miércoles, 24 de abril de 2013

CAPITULO XXXVII



ÉPOCA COLONIAL: SIGLO XVI


DECADA 1551-1560


CAPITULO XXXVII


Guayre Adarguma Anez’ Ram n Yghasen


1559. La gente de guerra de que  disponían en Chinet (Tenerife) los colonos europeos según el informe de Pacheco ascendía á 2.743 hombres. Si tenemos en cuenta la estadística que se levantó en 1561 (dos años después de la visita de inspección de Pacheco), inserta en Núñez de la Peña, vemos que en esta Isla había 17.641 habitantes, tanto naturales como criollos  y, por consiguiente, cerca de un séptimo de la población total estaba obligada al servicio militar.

1559. En noviembre  el Sr. Inquisidor español Padilla, en premio de sus buenos servicios, fue promovido á la Dignidad de Deán de la Catedral de la secta católica en  Canarias, de que tomó posesión el once del mismo mes.

Desde entonces, ya sea que los años le hubiesen privado de una gran parte de su anterior energía, ya. que creyese haber llegado á lo más alto de sus esperanzas, el caso es que la Inquisición durmió un largo y pesado sueño, dando lugar en ese intervalo de abandono, y de punible negligencia, á que el Inquisidor general, averiguase el estado deplorable de este Tribunal subalterno, y tratase seriamente de su reorganización, bajo una base mas sólida y estable.

Esta reorganización, que marca una nueva era en la historia, de la Inquisición Española en Canarias, solo tuvo lugar en 1567, y de ella nos ocuparemos con el necesario detenimiento, pues ya desde entonces abundan los materiales, y podremos hacer un examen curioso é instructivo de los principales procesos, para que se vea los delitos que castigaba el “Santo Oficio”, y resalte así mejor su justicia y el carácter providencial y divino de su elevada misión.

Pero, antes de entrar en esa nueva era, conviene echar una rápida ojeada sobre el país, donde con nuevo rigor se iba a proceder contra los herejes, y juzgar de su estado intelectual y material, en cuanto nos sea permitido para el objeto que nos hemos propuesto, y para  la mejor y más fácil inteligencia de esta obra.

1559. Expedición de invasión y saqueo de América, concretamente al Río de la Plata capitaneada por Jaime Rasquin, personaje atrabiliario en el vestir, que, además, viajaba con tres mujeres. doña Mencia, que trasportaba un buen lote de mujeres casadas y doncellas para poblar la tierra, estuvo también por Benahuare (La Palma,) donde parte de la tripulación se le sublevó. No sé porqué muchas de las expediciones que se dirigieron hacia el Atlántico Sur, se vieron envueltas en rebeliones, traiciones, conjuras, etc. que pusieron una nota sangrienta a sus singladuras.

1559 Enero 11.
En estas fechas el empleado de la metrópoli Alonso Pacheco vendió el oficio de alférez mayor de Gran Canaria a favor de Juan de Ciberio Muxica, ante el escribano de la isla Rodrigo de Mesa.

La princesa doña Juana, por cédula expedida en Valladolid el 14 de julio de 1559, se sirvió aprobar la venta, otorgando nuevo titulo a favor de Juan de Ciberio Muxica para que disfrutase como tal alférez mayor de  todos los honores y prerrogativas inherentes al cargo. (Archivo de Protocolos de Tenerife: Protocolo de Juan Antonio Palencia. Año 1756, folios 2 y siguientes; se conservan testimoniados diferentes documentos relativos a la familia Pacheco.)

En cuanto al alferazgo mayor de La Palma (del que tomó posesión Pacheco cuando su visita a esta isla en marzo de 1559), 1o heredó su hijo el capitán Francisco Pacheco, quien lo traspasó en fecha que no podemos precisar al regidor de La Palma Antonio de Montesa. Este, a su vez, lo vendió con autorización real a Fernando de Castilla y Mendoza, regidor de la misma isla, de quien 1o heredó su nieto Bernardino Riberol de Castilla, hijo del licenciado Bernardino Riberol y Lugo y de su mujer Maria de Castilla.

Más adelante, por venta unas veces y por herencia otras, disfrutaron del alferazgo de La Palma las familias de González del Valle, Diaz Pimienta, Monteverde y Massieu de Vandala.

(61) Don Alonso Pacheco, también llamado Alonso Pacheco de Solis (por verdadero nombre Alonso de Solis) había nacido el año 1506 en el pueblo de La Roda (Albacete), en el seno de una humildisima familia de judíos oriunda de Villafranca, en la Mancha toledana. Su padre se llamó Andrés de Solis, de profesión mercader, y su madre Leonor Méndez, siendo sus abuelos Alonso de Solis, "arrendador que trataba en bestias", y Clara, todos ellos judíos o conversos. Lo mismo cabe decir de los tíos y hermanos de nuestro biografiado. (Estos datos nos han sido facilitados por don Tomás  Tabares de Nava, académico correspondiente de la Real de la Historia, sacados de una copia que posee de la declaración prestada ante la Inquisición de Toledo el 12 de mayo de 1534 por Andrés de Solis, que se conserva original en el Archivo de la Inquisioi6n en el M. C. de Las Palmas.)

En sus primeros años se dedicó Alonso de Solís al comercio de baratijas ("vendía lienzos-dice el documento antes citado-e otras cosas de joyas e menudencias"), trasladándose más adelante a Gran Canaria, donde cambió de apellido, denominándose
Alonso Pacheco.

Favorecido por la suerte en las actividades comerciales, debió labrarse con su esfuerzo una saneada fortuna, viéndose obligado por su misma actividad mercantil a realizar frecuentisimos viajes a España. Ello explica el que las islas con tanta reiteración se acordasen de su persona para nombrarlo mensajero.

