lunes, 8 de diciembre de 2014

¿QUIENES SOMOS LOS MAZIGIOS CANARIOS?





Capitulo XIII-II



Eduardo Pedro García Rodríguez


ALGUNAS DIVAGACIONES GENTILICIAS Y TOPONIMICAS

Según Aristóteles: “Los animales tienen la voz y los humanos la palabra.”En efecto, es el más precioso atributo de la especie humana: Es a través del lenguaje que el hombre puede emitir sus pensamientos empleando sonidos articulados, palabras; pero para que estas palabras no desaparezcan en el momento en que las pronuncian, para que puedan conservarse las ha vuelto trasmisibles fijándolas por signos convencionales, es decir a partir de ciertas formas gráficas y valores admitidos que dan expresión o el sonido dela voz, y que, combinados reproducen la palabra. De esta necesidad proviene la escritura, este sexto sentido, esta especie de lenguaje significativo, más admirable aún que la palabra, pues franquea  las distancias, y puede oírse bien tanto de cerca como de lejos; ninguna barrera lo para; atraviesa siglos y generaciones;  no se extingue con las emisiones de la voz, es permanente. Es un maestro paciente, devoto, infatigable, siempre dispuesto a instruirnos y darnos nuevas enseñanzas. (Sabin Berthelot, 1980)   
La toponimia y la antroponimia de Canarias nos aportan un buen número de nombres de origen mazigio, libico-púnico, como ejemplo, veamos algunos con sus traducciones cuando las mismas son conocidas y ofrecen un mínimo de fiabilidad, así como otros aspectos lingüísticos, bien entendido de que no se trata de un estudio con detenimiento sobre la materia, sino un ejemplo de la riquísima toponimia guanche que aún perdura en nuestras islas.



Cho/a = alto/a elevado/a. Geográficamente se refiere a un lugar situado en una elevación del terreno, o al final de una pendiente, meseta o caserío, por ejemplo, Chamiana, lugar de acusada pendiente en La Matanza de Acentejo. Taucho (Adeje), = estas (viviendas) de lo alto. Montaña de Taco (Taku) = esta (la) de todos, (en el sentido de pública, en ésta de La Laguna, y en la de Los Silos, existieron sendos adoratorios guanches). Debemos tener en cuenta que en la toponimia guanche se escribe indistintamente “cha” o “tha” “ta”  como en el caso de “tenique” o “chenique” (tenike, las tres piedras que conforman el hogar). Tegueste = este (del) cinturón (ó del círculo). Taganana = Tagana nnegh. = nuestro bosque.(Según Suarez  Rosales) Tejina (Tehina o Tewinu) = esta (de las) viviendas. En todo caso tienen una pronunciación y sonido muy diferente a como suena en castellano.

            En la sociedad guanche, el  término “Cho” o “Cha” se aplicaba a aquellas personas hombres o mujeres que, por alcanzar una  edad venerable, o por su comportamiento ejemplar, sabiduría, o por sus prestaciones a la comunidad, se les distinguía con el calificativo de cha/o, en el sentido de alto-elevado, es decir, los que están por encima del común.

             Los españoles a raíz de la conquista  a los Menceyes y nobles le anteponían el tratamiento  de Don,  en el verdadero sentido de la palabra, es decir como título distintivo antes de que este vocablo se convirtiese en una mera formula de cortesía, ejemplos: Don Diego de Adeje, Don Enrique de Anaga, Doña Margarita Guanarteme Doña María de Lugo o Dácil, esposa de Adxoña. Este “Don/ña” equivale al “Cho” o “Cha” guanches.

            Aguere – Eguerew= La Laguna.        

            Chinech, achinech, achinetche,  atchimetche, chinet, achinat,chinec, chinechi, achineche,  algunas de la variants recogidas para el nombre de Tenerife.

   Son trascripción   de la palabra zanata, tal como la pronunciaban los antiguo habitantes precoloniales, bzenec, c simboliza la ch española. En resumen si quisiéramos transcribir en los tipos de letras españoles Bzenec daría chenech o chinech o cheneche o chineche  que es como nos ha sido trasmitida la palabra por las fuentes más antiguas. Este nombre era el dado a la isla de Tenerife, y correspondía al mismo tiempo con el grupo humano llamado BZENEC, que los árabes escribían Zanata y pronunciaban Zenete.

