viernes, 26 de diciembre de 2014

Diferentes momentos en el Poblamiento de las Islas Canarias y su posible contextualización técnica e histórica.



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Search   keywords:   Canary,   prehistory,   early   history,   history,   archeology,   antiquity, Ethnography, Güanches, Atlantic Amazigh, Fortunate.

Introducción.

No estoy de acuerdo en aplicar al devenir histórico del Archipiélago Canarios los términos “Prehistoria e Historia”, salvo en el caso de que por un lado se esté reconociendo implícitamente, la adscripción temporal a algún momento concreto del Poblamiento de las Islas, y por el otro lado se trate de situar a los Güanches dentro de un contexto global. En ningún caso podemos asumir que se hable de Prehistoria e Historia de Canarias usando como frontera la conquista europea de las islas en el Siglo XV, pues entiendo que, como más adelante se verá, es una división aleatoria sin base científica y fundamentada en el discurso político y los prejuicios raciales.

Si al hablar de Prehistoria Canaria, lo hacemos con el mismo significado que se le da en cualquier otro lugar del mundo, podemos asumir los términos Prehistoria de Canarias, Protohistoria de Canarias, Historia Antigua de Canarias e Historia Colonial.  Al  menos,  yo  pienso  aportar  datos  y  valoraciones  fundadas  para proponer esta división, que evidenciarán la interesada y aleatoria “visión eurocéntrica” de la cuestión, vigente hasta hoy y que pese a todo, contra corriente y contra cultura, se seguirá manteniendo desde los ámbitos del poder en Canarias, siguiendo “instancias superiores”.

Comenzaremos por ver algunas definiciones sobre los términos que hemos mencionado antes, lo que en principio siendo relativamente fácil, se complica en los últimos tiempos, pues se da la circunstancia que, siendo la moderna Ciencia Arqueológica algo relativamente “nuevo”; Quese ayuda o auxilia de todas y cada una de las demás Ciencias que puedan aportarle algún tipo de dato, conocimiento o entendimiento, sobre cualquier hecho o circunstancia, etc. que pueda estar de algún modo relacionado con ella, y depende en última instancia de los “hallazgos” casuales o no, está sujeta a una constante revisión, no solo en el relato en sí de los hechos, sino hasta en cuestiones metodológicas y postulados, definiciones,... Intentare no encorsetarme en periodos estrictos, que pueden tener más de suposición que de realidad, pues es cosa sabida que la Evolución humana no ha seguido los mismos ritmos en todos sitios, sino que hay una sucesión escalonada de acontecimientos en el tiempo de forma más o menos global, pero que en cada lugar siguen tiempos distintos, unos más rápidos, otros más lentos, de forma que aún hoy día, podemos contemplar Etnias y Pueblos en todas las etapas pretéritas de la Evolución Tecnico- Cultural de la Humanidad, partiendo del Paleolítico Superior. Esto nos permite casi, por usar un símil, tener un ojo en cada uno y ver sobre el terreno la confirmación o no de muchas cosas. Veamos las definiciones:
Prehistoria

Período de la historia de la humanidad que comprende desde el origen del hombre hasta la aparición de los primeros testimonios escritos, momento en que comienza el período histórico propiamente dicho. La prehistoria comprende  el  Paleolítico,  Mesolítico  y  el  Neolítico.  En  principio  y  salvo futuros descubrimientos, no pueden llamarse letras los símbolos grabados y o pintados en soporte lítico durante estas etapas, aunque luego evolucionaran hasta letras, con un valor fonético.

Protohistoria

Período de transición entre la prehistoria y la historia donde aparece una incipiente y poco desarrollada escritura. [Ya se diferencian símbolos de letras] Lógicamente, en la etapa siguiente, la histórica, se puede hablar de registros escritos propiamente dichos, tal como los entendemos hoy día.

