1902 junio 8.
Genaro Esquivel Rodríguez
falleció repentinamente en Fasnia, en la casa de don Antonio Coello (en la
carretera), el domingo a las doce del mediodía, a consecuencia de una
hemorragia cerebral.
Genaro Esquivel Rodríguez
(1850-1902), Sochantre, notario publico eclesiastico, secretario del juzgado,
juez municipal, maestro interino y sobre guarda de montes1
Oriundo del Puerto de la Cruz, el apellido Esquivel
enraizó en Fasnia a mediados del siglo XIX, dando lugar a una conocida y
respetada familia que cuenta en la actualidad con una amplia y destacada
descendencia, gran parte de ella establecida en Santa Cruz de Tenerife, La Laguna y Bilbao. El primero
de los nacidos en el pueblo sureño fue don Genaro Esquivel Rodríguez, tronco de
dicha familia, que fue sin duda el hombre más culto e inquieto de Fasnia en su
época. En su polifacética actividad desempeñó los cargos de sochantre y notario
público eclesiástico de la parroquia de San Joaquín, secretario del Juzgado en
varias etapas, juez municipal en dos períodos, maestro interino en dos
ocasiones, interventor electoral, guarda y sobreguarda de montes, sin descuidar
las labores agrícolas y la actividad política. En Fasnia también destacaron
varios de sus hijos.
Nuestro personaje nació en Fasnia
el 8 de octubre de 1850, siendo hijo de don Juan Esquivel de
Acosta y Valladares,
natural del Puerto
de La
Orotava, y de
doña María Rodríguez Delgado. Dos
días después fue bautizado en la iglesia de San Joaquín por su tío abuelo don
Basilio José Acosta Valladares, cura párroco propio de la misma; se le puso por
nombre “Genaro Virgilio Miguel del
Rosario” y actuó como madrina doña María Josefa Rodríguez, su tía materna.
Sochantre, notario
publico eclesiástico, secretario del juzgado y del Ayuntamiento, juez
municipal.
Cuando contaba tan sólo unos
meses de edad su padre emigró a América (donde continuaba en 1891), por lo que
nuestro personaje creció bajo la protección de su mencionado tío, el párroco
Acosta Valladares. Fue éste quien le enseñó también la mayor parte de sus
conocimientos, hasta el punto de que don Genaro llegó a ser una de las personas
más cultas y preparadas del pueblo sureño.
Por dicho motivo, desde muy joven
comenzó a desempeñar empleos de cierta responsabilidad. Así, dados sus vínculos
con el párroco, estuvo “Encargado de la
plaza de sochantre” de la parroquia de
San Joaquín desde septiembre de 1868 hasta diciembre de 1869, actuando
probablemente también como
organista, pues ambas
plazas solían estar unidas.
Además, don Genaro se integró
enseguida en la vida social y pública de su pueblo natal. De este modo, fue uno
de los firmantes del escrito que el 8 de diciembre de 1871 dirigieron las
autoridades locales y
algunos de los
vecinos principales de
Fasnia al comandante militar de
Marina de la provincia, pidiendo que se permitiera continuar en los dos
candrays2 del distrito, llamados “Soledad” y “San Antonio”, a los individuos
que los venían tripulando, ya que después de haber realizado esas faenas
durante 20 o 30 años se veían privados del trabajo por no estar matriculados, a
causa de haber sido exceptuados del servicio de la Armada. Dicha
circunstancia, por añadidura, dejaba a los agricultores de Fasnia sin poder
conducir su producto exclusivo (las papas) al mercado de Santa Cruz, con los
consiguientes perjuicios para el fisco al no poder hacer frente a los
compromisos tributarios, pues dada la distancia y difícil topografía del
terreno que unía Fasnia con la capital, la conducción por vía terrestre a lomos
de bestias y por caminos intransitables supondría la ruina del sector, por los
elevados costos del transporte. Y la gestión fue satisfactoria, pues nos consta
que ambos barcos continuaron navegando.
Entre el 29 de octubre y el 13 de
noviembre de 1874 actuó como secretario interino del Juzgado municipal,
continuando luego en tales funciones como “acompañado de actuación”, junto a
don Maximino Delgado.