             Binchini, bechini, bincheni, el prefijo de esta  palabra es el prefijo ben y no bin, si bien los berbérologos han supuesto que se trata de forma igual al demostrativo bereber wi-n = “el de”. La forma bin no aparece en Canarias casi nunca; y en Tenerife nunca; y las pocas veces que aparece es de seguro cambio por ben.

   Se da con frecuencia en bereber que w se pronuncie g o b; así por ejemplo, awal se pronucia agwal. Así pues, es un complejo relativo con valor de demostrativo: wi n, “el de” “éste” “el”.

Es bien sabido que en la lengua  de los mazigios (bereberes) y por consiguiente en la lengua guanche, solamente se usan tres nociones o signos para expresar  los cinco sonidos de las vocales de la lengua castellana; unos se traducen por “a” y otros por “e”, la primera de dichas mociones se denomina “fataja”; la segunda “quesrra” por la “e” o la “i”; y la tercera “damma” unas veces por “o” y otras por “u”. La “e” y especialmente la “u”, tienen una determinada caída que generalmente a los oídos castellanos les sonaba como “o”, de ahí que un considerable número de topónimos y palabras guanches estén grafiados con “o” cuando deberían estarlo correctamente con “u” o “e”. Igual proceso sufren algunas consonantes como “w” “x” “h” “g” “t” “ch”, etc., como veremos más adelante.

   El segundo elemento de bencheni o bincheni es de la misma raíz chin=  “piedra, tierra” (más concretamente “grava”), que sean semánticamente algo diferentes las palabras benchini o bincheni desde el punto de vista semántico, es falso. Son más bien algo diferentes desde el punto de vista del oído de quien las transcribió; son la misma palabra wi n cen , que podían sonar a unos bencin, o bincenBincheni y los otros vocablos de este tipo significan “el que es de la tribu”, “el tribal”, como opuesto a aquellos que no pertenecían a su grupo.

             Guanchinech: variantes del vocablo; guanchinet, guanchinec, guanches, guanhes, ganches, guanchos, guancho, guanchez, guanche.

GUANCHE (Núñez de la Peña), BINCHENI (Abreu Galindo. 1), “un tinerfeño”, VINCHENI (Abreu Galindo. 2), “naturales de Tenerife”. La primera palabra es una reducción de (g)wa-n-chinet  “el de chinet (Tenerife)”. Las otras dos forman son de  wi-n-chine: ui es el plural de wa, “´el, “éste”, el que”. En castellano ui podría escribirse bi, vi. Para chinet, chineche, cfr.: (Zen.) tiniq “una gruta, cueva”. (Abreu Galindo. Nef.) Tanut, el diminutivo de anu, ”un pozo”. Viera hace derivar la palabra guanche de guan, hombre, en dialecto de Tenerife; pero nada encontramos en los vocabularios bereberes que puedan garantizar esta significación. Hemos reconocido la omofonía de la palabra guanches con la de guanscheris o guanseris, con la cual se designa  una tribu bereber, que habita las montañas del mismo nombre (Djebel ouanseris) a 20 leguas más o menos al sur de cabo Tenez, del otro lado del Cheliff. Es sabido que en berbería toman su nombre generalmente de las tribus que las habitan; el Edrisi las llama Wanschyrs y en el numero de las tribus de este territorio o de esta filiación, nombra los Haouaritas (Los habitantes de la isla de La Palma.)

 También León el Africano hace referencia del país de los guancheris, <<Las tribus guerreras que ocupan esta alta montaña guanseris monte>>, dice, que han sostenido la guerra contra el rey Tlemsen por espacio de más de sesenta años. Galindo nos dice que la isla de Tenerife se llama Atchimetche  y que sus habitantes habían recibido el nombre de Vincheni. Veamos la explicación que de estos dos nombres nos da don Rafael Muñoz: <<Desde luego en Atchimetche encontramos de nuevo el a’y bereber  como designación de la tribu. Así pues, Atchimetche o A’y chimetche será la tribu de chinetche, de la que quizás los españoles han hecho Tinerfe o Chinerfe, como se encuentra inscrito en los mapas de la edad media; pero A’yt en la lengua schilah es un equivalente del prefijo Atchi de los guanches usado delante de los nombres propios para señalar la filiación; luego, según nuestros vocabularios, Atchi-netche es un sinónimo de la palabra guan-netche, en la cual volvemos a encontrar los Guanschirs o los Guanscheris del Edrisi>>.

