1929 agosto 14.
Fallece Cipriano Bello y López (1847-1929)
En su juventud, nuestro
biografiado fue ministro de la parroquia del Arcángel San Miguel. Luego, tras
obtener el título de Maestro Elemental, regentó la escuela de Charco del Pino
durante casi 26 años y a continuación la de Granadilla durante otros 12 años y
medio. Además, fue interventor electoral, jurado judicial y presidente de la
mesa electoral única de San Miguel. Su vida transcurrió en los municipios de
Granadilla de Abona y San Miguel de Abona, en los que también ejerció como
maestra su esposa.
Sacristán de la
parroquia de San Miguel de Abona y maestro elemental.
Nació en Charco del Pino
(Granadilla de Abona) el 16 de agosto de 1847, siendo hijo de doña María Bello
López1. Seis días después recibió las aguas bautismales en la iglesia de San
Antonio de Padua de Granadilla, de manos del párroco propio don Francisco
Rodríguez Méndez; se le puso por nombre “Cipriano Jacinto” y actuó como madrina
doña Antonia María de la Cruz.
Don Cipriano Bello, que durante
toda su vida profesó una filial devoción por su madre, cursó sus primeros
estudios en la escuela elemental de niños de Granadilla de Abona, única
existente por entonces en el municipio, con el recordado maestro don Francisco
García Perlaza. Pero en su infancia se trasladó con su madre al vecino
municipio de San Miguel de Abona y en 1866, a los 19 años, ya ejercía como
sacristán o ministro de la parroquia del Arcángel San Miguel de dicha
localidad.
Estando domiciliado en San
Miguel, don Cipriano se trasladó a La
Laguna en el curso
1874-75 para iniciar sus estudios
en la Escuela Normal
de Maestros de dicha ciudad, en la que obtuvo en 1876 el título de Maestro
Elemental de Primera Enseñanza2, con la calificación de “Aprobado”. En virtud
de ello, en septiembre de 1877 el Sr. Bello figuraba entre los electores del
pueblo de San Miguel en concepto de capacidad, al tener el título de “maestro
de escuela”3.
El 3 de diciembre de 1877, a los
30 años de edad, contrajo matrimonio en la parroquia de San Miguel de Abona con
doña Isabel Castrillón y Martín4, de 33 años y por entonces “maestra de
instrucción primaria” de dicha localidad, natural de Valladolid (“en el Reino
de León”) y vecina del pueblo sureño, hija del militar don Manuel María
Castrillón y doña Martina Martín; los casó el cura ecónomo don Clemente
Hernández Alfonso y actuaron como testigos don José Hernández Alfonso,
doña Cipriana Hernández
Alfonso, doña Cándida
Hernández y otros muchos vecinos. En el momento de la
boda, don Cipriano también figuraba como “maestro de instrucción primaria”.
Fijaron su residencia en ese mismo pueblo de San Miguel.
Maestro de la escuela
elemental de Charco del Pinpo durante 26 años.
A comienzos de noviembre de 1877
el Sr. Bello había sido nombrado maestro interino de la escuela elemental de su
pueblo natal de Charco del Pino, en la que fue confirmado el 16 de junio de
1879 y a la que luego accedió en propiedad por oposición. En virtud de ello, el
9 de abril de 1881 tomó posesión como maestro propietario de dicha escuela, con
un sueldo anual de 825 pesetas, pero continuaba viviendo en El Pino de San
Miguel.
Don Cipriano se presentó al
concurso de traslado convocado el 20 de diciembre de 1887 para proveer la
escuela vacante de San Miguel de Abona; justificaba ser “Maestro con título
elemental de la escuela del Charco del Pino en Granadilla, dotada con 825 pts.
Tiene 6 años y 7 meses de servicios en propiedad y 3 años 5 meses y 5 días como
interino”. Sin embargo fue propuesto para cubrirla, por la Junta provincial, don Miguel
Feo Hernández, por lo que nuestro biografiado continuó en Charco del Pino.
