martes, 23 de diciembre de 2014

EFEMÉRIDES DE LA NACIÓN CANARIA




UNA HISTORIA RESUMIDA DE CANARIAS

PERIODO COLONIAL 1491-1500


CAPITULO I-VI



Eduardo Pedro García Rodríguez

1492 abril 9.
Villa  del Red de Las Palmas.-Escritura  de venta otorgada por Francisco de Porras (Regidor y vecino de la Ysla  de la Gran Canaria)  a  Batista de Riberol  (vecino  de  la dicha Ysla)  de  una  suerte de  tierra  de regadio  en  término  de Agáldar,  que linda  con tierra de Fernando de Montemayor y  la montaña de Agáldar,  tierra de  Francisco de  la  Peña y el río, por veynte y siete  arrobas de azúcar blanco,  siendo testigos Bartolome de Cardela, correero, y Alonso de las Predias,  aserrador, ante Diego de San Clemeynte,  escribano público  de la Ysla  de Gran Canaria,  que  signa este  testimonio.  (V.  copia  en  documento  de 1  de  agosto de 1509, en Apéndice V).  (M.  Q.,  1509, fols.  683-685 v.). (Francisco Morales Padrón. Canarias en el Archivo de protocolos de Sevilla, en: mdc)

1492 abril 28
Villa  del Real de Las Palmas en la. Ysla  G.  Canaria.-Escritura  de  troque y cambio, por la que Batista de Riberol  (ginovés, vecino de la Ysla  de Gran Canaria)  da una suerte de regadío  en término de Agáldar (lindera con tierras de Pedro el Rey y de Rodrigo  de Vera, el camino real y el exido) y un molino de pan moler con la tierra  y  agua que le pertenece  (que compró de  Juan Sánchez el Mozo)  a  Fernando  de Montemayor, vecino  de dicha Ysla, que le  da en  cambio una  tierra de regadío en término de Agáldar  (que linda con tierras de Batista de Riberol y de Francisco Peña,  el exido y el Barranco) y otra que compró  de Gonzalo de la Coruña, de secano ésta; siendo testigos Fray  Juan  de Agáldar,  Lope de Salazar  y Pedro  de Xerez, vecinos de dicha Ysla,  ante Gonzalo de Burgos,  escribano público y  del Cabildo de dicha Ysla,  que signa este testimonio. (V. copia  integra en doc. de 1  de agosto de 1509,  en Apéndice V). (M.  Q.,  1509, fols.  689 v.-693). (Francisco Morales Padrón. Canarias en el Archivo de protocolos de Sevilla, en: mdc)
1492 abril 17.
Capitulaciones de Santa Fe.
Las cosas suplicadas y que Vuestras Altezas dan y otorgan a D. Cristóbal Colón en alguna satisfacción de lo que ha de descubrir en las mares Oceánicas, del viaje que ahora, con la ayuda de Dios, ha de hacer por ellas en servicio de Vuestras Altezas, son las que siguen: Primeramente, que Vuestras Altezas, como señores que son de las dichas mares Océanas, hacen desde ahora al dicho D. Cristóbal Colón su Almirante en todas aquellas islas y tierras firmes que por su mano o industria se descubrieren o ganaren en las dichas mares Océanas, para durante su vida, y, después dél muerto [de muerto él], a sus herederos o sucesores, de uno en otro perpetuamente, con todas aquellas preeminencias y prerrogativas pertenecientes al tal oficio, según que D. Alonso Enríquez, vuestro Almirante mayor de Castilla, y los otros predecesores en el dicho oficio, lo tenían en sus distritos. Place a Sus Altezas. Juan de Coloma.
Otro sí, que Vuestras Altezas hacen al dicho D. Cristobal Colón su visorrey [virrey] y gobernador general(4) en las dichas islas y tierras firmes, que, como es dicho, él descubriere o ganare en las dichas mares, y que para el regimiento de cada una y cualquiera de ellas haga elección de tres personas para cada oficio, y que Vuestras Altezas tomen y escojan uno, el que más fuere su servicio, y así serán mejor regidas las tierras que nuestro Señor le dejare hallar y ganar a servicio de Vuestras Altezas. Place a Sus Altezas. Juan de Coloma. Item, que todas y cualesquiera mercaderías, siquier sean perlas preciosas, oro o plata, especieria y otras cualesquier cosas y mercaderías de cualquier especie, nombre y manera que sean que se compraren, trocaren, hallaren, ganaren y hubieren dentro de los límites del dicho almirantazgo, que desde ahora Vuestras Altezas hacen merced al dicho D. Cristóbal, y quieren que haya [tenga] y lleve para sí la décima parte de todo ello, quitadas las costas que se hicieren en ello; por manera que de lo que quedare limpio y libre haya y tome la décima parte para sí mismo y haga de ello su voluntad, quedando las otras nueve partes para Vuestras Altezas. Place a Sus Altezas. Juan de Coloma.
