APUNTES PARA UN ESTUDIO DE LA ONOMÁSTICA CRISTIANA
IMPUESTA AL PUEBLO GUANCHE
Capitulo XIV (II)
Eduardo
Pedro García Rodríguez
Margarita Fernández de Carvajal, Doña.
Nieto de doña
Margarita Fernandez Guanarteme, hija de don Fernando Guanartme (Thenesor
Semidán) y del invasor extremeño don Miguel de Trejo Carvajal.
Margarita Fernández Guanarteme, Doña.
Hija del
regente del guanartemato de Galdar en el momento de la invasión y conquista de
la isla Tamaránt (Gran Canaria.) por las huestes castellanas. La mencionada
doña Margarita contrajo matrimonio con el extremeño don Miguel de Trejo
Carvajal.
El tercer
árbol representa la familia situada en el primer banco de la derecha del templo
católico de Galdar, la de los Guanartemes, y sus enlaces inmediatos. Resalta la
figura de doña Margarita Fernández Guanarteme, a la cual, según los estudios
realizados hasta la fecha, no se le ha conocido nombre guanche alguno,
probablemente y según algún autor, por haber residido desde muy pequeña en
Calatayud, escenario del pacto entre los Reyes Católicos y el regente del
guanartemato de Galdar.
Margarita Fernández Guanarteme, Doña.
La cual, según
los estudios realizados hasta la fecha, no se le ha conocido nombre guanche
alguno, probablemente por haber residido desde muy pequeña en Calatayud,
escenario del pacto entre los nefastos Reyes Católicos y el regente del
guanartemato de Galdar el pusilamine Thenesor Semidán. La mencionada doña
Margarita contrajo matrimonio con el invasor extremeño Miguel de Trejo Carvajal, de familia
Hijosdalga, siendo sus padres don Alonso González de Carvajal, natural de
Galisteo en Plasencia, y de doña Elvira Fernández de Trejo, natural de
Granadilla en Plansencia, hija esta a su vez del hijodalgo don Pablo González
de Trejo.
Entre los
descendientes de doña Margarita y Miguel
de Trejo, destacan, a parte de doña María Carvajal, doña Beatriz Carvajal
Guanarteme, don Alonso González Carvajal Guanarteme, don Fernando Carvajal Guanarteme,
don Bernardino Carvajal Guanarteme, escribano público de Guía, y don
Buenaventura Carvajal. Don Bernardino Carvajal, enlazó en matrimonio con doña
Melchora de San Juan Cabrejas, continuando con el oficio de su suegro don
Alonso de San Clemente, Escribano Público, quien estaba casado con doña
Francisca de Cabrejas Guanarteme, descendiente asimismo de linaje canarii real.
Con esta última muestra se refleja que en algunos casos el porcentaje de sangre
aborigen se incrementa con los diversos cruces generacionales, en los que
existe ascendencia indígena.
Asimismo puede
apreciarse los matrimonios entre familias de diversos bancos, que significaban
a su vez, diferentes grados de poder. La familia Aguilar, se encontraba en el
primer banco de la izquierda, que en la persona de don Bartolomé de Aguilar,
enlaza con la nieta de Tenesor Semidán, doña María Carvajal Guanarteme. Don
Bartolomé de Aguilar era descendiente del linaje aborigen de los Reyes de
Lanzarote y de Gran Canaria, en virtud de los enlaces entre la princesa Teguise
y don Maciot de Béthencourt, y entre la princesa Tenesoya Vidina y don Maciot
II de Béthencourt, respectivamente.
Margarita González (Guzmán), Doña.
Margarita González (Guzmán), Doña.
Después del
fallecimiento de su padre contrajo matrimonio con don Andrés de Llarena, hijo
de don Andrés de Llerena, guanche principal del Bando de Güímar, y de doña
María de Lugo, hija del Mencey Pelinor de Adeje (bautizado como don Diego). Su
madre le prometió y le dio como dote más de 100 doblas, en 1 esclavo llamado
Gonzalo y en otras cosas, la mitad de lo cual procedía de los bienes de don
Alonso González y la otra de los de doña Catalina Gaspar. Don Andrés de Llarena
“el Menor” testó ante Baltasar de Anchieta (1561-1562) y ya había muerto en
septiembre de 1579, al testar su suegra. Según una escritura de tutela otorgada
ante don Juan del Castillo en marzo de 1563 se le conocen seis hijos. (Octavio
Rodríguez Delgado, 1996)
Margarita Perdomo, Doña.