Por entonces, como ocurría con la
mayoría de los maestros del Sur de Tenerife, con frecuencia los docentes tenían
que depender de la generosidad del vecindario o de su familia, pues las
retribuciones por sus servicios, al margen de su clara insuficiencia, eran
abonadas por lo general con retraso, dada la pobreza y escasez de recursos de
los ayuntamientos que debían abonarlas. Por este motivo, trece maestros de esta
zona de la isla suscribieron un escrito el 22 de octubre de 1888 en Granadilla
de Abona, que elevaron al presidente del Congreso de los Diputados y que fue
publicado en El Auxiliar el 16 de noviembre inmediato. En él analizaban la mala
situación de la enseñanza en esta isla: “Bien comprenden, señor, los
recurrentes que el estado del Magisterio público en España es en general
lamentable y desconsolador; pero tened la certeza de que jamás el Profesorado
primario de provincia alguna ha sufrido las miserias y privaciones que el de
Canarias viene experimentando desde hace ya un lapso de tiempo interminable”.
Exponían que ello era debido a la indiferencia con la que la
administración trataba a
las escuelas y
a los trabajadores
de la enseñanza,
pues no se abonaban las cantidades consignadas para
sueldos y material escolar, pues “¡algunos de los firmantes han
visto transcurrir cinco
y seis años
sin haber cobrado
ni una sola mensualidad!”, lo que hacía la situación
desesperada. Tras analizar la importancia que el Magisterio de primera
enseñanza debería tener en la sociedad, concluían suplicando al Congreso y a su
presidente en representación del mismo: “que, considerando justos los fundamentos
que dejan apuntados, acuerde el aumento y pago por conducto de la Hacienda nacional de los
haberes que devenga el Magisterio, dictando medidas para que pueda hacer
efectivos sus adeudos, por reclamarlo así la equidad de la más recta justicia”.
Entre los promotores de la instancia y firmantes figuraban los tres maestros
del municipio de Granadilla: don Patricio Perera y Álvarez, doña Ignacia Oramas
y don Cipriano Bello.
Buscando una mejora económica, en
junio de 1893 don Cipriano fue uno de los siete maestros que presentaron
solicitudes para la provisión de la escuela pública de niños de Granadilla, que
debía proveerse por ascenso5, pero no la obtuvo por entonces. El 5 de febrero
de 1894 suscribió, junto a las personas más destacadas de Granadilla de Abona,
encabezadas por don José García y Torres, un escrito que demostraba el “afecto
y agradecimiento sincero” hacia el prestigioso médico don Juan Bethencourt
Alfonso, natural de San Miguel de Abona, “por su denodada campaña colérica en
los comarcanos pueblos de Aroua y Vilaflor”, el cual fue publicado tres días
después en El Liberal de Tenerife6.
Según el “Escalafón de los
Maestros de primera enseñanza de esta provincia formado con arreglo á las
disposiciones vigentes para el aumento gradual de sueldos con cargo al
presupuesto provincial”, el
8 de junio
de 1894 el
Sr. Bello figuraba
con el nº
51 en antigüedad, entre los de cuarta
clase, con 12 años, 9 meses y 23 días de servicios en propiedad hasta el 31 de
diciembre de 1893. El 1 de agosto de ese mismo año había pasado al nº 52 y el 14
de enero de 1895 volvía a ser el nº 51. El 19 de mayo de 1904 ya figuraba en el
“Escalafón de Maestros” aprobado por la Junta Provincial,
con el nº 41 de antigüedad, ahora entre los de tercera clase, con 22 años, 3
meses y 23 días de servicios en propiedad, hasta el 30 de junio del año
anterior.7
Su esposa, doña Isabel Castrillón
y Martín, murió en su domicilio de Granadilla, “donde era maestra”, el 2 de
junio de 1895 a las nueve de la mañana, cuando contaba 50 años de edad. Al día
siguiente se oficiaron las honras fúnebres en la iglesia de San Antonio de
Padua y a continuación recibió sepultura en el cementerio de dicha localidad.
Le sobrevivieron su esposo y cuatro de sus hijos.