Otro sí, que si a causa de las mercaderías que él traerá de las dichas islas y tierras, que así, como dicho es, se ganaren y descubrieren, o de las que en trueque de aquellas se tomaren acá de otros mercaderes, naciere pleito alguno en el lugar donde el dicho comercio y trato se tendrá y hará, que si por la preeminencia de su oficio de Almirante le pertenece conocer de tal pleito, plega a Vuestras Altezas que él o su teniente, y no otro juez, conozca del pleito y así lo provean desde ahora. Place a Sus Altezas si pertenece a dicho oficio de Almirante, según lo tenían el dicho Almirante D. Alonso Enríquez, y los otros sus antecesores en sus distritos y siendo justo. Juan de Coloma. Item, que en todos  los navíos que se armaren para el dicho trato y negociación, cada y cuando y cuantas veces se armaren, que pueda el dicho D. Cristobal, si quisiere, contribuir y gastar la ochava [octava] parte de todo lo que se gastare en el armazón, y que también haya [tenga] y lleve provecho de la ochava parte de lo que resultare de la tal armada. Place a sus Altezas. Juan de Coloma. Son otorgados y despachados, con las respuestas de Vuestras Altezas en fin de cada un capítulo, en la villa de Santa Fe de la Vega de Granada, a 17 de abril del año del nacimiento de Nuestro Salvador Jesucristo de 1492 años. Yo el Rey. Yo la Reina. Por mandato del Rey y de la Reina, Juan de Coloma. Registrada, Calcena.
Rodrigo Maldonado:
Consejero de la Corona española y gobernador de Salamanca, formó parte de la Comisión que examinó la propuesta de Colón. De esta comisión poco se sabe y el tema ha sido amplificado por la leyenda. Parece que estuvo, sobre todo, compuesta por prelados y dignatarios de la corte, doctos en teología o hábiles políticamente, pero no competentes desde el punto de vista científico. Esta es, por lo menos, la tesis de los historiadores favorables a Colón. De los comisarios solo nos son conocidos Maldonado y Hernando de Talavera, prior El monasterio del Prado, confesor de la reina Isabel y luego obispo de Avila. De Maldonado tenemos una relación -escrita muchos años después- en la que se dice que la Comisión, compuesta por letrados, doctos y marinos, discutió únicamente de las nuevas tierras que descubrir y que estuvo unánime en no considerar verosímil lo que decía Colón. Hay el hecho, sin embargo, de que nunca se emitió una sentencia decididamente negativa; se limitó a prolongar las cosas, sin pronunciarse. (G.P.) (Tomado de Mgar.net)
1492 Mayo 2. Santa Fe (f. 318). "Incitativa a las justicias del reino, para que entiendan en la petición de Andrés, maestre cirujano real, que reclama a Francisco de Mercado, factor de Pedro de Vera, 16.550 maravedís que le pagó por dos esclavos canarios, ya que éstos fueron puestos en libertad por el obispo de Canaria, por ser cristianos y libres. Dichos esclavos son: Catalina, de 20 años, y Pedro, de 30. Don Alvaro. Johannes. Antón. Franciscus licenciatus. Castillo. (E.Aznar; 1981)

1492 Mayo 3.  Después de 213 días de ocupación de Benahuare y algunas refriegas  con los hawaritas de Sebenzui, Alonso de Lugo da por finalizada la Conquista de Benahuare (La Palma) y establece el germen del primer asentamiento europeo en la isla en el cantón guanche  de Tedote, aprovechando las excelentes condiciones de la costa para establecer un puerto abrigado. La nueva ciudad, recibe el nombre por parte de los invasores de Santa Cruz del Señor San Miguel de La Palma. Una misa conmemoró la decisión del conquistador. Es el primer acto católico que los europeos se celebraron en Tedote n Benahuare (Santa Cruz de La Palma).