 En cuanto Bincheni tengamos en cuenta que los españoles empleaban indistintamente la V por la B; así pues el nombre de Bincheni es una corrupción del de Ben-y’cheni o Beny’chinerfe es decir la tribu de Chenerfe, o los hijos de Tinerfe, según los historiadores de la conquista. Por su parte George Glas, teniendo consideración a una cierta analogía de sonido entre la Z y el Ch de los españoles, deriva el nombre de Vincheni de los Zeneti o Zenetah, una de las cinco grandes tribus bereberes, pero hubiera sido más natural encontrar los Zenetah en el nombre de Henetah, dado por los antiguos habitantes de la isla a un pueblo del menceyato de Güímar (Los Genetos). Es plausible si la primera interpretación es admisible, la denominación de Tenerife o de Chenerife según los españoles de la edad media, será tal vez la reunión de dos nombres desfigurados por la mala ortografía: Chenetah por Zenetah, unidos a la palabra Rif, y de aquí Zenet’rif, es decir, la playa o el país de los Zenetah.

  Heneto. Variantes: fayneto, gaineto, geneto, Genetos (los), hagneto, Haineto, haineto, haneto, hayneto, hayneyto, jaineto, jayneta, jayneto, jeneto, zenetho, heneto.

              ...unas cuevas o moradas q[ue] son en Heneto q[ue] que han por nombre de los naturales desta d[ic]ha Guina q[ue] son en el barranco de las t[erras] que dicen de Guillén Castellano...texto de una data concedida a <<Pero Martín, natural desta isla e Francisco Delgado, mi criado>>, año de 1522, (también B. Pérez Pérez añade Güina, barranco en la Orotava) Guina barranco en el Hierro, y Guines localidad en Lanzarote. Según don Rafael Muñoz, la trascripción más cercana a la realidad sería Güinha, de wi n za, con arreglo a la ley de permutación de consonantes, según la cual z permuta con h. Veamos otro texto entresacado de las datas <<...en Anaga, término de desta isla de Tenerife en los campos de Amazy q. se han de regar con el agua de Avhana; los dchos. Campos eran, en el tiempos de guanhes, del rey de Anaga.(1507)>>. La palabra guanhes ha sido puesta en duda por Wölfel. Sin embargo la palabra que está españolizada mediante la terminación –s del plural, recoge el registro h del fonema z, tal como lo pronunciaban los zanatas y los guanches.

              Este texto contiene otros datos que considero importantes: Avhana es Azana; el copista  de esa clausula debía tener buen oído, ya que captó el elemento bilabial de la z. En cuanto al topónimo Amazy no es otro que la palabra Amaziy, cuyo sonido final o bien desapareció del guanche, como otros fonemas, o bien no podía trascribirlo. Resumiendo: heneto es “El zanata”, como nombre de persona o de lugar “Zanata”.

             La palabra guanche viene de wa n zenet, el que es de [la isla de ] zanata. Es una expresión relativa, aunque también es una manera de determinar el nombre, Significa “el que es zanata”, o simplemente “el zanata”. Que la terminación –et caiga por  la dificultad para el castellano para pronunciar palabras terminadas en consonantes, quedando la palabra reducida a wa n chene o wa n chine, es posible, pero hay que acudir a más causas. No es necesario acudir al fenómeno, en castellano, de reducir wa a gua, pues este fenómeno se da también en bereber, que se pronunciaría, conforme a las estructuras fonológicas de esta lengua, guan-.

             Hay que seguir descomponiendo la palabra wa n zenete (wa n chineche). En wa n zen n ete “el que es de la gente de las cruces”, que es como se lee, en época tardía, en el libros de las cruces de Alfonso X el sabio. En este caso el que así mismo daba este étimo percibía zen como palabra aislada y diferente de ete (“cruz”). En este supuesto zen, significa lo mismo que gens, “gente”. (Rafael Muñoz Jiménez)

             ACHE. Variantes del vocablo: afche, asche, achien, atche,  atchien.

             Antonio Cubillo nos dice: <<Wölfel confunde esta palabra con otras al analizarlas en la página 650 de su diccionario. Hay que tener en cuenta que At, Ayt, o Ait, significan los mismo: hijo de, de la familia de. Esto sucede en todas las variantes dialectales del bereber. “Atchen” significa uno de la familia de Chen, hoy lo llamaríamos su apellido>>. De las cuatro variantes que nos ofrece la palabra la última –Atchien- no es sino la trascripción francesa de Achien. Nos quedan, por lo tanto, tres variantes, todas verosímiles.