En junio de 1899, don Cipriano
Bello estaba incluido en una relación de maestros elaborada por la Junta provincial de
Instrucción pública de Canarias para el año económico de 1897-98, a los
que se les
debían cantidades por
sueldo y material de
las escuelas que regentaban; figuraba con el nº 67, como
maestro en propiedad de Charco del Pino, un sueldo trimestral de
206,25 pesetas y una
aportación de material,
también trimestral, de
51,56 pesetas; y solo se le debían 22,70 pesetas de trimestres
anteriores. En julio de 1901, volvía a figurar en otra relación de maestros a
los que se les debía dinero, elaborada por la misma Junta para el año económico
de 1899-1900; sus datos seguían exactamente iguales que en la anterior, pero ya
se le debían 55,72 pesetas de trimestres anteriores.8
Como curiosidad, desde el segundo
trimestre de 1901 don Cipriano figuraba, con el número 337, como el único
suscriptor del Sur de Tenerife de la revista Las Canarias, que se editaba en
Madrid9.
Maestro de escuela de
niños de Granadilloa durante 12 años y medio.
El Sr. Bello López volvió a
solicitar la escuela de niños de Granadilla, que había quedado vacante de nuevo
y esta vez sí la obtuvo, pues La
Gaceta de Madrid publicó el 4 de agosto de 1904 la
clasificación y propuesta que había hecho a su favor el Rectorado de la Universidad de Sevilla
para dicha escuela, que había solicitado en concurso de ascenso, tal como
informó la prensa tinerfeña en el mes de septiembre inmediato. Meses más tarde,
el 20 de febrero de 1905, El Magisterio Canario añadía nuevos datos, al
destacar que por la Subsecretaría
del Ministerio se había hecho el nombramiento de: “D. Cipriano Bello, para la Escuela de Granadilla, con
1.100 pesetas: deja cesante la de Charco del Pino”; y el 21 de ese mismo mes, La Opinión atribuía dicho
nombramiento, en turno de ascenso, al Rectorado de la Universidad Literaria
de Sevilla.10
En virtud de dicho nombramiento,
tras 26 años al frente de la escuela de Charco del Pino, el 1 de marzo de 1905
don Cipriano pasó a la escuela elemental de niños de Granadilla (casco),
logrando así un ascenso en su sueldo, que pasó a ser de 1.100 pesetas al año.
Continuó regentando dicha escuela durante más de 12 años y medio, hasta
alcanzar su jubilación.
El maestro Bello estuvo al frente
de la escuela elemental de Granadilla durante 12 años y medio.
En 1908, don Cipriano Bello
presentó su conformidad para llevar a efecto la Asociación del
Magisterio Canario y el 22 de agosto de dicho año, El Defensor del Magisterio
preguntó a todos los maestros que lo habían hecho que manifestasen a la
redacción de dicho periódico “si están conformes en entrar en la agrupación que
ha de adherirse á la Nacional
con objeto de remitir la relación en el próximo correo”; añadiendo luego “Los
Sres. que deseen adherirse pueden manifestarlo á la administración de este
periódico”.11
Según el “Escalafón de Maestros”
aprobado por la Junta
Provincial, el 15 de abril de 1909 ya figuraba con el nº 28
en antigüedad, entre los de tercera clase, con 27 años, 8 mese y 22 días de
servicios hasta el 31 de diciembre de 1908. El 1 de abril de 1910 estaba
incluido en el “Escalafón parcial
correspondiente á la
categoría 5ª. con
el haber anual
de 1.100 pesetas”; por entonces
llevaba 28 años, 8 meses y 3 días de servicios en propiedad (“Los servicios
computados desde veinte y siete Abril l88l, fecha título elemental, según regla
doce R. O. 3 Marzo mil novecíenios diez”), de los cuales 4 años y 10 meses en
la categoría; teníatítulo de Maestro Elemental, con la calificación de
“Aprobado”; y contaba 63 años de edad. El 24 de marzo de 1911, figuraba a nivel
nacional en el “Escalafón general provisional del Magisterio Primario con
arreglo a su situación en 1.º de Enero de 1910”, como maestro de escuela
elemental, con un sueldo de 1.100 pesetas (categoría 5ª), con el nº 1.365 de
orden en el escalafón general y el 697 en el de su categoría; poseía título
elemental, 62 años de edad y 28 años, 8 meses y 3 días de servicios prestados
en la enseñanza, de los cuales, 4 años y 10 meses de servicios en su categoría.