1492 Mayo 7. Santa Fe (f. 300). Orden a las justicias de Sanlúcar de Barrameda, para que alcen el embargo a una carabela de Pedro Fernández de Saavedra veinticuatro de Sevilla. Dicha embarcación procedía de las islas de Canaria al mando del capitán Pedro Verde, vecino de dicha isla, quien se concertó con las autoridades para el embargo, alegando que se le debían ciertos fletes, a lo que Pedro Fernández de Saavedra respondió que era al revés, que no se había probado lo que se le imputaba y que era vecino de Sevilla. Don Alvaro, Johannes, Antón, Franciscus. Mármol. (E.Aznar; 1981

1492 Mayo 7. Santa Fe (f. 301). Orden a Alfonso Enríquez, corregidor de Baeza, para que ponga en libertad a María de La Gomera, mujer de Pedro Canario, vecino de Sevilla. Se da a petición de éste, quien alegó para ello que su mujer es horra y fue traída a Castilla con los otros canarios y canarias de Gran Canaria, a pesar de lo cual un tal Pedraza la trata como esclava. Don Alvaro. Johannes. Ant.ón. Franciscus licenciatus. Mármol. (E.Aznar; 1981

1492 Mayo 8: Santa Fe (f. 5). Confirmación a petición de doña Beatriz de Bobadilla, viuda de Fernando Peraza, y para su hijo Guillén Peraza, del mayorazgo instituido por doña Inés de Peraza, señora de las islas de Canaria, cuya carta, así como una de facultad de los Reyes, y otra de poder de Diego García de Herrera, su marido, se insertan; sus fechas: Toro, 25 de noviembre de 1476, la facultad; Isla de Lanzarote, 12 de septiembre de 1480, el poder; y Sevilla, 15 de febrero de 1488, la carta de mayorazgo. El Rey y la Reina. Alvarez de Toledo. Baeza. Rodericus. Antonius. Gutierre. Soria, concertado. (E.Aznar; 1981)
1492 mayo 8.
La reina recuerda a Pedro de Vera que la Gomera es de los hijos de Fernán
La operación "descubrimiento", cuyos preliminares se remontan a 1490, hizo a Pedro de Vera tan molesto, como a los señores de las islas. Acusado con la Bobadilla de haber vendido cristianos, que no estuvieron relacionados con la muerte de Fernán, por ser mujeres y menores, el mismo Obispo que los distribuyó, quedó encargado de recuperarlos, para restituirles la libertad. Retirados a Vera los libros de la gobernación, condenado con Beatriz a restituir lo cobrado, al estar integrada Gomera en una Gran Canaria, que en tiempos abarcó el continente, los familiares de los aborígenes vendidos por Vera, reclamaron la devolución de sus parientes. Bueno el pretexto para retirar al Gobernador de una isla, a punto de ser "descubierta", los Católicos alentaron el pleito. Adelantándose a los reales deseos, los jueces embargaron los bienes de Vera. Y le exigieron la cuadratura del círculo, al ordenarle que depositase 500.000 maravedís, en manos del Obispo de Ávila, confesor del rey, como garantía de que los compradores de los gomeros, serían debidamente resarcidos. Al no tener de donde sacar el dinero, el gobernador expuso su situación a los monarcas. Comprendiendo que estaba maduro para la obediencia, se ganaron el agradecimiento del gobernador a poco costo, suspendiendo el embargo y el pago.
En marzo de 1491, el salmantino Francisco Maldonado fue nombrado juez de residencia en Gran Canaria, celebrando juicio que a la luz de la ley, debía tener lugar cada cuatro años, cuando hacía más de diez que Vera gobernaba, sin rendir cuentas. Concebidos estos juicios como garantía de la honestidad de los gobernantes y de respeto a las libertades y derechos del gobernado, eran en verdad espada de Damocles, que permitía expulsar de la escena al político o funcionario que no se plegase a las reales órdenes, o molestase al monarca. Con la mira puesta en lo que había de venir, en diciembre de 1491 se cerraron las Canarias al tráfico. Prohibido a los isleños cambiar de isla o viajar a la Península, los maestres no podrían embarcar canario, siendo condenado a esclavitud perpetua, el que asomase a puerto castellano, sin contar licencia especial, expedida directamente por la corona. Cesado Vera a principios de 1492, Maldonado quedó como gobernador accidental de Gran Canaria, con orden de ocupar su mandato en descubrir y desterrar a cuantos hubiesen tenido “ligas y confederaciones” con Pedro Vera. Averiguadas las causas que estorbaron el poblamiento de la isla, procuraría atraer pobladores, prefiriendo a los mercaderes, por ser los vasallos más rentables.
Jurado Guillén de Peraza señor de la isla, aferrada su madre al terruño pero incauta, la satisfacción de un capricho, la enredó en nuevo proceso. Vecinos de Palos que regresaban de la pesquería de cazones de Guinea, hicieron escala en Gomera. Traían un barco nuevo, del que Beatriz se encaprichó, entregando dos esclavas valoradas en 17.000 maravedís, como parte del pago. Embargadas por el obispo, apenas las desembarcaron, los pescadores reclamaron el metálico. La demanda recordó a los jueces la parte que tocó a la señora de la isla, en los gomeros vendidos, tras la muerte de Fernán. Y la obligaron a depositar los 500.000 maravedís, que se perdonaron a Pedro de Vera. Para enfrentarse al pleito, la Bobadilla se trasladó a la corte, arrastrando con los hijos. En Granada coincidió con Colón, pero también con Alonso de Lugo. No hay noticia documentada de amores con el genovés, pero consta que poco después estaba casada con Alonso Fernández de Lugo. A 8 de mayo de 1492, el pequeño Guillén fue confirmado como señor de sus islas, quedando resuelta la cuestión de los gomeros. Admitido que mataron a Fernán de Peraza, para poder “perseverar” en sus errores, fueron declarados infieles nuevamente, quedando sobreseída la causa contra Beatriz, al mismo tiempo que se cerraba la de Pedro de Vera, de regreso en Jerez, en octubre de 1492. Urgente borrar el recuerdo de la conquista de Canarias, se impuso silenciar a los soldados que recorrían los tribunales, reclamando pagas. Depositado el montante en el funcionario Juan de Mesa, se hubiese solventado la cuestión de no alzarse el tal con la caja. Pendientes las pagas por no haber fondo de reemplazo, los conquistadores de las "islas" continuaron generando documentación, en forma de quejas y demandas.  (Luisa A. de Toledo)
1492 Mayo 9. Santa Fe (f. 612). Orden al asistente de Sevilla, para que obligue a Juan Fernández del Alcoba, vecino de dicha ciudad, a devolver a Martín de Arrezola, mercader vizcaíno estante en la misma, el precio de un esclavo gomero, ya que éste fue puesto en libertad por el obispo de Canaria, por ser cristiano y libre. Don Alvaro. Johannes. Antón. Franciscus licenciatus. Castillo. (E.Aznar; 1981