En Las Palmas contrajo Pacheco matrimonio, en 1552, con su paisana. Teresa de Berrera, hija de Juan de Herrera y de su mujer Francisca Núñez y Contreras (ambos entroncados con linajes judaicos de Toledo y Sevilla), y hermana del regidor de Gran Canaria Alonso de Herrera, a quien Fernández Bethencourt, con su fantasía y megalomançia acostumbradas, hace "capitán general de la Gran Canaria".

El mismo autor, con idéntico fundamento, hace a Pacheco descendiente de los señores de Minaya. y le titula "miembro de su cámara real" (por Felipe II). De la misma manera, la expresión usual de 'nuestro criado", con que designa la Princesa go- bernadora a Pacheco, en la Real cédula de 10 de agosto de 1558, la estima el ilustre genealogíata como prueba de la concesión anterior de titulo honorífico de tal.

Bethencourt, por su cuenta y riesgo, añade: "Fué caballero de grandísima autoridad en España y Roma, donde gozó de la confianza del Pontífice y mereció por sus cristianas virtudes honores y privilegios nada comunes, como el de eximirle a él, y su familia, servidores y criados de la autoridad del obispo de Canarias o de otro cualquier prelado, según consta de Bula despachada a su favor por el Cardenal Rodolfo Plo, legado ad Zaterem del papa Paulo III."

Don Alonso Pacheco testó en Las Palmas, ante el escribano Francisco Méndez, el 27 de junio de 1566, debiendo morir algún tiempo después. (En: A. Rumeu de Armas, 1991, nota a pié de página)
1559 Enero 31. En el nonbre de Dios amen sepan quantos esta carta vieren como yo catalina min mugr de miguel de golf flamenco estando enfermo del cuerpo e sano de la voluntad y en mi juio y entendimio natural tal ql dios nro sennor tuvo por bien de me querer dar creyendo como creo en la santisyma trinidad padre e hijo e espiritu santo tres personas e bn solo dios berdadero todo poderoso temiendome de la muerte que es cosa natural codiçiando poner mi anima en la mas santa e llana carrera que pueda hallar para la saluar otorgo e conosco que hago e hordeno este mi testamto en la forma siguiente
  Primeramte mando mi anima a dios nro senor y el cuerpo a la trra pues della fue formado q a ella sea rreduzido
  Yten mando q si dios nro senor fuere svido de me llebar desta psente vida desta enfermedad q al psente tengo que mi cuerpo sea sepultado en la yglesia de sa santana desta çibdad en la sepultura que mis albaçeas paresçiere
  Yten mdo q el dia de mi enterramio si fuere ora e si no otro dia siguie me digan misa de cuerpo psente cantada ofrendada de pan e vino e çera como es costunbre y por ello se pague lo acostunbrado
  Yten mdo q se digan por mi anima ocho misas a onra e rreberençias de nra sennora la vgen maria e por ello se pague lo acostunbrado.
  Yten mdo a la md rredençion de cativos e a las otras mandas acostunbradas e a las hermitas desta çibdad e fuera della a cada vna çinco mrs declaro q no me acuerdo q me deban cosa ninga e pa conplir e pagar mi testamto e las mandas del nonbro por mis albaçeas al dho miguel de golf mi marido e niculas Jans a cada vno dellos ynsolidun e les doy poder pa conplir mi testo
Yten digo que tengo dos saya[roto] en mis rropas que la vna es negra guarnesçida con terçiope[roto] negro e la otra es de sarga azul guarnes [roto]d[roto] de rrazo colorado las quales dhas dos sa[roto]as e vn manto de panno negro guarnesçido mdo q se bendan e lo q valieren el balor dello sea para mis hijas adriana e dingana a cada vna la mitad30 y lo que a cada vna cupiere mdo q se enplehe en tributo o en ganado o en lo que mejor paresçiere a mis albaçeas q sea mas probecho e ganançia pa que aquel de o gane e multipliq a las dhas mis hijas pa ayudar a su casamiento o pa su sustentaçion llebando cada vna la mitad y esto mando a las dhas mis hijas q ayan de mejora de mas e aliende de lo q les cupiere de su herençia lo qual les mdo para que la vna e forma q de drco lo quedo e deva mandar en su fabor.
  E cunplido mi testo en lo q mas rrestare de mis bienes mdo q sean mis herederas las dhas adriana e dingana mis hijas e costantin e anton mis hijos legitimos por yguales ptes tanto el vno como el otro a los quales nonbro por mis herederos e rreboco otros qualesquiera testamentos q antes deste aya ffo e otorgado q quiero que no valgan salbo aqueste que agora otorgo ffo en la noble çibdad rreal de las palmas ques en esta ysla de la grand canaria en treynta e vn dias del mes de henero ano del nasçimio de nro Salbador ihuxpo de mill e quiso e çinquta e nuebe annos tesgo q fueron psentes a lo q dho es jno perez capatero e ferman perez  capatero e po benitz e alo lopez e pero Juan [roto] e estantes en esta dha ysla e porq dixo que no sabia escri[roto] lo firmo el dho po Juan
  Por rogo y por to      Pedro Jansens.Paso ante mi       [rúbrica] Alonso hrs. Escri puco [rúbrica]  (Lidia Falcón Santana y Rosa González Monllor)
1559 Febrero13. El visitador empleado de la metrópoli Pacheco, acompañado por los regidores de esta parte de la colonia, fue al puerto de La Orotava, y estando en dicho lugar se eligió el sitio donde construir una fortaleza para defender la marina, determinando por fin hacer un cubelo en una montañeta larga que está junto de dicho puerto, entre la caleta que dicen el 'Burgao' y la caleta del puerto, de 50 palmos de alto
y de 30 pies de hueco, de piedra y argamasa, con cuatro troneras de cantería, teniendo dos sobrados con sus vigas, fuertes y recias, la puerta fornida y su baluarte alrededor, con saeteras de can!ería, teniendo tres tapias de altura y
de ancho seis palmos...» (Inf., fol. 17).