El 1 de agosto de 1875 cesó en la Secretaría del Juzgado,
al ser nombrado juez municipal de
la localidad por la Audiencia Territorial
de Canarias. En
dicho cargo fue reelegido el 15 de junio de 1877 y el 24 de junio de
1879, permaneciendo en el mismo hasta el
5 de julio de 1881, en que cesó tras seis años de intensa labor
judicial. Como juez municipal, al Sr. Esquivel fue comisionado por el
gobernador civil de la provincia para que constituyese de nuevo el Ayuntamiento
de dicha localidad, pues éste llevaba casi dos años sin constituirse; gracias a
su actuación, la corporación municipal pudo conformarse y tomar posesión
“forzozamente” el 16 de noviembre de 1875, quedando presidida por don Domingo
Hernández Acosta. Como curiosidad, en su toma de posesión del 1 de agosto de
1879, la fórmula de juramento era la siguiente: “¿Jurais guardar
y hacer guardar la Constitución de la Monarquía, ser fiel al Rey, administrar recta,
cumplida e imparcial justicia y
cumplir todas las leyes y disposiciones
que se refieren al ejercicio de vuestro cargo?”, a lo que indudablemente contestó que sí.
Simultáneamente, el 7 de abril de
1879 don Genaro pidió al Obispado que se le nombrase notario público
eclesiástico de la parroquia de Fasnia, remitiéndose su solicitud al arcipreste
de Güímar para que ante sí lo examinase el notario de Güímar. Así ocurrió y,
tras superar las oportunas pruebas, nuestro personaje fue nombrado notario de
su pueblo natal, empleo que ya desempeñaba el 10 de mayo de 1880, que se le
prorrogó por un año el 13 de diciembre de 1882 y en el que permaneció durante
23 años, hasta el 8 de junio de 1902, en que murió.
El 23 de septiembre de 1880, a
punto de cumplir los 30 años de edad y siendo juez municipal y notario
eclesiástico, don Genaro Esquivel contrajo matrimonio en la iglesia de San
Joaquín de Fasnia con doña Jorgina Díaz Delgado, once años más joven e hija de
don Estanislao Díaz García y de doña Antonia Delgado Marrero, naturales y
vecinos de dicho pueblo. Celebró la ceremonia su mencionado tío abuelo, don
Basilio José Acosta Valladares, actuando como padrino el Licenciado en
Jurisprudencia don Martín Rodríguez Peraza, vecino de Arico, y la maestra doña
Juana García Silva, de dicha vecindad. La nueva pareja se estableció en la Plaza de la Iglesia de Fasnia, donde
nacieron sus hijos.
Tras su boda,
nuestro biografiado continuó simultaneando sus ocupaciones como
propietario agrícola con diferentes cargos de responsabilidad local, incluso
tuvo una notable participación e influencia en la vida política de Fasnia,
motivada por una preocupación por los asuntos públicos que mantuvo durante toda
su vida. En este sentido, mantuvo una estrecha relación epistolar con dos
destacados propietarios y políticos conservadores sureños: don Martín Rodríguez
Delgado (1813-1874), alcalde de Arico y diputado provincial, y el hijo de éste, don Martín Rodríguez Peraza (1848-1904),
juez municipal de Arico
y abogado de extraordinaria cultura, que dominó varios idiomas y llegó a
ser jefe superior honorario de Administración Civil, presidente de la Diputación Provincial
de Canarias y varias veces gobernador
civil interino de estas islas; probablemente don Genaro trabajó también como
administrador de los cuantiosos bienes que los citados políticos poseían en el
municipio de Fasnia.
El 2 de junio de 1883, el Sr.
Esquivel tomó posesión de nuevo como secretario del Juzgado municipal, puesto
que ocupó durante tres años, hasta
el 30 de
mayo de 1886. Simultáneamente, fue
nombrado secretario del
Ayuntamiento, pues desempeñaba
dicho empleo el 20 de enero de 1884; probablemente lo fue desde octubre
de 1883 hasta septiembre de 1884.