[Quizá andemos algo descaminados al juzgar este hecho desde nuestra visión moderna, puesto que nos otorgamos el papel de juzgar “que cosas eran importantes o no” para merecer ser recogidas mediante la escritura; Igual para aquellas gentes, lo importante eran otras cosas y no por  ejemplo la producción de un rebaño de ganado, que de todas formas, a simple vista se podía calcular una estimación aproximada. Es algo bastante complejo de determinar con “nuestros filtros modernos”, con nuestras consideraciones y valores actuales]

Vamos ahora a entrar en el espinoso y todavía no resuelto, “oficialmente”, tema del   Poblamiento   Insular.   La   teoría   general,   hasta   ahora,   establece   dos, posiblemente   tres   momentos   u   oleadas   migratorias   desde   la   vecina   costa continental africana. Al hablar de oleada migratoria, debemos tener en cuenta que dados los rudimentarios y primitivos Medios Navales de la época, no debemos pensar en grandes contingentes de colonos, sino más bien todo lo contrario. Es decir, en arribadas de flotillas poco numerosas, espaciadas en el tiempo y no en grandes “empresas colonizadoras”.

La teoría del Poblamiento insular ha pasado por varias etapas y vicisitudes, por lo que nos referiremos a las dos más recientes [Quien tenga interés sobre el tema puede consultar Ab Initio, de J. Farrujita, que las reúne y analiza]

La primera teoría, básicamente se reduce a dos momentos, uno más antiguo que correspondería al Tipo Cromañoide, vinculado a la costumbre funeraria del Mirlado  [Momificación artificial  de un  cadáver] y  otro  más  moderno,  de tipo Mediterranoide, más grácil y portador de una cultura eminentemente agrícola, cerámica pintada, enterramientos tumulares, etc. Es la teoría del Ibero mauritano de Álvarez Delgado y D. L. D. Cuscoy [Siguiendo la doctrina del Régimen de entonces], hoy en desuso, pues se trata de la Cultura Oraniense que se corresponde con el tipo Metchoide Norteafricano anterior a la Cultura Capciense. En cuanto a estos, portadores del Neolítico, antiguamente se les hacía proceder del Este del Mediterráneo, pero en los últimos tiempos, cobra fuerza la teoría que los hace descender  del  mismo  tronco  Metchoide,  y  vendrían  a  ser  en  realidad  [Los
mediterranoides Capcienses], la variabilidad lógica de tipos pertenecientes a   un mismo tronco antropológico, lo que vendría a explicar la existencia de tipos robustos y gráciles entre los Mechta y tipos robustos y gráciles entre los Mediterranoides.1

La segunda teoría, más reciente y “europeísta”, asigna a pueblos mediterráneos el Poblamiento Insular, en primera instancia fenicios y cartagineses y posteriormente romanos, aunque sin descartar un poblamiento anterior “por medios propios”, y lo situaría en torno a la fundación de Cartago, aunque recientemente y tras la “movida política oportuna”, aparecen de repente unas dataciones que hacen retroceder el momento o uno de ellos, hasta el Primer Milenio a.n.e.

Ninguna de las dos teorías “encaja” en el enorme puzle arqueológico que en el mejor de los casos, “descansa en cajas llenas de polvo”, todavía sin formar “un cuadro medianamente coherente y significativo” del Pueblo y Cultura Güanche y establecer “un relato histórico de los hechos”. Como en tantas cosas en esta tierra, todo se reduce a las elucubraciones interesadas patrocinadas desde los intereses políticos de turno. Mientras no se tenga un relato cronológico de todas las pruebas arqueológicas y se encuadren en el contexto norteafricano [Del que proceden], no se  tendrá  una  visión  cabal,  al  menos  indiciaria,  de  cuando  se  produjeron  los aportes poblacionales o colonizaciones. Es precisamente, esta ausencia de visión, la que permite una especulación política interesada sobre el tema, permitiendo a cualquiera dirigirla hacia donde le convenga en cada momento [Hacia el nacionalismo español de Álvarez Delgado o el europeísmo mediterráneo actual, por ejemplo]

Hechos contrastados contra teorías.

La principal contradicción entre las teorías construidas artificiosamente para explicar el Poblamiento Mazigio de las Islas Canarias, sean cuales sean, no pueden tomarse  en  serio  hasta  que alguna  sea  capaz de  explicar convenientemente la Costumbre Funeraria del Mirlado2  de, al menos, algunos Cadáveres. Si el Poblamiento Insular se produjo en épocas tan recientes, como dicen todos los que de una u otra forma  del tema,  ¿Cómo es posible que no existan paralelismos “histórica y geográficamente” cercanos a las islas, que hagan suponer la procedencia de la misma?

Algunos, con más deseo de “entroncar con culturas milenarias y sus grandezas” [Será, digo yo, por la escased de las mismas en la suya], tratan de encontrar paralelismos entre Canarias y Egipto, en lo que a este y otros temas se refiere. Claro está, desconocen que el proceso de mirlado de las momias canarias no se parece ni de lejos al empleado por los egipcios, y que en el registro del Periplo patrocinado por el Faraón Necao, tampoco aparecen referencias a Canarias, a pesar de lo cual, se trata del Periplo mejor documentado y realista de cuantos se hayan hecho, salvo quizá el del cartaginés Himilcón por el Norte.

1Donde la influencia de la alimentación y el cruce entre individuos de parecidas características físicas determinaría en grado sumo que la descendencia presente unas características más acusadas que otras.
2 Momificación por medios artificiales.
Desconoce esta gente, que seguramente habrán leído a Herodoto de Halicarnaso, y sus descripciones de los tres métodos de embalsamar practicados por los antiguos egipcios, que el “Mirlado” Güanche, consistía más bien en “secar” el cuerpo, y que tal como se demostró en el Congreso de Bioantropología de las Momias Güanches- Proyecto Cronos, no hay evidencias reales de que estos practicaran la evisceración como los egipcios, y que la única prueba de manipulación invasiva que se conoce, es la introducción de materias absorbentes por la cavidad bucal hacia la cavidad torácica.

Sin embargo, no hace falta ir tan lejos, atravesar todo el Sahara, para encontrar un origen más que probable, que explicaría el origen geográfico de esta singular costumbre funeraria. En concreto, en el Sureste libio  [Uan Muhuggiag], lugar donde  en  el  VI-  V  Milenios  A.N.E.  Metchoides  de  rasgos  marcadamente negroides3,  Mirlaban  a  al  menos  algunos  de  sus  cadáveres,  es  de  donde  los Metchoides Guanches4 trajeron la costumbre funeraria hasta las islas y a Egipto, pues es con la Reunificación del Delta o Alto Egipto bajo un solo poder político y religioso, una sola “Corona” adornada con la típica “pluma libia”, cuando aparece esta   costumbre   funeraria,   como
algo más que un proceso casual y natural, es decir, del todo artificial, hecho con artificio.

Por tanto, esta circunstancia nos permite tener un “horizonte temporal” concreto, que puede discutirse  o  no,  pero  es  evidente que hay motivo para el debate; Ninguna otra teoría es capaz de explicar no solo el origen del mirlado, sino de establecer un “horizonte temporal” que sirva de referencia para “suponer” [Hasta que no sea confirmado o desmentido por  pruebas  empíricas]  “una primera llegada de colonos”.

La   otra   gran   teoría   sobre   el Poblamiento de las Islas Canarias, está  ligado  a  Colonizaciones  planificadas  por  parte  de  Cartago  o  Roma,  que aunque nos sitúa en un horizonte más cercano, es solo una entelequia burdamente creada                                                      [http://files.cumbres-de-anaga4.webnode.es/200000141 9be759ce5e/El%20falso%20mito%20del%20poblamiento%20canario%20Juba%20II%20y%20la%20pu rpura%20en%20Canarias.pdf] que tampoco nos aclara de donde vino esta costumbre funeraria. En todo caso, ambas teorías “oficiales” coinciden en que fuera cuando fuera, el Poblamiento es “reciente y tuvo que traerlos alguien”.

3 Es interesante que se haya constatado, estudiando los restos humanos de la Cultura Güanche, un cierto componente negroide en proceso de desaparición. Digo que es curioso, porque en el Norte de África esto comenzó a  ocurrir  más o  menos con  la  aparición de  la  Cultura  Capciense, hasta  hoy considerada “mediterranoide”.
4 Los primeros en llegar al Archipiélago, la “Cultura de Sustrato”.

Por   otra   parte,   tampoco   se   ha   emprendido   un   estudio   especializado,   en profundidad, para estudiar el utillaje lítico, óseo, etc., para tratar de determinar “las técnicas de talla” y el tipo y funcionalidad de instrumentos de uso cotidiano, herramientas,  etc.  que  pudiera  adscribirse,  al  menos  comparativamente,  con alguna Cultura o Pueblo Sahariano.
Que las Islas hayan sido “la estación terminal” donde hayan llegado retazos de “muchas Culturas saharianas” en sus procesos expansivos o de desarrollo, no es excusa para ello, sino todo lo contrario, ya que simplemente se trata  de  ver  qué  tipo  de instrumentos o técnica de talla “es más   antiguo   o   primigenia”,   y   a partir  de  ahí,  comenzar  a reconstruir el puzle en su conjunto [O al revés, partiendo de lo más moderno  hacia  el  pasado,  si  fuera
más cómodo]

Por  supuesto,  no  valen  de  nada  las  evidencias  de  la  historiografía  [Torriani, Bethencourt  Alfonso,  etc.],   las   evidencias   arqueológicas   y  la  supervivencia documentada de rudimentarios medios de navegación en Canarias; Es un Tabú, un Dogma de Fe en Canarias, negar a los Güanches la capacidad de navegar en primitivas  y  rudimentarias  embarcaciones,  que  si  bien  no  eran  aptas  para desplazar gran número de pasajeros o mercancías como los de Cartago o Roma, si podían  transportar  al  menos  una
familia, y en varias de ellas, lo mínimo  necesario  para  “comenzar de nuevo” en tierras deshabitadas, un mínimo de ganado y simientes [Esto nos lleva a considerar un “conocimiento previo de las Islas y al menos sus ecosistemas y “posibilidades  de  supervivencia”, pues salvo circunstancias verdaderamente  apremiantes,  no  es
lógico pensar en una navegación “a la aventura” o de fortuna. Sin duda, sabían más
o menos a donde venían y que les hacía falta]

El tipo de instrumentos líticos encontrados en Canarias, la mayoría se encuadran en los llamados Microlitos, es decir fragmentos tallados de pequeño tamaño [Salvo molinos de piedra, algunas puntas, esferoides de piedra, etc.], tanto en su configuración como útiles individuales, como piezas de instrumentos compuestos de varias de estas piezas. Por supuesto, se supone que iban provistos de mango, ya que debido a su tamaño y a los bordes extremadamente cortantes que poseen, era imposible usarlos sin sufrir serias heridas en las manos.
Este tipo de Industria Lítica dificulta el poderla adscribir a un periodo concreto de la división establecida para la aventura evolutiva humana; A medida que el Hombre va “domesticando” la talla de la piedra, se observa un incremento de la eficacia de las armas y herramientas que fabrica, lo que a su vez se traduce en una tendencia a reducir el tamaño de estas, puesto que siendo más eficaces, permiten un mejor aprovechamiento de la fauna. Comienza en el Paleolítico Medio y es a finales del Paleolítico Superior, con la especialización en la caza- recolección [Mesolítico], cuando alcanza un desarrollo que continuaría hasta que el uso del metal sustituyó a la piedra.

La Arqueología canaria ha establecido en base  a los  conocimientos actuales y pruebas empíricas, un Primer Poblamiento formado por el elemento Cromañoide, representado  por  el  Metchoide  Norteafricano  de  la  Cultura  Oraniense  [Antes Ibero- mauritano], robusto, pastor e incipiente agricultor, Mirla a algunos de sus muertos y prefiere las zonas montañosas de las Islas. No se establece una fecha aproximada sobre cuando se produjo esa primera arribada, solo que es [Ya se admite] en torno al I Milenio a.n.e. y por “medios propios”. Un segundo contingente, portador del Neolítico “avanzado”, de aspecto más grácil, con otras costumbres funerarias, etc., y todavía no saben si admitirle como portador de la escritura Líbico- bereber, o no.

El caso es que a este puzle le sobraría una pieza y algunas no terminan de encajar como debieran; Ni la Historiografía egipcia, ni la de los griegos, ni la de púnicos o romanos, ni muchísimo menos la árabe, recogen ninguna noticia sobre el mirlado o momificación artificial como costumbre funeraria [Salvo la referente a sí mismos de los egipcios y otros que escribieron sobre ellos], que de noticia ni leyenda alguna que mencione a algún Pueblo de la Libia [África del Norte o Mediterránea] que ni en aquella época o en el pasado, tuviera esta peculiar costumbre.

Lo único, son los descubrimientos del Profesor Mori en el Sureste libio [Uan Muhuggiag] Luego la fecha de referencia obligada, mientras no se cuenten con datos empíricos y no especulaciones interesadas que nos hagan modificarla, es entre el VI- V Milenios a.n.e. Una sociedad típicamente ganadera o protoganadera formada por Metchoides/ Cromañoides Norteafricanos [Cromañoides “del tipo Chancelade”, es decir de tipo más robustoy’primitivo’ que los otros tipos que se expandieron por Eurasia, el conocido como Homo Grimaldiense, de caracteres negroides y que le legó a la posteridad “La Venus de Grimaldi o Polichinela” a la izquierda]

Si no hay referencias de esta costumbre entre los Pueblos que conocieron fenicios, griegos, egipcios y romanos, quiere decir que esta costumbre funeraria ya no era practicada, al menos en el  territorio  “que  dominaban  o  conocían”.  Que  tampoco  lo haga la ”Historiografía egipcia”, viene a decirnos lo mismo, y el
hecho es que esta costumbre, es lo suficientemente llamativa, como para que al hablar de unas gentes que la practican, se obvie el tema y no se mencione por nadie.  Pues,  esto,  que no  se  mencione el  mirlado  o  embalsamado  artificial  de cadáveres, precisamente es el aval de su antigüedad.
Por otra parte, sabemos positivamente que no todos los Metchoides practicaban este rito funerario, pues se sabe que otros practicaban la ablación dental [Extracción de algunas piezas dentales], costumbre esta que fue continuada por los llamados Capcienses neolíticos. Esto quiere decir, en resumen, que la costumbre del mirlado se les aplicaba a algunos Metchoides y que finalizó con la expansión de la Cultura Capciense en el Neolítico; De rebote, esto nos lleva a situarnos en el Mesolítico [Piedra Media, entre el Paleolítico Superior y el Neolítico] Esto confirmaría el hecho de que en efecto, Ganaderos o mejor dicho, proto ganaderos de  bóvidos  Metchoides  mirlaban  en  el  Sureste  Libio,  y  ganaderos  o  proto ganaderos Metchoides mirlaban en las Islas Canarias [No tenían bóvidos pero si cabras,  ovejas  [Sin  lana],  cochinos  [Cerdos]  perros,  pues  difícilmente  hubieran podido transportarlos] Podemos decir que es el “primer momento”.

Así mismo, se da la circunstancia de que todas las “facies” o “modalidades” del Neolítico que se dan en territorio continental del Sahara, hasta Sudán, están representados en Canarias, lo que nos lleva a admitir o bien que todas ellas fueron traídas por un solo contingente poblacional, o que vinieron cada una con un aporte distinto de colonos.  Y para terminar de aumentar la  confusión, tenemos unas inscripciones de escritura Líbico- Bereber situadas cronológicamente en una “franja temporal” entre la llegada de gentes neolíticas a Canarias y la llegada al Norte de África de los pueblos de navegantes euroasiáticos [Fenicios, griegos, etc.] Las  inscripciones  alfabetiformes  Canarias  y  las  continentales  anteriores  a  la llegada de estos pueblos euroasiáticos permanecen sin descifrar, mientras que las contemporáneas y las posteriores inscripciones continentales, contemporáneas a la llegada de estos pueblos, al haber sido redactadas en textos bilingües, en Líbico- bereber  y  feno-  púnico  o  griego,  etc.,  conocemos  su  significado  y  lo  más importante, algunos rudimentos sintácticos y gramaticales de aquellas lenguas.

El  corpus  de  “inscripciones  canarias”,  por  el  contrario  permanece  aún  por descifrar su significado, salvo algunos intentos aislados poco concluyentes, por lo que no encontrando “una piedra de roseta contemporánea” del modelo Líbico- Latino [Las inscripciones hechas en tiempos de púnicos, griegos, romanos, árabes, etc.], que nos sirva para averiguar su significado, debemos entender que son anteriores a este periodo. Pretender que varios signos encontrados en Canarias, sin correspondencia continental, conforman una lengua propia de las islas, sería admitir que esa lengua sería semántica y sintácticamente pobre, ya que la grafía de su vocabulario se reduce a las pocas combinaciones de media docena de signos [No son tantos y se desconoce si son signos, símbolos o letras, por muy convencida que esté quien así opina, “sin más evidencias que su convencimiento personal”]

Así mismo, contamos con Pruebas Historiográficas del uso de la escritura por parte de los  Güanches,  no  solo  en  soporte  rupestre,  sino  en  madera  y  pieles; Incluso tenemos la palabra que designa el texto y el soporte donde fue escrito, “tarja”. Por tanto, ciñéndonos a las definiciones que veíamos al principio, conociendo los Güanches la escritura, aunque sus útiles no fueran de metal dado que no existen de forma aprovechable en las Islas, no es óbice para situarlos como mínimo en la Protohistoria. Y digo como mínimo, porque desconocemos el grado real de desarrollo de la escritura en la Sociedad Mazigia Insular, pues no se han encontrado esas “tarjas” donde acostumbraban a realizar sus “marcas y pinturas que les sirven de escritura”, a las que hacía mención Fray A. de Espinosa. Pero es
que además, basamos la calificación de Proto o Histórico a Pueblos y Culturas “en base al desarrollo de la escritura”, pero desde nuestra moderna óptica; Es decir, a veces confundimos “burocracia o administración [Aparato administrativo]” con desarrollo. En otras palabras, asociamos desarrollo a cantidad de textos, porque tal vez para nosotros, la escritura no tiene ya el componente mágico de fijar los pensamientos, ideas o palabras, la solemnidad de la inmortalización de los mismos mediante unos signos solo entendibles “por los iniciados”. Para nosotros es algo tan anodino  que tendemos  a  considerar  inferiores  o  primitivos  a  quien  no  “tenga nuestra misma óptica” de las cosas.

Tenemos  también,  sin  adscripción  cultural  y  temporal,  la  Cueva  Pintada  de Galdar, que si bien quiere asociarse al último periodo de aporte poblacional, se hace sin evidencias, en base a suposiciones y sin paralelismos localizados en el continente, lo que a mi juicio, quizá este hecho nos esté indicando una antigüedad mayor a la que en principio, de forma aleatoria, se le atribuye.

Conclusión.

Conceptualmente hablando, en el Siglo XV, cuando comienza oficialmente la Conquista   de  las   Islas   Canarias,   nos   encontramos   una   Sociedad   Agrícola Ganadera perfectamente organizada que conoce la escritura, luego no podemos hablar,   “en   ese   momento   histórico”,   de   Prehistoria.   Como   mínimo   de Protohistoria, y negar las evidencias sin aportar datos, solo puede hacerse desde la defensa de intereses que no son “el Conocimiento”, sino la política y o el racismo.

En cuanto a los “momentos o contextos” en que se produjeron las arribadas de colonos, como decía antes, tenemos hasta el momento, más o menos aceptados “oficialmente” dos momentos:

1.  Primer contingente o  “Población de sustrato” cromañoide.

2.  Segundo  contingente o  neolíticos  mediterranoides.  Serían  supuestamente
“los traídos. Se supone que son estos los que trajeron la escritura a las Islas.

Lo único que se sabe sobre las probables épocas de estas arribadas, es que en torno al año 1000 a.n.e. se produjo una de esas llegadas de colonos norteafricanos. Frente a este encorsetado andamiaje que no explica las múltiples incógnitas existentes en torno a este tema, creo que la realidad debió de ser algo así:

1º. Primer contingente. Cromañoides Mesolíticos, cazadores- recolectores especializados,  proto  ganaderos  o  ganaderos  [Cuando los  europeos entraron en contacto con la Sociedad Güanche, estos eran consumados ganaderos, pero eso no significa que lo fueran en el momento de arribar a las Islas.] Practican el Mirlado de [Algunos] cadáveres, lo que los asocia directamente con los Metchoides proto ganaderos o ganaderos, que en torno al VI- V Milenios a.n.e. tenían la misma costumbre en el Sureste Libio/ Norte de Argelia/ Sureste de Túnez. Teniendo en cuenta que para que una “idea o costumbre” se propague o extienda, basta que una sola persona “la lleve” hasta el destino de su viaje o desplazamiento, se me antoja que, “no debieron viajar muy rápido los que trajeron esta costumbre a Canarias si tardaron varios milenios en hacerlo”, tal como nos dice la “tesis” del Poblamiento Amazigh de las Islas Canarias, al calificar de “reciente” ese poblamiento. Y que no se hayan encontrado huellas de “ese paso” que debió durar varios milenios, ni se explica ni lo explican.

2º,   3º   y   4º.   Corresponden   a   las   tres   tradiciones   neolíticas   norteafricanas constatadas en las Islas, la Capciense, la Sudanesa y la Sahariana. Es necesario constatar, que el llamado Neolítico de tradición Sahariana, puede ser el heredero de una corriente neolítica sub sahariana, que ya cultivaba cebada entre el  17.000 y el 18.000 a.n.e5., en Wadi Kubbaniya, no en las cercanías del Nilo, sino en el Desierto occidental, en territorio de los Pueblos Libios.

5º.  Tradicionalmente se admite la domesticación del caballo en el Sahara en  torno al III Milenio a.n.e. Si a esto, más o menos por el mismo periodo, le añadimos la existencia de motivos geométricos con un patrón común, desde la Nubia a Canarias antes que la cultura egipcia, y la existencia de grabados de caballos en las Islas [Grabados rupestres], con decorados afines o parecidos a los que se encuentran en varios lugares a lo largo y ancho del   Sahara,   nos   indica que en esa época [III Milenio a.n.e.], se produjo un  fuerte  influjo Cultural/  Religioso  en todo el Sahara que llegó a Canarias.

La muñeca es de la Alta Nubia, en torno al 3.500 a.n.e. y la Cueva Pintada de Galdar. El parecido de los motivos geométricos es evidente, a lo que debe sumarse lo ya mencionado sobre el caballo y la existencia documentada de dos paneles de grabados rupestres análogos en Canarias, lo que evidenciaría la llegada de este “movimiento cultural/ religioso a las islas [Patrón decorativo  geométrico  que  es  llevado  por  el  Cromañón  hasta  la    mismísima Francia (Cueva de Laxcaux), lo que nos estaría indicando sin duda, que este tipo de decorados   forman parte del patrimonio cultural del mal llamado Homo Cromagnón [Metcha Al Arbi o Affalou es su nombre correcto]

También nos da una idea de la Antigüedad real de estos motivos geométricos, y abre una inquietante incógnita en torno a la Cueva Pintada de Galdar. Sin uso concreto y definido en tiempos de la Conquista, por lo que parece desprenderse de la ausencia de referencias a ella en las Crónicas/ Relatos de la misma, y es lo suficientemente llamativa como para que quedara reflejada en estas, lo que permite suponer que “se había perdido la memoria de su Uso y Significado”, lo que evidenciaría que era “muy antigua”, algo que estaría dentro de lo posible ya que el

5 Es probable que este temprano experimento de cultivo se abandonara debido a la creciente desertización del Sahara. De todas formas, es llamativo que, considerando que todo el mundo admite que primero se domesticaron los animales y luego las plantas, ¿Cuándo nacería la ganadería realmente
Metcha llevó tales o parecidos  decorados hasta el Centro de Europa en el Paleolítico
Superior, como ya he dicho.

6º- El portador de la escritura Líbico – bereber, en torno a las cercanías de la Era y que muy bien puede ser el de las recientes dataciones dadas a conocer y que sitúan, uno de estos momentos hacia el año 1000 a.n.e., y que estaría formado por los antepasados directos de Númidas, Getulos, y Garamantes.

7º- Contactos esporádicos posteriores. Es presumible, que a medida que la Construcción   Naval   avanzaba   y   con   ella   la   distancia   y   duración   de   las navegaciones, lo mismo que aumentaba la capacidad de transporte, es bastante razonable pensar que hubieran contactos esporádicos [El posible yacimiento/ matadero de Focas Monje en la Isla de Lobos], que aunque no supusieran aportes poblacionales apreciables, sí que es posible que aportaran algo en el apartado Cultural/ Religioso. Por ello lo contaremos también como uno de los momentos de aporte poblacional/ Cultural más, aunque no se “ajuste” del todo.

En resumen, el Poblamiento de las Islas Canarias es muchísimo más antiguo de lo que la “arqueología política oficial” está dispuesta a admitir, “aunque los primeros colonos Mazigios pudieran confirmárselo de viva voz”. Basándonos en la costumbre funeraria del Mirlado, podemos retrotraernos en fechas que oscilarían entre el V y el IV Milenios a.n.e.; Y basándonos en la decoración geométrica, de la que la Cueva Pintada de Galdar es, hasta el momento, su máximo pero no único representante en Canarias, podemos valorar fechas que oscilarían entre el 3. 500 a.n.e. y el Paleolítico Superior.

A partir de ahí, de las primeras llegadas, y coincidiendo con la aparición y expansión  de  la  escritura  Líbico-  Bereber  en  el  Sahara,  nuestros  ancestros conocían y practicaban la escritura tal como recogen diversos cronistas y demuestran los múltiples grabados rupestres con escritura Líbico- Bereber existentes en las islas, refrendados por los modernos estudios etno lingüísticos; Por tanto deben ser catalogados, desde ese momento, como Pueblo Proto Histórico e Histórico, puesto que eran coetáneos de las Sociedades y los Hombres de su tiempo. Es preciso reiterar lo dicho por Fray Alonso de Espinosa, cuando escribe sobre sus pesquisas para averiguar el tiempo que había transcurrido, entre la aparición de la imagen de la Virgen de la Candelaria y los tiempos de la Conquista. Dice que, habiendo consultado directamente las “tarjas”, dice textualmente: ´

“Aunque averiguar el año y tiempo en que esta sagrada Imagen apareció, sea cosa muy dificultosa, porque como á venido de mano en mano ase ido perdiendo la memoria, con todo aquesto, aprovechándome de las antiguas pinturas que esto refieren y sirven de escritura; y de la computación de las lunas, de que los antiguos naturales usavan...6” [Algo bastante inusual pues se sabe de la reticencia de los Güanches a hablar de su Cultura con extraños; Sin duda ocurrió porque se trataba de algo referente a la Virgen, la Chaxiraxi o Madre del Firmamento, por la que los

[DEL ORIGEN Y MILAGROS DE N. S. DE CANDELARIA QUE APARECIÓ EN LA ISLA DE TENEBIFE, CON LA DESCRIPCIÓN DE ESTA ISLA. Compuesto por el P. Fr. Alonso de Espinosa de la orden de Predicadores, y predicador de ella. Libro II CAPITULO Del tiempo en que pareció esta Santa Reliquia.
Güanches sentían una gran reverencia, pues la identificaban con la estrella Canopo, la más vieja y brillante, Madre de todas las demás]

Para salvar cualquier tipo de suspicacia en torno al Fraile Espinosa, y su evidente interés en todo lo referente a la Chaxiraxi, que podrían sembrar dudas en torno a lo que dice “que ha visto y consultado ‘en escritura Güanche’ referente a ella”, podemos consultar a D. Leopoldo De La Roa Olivera y su trabajo “Las «señales» de los antiguos canarios”:

"Datas por el Adelantado y el Cabildo"; cinco expedientes están catalogados en la sección primera de este archivo, legajos D-II, números 3, 8 y 10, y D-IV, números 14 y 26, respectivamente. La forman los expedientes de confirmación de datas otorgadas por  Alonso  Fernández  de  Lugo  que  se  instruyeron  entre  los  meses  de  julio  a septiembre de 1608, al trasladarse a Tenerife el Gobernador de Gran Canaria López de   Sosa,   como   juez   de
residencia del Adelantado y reformador de los repartimientos por éste hechos.

Aquí  se  reproducen algunas de las firmas de algunos Güanches tras la conquista y que el Notario
llamó “marcas” [Recordemos que Fray Alonso de Espinosa las llamó pinturas]


A la izquierda, panel de Grabados Rupestres localizado en el Roque Bentaiga, Gran Canaria. Obsérvense la coincidencia de algunos de los signos con las firmas castellanizadas de los Guanches Gonzalo Afonso Tabares y Alonso Sánchez.

Para finalizar, creo que ha quedado claro que la actual   división   del   poblamiento   de   las   Islas Canarias, en dos o tres momentos, es absurdamente aleatoria y no explica nada más que el hecho de que se produjeron, pero ni cuándo ni que aportes técnico-   culturales-   religiosos   trajo   cada   cual.
Solamente en base a los indicios y pruebas que existen actualmente y un poco de sentido común “muy básico”, se pueden tener “indicios razonables” de que a las Islas Canarias, en torno al IV Milenio a.n.e. [Para redondear] comenzaron a llegar pequeños contingentes de población, pertenecientes a Sociedades Mesolíticas, Neolíticas, Paleo Mazigias y Mazigias, manteniéndose los contactos entre las Islas y la vecina costa continental, hasta la conquista europea.

Desde la Vieja Fortaleza, Rukaden Ait Anaga


25 Diciembre 2014

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