El 2 de septiembre de ese mismo año estaba incluido en el “Escalafón general
definitivo de Maestros y Maestras de Escuelas Elementales”, con arreglo a la
situación que tenía el 1 de enero de 1910, con el número 1.404 de orden en el
escalafón general y el 728 en el de su categoría y con los restantes datos
exactamente iguales. En un nuevo escalafón fechado a 29 de octubre de 1912,
figuraba con el nº 18 de antigüedad, entre los maestros de 3ª categoría, con 30
años, 8 meses y 22 días de servicios en propiedad, sirviendo la escuela de Granadilla.
En el escalafón fechado a 6 de marzo de 1915, tenía el nº 16 de antigüedad y
era el primero de los maestros de 3ª categoría, con 33 años, 8 meses y 3 días
de servicios en propiedad, y continuaba en la misma escuela. Finalmente, en el
escalafón del 12 de julio de 1917, el Sr. Bello ya había ascendido “por
corridas de escalas, según nº 3.º regla 1.ª R. O. 4 Abril 1882”, pues figuraba
al frente de la mencionada escuela, con el nº 15 de antigüedad y como el último
de los maestros de la 2ª categoría, con 35 años, 8 meses y 3 días de servicios
en propiedad.12
En noviembre de 1911, don
Cipriano en la lista de los maestros que habían remitido un oficio a la Junta Provincial
de Instrucción pública, dando cuenta de la apertura de las clases nocturnas de
adultos en sus respectivas escuelas13. En agosto de 1913, llegó a Santa Cruz de
Tenerife a bordo
del vapor “Lanzarote”,
procedente de San
Sebastián, como informó La Prensa14.
En diciembre de 1914, se le
concedió una licencia: “Por la
Inspección de primera Enseñanza se han concedido 10 días de
licencia al Maestro nacional de la
Escuela de Granadilla, D. Cipriano Bello”15. Pocos meses
después, en abril de 1915, se le volvió a conceder otra licencia por el mismo
tiempo: “Por la misma Inspección se ha concedido 10 días de licencia por
enfermo, a nuestro estimado compañero clon Cipriano Bello, Maestro Nacional de
Granadilla”16.
Por Real decreto del 19 de marzo
de 1915, obtuvo el ascenso a un sueldo de 1.500 pesetas17. Y en julio de ese
mismo año, El Progreso se hizo eco de la estancia en la capital de la provincia
del maestro de la escuela de Granadilla, don Cipriano Bello18.
Jubilación.
En octubre de 1915, perdió a su hijo Valentín, como
destacaba el corresponsal de La
Prensa en Granadilla de Abona, al darle el pésame: “También
se lo damos no menos sentido al Sr. D. Cipriano Bello, digno y honrado maestro
de la Escuela
Nacional de esta Villa, por la temprana muerte de su
infortunado hijo don Valentín, acaecida recientemente en la capital”. Otra nota
necrológica se publicó en Eco del Magisterio Canario: “Ha fallecido en Sta.
Cruz un hijo de nuestro estimado compañero D. Cipriano Bello, Maestro nacional
de Granadilla. / A la dolorida familia y en particular a dicho compañero, damos
el más sentido pésame”.19
A comienzos de 1916, don Cipriano
contribuyó con dos pesetas para el número extraordinario del Eco del Magisterio
Canario20. El 15 de noviembre de ese mismo año, publicó en ese mismo periódico
un escrito de adhesión al banquete homenaje que se le tributó el día 11 al
inspector don Juan
López Tamayo, remitido
desde Granadilla: “Con
mucha satisfacción asistiría a
dar una prueba de aprecio a nuestro digno Inspector D. Juan López Tamayo, si nó
me lo
impidiera una indisposición. Ruego
a Vd. se sirva manifestarlo
a los demás compañeros y que me consideren como uno
de los asistentes a dicha reunión”; el motivo de dicho homenaje era manifestar
públicamente el deseo del Magisterio de las islas de que dicho inspector
continuase en su puesto en Canarias, pues iba a ser trasladado21. Y en enero de
1917 remitió las estadísticas de su escuela a la Inspección de Primera
Enseñanza de La Laguna22.