La fortificación debía contar con media docena de tiros, sacres de: bronce, y otra media docena de versos de hierro, con sus cámaras y pólvora, siendo el albalñil nombrado por la justicia y regimiento de la Isla, según lo hace en el castillo de Santa Cruz, y con el sueldo que sea justo. Los peritos y maestros calcularon su costo en 1.500 doblas.

Parece que este castillo del Puerto de la Cruz no se construyó por aquel tiempo, sino mucho más tarde, pues Núñez de la Peña dice que el primer alcaide fue el capitán Juan Antonio Franquis, regidor en 1644, agregando: «el castillo estaba hecho algunos años
antes», lo que parece indicar que no hacía mucho tiempo.

1559 Febrero 18.
Visita Garachico Alonso Pacheco, visitador enviado por la metrópoli.

A raíz de la conquista, entraban en la rada de Garachico bajeles de distintas nacionalidades, que excitaban la codicia de los corsarios y enemigos, por la que el Cabildo de Tenerife solicitó licencia de S.M. para construir una obra en la ribera; el primer baluarte de la ciudad estaba construido en 1552, fecha en que al tomar posesión de la mayordomía de Santa Cruz de Tenerife el Capitán Diego Pérez Lorenzo, se reservó alguna pieza de Artillería para el baluarte de Garachico a petición del Regidor Fabián Viña y seguramente su construcción fue coetánea del baluarte del puerto de Santa Cruz, que se edificó por los años de 1543 a 1547, y no llegó a terminarse, pues en 1559 estaba aún a medio hacer esta torre aunque ya dotada de Artillería y a cargo del Jurado de la isla Felipe Jácome de las Cuevas.

El 18 de Febrero de 1559 fue visitada esta fortaleza por el Visitador D. Alonso Pacheco en unión del Gobernador de Tenerife y La Palma Hernando de Cañizares y los Regidores Francisco Pérez de Victoria, Fabián Viña Negrón, Alonso Jaimez y Cristóbal
de Ponte, acordándose en aquel acto, " que se debía hacer donde estava empesado á haser dho Valuarte en terrapleno de piedra y de argamasa que tenga de largor quarenta piés y de anchor veinte e sinco, que su pretil de quatro palmos de alto con sus medias troneras para que la artillería pueda jugar sobre ellas, i la pared á de tener un grueso de seis palmos, el qual edificio dijeron que sepodia hazer según i de la manera que está dho ideclarado, en lo qual se podia gastar de manos de alvañiles i de cal i de aderesos nesesarios para haser la dha obra i queda perfecta i en perficción trescientos doblas de oro poca más o menos, i que fecho el dho terrapleno i puesto en él artillería que al presente si en este lugar y la mas que fuere necesario, el puerto y lugar quedará en defensa de los enemigos que quisieren ofender i que asi para esto como para la demás artillería, será necesario hacerse de lo que las demás fuerzas i por el Sor Governador i muchos cavalleros del regimiento de esta isla que se han vecitado está dicho...".

En esa época contaba Garachico para su defensa con seis versos con siete cámaras, dos tiros roqueros con una cámara para ambos, un sacre de hierro colado con su carretón biejo i dos pasamuros con cada dos cámaras en dos sepos con sus ruedas, y de municiones, cinco arrobas de pólvora con treinta pelotas de hierro y piedras.

Considerandose insuficiente el primitivo fortín, el Regidor Fabián Viña, rico comerciante, ofreció construir por su cuenta un Castillo, que llevó a un acuerdo firmado con el Cabildo el 14 de Julio de 1571 por el cual éste se obligaba a edificar la fortaleza de nueva planta en el mismo lugar donde estaba emplazado el baluarte, comprometiéndose por su parte el Cabildo a suministrarle toda la cal necesaria hasta dejar terminada la edificación; este Fabián Viña Negrón era Maestre de Campo del Tercio de Daute e hijo de Mateo Viña, natural de Génova, Regidor de Tenerife y uno de los que acompañó a Lugo a la conquista.

Las obras tardaron mucho en iniciarse por culpa del Cabildo que no entregaba la cal. En 1574 el Ingeniero de S.M. Juan Alonso Rubián volvió a reproducir a petición del Regimiento de Tenerife el plano de la Villa que con otros diseños fueron enviados a la Corte y en una carta del 7 de Marzo de dicho año del Gobernador D. Juan Alvarez Fonseca, dice: "...Este hombre questa ysla envía á V:M. lleva el (parecer} nuestro de lo del fuerte que se á de hazer en Garachico, que es muy necesario por que es puerto muy frecuentado. Un Regidor desta ysla, hombre rico, se obligó á hazerle dandole la ysla la cal que fuese menester para hazerle; yo embio á V:M. la obligación que hizo para que todo se vea y se me embie la horden para que yo le dexe hecho, que en el sitio que vá señalado será llave de aquellas partes por donde será ymposible ganarse el puerto estando hecho el dho fuerte...".

