martes, 26 de marzo de 2013

CANARIAS LACERADA-II





ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LA INVASIÓN Y OCUPACIÓN DEL ARCHIPIÉLAGO CANARIO POR LOS EJÉCITOS ESPAÑOLES A PARTIR DE 1402.

Guayre Adarguma Anez Ram n Yghasen.


1455. El rey Alfonso V de Portugal pide al nuevo rey Enrique IV de Castilla para Martinho Gonzalves de Taide, conde Tauguía (Atauguía) y Pedro de Meneses, conde de Vila Real, el derecho de conquista de Tamarant (Gran Canaria), chinech (Tenerife) y Benahuare (La Palma), a cambio de la renuncia de Portugal a las islas Gomera y Esero (Hierro), atacadas e invadidas en 1553.
1459. Las pretensiones portuguesas le obligaron a defender el señorío. Ese mismo año el Capitán luso Diego de Silva atacó Titoreygatra (Lanzarote) y tamaránt (Gran Canaria), donde fue derrotado, sin embargo, el conde  logró saldar ese episodio con el casamiento de Silva con su hija María de Ayala. Según la historiografía, el mandato de Diego de Herrera se caracterizó por su tiranía con los hombres del señorío. La Corona, castellano-aragonesa finalmente, decidió pasar a la conquista de las restantes islas, comprando los derechos que los Herrera-Peraza tenían sobre ellas. El título de Conde de la Gomera es confirmado, según Real Decreto de 18 de julio de 1670, en favor de Guillén Peraza de Ayala y Rojas, por la Reina Gobernadora  Mariana de Austria. El 2 de octubre de 1985 se expidió carta de sucesión en favor de  María Cotoner y Martos, hermana del Marqués de Adeje.
1460. Diego García de Herrera intenta conquistar Tamarant (Gran Canaria), pero es derrotado por los canarios. Los guanches vencedores ajustician  a cinco de los invasores franciscanos que estaban evangelizando en la isla y los arrojan al mar.

1460. La primera fortificación que se construyó en la isla de Chinech (Tenerife) por los invasores  europeos fue la que levantó Sancho de Herrera (1460-1464), que muy pronto demolieron los guanches.

1461. El colono Diego de Herrera, después de haber comprado las cuatro islas conquistadas por Juan de Letancurt, quiso seguir sus pasos. Empezó con gente forastera y con sus vasallos a asaltar a los canarios, los cuales, estando acostumbrados a la guerra contra diversas naciones, hasta al fin siempre salieron victoriosos. Entre muchas escaramuzas que tuvo con ellos, hubo una memorable, cerca de la villa de Tirahana, en la cual, además de haber perdido mucha gente, fue obligado a retirarse a la orilla del mar, en lugar fuerte.

1461. Diego de Silva, hidalgo portugués al servicio de Herrera,  con doscientos soldados escogidos fue a asaltar la villa de Gáldar. Llegado Silva a Gáldar y trabado que hubo la batalla con los galdarenses, tuvo lo peor, de modo que lo obligaron a retirarse en un sitio cercado de piedra, donde peleaba desesperadamente, siendo aquélla su última defensa.

1461 Agosto 12.
Diego García de Herrera desembarcó en la isla Tamaránt (Gran Canaria), y al acudir los canarios a obsequiarle, ordenó al escribano público Fernando de Párrega, que tomando esta cortesía por sumisión, diese fe de ella. En sus negociaciones con los indígenas recabó le permitiesen la construcción de una Torre en Gando, que como se sabe fue luego demolida por el Guayre Maninidra.

1462. Las aportaciones económicas producidas por la indulgencia pontificia de 1462, que se renovó en 1472 mediante. La bula “Pastor aeternis” de Sixto IV, fueron reclamadas por los reyes de Castilla y Aragón para contribuir a la invasión y conquista de Tamaránt (Gran Canaria), donde participó activamente cortando tantas cabezas de guanches como los mercenarios civiles el obispo de Rubicón, Fr. Juan de Frías. Fue un primer ensayo para combinar evangelización y conquista armada, aunque el resultado dejó mucho que desear porque los conquistadores actuaron de manera brutal,  y muchos naturales considerados cautivos de “buena guerra” eran esclavizados, tanto por parte de los mercenarios castellanos como por el clero católico.