              Si el nombre auténtico es Asche reaparece el elemento sibilante de la peculiar manera de pronunciar la z que tenían los zanatas. Si es Afche, reaparece el elemento bilabial . Y si es Achien, reaparece la n de yen , el eponimo Yan de las genealogías. ¿Quiere decir esto que en la isla de Lanzarote, donde vivía el personaje se hablaba el dialecto Zanata? Por lo menos, si los datos son reales, la z, al menos la pronunciaban a la manera Zanata.

            Conclusiones. Todas las variantes pertenecen al grupo chineche. Los otros grupos, que parecen segmentos de chineche son, o bien reducciones subjetivas del oído de los cronistas, o bien variantes locales de los propios hablantes. Así, wa n cheneche: “el de chineche”, el Zanata; wa n chen: “el de los chen”, “el de la tribu” (Kini) y, por fin, para quien creyera que n de chen es la partícula de pertenencia “de”, la hacía desaparecer y se convirtió  así en wa n che “el guanche”.

            Geneto: Heneto-genete-genata-zenete-zanata = “gente de la (letra) +”, también “gente de las t “ entendiéndose como sinónimo de cruz, que es la forma gráfica de la t.

Una de las tantas falacias históricas que han venido siendo sostenidas por determinados historiadores, debido quizás, a que muchos de ellos se han limitado a copiar a sus antecesores, sin preocuparse en abrir líneas de investigación, fiando o usando de sus títulos Universitarios como de patentes de corso, manteniendo con ello, una serie de bulos que por lo repetitivo acaban siendo aceptados como verdades académicas. Es este el caso del patromínico “guanche”. Se nos viene diciendo reiteradamente por parte de los dichos titulados que la etnia guanche habitó solamente la isla de Tenerife y, que por extensión se aplicó éste patromínico a los habitantes del resto del archipiélago.

              La verdad es que, si bien la mayoría de los habitantes de la isla de Tenerife, en los momentos de la conquista eran de etnia guanche, o Zanata, no es menos cierto que éstos se extendieron por todas la islas, en unas en mayor proporción que en otras, y en algunas conformaron la mayoría de sus habitantes, tales fueron los casos de las islas de El Hiero, Tenerife y La Palma (Beneauare). Para ésta última, por sus especiales circunstancias reservaremos un capítulo en otro lugar de esta obra, limitándonos a dar en esta nota algunas breves reseñas sobre la etimología del gentilicio “Bimbache” mediante el cual pretendemos afirmar la existencia de población guanche en la isla de El Hiero; “Azeru” “Here”, “Ere”, “Aceró”, “Eseró”, “Hero”

BIMBACHES. Variantes: binbachos, bimbachos, bimbaces, bimbapas.

            Según el erudito d’Avezac, el nombre de “Bimbacho” provenía de la voz árabe o bereber “Beny Bachyirs” o “Ben Bachirs”, planteamiento que es aceptado por Berthelot sin que nos explique la etimología. Naturalmente discrepamos con el  acerto de estos autores, tal como hemos expuesto más arriba según Abreu Galindo, la isla de Tenerife era denominada por los guanches como “Bincheni” y que según Berthelot es corrupción de “Beny’ Cheni”, transformado en “Ben – Cheni” o “Bin – Cheni”, conforme a las reglas más arriba enunciadas.

               De la voz “Bin – Cheni” nace la de “Bin – Ben – Cheni” o “Bin – Ban – Bancheni” (transformada la “e” en “a”, o sea “Binbanche” o “Binbache” por pérdida de la segunda “n” al castellanizarse esa voz), cuyo primitivo origen fue “Ben – Ben – Cheni”, que en guanche quiere decir “hijos de los hijos de Tenerife”, o lo que es lo mismo “hijo de los hijos de los Zanatas”, lo cual expresa claramente que una parte de la población guanche de Tenerife se desplazó y asentó en la isla del Hierro. (Buenaventura Bonnet)

En referencia a un modesto trabajo mío, publicado en la separata  La Prensa del periódico El Día, en el cual hacía referencia a una interpretación que del gentilicio Bimbache, hizo don Buenaventura Bonnet, el investigador canario don Antonio Cubillo Ferreira, tuvo la gentileza de enviarme unas corteses líneas en las que me explica su desacuerdo con la interpretación que del gentilicio Bimbache hizo el mencionado Sr. Bonnet. Entiendo que la aportación del Sr. Cubillo puede ser esclarecedora del tema, por ello, me tomo la libertad de reproducir en estas páginas, parte del contenido de la mencionada nota: <<...De acuerdo con lo que dice sobre la piedra Zenata y sobre mi estimado amigo el Pro. Muñoz. Noto sin embargo al leer su art. que admite la traducción del Sr. Buenaventura Bonnet para el significado de Bimbache y Bincheni. Aquí el Sr. Bonnet se equivoca en la partícula BEN aunque por otro lado acierta sobre el origen de los Bimbaches. En efecto, BEN significa hijo de ...en las lenguas semitas pero no en el berber donde hijo se dice AITU y también AIT.  Pero ¿qué ha sucedido con los muchos BEN...que existen en Canarias como antropónimos o como topónimos.?