El Consejo de guerra dictó una Real Cédula de 25 de Julio de 1575 acompañada de la instrucción que sobre el particular escribió el Capitán General de la Artillería D. Francés de Alava, dirigida al Gobernador de Tenerife y La Palma Alvarez de Fonseca, acompañando el plano de esta fortaleza y de la de San Cristóbal en Santa Cruz de Tenerife, autorizados por el citado D. Francés de Alava, según el cual debería construirse, "...en forma de torre quadrada de quarenta piés en quadro con el pié alomborado y en las esquinas dos garitas, que lo alto sobre cauces con sus aposentos dentro con bóvedas sobre la qual está la artillería que tira al mar y tenga algibe, la qual podrá hazerla el regidor Fabián Viña que se obligó á ello... Desde la Torre mas arriba de las casas del dho Fabián Viña se podrá tirar una pared desde la media torre por que la otra media le haga travez, y la otra desde la misma Torre hazia la casa del Torres en el qual espassio podría acudir alguna gente en los rebatos. Junto á la puerta del desembarcadero, se podrá;  hacer un cubillo á la parte de la mar que haga través á la puerta y defienda también el puerto é desembarcadero. Fha en madrid á veinte é siete de junio de mili quinientos e setenta e sinco años.- don Francés de Alava".

Despacio por la falta de operarios pues casi todos estaban empleados en el Castillo de San Cristóbal en el lugar de Añaza, comenzó Fabián Viña la construcción del Castillo de Garachico, no avanzando las obra como quería el Coronel Viña. Felipe II determinó en su Real Cédula expedida en el Escorial el 21 de Febrero de 1577, que el Gobernador de Tenerife practicase una información sobre el estado en que se hallaban aquellas obras de fortificación, habiendo resultado de ella, "...que el dho fuerte está empezado á hacer los cimientos y por una parte tendrá un estado de alto y lleva de grosor de muralla más de siete piés y de hueco en quadra quarenta pies, conforme á la dha cédula o ynstrucción, el qual se ha de hazer á costa del dho Fabián Viña de todas costas, dándole la ciudad solamente la cal necesaria para el dho fuerte conformandose á cierto asiento que entre aquella ciudad y el dho Fabián Viña, obo, y qués muy necesario en el dho lugar y puerto de garachico y le parece que podrá costar con todos los costos, según la dha ynstrucción quatro milI ducados poco mas ó menos, y el no averse acavado á sido causa destar ocupado con los oficiales de la dha ysla en acavar la fortaleza principal del lugar y puerto de santa cruz, y el dho Fabián Viña á mostrado mucho deseo de que se acave el dho fuerte con la brevedad necesaria...".

La justicia y regimiento de Tenerife nombró poco después castellano vitalicio a Fabián Viña, acudiendo al Rey para la confirmación de tan alta merced, acordándose en sesión de 22 de Octubre de 1576 darle posesión de la alcaidía vitalicia y rogando a S.M. se hiciera extensiva a sus sucesores, "...ques persona en quien concurren las calidades necesarias para ser alcaide de la dha fortaleza y el que conviene á nuestro servicio, asi por ser regidor tan antiguo delta y su linage y por ser tan rico, como aver servico en italia y auqellas partes, de coronel de ynfanteria, y que asi podremos aprovar y confirmar el dho nombramiento, con que cada año se visite el dho fuerte por los nros.governadores de la dha ysla y en cada visita de nuevo se haga y aprueve el pleito omenaje sin que de ello se conozca que se sigue perjuizio ni ynconveniente á la dha ysla ni á otra persona alguna, y que la artillería y municiones quel dho fuerte y sitio del tiene, son tres piezas medianas de á veinte quintales poco mas o menos, de hierro colado y tres ó cuatro versos de la dha ysla, y que el dho fabián viña no está obligado á dar mas ni municiones para dho fuerte, antes el nombramiento que en él se hizo por la dha ysla fué con el aditamento que la dha ysla la aya de dar pólvora y municiones, y en la de las gentes ques necesaria para la guardia y custodia del dho fuerte, el estilo que en ella se tiene es que los vezinos velan cada noche los dhos fuertes por la orden y forma que lo reparten los capitanes y alcaides cada noche y que la guardia del puerto es distinta y siempre la administraron la s justicias...".

Fabián Viña aceptó muy complacido la tenencia y volvió a reiterar su compromiso de acabar la fortaleza y sustentarla á su costa.

El 19 de Noviembre de 1579 y fechada en el Pardo, expidió el Monarca la Real Cédula de nombramiento y desde entonces pudo Viña, con pleno derecho de su nuevo título de Alcaide del Castillo de San Miguel de Garachico, ejercer sus funciones. Este castillo sin terminar contaba en 1579 para su defensa con "...tres piezas medianas de á veinte quintales..." como se ha dicho y en las estipulaciones con el Cabildo se había comprometido a proveerlo de Artillería, pólvora y municiones.

Prosiguió Fabián Viña las obras, por más que el Cabildo no le daba con regularidad la cal y cansado en 1580 de solicitarla acudió a litigar contra la Corporación ante la Audiencia de Canaria, obteniendo el 19 de Agosto de 1580 una provisión a su favor en que este Tribunal ordenaba a la Justicia y Regimiento que sin pretexto alguno se le facilitase la cal necesaria. Fonseca escribió al Rey el 1 de Noviembre de 1581 suplicándole el envío de dos culebrinas y dos sacres para este Castillo.