Hermana y heredera de don Pedro
Álvarez, éste otorgó testamento ante Hernán Guerra, a 2 de septiembre de
1510. fol.323 r. (F. Clavijo Hdez. 1980:115)
Margarita
Perdomo, Doña.
Guanche, hermana del también
guanche Diego Álvarez, la cual fue
nombrada albacea por éste en su testamento. En el mismo acto y documento aparte otorga poder general a su
hermana Margarita Perdomo. 1510, septiembre, 2. fol. 183 v. (F. Clavijo Hdez.1980:116)
Margarita, Doña.
Nació en Güímar el 20 de
julio de 1772, siendo bautizada por el rito católico siete días después en la
iglesia de San Pedro por Fray José García, “de la Orden de ntro Pe. S”. Franco. Predr. Jubo. y Lector de Moral”, con licencia del beneficiado don José
Fernández Camillón; fue su madrina doña Catalina Inés de San Cristóbal.
Margarita, Doña.
Canaria,
natural de la Gomera,
esclava puesta en libertad obtiene Carta de Seguro para andar libremente por
los reinos. AS.RS, 1502, Junio 23, Toledo. ACW. Pc. XXVIII-1503-VI/5-6.
(D.Wolfel, 1980:82)
María Alonso, Doña.
Hija de los guanches don
Alonso de Berganciano y doña Isabel González, esposa de Diego García del Castillo. (Nelson Díaz, 2002:100)
María Azedo, Doña.
Hija de Catalina Hernández Guanarteme, nieta de Thenesor Semidán
(Fernando Guanrteme), según se recoge el
testamento de Catalina Hernández, otorgado por su tercer marido como
procurador Blás Rodríguez, en la villade Gáldar que es en la ysla de la Gran Canaria el
día díez abril de 1526.
María Miguel
Batista Albertos, Doña.
Viuda de don Francisco Delgado e hija de don Juan Batista Albertos y de
doña Catalina Francisca de Arrosa. Hacia 1699 contrajo matrimonio con don
Bernardo Díaz, de Guimar.
María Ana Delgado, Doña.
Nacida en 1695, hijo de doña Florencia María y de don
Diego delgado de Medina
Casada en 1713
con don Gabriel Pérez Manuel.
María Ana
Pérez de Fresneda, Doña.
Hija de don José Pérez Palenzuela y de doña María de Fresneda. El
14 de noviembre de 1740 se unió en matrimonio en la iglesia de San Pedro con don Luís Marrero,
hijo de doña Luisa (Manuela) Delgado y don Juan Ángel Marrero (o Juan Díaz
Marrero), nacido en Güimar el 26 de
febrero de 1717,
De esta unión nacieron cinco hijos: Don Juan Antonio (1740); doña
María (1744), casada en 1766 con don José de Campos; don José.(1746); doña
Lucía (1750); y doña Juana Mariana (1754).
Doña Catalina
Alonso testó y murió en 1718. Le sobrevivió su marido don Luís Pérez Delgado,
quien recibió sepultura en la iglesia de San Pedro de Güímar el 17 de
septiembre de 1721, a
los 81 años de edad; había testado y dejado 47 misas rezadas por su alma, de
las cuales 42 se habían de decir en la parroquia y 5 en el convento dominico de
la localidad; a su entierro asistió el beneficiado con capa e hizo tres pausas
por la calle; en la parroquia se le hizo oficio de cuerpo presente, con vigilia
y misa cantada, y oficio de sepultura; y al segundo día oficio de honras, también
con vigilia y misa cantada; para sus honras se dio de ofrenda un almud de trigo
y un cuarterón de vino. (Octavio Rodríguez Delgado, 1996)
María (Candelaria) de la O (Díaz) Montijo (o Díaz), Doña.
Nació en El Escobonal el. 9 de mayo de 1717, siendo bautizada
cuatro días después en la iglesia de San Pedro de Güímar por el beneficiado don Domingo de Páez y Galdona; fue su
padrino don Juan Delgado Texera, vecino de dicho lugar.