Maestro interino en
dos ocasiones, interventor electoral, guarda y sobre guarda de montes, juez y
secretario del juzgado en nuevas etapas,
Al mismo tiempo, por falta de
maestros titulados y de dinero para pagar su sueldo, el
Ayuntamiento de Fasnia nombró a
don Genaro maestro interino de la escuela pública de niños de la localidad,
pues se estimaba que su preparación era suficiente para atenderla. Pero la
falta de preparación académica dificultó su labor, como recogió el periódico El
Centinela el 20 de julio de 1884: “Son tales los informes que hemos recibido de
los malísimos resultados que ofrece la escuela pública de niños de Fasnia, que todo lo resumiremos en el encarecido
consejo que damos á su profesor D.
Genaro Esquivel y Rodríguez de que solicite licencia para perfeccionar sus
conocimientos en la escuela normal, apresurándose, concedida que le sea, á
verificarlo así”. Pero no tenemos constancia de que nuestro biografiado se
matriculase en la citada Escuela Normal.
Un año después de su cese en la Secretaría del Juzgado
volvió a acceder a ella, aunque tan solo durante un mes y como “acompañado” de
don Juan Antonio Viera Delgado, del 2 de agosto al 8 de septiembre de 1887;
situación que se repitió en otras dos ocasiones, la primera junto a don Manuel
González, el 27 de octubre inmediato, y la segunda de nuevo con el Sr. Viera,
del 13 al 30 de agosto de 1888.
Su espíritu caritativo se puso de manifiesto en noviembre de
1891, al participar con 5 reales a la suscripción hecha en la parroquia de
Fasnia “para el socorro de las víctimas de las inundaciones”3. Volviendo a su
actividad pública, durante muchos años fue designado interventor para integrar
la mesa electoral del Ayuntamiento de Fasnia por los distintos candidatos, como
ocurrió por lo menos desde 1891 hasta 1898.
El 5 de marzo de 1892, El
Liberal de Tenerife recogía el nombramiento del Sr. Esquivel como
guarda de montes: “D. Genaro Esquivel y
Rodríguez, ha sido nombrado guarda
montes de la tercera zona de esta isla, que comprende los pueblos de la Victoria, Sta. Úrsula,
Güimar y Arico”. El 11 de ese mismo mes, Diario de Tenerife también se hacía
eco de este nombramiento: “Ha sido nombrado guarda-monte de la tercera zona de
esta isla, D. Genaro Esquivel Rodríguez”. Pero el 2 de agosto de ese mismo año,
este mismo periódico daba a conocer su cese como guarda, lamentando el abandono
del servicio de montes en estas islas:
El servicio de montes en esta
provincia ha quedado completamente abandonado. Después de las dos cesantías de
que ya dimos cuenta hace días, y que recayeron precisamente en empleados
afectos á esta isla, ahora se han decretado cuatro nuevas cesantías, de las
cuales dos afectan á las únicas comarcas que habían quedado en Tenerife y las
otras dos á la Gomera
y oficinas del ramo, de suerte que desde hoy quedan los montes de esta isla al
arbitrio de los dañadores, puesto que no queda empleado ninguno del ramo
encargado de su inmediata custodia.
Lástima es que después de tantos
esfuerzos hechos por la
Jefatura en bien del servicio, se concluya así.
Nos ocuparemos con más detenimiento de este importante
asunto.
* * *
Los empleados declarados
cesantes, son el capataz de cultivo D. Juan de la Cruz Expósito; los
sobreguardas D. Manuel Figueredo y D. Antonio Cruz Bencomo y el guarda D.
Genaro Esquivel.
Al día siguiente, El Liberal de
Tenerife también informaba de dicho cese: “Han sido declarados cesantes por
reformas en el ramo de Montes, el capataz de cultivos D. Juan de la Cruz, los sobreguardas D. Manuel Figueredo y Carballo y D. Antonio Cruz Bencomo y el guarda-monte
D. Genaro Esquivel y Rodríguez”.
No obstante, pocos días después,
el 11 de ese mismo mes de agosto,
Diario de Tenerife destacaba su nuevo
nombramiento interino como sobreguarda de montes: “Con fecha de hoy han
sido nombrados interinamente, á
propuesta del Ingeniero
Jefe del Distrito forestal, sobreguardas
de montes D. Manuel
Figueredo, D. Nicolás
Tolosa, D. Genaro Esquivel, D. Blas Batista y D. Juan de
la Cruz Expósito,
los cuales serán destinados á prestar sus servicios en las comarcas que la Jefatura del ramo
designe”. Al día siguiente, El Liberal de Tenerife también recogía dicha
noticia: “Han sido nombrados interinamente sobreguardas de monte para este distrito forestal, D. Juan
de la Cruz
Expósito, D. Genaro
Esquivel y Rodríguez, D. Nicolás Tolosa, D. Manuel Figueredo y D. Blas
Batista”.