En Junio de 1584 falleció el castellano vitalicio Fabián Viña, quien en sus últimos años y sin tener facultad para ello decidió hacer traspaso a su sobrino Bartolomé de Cabrera Perdomo, valedera sólo para después de sus días. En un codicilo otorgado en Garachico el miércoles 2 de Febrero de 1584 ante Alvaro Quiñones, escribano de San Pedro de Daute, sin revocar la anterior designación nombraba alcaide del Castillo a su hijo natural Juan Mateo Viña, haciéndole en el mismo acto entrega de la llave del fuerte en presencia del Guardián del convento franciscano P. Fr. Bartolomé de Casanova y del mencionado Escribano Pedro González de Gallegos Delgadillo se consideró también heredero de su tío político(como esposo de Da Catalina Gallegos hija de Nicolás Negrón y María de Armas), y así resultaron tres los aspirantes a Alcaidía, pero el Cabildo no reconoció a ninguno de ellos y designó el 9 de Julio de 1584 para el cargo al Regidor Hernando de Calderón, hasta tanto que S.M. y esta ysla provean otra cosa; se esperó la resolución de la Real Audiencia á quien se le sometió el caso, pero Bartolomé de Cabrera Perdomo obtuvo del Consejo de guerra una provisión para que el Cabildo le diese, no habiendo incoveniente para ello, posesión de la tenencia, la que se hizo pero no sin hacer efectivamente en la Corte su protesta. Entonces el Rey dispuso que el Gobernador de la isla D. Juan Núñez de la Fuente, girase una visita de inspección a la fortaleza para ponerle al corriente del estado de las obras y el cumplimiento de los compromisos de Fabián Viña; realizó esta visita el Gobernador el 11 de Mayo de 1585 quedando patente en ella que la fortaleza no estaba aun acabada conforme al modelo, ya las instrucciones enviadas. Continuó todo en el mismo estado hasta que falleció en La Laguna Bartolomé de Cabrera Perdomo, y el Cabildo resolvió recabar para sí la desig- nación de alcaides, y en 30 de Noviembre de 1588, nombró a Don Martín del Hoyo.
Era de planta cuadrada de 50 pies de lado abriéndose la única puerta de entrada en la parte Sur de la Torre, frente Este cuyo muro o pretil almenado remataban dos garitones.

En su interior se abrían dos espaciosos aposentos, cubiertos en casi su totalidad. con bóvedas de medio cañón, arrancando del primero la escalera que conducía á la plataforma y contando el segundo con cocina y otras dependencias. Sobre las bóvedas se extendía la plataforma o plaza de armas donde jugaba la Artillería, hallándose ésta almenada y teniendo en las esquinas del frente Norte adosados unos pequeños cubelos. Completaban la construcción dos cercas o murallas bajas que arrancaban de los lados S. y E. de la Torre yendo a enlazar respectivamente con las casas de Fabián Viña y del Beneficiado Torres; la primera servía para batir desde ella la boca misma del puerto y la segunda -la muralla Este- para hostilizar a los navíos gruesos que echaban anclas fuera del puerto a la sombra de los escollos de la costa. Entre ambas cercas se abría una especie de plaza de armas baja, donde se reunían las milicias en las ocasiones de rebato. Su puerta de entrada principal está todavía adornada por bellos escudos de armas: el Imperial de Carlos V en el centro, procedente sin duda de la fortaleza vieja de Santa Cruz; el del Gobernador Alvarez de Fonseca y otro que aunque difícil de identificar por su deterioro parece sea el de los Viña Negrón a la derecha y el de la isla de Tenerife y familia del Hoyo a la izquierda. También remata la puerta una cartela de piedra que recuerda cómo la mandó a construir en 1575 el Gobernador D. Juan Alvarez de Fonseca.

En 1588 informaba Leonardo Turriano, Ingeniero de S.M., sobre la fortificación del puerto de Garachico, el más importante de la isla en aquella época, y aconsejaba introducir ligeras reformas en el Castillo de San Miguel.

Protegida la ciudad a su espalda por elevados montes, y defendida del mar por una costa inhospitalaria, ofrecía como punto vulnerable el puerto y playa, de muy fácil defensa por lo estrecho que el primero era de boca. Aconsejaba este ilustre Ingeniero para proteger los navíos anclados en su rada contra los impetuosos tiempos del Oeste, cerrar la boca del puerto construyendo dos pequeños muelles que los resguardasen, en cuyo caso un fuerte situado en el extremo del dique que mirase a la población podía servir eficazmente para su defensa. Esta fortaleza era cuadrada como hemos dicho y de sus muros partían dos cortas murallas en dirección Sur y Este hasta establecer contacto con el caserío, y opinaba Turriano deberían ampliarse y reformarse las murallas; en cuanto a la fortaleza, admitía la opinión del Gobernador D. Juan Núñez de la Fuente, inclinado a añadirle en los ángulos cuatro baluartes, si bien discrepaba en cuanto a la altura de estos pues juzgaba más oportuno darle la elevación de las murallas adicionales.

Según Turriano el punto principal de la defensa de Garachico estaba en San Pedro de Daute, lugar de fácil acceso para el enemigo que podría desembarcar sin grandes incovenientes en cualquiera de las caletas de poniente y saquear Buenavista, Los Silos y Daute, por lo que proponía la construcción de una pequeña fortaleza en una montaña que domina por el mar San Pedro de Daute.

En este año de I 588 el Alcaide de esta fortaleza Martín del Hoyo Abarca dirigió una comunicación al Consejo de la isla y presentó testimonio del inventario del citado Castillo, al hacerse argo de él. Carecía de municiones, pólvora y hasta de artillero.

Por el propio inventario del 18 de Febrero del citado año ante el escribano del lugar Pedro de Urbina, cuando el citado Hoyo se hizo cargo de la fortaleza, consta que existía en ella la siguiente: 7 picas con sus hierros; una caja de tambor de guerra rota con sus pergaminos maltratados; 7 piezas de artillería de hierro colado encabalgadas; dos pasamuros desencabalgados; dos atacadores y dos cucharas; 22 pelotas de hierro pequeñas y grandes empiladas fuera de la fortaleza y junto á ella; dos pasamuros de hierro desbaratados del todo.