1492 Mayo 15. Santa Fe (f. 650). Orden a las justicias de Sevilla, Palos y Moguer, y al gobernador y justicias de las islas de Canaria, para que detengan a Juan Cota, vecino de Moguer, que mató a Pedro Vázquez, vecino de Palos, y huyó a La Gomera con ayuda de Alvaro Alonso Rosón, alcalde mayor de Palos. La razón de esta medida es la petición hecha por Bartolomé de Leza, vecino de Palos, en nombre de su mujer María Díaz y de los hermanos de ésta, Tomás Vázquez, Catalina Vázquez y Juan Vázquez, hijos todos de Pedro Vázquez. Se acusa, además, a Juan Cota de haber maltratado a otros vecinos y de haber causado la muerte a Martín Alonso de la Monja, su padrino de bautizo. Don Alvaro. Johannes. Antonius. Franciscus licencia tus. Badajoz. (E.Aznar; 1981

1492 Junio 2. Córdoba (f. 158). Orden al asistente de Sevilla, para que obligue a ciertos vecinos de dicha ciudad a devolver a Francisco de Espinosa, también vecino, el importe de los esclavos gomeros que les compró, ya que éstos fueron puestos en libertad por el obispo de Canaria, por ser cristianos y libres. Don Alvaro. Johannes. Antón. Franciscus licenciatus. Castillo. (E.Aznar; 1981

1492 Junio 2. Córdoba (f. 159). Orden a Francisco de Maldonado, gobernador de las islas de Canaria, para que obligue a ciertos vecinos de dicha isla a devolver a Francisco de Espinosa, vecino de Sevilla, el importe de los esclavos gomeros que les compró, ya que éstos fueron puestos en libertad por el obispo de Canaria, por ser cristianos y libres. Don Alvaro. Johannes. Antón. Franciscus licenciatus. Castillo. (E.Aznar; 1981)