En octubre de 1917, don Cipriano
obtuvo la jubilación, con efectos del 31 de dicho mes, tal como informó Eco del
Magisterio Canario el 7 de dicho mes: “Por la Junta Central de
Derechos pasivos del Magisterio ha sido jubilado nuestro estimado compañero D.
Cipriano Bello, Maestro nacional de Granadilla”. Cinco días después, se hizo
eco de la noticia El Imparcial: “Don Cipriano Bello, maestro nacional de
Granadilla ha sido jubilado”.23
Contaba 70 años de edad, más de
38 de ellos de brillante labor docente en su municipio natal, y había llegado a
ganar al final de su carrera un sueldo de 1.500 pesetas anuales. Se le fijó una
paga de jubilación de 1.400 pesetas, como informaba Eco del Magisterio Canario
el 30 de ese mismo mes: “Por la Junta Central de Derechos pasivos del Magisterio
ha sido clasificado con el haber anual de 1.400 pesetas, nuestro estimado
compañero don Cipriano Bello López, Maestro nacional de Granadilla”. En el mes
de noviembre inmediato, también recogieron dicha noticia El Imparcial y La Prensa, en los mismos
términos: “Don Cipriano Bello López maestro nacional de Granadilla, ha sido
clasificado con el haber anual de 1.400 pesetas”. Pero en ese mismo mes, Eco
del Magisterio Canario recogía que al recibirse la certificación de su
clasificación, su haber anual sería de tan solo 1.240 pesetas: “Se ha recibido
en la Sección
administrativa de Primera enseñanza de Santa Cruz, la certificación de la Junta Central de
Derechos pasivos del Magisterio, clasificando a nuestro estimado compañero don
Cipriano Bello López, Maestro nacional de Granadilla con el haber anual de
1.240 pesetas”.24
Interventor
electoral, Jurado Judicial y Presidente de la mesa electoral de San Migu8el de
Abona.
Al margen de la docencia, don
Cipriano fue designado interventor en distintos procesos
electorales por la Junta provincial del Censo
electoral de Canarias, para la mesa electoral de la 2ª Sección de Granadilla
que correspondía a Charco del Pino; así ocurrió, por ejemplo, el 26 de enero de
1891, febrero de 1893, el 9 de abril de 1899, el 11 de mayo de 1901 y en abril
de 1903 (por el Partido de Unión Conservadora), en sendas elecciones para
Diputados a Cortes. Asimismo, del 6 de abril al 21 de mayo de 1907, actuó como
secretario “acompañado” del juzgado municipal de Granadilla de Abona, junto a
don Antonio Reyes.25
Además, nuestro biografiado
ejerció en numerosas ocasiones como jurado, siempre en concepto de capacidad
(como maestro) y a veces con carácter supernumerario, en virtud de sorteos
celebrados primero en la Audiencia Territorial de Las Palmas de Gran
Canaria y luego en la
Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife, para conocer
de los juicios por jurados que habrían de verse en la cabecera del partido
judicial de Granadilla de Abona. Por lo menos actuó como tal en 1910, 1917,
1918, 1920 y 1923. 26
Después de jubilado, don Cipriano se estableció de nuevo en
San Miguel de Abona. Por ello, la
Junta municipal del Censo electoral de esta localidad, en
sesión celebrada el 14 de noviembre de 1926, designó a don Cipriano Bello López
presidente de la mesa electoral de la sección única del municipio, “en las
elecciones que puedan ocurrir hasta el 31 de Diciembre de 1927”27.