En definitiva, la continua influencia eclesiástica de la iglesia católica, legitimadora y misionera, fue un elemento esencial en el desarrollo del señorío feudal, como después también en la invasión y conquista conocida como realenga, y en el establecimiento de la ocupación castellana en las islas Tamaránt, Bebanahuare y Chinech.

1462. El jefe de la iglesia católica el Papa Pío II ratifica los privilegios concedidos por sus predecesores (Eugenio IV y Nicolás V) a la “evangelización” de las Islas Canarias; aprueba los «pactos de paces» que hiciesen los obispos con los guanches; prohíbe bajo excomunión la esclavización de los guanches de los bandos o reinos de paces; manda que se dé libertad a los que, de los mismos, hayan sido hechos esclavos; y concede amplias indulgencias a quienes cooperen en la redención de cautivos o ayuden a reprimir la depredación y esclavizaci6n de los guanches (Bula Pastor bonus, de Petreoli -Siena-, a 7 de octubre de 1.462). Así, de favorecer las invasiones y conquistas sangrientas con indulgencias de cruzada, se ha pasado a favorecer la “evangelización” pacífica con indulgencias similares.

1462. Enrique IV de Castilla se casa con Juana, hermana de Alfonso V de Portugal; y, según. Barros, concede el “derecho” de conquista de las Islas Canarias a don Martinho Gonzalves de Taide, conde de Tauguía (Atauguía), por haberle traído la reina a Castilla,  aunque quedando las islas bajo la soberanía de Castilla. Así quedó resuelto diplomáticamente entre esos dos reinos europeos, por el  momento, el asunto de la invasión y saqueo de las islas que aún quedaban por conquistar.

1464. Los colonos Diego López de Illescas, obispo de Rubicón, y Diego García de Herrera, autodenominado señor de Canarias, firman «pactos de paces» y comercio con los régulos de los nuevos bandos o reinos de Chinech (Tenerife), el -21 de junio de 1464. Herrera siguiendo las costumbres europeas de la época, hace simulacro de toma posesión de la isla, desplazando piedras y rompiendo ramas de árboles, lo que causó hilaridad entre los guanches. Los guanches le permitieron construir un torreón y casa de contratación en Añazu n Chinet (actual Santa Cruz de Tenerife) pero los intentos de esclavización en algunos menceyatos, las rapiñas y violencias posteriores llevadas a cabo por los bandoleros de Herrera movieron a los guanches a demoler el torreón y Herrera tuvo que retirarse de la isla derrotado.
1464. El colono  Diego de Herrera hace un tratado de paz con los menceyes tinerfeños. Se construye un fuerte en el puerto de Añazu (Santa Cruz de Tenerife). El tratado es roto por los mercenarios españoles y los guanches destruyen el fuerte.
1468.  Diego de Silva, enviado por el infante de Portugal, invade Canarias. Las cortes de Portugal y Castilla resuelven el derecho de Herrera. Pero se casa la hija de Diego de Herrera con Diego de Silva y la invasión, saqueo y conquista se continúa con la unión de portugueses y castellanos.
Diego de Silva y Diego de Herrera invaden Gran Canaria. El último es acorralado en Gáldar con sus mercenarios. Suplica al guanarteme Guanache Semidán. Este le perdona la vida. Se realiza un tratado de paz con los guanartemes canarii y se construye un fuerte y un oratorio en Gando. Los abusos cometidos por los mercenarios del fuerte violando las mujeres canarii y el robo de ganados hacen que los canarii despojen a varios soldados de sus ropas y, disfrazados con ellas, logran entrar en el fuerte y expulsar a los mercenarios castellanos de la isla.
1466. El Papa Paulo II, por la bula Rationi congruit, de Roma, 1466 (ante dada a 16 de septiembre de 1464, como otra del mismo nombre dirigida a las Ordenes militares de Portugal), dirigida don Pedro de Meneses, conde de Vila Real, capitán y gobernador de Ceuta, a quien Enrique IV de Castilla había concedido en 1455 el derecho de conquista de Tamaránt (Gran Canaria) Chinech (Tenerife) y Benahuare (La Palma), le concede autorización para invadir y conquistar tales islas. (Con ello ratifica la  concesión de Pío II, del 13 de octubre de 1463)