Al año siguiente fue designado
por segunda vez juez municipal de Fasnia, desempeñando dicho cargo con acierto
durante otros dos años, desde el 1 de agosto de 1893 hasta el 31 de julio de
1895.
Como juez municipal, don Genaro
formó parte de la comisión de higiene insular que visitó La Zarza en diciembre de dicho
año 1893, con el fin de prestar sus servicios y llevar socorros a los enfermos
afectados por la epidemia de cólera que azotó dicho pago, acompañando a varios
sanitarios (don José Llarena, don Andrés Saavedra, don Cándido Prieto y don
Juan Bethencourt), el delegado del obispo (canónigo don Miguel Belamendía), el
inspector de Sanidad (don Antonio García Beltrán), el cura párroco (don Domingo
Elías Estévez), el alcalde (don Juan González Rodríguez), el comandante de
armas (don Francisco Rodríguez Perlaza) y el rico propietario de Arico don
Martín Rodríguez4. Y en la sesión celebrada el 18 de ese mismo mes por la Comisión de Higiene de
Santa Cruz de Tenerife, su presidente, el médico sureño don Eduardo Domínguez
Alfonso, reconoció la labor realizada: “El Sr. Presidente manifestó que tenía
la seguridad de interpretar los
sentimientos de esta Junta consignando la verdadera satisfacción con que deseaba expresar su reconocimiento tanto al Sr. Canónigo
Belamendía, como al Sr. Prieto y sus demás celosos compañeros de comisión
Llarena y Saavedra (D. Andrés), lo que se consignará en el acta
de esta noche juntamente con los plácemes que merecía la conducta de las
demás personas que habían acudido á
remediar la desgracia de los infelices vecinos de la Zarza, Sres. García Beltrán, Delegado del
Gobernador, D. Genaro
Esquivel y Don
Genaro Díaz, así
como el Vicepresidente de la Comisión provincial y las
demás personas que le acompañaban en su visita”5.
Pero tras su cese como juez, el
Sr. Esquivel no se desligó del Juzgado, ya que volvió a ocupar de nuevo la
plaza de secretario del mismo, que desempeñó en propiedad durante casi siete
años, desde el 19 de septiembre de 1895 hasta su prematura muerte.
En octubre de 1895, el obispo de la Diócesis efectuó una
visita pastoral al municipio de Fasnia, quedando agradecido del agasajo que
tanto él como sus acompañantes recibieron de los principales vecinos de la
localidad, tal como recogió El Liberal de Tenerife el 16 de dicho mes: “El
digno Pastor manifestó su agradecimiento por el agazajo que le demostraron y
esmero con que le atendieron en este pueblo, el referido Sr. Peraza, D. Genaro
Esquivel y sus respectivas familias, así como otras personas”.
Por entonces, al producirse una
vacante en la escuela unitaria de niños de Fasnia, por traslado de don Esteban
Hernández Baños, se pensó de nuevo en don Genaro como la persona más idónea
para que la
desempeñase interinamente, y
tan bien atendida
quedó que permaneció al frente de
ella durante dos años, del 10 de diciembre de 1895 al 27 de julio de 1897; en
esta última fecha fue cubierta en propiedad por don Escolástico Soto.
Asimismo, en junio y julio de
1896, cuando unos ricos hacendados de la República de Guatemala promovieron la emigración
de canarios para trabajar en sus propiedades mediante contrato, se insertó un
anuncio en todos los periódicos de Tenerife dirigido a todas las personas que
deseasen acogerse a dicha oferta, informándoles que podían dirigirse
personalmente a una serie de personas distribuidas por la mayoría de los
municipios de la isla, siendo don Genaro Esquivel el encargado de atenderlos en
Fasnia.