Fallecimiento y
descendencia.
Don Cipriano Bello López falleció
en su domicilio de San Miguel de Abona el 14 de agosto de 1929, a los 83 años
de edad, sin haber podido recibir los Santos Sacramentos. Al día siguiente se
ofició el funeral en la iglesia del Arcángel San Miguel por el cura encargado
don Esteban Hernández Ramos y a continuación recibió sepultura en el cementerio
de dicha localidad, de lo que fue testigo don Francisco Gómez y Gómez, mayor de
edad y de dicha feligresía.
En el momento de su muerte
figuraba como “Maestro Nacional Jubilado” y, erróneamente, como natural de
dicho pueblo. Continuaba viudo de doña Isabel Castrillón, con quien había
procreado seis hijos, nacidos en San Miguel de Abona: don Valentín (1875-1915),
que fue seminarista, sirvió como soldado y murió prematuramente, a los 40 años
de edad; don Inocencio, ausente en América; don Manuel (1879-1881), que
falleció en el domicilio familiar de San Miguel de Abona, en El Pino, a los dos
años y cinco meses de edad; doña Ana María; doña Isabel (1882-1963), que
falleció en Santa Cruz de Tenerife; y don Nazario Bello Castrillón (1888-?).
En febrero de 1930 se tramitaba
el expediente de pensión a favor de sus hijas, como informó La Prensa el 7 de dicho mes,
confundiendo el segundo apellido de éstas: “También se ha remitido a la Dirección de la Deuda el expediente de doña
Ana María y doña Isabel Bello Castellón, quienes solicitan pensión como
huérfanas del maestro que fue de Granadilla, don Cipriano Bello López”28.
Tristemente, dos de sus hijos
tuvieron problemas mentales, pues en 1950 estaban empadronados en el Sanatorio
Psiquiátrico Provincial de Santa Cruz de Tenerife: doña Isabel Bello
Castrillón, de 68 años, y don Nazario Bello Castrillón, de 62 años, ambos
naturales de San Miguel.29
(Octavio Rodríguez Delgado, 2014. [blog.octaviordelgado.es]
Notas:
1 Doña María era hija de don Tomás Bello y doña María Josefa
López, vecinos de Charco del Pino.
2 José Antonio ORAMAS LUIS (1992). La Escuela Normal de La Laguna en el siglo XIX.
Pág. 211.
3 Boletín Oficial de la Provincia de Canarias, 25 de septiembre de 1877,
pág. 14.
4 Doña Isabel Castrillón y Martín (1845-1895), natural de
Valladolid, fue maestra de San Miguel (1871- 1894) y de Granadilla (1894-1895),
hasta su prematura muerte.
5 “Noticias de la provincia. Solicitudes”. El Liberal de
Tenerife, 27 de junio de 1893, pág. 2.
6 “Remitido”. El Liberal de Tenerife, 8 de febrero de 1894,
pág. 2.
7 Boletín Oficial de la Provincia de Canarias, 20 de junio de 1894, pág.
4; 24 de agosto de 1894, pág. 2;
14 de enero de 1895, pág. 2; 20 y 23 de mayo de 1904, pág.
3.
8 Ibidem, 23 de junio de 1899, pág. 3; 17 de julio de 1901,
pág. 3.
9 “Suscriptores”. Las Canarias, 8 de noviembre de 1901, pág.
4.
10 “Noticias. Provisión de Escuelas”. El Magisterio Canario,
1 de septiembre de 1904, pág. 2; “Sección de noticias”. La Opinión, 7 de septiembre
de 1904, pág. 2; “Noticias”. El Magisterio Canario, 20 de febrero de 1905, pág.
2; “Sección de noticias”. La
Opinión, 21 de febrero de 1905, pág.2.
11 “A nuestros compañeros”. El Defensor del Magisterio, 22
de agosto de 1908, pág. 4.