1469 Junio 24. Fondea en el puerto de la Isleta en Tamaránt (Gran Canaria) la armada invasora enviada por los nefastos reyes católicos, tal como recoge don Tomás Marín de Cubas: “Después que sus Altezas Don Fernando II de Aragón y V de Castilla por casamiento con la Infanta Doña Isabel admitieron á su cuidado la conquista de las tres Islas que quedaban sólo á la conversión de sus moradores paganos proponiendo excesivos gastos sin mirar á otro fin que al bien de sus almas aunque ocupados con las guerras de Granada despacharon sus provisiones para una buena Armada con lo necesario al Asistente  de Sevilla Diego de Melo y dióseles despacho por el cronista Alonso de Plasencia  en seis navíos grandes y dos pequeños por General al capitán Juan Rejón caballero aragonés que había servido contra Portugal y por Alférez  Mayor á su cuñado Alonso Jáimez de Sotomayor  de treinta lanzas de á  caballo hijosdalgo y otros aventureros pagados y lenderos  y el Licenciado Don Juan Bermúdez por acompañado del General con título de Deán de la Iglesia de San Marcial de Rubicón vecino de Sevilla natural de la Tierra del Condado de Niebla; acompañábanle religiosos de San Francisco de la Provincia de San Miguel y otros clérigos; fueron 600 hombres de guerra y capitanes Rodrigo solórzano, Ordoño Bermúdez, Juan Cevanos ó Caballos, Francisco Espinosa y otros. Pregonóse el bando para embarcarse en el Puerto de Santa María el día 20 de Mayo de 1469 años, ofreciendo grandes repartimientos en tierras y aguas á los aventureros y á los que se avecindasen. Salieron del Puerto día 13 de Junio, negaron á dar vista á Canaria á 23 de Junio, dieron fondo en el Puerto de las Isletas el día 24 del señor San Juan Bautista, de madrugada, con luna, traían buenos prácticos, los do vecinos de Lanzarote que fueron á deponer á Doña Inés Peraza y Diego de Herrera.

1475. Después de dos días de movimiento popular contra la tiranía de los colonos asesinos Diego García de Herrera e Inés Peraza, liderado por el joven Juan Mayor, el lunes 20 de agosto, se reúnen gran número de vecinos ante escribano, y dan extenso poderes a Juan Mayor y Juan de Armas (canarii) para que, pasando a la Corte, expusieran las quejas de los vecinos contra el señorío de Diego de Herrera, un tirano sin fe ni ley, despótico, vengativo, concusionario y, expoliador ávido de rapiña y posible hijo putativo. Con el poder redactaron un amplio dossier en el que exponían los agravios y ofensas sin cuento que los vecinos de Titoreygatra (Lanzarote) venían recibiendo por parte del despótico Diego de Herrera, al tiempo que por conveniencia se declaraban fieles y respetuosos súbditos de la monarquía. Los mensajeros, fueron despachados, y con facultad para negociar hasta la suma de 15.000 maravedises, para los gastos de litigio garantizados por los principales sublevados.

1476. Mayo 28. Burgos (f. 363). Carta al Almirante mayor, a los concejos y vecinos del arzobispado de Sevilla y obispado de Cádiz, ya los capitanes de cualquier tipo de embarcación, a petición de Diego de Berrera, señor de las islas Canarias, para que consientan que éste saque pan y otros mantenimientos para la gente de guerra, a pesar de las medidas existentes contra dichas sacas. Merced destinada al sostenimiento .de las islas ya sometidas y a la conquista de las que no lo están, y bajo la condición de emplear dichos mantenimientos para el citado fin y no venderlos a los enemigos de la fe o a portugueses. El Rey y la Reina. Avila. Registrada: Diego Sánchez. (E.Aznar Vallejo. 1981)

1476 Noviembre 16. Toro (f. 746). Comisión a Esteban Pérez, vecino de Sevilla, a petición del concejo y vecinos de Lanzarote, que defienden la pertenencia de dicha isla al rey, para que averigüe quiénes conquistaron dicha isla y en nombre de quién lo hicieron, quiénes han sido sus poseedores, a quiénes pertenece por derecho y con qué título Diego de Herrera ha ejercido su señorío. Se le ordena recibir testimonio de cuantas personas puedan informarle, incluidos Diego de Herrera y su mujer, debiendo enviar dichos testimonios, junto a las demás pruebas, firmadas por él y por el escribano ante quien pasaren, en un plazo inferior a tres meses, y se le conceden cien maravedis diarios de salario, que le han de pagar Diego de Herrera y el concejo de la isla a partes iguales. El Rey y la Reina. Camañas. Reg: Diego Sánchez. (E.Aznar Vallejo. 1981).
1476.  Los nefastos  Reyes Católicos, en base a su política de invasión del noroeste del continente africano. Ordenan la invasión y conquista de Tamarant (Gran Canaria), Chinech (Tenerife) y Bebahuare (La Palma).
 1477. Isabel y Fernando, reyes de Castilla y Aragón, por Real Cédula, de Sevilla, a 20 de septiembre de 1477, secundando las bulas Regimini gregis de 1434, Bonus pastor de 1462 y Regimini gregis de 1476, recogen a los indígenas traídos de la Gomera a Andalucía como esclavos y vendidos como tales, para enjuiciar el caso.