El Gobernador de Tenerife Núñez de la Fuente, envió entonces un despacho al "...Alcaide de las bandas de Daute, sabed..." en el que se le decía que cuando se hizo cargo de la fortaleza de Garachico Bartolomé de Cabrera Perdomo, se redactó inventario y luego declaración ante el Gobernador de la que estaba a cargo; que después de su fallecimiento se designó a Hoyo y de la comparación de ambos inventarios resultaba faltar: 6 arrobas y media de pólvora, menos la cantidad con que estaban cargadas las 7 piezas de artillería de hierro colado; 93 balas de hierro, grandes y pequeñas, además de la siete que estaban en las bocas de fuego; 3 limpiadores y otros objetos, lo que demuestra el abandono en que por entonces se tenía a este castillo.

En tiempos del Gobernador Capitán D. Diego Bazán, éste manifestó en Cabildo de 14 de Enero de 1619 que había visitado la fuerza-castillo de Garachico, la cual estaba sin acabar e imposibilitada de defensa, por lo que había proveido auto para que se terminase de hacer y que su Alcaide Capitán Pedro González Gallego, que había sido puesto por el Rey, hiciese las obras como sucesor en la obligación de su tío Fabián Viña Negrón y que González Gallego había respondido que el Cabildo tenía la obligación de proporcionarle la cal necesaria, por lo que el exponente daba noticia de todo a la corporación para que ésta cumpliera con su obligación, a fin de que no sufriera per- juicios ni dilación la buena custodia de aquel puerto y de toda la isla, y se acabara de hacer la fortaleza. En su consecuencia, en una reunión del 21 siguiente, el procurador mayor Juan de Mesa a quien se le había encomendado hiciera la información correspondiente sobre la obligación que pudiera tener el Cabildo sobre este Castillo manifestó  que solo ha hallado en los libros capiturales noticias de un proceso qe hubo con los herederos del Cap. Fabián Viña Negrón, y qe como parece del dho asiento qe se hizo por el Cabildo con dho Fabián Viña, tan sólamente tiene la obligación este Cabildo de darle artillería, como se le ha dado, y la pólvora y munición para ella, y asimismo 24
doblas para el artillero; y los demás reparos y cosas necesarias, son del cargo del dho Cap. Pedro González de Gallegos, qe se llama sucesor de dho Fabián Viña y qe por este Caballero han de ir el Gobernador y los diputados á tomar el pleito homenaje al alcaide que fuese de dho fuerte y hacer inventario de las municiones. Deliberaron los Regidores y dispusieron que el expresado Procurador mayor dispusiese lo conveniente para que Gallegos cumpliese con hacer los reparos convenientes en la fortaleza.

Está inscrita esta obra en el Registro de la Propiedad de la Villa de la Orotava el 1 de Junio de 1900 al folio 20 del tomo 21 de Garachico, finca n. 889 inscripción 1ª con una superficie de 252,72 m2, lindando al N. y O. con la playa y al S. y E. con la Plazoleta o Paseo de San Miguel, su cota es de 10,00 mts y se halla en su extremo de la población a 8,00 mts de distancia de los edificios particulares más próximos. Tiene un alojamiento de 36,72 m2 con capacidad para 15 á 20 hombres, con muros de mampostería de 2,00 mts de espesor; dos repuestos de pólvora de 20,90 y 14,30 m2 de superficie de 83,60 y 57,20 m3 de capacidad; un almacén de material de 24,20 m2 de superficie y 86,80 m3 de capacidad. Consta de una planta donde está instalado el Cuerpo de Guardia, Almacenes de materiales y repuestos; el primero está cubierto con vigas y el segundo con bóvedas; encima de estos locales está la explanada rodeada de un parapeto con troneras en dos de sus lados con una longitud de 13,40 mts cada una. Sobre el costado donde está la puerta de entrada se construyó un terraplén, para colocar 5 piezas.

En 1788 estaba artillado con 3 cañones de a 16, 3 de a 12, 2 de a 8 y 1 mortero de a 9, guarnecido por 1 Oficial, 1 Sargento, 2 Cabos y 13 soldados, previsto su aumento en tiempo de guerra a 3 Oficiales, 3 Sargentos, 5 Cabos y 80 soldados.

Este Castillo sufrió un incendio el 19 de Marzo de 1697 que afectó a la Torre que quedó muy averiada y el Capitán D. Juan del Hoyo Solórzano, Caballero de la Orden de Calatrava, alcaide perpetuo y hereditario de la torre, ofreció a la Corona reconstruir y pertrecharla, cuyo costo se evaluaba en 20.000 pesos a cambio de la merced del título de Castilla con la denominación de Conde de Sietefuentes, que despachó Carlos II en 15 de
Septiembre de 1698.

En el año 1843 se informaba en relación con este Castillo por la Comandancia de Ingenieros lo siguiente: "...Es un torreón de figura rectangular de 10 1/2 por 9 2/3 varas de lado esterior y el grueso de sus muros de 7 pies, capaz de 3 piezas, para las cuales tiene 6 cañoneras dos en cada uno de los tres lados al mar y los dos colaterales sobreoesplanada sostenida la mitad por la bóveda y la otra mitad por vigas de madera de tea, y bajo de ella hay un repuesto abobedado y almacén para juegos de armas del servicio de su artillería, Cuerpo de Guardia y Prisión; está en buen estado.-

Observaciones.- Este Puerto se dice era el principal de la Isla, y que la lava de un volcán en dos torrentes que estan marcados, le cegó llevandose ademas parte de los edificios de la población en I705. Hoy solo tiene un canalizo sembrado de bajos en el que los practicos abrigan las embarcaciones del tráfico entre Islas, que solo calan 9 ó 10 piés y es todo el objeto que puede tener esta fortificación, el dar protección á estas embarcaciones pues no es puerto para desembarco; y sus caminos para cualquier punto de la isla son tan ágrios que son casi impracticables, y por consiguiente fáciles de defender en cualquier paso de ellos".

