, el 9 de noviembre recibió los Santos Sacramentos y testó en su domicilio ante don  Aurelio  Gobea,  siendo  atendido  en  los  últimos  momentos  por  los  facultativos  don Antonio Soler, don José Jordán y don Antonio Fons.

El Bachiller don José Navarro y Gorrín falleció en la casa parroquial de San Pedro de Daute el 10 de noviembre de 1881, a la una y media de la tarde; contaba tan sólo 42 años de edad y continuaba en posesión de todos los cargos para los que se le había nombrado en los cinco años que permaneció en dicha localidad. Al día siguiente recibió sepultura en la iglesia parroquial de San Pedro Apóstol, junto al Evangelio del Altar Mayor; se le hizo entierro de primera clase, al que asistieron la mayor parte de sus feligreses y paisanos, subiendo el Beneficio de la Parroquia de Garachico, según costumbre antigua y que por derecho propio le correspondía; fueron testigos del mismo los venerables párrocos de la Villa de Icod, don Basilio Delgado y Rodríguez, de la Villa de Santiago, don Félix Oramas, de El Tanque, don Eulogio Gutiérrez y Estévez, y de Los Silos, don Antonio Álvarez y Martel.

El  Boletín Oficial  del  Obispado  del  15  de  noviembre recogió  la  muerte  de  este destacado sacerdote: “Pasó a mejor vida el 10 del presente el Ve Párroco  arcipreste  de S. Pedro de Daute D. José Navarro Gorrín, a la temprana edad de 40 años, víctima de una penosa  enfermedad.  Rogamos a  nuestros  venerables  hermanos,  encomienden a  Dios sus almas. El Sr. Gorrín pertenecía a la Asociación Espiritual de Sufragios Mutuos”.
Con su muerte quedó vacante la parroquia de San Pedro de Daute, de la que quedó encargado interinamente don Eulogio Gutiérrez, cura párroco propio de El Tanque, quien el 22 del mismo mes de noviembre fue nombrado cura servidor de la misma, permaneciendo a su  frente  hasta  el  1  de  febrero  de  1882.  Simultáneamente,  el  15  del  reiterado  mes  de noviembre de 1881, se  nombró arcipreste  y subcolector de las Capellanías vacantes del Partido de Daute al cura de Buenavista, don Miguel de la Peña, párroco propietario de la misma y examinador sinodal del Obispado.

Esperamos que este artículo haya servido para que los habitantes de Santiago del Teide hayan podido conocer a un ilustre paisano, prácticamente olvidado, que al igual que su tío, don Bernardo Gorrín Jiménez, nació en Tamaimo, siguió la carrera sacerdotal y, tras diversos destinos, obtuvo la propiedad de la parroquia de San Pedro de Daute en Garachico, donde ejerció como arcipreste del partido y desarrolló su labor de apostolado hasta su muerte.

(Octavio Rodríguez Delgado, 2013)[blog.octaviordelgado.es]

Archivos consultados

-Archivo Diocesano del Obispado Nivariense (La Laguna): expedientes de clérigos; libros de órdenes y nombramientos; padrones parroquiales; y documentos ordenados por pueblos.
-Archivo  Diocesano  del  Obispado  Canariense  (Las  Palmas  de  Gran  Canaria):  libros  de órdenes.
-Archivo parroquial de San Antonio de Padua en Granadilla de Abona: libros sacramentales.
-Archivo parroquial de San Fernando en Santiago del Teide: libros sacramentales.
-Archivo parroquial del Arcángel San Miguel en San Miguel de Abona: libros sacramentales.
-Archivo parroquial de San Pedro Apóstol en San Pedro de Daute (Garachico): libros sacramentales.

Notas:



1  Sobre este personaje pueden verse también los artículos de este mismo autor: “Personajes del Sur (Santiago del Teide): El sacerdote don José Navarro y Gorrín”. El Día (La Prensa del domingo), 16 de octubre de 1988; y “Los sacerdotes Gorrín, hijos ilustres de Tamaimo, párrocos de San Pedro de Daute y arciprestes de Garachico”. Chinyero, nº 4 (2005): 107-154. Revista histórico-cultural de la Villa de Santiago del Teide. Con posterioridad, la reseña biográfica se ha visto enriquecida con nuevos datos.
2 “Instituto Geográfico y Estadístico. Trabajos estadísticos. Provincia de Canarias”. Boletín Oficial de la Provincia de Canarias, 22 de junio de 1881, pág. 4.
















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