1477. Isabel y Fernando, reyes de Castilla y Aragón, por Real Cédula, de Sevilla, a 28 de septiembre de 1477, reiteran lo mandado por  la Real Cédula anterior.

1477 Febrero 19. Toledo (f. 284). Orden a los concejos y vecinos de Andalucía, para que permitan a Pedro de La Algaba sacar bizcocho y otros mantenimientos, necesarios para la armada que debe aparejar en las costas de dicho reino con destino a la conquista de Canaria.

1476 Abril 29. Martes a las diez de la mañana diose fin aquí á la invasión y conquista por parte de los españoles de la isla Tamaránt.

 Bajaron del peñón de Ansite todos los nobles canarios de cabello largo y rubio, sin armas, acompañados de  Guadartheme, rendidos ante Pedro de Vera, dando la obediencia al Rey de Castilla en su nombre y de la Señora, única heredera de toda la tierra, hija única de matrimonio, del legítimo y verdadero señor Guanache Semidán tío de Guadartheme y de otros Gaires y Faisajes, que ellos daban su palabra de llevarla á entregar al Real de Las Palmas en cogiendo sus panes, que sería después de San Juan. Mucho instó Pedro de Vera que viniese luego, mas llevóse en rehenes consigo ciento sesenta canarios de los más esforzados y que asistiesen con Guadartheme y se fuesen á vivir á Gáldar.


1477 Septiembre 20. Sevilla (f. 587). Orden a Pedro Osorio, alcaide de la fortaleza de Palos, para que tenga en secuestro a los canarios que se lleven a vender a dicha villa, ya que son cristianos o están en camino de convertirse. Se le concede poder cumplido para realizar esta misión y se ordena al concejo y vecinos de la villa que le presten todo favor y ayuda. El Rey y la Reina. Ariño. Reg: Diego Sánchez. .(E.Aznar Vallejo. 1981)

1477 Septiembre 28. Sevilla (f. 521). Orden a las justicias de las villas de Palos, Moguer, Huelva, Gibraleón, Lepe y demás lugares de la costa de la mar, para que secuestren y pongan en poder de personas llanas y abonadas a los canarios vendidos en dichas villas, ya que algunos son cristianos y otros están en camino de convertirse, la que no harán si se producen cautiverios. El Rey y la Reina. Ariño. Reg: Diego Sánchez. (E.Aznar Vallejo. 1981)
1477 Octubre 15. El convenio firmado en Sevilla  entre los Herreras y la corona castellana dejaba en poder del Reino de Castilla los supuestos derechos de conquista, posesión y dominio de Tamaránt (Gran Canaria), Chinech (Tenerife) y Benahuare (La Palma).
La principal  razón que empujó a la Reina Isabel de Castilla  a  invadir y conquistar las Islas Canarias aún no sometidas: fue la de alejar del Estrecho  de Gibraltara las incursiones  agarenas, que durante siete siglos pusieron en jaque a las fuerzas vivas de Castilla y al restos de las monarquías cristianas de la Península Ibérica. La posición estratégica de las Islas Canarias situadas en el noroeste de África era vital para mantener a salvo las fronteras  castellano-aragonesa.
1477 Noviembre 18. Sevilla (f.324). Comisión a Gómez de Nebro, contador del sueldo, para que tome a Juan de la Guerra y Juan Alfonso Izquierdo las cuentas de las presas de oro y esclavos que hicieron en las islas de Canaria y de La Gomera y en otras partes, y. que condujeron a las villas de Palos y de Moguer, sin haber pagado el quinto real, otorgándole poder cumplido para encarcelar a Juan de la Guerra y Juan Alfonso Izquierdo mientras duren las pesquisas, cobrar el quinto de éstas y otras presas, y dar cartas de pago y finiquito de lo que cobre. El Rey. Gonzalez. Reg: Diego Sánchez. (E.Aznar Vallejo. 1981)