Fue desartillada por R.O. de 25 de julio de I873, cedida en usufructo al Ayuntamiento para depósito municipal, debidamente autorizado por la Autoridad Militar el 20 de Marzo de 1905. (José María Pinto de la Rosa, 1996)

1559 Febrero 26.
Acabada su misión en Tenerife, don Alonso Pachco se trasladó a la vecina isla de La Palma, donde hizo su presentación el domingo 26 de febrero de 1559. En igual forma, revistó el visitador general las milicias en un vistoso alarde verificado en Santa Cruz de La Palma, y más adelante recorrió en compañía del teniente de gobernador aquellos puntos dignos de ser fortificados, para hacer las proposiciones consiguientes al Consejo
de guerra.

Finalizada su misión, don Alonso Pacheco debió informar ampliamente a la corte del estado militar del Archipiélago, aunque bien es verdad que ignoramos tanto las proposiciones que hizo como las resoluciones a que las mismas pudieran dar lugar. Los hechos posteriores nos inclinan, sin embargo, a pensar que fue en absoluto estéril su comisión, pues no se notan alteraciones sensibles en la organización militar de las islas en los años inmediatamente posteriores a su visita de inspección.

De todas maneras, volveremos a referirnos a ella repetidas veces, porque los datos que se obtienen de la misma son valiosísimos para conocer el estado de las milicias y las fortificaciones canarias en la fecha que nos ocupa. (En: A. Rumeu de Armas, 1991)


1576 Octubre 22.
En estas fechas Fabián Viña, Regidor; dió cuenta al Cabildo de estar haciendo una fortaleza en Garachico y pidió le nombrasen para Alcaide de ella por los días de su vida y que se haga súplica de ello á S.M. En efecto le nombraron y acordaron hacer dicha súplica (Libro I4 of.Iofolio I68).- La dicha propuesta fue de que iba haciendo la dicha fortaleza para la defensa de aquel puerto, y del dho lugar é de los demas comarcanos, en la que iva gastando mucha parte de su hazienda todo por servir á S.M. y á esta Isla y que está fundada donde los vecinos se pueden defender, la qe vá haciendo como S.M. manda y la ha visto el Gobernador y muchos de los Caballeros de este Cabildo, y qe tiene necesidad de un Alcaide qe la guarde y defienda; y pues él es vecino de dho puerto y Lugar de Garachico y la dha Fortaleza la hace á su costa y en su persona concurren las cualidades qe pa ser tal Alcaide de la dha fortaleza se requieren, pide á los dhos Sres Justicia y Regimiento, le nombren por los días de su vida ó le den la Tenencia de ella para sus sucesores y hagan suplicación de ello á S.M. pa qe sea servido de confirmarlo y qe les conste que servirá á S.M. bien é fielmente.

Dixeron qe atentos á qe Fabián Viña es persona en qe concurren las calidades necesarias pa servir á S.M. en el dho oficio de Alcaide pr todos los días de su vida á la voluntad de S.M. con qe el dho Fabián Viña haga pleito omenaje é se obligue á tener é sustentar el dho Edificio é todas las cosas é circunstancias tocantes al dho pleito omenaje, y con tal de qe no pida ni lleve al Cabildo salario alguno pr la dha Tenencia y qe se suplique á S.M. pr lo presente y futuro atento á las dhas causas E luego el dho Fabián Viña aceptó la merced qe este Cabildo le hace é dixo qe acabaría la dha fortaleza como está obligado, é la sustentará á su costa, como también está obligado dándole artillería é la polvora é munición necesaria. En qe en cuanto el Artillero qe la dha Fortaleza ha de tener:; quede el Cabildo obligado á darle 24 doblas cada año de sus Propios y qe él pagará lo demas qe el dho artillero llevare y mereciere de salario perpetuamente.

Dixeron qe el dho Fabian Viña y sus sucesores sean obligados á hacer dho pleito homenaje cada año y dos en cada uno de la justicia y regimiento han de visitar y visiten la dha fortaleza y tomar el pleito homenaje é qe se le den las dhas 24 doblas pa el Artillero y qe seran perpetuamente pagadas de sus propios y el dho Fabian Viña lo aceptó (Libro I4 of.Iofolio I68).

El Real Despacho tiene fecha 16 de Noviembre de 1577. A comienzos de 1584 falleció Viña y en su testamento designó para ocupar la Alcaidía a su hijo natural Juan Mateo Viña, haciéndole entrega de la llave del fuerte, pero el Cabildo no lo aceptó y en 1584

El 9 de Julio nombró Alcaide a Hernando Calderón, Regidor, por concurrir en él la calidades que se requieren, y hacer este nom- bramiento por "haber muerto Fabián Viña Negrón alcaide nombrado por S.M. y mientras la isla provee nombrar persona con aprobación de S.M. (Libro 16, oficio I, folio 30 vt, Libro 3, oficio 2, folio 262 vt).- En este mismo año se ganó las Cédula Real a pedimento de Gonzalo Pérez Cabrejas, Regidor, en nombre de esta isla, pa qe los Alcaides de los Castillos sean vecinos y natu-
rales, fecha Madrid 18 de Mayo de este año (Libro 6° de Cédulas, oficio 1, número 68, folio 127).  (José María Pinto de la Rosa, 1996)