12 Boletín Oficial de la Provincia de Canarias,
19 de abril de 1909 (pág. 3), 24 de mayo de 1909 (pág. 2), 6 de abril de 1910
(pág. 2); La Región Canaria,
12 de abril de 1911 (pág. 2); Escuela Canaria, 10 de mayo de 1911 (pág. 8); La Región Canaria, 2
de septiembre de 1911 (pág. 3); Boletín Oficial de la Provincia de Canarias, 4
de noviembre de 1912 (pág. 6), 10 de marzo de 1915 (pág. 6), 18 de julio de
1917 (pág. 5).
13 “Adultos”. Escuela Canaria, 20 de noviembre de 1911, pág.
6.
14 “Los que viajan”. La Prensa, 11 de agosto de 1913, pág. 1.
15 “Licencia”. Eco del Magisterio Canario, 7 de diciembre de
1914, pág. 9; “De Instrucción pública”. La Opinión, 9 de diciembre de 1914, pág. 1
16 “Sección de
noticias. Licencia”. Eco del Magisterio Canario, 7 de abril de 1915, pág. 10;
“De Instrucción Pública”. La
Opinión, viernes 9 de abril de 1915, pág. 1.
17 “De Instrucción Pública”. La Opinión, viernes 26 de
marzo de 1915, pág. 1; “Crónica”. Diario de Tenerife, viernes 26 de marzo de
1915, pág. 2; “Sección de noticias. Maestros ascendidos”. Eco del Magisterio
Canario, 30 de marzo de 1915, pág. 9.
18 “Carnet de sociedad”. El Progreso, 30 de julio de 1915,
pág. 2.
19 Corresponsal. “De
los pueblos. Granadilla”. La
Prensa, martes 26 de octubre de 1915, pág. 1; “Necrológica”.
Eco del Magisterio Canario, 30 de diciembre de 1915, pág. 2.
20 “Sección de noticias. Número extraordinario”. Eco del
Magisterio Canario, 7 de enero de 1916, págs.
8-9.
21 Eco del Magisterio Canario, 15 de noviembre de 1916, pág.
10; 22 de enero de 1917, págs. 2-5.
22 “Estadística”. Eco del Magisterio Canario, 30 de enero de
1917, pág. 10.
23 “Jubilación”. Eco
del Magisterio Canario, domingo 7 de octubre de 1917, pág. 12; “Noticias”. El Imparcial,
viernes 12 de octubre de 1917, pág. 1.
24 “Clasificación”.
Eco del Magisterio Canario, martes 30 de octubre de 1917, pág. 8; “Noticias”.
El Imparcial, viernes 12 de
octubre de 1917,
pág. 1; “De
Instrucción pública”. El
Imparcial, viernes 2 de noviembre
de 1917, pág. 1; “De enseñanza”. La
Prensa, miércoles 7 de noviembre de 1917, pág. 2;
“Clasificación”. Eco del Magisterio Canario, 15 de noviembre de 1917, pág. 8.
25 Archivo Municipal de Güímar. Procesos electorales
(Fascículos con las relaciones de interventores). Diario de Tenerife, 27 de
enero de 1891, pág. 2; El Liberal de Tenerife, 28 de febrero de 1893; Unión
Conservadora, lunes 20 de abril de 1903, pág. 1.
26 Boletín Oficial de la Provincia de Canarias,
19 de enero de 1910, pág. 2; 4 de mayo de 1910, pág. 2;
9 de septiembre de 1910, pág. 3; 8 de agosto de 1917, pág.
4; 13 de mayo de 1918, pág. 4; 2 de agosto de 1918, pág. 4; 28 de agosto de
1918, pág. 6; 18 de agosto de 1920, pág. 5; 9 de mayo de 1923, pág. 4. 27
“Juntas municipales del Censo electoral. San Miguel”. Boletín Oficial de la Provincia de Canarias,
13 de diciembre de 1926, pág. 2.
28 “De Enseñanza. Pensiones”. La Prensa, viernes 7 de
febrero de 1930, pág. 4.
29 Archivo Municipal de Santa Cruz de Tenerife. Padrones
municipales, 1950.
No hay comentarios:
Publicar un comentario