El 27 de diciembre de 1739 casó en la misma iglesia de San Pedro
con don Sebastián Pérez Elías (o González Elías, o Pérez Chanverga), hijo de
don Diego Pérez y de doña María González Elías; los casó y veló el teniente de
beneficiado don Alexo Francisco Ravelo Davila, actuando como testigos don
Cristóbal Elías don Ángel Marrero y don Pedro Pérez, naturales y vecinos de
dicho lugar. Fueron vecinos de El Escobonal, por entonces conocido como Pago de
Chimaje o de San José.
Don Sebastián testó en 1777. Le sobrevivió doña María Díaz de
Medina, quien falleció en el citado pago y recibió sepultura en el convento de
Santo Domingo de Güímar el 8 de noviembre de 1798; contaba 82 años de edad y no
había testado.
María Agustina Tejera
Díaz, Doña.
Casada en Chasna en 1825
con Francisco
Tacoronte Delgado, hijo de José Antonio Tacoronte Reverón y de Agustina Delgado
González, vecinos de Jama. Con sucesión. (Nelson Díaz, 2002, t.2:336)
María Ana Hernández, Doña.
Collarampa, Princesa de Taoro llamada después del bautismo por el rito
católico María Ana Hernández, desposada con Juquer Utebrun y en el bautismo católico Juan Dorarmas, sobrino del Guanartetne o Rey canarii,
Fernado Guanarteme (Thenesor Semidan).Archivo
de D Francisco P, Montes de Oca García. (Díaz Dorta N. [1913] 2009)
María Angeles Oramas Domínguez,
Doña.
Esposa de Manuel Melián Escobar;
con descendencia. (José A. Oramas 2002)
María
Antonia Oramas, Doña.
Casada en el Realejo Alto en 1765
con Domingo García Padrón. Padres de Domingo y José. (José A. Oramas
2002)
María Azado, Doña.
Hija de la Princesa Masequera,
esta fue bautizada por el rito católico después de la invasión de Tamarant
(Gran Canaria) como Catalina Hernández Guanarteme según recoge en su testamento
redactado por su último marido el colonizador castellano Blas Rodríguez: […] cumplir e pagar este dicho mi testamento e las mandas e
cláusulas en él contenidas e conplido e pagado lo suso dicho mando en el dicho
nombre que todo lo que fincare e ermanesçiere de los bienes de la dicha mi
muger los ayan y ereden la dicha Bastiona Mayor e María Azado e Violante Azedo
e Juan e Pedro, hijos legítimos de la dicha mi muger e de mi e de otros sus
primeros maridos. (En: Manuel Lobo Cabrera, 1980148:)
María Barroso
Bethencourt, Doña.
Casó con el Capitán Sebastián Pérez Montañés, en
Buenavista, Libro l,°, folio 113 vuelto, año de 1665. (Díaz Dorta, N.)
María Benítez, Doña.
Natural de Tenerife,
nieta del guanche Gonzalo Guanacas, de los nobles de Anaga, viuda, mujer
segunda de Juan Gaspar, natural, difunto, moradora en el valle y heredamiento
San Juan de Güímar, dice ante Sancho de Urtarte con fecha 26 de marzo de 1577,
al folio 778 vº, que siendo casada y
haciendo vida maridable, ella y su marido tuvieron por hijos a Damiana Hernánde
de Mateos
Aday, vecino, presente, y a Barbóla Francesa, la cual falleció siendo doncella
de 15 años sin hacer testamento, y au hiciera María Benítez hereda sus
bienes, por ser su madre y legítima heredera.
Por la presente, María Benítez y Damiana
Hernández, ésta con licencia de su marido, dicen que Juan Gaspar fue hijo de Hernández, difunto, natural de Tenerife, suegro de
María y abuelo de Damiana Hernández, y el dicho Gaspar Hernández hijos, entre
hombres y mujeres que son: el antedicho Juan Gaspar, Catalina Gaspar, mujer de
Rodrigo Pérez, María Gaspar y Elvira Hernández, mujer que fue de Juan
Romano, ambos difuntos, y es su heredero Lorenzo Hernández, vecino, morador en
el pueblo
de Ntra. Sra. de Candelaria.
Por fallecimiento de
Gaspar Hernández quedaron por sus bienes en esta isla 600 fanegas de tierra,
donde dicen Agache, en Risco Bermejo, que
están por dividir entre los herederos, asimismo dejó Juan Gaspar un hato de
cabras de 100 cabezas. Los dichos bienes que así han heredado aceptaron con
beneficio de inventario, y es así que entre las otorgantes y los demás
herederos de Gaspar Hernández, de una parte y de
la otra Guillen Betancor, como marido y conjunta persona de Ana Lorenzo, hija y
heredera Luís Velázquez, su padre, difunto, y
Marcos de los Olivos, vecino, se pretendía hacer pleitos y diferencias sobre
parte de las dichas tierra se
concertaron entre ellos y los demás herederos del dicho Gaspar Hernández, de
una parte y de la otra Guillen de Betancor marido de Ana Lorenzo y Marcos de
los Olivos, en esta manera:
Que Guillen de Betancor y Marcos
de los Olivos hayan las dos tercias partes de las dichas tierras que hay desde
el barra: Archenche hasta el barranco de los Muertos, y una tercia parte para las
otorgantes y demás herederos del dicho Gaspar Hernández menos 10 fanegas de tierra que se sacan de esta
dicha tercia parte de tierra, lo cual ellos han de haber arrimadas y linda barranco de Archenche, de mar a montaña y
la parte perteneciente a Guillen Betancor y a su mujer y a Marcos de los
Olivos, dos tercias partes de las
dichas tierras y 10 fanegas más caen y lindan con el barranco de los Muertos
(Barranco de Herques) con
la parte que pertenece los herederos de Gaspar Hernández. También le pertenece
a los herederos del dicho Gaspar Hernández las moradas de cuevas que son
arriba a el canto del pinar, con que no pueda entrar ganado en las dichas moradas,
ni cabras, ni ovejas ni puercos, según largamente
consta por la escritura y transacción otorgada ante Juan del Castillo,
escribano público y uno de los del número de
que fue hecha en la ciudad de
San Cristóbal en 2 de octubre de 1573.
Por la presente dan poder
especial a Mateos de Aday, vecino, presente, para pedir partición y división de
las dichas tierras que están por partir entre los dichos
Guillen de Betancor y su mujer y Marcos de los Olivos y sus herederos y entre
las otorgantes y los herede Gaspar Hernández, asimismo para pedir partición y
división de las tierras donde dicen Risco Bermejo, que son de ellas y de
los herederos de Gaspar
Hernández, y tomar posesión de ellas y de lo que les fuere adjudicado y pedir
la renta que las dichas tierras han rentado rentaren
de aquí en adelante.
Damiana Hernández dice
que cuando se celebró la dicha escritura de concierto entre Mateo de Aday su marido, y entre lo en
ella contenido, Mateos de Aday se obligó a que ella ratificaría y aprobaría
dicha escritura dentro de cierto término
y de cierta pena contenida en la dicha escritura. Por la
presente aprueba y ratifica la dicha escritura. Damiana Hernández declara tener
25 años cumplidos.- Hecha en el valle y heredamiento de San Juan de Güímar.-
Tgos. Antonio Rodríguez, Juan Gómez, mallorquín y Domingo Hernández, almocrebe,
vecs. y estantes.- Firma: por no saber, Domingos Hernández. (Miguel A. Gómez,
2000:214-15)
María Berriel, Doña.
Mujer
de Juan Fernández, (majorera)
moradora en Arico, por estar enferma
del cuerpo y sana de voluntad otorga su
testamento. En primer lugar manda alma a Dios que la crió y redimió y su cuerpo a la
tierra. Manda ser sepultada en la casa y Monasterio de San Francisco, que está en el pueblo de la Orotava, en la sepultura de Francisca Díaz,
beata, y aunque fallezca en Candelaria todavía manda ser enterrada en dicho monasterio.
Después de
las disposiciones mortuorias y consabida
lista de mandas pías:
“Declara que hace trece o catorce años que se
casó con Juan Hernández, con lo que ella llevó a su poder y él le dotó, montó
200 doblas y el dicho Juan
Fernández trajo a poder de María 800 doblas.
Durante su matrimonio
multiplicaron 300 fanegas de tierra calma de medida de cordel y monte, la cual
le vendió Francisco de la Coba
y otorgó carta de venta ante Juan de Azoca, esc. púb. que fue, las cuales son
en Arico. También han multiplicado
una casa terrera cubierta de teja con solar y
corral en el pueblo de la Orotava, lindante por detrás y abajo con casa
de Alonso Calderón la carta de venta se otorgó ante Domingo Hernández, escribano del
dicho pueblo, las cuales vendió Francisca Díaz, beata.
También han multiplicado
una negra llamada María, unas casas terreras cubiertas de paja en las tierras
que junto a una atahona, una negra, ocho o nueve reses vacunas y ocho bestias
asnales, machos y hembras. Declara que durante su matrimonio al tiempo que ellos mercaron las tierras de Arico del dicho Francisco de la Coba, sobre ellas tiene imp
de tributo alquitar en cada año que se paga a Francisco de la Coba , sobre ellas tiene
impuesta ocho doblas de tributo alquilar cada año que se paga a Francisco Yanes
“Poco Trigo”, por el principal y que éste ha recibido, que ahora paga
a razón del siete por ciento conforme a
la nueva pragmática de S.M. y se le debe un año de corrido y otro que corre se
cumplirá el día de San Juan de junio de 154, que se paguen las dos pagas.
Declara que le debe a
cumplimiento de doscientas doblas que deben a mercaderes como dará razón de
ello su marido, Juan Fernández, manda que se paguen conforme a Derecho. Declara
que el dicho su marido y ella le deben sesenta doblas personas particulares y son de plazo pasado,
de lo cual tiene cuenta, manda se cobren. Declara que Alonso Díaz, criador, que
vive en Adeje, debe otras treinta cabrillas de plazo pasado, manda que se
cobren. Declara que debe a la casa de Ntra. Sra. de la Luz, que está en el término de
Arico, tres doblas y media,
manda se paguen.
Nombra por sus albaceas y
testamentarios a su marido Juan Fernandez y a su hermano Luís de Morales, que
vive en Taganana, a los cuales da
poder para vender tanta parte de sus bienes que baste para cumplir y pagar las
mandas y legatos contenidos en este testamento, aunque sea pasado el año del
albaceato. Manda a su madre Margarita Hernández, cinco doblas y más le manda un
manto de anascote que ella tiene. Manda a su hermana María Ramos, la ropa de
vestir suya, así sayas como camisas y tocas, que se hallaren al tiempo de su
fallecimiento, epceto un sayito de raso colorado que manda a Luisa su hija.
Manda a la dicha su hermana María Ramos un cielo de cama blanco con dos
sábanas. Nombra heredera en lo remanente de sus bienes a Luisa, su hija.” Hecho
en el pueblo de Ntra. Sra. de Candelaria, estando en las casas de Leonor Zapata
viuda.- Tgos. Francisco Rodríguez, Pablo Pérez, alguaciles de este término de
Ntra. Sra. de Candelaria y Hernan Pérez. Escribano de comisión, Juan Rodríguez,
Luis Alonso y Mateos Hernández, vec. Y estantes. Firma: por no saber, Hernan
Pérez. 1574,
abril 9, viernes, fol.189 r. (Miguel A. Gómez, 2000:89-901)
María Bracamonte, Doña.
Esposa del último rey guanche de Titoreygatra (Lanzarote) en 1402 cuando la isla sufrió la invasión del
pirata normando Jean de Bethencourt, y su socio Gadifer de la Salle, según recoge el historiador
criollo Marín de Cubas: “Llevaron perros de armas, apresaron con grave
dificultad a 18 naturales y al Rey, que con ésta había sido cautivo ocho veces,
y en ésta viendo la mucha dificultad de poder huir dijo que quería verse con
Bethencourt y al verle se tendió de pecho por el suelo, y dijo con todos los
demás les diesen el bautismo para sí y toda su familia, y el día de Ceniza
fueron cristianos; él se llamó Luis de Bethencourt, que ellos llaman Betancor,
y ha quedado el apellido en estas islas; y la Reina, María Bracamonte; y una hija, Luisa de
Betancor”.
María Candelaria
Delgado, Doña.