1559 Febrero 26.
En Cabildo colonial celebrado en la isla Benahuare  (La Palma) por esta fecha, se presentó por Alfonso Pacheco una R.C. y unas instrucciones que S.M. la Reina Gobernadora fechó en Valladolid a l0 de Agosto de 1559 para que hiciese una relación
de la artillería y municiones que tuviere la Isla y lo que sobre ello conviniese hacer.
1559 Septiembre 7. El capitán criollo Francisco de Varcárcel había obtenido de la Corte de la metrópoli el oficio de alférez mayor de Tenerife, a perpetuidad.  Tal cargo, además de otros privilegios, concedía a quien fuese su titular el derecho de que "cada e quando que la dicha isla sirviese con gente a cavallo e de a pie en cualquier manera e para cualquier efecto que sea para nuestro servicio... saqueis y lleveis y alceis... el pendón de la dicha isla al tiempo que se alzare por los Reyes que después de Nos sucedieren y en los dichos días que se suelen y acostumbran usar y tengais e tengan en vuestro poder e suio los atambores y banderas e pendones y otras insinias que se suelen y acostumbran tener...".
Así como el escudo colonial de armas de Tenerife es suficientemente
conocido, tanto porque se conserva el documento real de concesión por parte de la metrópoli, que ha sido reiteradamente publicado, como porque su memoria no se ha perdido y continuó y continúa siendo el del Ayuntamiento colonial de su antigua capital, Eguerew (San Cristóbal de La Laguna) y no es asimismo del Cabildo Insular de Chinet (Tenerife), no ocurre así con otras insignias que se usaron en el pasado , menos documentadas y muchas de las cuales dejaron de usarse en algún momento, que no podemos precisar. Ello ocurre con las que en un acta de 1561 denomina "bandera general desta isla", "estandarte real" y "guión real". Vencida la resistencia del Cabildo a tal novedad, Valcárcel terminó por obtener la entrega de las insignias y demás objetos hasta entonces en manos de la Justicia y Regimiento y el 17 de enero de 1561 el regidor Pedro de Vergara le hizo entrega de la "bandera general desta isla", que describe el acta que se levantó en estos términos: es de tafetán blanco y azul y amarillo e con una cruz colorada.
Posiblemente al quedar en manos de Francisco de Valcárcel y de sus herederos, hasta la extinción de los cargos concejiles perpétuos en el siglo XIX, se fue perdiendo hasta la memoria la existencia de dicha bandera, la que, por la descripción que de la misma se hace, y que es la única que conocemos, ignoramos si las tres bandas de la misma eran horizontales o verticales, ni donde estaba colocada y de que clase era la "cruz colorada", si bien cabe pensar que fuera de la llamada de San Andrés o de Borgoña, enseña de la Casa de Austria, bajo la que seguramente comenzó a usarse, posiblemente sin autorización real, ni acuerdo del Cabildo, al menos que conste en sus actas. El 25 del mismo mes de enero de 1561, el mayordomo del concejo, Juan Sánchez de Zambrana, entregó a Valcárcel el "estandarte real", que dice el acta "tiene de un cabo la imagen de la Virgen de Nuestra Señora de Candelaria y de otra parte las armas reales y la punta larga, de tafetán colorado" y el "guión real", con "las armas reales de Castilla, bordado de oro e seda e plata y guarnición amarilla". En opinión del Dr. Serra Ráfols pudiera ser venerable resto procedente del "estandarte real o del "guión real" el escudo que aún figura en el ángulo superior de la enseña que con tan honroso celo custodia el Ayuntamiento de San Cristóbal de La Laguna y que se le conoce con el nombre de "pendón de la conquista". Las armas representadas corresponden a las de los Reyes Católicos. El 31 del citado enero de 1561, el nuevo alférez mayor recibió, también de Zambrana, diversas banderas y escudos, que no describe el acta, y "dos cotas de terciopelo negro, con las armas reales bordadas en oro e plata e seda e dos mazas de palo doradas", que usaban en los actos solemnes los llamados "reyes de armas". Conocemos algunos antecedentes de los primeros reyes de armas de Tenerife, descendientes de aquel Juan Negrín, que lo había sido en tiempo de Diego de Herrera y doña Inés Peraza, los que terminaron por apellidarse "de Armas", por el oficio que hereditariamente ejercieron. Juan de Armas, nieto de Juan Negrín, hizo la proclamación en La Laguna de doña Juana la Loca y dice "me dieron los pendones por la reina doña Juana e me compusieron como rey, vestido con ropas de seda negra y escudo de armas reales de la dicha reina doña Juana e me mandaron que alzase pendones...". Uno de sus hijos, Luís de Armas, "sacaba el pendón en la fiesta de San Cristóbal" y otro, Melchor de Armas, "sacaba el estandarte de cavallería " y pretendió que el Cabildo de la isla le entregase la bandera real y el pendón para hacer la proclamación de Felipe II, pero no lo consiguió. El acto de la proclamación de este monarca en La Laguna tuvo lugar el 7 de junio de 1556 y del mismo se conserva un testimonio en el archivo municipal. El pendón lo sacó en tal día a la plaza del Adelantado el regidor más antiguo, Pedro de Ponte, "para ser colocado en un cadahalso que hecho estaba en dicha plaza, en un mástil... junto a la bandera general de la isla". Hoy se usa como bandera de la isla de Tenerife la que por real Orden de 30 de julio de 1845 fue fijada como distintivo de la matrícula marítima del puerto de su capital: "azul con aspas blancas, que tendrán de ancho una quinta parte del de la bandera. (Leopoldo de la Rosa Olivera. Artículo escrito en 1967)


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