1478. Los Reyes Católicos siguiendo sus planes de expansión en África planean la conquista de los bandos o reinos de Tamaránt (Gran Canaria) que no han querido hacer pactos de paces ni convertirse al catolicismo. No se trata de una guerra de conquista apoyada en indulgencias y privilegios de cruzada contra infieles enemigos del catolicismo que hayan hecho mal a los reinos cristianos; se trata de una guerra de conquista apoyada subrepticiamente en indulgencias de “evangelización”, guerra proyectada contra infieles reacios a la misma “evangelización” que se les ha ofrecido y para que, sometidos por la fuerza de las armas, estén en condiciones óptimas -así se entiende- para aceptarla y convertirse. Lo aprueban el cardenal legado Rodrigo de Borja, Fray Juan de Zamora, (O.F.M.), comisario de Canarias, y Fray Andrés de Zumis, también de la secta católica de los franciscanos (O.F.M)., nuncio de Guinea. S e abre así la veda a la caza y esclavización de los guanches por parte de las coronas de Castilla y de Aragón y de la iglesia católica.

1478. Ante el cariz que tomaba el establecimiento de los invasores europeos y dado la imposibilidad de expulsarlos de la isla, los canarios desarrollaron una nueva estrategia adaptativa. Después de un infructuoso acuerdo con los portugueses afines de 1478, abandonan los asentamientos del litoral y se repliegan a poblados más resguardados de las incursiones castellanas, contando con recursos alimentarios almacenados en los Cenobios (graneros-fortaleza) de diferentes puntos de la isla para el desarrollo redistributivo. A tenor de la centralización de su sistema político, inician un proceso de pactos y treguas con los invasores acercándose ocasionalmente al Real.

1478. Cuando comenzó la denominada Guerra de Canaria declarada unilateralmente por el reino de Castilla,  para invadir y conquistar la  isla de Tamaránt (Gran Canaria) ,  por iniciativa de los Reyes Isabel De Castilla y Fernando de Aragón  (1478-1483), la comarca posiblemente llamada Ajodar y hoy conocida como Aldea de San Nicolás   al ser montañosa sirvió de refugio a los canarios con lo que se convirtió en un centro de operaciones militares. Y, en la fortaleza natural de Ajódar, probablemente ubicada en la actual montaña de Los Hogarzos (1.010 m), la resistencia guanche infligió una humillante derrota al ejército invasor, en el invierno de 1483, con la muerte del capitán Miguel de Mújica y su compañía de 200 ballesteros vizcaínos que habían sido traídos de la Guerra de Granada, para acabar con la resistencia Guanche. 
1478. En Tamaránt (Gran Canaria), en esta isla nació Doramas, era moreno y fuerte, se parecía a Hércules, recio y musculoso, desde luego no era Hércules, era Doramas, y a pesar de su juventud vivía intensamente lo que estaba pasando en su pueblo, la insólita llegada de extranjeros que pretendían conquistar la isla. El Guanarteme o rey había muerto dejando dos niños de corta edad lo que hacía más difícil el momento. Doramas no pertenecía a la nobleza pero era respetado por sus desvelos y por su valentía frente a los conquistadores, de tal forma que llegó a ser nombrado Guanarteme o jefe de uno de los dos bandos en que se dividía la isla.
1478.  El Papa Sixto IV, por Breve del 8 de abril de 1.478, concede indulgencias para la conversión (=conquista-sometimiento-esclavización-conversión) de Tamaránt (Gran Canaria).

1478. Juan Bermúdez, deán de Rubicón, como capitán responsable de la invasión y conquista, y Juan Rejón, criado de la reina Isabel, como capitán ejecutivo de las tropas, mercenarias a los que se añadió después Pedro de Algaba como gobernador, inician el 24 de junio en nombre de los Reyes Católicos y bajo la alta dirección del obispo Juan de Frías, la conquista de Gran Canaria con más de 600 hombres. El obispo Juan de Frías lleva en otra armada los indígenas de Gomera para devolverlos a su tierra, según mandato de los Reyes Católicos. Pero la acción de conquista tuvo escasos resultados de-
bido a las diferencias entre los capitanes ya la escasez de recursos. En este intento, tanto el obispo Frías como el deán Bermúdez cortaron más cabezas de guanches que las tropas de Rejón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario