EFEMÉRIDES DE LA NACIÓN CANARIA
UNA HISTORIA RESUMIDA DE CANARIAS
ÉPOCA COLONIAL: SIGLO XVI
Década 1531-1540
CAPITULO
XVII
Guayre
Adarguma Anez’ Ram n Yghasen
1536.
Tenía la Audiencia de la colonia
de Canarias un nuevo oidor, cuyo nombre es conocido en nuestra historia
colonial: el licenciado Ramón Estupiñán Cabeza de Vaca, aquel ministro que,
habiendo tenido comisión de la corte para pasar a Tenerife en calidad de juez
de residencia y pesquisidor de don Pedro de Lugo, dio margen a que este adelantado
perdiese el gobierno de las islas y se hiciese conquistador en la América, a que Tenerife y La Palma empezasen a tener
gobernadores periódicos por el tiempo de uno, dos o tres años, ya que fuese el
primero el licenciado Alonso Yáñez
Dávila, teniente del mismo don Pedro [1538].
Pero mientras los ministros de la Real Audiencia o
combatían con los gobernadores o los suplantaban, ocasionando una revolución
civil, había uno en la
Gran Canaria que les fabricaba casas para su tribunal y
acuerdos.
Era éste el licenciado Zurbarán,
sucesor de Bernardo del Nero, a quien el ilustrísimo Murga en sus Sinodales dio
el envidiable elogio de "gran patriota". Porque, en efecto,
además de la Audiencia, hizo las
casas capitulares, cárceles, carnicerías, peso de la harina, la fuente de la
plaza, las gradas de Santa Ana y de Nuestra Señora de los Re-
medios. [...](Viera y Clavijo,
1991)
1536. El segundo Adelantado Pedro Fernandez de Lugo preparó su
expedición de invasión y saqueo en America empeñando su patrimonio y saliendo
de Santa Cruz con 1.500 hombres de infantería y 200 de a caballo, acompañado de
su hijo don Alonso y de sus nobles deudos Francisco de Bahamonde y Alonso
Benítez de las Cuevas, con otros hidalgos de Canaria, Tenerife y La Palma que iban seducidos por
la esperanza de “con-vertir infieles,” adquirir extensos territorios y fundar
villas y lugares que aumentasen la sus arcas y la fama de su nombre y el poder
y grandeza de España.
1536. El Consejo de Castilla envió a Tenerife, como juez de
residencia de esta parte de la colonia al oidor de la Real Audiencia de
Canarias, licenciado Estupiñán Cabeza de Vaca, quien dispuso que la elección de
personero se hiciese por los vecinos, en presencia de los regidores, pero sin
su intervención. Lo puso en conocimiento de la Corte, quien por carta real de 30 de julio del
mismo año 1536, confirmó la elección así efectuada.
Pero gobernador y regidores no
cejaban en sus pretensiones y en 1540, cuando se inten-
ta nueva elección, se oponen una
vez más, pero el primer gobernador letrado de la isla, licenciado Yáñez Dávila,
basándose en la anterior tesolución real, consentida por el cabildo y
confirmada por la Corona,
resuelve en favor de los vecinos, el 30 de abril de aquel año, reglamentando al
tiempo el procedimiento en que las mismas debían tener lugar .Recurrieron .los
regidores y los jurados, lo que dio lugar a largo pleito, al que da fin
sentencia ejecutoria de la
Real Audiencia de las Islas de 10 de marzo de 1554.
Con arreglo a la reglamentación
de Yáñe Dávila tenían voto para elegir personero todos
los vecinos de la isla, sin
distinción de clase.
El acto se celebraba en la
iglesia del convento agustino del Espíritu Santo de La Laguna, a las dos de la
tarde, previa la lectura en parroquias y conventos de cédulas de convocatoria
del vecindario. Presidía la justicia y los dos diputados de meses, que ejercían
la función de fieles ejecutores y daba fe uno de los escribanos del cabildo.
Los votantes debían jurar previamente ante el Crucifijo y emitían el sufragio
de palabra, pero secretamente ante la mesa. Se proclamaba al que hubiese
obtenido mayoría de votos, sin que precisara de la confirmación real. La
duración del mandato era de dos años y debía tener lugar, cuando correspondía,
el día primero de mayo, lo que no siempre se cumplió. Preveía también nueva
elección para los supuestos de renuncia, incapacidad o muerte y los elegidos no
podían serlo de nuevo hasta cuatro años después
de cumplido su mandato.
Pero los regidores no cejaron por
mucho tiempo en la pretensión de que se suprimiera este sistema.
1536. Nace en Eguerew (La
Laguna) Chinet (Tenerife) el criollo quien andando el tiempo
sería el jesuita José de Anchieta {1536-1597), contemporáneo de Cairasco, es
sin duda el criollo canario que más huella ha dejado en el campo de la
filología, de la historia misional y de las colonias de América apenas recién
descubierta. En Brasil, en donde falleció donde fundó Sao Paulo, dejó cuantiosa
obra poética, retórica y en prosa.
Sus textos románticos, sus
apuntes históricos; sus sermones, sus diccionarios, sus elogios poéticos son
libros indispensables hoy para un mejor conocimiento de la historia colonial
americana. Anchieta es, en la historia de la cultura de América, autoridad
indiscutible, reforzada por la aureola, bien ganada, de misionero: y adelantado
en el Brasil indígena de la denominada palabra nueva cristiana.
La última mitad del siglo XVI
estuvo sembrada de guerras, de asaltos, de incendios. Las islas, una vez más,
sometidas al albur de conquistadores o de saqueadores. Piratas: y ladrones
buscadores de sus riquezas: vinos, ganados y los escasos tesoros de sus
iglesias. Piratas ingleses, berberiscos y franceses. Así Galafat, saqueador de
Lanzarote, y Jacquesde Sores, depredador de Santa Cruz de La Palma, arcabuceador de los
jesuitas que iban camino del Brasil y huésped del gobernador de La Gomera, don Diego de Ayala,
más amigo del tráfico de sus vinos que de sus obligaciones.
El siglo XVI terminaba para la
colonia con la casi destrucción de Ipalam (San Sebastián) de la Gomera sucesivos saqueos de
represalia en Teguise, incendio de Winiwuada (Las Palmas) y Benahuare (La Palma), así como intentos
piráticos en aguas tinerfeñas. La armada holandesa, la más temible y la de
efectos más devastadores; aunque no fue menor el saqueo de represalia argelino
de Titoreygatra (Lanzarote), casi diezmada por el cautiverio a que fue
sometida. Puede decirse que las islas denominadas de señorío las más pobres: -La Gomera, Esero (El Hierro),
Titoreygatra (Lanzarote), Erbania (Fuerteventura- fueron las más sufridas y
saqueadas. y aun Tamaránt (Gran Canaria) y Benahuare (La Palma) conocieron los
horrores que deja la guerra y del incendio. Chinet (Tenerife), más proclive al comercio con los piratas y menos
fácil en sus costas para desembarcos y ataques, resultó más afortunada. Tal vez
haya sido esta la causa del mayor desenvolvimiento de su agricultura, rica y
poderosa, porque vinos y azúcares abastecían a barcos y a comerciantes.
1536
Durante la
guerra de rivalidad entre los monarcas europeos castellano y francés, provocada
por la liga de Cognac o Clementina (1526-1529) y que tuvo como muy lamentable
suceso el saqueo de Roma por los imperiales, Carlos V se preocupó de batir a
los corsarios, y pocas acciones se libraron en estas aguas, pero no así en la
de 1536- 1538, en que las aguas isleñas se vieron infestadas de corsarios
franceses. En I 536 éstos se habían reunido en escuadras para caer por sorpresa
sobre los galeones de Indias, el grueso de la flota compuesto por doce navíos,
se lanzó a la captura del General Núñez que había salido afines de Diciembre
para Santo Domingo, escalonándose los demás entre las Antillas y el cabo de San
Vicente en espera de los galeones de Indias. La segunda escuadra francesa que
debía apostarse en Canarias, se cruzó a la altura de Lanzarote con una flota de
Indias que había zarpado de San Lucas el 14 de Enero de 1537 y se componía de
trece naos y una carabela, que fueron batidos por aquellos y dispersados, y
noticiosos los franceses que se hallaban refugiados en Santa Cruz de la Palma dos navíos cargados de
vino, azúcar y otras mercaderías se presentó en aquel puerto entre los días l0
y 15 de Febrero y tocadas las campanas a rebato, los navíos franceses «pusieron velas mayores, e trinquetas, e
gabias de manera de guerra e tocaron trompetas e dispararon lombardas». Los
cañones de la plaza y los de los dos navíos de Simo Lorenzo Pintadilla y San
Juan Bautista, respondieron con certeros disparos hasta que los franceses se
retiraron hacia el Sur, mandados por un monsieur Bnabo, según la ortografía
castellana y que llevaba como práctico a un mercader francés llamado Guillaume
Michel Casote. Después de otra correrías volvieron los franceses a
esta isla el 1 de Marzo, y
batidos, se rindió la nao capitana entregando su espada el capitán general
monsieur Bnabo, el cual estaba muy quemado y herido, y libraron de su
cautividad a dos doncellas españolas, cuarenta pasajeros y varios religiosos de
ambos sexos que iban a fundar en la colonia
la isla de Santo Domingo. En esa época ya esta isla había crecido en
riqueza y prosperidad y Viera y Clavijo dice: «La Palma
se había hecho en poco más de treinta años una república de grandes esperanzas.
Poblada de familias nobles heredadas y todavía activas, condecorada de una
ciudad maritima que se iba hermoseado con iglesias, conventos, hermitas,
hospitales, casas concejales y otros edificios públicos, defendida contra los
piratas europeos, aunque entonces solo por algunas fortificaciones muy débiles,
y dada enteramente al cultivo de las cañas de azúcar, viñas y pomares, al
desmonte, a la pesca y a la navegación. La Palma, digo, sin tener ningunos propios
considerables, había empezado a conciliarse un gran nombre, no solo entre los
españoles que la conquistaron y que navegaban a las Indias, no solo entre los
portugueses, los primeros amigos del país que hicieron en él su comercio, sino
también entre los flamencos, que acudieron después a ennoblecerla, atraídos de
la riqueza de sus azucares ó de la excelencia de sus vinos, que llamaban y
creían hechos de Palma». (En: José María Pinto y de la Rosa. 1996)
1536. El criollo esclavista, quien andando el tiempo sería el
primer Marqués de Lanzarote nació en la Real Villa de Teguise, su nombre era don Agustín Herrera y Rojas.
Cuentan que en uno de sus viajes a África a la captura de esclavos, los
mazigios en justa represalia se llevaron a su esposa doña Inés Benítez de las
Cuevas. El 9 de septiembre de 1567 fue nombrado Conde de Lanzarote, y el 1 de
mayo de 1584 el titulo de Marqués de Lanzarote. En ese tiempo la Villa contaba con 120
viviendas y dos templos de la secta católica.
1536. En competencia con los Pizarro
del Perú y Ambrosio Alfinger, de Venezuela, organizó expedición al valle de
Alcázares, haciéndose con las esmeraldas. Al traicionarle el hijo, pues se
quedó con el botín, dejando sin pagar a la gente, el padre le denunció, siendo
llevado preso a Madrid, donde quedó en la cárcel de corte.
1536. Hernández (Fernández) de Lugo
inició la conquista del Río Grande de la Magdalena. Fallecido
en 1538, el hijo preso heredó el adelantamiento y el gobierno de Santa Marta.
Puesto en libertad en 1541, tomó posesión de la colonia en 1543, cometiendo
tales tropelías, que paró por segunda vez en Madrid y en la cárcel. Cuentan que
estuvo desterrado en Mallorca, pasando a Milán, donde murió. Pero en 1572 un
Alonso Luis de Lugo, adelantado de las Islas de Canaria, residente en La Palma, “capital de Gran
Canaria”, continuaba organizando armadas, para "saltar" en Berbería.
1536 Marzo 19.
El criollo José de Anchieta nació
en Eguerew (La Laguna),
siendo sus padres el capitán Juan de Anchieta y doña María Díal de Clavijo y
León, natural de Gran Canaria.
Estudió en Coimbra y fue admitido
en la la secta católica de la
Compañía de Jesús. Pasó al Brasil y se hizo notar por su
ardiente predicación y por su celo en catequizar a los indios de aquella vasta
región. Ha sido llamado el apostol del Brasil y declaradas sus virtudes en
grado heroico por el papa Clemente XII, en 10 de agosto de 1736. Falle-
ció el 9 de junio de 1597 y fue
sepultado en la ciudad de Bahía. Ha dejado numerosos escritos.
Ediciones: I. Arte de Grammática da lingua mais
usada na costa do Brasil. Feyta pelo padre lost'ph de Anchieta da Companhia de
lesu.- Coimbra, per Antonio de Mariz, 1595.- 58 hs. numeradas. De la Gramática del padre
Anchieta conocemos nueve ediciones, la última impresa en Río de Janeiro (1933).
2. Cartas dos primeiros
jesuitas do Brasil. I 1538-1553). II (/553-/558). III (/558-1563).- Edición de
Serafim Leite, S.J.- Coimbra, Comissao do IV Centenario da Cidade de Sao Paulo,
1956. 3. Poema Marianum, auctore venerabili P.losepho de Ancheta Lacunensi,
Sacerdote professo Societatis Jesu, Apostolus Brasiliensis nuncupato.- Santa
Cruz de Tenerife, Typis Vicentii a Bonet, 1888.- 176 pp. 4. Poema de
Bemaventurada Virgem Mae de Deus.- Texto latino y versión portuguesa del padre
Armando Cardoso, S.I.- Rio de Janeiro, Edicao do Arquivo Nacional, 1940.- XLVI
+ 422 pp., láms. 5. Poesías.- Manuscrito do séc. XVI, em portugues, castelhano,
latin e tupi. Transcripcoes e notas de Maria de Lourdes de Paula Martins. Sao
Paulo, 1954.- XVII + 833 pp. 6. De Gestis Mendi de Saa.- Original acompanhado
da traducao vernácula pelo Pe.Armando Cardoso, S.I.- Rio de Janeiro, Arquivo
Nacional, 1958.- XXVII + 255 pp.
1536 Julio 30. Afligía al país una plaga de langosta, insecto que
en densas nubes venia periódicamente del continente, cubriendo el cielo de
las Canarias, el Pueblo acudía. al
Cabildo y este mandaba que un sacerdote a los techos de la Catedral, y después de pronunciar varias oraciones, y
practicar ciertas ceremonias, exorcizase el insecto, volviéndose
alternativamente a los cuatro puntos
cardinales con estola é hisopo.
En una ocasión invadió al país
una plaga de alhorra, que mataba las
plantas, un insecto que consumía las cañas de azúcar, y otro que devoraba los
árboles, y considerando esta triple calamidad, como signo de la cólera divina,
acudieron los labradores con un memorial al Cabildo, pidiéndole les designase
un Santo bastante poderoso, que intercediese en su favor allá en el cielo. En
efecto, accedió el Cabildo en esta piadosa pretensión, y congregado el Pueblo
en la Catedral,
el domingo 30 de Julio de 1536, convinieron
todos en que la suerte decidiese la elección, porque así se revelaría
mejor la voluntad de Dios.
El 6 de agosto domingo inmediato,
hallándose de nuevo todos en la misma. Iglesia, se pusieron en un cántaro
tantas cedulillas corno Santos reza el Calendario y la letanía, y se extrajo
una á. presencia del Pueblo, en la que aparecieron escritos los nombres de San
Justo y Pastor, lo que ocasionó, dice el acta, grande alborozo, porque al día
siguiente, era. el propio de la fiesta de los Santos referidos.»
En cuanto al Clero regular estaba representado en el siglo XVI por una.
multitud de conventos, que cubrían el suelo de las Islas, como una red de
fortalezas espirituales, á cuya sombra vivían cómodamente un gran número de
hombres y mujeres, que en general no buscaban en el Claustro la soledad, el
silencio ni las oraciones, según tendremos ocasión de demostrar más de una vez
en el discurso de esta Historia.
Estos conventos ejercían una
verdadera influencia sobre 1os usos y costumbres del pueblo, con el que estaban
1os frailes en inmediato contacto, é imprimían cierto carácter particular ú la vida interior de la
familia.
Pocas eran las casas que no
tenían por protector y comensal un hábito blanco, negro ó gris.
En general, los frailes eran los
que sabían todos los chismes de la pob1acion, por medio del confesionario, y
los que llevaban la alegría y el bienestar á las miserables viviendas de los
rudos campesinos y de los artesanos pobres. El bautismo, el casamiento y el
entierro, eran ceremonias que nunca tenían lugar sin la cooperación de un padre
agustino, dominico ó franciscano.
Crecidas rentas, productos de
donaciones piadosas, dotaban cada uno de estos conven tos, donde en otro tiempo
y en otros países había hallado las ciencias noble asilo.
La escolástica dominaba en sus
aulas; y el silogismo, manejado con mayor ó menor astucia, era el signo
característico del saber.
Sin embargo, en ellos se
refugiaban los hijos del pueblo, y en ellos encontraban una libertad y un
bienestar relativo, sirviendo de este modo, aunque indirectamente, á mantener
en medio de aquella Sociedad, profundamente egoísta y privilegiada, un resto de
democracia, que había de producir algún día sus benéficos frutos en la
metrópoli. (A. Millares Torres; 1981)
1536 Agosto 6. Estando aún el Cabildo en sede vacante, tuvo lugar
en la Catedral
de Winiwuada (Las Palmas) la curiosa elección de un santo, solicitado por los
labradores, castigados por una plaga de alhorra que perdía los sembrados, para
que intercediese por ellos en tan calamitosa situación. El domingo 6 de agosto,
se reunió el pueblo en la
Catedral y encantarados los nombres de todos los santos que
reza el calendario, se sacó una cédula a la suerte, saliendo en ella los
nombres de San Justo y Pastor, que fueron inmediatamente aclamados con júbilo
por el numeroso concurso que llenaba la iglesia. jSingular manera de invocar la
protección del Cielo!
1536 agosto 17. Las primeras noticias de la ruptura de hostilidades
entre Francia y el imperio castellano-leonés-tercera guerra- se recibió en
Canarias en Agosto de 1536, la
Emperatriz en ausencia de su marido, escribió desde
Valladolid el 17 de Agosto de 1536 al Muy Magnífico Señor D. Bernardino de
Ledesma, comunicándole tenía noticias de que en El Havre se preparaba una flota
de 80 naos entre ellas la nao grande del Rey de Francia, al mando del
vicealmirante de Picardía con propósito de atacar las islas, de paso para las
Indias. Aconsejaba la
Emperatriz se avisase el peligro a todas ellas y que
estuviesen sus moradores preparados, tuvieron lugar encuentros navales en aguas
de Lanzarote y Santa Cruz de la
Palma. (En: José María Pinto y de la Rosa. 1996)
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