1492 Junio 6. Córdoba (f. 152). Orden a Francisco de Maldonado, juez pesquisador de Gran Canaria, ya las demás justicias del Reino para que dejen sin efecto las cartas y sobrecartas que obligan a Beatriz de Bobadilla, viuda de Fernando Peraza, a pagar 500.000 maravedís por la venta de algunos gomeros, hasta que el Consejo, determine en una petición de dicha señora, según la cual Fernando de Peraza, tras quejarse al Rey y al obispo de Canaria de que los go- meros no se bautizaban, usaban nombres gentiles, vivían desnudos y tenían ocho o diez mujeres, concertó con ellos un acuerdo por mediación del deán de Cana- ria para que se apartasen de sus errores, so pena de cautiverio, y que éstos por no cumplir lo pactado le dieron muerte. (E.Aznar; 1981)

1492 Junio 6. Córdoba (f. 238). Orden a las justicias del reino, para que ciertas personas devuelvan a Alonso Mealla, vecino de Lepe, el importe de los esclavos gomeros que les compró, ya que éstos fueron puestos en libertad por el obispo de Canaria, por ser cristianos y libres. Los deudores y las cantidades son las siguientes: Rodrigo de Vera, vecino de Jerez de la Frontera, 18.000 maravedís por 2 esclavos; Pedro de Vera, vecino de Jerez de la Frontera, 35.000 maravedís, del flete de una nao, por 3 esclavos y 9.000 maravedís, de vino que le vendió, por dos esclavos; Alonso Gallego, vecino de Palos, 15.000 maravedís por una canaria; y Gomez de Ocaña, vecino de Gran Canaria, 7.000 maravedís por 1 canario. Don Alvaro. Deán de Sevilla, Johannes. Antón. Filipus. Franciscus licenciatus. Mármol. (E.Aznar; 1981)


1492 Junio 6. Córdoba (f. 152). Orden a Francisco de Maldonado, juez pesquisador de Gran Canaria, y a las demás justicias del Reino para que dejen sin efecto las cartas y sobrecartas que obligan a Beatriz de Bobadilla, viuda de Fernando Peraza, a pagar 500.000 maravedís por la venta de algunos gomeros, hasta que el Consejo, determine en una petición de dicha señora, según la cual Fernando de Peraza, tras quejarse al Rey y al obispo de Canaria de que los gomeros no se bautizaban, usaban nombres gentiles, vivían desnudos y tenían ocho o diez mujeres, concertó con ellos un acuerdo por mediación del deán de Canaria para que se apartasen de sus errores, so pena de cautiverio, y que éstos por no cumplir lo pactado le dieron muerte. (E.Aznar; 1981)

1492 Junio 6. Córdoba (f. 238). Orden a las justicias del reino, para que ciertas personas devuelvan a Alonso Mealla, vecino de Lepe, el importe de los esclavos gomeros que les compró, ya que éstos fueron puestos en libertad por el obispo de Canaria, por ser cristianos y libres. Los deudores y las cantidades son las siguientes: Rodrigo de Vera, vecino de Jerez de la Frontera, 18.000 maravedís por 2 esclavos; Pedro de Vera, vecino de Jerez de la Frontera, 35.000 maravedís, del flete de una nao, por 3 esclavos y 9.000 maravedís, de vino que le vendió, por dos esclavos; Alonso Gallego, vecino de Palos, 15.000 maravedís por una canaria; y Gomez de Ocaña, vecino de Gran Canaria, 7.000 maravedís por 1 canario. Don Alvaro. Deán de Sevilla, Johannes. Antón. Filipus. Franciscus l cenciatus. Mármol. (E.Aznar; 1981)

1492 Junio 8.
Los reyes de Castilla y León Isabel y Fernando contratan con el mercenario Alonso de Lugo, la invasión y ocupación de la  isla Benahuare, a la que los invasores pusieron por nombre “San Miguel de la Palma”.

“La isla de San Miguel de La Palma se halla situada a unos 83 Krnts O.N.O. de Tenerife y entre los 28° 27' y 28° 52' de latitud N. y los 14° 3' y 14° 22' de longitud o. de Madrid, distando 801 millas de Cádiz. Tiene forma de corazón, de vértice muy prolongado hacia el S. y mide 47 Kmts desde la Punta del Mudo al N. a la de Fuencaliente al S., y 28 Krnts desde la Punta Llana al E. a la Gorda al 0. Ocupa una superficie de 728,75 km2
no alcanzando más que 112 km de perímetro, existiendo marcado contraste entre estas dimensiones y la altura de la isla, que es la que tiene mayores elevaciones después de Tenerife, cuyo punto culminante es el Pico de los Muchachos de 2.356 mts de altura.

Una gran cordillera recorre la isla de N. a S., formando una estrecha cresta que pierde nivel  a medida que adelanta hacia el mediodía y termina cerca de la Punta de Fuencaliente, en unos conos volcánicos cuya altura varía entre 237 y 683 mts. Una segunda cordillera se dirige al S.O. y se une a la primera formando la porción situada al N. por sí sola,  sistema de que es eje la famosa caldera de Eceró o de Taburiente, prodigioso cráter, tal vez el más notable del globo, constituyendo una formidable depresión cuyo borde superior mide una circunferencia de 12 km por 948 mts de profundidad y desde cuyos bordes presenta un espectáculo sorprendente, la pendiente de la cresta al fondo es sumamente grande, casi perpendicular, y en algunos sitios, impracticable. La parte más elevada de las montañas, que anualmente se cubren de nieve, tiene grandes extensiones de bosques de pinos y de hayas, más abajo crecen los laureles y por fin, numerosas palmeras. Sus paisajes son maravillosos y es una de las islas más bellas del archipiélago de las Afortunadas.

Fue ésta una de las islas que más resistencia ofreció a los invasores extranjeros; los mauritanos, los cartagineses, los romanos, los árabes y los portugueses, realizaron grandes esfuerzos para dominarla sin conseguirlo y los castellanos tardaron bastante en someterla bajo el mando de D. Alonso Fernández de Lugo quien capituló esta con-quista con los Reyes Católicos obteniendo determinados beneficios, como los quintos de los cautivos canarios de dicha isla y la mitad de los que tomase en Tenerife y Berbería, quedando la otra mitad a cuenta de los 700.000 mrs de ayuda que acordaron darle para dicha empresa, la que se comprometía a realizar en el plazo de un año.

También se le prometió el gobierno vitalicio de la isla para cuando diese fin a su cometido, por carta de 8 de Junio de 1492, y se le ofreció la facultad de repartir tierras en forma análoga a como más tarde la llevó a cabo en Tenerife.

En la antigüedad se llamó la isla según hemos visto Junonia Major y también se la conocía con el nombre de Benahuare, debiendo al parecer su nombre actual a una visita que en 1341 hizo a la misma una flota de buques mallorquines, cuya tripulación desembarcó y parece ser que  dio a ésta el nombre de La Palma en recuerdo de la capital de Mallorca.

La conquista de esta isla por los castellanos -dice Rumeu de Armas-, fue obra relativamente fácil porque a la acción militar propiamente dicha había precedido otra más eficaz de captación de los Príncipes indígenas, llevada a cabo por los misioneros.

D. Alonso Fernández de Lugo con tropas de mercenarios reclutadas en Sevilla y Gran Canaria, desembarcó en esta isla el 29 de Septiembre de 1492 y concertó alianza con el Príncipe de Aridane Mayantigo, pero no pudiendo llegar a un acuerdo con los Príncipes Tarigao y Garehagua, los venció por medio de las armas, dominando así casi toda la isla, no quedando más resistencia que la de Tanausú que mandaba en Ecero confinando con la actual Garafía, cuyo centro era la caldera de Taburiente, y mediante una despreciable estratagema para aniquilarlo, puso fin a la conquista el 3 de Mayo de 1493, fundando en medio de una magnífica bahía que se extiende desde Punta Sancha al Norte hasta la de San Carlos al Sur, y que es sin disputa el mejor fondeadero de la isla, la ciudad de Santa Cruz de la Palma, en un lugar denominado Tinibucar situado en el cantón de Tedote, donde plantó el 3 de Mayo una gran cruz de madera que dio nombre al lugar, agrupándose a su alrededor algunas rústicas chozas cubiertas de hojas de pitera seca y hierbas. Más al Norte, en la parte opuesta del barranco llamado de las Nieves, en una excelente cueva que se llamó de Carias, se reunió por primera vez el Cabildo de europeos nombrado por Lugo, y en este lugar se estableció la Aduana y se construyó la primera parroquia, la ermita de la Encarnación, que en sus orígenes era una humilde construcción con cubierta de paja donde se rendía culto a una imagen traída de la Castilla por el conquistador Marcos Roberto.

Un poco más al Sur, levantó sus casas D. Alonso Fernández de Lugo, formando plazuela con la iglesia matriz de El Salvador.” (En: José María Pinto y de la Rosa. 1996)


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