Cuando los castellanos llegaron a Canarias se encontraron con un pueblo y una lengua que tenía la consonante W y en el castellano esta letra no existía. Sin embargo ellos debían traducirla o copiarla tal como la oían, por ello una veces empleaban la G y otras la B castellana. Publiqué algo de esto en una publicación hecha hace unos años donde empecé estudiando el castellano del s. XV para ver como los conquistadores oían a los guanches y como lo escribían.

En Canarias existía una variante dialectal donde la A se pronunciaba cerrada convirtiéndose en E. Para decir “el de. TAIGA..” “decían los guanches WA-N-TAIGA y los castellanos oían: BENTAIGA y al escribirlo sustituían la W por una B de donde salía una palabra empezando así BEN.....

WA-N en berber siempre significa “el de...” y el plural se dice WIN, es decir “los de.”
Aquí se da el mismo fenómeno para el oído de los conquistadores y escribían BIN.

En lo de BINCHENI, es fácil de ver de donde viene: WIN-CHINET, es decir los de Chinet, podría ser una solución. ¿y como se llega a Bincheni?. Fácil, en guanche si dice WIN-CHINET tiene un efecto eufónico que tiende a transformarse con el tiempo, por evolución natural de la lengua en WINCHENIT, que es más fácil de pronunciar con inversión de la I en E y cuando los conquistadores llegaron ya se había producido la evolución, pero ellos oyeron y escribieron BINCHENI, con caída de la –T-, final.

Lo de Bimbache, hasta el momento no se de donde viene. Desde luego no tiene nada que ver con el nombre de la isla que era, HERO. Pudiera ser que era otro grupo humano venido de otra parte, o que estaban en otra parte de la isla y se diferenciaban de los primeros por otro origen; no se por el momento>>.  (A. Cubillo Ferreira)

BREVE ENSAYO DE INTERPRETACION SOBRE TOPONIMIA GUANCHE


Este modesto ensayo de interpretación sobre la antigua toponimia de Canarias, lo elaboramos siguiendo a Vycichl, y aunque lleva el titulo de toponimia guanche, en realidad, trata de la antigua toponimia y de algunas voces de todas las islas ya que está ampliamente aceptado el emplear el término guanche para los primitivos habitantes del Archipiélago, aunque los guanches propiamente dicho son los de Chinech y Benahuare, con algunos reducidos grupos presentes en el resto de las islas, los cuales están perfectamente documentados mediante la antroponimia la toponimia y sobre todo por la antropología.

DE LOS NOMBRES ANTIGUOS DE LAS ISLAS

 

TAMARANT  (GRAN CANARIA)


El nombre de canaria es la traducción de un nombre extranjero, aún en tiempos posteriores a la conquista se llamaba la isla Tibicena, (también es el nombre de genio o diablo) según recoge el cremonés Torriani en su obra. En la misma fuente se recoge el nombre de un gran héroe canario,  Atazacaite a quien las mujeres llamaban Atabicenen, que significa <<salvaje o perro peludo>>. Ambas formas, Tebicena y Atabicenen, contienen un elemento común, –bicen-, que tiene que encerrar, de alguna manera, el concepto de <<perro>>. Como es sabido, que entre los imazghen al chacal le llaman wíssen, tal vez, simplemente wessn. En Te- se verá el articulo mazigio –a será una terminación que corresponde a la latina –aria, Te-  -bicen-a sería así el equivalente del latino Can-aria. Pero la cuestión es que: wussen no designa al perro sino al chacal. La disparidad nació indudablemente de la traducción. Una designación <<Isla de los Chacales>> tiene mucho en su favor. Los imazighen construyen expresiones con <<chacal>> donde los castellanos hablantes las construyen con <<perro>>. Entre los mtugga en Marruecos dicen adil wussen <<uva de chacal>> es la belladona, y los kábilas de Argelia llaman al ajo y a una clase de ciruela silvestre lebsel bwussen <<cebolla de chacal>> y aberquq bwussen <<ciruela de chacal>>.


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