Hija de doña Ana (Maria) Pérez (o Montijos, o Díaz Montijo, o de
Medina o González y de don Pedro Díaz
Delgado. Nació en El Escobonal el 17 de abril de 1752, siendo bautizada seis
días después en la iglesia de San Pedro de Güímar
por el beneficiado don Cristóbal Alonso Núñez; fue su padrino don Juan Pérez de
Ledesma, natural y vecino de dicho lugar en el Pago de Agache.
El 26 de enero de 1791 se unió en matrimonio en la misma iglesia
de San Pedro con don José González Hernández, hijo de don José González y de
doña Bemarda (Matías) Hemández, naturales de Arico y vecinos en El Escobonal;
los casó y veló el presbítero don José Bernardo Carrillo, con licencia del beneficiado
don Francisco Cruz Alayón, actuando como testigos don Francisco Delgado, don
José Flores y don Ignacio de la
Cruz.
De esta unión
nacieron cuatro hijos: Don José (1791); doña María (1793); doña María (1795); y
don Gregorio González (1799). (Octavio Rodríguez Delgado, 1996)
María Candelaria, Doña.
Hija de doña María (Candelaria) de la O (Díaz) Montijo (o Díaz), y don Sebastián Pérez Elías (o González Elías, o Pérez Chanverga).
Nació en El Escobonal el 14 de enero de 1746, siendo bautizada tres días
después en la iglesia de San Pedro de Güímar
por don Juan Alonso Ximénez, “Bdo. Servidor de dha Parrql. y de la de Sra.
Sta. Ana del Lugar de Candelaria.”; fue su padrino don Diego Martín de Fleytas,
natural y vecino de dicho lugar.
María Carvajal Guanarteme, Doña.
Nieta de
Thenesor Semidán (Fernando Guanarteme). Casó con el colono Bartolomé de
Aguilar. Don Bartolomé de Aguilar era descendiente del linaje guanche de los
Reyes de Titoregatra (Lanzarote) y de Tamaránt (Gran Canaria,) en virtud de los
enlaces entre la princesa Teguise y don Maciot de Béthencourt, y entre la
princesa Tenesoya Vidina y don Maciot II de Béthencourt, respectivamente. (El
mito del exterminio aborigen)
María Concepción Oramas García,
Doña.
Casada con Adolfo Hernández
Negrín. Tuvieron a Antonio, María Candelaria y María Laudelina Hernández
Oramas. (José A. Oramas 2002)
María de Acevedo Bethencourt, Doña.
Casó con el Ayudante de Campo Francisco
Báez de Orta. Archivo del Padre Bermejo. (Díaz Dorta, N.)
María de Aday, Doña.
60 f. en Acentejo sobre la cuesta del Arotaua, lindes el Camino Real y
el barranco de Michel Goncales y
aguas vertientes hasta la mar. Vos do 2 c. 3-II-1518. [al pie: Presentólo Rodrigo de Talavera (?) y dijo
pertenecer las tas. contenidas en
este título a Luys de Betancor, su padre, porque la dha. María de Aday era suegra del dho. L. de B.].
María de Adeje, Doña.
También
conocida como María Díaz, casó en segundas nupcias con Andrés de Güímar o
Andrés de Llerena, uno de principales guanches de aquel bando. La tutela de sus
hijos fue encomendada a su hermano Diego Díaz.
Andrés de Güímar
perteneció a uno de los bandos de paces y, como tal tenía derecho a disfrutar de las prebendas que prometieron
respetar los con los conquistadores. Sin embargo, como otros muchos, fue declarado esclavo
y conducido
a Fuerteventura y Gran Canaria, donde residió no sabemos durante cuánto tiempo. Pasó a
propiedad del regidor Fernando de Llerena. Le fue impuesto el apellido de éste y, como
consecuencia, se le conoce indistintamente con los nombres de Andrés de Güímar o Andrés de Llerena.
Durante
los primeros años que sucedieron a la conquista de la isla, Andrés de Güímar vivió en estado
de rebeldía y fue considerado como alzado. En 1506 su propietario, Fernando de Llerena, a
la vista de la actitud de aquél, solicitó, como regidor del Cabildo, que se
procediera contra su esclavo Andrés y le fueran aplicadas las normas que dictaba
la ley. En el mes de noviembre de dicho año, nuestro personaje realizó los
trámites procedentes para intercambiar su libertad por la de un esclavo negro.