Fallecimiento y destacada descendencia
El culto y polifacético don
Genaro Esquivel Rodríguez falleció repentinamente en Fasnia, en la casa de don
Antonio Coello (en la carretera), el domingo 8 de junio de 1902 a las doce del mediodía,
a consecuencia de una hemorragia cerebral; contaba tan sólo 51 años de edad. Al
día siguiente se oficiaron las honras fúnebres en la iglesia de San Joaquín,
que corrieron a cargo del sacerdote don Trino Antonio Expósito Hernández, cura
encargado de dicha parroquia, y a continuación recibió sepultura en el
cementerio de la localidad.
El día 10 La Opinión se hizo eco de su
muerte, en una nota “Necrológica”: “En el término municipal de Fasnia falleció
repentinamente el domingo, nuestro querido y consecuente amigo D. Genaro
Esquivel, que gozaba entre sus convecinos grandes y generales simpatías demostradas
en su entierro, que fué una sentida
manifestación de duelo. / En
nosotros dejo un gran vacío, pero mayor en el pueblo y sobre todo en su familia
á la que enviamos nuestro sentido pésame”. Al día siguiente, Unión
Conservadora también publicó una escueta
referencia a su
fallecimiento: “En Fasnia
ha dejado de
existir D. Genaro Esquivel. / Descanse en Paz”. Lo mismo
hizo La Región Canaria el 14 de dicho mes: “Ha fallecido en
Fasnia el Sr. D. Genaro Esquivel, á
cuya afligida familia enviamos nuestro pésame”.
Le sobrevivió su esposa, doña
Jorgina Díaz Delgado, quien en 1931 estaba empadronada en la calle Santiago º
26 de Santa Cruz de Tenerife; figuraba con 60 años de edad y como viuda;
convivía con su hija doña Eloína Esquivel Díaz, de 24 años y natural de Fasnia.
Don Genaro y doña Jorgina habían
procreado ocho hijos, que tuvieron destacada sucesión: don Jorge (1882-1955),
secretario de los juzgados municipales de Fasnia y Puerto de la Cruz, que casó en 1915 con
doña Vicenta Marrero Expósito, hija de don Aurelio Marrero Díaz y doña Josefa
Expósito; don Martín (1884-1946), secretario acompañado del Juzgado Municipal,
encargado de la fiesta de San Joaquín y practicante en Argentina, donde murió
soltero; doña Mercedes y doña Julia, que fallecieron solteras en Fasnia; don
Genaro (1891-1982), alcalde de Fasnia, jefe local de las Milicias de Acción
Ciudadana, comerciante, exportador agrícola y empresario cinematográfico,
casado en 1928 con doña Leoncia Chico Cruz, hija de don Manuel Chico Díaz y
doña Efigenia Cruz Díaz; don Domingo (1893-?), primer taxista de Fasnia, cabo
jefe de distrito del
Somatén Armado de dicho pueblo
y emigrante a Argentina, donde continuó trabajando en el transporte y
falleció; doña Jorgina (?- 1989), que se estableció en Santa Cruz de Tenerife,
casada con el abogado y alcalde republicano de dicha capital don José Carlos
Schwartz Hernández; y doña Eloína Esquivel Díaz, que casó con don Felipe
González de la Cruz,
empleado de Banca, y falleció en Bilbao.
(Octavio Rodríguez Delgado) [blog.octaviordelgado.es]
Notas:
1
Sobre este personaje puede verse también otro artículo de este mismo
autor: “Personajes del Sur (Fasnia): Don Genaro Esquivel Rodríguez y su destacada descendencia” (I y II),
El Día (La
Prensa del
domingo), 13 y 20 de junio de 1993. Con posterioridad, la reseña biográfica se
ha visto enriquecida con nuevos datos.
2 Candray es un velero pequeño,
de dos proas, por lo general con un único mástil.
3
“Suscripción”. Boletín Oficial Eclesiástico del Obispado de Tenerife, 2
de noviembre de 1891, pág.
4 “Noticias de Fasnia”. El
Liberal de Tenerife, 15 de diciembre de 1893, pág. 2.
5 “Comisión de Higiene”. Diario
de Tenerife, 20 de diciembre de 1893, pág. 3; El Liberal de Tenerife, 22 de
diciembre de 1893, pág. 2.
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