Una vez ahorrado, luchó
tenazmente por defender los derechos de los otros guanches, quienes le extendieron
poder para que mostrara las quejas ante los Reyes Católicos y, así mismo, ante el
juez de residencia de Tenerife. En el año 1515, amparado por estos poderes,
denunció la actitud despótica del Adelantado, acusándole de que ordenaba a los guanches
que abandonaran la isla, que no les permitía portar armas y que, cuando les citaba para
una audiencia,
tardaba, de forma intencionada, varios días en recibirlos.
Este encomiable proceder
le ocasionó numerosos problemas. Parece ser que el Adelantado volvió a
esclavizarlo. Andrés se querelló y aquél fue condenado al pago de 50.000 maravedíes.
Fernández de Lugo apeló y Andrés de Güímar fue emplazado a personarse ante la Justicia el 9 de
diciembre de 1508. Le amenazaron con su propia vida y la de su familia. Ante tal
acosamiento, solicitó
y obtuvo de la Corona
una carta de seguro que finalmente le protegió de las tropelías del Adelantado.
Años después, el 2 de
agosto de 1520, le concedieron una data en el término de Adeje que incluía un terreno de 100 fanegas. Los linderos se situaban en “el camino que va
desde Daute hacia el Río de Adeje y,
por arriba, otro camino que va a la montaña de Teresme
y por un lado un barranco que va a Tequerifete y por el otro lado un
barranco que va a dar a la morada de Ivinceque”.
Estos límites correspondían
por el Sur con el Camino de Ponte, que conducía desde Adeje, Hoya Grande, Guía de Isora, hasta Garachico e Icod; por el
Este. con el
barranco que va a dar a las Moradas de Ivinceque
(Las Moraditas), que corresponde al Barranco de Las Torres o del Encaje,
situado entre el Lomo de la Barca y Las Moraditas. Por el Oeste, “el barranco
que va a Tequerefite”, que sabemos se identifica con el Barranco del
Bucio, por encima del Cercado Grande
y que, uniéndose con el de Tejerea, forman el Barranco de Ye o de Ajabo. Por el
Norte, el camino que conducía desde Tijoco
de Arriba a Taucho y Teresme que aún hoy se le puede reconocer. Por su parte, doña María de Adeje extendió testamento en Buenavista en
octubre de 1530 ante el escribano Rodrigo Fernández, encontrándose en
las casas de Alonso de Bonilla. Es
probable que esta señora se encontrara pasando una temporada en Masca y que, al enfermar, se
trasladara a Buenavista. En el testamento lega algunas monedas de oro o doblas
a algunas dependencias religiosas,
entre ellas a la iglesia de Adeje y a la ermita de Taucho. (Pedro de las Casas, 1997)
María de Chinea, Doña.
Hija de Ana de Francisco y Juan de
Chinea Rueda, casa con Gaspar Díaz tuvieron ocho hijos; Miguel, Baltasar, Juan,
Melchor, Juan Bautista con el apellido Díaz y Gaspar de los Gorges de Ayamosna
el 12 de mayo de1697 y Reyes Hernández Díaz. De este último nacería el apellido
patronímico Gaspar extendido en el Valleabajo de Vallehermoso (I. Gomera), por
el Sur de Tenerife y en Venezuela. (Tanagua Hernández Ferrer)
María de Bethencourt, Doña.
Hija de Antón de la Sierra y Lucía Pérez. Descendiente del noble canarii
Antón de la Sierra
(el famoso
Guaire canarii Bentaguayre), casada en Chasna en 1615 con Francisco González. (Nelson Díaz, 2002, t.2:
329)
María de
Bethencourt, Doña.
Nacida en Chasna en 1587 y casada en 1615 con Francisco
González, con el que tuvo larga sucesión que ha perpetuado hasta hoy el apellido
Sierra en el Sur de la isla de Tenerife); Bartolomé de la Sierra (casado en 1608 con
María de Torres, descendien te del rey de Adeje y de los Guanartemes de Gran Canaria)
y Juan de la Sierra (casado en 1610 con Ana Diego, también de origen
canarii).
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